Marie Curie: Descubridora de la radiactividad. A 100 años de la entrega del premio Nobel de Química. José D´Artagnan Villalba-Magdaleno Escuela Ciencias de la Salud, Universidad del Valle de México, Campus Chapultepec, Av. Constituyentes 151, Col. San Miguel Chapultepec, México, D. F. 08335. Tel. 5278 9911 Ext. 08800, jose.villalbam@uvmnet.edu En pleno florecimiento del Imperio Ruso, nació Marie Sklodowska el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia. Mejor conocida por el nombre de casada, Marie Curie, fue la quinta hija de una pareja de educadores, cuya infancia y el resto de su vida estuvieron marcadas por las dificultades económicas y de salud en su familia. En 1891, a los 24 años de edad, Marie movida por su pasión por las ciencias, se trasladó a París para estudiar en la Universidad de Sorbona, porque en su país las mujeres tenían prohibido el acceso a la Universidad, con la única ambición de estudiar y aprender de la ciencia. En 1897, Madame Curie, no satisfecha con su licenciatura en Física, decide hacer el doctorado investigando acerca de las radiaciones descubiertas por H. Becquerel, que ella acuñó con el nombre de radiactividad, y cuyo fin primordial era su aplicación en la Medicina. Tras comprobar que, además del uranio, el torio también es radiactivo, existía otro elemento con mayor radiactividad que el propio uranio, hasta entonces desconocido. Tras una extensa investigación, en 1898 junto con su esposo, Pierre Curie, descubrieron dos elementos nuevos: el polonio (en añoranza de su país) y el radio. Fue hasta 1903, donde los esfuerzos dieron resultado, Marie, Pierre y H. Bequerel recibieron el Premio Nobel de Física, por haber descubierto la radiactividad natural. Poco después recibió su segundo Premio Nobel (1911), en esta ocasión de Química, por el descubrimiento de radio metálico puro. Madame Curie, antes de que la muerte la arrebatara de la ciencia, dejó abierto al campo de la Física nuclear y la terapia del cáncer, trabajos que le costaron la vida en 1934. Su entrega personal, ingenio, inteligencia, sacrificio por el bien de la humanidad, aún perdura con el paso de los años, y gracias a sus descubrimientos se dieron avances importantes en la lucha contra el cáncer. Marie Curie (1867-1934) “dejamos de temer aquello que se ha aprendido a entender”, y esperamos que, al entender mejor a la Química, y a la ciencia en general, aprendamos a entenderlas un poco. Los objetivos del Año Internacional de la Química 2011 son aumentar el reconocimiento público de la Química en el mundo como conocimiento fundamental para satisfacer las necesidades de la sociedad, fomentar el interés por la química entre los jóvenes y generar entusiasmo por el futuro creativo de esta rama de la ciencia. En este sentido, revisando la historia de la ciencia se podrá comprobar que el número de mujeres consideras merecedoras del honor de ser incluidas suele ser escaso. Una de las que sin duda consigue aparecer es Marie Curie. Hace un siglo era difícil que una mujer pudiera desarrollarse en la ciencia, es más ni siquiera imaginarse ingresar a la Universidad por ser mal visto por la sociedad. Recordemos que ya son 100 años desde que Marie Curie recibió el Premio Nobel de Química, motivo para recordar el aporte que ofreció a la medicina contemporánea en incorporado el uso de isótopos radiactivos en técnicas de diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades.