La primera vez de Napoleón - Centro de Estudios Andaluces

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ANDALUCÍA
EN LA HISTORIA
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BAILÉN 1808-2008
La primera vez
de Napoleón
La Universidad contra Franco
El movimiento estudiantil
en tiempos de la represión
DVD de regalo La Guerra Civil en Andalucía (Capítulos 5 y 6)
Año V
número 21
julio-septiembre
2008
3,50 €
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Atrévete a saber
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ulio es un mes con relevantes
efemérides. Tomemos, como
ejemplo, cuatro hitos casi
consecutivos. Entre el 19 y el 26 de julio
de 711 sucede la batalla de Guadalete,
vía libre a la ocupación árabe y bereber
del Sur y de toda la Península. Unos
días antes, el día 16, pero de 1212, tiene
lugar la batalla de Navas de Tolosa:
castellanos con apoyo de portugueses y
vizcaínos derrotan a los almohades. La
conquista cristiana sobrepasa ya el
muro de Sierra Morena. Muy cerca, en
Bailén, el 19 de julio de 1808 las tropas
españolas (manchegos, catalanes,
vascos, murcianos, aragoneses,
andaluces,...) derrotan al
todopoderoso ejército napoleónico. Y,
por último, el 18 de 1936, el día del
golpe de estado franquista —también
llamado “alzamiento nacional”—.
A
nte esta casualidad estival,
me resisto a dar crédito a
aquellos historiadores que
prefieren hablar de leyes generales que
gobiernan la historia y reivindico el
azar en su justa dosis. Pero lo más
importante es que estas fechas están
marcadas, no sólo para los vencedores
sino también para los vencidos, por el
estigma del adanismo, por el
síndrome del mito fundacional.
Aunque, llegado el momento, no todo
vale, manda la fiebre recordatoria del
número redondo: 1808. Podría decirse
que muchos historiadores viven al
amparo de conmemoraciones
culturales, unas mejor dotadas que
otras. Aún más, que al participar de
estas dinámicas están evocando el
recuerdo y legitimando el olvido. En
Cataluña y en el País Vasco se niegan a
organizar cualquier evento con el
marchamo ‘Guerra de la
Independencia’. Se contrapone Madrid
con un celebrado 2 de mayo, como hito
referencial en el presunto nacimiento
de una nueva nación: la España de los
ciudadanos. Y en Andalucía, la cuna
de la España liberal. Aquí tenemos
Bailén y, dentro de poco, Cádiz, sin
olvidar el decisivo papel de Sevilla.
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l problema, como han
señalado Gabriele Ranzato y
Ricardo García Cárcel, no es
qué recordar o qué olvidar. El
problema es saber o ignorar. Si no se
conocen los hechos, difícilmente
tienen crédito las interpretaciones.
Sobre todo, aquéllas que consideran
que el pasado no es historia, sino un
eterno presente. Es posible
comprender algo mejor el presente
desde el conocimiento de la historia.
Pero, transitar desde el presente y un
determinado proyecto de futuro hacia
el pasado es algo más que hacer
trampa. Es evitar, por incómodo, el
reto sapere aude, es hacer de la
ignorancia la esencia del
conocimiento. El desafío no es cómo
definir la memoria histórica, sino
cómo combatir la desmemoria.
MANUEL PEÑA DÍAZ
DIRECTOR DE ANDALUCÍA EN LA HISTORIA
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La primera vez de Napoleón
Edita: Centro de Estudios Andaluces
Presidente: Gaspar Zarrías Arévalo
Director gerente: Alfonso Yerga Cobos
Director: Manuel Peña Díaz
Subdirector: Eladio Garzón Serrano
Secretaria del Consejo de Redacción:
Lorena Muñoz Limón
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Consejo de Redacción: Eva de Uña Ibáñez y
Rafael Corpas Latorre.
Consejo Editorial: Carlos Martínez Shaw, Marion Reder
Gadow, Alfonso Franco Silva, Carlos Arenas Posadas,
Miguel Gómez Oliver, José Luis Chicharro Chamorro,
Encarnación Lemus López, Luis Carlos Navarro Pérez y
Alberto Ramos Santana.
Colaboran en este número: Mª Luisa Ruiz-Gálvez, Mª Belén
Deamos, Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz, Francisco
Acosta Ramírez, Jean René Aymes, Francisco Luis Díaz
Torrejón, Ricardo García Cárcel, Denis Smith, Francisco
Vela, Braulio Vázquez Campos, Ricardo Córdoba de la
Llave, María Ruiz Ortiz, Luis Salas Almela, Rocío Plaza
Orellana, Cristina Ramos Cobano, José Manuel Almansa
Moreno, Alberto Carrillo Linares, Juan Eslava Galán,
Salvador Bernabeu Albert, Javier González Cotta, Juan
Manuel Pérez López, Ana Gómez Díaz, Mª Josefa Parejo,
Cristóbal García García, José Luis Betrán, Salvador
Hernández, Mª José Ramos Rovi, José Luis Chicharro
Chamorro, Cristina Ramos Cobano, Francisco Vélez Nieto,
Encarnación Lemus López y Alberto Ramos Santana.
Diseño y maquetación: SumaySigue Comunicación
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Doscientos años después, continúa el debate sobre el significado real de la victoria de
Bailén en la historiografía española. Algunos historiadores sostienen que fue la batalla y
no la reunión de los liberales en Cádiz el hecho realmente clave de aquel primer capítulo
del liberalismo revolucionario en España a principios del XIX y de España como nación.
La victoria andaluza sobre los franceses galvanizó el sentimiento patriótico de la
independencia y pronto la gesta se consolidaría en un lugar preferente en el catálogo
heroico patrio. Considerada en el contexto en que se produce, con una sublevación
armada contra el invasor, una revolución política propiciada por el vacío de poder, y sin
olvidar tampoco la lectura en clave de enfrentamiento interno entre españoles, la batalla
adquiere una dimensión compleja y poco común. Desde el punto de vista militar, quizás
nada resuma mejor lo que ocurrió allí que la expresión del militar el inglés Charles Oman
quien dijo que “en aquella curiosa campaña lo probable nunca ocurrió, y todo se
desarrolló de una forma imprevista”.
El águila imperial derrotada en Andalucía
12
Francisco Acosta Ramírez
El eco francés de la batalla
20
Jean René Aymes
La exaltación de la victoria
26
Francisco Luis Díaz Torrejón
La épica militar y el sueño de la nación
32
Ricardo García Cárcel
La suerte de los derrotados
36
Denis Smith
Impresión: Escandón Impresores
La Batalla paso a paso
Distribución: Distrimedios, SA y Rodríguez Santos, SL.
El Centro de Estudios Andaluces es una Fundación adscrita
a la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía.
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Depósito legal: SE-3272-02
ISSN: 1695-1956
42
Francisco Vela
Al-Andalus, ¿un país islámico?
46
El legado de los mozárabes en la cultura hipánica y sus
particulares relaciones con el poder califal.
Braulio Vázquez Campos
El historial de los hijos de Caín
50
El homicidio en Andalucía durante la Baja Edad Media.
Las causas, las penas, las armas y los protagonistas más
comunes. Ricardo Córdoba de la Llave
Sexo y confesión
56
El control de la Iglesia ante los actos de sacrilegio
y lujuria durante la confesión. Detalles de los casos
documentados más conocidos. María Ruiz Ortiz
‘Andalucía en la Historia’ no se responsabiliza de las opiniones emitidas por los colaboradores y participantes de
cada número de la revista. El consejo de redacción anima
a los interesados a enviar artículos relacionados con el
ámbito de la publicación que cumplan con los requisitos
de rigor, veracidad y divulgación. El envío de los artículos
no supone la publicación de los mismos, ya que deberán
pasar una evaluación previa del consejo editorial.
La agitada historia de los duques
de Medina Sidonia
60
Crónica de los herederos de Guzmán el Bueno desde el
siglo XIV hasta nuestros días. Una dinastía íntimamente
ligada a la Historia de España. Luis Salas Almela
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Descubriendo una tierra rica
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Retrato de la Andalucía de finales del XVIII a través de los
ojos de Christian August Fischer. Rocío Plaza Orellana
Las huellas de Santa Teresa de Jesús
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VIENTO DEL OESTE,
VIENTO DEL ESTE
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Familiares de Santa Teresa aprovecharon su parentesco
para obtener privilegios. Cristina Ramos Cobano
LOS ANDALUCES
74
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Celestino Mutis
DIRECCIÓN SUR
La piel de la arquitectura
6
92
John Haycraft
Un detallado recorrido por la pintura mural en el reino de
Jaén. José Manuel Almansa Moreno
LUGARES DE LA MEMORIA 98
La Universidad contra Franco
PATRIMONIO ANDALUZ
80
La pérdida de Gibraltar a través del relato del humilde
panadero, Alonso Carrión. Juan Eslava Galán
104
Jorge Bonsor
El movimiento estudiantil sevillano en tiempos de
represión. Alberto Carrillo Linares
El panadero de Gibraltar
Corta Atalaya
ANDALUCÍA
EN SUS DOCUMENTOS
84
108
Las cartas de dote
LIBROS
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No soy de aquí...
ni soy de allá
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MARÍA LUISA RUIZ-GÁLVEZ
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
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e piden que escriba en defensa del
mente en lugares en los que existían previa-
carácter indígena del mundo Tar-
mente asentamientos indígenas con redes
téssico, pero no puedo. Aunque,
mercantiles ligadas al reciclado de metal. Ello
estrictamente, tampoco puedo decir lo contra-
señala un conocimiento sobre a dónde iban, a
rio. Sí, ya sé que que pensarán que parezco ga-
quién y qué había. Algo que no pueden expli-
llega por lo que trataré de explicarme.
car satisfactoriamente ni los viajes explorato-
Tenemos una imagen de las sociedades
rios ni las navegaciones de fortuna.
prehistóricas como cerradas e incomunica-
Las cosas suceden cuando pueden suce-
das. Y, en gran medida, así era como lo ha se-
der y no antes. Y suceden cuando a partir del
guido siendo en general hasta la revolución
1200 a.C., los grandes estados mediterráne-
de los transportes y las comunicaciones.
os del segundo Milenio a.C. colapsan, inca-
Sin embargo, no me harto de repetir que
paces de controlar territorios cada vez más
no conozco un sólo caso en la historia del colo-
extensos, para cuyo control y explotación
nialismo, en el que se decidiera hacer el es-
necesitan de comerciantes y guerreros mer-
fuerzo humano, económico y tecnológico de
cenarios, quienes acaban desafiando el sis-
crear y mantener unos emporios mercantiles
tema político existente y actuando para su
en lugares muy alejados de la metrópolis, que
propio beneficio.
no fuera porque el territorio a explotar no sólo
Es entonces cuando en rutas locales, pe-
era rico en materias primas, sino porque exis-
ro conectadas a través de múltiples agentes
tía una estructura social y políticamente com-
locales de ambos extremos del mediterrá-
pleja, capaz de producir excedentes y centrali-
neo, vemos circular mercancías y conoci-
zarlos en forma de tributos, de consumir mer-
mientos antes confinados en los palacios
cancías foráneas y de tener una red mercantil
orientales, cuando se registra una reorga-
local, de todo lo cual esos colonos mercaderes
nización de la producción destinada al in-
se aprovecharon. Dicho de otra manera, no
tercambio en nuestro suroeste —sal, me-
conozco ningún emporio mercantil entre pe-
tal, ganado— y cuando vemos aparecer en
queños cazadores-recolectores primitivos.
las estelas de guerrero, líderes locales que
En segundo lugar, lejos de lo que pensábamos en los años 70 y 80, la arqueología y el C14
emulan la iconografía del poder en el Mediterráneo.
parecen indicar que la colonización fenicia,
Y también cuando se generan las condi-
en lugar de producirse primero en Andalucía
ciones de conocimiento y estímulo comer-
Oriental y de ahí, explorar poco a poco las cos-
cial que producirán el asentamiento colo-
tas atlántica y levantina, se produjo de mane-
nial. O dicho de otra forma, la sociedad tar-
ra simultánea a ambos lados del Estrecho. Se
tésica no se volvió compleja porque vinieron
dio al mismo tiempo en la costa levantina y en
los fenicios, sino que los fenicios vinieron,
el Norte de África, situándose sistemática-
precisamente porque lo eran. ■
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Levante
en Tartesos
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Mª BELÉN DEAMOS
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UNIVERSIDAD DE SEVILLA
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a investigación arqueológica de las
carecía de refrendo arqueológico. Sin em-
últimas décadas ha acabado con la
bargo, en los últimos años se han producido
imagen tópica y distorsionada que
hallazgos que si bien no pueden datarse con
los griegos dieron de Tartesos e, incluso, ha
seguridad en esas fechas, adelantan al siglo
puesto en entredicho la historicidad de la
IX a.C. el inicio del comercio fenicio en
realeza del célebre Argantonio. Cuando los
Huelva y en el entorno costero de la antigua
navegantes samios y foceos arribaron a Oc-
desembocadura del Guadalquivir. Al tiempo
cidente, hacía tiempo que los puertos tarte-
nos descubren una compleja organización
sios se habían abierto a los intereses del co-
secundada por santuarios dedicados a las di-
mercio fenicio y a las modas que llegaban
vinidades patrias y por comunidades de
desde el Levante mediterráneo. Por los si-
emigrantes orientales que vivían en barrios
glos VII-VI a.C., la cultura que llamamos
aparte, aunque cerca de la población indíge-
tartesia había cambiado de forma notoria
na. El complejo arquitectónico de factura
respecto a la del sustrato del final de la Edad
oriental recién excavado sobre el Cerro del
del Bronce en la que se originó. En el compo-
Carambolo, albergó un templo dedicado a
nente oriental de esta cultura se han queri-
Astarté que actuó como centro de poder y de
do ver los efectos de ese comercio fenicio so-
representación de los fenicios que negocia-
bre el mundo local, que habría asimilado
ban en el emporio de Spal, el núcleo origina-
costumbres ajenas a su propia tradición. Pe-
rio de la Sevilla actual. El hallazgo de cerá-
ro más que de un proceso de aculturación
mica indígena decorada para usarla en oca-
unilateral, hoy podemos hablar de una so-
siones especiales, indica la concurrencia de
ciedad y una cultura de carácter híbrido, re-
los autóctonos a actos que tenían lugar al
sultado de una larga relación entre autócto-
amparo del santuario, convertido en esfera
nos y emigrantes orientales de diversa pro-
diplomática y espacio de encuentro y con-
cedencia. La visión de un Tartesos total-
frontación cultural.
mente indígena parece muy alejada de la re-
A los largo de los siglos VIII y VII a.C. las
alidad histórica que percibimos a través de
colonias de ultramar acogieron un flujo mi-
la arqueología.
gratorio continuo, a veces forzado por la pre-
La leyenda sobre la fundación de Cádiz
en el 1100 a.C. y las noticias bíblicas sobre
sión económica y militar del imperio asirio
sobre las ciudades fenicias orientales.
empresas conjuntas de Salomón de Israel e
El contacto con gentes de fuera fue una
Hiram I de Tiro al país de Tarsis en el siglo X
constante en la historia de Tartesos, pero las
a.C., muy anterior a la fundación a partir
relaciones no fueron idílicas y provocaron
del 800 a.C. de colonias en el litoral de Mála-
tensiones que precipitaron el fin del Tarte-
ga y en la bahía de Cádiz, se hacen eco de un
sos internacional y orientalizado de los si-
comercio tirio en Occidente que hasta ahora
glos VIII a VI a.C. ■
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Antonio Domínguez Ortiz
Adalid de la Historia de Andalucía
MIGUEL LUIS LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ
UNIVERSIDAD DE GRANADA
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l cumplirse cinco años de la muerte del maestro de historiadores,
don Antonio Domínguez Ortiz,
merece la pena volver la vista atrás y vislumbrar la vigencia de su magisterio. “Una vida
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sin prisa y con mesura” en palabras de José
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sin estridencias. Y nos dejó ante todo un
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Cosano. Una producción científica sólida y
MILES DE ALUMNOS DE
SECUNDARIA HAN
APRENDIDO LA HISTORIA
DE ESPAÑA GRACIAS
AL MAGISTERIO REAL
DE DOMÍNGUEZ ORTIZ
ral e intelectual-— denominada España.
En la posguerra llega la publicación de su
primer artículo (“La población de Sevilla en
la Baja Edad Media y en los tiempos modernos”, Publicaciones de la Real Sociedad Geográfica, 1941), en una época ya de madurez
intelectual (31 años). Dos años más tarde se
doctoraba en la Universidad Central de Ma-
ejemplo del buen hacer a la hora de histo-
drid. Le seguirían muchos libros y trabajos:
riar, rara avis en un mundo historiográfico,
unos ciento ochenta hasta la fecha de su jubilación. Luego muchos más. Afortunada-
ora apasionado, ora ecléctico, y las más de
romano y el sustrato ibero, así como un claro
mente la longevidad se alió con la Historia
El suyo fue un magisterio moral, que no
posicionamiento personal ante los tiempos
Moderna de España en la persona de Do-
escolástico, en el estricto sentido etimológi-
que le tocó vivir, que, sin embargo, describe
mínguez Ortiz. Y buena parte de ese “ma-
co de la palabra, sobre buena parte de los his-
con un sorprendente sentido de la realidad y
gisterio moral” corresponde a esos veinti-
toriadores españoles. Un magisterio real,
una inigualable perspectiva histórica. Es
cinco años últimos de su vida.
por otro lado, sobre miles de alumnos, espe-
también, no dudó en reconocerlo, una pro-
cialmente de Enseñanza Secundaria, que
puesta pedagógica para la enseñanza de la
LOS COMIENZOS.En sus inicios investiga-
sin duda han aprendido Historia de España
Historia de España, y creo que en todos los
dores no podía faltar su Sevilla natal —a la
con una personalidad privilegiada. Por pri-
niveles, carente de un rumbo definido en las
que ha dedicado espléndidas obras como Or-
vilegio tuve, hace veinte años, las enseñan-
últimas décadas. Y es, sobre todo, un ensayo
to y ocaso de Sevilla (1946) o La Sevilla del siglo
zas de don Antonio —nacido en Sevilla en
de amena lectura con un hilo conductor des-
XVII (1984)—, temática local con perspectiva
1909, donde también realizó sus estudios de
de el principio hasta el final, que no es otro
universal que ha repetido en toda su obra.
Filosofía y Letras—, al asistir a su curso de
que la conformación de una realidad —en lo
También en fecha “temprana” acometió el
Doctorado en la Universidad de Granada so-
político e institucional tanto como en lo eco-
estudio de minorías y marginados (esclavos,
bre líneas de investigación para la Historia
nómico y social y, por supuesto, en lo cultu-
judeoconversos, extranjeros, moriscos...)
las veces oportunista.
de Andalucía en la Edad Moderna. Una rare-
Tal vez lo más destacado en este campo
za, pues su labor docente —salvo un paso
sea la serenidad y precisión con que dibuja
temporal por la Universidad granadina en la
el contexto socio-cultural e intelectual, en
Escuela Social y como profesor adjunto de
que se producen aquellas manifestaciones
Historia de España— la desempeñó en insti-
de exclusión. Cada acontecimiento debe es-
tutos de Sevilla, Palma de Mallorca, Cádiz,
tudiarse en su contexto y sin proyectar
Granada y Madrid. Una paradoja más de la
nuestras frustraciones presentes. Quienes
academia: durante años ha presidido mul-
no lo entendieron así, polemizaron con él.
titud de tribunales de tesis doctorales y bue-
Pero lo cierto es que Domínguez Ortiz no se
na parte de los profesores universitarios del
prestó al cruce de descalificaciones ni a las
área de Historia Moderna reconocen el ma-
polémicas estériles, ni siquiera cuando se
gisterio indirecto de un maestro que no tuvo
vio envuelto en un fuego cruzado —crítica
acomodo en la universidad de su época.
de Netanyahu, polémica de la Toma de Gra-
Se ha repetido hasta la saciedad que Es-
nada—, ante el que siempre actuó con caba-
paña. Tres milenios de Historia (2000) es su tes-
llerosidad y conclusiones sensatas. Tal vez
tamento historiográfico, que recoge las re-
aquí es donde presenta mayor vigor su con-
flexiones acumuladas y atemperadas du-
cepción de la Historia.
rante décadas de vida dedicadas al oficio de
Y es que los resabios ciceronianos siem-
historiar. Es cierto, pero es mucho más. En-
pre están presentes en el trabajo del histo-
contramos en la obra una visión integradora
riador, que en el caso de don Antonio, por
de España, analizada con mesura desde la
otra parte, huyen de acaloramientos de es-
Antigüedad, en la que indaga sobre las
cuela. Tal vez su propia vida —en monar-
grandes unidades territoriales del Imperio
quía y en dictadura, bajo la república y el
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franquismo, en la transi-
guiaron por esta obra en las
ción y en la democracia— re-
universidades españolas.
forzó su espíritu mesurado,
Le han seguido colaboracio-
pues con la misma profesio-
nes en diversas "Historias
nalidad escribió en la pos-
de España" (Vicens, Plane-
guerra que en los años fina-
ta, Espasa Calpe, Ámbito,
les de su vida. Y esa mesura
Historia 16), además de ser
en los juicios respondía a un
el coordinador de la prime-
concepto de la Historia para
ra gran obra de conjunto so-
ser comprendida y no para
bre la Historia de Andalu-
ser manipulada ni utilizada
cía, publicada por Planeta
como arma arrojadiza.
en 1980. Abundó en aquella
En 1958 fue invitado por
obra en algo que ya había
Vicens Vives a participar en
anunciado en su discurso
la innovadora Historia social
de investidura de Doctor
y económica de España y Amé-
Honoris Causa por la Univer-
rica. ¿Quién puede negar en
sidad de Granada (1976): la
su participación en esta em-
diversidad de Andalucía en
presa los aires de vanguardia
su complejidad. Y más tar-
que renovarían nuestra his-
de en una obra que sigue
toriografía? Más tarde ven-
siendo emblemática, Anda-
drían magníficas síntesis
lucía, ayer y hoy (1983).
como La sociedad española del
Cerca de un centenar de
siglo XVII (1963-70) y Las cla-
estudios (que resaltan su
ses privilegiadas en la España
magisterio, relación con las
del Antiguo Régimen (1973). La
mentalidades, historia so-
preocupación por lo social
cial, nobleza y clero, mino-
domina también en sus es-
rías y marginados...) y en-
tudios sobre Hacienda: Polí-
trevistas nos acercan hoy a
la figura de este insigne an-
tica y Hacienda de Felipe IV
(1960) y Política fiscal y cambio social en la Espa-
Por entonces Domínguez Ortiz era ya
daluz y valoran su aportación historiográfi-
una referencia obligada en el ámbito do-
ca. No han faltado en los últimos años apro-
En 1979 se produjo la jubilación académi-
cente, merced a su habilidad para la redac-
ximaciones a su obra al hilo de diversos ho-
ca de don Antonio, que no la intelectual,
ción de manuales, aplicables tanto a la en-
menajes y efemérides. En la etapa postrera
pues su producción impresa conoce más de
señanza universitaria como a la secunda-
de su vida recibió todo un rosario de recono-
cuatrocientos trabajos desde esa fecha. En
ria. Especialmente emblemático es aquel
cimientos: Doctorado honoris causa por di-
aquella década de los 70 el magisterio de Do-
tomo, hoy notablemente ampliado, de la
versas Universidades españolas y extranje-
mínguez Ortiz era ya incuestionable. Nadie
“Historia de España Alfaguara”: El Antiguo
ras —Granada, Complutense, Barcelona,
como él manejaba la documentación de los
Régimen. Los Reyes Católicos y los Austrias
Córdoba, Sevilla, Cádiz, Burdeos—, acadé-
archivos nacionales, con un conocimiento
(1973). Miles de estudiantes de Historia se
mico de la Historia (desde 1974), premio
ña del siglo XVII (1984).
asombroso de algunos de ellos, como Si-
Príncipe de Asturias de Humanidades (1982),
mancas. Nadie cómo él se atrevía a transitar
Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, Andaluz
por tantos caminos, sobre los que arrojaba
Más información
luz y ofrecía explicaciones sencillas que se
mantienen, por lo general, incólumes a lo
cía (1985) y premio Menéndez Pidal de In■ Fernández Díaz, R.
largo del tiempo. Roberto Fernández subra-
Antonio Domínguez Ortiz: la historia como
ya así las cualidades básicas de su obra:
pasión. Revista de Historia Jerónimo
“pionerismo, independencia, capacidad de
Zurita 73 (1998).
trabajo y rigor científico”.
Era época de éxitos editoriales a los que
Universal (1983), Hijo Predilecto de Andalu-
■ Tarifa Fernández, A.
vestigación Histórica (1986), entre otras
muchas distinciones.
Se nos fue sin hacer ruido, rodeado de los
suyos, como a él le gustaba. Todo reconocimiento es poco para quien ha desvelado epi-
Antonio Domínguez Ortiz: semblanza de un
sodios y procesos esenciales para la Historia
contribuía su fluidez a la hora de escribir,
historiador andaluz.
de España y de Andalucía. La Universidad
incluso sobre los aspectos más áridos de la
Estudio introductorio a Alteraciones
de Granada, además del homenaje impreso
Historia. Una capacidad aún hoy excepcio-
andaluzas, Sevilla, 1999.
que acaba de aparecer, tiene la dicha de con-
nal, triste circunstancia que favorece, en
■ García Cárcel, R.
tar con los fondos de su biblioteca particu-
parte, el auge de la historia narrativa y so-
Antonio Domínguez Ortiz y la historia de
lar, así como un aula dedicada a él en la Fa-
bre todo de la novela histórica. Crisis y deca-
España. Historia, historiografía y
cultad de Filosofía y Letras y, desde hace
dencia en la España de los Austrias (1969), He-
ciencias sociales, Granada, 2007.
unos años, una Cátedra que lleva su nombre
chos y figuras del siglo XVIII español (1973),
Números monográficos de las revistas
que organiza cada año actividades que tie-
Sociedad y Estado en el siglo XVIII español
Manuscrits 14 (1996), Historia Social
nen relación con la Historia y con su figura.
(1976) o Carlos III y la España de la Ilustración
47 (2003) e Íber. Didáctica de las
El mejor homenaje es, empero, un recuerdo
(1988) son algunas otras de sus aportacio-
Ciencias Sociales, Geografía e
de gratitud hacia quien no escatimaba com-
nes fundamentales al conocimiento de la
Historia 38 (2004).
partir con todo amante de la Historia un ra-
España moderna.
to de su vida. ■
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La primera vez de
Napoleón
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LA DERROTA DEL TODOPODEROSO EJÉRCITO IMPERIAL
COORDINADO POR FRANCISCO ACOSTA RAMÍREZ
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l 19 de julio de 1808, el Segundo Cuerpo de
piciada por el vacío de poder, y sin olvidar tampoco la lectura
Observación de la Gironda capitulaba ante
en clave de enfrentamiento interno entre españoles, la bata-
un ejército español apresuradamente orga-
lla adquiere una dimensión compleja y poco común. Desde el
nizado por la Junta Suprema de Sevilla unos
punto de vista militar, de cuyos detalles se ocupa Francisco
meses antes. En contra de lo que se preten-
Vela, quizás nada resuma mejor lo que ocurrió allí que la ex-
de, no fue aquella la primera derrota del ejér-
presión del militar inglés Charles Oman quien dijo que “en
cito napoleónico, que ya había capitulado
aquella curiosa campaña lo probable nunca ocurrió, y todo se
con anterioridad en El Cairo, El Arish y Ver-
desarrolló de una forma imprevista”.
deiro, pero sin duda el eco y el alcance de Bai-
Ello no fue óbice para que la retórica de la victoria, rebo-
lén fueron mucho mas hondos que las de
sante de heroísmo, superioridad, y aún de cierta jactancia, si-
aquellos fracasos. Muy pronto, en el mismo
lenciara, ya entonces y después, hechos más vergonzantes de
momento de los hechos, la victoria andaluza
aquella campaña como el terrible destino de los miles de pri-
sobre los franceses galvanizó el sentimiento patriótico de la
sioneros franceses después de que se incumplieran las condi-
independencia. También pronto la gesta se consolidaría en
ciones del armisticio. Como sostiene el profesor Smith en su
un lugar preferente en el catálogo heroico patrio, hasta el
aportación a este dosier, quedó en manos de los aliados anglo-
punto de que en 1908, el gobierno español, presidido enton-
españoles que los sepultaron en vida confinándolos en el pe-
ces por Antonio Maura, decidió poner sordina a la conmemo-
ñasco de Cabrera.
ración de la victoria para no enturbiar las relaciones con el pa-
Luces y sombras; claroscuros de una victoria que desató un
ís vecino en una coyuntura en que se acababa de negociar con
clima de euforia que, como explica Francisco Díaz Torrejón en
Francia el reparto colonial de Marruecos.
su artículo, se propagó como un reguero de pólvora por todos
Hoy, doscientos años después del hecho, sigue el debate
los rincones de Andalucía donde se sucedieron multitud de
sobre el significado real de la victoria de Bailén en la historia
actos, gratulatorias y exaltaciones oficiales en un clima de
española. Algunos historiadores sostienen, en un intento
efervescencia popular patriótica. De la reacción en el otro
de contraponer Bailén al otro gran hecho político que marca
bando, nos da cuenta el profesor Aymes. Para los franceses, el
el periodo de la Guerra de la Independencia—las Cortes de
asunto merecío un tratamiento bien diferente. La depura-
Cádiz— que fue la batalla y no la reunión de los liberales en
ción de responsabilidades a los considerados culpables y el in-
la capital gaditana, el hecho realmente clave de aquel pri-
tento de silenciar la derrota en la opinión pública francesa
mer capítulo del liberalismo revolucionario en España a
fueron el cauce de la ira del emperador tras el desastre.
principios del siglo XIX, y el más significativo del devenir
histórico español como nación.
Pero mas allá de su significado en su contexto histórico y,
mas allá aún de la interpretación que los historiadores pue-
El contexto histórico-político español, clave para valorar
dan hacer de la misma en el marco más amplio de la historia
las circunstancias de la batalla y el verdadero alcance de su re-
española, la Batalla de Bailén se proyecta también en el ima-
sultado final y de sus consecuencias, es el objeto de la colabo-
ginario mitológico del discurso nacionalista español que se va
ración que abre este dosier coordinado por Francisco Acosta.
articulando durante el siglo XIX. La formación y la función
Considerada en el contexto en que se produce, con una suble-
política e ideológica del mito de Bailén es el objeto de la cola-
vación armada contra el invasor, una revolución política pro-
boración de Ricardo García Carcel. ■
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‘El general Bonaparte’, Jacques Louis David. Museo del Louvre.
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El Águila imperial
derrotada en Andalucía
La batalla de Bailén en sus coordenadas históricas
FRANCISCO ACOSTA RAMÍREZ
UNIVERSIDAD DE JAÉN
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l sábado 23 de julio, cuatro días después de la victoria española en Bailén, se podía leer en la Gaceta Minis-
terial de Sevilla lo que sigue:
“A LOS ANDALUCES.
Después de la rendición del exército
francés en las faldas de Sierra Morena
Valientes Andaluces: la centella del patriotismo prendió en vuestros pechos y en
pocos días levantó el incendio que ha consumido a los opresores de la nación.
Quisisteis ser libres: y en el momento tuvisteis un gobierno tutelar y un exército ansioso de pelea y de triunfo.
Esas legiones de vándalos, que sorpren-
LA PRIMERA VEZ DE NAPOLEÓN
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En un panorama político
defendido nuestros derechos y preparado
definido por la claudicación
nuestros triunfos!
de la monarquía española
ante Napoleón en Bayona,
del Ebro, del Duero, y del Xucar: volad a
contra el invasor, el vacío de
romper las cadenas de los cautivos del Tajo,
poder y la expresión de una
del Manzanares y del Llobregat.
Id y borrad del suelo español hasta las
nueva soberanía
huellas de esos pérfidos: id y vengad en su
representada en las Juntas,
sangre los ultrajes, con que os ofendieron a
la victoria de las tropas
la sombra de un gobierno cobarde y débil.
organizadas por las Juntas
¿no oís los gritos de los moribundos del 2 de
andaluzas de Sevilla y
Granada contra el ejército
tras ciudades, y las entregaron al saqueo,
francés comandado por el general
esos fieros enorgullecidos con las victorias
Dupont el 19 de julio de 1808 en los
das, y que marchaban cargados de los des-
tis: volad a reuniros con vuestros hermanos
la sublevación popular
dieron por un momento algunas de vues-
que han alcanzado sobre naciones mal uni-
Empero vosotros no sois solamente andaluces, sois Españoles. Volad, hijos del Be-
campos de Bailén, cierra el primer
Mayo? ¿No escuchais los lamentos de los
oprimidos? ¿No os mueve el callado suspirar
de nuestro FERNANDO, que llora la separación de sus Españoles?
Guerra y venganza. Tiemble el tirano de
la Europa sobre el trono, donde ha coronado
todos los crímenes.
pojos de la Europa, a derramar sobre las
acto de la invasión napoleónica de
hermosas campiñas del Betis el fuego de la
Andalucía en la Guerra de la
que os parezca costoso, quando con él podeis
desolación, han probado ya las fuerzas de la
Independencia (1808-1814) a favor de
conquistar vuestro rey, y vuestra indepen-
lealtad y del amor a la Patria y a la Religión.
Valientes Andaluces: vuestra es la glo-
los intereses españoles. Pero junto a
Valientes Andaluces: no habrá sacrificio
dencia. Ya teneis una Patria: ya sois una
gran Nacion. Seguid la senda de gloria y de
ria de Marengo, de Jena y de Austerlitz. Los
la gloria y los laureles, el dios de la
laureles que ceñían la frente de esos vence-
guerra cosechó también los frutos
dores, están ya á vuestros pies.
del horror y del sufrimiento en
Esta proclama resume el clima de euforia
aquella campaña de Andalucía
patriótica y de exaltación nacionalista que
¡Gloria inmortal al Héroe, que ha renovado en Sierra Morena las hazañas de Fabio
Máximo! Nuestros hijos dirán: Cas-
entre mayo y julio de 1808.
virtud, que en la primera victoria os ha señalado el Dios de los exércitos”.
invadió a buena parte de la opinión pública
tras la victoria del ejército español sobre las
taños triunfó de los franceses y su
tropas de Napoleón en Bailén el 19 de julio
gloria no llenó de luto las casas
de 1808. Sin embargo, en el anverso de la
padres.¡Laurel
moneda de los sentimientos y valores colec-
eterno de victoria a los valero-
tivos de independencia, unidad nacional,
sos, que han aterrado a los
victoria, gloria y triunfo que reivindica la
fieros opresores de la humani-
proclama, en la campaña de Andalucía y la
dad! ¡Himno de bendición al
batalla de Bailén también se dejó ver con es-
sabio Gobierno que ha
tremecimiento la otra cara de la guerra: el
de
nuestros
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Detalle de una escena
de la decisiva batalla
de Bailén.
Obra del pintor
murciano Manuel
Picolo.
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Grabado perteneciente a la serie ‘Los desastres de la guerra’, obra de Francisco de Goya.
men liberal muy conserva-
horror, la desolación y la
barbarie. El entonces alcalde de Bailén, Antonio José
Carrero describía el dantesco
panorama del pueblo tras la
El vacío de poder y el no reconocimiento de la autoridad
francesa se traduce en un rosario de proclamaciones de
Juntas durante las semanas de mayo y junio
dor. Desde sus primeras
manifestaciones, los sucesos franceses irradiarán en
las vecinas monarquías absolutistas una ola de gran
victoria: “Parece increíble
potencial desestabilizador. Además Fran-
que en tan corto recinto pudiese subsistir
Descripción de la pelea
cia, en estado continuado de guerra desde
rosa, con una plaga de moscas que cubría el
■ “Se pelea bárbaramente, los
poleónico un proceso de expansión territo-
sol; las calles y casas llenas de estiércol, ca-
Españoles hacen prodigios;
rial que la llevará a controlar buena parte
ballos muertos y despojos de reces; y los
también los hacen los Franceses, y
de Europa. A la altura de 1807 la situación
campos sembrados, sembrados de cadáveres
vuela por todas partes la muerte
interna española viene marcada por el en-
y caballos que habian fenecido en la batalla;
esparciendo sus horrores: los
frentamiento por el poder entre dos faccio-
y como la capitulación y entrega de los ene-
lamentos de los moribundos, el
nes: los partidarios del reformista Godoy,
migos duró quatro días, la estación tan calo-
grito de los Xefes que mandaban,
valido del rey Carlos IV, y los de su hijo Fer-
rosa lo había todo corrompido, y exhalaba
el estrépito del cañón, el continuo
nando, representante de un concepto más
una fetidez insufrible que permaneció por
ruido del fusil, el polvo, el humo y
absolutista del poder. La estrategia de blo-
mucho tiempo…”
la confusión, formaban la escena
queo comercial de Inglaterra es la excusa de
mas horrorosa.
Napoleón para conquistar España. En sep-
tanta gente y caballos. Los pozos se agotaron, y la población quedó inmunda y asque-
1890, va a emprender bajo el mandato na-
GUERRA Y REVOLUCIÓN EN ESPAÑA.
Así siguieron algún tiempo, hasta
tiembre de 1807 firma el Tratado de Fontai-
Una adecuada perspectiva de la batalla de
que herido Dupont con otro
nebleau, que debía permitir el paso de las
Bailén en su contexto histórico exige retro-
General, y sabiendo la
tropas napoleónicas por territorio español
traernos unos meses antes. El proceso revo-
considerable perdida que sufrían
hacia Portugal, a cambio del reparto del
sin conseguir la menor ventaja,
país vecino entre Francia y España. A me-
como asi mismo la muerte de uno
diados de octubre, al amparo legal del tra-
de sus mejores Generales,
tado, comienza la entrada de tropas france-
retrocedieron con desorden y
sas en España.
lucionario francés que se había iniciado en 1789, después de haber
transitado por varios sistemas
políticos desde la monarquía
constitucional hasta el régimen democrático jacobino,
mostraba, desde la llegada de
Napoleón al poder en 1899,
la forma de un régi-
desengañados”.
La fecha del 17 de marzo de 1808 podría
Descripción de la batalla en las
marcar el inicio del desplome de la monar-
Memorias de un oficial español al
quía borbónica española. Ese día los fer-
servicio del ejército francés (1809).
nandistas instigan el Motín de Aranjuez
contra Godoy. Éste es destituido y Carlos IV
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Unos civiles atacan con hachas a soldados franceses, tercera estampa de la serie de Goya. que muestra la barbarie de la guerra.
guientes de mayo y junio,
abdica en su hijo Fernando
VII. Cinco días después el
comandante en jefe del
ejército francés en España,
el mariscal Murat, gran du-
La espiral de la atrocidad se desencadenó con el asalto y
expolio de Córdoba y con la secuencia de crímenes y
latrocinios en la retaguardia de los franceses
declarando en la mayoría de
los casos formalmente la
guerra a los invasores.
DUPONT EN ANDALUCÍA.
que de Berg, y cuñado de
Napoleón para más señas, entra en Ma-
de las Juntas. El vacío de poder y el no reco-
El 10 de mayo de 1808, desveladas ya sin
drid. Convertido por las propias camarillas
nocimiento de la autoridad francesa se tra-
ambages las verdaderas intenciones fran-
en disputa (godoyistas, fernandistas y el
duce en un rosario de proclamaciones de
cesas de incorporar la península a su impe-
propio Carlos IV) en árbitro de la situación,
Juntas, que se constituyen en poder legíti-
rio, Napoleón ordenó a Murat que hiciera
Napoleón resuelve a su favor la crisis inter-
mo y organizan la defensa y el gobierno en
marchar al general Dupont hacia Cádiz con
na en el famoso episodio de las abdicacio-
sus territorios durante las semanas si-
el Segundo Cuerpo de Observación de la Gi-
nes de Bayona que tiene lugar en los prime-
ronda. Su misión era alcanzar Cádiz y libe-
ros días de mayo. Primero fuerza la devolu-
rar la escuadra de Rosilly bloqueada en su
El calor, factor decisivo
puerto por los ingleses desde la derrota de
favor del propio Napoleón, y por último, ya
■ “Se han hecho toda serie de
caciones con Madrid.
en junio, el día 6, Napoleón cede la corona a
conjeturas sobre esta acción —se
su hermano José, que se convierte en José I
refiere a Bailén—, tanto sobre el modo
relevante entre la vanguardia francesa y
de España.
en que se afrontó y se condujo, como
una fuerza de unos 15.000 hombres, mayo-
sobre los motivos de haber empleado a
ritariamente paisanos armados, al mando
lar en Madrid del Dos de Mayo, sofocado y
las mejores tropas en otros cometidos
del autoproclamado general de la vanguar-
reprimido brutalmente los días posterio-
que no eran el combate. La verdad es
dia del ejército de Andalucía, el teniente co-
res, alza el telón del proceso revolucionario
que las tropas estaban extenuadas de
ronel Echevarri al que la Junta de Córdoba
español en su doble dimensión, de lucha
cansancio, y que el calor las encontró
había encomendado la defensa de la ciudad.
contra el invasor, y de ejercicio de una nue-
por la mañana en ese estado de
Bastaron unos 7.000 soldados franceses para
va soberanía que, aún reclamada en nom-
agotamiento, sin una gota de agua.
desarbolar la defensa española organizada
bre de Dios, la Patria y el Rey, constituirá la
No se puede uno hacer idea, en un
en el puente de Alcolea a las puertas de Cór-
primera experiencia del liberalismo revolu-
clima templado, de lo que es ese
doba. Después, el ejército francés se entregó
cionario español, llegando a sustanciarse
sufrimiento, hay que haberlo
al saqueo de la ciudad durante diez días. Allí
en el régimen liberal de Cádiz un poco más
experimentado para juzgarlo”
mismo se enteró de la rendición de la escua-
tarde. De momento, en mayo prende la me-
Memorias de Savary.
dra de Rosilly en Cádiz, lo que le dejaba sin
ción de la corona a Carlos IV por parte de su
hijo, después la abdicación de Carlos IV a
Paralelamente, el levantamiento popu-
cha de la revolución española: la extensión
Trafalgar en 1805, asegurando las comuniEl 7 de junio se produce el primer choque
misión. El siguiente objetivo era Sevilla pe-
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Hasta tal punto llegaba el desconocimiento de la situación
que Murat, obviamente equivocado, llegó a comunicar a
Napoleón la entrada de Dupont en Sevilla
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ro, con unas fuerzas que estimaba insufi-
julio, no bastaban para sacar al ejército de la
cientes, Dupont no se atrevió a marchar so-
precariedad. La complicación de los planes
bre una ciudad insurrecta y con el ejército de
franceses respecto a España añadían otro
Castaños dispuesto a oponérsele. En estas
factor de incertidumbre a la situación. A la
circunstancias, la decisión fue abandonar
insurrección que prendía por todo el país
Córdoba y volver sobre sus pasos para acanto-
contra los franceses, se unió la depresión de
narse en Andújar el día 18 de junio a la espera
Murat. La enfermedad obligó finalmente a
de los ansiados refuerzos y nuevas órdenes.
su repatriación a Francia y a su sustitución
La inactividad y las condiciones de vida
por el general Savary el 16 de junio. El precio
del ejército de Dupont en Andújar durante
de la incapacidad provocada por la dolencia
el mes que permaneció allí no fueron las
fueron unas semanas de desconexión y falta
idóneas para mantener la moral de comba-
de comunicación entre el mando central y el
te. En primer lugar, la posición de Andújar
ejército de Dupont, del que no se sabía nada
no era estratégicamente la más adecuada. A
en Madrid. Hasta tal punto llegaba el desco-
las observaciones de sus generales en este
nocimiento de la situación que Murat, ob-
sentido parece ser, según el testimonio de
viamente equivocado, llegó a comunicar a
un testigo presencial, que replicó Dupont:
Napoleón la entrada de Dupont en Sevilla,
■ El argentino José de San Martín,
que “para estos bribones sobra, en cualquier
lo que como sabemos, no llegaría a ocurrir
lider de la independencia americana,
parte estamos bien”. A los rigores del estío
en esta primera campaña de Andalucía.
libertador de Argentina, Perú y
andaluz había que sumar las dificultades
Una de las primeras decisiones de Savary
Chile, participó en la Batalla de
para el avituallamiento. La población había
a su llegada a Madrid fue ordenar al general
Bailén. El entonces capitán, destacó
huido a los montes dejando la cosecha sin
Vedel que abandonase su acantonamiento
en el combate de Arjonilla, acción
recoger por lo que debieron ser los propios
en Toledo y se dirigiera con su división hacia
menor donde San Martín embosca
soldados los que se emplearan en las tareas
el sur a reforzar al Dupont. Tras vencer rápi-
un destacamento de franceses. Actuó
de producir sus alimentos, pero apenas si
damente alguna resistencia en los pasos de
como ayudante de Coupigni el 19 de
conseguían las raciones necesarias para
Despeñaperros, Vedel llegó a Bailén el día 27
julio. Su comportamiento le valió la
mantener deficientemente al enorme con-
de junio y encontró a Dupont replegado en
condecoración con una medalla de
tingente armado. Las expediciones de re-
Andújar. Unos días más tarde, ante la ame-
oro y el ascenso al grado de teniente
quisa en las poblaciones cercanas, como la
naza del ejército español de Andalucía que se
coronel.
propia capital Jaén que fue asaltada en dos
estaba organizando en Sevilla y Granada pa-
ocasiones, el 20 de junio y entre el 1 y el 3 de
ra contener a Dupont, y ante el cariz de la si-
El héroe de la
independencia
americana, en Bailén
tuación del resto de las tropas francesas en
España, con una insurrección general en
marcha y extendiéndose, y sin que el resto
de divisiones francesas destinadas a Valencia y Zaragoza acabase de decidir la situación
a su favor, Savary envía una tercera división
a Andalucía al mando del general Gobert con
la misión de proteger la retirada hacia Madrid de Dupont al que, a su vez, conmina a
desistir de cualquier acción ofensiva.
El imperativo francés de asegurar las comunicaciones con Madrid para no dejar aislado a Dupont en Andalucía habían forzado
que las divisiones de Vedel y Gobert hubieran tenido que ir desgranando fuerzas en la
ruta desde Madrid a Andújar. De modo que
llegaron al escenario de la contienda un tanto disminuidas.
EL OTRO CONTENDIENTE: EL EJÉRCITO
ESPAÑOL. En el lado español, desde finales
de mayo se hallaban ya constituidas las Juntas de Sevilla y Granada y ambas contaban
bajo su mando con cuerpos del ejército español asentados en su territorio. Entre estas
Detalle de un relieve conmemorativo dedicado al pueblo de Bailén.
fuerzas se encontraban las del general Cas-
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En el orden internacional, las cancillerías francesas temieron,
con razón, que los ecos de la vergonzante capitulación francesa
animasen el fuego de otras insurrecciones en Europa
taños, comandante general de Campo de Gi-
que se distinguieron como aguadoras de
braltar, y las de Teodoro Reding, general
las tropas durante el combate.
suizo al servicio de España, nombrado por la
El otro factor al que hacíamos referencia
Junta Suprema de Granada, general en jefe
es de dimensión táctica. La victoria del ejér-
de las tropas de la Capitanía. A finales de ju-
cito español en Bailén se debió en buena
nio de 1808 gracias al esfuerzo y a la eficien-
medida al hecho de que, por una serie de
cia de la Junta Suprema de Sevilla se había
confusiones, informaciones encontradas y
pertrechado un ejército de unos 24.000 sol-
malentendidos extraordinarios, en el mo-
dados, unos 2.500 jinetes de caballería, y un
mento de la batalla decisiva, las fuerzas
tren de artillería de mas de 60 cañones. A es-
francesas estaban partidas en dos: el grueso
te contingente se uniría el de Granada, mu-
al mando de Dupont que quedaría fatal-
cho menor pero más experimentado, com-
mente atenazado entre las divisiones espa-
puesto por unos 6.000 soldados.
ñolas de Reding situadas en Bailén y las de
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Ambas Juntas inician negociaciones a
Castaños apostadas en Andújar; y la divi-
principios de junio para una acción conjun-
sión Vedel que, paradójicamente, en lugar
ta, bajo el mando del general Castaños, con-
de permanecer en el lugar de la refriega en
tra el ejército imperial que acaba de atrave-
ayuda de Dupont se fue alejando del escena-
sar Despeñaperros. Finalmente, el 11 de ju-
rio de la batalla en dirección a Despeñape-
lio se produce la reunión de las fuerzas de
rros. La explicación de semejante proceder
Reding y Castaños en la localidad cordobesa
hay que buscarla en la errónea creencia de
■ El verdadero mérito de la victoria
de Porcuna donde, tras sopesar varias alter-
que parte del ejército español se dirigía a
en Bailén fue objeto de controversia
nativas, se acuerda la estrategia de combate
Despeñaperros a cortar la retirada a las tro-
política e ideológica. Frente a la
española: el llamado Plan de Porcuna.
pas francesas, cerrando en su caso una au-
opinión conservadora que coronó a
téntica ratonera. La idea se fundaba en los
Castaños con los laureles de la
LA BATALLA DE BAILÉN. Dentro de lo que
avistamientos y encuentros que algunos
victoria, un sector del liberalismo
denominamos batalla de Bailén, debemos
contingentes franceses habían tenido con
español, con el Conde de Toreno o
englobar una serie de movimientos y ac-
tropas españolas al norte de Bailén, a ambos
Javier de Burgos a la cabeza
ciones armadas que suceden entre el día 13
lados del Guadalquivir los días anteriores a
entendían, por el contrario, que fue
de julio y el 19, fecha del desenlace defini-
la batalla. Sólo que no eran, como ellos cre-
Reding el verdadero artífice de la
tivo en la ciudad de Bailén. Entre los facto-
yeron avanzadas de cuerpos de ejército que
victoria.
res que protagonistas y analistas han seña-
corrían hacia el norte a cerrarles el paso,
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¿Reding o Castaños?
lado como decisivos en el desenlace final
de la batalla hay que mencionar dos. En
primer lugar, las extremas condiciones de
calor de aquellos días del verano andaluz.
Los testimonios y los propios partes de guerra oficiales de la campaña aluden con frecuencia a esta circunstancia, e incluso a
bajas provocadas por insolaciones y ahogamientos ya en las acciones registradas en
los días anteriores a la batalla final. En los
campos de Bailén, el día 19 la sed castigó
especialmente a los franceses ya que los españoles les impidieron abastecerse de un
arroyo, el Rumblar, que quedó a su retaguardia y la única noria accesible quedó la
mayor parte de la batalla en tierra de nadie
bajo fuego cruzado de ambos ejércitos. Algún testigo señala como algunos contendientes que habían logrado alcanzar la
noria llegaron a dejarse matar antes que
dejar de beber. Las líneas españolas, o por
lo menos parte de ellas, contaron por el
contrario con el abastecimiento de agua
que la población civil de Bailén dispuso y
llevó a cabo. Especial protagonismo cobraron en ese quehacer las mujeres de Bailén
Carga de los marinos de la guardia en Bailén. Museo de Antibes.
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Representación pictórica del Motín de Aranjuez contra Godoy, valido del rey Carlos IV.
mientras Castaños los distraía en Andújar,
rrotado hacia Madrid, posibilidad que se
En el orden internacional, las cancille-
sino las divisiones del general Reding que
había barajado en el marco de las negocia-
rías francesas temieron con razón que los
habían actuado en Mengíbar, y un par de
ciones de la capitulación.
ecos de la vergonzante capitulación anima-
columnas volantes, integradas en gran par-
Aparte del descrédito para las águilas
sen el fuego de otras insurrecciones en Euro-
te por voluntarios, al mando de los corone-
francesas, las consecuencias de la derrota
pa. Es más, Napoleón tuvo que apresurarse
les Valdecañas y Juan de la Cruz Mourgeon
francesa en Bailén se dejaron notar en va-
a cerrar un acuerdo con Rusia para asegu-
cuya misión era hostigar y distraer los flan-
rios planos y niveles. Desde el punto de vista
rarse la paz en el este y poder concentrarse
cos franceses, sin contarse entre sus órde-
español, la batalla marcó la suerte de la
militarmente en el problema español.
nes, ni entre sus posibilidades, cerrar paso
campaña de Andalucía que se saldó a favor
montañoso alguno.
de los intereses de las Juntas revolucionarias
LOS HORRORES DE LA GUERRA. Por una
Cualquier analista, incluso poco perspi-
andaluzas con la liberación de Andalucía. El
serie de factores de tipo táctico y operativo y,
caz, fue capaz de comprender que la separa-
rey José I abandona Madrid y el ejército na-
sobre todo, social y político, como la partici-
ción entre las tropas francesas resultó deci-
poleónico se ve obligado a retirarse al norte
pación popular, que la diferencian de las
siva en la victoria española. Cuando Vedel
del Ebro. Es cierto que la retirada fue tempo-
guerras del Antiguo Régimen, la Guerra de
se da cuenta de su error y llega a Bailén, la
ral y que antes de final del mismo año 1808,
la Independencia española pasará a los ana-
batalla ha finalizado, y es obligado a capitu-
los franceses, con el propio Napoleón a la ca-
les de la historia como una de las primeras
lar bajo la amenaza de pasar a degüello a to-
beza, inician la reconquista española. Pero
guerras modernas. Además de otros, la bar-
do el contingente de Dupont si no lo hace. El
esas semanas fueron decisivas para la histo-
barización, la bestialidad y la crueldad ex-
propio Savary, máximo responsable de las
ria española ya que permitieron, por un la-
trema son algunos de los dudosos timbres
tropas francesas en España, imputó todo
do, organizar la Junta Suprema Central e
que la guerra de 1808 compartirá con los
ello, quizás no sin razón, a la incapacidad de
iniciar el proceso político que acabaría des-
grandes conflictos armados de los siglos XIX
los generales franceses.
embocando en la experiencia política de las
y XX. La campaña de Andalucía fue lamen-
En el resultado final de la capitulación
Cortes de Cádiz; y por otro, dieron tiempo a
tablemente pródiga en ejemplos. La expedi-
resultaron decisivas unas órdenes de Ma-
los ingleses a consolidar sus posiciones en
ción de Dupont hacia Andalucía se desen-
drid destinadas a Dupont que los españoles
territorio portugués y a decidirse a presen-
volvió sin episodios reseñables en este senti-
interceptaron al correo francés an-
tar batalla a Napoleón en la península, he-
do, incluso, atendiendo a las órdenes dadas
tes de llegar a su destino. En él se
cho que contribuyó decisivamente a la de-
por las autoridades del gobierno afrancesa-
rrota final del emperador en 1814.
do de Madrid, las poblaciones colaboraron,
le ordenaba que se retirara de
Andalucía hacia Madrid. Tras
conocer estas noticias se desvaneció
toda
esperanza
francesa de conseguir que los
españoles permitieran la retirada del ejército de-
A finales de 1808, con Napoleón al frente, inician la reconquista española.
Pero esas semanas fueron decisivas: se organizó la Junta Central y
comenzó el proceso político que desembocó en las Cortes de Cádiz
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Panfleto sarcástico
de la derrota gala
■ “Con el correspondiente y Superior
permiso de nuestro Soberano el
Señor D. Fernando VII (que Dios
guarde) se executara en los campos
de Bailen, una plausible y deseada
función de toros Franceses el dia 19
de julio de 1808 (si Dios lo permite)
siendo Diputados de dicha función
los Excelentisimos Señores D.
Francisco Saavedra de Sevilla, y D.
Tomas Morla de Xerez de la Frontera.
Mandará y presidirá el campo Don
Francisco Xavier Castaños. Los 18
toros serán 12 de la vacada de señor
Dupont, general en jefe del exército
de observación de la Gironda, con
divisa negra; 5 de la del señor Vedel,
grande Aguilucho, con divisa
amarilla (vacadas que en Austerlitz,
Marengo y Jena han dexado bien
acreditada su fama); y el que queda
restante es de la casta famosa de
Córcega, nueva en esta plaza, que se
halla en Madrid, el que será
embolao, para que los aficionados se
diviertan (si llegan a tiempo).
Los 17 toros de mañana y tarde serán
lidiados por las cuadrillas de á pie al
cuidado del famoso Coupigni, y D.
Narciso de Pedro, que los estoquearan
ayudándoles el media espada D. Juan
de la Cruz Mourgeon, que matará el
último por la tarde. Picarán los 6
toros por la mañana D. Manuel de La
Peña, con la famosa cuadrilla de
lanceros de Xerez, y por la tarde lo
executaran Don Teodoro Reding, con
la esforzada caballería española”.
Plano de situación de la batalla en la mañana del día 19 de julio de 1808.
con mayor o menor agrado, en el avitualla-
tidos por la población civil, degüellos, muti-
miento, alojamiento y servicios del ejército
laciones y descuartizamientos no sólo de
francés.
soldados sino de combatientes franceses en-
Más información
■ Soriano Izquierdo, J. (compilador)
Sin embargo y a pesar de las recomenda-
fermos y heridos alojados en los hospitales,
ciones del mando francés de evitar todo acto
por no hablar del trato a los soldados france-
Documentos para el Bicentenario.
de saqueo, la espiral de la atrocidad se des-
ses que capitularon en Bailén. Asesinatos,
Baylen 1808-2008.
encadenó con el asalto y expolio de Córdoba
violaciones, torturas y latrocinios salvajes
y con la secuencia de crímenes y latrocinios
fueron prácticas habituales de los franceses
que se repitieron en la retaguardia de los
en aquella campaña de Andalucía. Y la vio-
La Batalla de Bailén. El surgimiento
franceses, a medida que la insurrección con-
lencia no sólo obnubiló a los contendientes
de una nación.
tra aquellos se extendió por Andalucía y el
entre ellos. Como demuestran los testimo-
elemento popular entró en acción.
nios y los procesos judiciales abiertos en la
Bailén, 2007.
■ Moreno Alonso, M.
Silex. Madrid, 2007.
■ AA.VV.
A partir de entonces unos y otros pugna-
ciudad de Jaén para esclarecer los sucesos
La batalla de Bailén. Actas de las Primeras
ron por el trofeo a la barbarie, con el único
acaecidos durante las dos expediciones de
Jornadas sobre la Batalla de Bailén y la
resultado de un completo catálogo de horro-
saqueo de los franceses a la capital andalu-
España contemporánea.
res y monstruosidades. En Montoro, La Ca-
za, al amparo del desorden, algunos espa-
Servicio de Publicaciones
rolina y Andújar se verificaron episodios de
ñoles se prodigaron en robos y delitos contra
Universidad de Jaén. Jaén, 1999.
ensañamientos, crímenes horrendos come-
sus propios vecinos. ■
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El eco francés de la batalla
Las distintas versiones de la derrota al otro lado de los Pirineos
JEAN RENE AYMES
UNIVERSIDAD DE PARIS III- SORBONNE
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l Emperador se encuentra en el suroeste de Francia, a finales de julio
de 1808, cuando le llegan noticias
de España. En su mayoría le desagradan y
empañan el recuerdo entusiasmante de la
victoria de Medina de Rioseco. El día primero de agosto, desde Burdeos informa a su
hermano José, instalado en Madrid, que le
disgusta el anuncio de la próxima retirada
del general Dupont en Andalucía.
Al día siguiente, le llega el anuncio de la
capitulación del general. Su reacción presenta dos aspectos contradictorios. Lógicamente, en un segundo momento, cuando
toma altura, pone un punto y aparte a su explosión de ira rencorosa; entonces, se es-
LA PRIMERA VEZ DE NAPOLEÓN
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2008
Para el público francés que,
justificados los Mack, los Hohenlohe, etc.
sólo a través de la prensa
Se ve perfectamente, por el propio relato del
oficial controlada por el
poder, se enteró con mucho
general Dupont, que cuanto ocurrió es el resultado de la inepcia más inconcebible. Había dado la impresión de obrar bien a la ca-
retraso de la derrota, ésa no
beza de una división; obró de manera pési-
podía tener una
ma como jefe supremo. Cuando ese golpe
extraordinaria
fatal del destino se dio, todo progresaba en
importancia. Pero sí la tuvo
España: el rey, desde su llegada a Madrid,
triunfaba todos los días (…). Esa pérdida de
a los ojos del Emperador a
20.000 hombres de élite y escogidos que ya
quien llegó la asombrosa
se echan de menos, sin que se haya causado
noticia cuando se hallaba
siquiera al enemigo ninguna baja de consi-
en Burdeos, el 2 de agosto.
En Madrid, el rey José y el
deración, la influencia moral que fatalmente aquello va a tener sobre esa nación, han
llevado al rey a tomar una decisión muy im-
fuerza por creer ilusionadamente que Medi-
embajador La Forest,
portante, al acercarse a Francia y establecer-
na de Rioseco atenuará el profundo trauma
amedrentados, evacuaron
se en Aranda y a orillas del Duero”.
causado por el descalabro de Bailén, topónimo que se niega a pronunciar:
“La batalla de Medina de Rioseco ha he-
precipitadamente la capital. En
cuanto a Napoleón, su
Tres semanas después de haber escrito a
Clarke y a José, el Emperador, hallándose en
Varsovia, envía al mariscal Davout una car-
cho trizas al ejército (español) de Galicia.
resentimiento inextinguible recayó
ta reveladora de que su cólera no ha bajado
La batalla de Andalucía nos ha arrebatado
exclusivamente en el general
de tono:
un cuerpo de 15.000 hombres. Por cierto,
los dos acontecimientos no se equilibran;
Dupont a cuya impericia, cobardía
sin embargo, se compensan hasta cierto
y afán de lucro se achacó ese
punto”.
descalabro que arruinaba la
Pero lo más notable, que corresponde a la
primera reacción, es la extraordinaria violencia de su encono que apunta exclusiva-
reputación de invencibilidad del
ejército imperial.
“Dupont ha deshonrado nuestras armas; mostró tanta inepcia como pusilanimidad. Cuando Vd. se entere de eso un día,
sus cabellos se le pondrán de punta”.
A aquellas alturas, el Emperador dispone
probablemente de más datos sobre los antecedentes, el desarrollo y el desenlace de la
mente a Dupont. El 3 de agosto, des-
batalla. Se arraiga definitivamente su con-
ahoga su furia, escribiendo a Clar-
vicción de que “entre el 12 y el 17 de julio, Du-
ke, ministro de la Guerra:
pont no ha hecho más que tonterías”. Su re-
“Le envío unas piezas para
sentimiento que excluye ya para siempre el
Vd. solo. Léalas con un mapa
perdón o la indulgencia se nutre en particu-
en la mano, y verá si, desde
lar de su convicción —verdadero estereotipo
que existe el mundo, hubo
perteneciente a la “leyenda negra” anties-
más tonto, más inepto, más
pañola— de que los adversarios no eran de
cobarde. Así quedan
temer: “Todas las fuerzas españolas no son
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Escena de la batalla en Bailén, verdadero descalabro de la invasión napoleónica. Ricardo Balaca, 1864.
pensación al ser nombrado ministro du-
capaces de arrollar a 25.000 franceses que
ocupan una posición razonable”.
CONSIDERACIÓN DE DUPONT. En el mes
Bailén, en el diario
‘Le Moniteur’
rante la Restauración y al seguir una carrera política activa y honorífica hasta su
muerte en 1830.
de agosto, el dosier de acusación, puesto
■ La batalla de Bailén en el diario
que Dupont ya es considerado como un cri-
Le Moniteur del 6 de septiembre
mos a conectar de nuevo con Napoleón para
minal, se enriquece de varias piezas. Entre
de 1808: “El general Dupont, tras
descubrir cómo, varios meses después de
ellas, aparecen la “Relación de la campaña
una serie de sucesos que no
recibir el mazazo que destruye el prestigio
de Andalucía” por el mismo Dupont, el tex-
podemos transcribir, porque han de
de su ejército, sigue alimentando una ira
to de la convención suscrita con Castaños,
ser el objeto de investigaciones, de
rencorosa que no se extinguirá. A finales de
los extractos del diario del general Privé, el
informes y de interrogatorios,
noviembre de 1808, en el camino que le lle-
resumen de la batalla por el duque de Rovi-
cometió la triple falta de dejar
va a Madrid, preside en Valladolid una pa-
go y los interrogatorios de Dupont y de Ma-
cortar sus comunicaciones con
rada durante la cual tiene la sorpresa de ver
rescot. Las certidumbres de Napoleón ya no
Madrid y, cosa aún peor, de dejarse
al general Legendre, ex jefe del Estado Ma-
cambiarán un ápice:
separar de las dos terceras partes de
yor del indigno ejército de Dupont. El gene-
sus fuerzas que se habían quedado a
ral barón de Thiébault, que asiste a la esce-
sin hacer de ello una obligación sine qua
6 leguas de su línea de
na, refiere detalladamente la conversación,
non, que guardara los desfiladeros de la
comunicación y, por fin, de luchar,
llena de tensión, entre el Emperador que
Sierra Morena y que no emprendiera nin-
el 19 de julio, con la tercera parte de
multiplica las acusaciones y el infeliz Le-
guna acción de consideración sin tener las
su gente, en una posición
gendre que a duras penas formula explica-
suficientes probabilidades de derrocar al
desfavorable, después de una
ciones que, en su opinión, le hacen acreedor
adversario”.
marcha forzada de noche y sin tomar
al indulto:
“Sólo se le había encargado (a Dupont),
Posteriormente, el condenado se empe-
el tiempo de descansar. Hay pocos
Volviendo atrás cronológicamente, va-
“¿Dónde se ha visto a una tropa capitular
ñó en justificar su conducta y en defender
ejemplos de una conducta tan
en un campo de batalla? Se capitula en una
su reputación mancillada. Todavía a fina-
opuesta a todos los principios de la
plaza de guerra, cuando se han agotado to-
les del siglo XIX y durante el primer tercio
guerra (…). Luego, no supo
dos los recursos y empleado todos los me-
del siglo XX, hubo autores franceses que
demostrar valor civil (sic) y habilidad
dios de resistencia, cuando no queda medio
abogaron a favor de Dupont, quien —dicho
durante las negociaciones”.
de mantenerse ni esperanza de ser socorri-
sea de paso— halló una apreciable com-
do… Pero en un campo de batalla hay que lu-
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Caricatura de José I Bonaparte.
Napoléon a
su hermano José I
■ Carta de Napoleón a su hermano
El embajador La Forest prepara la evacuación de Madrid y ya en
Burgos comenta con franqueza el caos en que se desarrolla la
retirada y los escandalosos desmanes que cometen los soldados
José (3 de agosto de 1808): “Hermano
mío, me aflige el enterarme de que
mor llega a la capital. Pero se mantiene el
mentáneamente a la fuerza de las circuns-
Vd. se las ha, amigo, con unos
optimismo del diplomático, ya que escribe
tancias (…). Hay en esta capital casi dos mil
acontecimientos que están tanto por
al ministro de Asuntos Exteriores:
franceses, desde el banquero hasta el de-
encima de sus costumbres como por
“Ya por la mañana (de ayer) han circula-
pendiente de sastre. Parece dudoso que se
encima de su genio natural. Dupont
do unas pretendidas cartas procedentes de la
les respete más que se respetó a los franceses
ha ultrajado nuestras banderas.
Mancha que anunciaban la destrucción del
en las ciudades insurrectas, y hay que pre-
¡Qué inepcia! ¡Qué bajeza! Esos
ejército del general Dupont. La presencia del
ver una extraordinaria confusión después
hombres caerán en manos de los
Rey ha destruido el efecto de esos ardides”.
de la evacuación (…). Me llevo el retrato en
ingleses. Unos acontecimientos de
El 28 de julio, el optimismo de La Forest
pie de S.M. el Emperador, que podría ser insultado (sic) en mi residencia”.
esa índole exigen mi presencia en
se ha mitigado. Por un lado, las buenas no-
París, Alemania, Polonia, Italia,
ticias son que Zaragoza resiste y que “se ha
Diez días después, hallándose en Bur-
etc., todo va unido”.
vuelto a ocupar Santander”; pero es harto
gos, La Forest comenta, con una franqueza
incierto el inmediato porvenir de Dupont:
y una severidad nada habituales en sus in-
“La gente está persuadida de que el general
formes, el caos en que se desarrolla la retira-
Dupont tendrá mucha suerte si llega a sal-
da y los escandalosos desmanes que come-
var a su ejército”.
ten los soldados: esa retirada “ha puesto de
char, señor, y cuando en lugar de luchar, se capitula, se merece el fusilamiento”.
El día siguiente, 29 de julio, estalla la siniestra noticia:
manifiesto el mal comportamiento de las
tropas, la indisciplina que se ha instalado
EL EMBAJADOR LA FOREST.
“El general Savary me ha informado esta
en ellas desde hace cierto tiempo y la pro-
Cuatro días después de la ca-
mañana del lamentable suceso de Andalu-
pensión al pillaje que finalmente ha preva-
pitulación de Dupont, la noti-
cía y de la necesidad de evacuar pronto Ma-
lecido”. La gravedad del desastre de Bailén
cia que el embajador consi-
drid. S.M. el Rey, al que he tenido el honor
es tal que el general Savary sale de Buitrago
dera como un mero ru-
de ver poco después, ha de someterse mo-
para ir a informar al Emperador de la situa-
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Escena de la capitulación de Dupont, a quien Napoleón no perdonó. Maurice Orange.
De los generales incriminados por su cobardía, impericia e
ignorancia del sentido del honor, se habló más en Francia,
que de los miles de soldados que estaban a sus órdenes
Capitulación
de Dupont
■ Informe del embajador con de La
Forest (10 de agosto de 1808):
ción de los asuntos militares. El rey José, por
En la carta del 10 de agosto, en lugar de
su parte, también manda a París a sus mi-
limitarse a algunas afirmaciones breves y
Dupont es una catástrofe tan
nistros Azanza y Urquijo.
categóricas, se lanza a un comentario más
agobiante como imprevista. La
Entre el 10 y el 12 de agosto, el tono em-
elaborado, pero no por eso más templado y
habían precedido unas grandes
pleado por el embajador es particularmente
tranquilizador. Para atenuar esa excepcio-
faltas. Para subsanarlas, sólo se
siniestro. Nunca su pesimismo había alcan-
nal severidad, tres días después, aunque re-
necesitaban una mejor combinación
zado esa cuota: entre los militares con quie-
conociendo que “la derrota sufrida es cruel”,
en el mando y unos refuerzos de
nes se codea en Burgos advierte “desalien-
sugiere, sintonizando con los altos mandos
parte de Francia y una buena
to”, “impaciencia” y “ganas de replegarse
militares, que la dureza con los adversarios
organización del gobierno de Su
hacia Francia”. La Forest calibra lúcidamen-
es más recomendable que la suavidad preco-
Majestad Católica”.
te los efectos devastadores del desastre de
nizada por los afrancesados.
“La capitulación del ejército de
Bailén que, según él, significa “una revolución completa” o “un trastorno completo”
LA VERSIÓN OFICIAL. Casi carece de senti-
en los asuntos de España. Proyectándose en
do abrir este apartado, porque es fácil ima-
en el Journal de l’Empire, la información se
el futuro, se atreve a pronosticar el fracaso
ginar que la prensa imperial, sometida a
halla en el marco de la acostumbrada “Rela-
final. Pero, en lugar de asumir la responsa-
una férrea y minuciosa censura, no puede
ción de los sucesos de España” y, para ami-
bilidad de su enunciado tan heterodoxo,
conceder el mínimo espacio al anuncio de
norar su efecto perjudicial, coexiste con el
prefiere aludir a la indefinida opinión colec-
una catástrofe que en Francia nadie podía
anuncio de unos éxitos conseguidos por Du-
tiva que capta en torno de sí:
prever y que tanto hace mella en la imagen
hesme y por Bessières y con el acostumbra-
del ejército.
do enjuiciamiento de las guerrillas, empa-
“Parece claro, para mucha gente, que
un mes y medio después. En Le Moniteur y
S.M. el Emperador no puede susbsanar las
La noticia de la derrota sufrida por Du-
pado de desprecio y mala fe; y naturalmen-
bajas sufridas en Andalucía y ya no dispone
pont en Bailén llega a los oídos de los france-
te, la derrota se achaca exclusivamente a
de más tropas para enviarlas a España”.
ses sólo 46 días después del suceso, es decir
Dupont.
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El general Pierre
Dupont de l’Etang,
calificado como tonto
e inepto por Napoleón.
El emperador lo culpó
del desastre de la batalla.
La repercusión más tangible, llamativa
y lastimosa del desastre de Bailén para el
rey José, su gobierno y los residentes franceses en Madrid es, como se ha señalado, la
evacuación de la capital del reino, lo que de-
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ja campo abierto a los militares ingleses y al
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el corazón del país. En Madrid van a recibir
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ejército regular español para instalarse en
una acogida entusiasta cuyo calor va a contrastar con la tibieza de la recepción que la
población había reservado al rey José, a su
séquito y, anteriormente, a la tropa de Murat. Ese vacío del poder abre a los indecisos,
a los practicantes del doble juego y a los josefinos torturados por la mala conciencia la
posibilidad de hacerse perdonar su traición
o sus vacilaciones. La condición previa es
que esos futuros “patriotas de la segunda
hora” no acompañen al “rey intruso” en su
retirada. El acontecimiento de Bailén con-
napoleónico.
Varios meses después de recibir el mazazo que destruye el prestigio
de su ejército, el emperador sigue alimentando una ira rencorosa
que no se extinguirá contra los responsables del desastre
REFUERZO NAPOLEÓNICO. En París, la
ejército de Dupont había dejado en manos
se de revelación. En efecto, en una nota a
conclusión que saca el Emperador es que,
de los “rebeldes” después de Bailén.
pie de página, anónima, que figura en la
tribuye, pues, a debilitar el bando de los josefistas y de los colaboradores del ejército
para enderezar una situación tan compro-
También se ha señalado que el anuncio
edición en francés (París, 1823) de las Memo-
metida, se hace imprescindible su presen-
de la catástrofe había provocado la sus-
rias sobre el sitio de Tarragona (…) por el gene-
cia personal en el terreno, acompañada de
pensión del sitio de Zaragoza, a pesar de
ral Contreras, se puede leer lo siguiente:
un sustancial refuerzo de las unidades de
que Bailén no incidiera directamente en el
intervención. La alentadora réplica indirec-
desarrollo de la operación. Para los milita-
ta a la lamentable retirada de José es la breve
res franceses, borrar la huella de Bailén
y victoriosa, pero inacabada, campaña es-
es, entre otras cosas, volver a emprender
pañola de Napoleón a finales de ese decisivo
el sitio de la capital aragonesa. Y es sabido
año 1808. La nueva entrada del rey José en
cómo el desenlace fue feliz para los sitia-
Francia y la Guerra de la Independencia en
“su” capital borra simbólicamente la “vola-
dores.
1808 (De Bailén a Chamartín): la información
tilización” del soberano en agosto.
La neutralización por los patriotas del
ejército de Dupont también significa el
Vencido, Palafox, que había capitulado,
Más información
■ Aymes, J. R.
y la acción.
fue transferido a Francia y quedó encerrado
Revista de Historia Militar. Madrid,
en el torreón de Vincennes.
núm. Extraordinario, AÑO XLIX,
abandono provisional del proyecto napole-
Culpables de una capitulación vergonzo-
ónico de ocupar el sur de España.
sa, Dupont, Vedel y Marescot también com-
Transcurrirán unos 20 meses an-
partieron, aunque no en el mismo lugar de
El impacto de la Batalla de Bailén. la
tes de que la campaña triunfan-
detención —Dupont fue a parar a la fortale-
historiografúa francesa, en La Batalla de
te encabezada por el rey José y
za de Joux, en el Jura—, la suerte lastimosa
Bailén. Actas de las primeras jornadas sobre la
por el mariscal Soult en la pri-
de Palafox. Curiosamente, los franceses cu-
Batalla de Bailén y la España
mavera de 1810 permita la
riosos de conocer el paradero de los respon-
Contemporánea.
reocupación de los territorios
sables del desastre de Bailén pudieron en-
Universidad de Jaén. 1999.
—Mancha, región de Sevilla
contrar datos al respecto en un libro en el
págs. 155-201.
y de Córdoba—que el
que, lógicamente, no era de esperar esa cla-
2005. págs. 285-311.
■ De Haro Malpesa, J.
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Otro grabado
de la serie
‘Los desastres
de la guerra’, obra
del conocido pintor
Francisco de Goya.
Amonestación al
general Legendre
■ Amonestación de Napoleón al
general Legendre en Valladolid en
noviembre de 1808:
“—Legendre: Queríamos salvar la
artillería.
—Napoleón: No era la artillería lo que
queríais salvar, sino los furgones, es
decir, el producto de vuestras
rapiñas. Si no hubierais apreciado
más el oro impuro, que hacía chirriar
vuestras carretas, que el honor,
habríais comprendido lo que el deber
exigía; pero vosotros no fuisteis ni
franceses ni generales, tan sólo
ladrones y traidores.
Los franceses vencidos de Bailén, en lugar de poder volver a su patria,
fueron dirigidos hacia Cádiz y deportados a la isla de Cabrera,
donde miles de soldados lucharon por sobrevivir a la escasez
—Legendre: Nosotros sólo queríamos
ahorrarle hombres a Francia.
—Napoleón: Francia tiene necesidad
de honor, no de hombres.
—Legendre: La capitulación no fue
“A su vuelta a Francia en 1808, los gene-
Castaños y la Junta de Sevilla, y probable-
cumplida.
rales Dupont y Marescot fueron detenidos,
mente bajo la presión de las autoridades
—Napoleón: (…). Es algo
uno por haber acordado, el otro por haber
británicas, los vencidos de Bailén, en lu-
inconcebible en la historia que 18.000
firmado la capitulación de Bailén. Buona-
gar de poder volver a su patria, fueron diri-
hombres, 18.000 franceses, pasen
parte quería que les juzgara el Alto tribunal
gidos hacia Cádiz, sufriendo, a lo largo del
bajo el yugo cuando podían combatir,
imperial, pero su Consejo privado le dejó
camino, tratamientos crueles por parte de
que se rindiesen las armas vírgenes
presentir que serían indultados. Como él
la población civil. Y esas penalidades fue-
cuando los soldados sólo pedían
quería su perdición, disimuló; no se celebró
ron agravándose durante su detención en
servirse de ellas. Aunque la victoria
la reunión del Alto Tribunal a pesar de que
los pontones de Cádiz y su posterior depor-
hubiera sido imposible, era necesario
se anunció en los diarios. Los dos generales
tación a la isla de Cabrera. Pero, de cada
vender cara la vida”.
siguieron en la cárcel sin que nada se hubie-
lado de los Pirineos, durante la guerra, se
ra decidido en cuanto a su suerte, hasta el
habló poco de esos infelices. Del lado espa-
final de 1811 o principios de 1812, época en la
ñol, cierta mala conciencia disuadió de
rias de ex deportados a Cabrera dé a cono-
que, a puerta cerrada, en un Consejo priva-
hacer pública la ominosa brutalidad con
cer el vía crucis de esos miles de soldados
do, se les condenó a la detención perpetua.
que se portaron las autoridades mallorqui-
reunidos en una especie de “campo de con-
La prensa no habló de esa decisión del tribu-
nas. Y, del lado francés, ya que el Empera-
centración” sin murallas ni alambrada en
nal secreto, ni siquiera de los generales tras
dor había cometido la injusticia de consi-
que lucharon, durante años, para sobrevi-
su vuelta a Francia”.
derar globalmente al ejército de Dupont
vir a la escasez, las enfermedades y la de-
como tan cobarde e incapaz como su jefe,
presión psíquica. Hoy en día por fin, estu-
LAS CONSECUENCIAS DE LA DERROTA.
las autoridades no se preocuparon mucho
dios profundizados, nuevas publicaciones
De los generales incriminados por su co-
por tratar de conseguir su liberación o una
de memorias, novelas y excavaciones ar-
bardía, impericia e ignorancia del sentido
mejora de su situación mediante una ne-
queológicas echan a plena luz la triste odi-
del honor, se habló más en Francia que de
gociación con las autoridades “insurrec-
sea de los soldados de aquel general Du-
los miles de soldados que estaban a sus ór-
tas”. Habrá que esperar los años 1830 para
pont tan malquisto en Francia hasta Wa-
denes. Por culpa de desavenencias entre
que la publicación en Francia de memo-
terloo y tan bien rehabilitado después. ■
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La exaltación
de la victoria
Las celebraciones religiosas y profanas en los pueblos de Andalucía
FRANCISCO LUIS DÍAZ TORREJÓN
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l triunfo bélico acaecido el 19 de julio de 1808 en los campos de Bailén
alcanza inmediatamente un reso-
nante eco en la sociedad patriótica española
y lo hace con tanta fuerza como pocas fueron las esperanzas de victoria antes de la batalla. Nadie con cálculo había creído a priori
en la posibilidad de detener al II Corps d’ob-
servation de la Gironde —mandado por el general de división Pierre Dupont de l’Étang—
en su marcha hacia Cádiz, máxime cuando
rondaba en todas las cabezas la incontestable superioridad de los ejércitos napoleónicos a tenor de la apabullante sucesión de
éxitos en las campañas de Italia y en las con-
LA PRIMERA VEZ DE NAPOLEÓN
REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN TELMO DE MÁLAGA
La inesperada victoria de la
lar y a decidir el destino de los dieciocho mil
batalla de Bailén sublima
franceses de su ejército, que quedarán pri-
los sentimientos patrióticos
de un amplio sector de la
sioneros de guerra. Ante los ojos del mundo,
Napoleón ya no es invencible.
Pese a todo pronóstico, resultados mili-
sociedad andaluza y desata
tares tan favorables rompen en una alegría
una especie de euforia
generalizada y disparan la euforia pública
colectiva, que se traduce en
hasta límites insospechados, porque muy
manifestaciones de
pocos —si no nadie— habían apostado por
las armas españolas frente a los mejores sol-
incontenible alegría y en
dados del continente. Las satisfacciones in-
actitudes agresivas frente a
esperadas producen mayores efectos de gozo
las cuerdas de presos
que ningunas otras y, desde luego, la impre-
napoleónicos. Los
vista victoria de Bailén genera las más grandes manifestaciones de júbilo.
tiendas centroeuropeas de los primeros
vecindarios asisten
años del siglo en curso. Las águilas imperia-
jubilosos en catedrales e iglesias a
tento de los combatientes españoles es incon-
les no conocían la derrota y pocos podían
solemnes ceremonias sacras en
tenible, la feliz noticia corre como la pólvora
pensar que en España, dada la situación de
los ejércitos nacionales, pudiera romperse
acción de gracias, a la par que
Desde el campo de batalla, donde el con-
inflamada hacia todas las latitudes de la geografía peninsular. Por proximidad, los ecos
esa racha. Sólo cabía el pesimismo a la vista
descargan su furia sobre los
del precedente más inmediato: el 7 de junio
prisioneros franceses que transitan
que en cualquier otra región y es Córdoba la
de 1808, las tropas de Dupont de l’Étang ha-
por los pueblos andaluces, camino
primera ciudad andaluza que conoce la bue-
bían cargado en el puente de Alcolea —situado a corta distancia de Córdoba— a una
de Cádiz. Religiosidad y violencia se
de este triunfo resuenan en Andalucía antes
na nueva, pues a las tres y media de la madrugada del 20 de julio de 1808 —pocas horas
fuerza española de catorce mil hombres, di-
alternan en unos momentos de
después de suspendidas las hostilidades—
rigida por el general Pedro Agustín de Eche-
exacerbado frenesí. La prensa y la
llega un posta con los correspondientes des-
varri, y la habían barrido del mapa con la
literatura no son ajenas a esta
pachos. Con el paso de las horas, la noticia se
mayor facilidad, sin detener la marcha si-
realidad y desde sus preeminentes
propaga por los cuatro puntos cardinales co-
quiera.
Sin embargo, semanas más tarde —cuan-
posiciones contribuyen, como cajas
mo una onda expansiva y el 21 de julio ya hay
conocimiento de la trascendental victoria en
do todo hacía presagiar lo peor— un cúmulo
de resonancia, a crear el mito de
Jaén y Granada y poco después, al anochecer
de circunstancias de distinta naturaleza pro-
Bailén.
de ese mismo día, también en Antequera
pician que el Ejército de Andalucía con el te-
gracias a un oficio circulado por el corregidor
niente general Francisco Javier Castaños al
de Lucena. En Sevilla se conoce el venturoso
frente asestara, entre Andújar y Bai-
suceso a media tarde del 22 de julio, cuando
lén, un golpe definitivo al II Corps
llega el teniente coronel Pedro Agustín Girón
d´observation de la Gironde con
—futuro marqués de las Amarillas— en co-
efectos psicológicos incorpora-
misión especial con misivas del general Cas-
dos, porque era el primer des-
taños dirigidas a la Junta Suprema hispalen-
calabro que sufrían las hues-
se, entonces erigida en órgano gubernativo
tes napoleónicas en Europa.
nacional. Durante esa misma jornada, la no-
Dupont de l’Étang se había
vedad no es desconocida en Málaga, Osuna,
visto obligado a capitu-
Marchena, Morón, Jerez de la Frontera e in-
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Busto del general
Castaños situado en
una plaza pública de
la localidad gaditana
de Algeciras.
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cluso Cádiz, lo que prueba
de Córdoba. El fanatismo
que apenas habían bastado
abrasa a los pueblos y, más
tres días para que los soni-
pronto que tarde, la situa-
dos victoriosos de Bailén
ción queda fuera de con-
cundieran hasta los rinco-
trol. La chispa salta el 28 de
AH
nes más distales de Anda-
julio de 1808 en Écija, don-
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lucía.
de un oficial y su secretario
No hay población que
son acuchillados en plena
su vecindario reciba con
calle por la muchedumbre
pasividad e indiferencia la
enfervorizada. Desde en-
noticia, pues todos explo-
tonces, los incidentes se
tan en indescriptible albo-
suceden imparablemente
rozo al conocerla y viven el
y no son pocos los pueblos
28
donde hay percances de
momento con un apasionamiento que roza el deli-
Alegoría del general Castaños que llevó a la victoria a los españoles.
mayor o menor gravedad.
Así, por ejemplo, en Mar-
rio colectivo. Por ejemplo,
chena fermenta durante
en Córdoba la alegría se
anuncia —pese a hora tan intempestiva—
la agitación del momento y constatan la ac-
los días 3 y 4 de agosto de 1808 una conmo-
con un estruendoso repique general de cam-
titud reaccionaria, casi fanática, de los an-
ción popular que, aún sin producirse muer-
panas; y en Sevilla, el teniente coronel Gi-
daluces ante su presencia. El teniente Mau-
tes, rompe en el robo de los efectos persona-
rón, portador de los partes oficiales, es saca-
rice de Tascher trata de auténtico calvario el
les de un coronel y varios oficiales. En El
do de su berlina y conducido a hombros por
éxodo por Andalucía y ante la amenazante
Puerto de Santa María parte del vecindario se
una muchedumbre eufórica hasta el inte-
disposición de los vecindarios —electrizados
arroja el 13 de agosto sobre un contingente de
rior del Real Alcázar, donde se halla el presi-
al grito de “¡mueran los franceses, cortarles
prisioneros cuando advierte en la mochila de
dente de la Junta.
las cabezas!”— llega a lamentarse de no ha-
uno de ellos varios cálices, prueba de la rapi-
Aún contribuye a encender el entusias-
ber muerto en la batalla; y el subinspector de
ña de algún templo cordobés.
mo público, ya de por sí elevado de tono, las
revistas Jean Baptiste Chevillard describe un
Estos violentos episodios son consecuen-
opiniones de gacetilleros exaltados que con-
tránsito lleno de afrentas, y refiere que in-
cia del cóctel explosivo que resulta de la eu-
vierten las páginas de los periódicos en au-
cluso los maestros de escuela incitan a sus
foria subsiguiente a la inesperada victoria
ténticos catecismos patrióticos. Mensajes
alumnos para lanzar piedras y proferir insul-
de Bailén y del odio incontenible al francés
semejantes avivan los sentimientos antina-
tos a las cuerdas de presos.
por la invasión de España y, más próxima-
poleónicos de la sociedad andaluza y orien-
La excitación popular ha ido in crescendo
mente, por el brutal saqueo de Córdoba. Con
tan la opinión de los vecindarios hacia la de-
tras conocerse la victoria y la situación está
el paso de los días, el clima se enrarece cada
monización de los franceses. Napoleón es el
abocada a un desbordamiento inevitable.
vez más y dichos incidentes anuncian ma-
primero en ser satanizado en libelos y pan-
Desde los primeros pasos dados por los pri-
les mayores. No sorprende que meses más
fletos como la bestia de siete cabezas y diez
sioneros en tierras andaluzas se masca la
tarde una masa levantisca en Jerez de la
cuernos.
tragedia y ya en Porcuna, Bujalance, Castro
Frontera tratara de asaltar el convento de la
Por todas partes prende el patriotismo en
del Río, La Rambla, etc., los vecinos están
Merced, dispuesta al linchamiento de los
grado superlativo y la efervescente exalta-
dispuestos a caer sobre los franceses al me-
ochocientos prisioneros franceses allí re-
ción de las masas alimenta, luego, las vio-
nor descuido. Hay eclesiásticos que invitan a
cluidos; ni que en Rota se pretendiera aten-
lentas reacciones contra los prisione-
ello, porque predican y apelan al derrama-
tar, en similares circunstancias, contra la
ros franceses cuando transitan por
miento de sangre francesa en desagravio por
vida de otros trescientos presos napoleóni-
los pueblos, camino de Cádiz.
la profanación de iglesias durante el saqueo
cos existentes en el castillo local. Menos
testimo-
suerte correrían los prisio-
nios escritos
neros estantes en el depósi-
Hay
de prisioneros que revelan
con todo realismo
“¡Mueran los franceses! ¡Cortadles las cabezas!”
Eran algunos de los gritos que sufrieron los prisioneros
de Bailén en su éxodo por Andalucía
to de Lebrija, pues en una
asonada vecinal —fruto de
un cúmulo de confusiones y
errores— son asesinados
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más de treinta franceses,
ra oficialmente el suceso
carnicería de la que escapa
con otra función ofrecida a
milagrosamente el gene-
Jesús Nazareno —popular-
ral Ythier Pryvé.
mente venerado bajo el
En resumidas cuentas,
apelativo de El Abuelo— y a
el triunfo de las armas es-
la Virgen de la Capilla, cu-
pañolas en la batalla de
yas imágenes habían sido
Bailén genera pasiones
trasladadas en multitudi-
exacerbadas y la victoria se
naria procesión desde sus
vive en Andalucía con to-
templos respectivos hasta
tal extremismo, tanto en
la Catedral.
sentido positivo como en
Otra de las grandes lo-
sentido negativo. En un
calidades andaluzas que
mismo espacio físico y cronológico se suceden, en
también se apresura en
Córdoba fue la primera ciudad andaluza en conocer y celebrar la victoria.
perfecta alternancia, las
conmemorar el éxito de las
tropas españolas en Bailén
solemnes celebraciones y
es la ciudad de Antequera,
los actos de brutalidad más execrables: po-
nos de sus soldados. En Córdoba, esta cele-
porque al amanecer del 22 de julio —pocas
los opuestos de una misma realidad y caras
bración tiene sabor a venganza. La junta de
horas después de recibir la noticia— se efec-
antagónicas de una misma moneda.
gobierno cordobesa comparte el júbilo pú-
túa una procesión por los alrededores de la
blico y, como regocijo de urgencia, dispone
Colegiata de San Sebastián con el preste por-
CELEBRACIÓN RELIGIOSA Y PROFANA.
para las cinco y media de la tarde del 21 de
tando la custodia y la asistencia de las auto-
La alegría es la primera reacción exterioriza-
julio de 1808 solemnes tedéum en la Mezqui-
ridades municipales, los prelados de las co-
da por los pueblos ante la noticia de la victo-
ta-Catedral y en los demás templos de la po-
munidades religiosas y las personas más se-
ria de Bailén, pero esta manifestación —co-
blación. Los fastos alcanzan el máximo
ñaladas de la sociedad local con hachas en-
lectiva y espontánea— precisa de la oficiali-
acento días más tarde, el viernes 29, cuando
cendidas. No se reducen sólo a esta manifes-
dad para adquirir pleno carácter, y entonces
se celebra por todo lo grande la llegada del
tación procesional los festejos realizados en
las autoridades locales, tanto civiles como
general Castaños a la ciudad, quien es reci-
Antequera, pues en la noche del siguiente
eclesiásticas, organizan eventos conmemo-
bido con los mayores honores en un acto que
día se oficia solemnemente en dicha Cole-
rativos acordes a la extraordinaria circuns-
preside el corregidor Agustín Guajardo en la
giata una misa, cuyo sermón es predicado
tancia. No hay población en Andalucía —
sala capitular del ayuntamiento y donde no
con la mayor grandilocuencia por el canóni-
aun de pequeña relevancia demográfica—
faltan las arengas y discursos laudatorios.
go magistral y vocal de la junta gubernativa
que el feliz conocimiento de este triunfo mi-
La ciudad de Jaén también responde ju-
litar no se traduzca en celebraciones de al-
bilosamente a la noticia de la victoria y lo
La celebración del triunfo de Bailén tiene
gún tipo, sobre todo, ceremonias religiosas
hace con la misma prontitud que había te-
un significado especial en Málaga, porque
en las respectivas catedrales e iglesias ma-
nido constancia de ella. Sin la menor tar-
uno de los principales protagonistas de esta
yores. Solemnes misas y tedéum en acción
danza, las autoridades jienenses acuerdan
batalla —el mariscal de campo Teodoro Re-
de gracias constituyen el centro de los feste-
una acción de gracias en la Iglesia Catedral,
ding— desempeña el destino de gobernador
jos previstos en ciudades y pueblos.
que oficia el chantre Luis de Garma en la
militar y político de la ciudad. Pese a la dis-
Córdoba había sido la primera ciudad an-
mañana del 22 de julio de 1808 ante una nu-
tancia existente, la noticia de la victoria ha-
daluza en conocer el resultado de la batalla
trida concurrencia civil, militar y eclesiásti-
bía llegado relativamente pronto a la capital
y, en correspondencia, también es la prime-
ca. Esto es sólo el principio, porque algunas
malagueña y, como corresponde a evento
ra en celebrarlo y además doblemente, por-
fechas después, el 7 de agosto, se conmemo-
tan extraordinario, la junta de gobierno lo-
Pedro Muñoz Arroyo.
que nadie tiene más razones
cal dispone de inmediato un
que el vecindario cordobés
tedéum en la Catedral duran-
para regocijarse de la derrota del ejército de Dupont de
l’Étang, después del implacable saqueo sufrido a ma-
El triunfo de Bailén genera pasiones exacerbadas
en Andalucía donde se suceden las solemnes
celebraciones con los actos de brutalidad más execrables
te la tarde del 22 de julio de
1808, mientras corre por el
aire un repique general de
campanas. Ofrecido con ur-
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gencia este primer acto en acción de gracias,
La ciudad de Cádiz tampoco se abstiene
la conmemoración oficial no se efectúa has-
de festejar el sonado e imprevisto triunfo de
ta cuatro días más tarde cuando se oficia una
las tropas nacionales en los campos situados entre el Guadalquivir y Sierra Morena.
suntuosa ceremonia sacra ante la imagen
Además de funciones religiosas en la
de la Virgen de la Victoria —patrona de
Catedral y otras iglesias locales, la
la ciudad— en el convento homóni-
junta gaditana autoriza diversio-
mo, donde luego se depositarán
nes públicas por tan plausible
un águila y otros trofeos de
motivo y concretamente la
guerra tomados a los france-
noche del 25 de julio de 1808
ses en esta batalla. Además
de los cultos religiosos, las
se representa en el Teatro
autoridades malagueñas
de Comedias la opereta en
disponen festejos profa-
dos actos titulada Ramo-
nos en homenaje a Re-
na y Roselio, obra con le-
ding, quien acaba de
tra de Manuel de Co-
ser ascendido al grado
pons y música de Este-
de teniente general.
ban Cristiani, así como
Por semejante motivo,
cuadros de bailes que
se levanta en cierta ca-
interpretan el minuet y
AH
lle céntrica un lujoso
la gavota.
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arco triunfal con pilas-
Tampoco es insigni-
tras jónicas, que encie-
ficante la celebración
30
rra la inscripción: “Al
dispuesta al efecto en la
vencedor de los tiranos de
ciudad de Ronda, a tenor
de la extraordinaria cere-
Europa y libertador de An-
monia que tiene lugar el 25
dalucía”; y se organiza una
de julio en la Iglesia Mayor de
corrida de novillos en la Plaza
Santa María. El acto alcanza la
Mayor, precedida de lanza-
máxima intensidad cuando toma
miento de cohetes y amenizada
la palabra Antonio López Marcos,
por bandas de música.
presbítero de sólida formación y reconocidos méritos, para pronunciar un ser-
CELEBRACIÓN EN GRANADA. En Granada, sede de la Capitanía General del mis-
món donde se ensalzan las figuras de los
mo nombre, la noticia de la victoria espa-
generales Castaños y Reding con calificati-
ñola sobre las armas napoleónicas causa
vos tales como “gloria eterna de la Bética y
terror de la Francia”.
tanta sensación como solemnes son las ce-
No son menores las celebraciones reali-
lebraciones dispuestas para festejarlo.
Grabado de Teodoro Reding,
Tampoco demora la junta granadina los ac-
que fue recibido como un
zadas en pueblos como Guadix, donde la
tos conmemorativos y el 22 de julio de 1808
héroe en la celebracion en Málaga.
salida en procesión de San Torcuato, su pa-
se oficia en la Catedral con la mayor magni-
El general es calificado, junto
trón, culmina las ceremonias de acción de
ficencia una función presidida por la efigie
con Castaños, como “gloria eterna
gracias allí dispuestas; y Morón de la Fron-
de la Virgen de las Angustias, patrona y
de la Bética y terror de la Francia”.
tera, donde también procesionan imágenes sacras —Virgen de la Concepción, San
protectora de la ciudad, que horas antes ha-
José y Santiago— con todo boato y luci-
bía sido trasladada en procesión desde su
miento.
basílica con el mismo lucimiento que se
Seguidamente, la excelsa comitiva
acostumbra hacer a la custodia el día del
asiste en la Capilla Mayor a una misa que
Valgan estos ejemplos para constatar
Corpus. Durante las tres noches siguien-
oficia en traje pontifical el obispo auxiliar
que los ecos del triunfo de Bailén desatan a
tes, luminarias arden en Granada en señal
—con el título de Laodicea— Juan Acisclo
lo largo y ancho de Andalucía las mayores
de regocijo.
de Vera y Delgado, y escucha el sermón
demostraciones de gozo, porque con la de-
Aun destacan las solemnes manifesta-
que predica el superior de los clérigos me-
rrota del ejército de Dupont de l’Étang se
ciones festivas decretadas en Sevilla por
nores y vocal de la Junta fray Manuel Gil.
desvanecen las amenazas napoleónicas
su Junta Suprema. No carece de brillo el
Una semana más tarde llega a Sevilla el
que pesan sobre la región. Por lo pronto,
tedéum que en la mañana del sábado 23 de
general Castaños, quien es recibido con
los franceses han desaparecido del pano-
julio se canta procesionalmente por las
aclamaciones, salvas de artillería y coro-
rama andaluz y los pueblos, libres de peli-
naves de la Catedral con la asisten-
nas de laureles, y el 4 de agosto de 1808
gro, pueden ahora respirar tranquilos. Por
cia de los miembros de dicha
cumple el voto de depositar ante la tumba
tal razón, aires festivos corren por doquier
Junta, autoridades militares y
descubierta de San Fernando los trofeos de
y en todas las poblaciones se celebra el fe-
delegados del gobierno britá-
guerra —águilas, banderas, estandartes y
liz suceso en mayor o menor medida, co-
nico hasta la Capilla Real,
corazas— tomados a los franceses, en otra
mo lo confirma la Gazeta Ministerial de Sevi-
donde se elevan preces a
suntuosa ceremonia con piquete de solda-
lla: “En todos los pueblos ha sido igual el
San Fernando, cuya urna con
dos y sermón patriótico incluido que pro-
júbilo y alegría, solemnizando cada qual
su cuerpo incorrupto per-
nuncia, en esta ocasión, el franciscano
esta victoria según sus proporciones y fa-
fray José Ramírez.
cultades”.
manece descubierta.
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Los embriagadores efec-
poeta y militar gaditano
tos de la victoria de Bailén
también narcotizan a las
musas, porque no son pocos los poetas, escritores y
periodistas que componen
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que pone en letra impresa
Las páginas de los periódicos y la aparición de numerosas
hojas volantes y folletos glorifican el heroísmo de
Castaños, Reding y los combatientes españoles
—inmersos en la vorágine
una composición lírica cargada de apasionamiento
con el título de: Oda a los
gloriosos triunfos de los españoles en los meses de junio y
patriótica— obras inspiradas en aquel
que oculta tras el seudónimo de Laura, se
julio de 1808. Incrementa, por último, la
evento militar. Composiciones de marca-
sabe que la autora es la famosa Frasquita La-
nómina de literatos de primera fila que
do tono épico ocupan las páginas de los pe-
rrea, distinguida señora de la alta sociedad
amplifican con su numen los ecos de Bai-
riódicos y determinan la aparición de nu-
gaditana y esposa del cónsul alemán Böhl
lén nombres como: Manuel María de Arjo-
merosas hojas volantes y folletos que glo-
de Faber, quien hace todo un derroche de
na, Juan Bautista Arriaza, José María
rifican el heroísmo de Castaños, de Re-
exaltación patriótica en su escrito titulado:
Blanco White o Manuel José Quintana,
ding y de los combatientes españoles. Por
Saluda una andaluza a los vencedores de los
entre otros.
tanto, el mundo de la cultura tampoco se
vencedores de Austerlitz.
En definitiva, buena parte de la España
sustrae de los ecos de Bailén y rompe en
Los sectores progresistas de la intelec-
ilustrada mira a Bailén con ojos apasiona-
una auténtica explosión de artículos y tra-
tualidad regional no ocultan, tampoco, el
dos y fruto de esta mirada es el amplio
bajos literarios, así en verso como en pro-
entusiasmo por la victoriosa batalla de Bai-
elenco de composiciones literarias que in-
sa. Las plumas más sobresalientes del mo-
lén y algunas de sus figuras más señeras
terpretan el acontecimiento de un modo
mento se desviven en expresiones enco-
celebran el feliz suceso con inspiradas le-
sublime, en muchos casos, hasta elevarlo
miásticas y a tenor de la vehemencia e in-
tras. Resulta verdaderamente paradójico
al grado de la más pura idealización. La
tensidad patentes en los escritos, no pare-
que ciertos personajes que luego se afran-
mayoría de los autores en el empeño de
ce que entre los autores exista la menor fi-
cesan y abrazan el régimen bonapartista
magnificar el hecho pierden toda referen-
sura ideológica. Al unísono, se entona un
sean, en 1808, autores de encendidas com-
cia histórica y llegan fácilmente a defor-
canto al patriotismo.
posiciones patrióticas y de alegatos antina-
mar la realidad. Sin minimizar su trascen-
Inmediatamente, la prensa recoge las
poleónicos. Es el caso de Francisco Javier
dencia, el triunfo de Bailén traspasa todos
manifestaciones de los primeros apolo-
Asenjo, canónigo arcediano de la Catedral
los límites imaginables y se convierte, im-
gistas en forma de editoriales y artículos
de Málaga, que, aun afrancesándose en
pulsado por el patriotismo, en la madre de
de fondo, por lo general sin firmas. Tal es
1810, llega a escribir dos años antes —el 28
todas las victorias. Nace el mito. ■
el caso del Diario de Granada, que inserta
de julio de 1808— un panegírico dedicado a
en su número del 24 de julio de 1808 un
los vencedores de Bailén, donde dice:
artículo de encendida prosa titulado Glo-
“¡Campos de Bailén, la posteridad os con-
rias de Andalucía; y del Diario Mercantil de
templará con reverencia y con asombro, y
Cádiz que el día 27 publica otro bajo el epí-
os repetirá con ternura y con lágrimas los
grafe de A los andaluces después de la rendi-
nombres amados de Castaños y demás va-
ción del exército francés en las faldas de Sierra
lerosos y dignos generales de las divisiones
Morena, donde se termina diciendo: “Valien-
de su exército!”.
tes andaluces, no habrá sacrificio que os
Otro intelectual de inspiración patrióti-
parezca costoso, quando con él podéis
ca antes de transmutarse en prosélito bo-
conquistar vuestro Rey y vuestra inde-
napartista es el poeta sevillano Alberto Lis-
pendencia. Ya tenéis una Patria, ya sois
ta, como lo prueba su oda a La victoria de
una gran Nación”.
Baylén publicada en la segunda mitad del
Asimismo, las imprentas son los instru-
año 1808 con la ocultación de su identidad
mentos utilizados por numerosas personas
bajo el seudónimo de El Cantor de Anfriso.
de significación política, social y eclesiásti-
Este poema —pleno de metáforas y alusio-
ca para divulgar sus proclamas y alocucio-
nes clásicas— es un monumento al patrio-
nes que encarecen el gesto heroico de los
tismo, que sublima el valor español y enal-
protagonistas del triunfo de Bailén. Entre
tece la figura del general Castaños como
los muchos personajes que firman exalta-
un elegido de los dioses de la guerra:
ciones escritas se cuenta, por ejemplo, el co-
“Castaños inmortal, nombre de triunfo,
rregidor de Arcos de la Frontera, Cristóbal
dulce alumno de Palas,
Talens de la Riba, quien estampa con fecha
y querido de Marte, a ti encomienda
del 23 de julio de 1808 un discurso panegírico
su justa causa España: la victoria
titulado Proclama al valeroso exército de An-
tus estandartes guía,
dalucía, donde incluye expresiones tan elo-
y su temido rayo te confía”.
cuentes como: “el vuelo de las águilas fran-
Entre los muchos escritores de contras-
cesas acaba de ser detenido” y “Dupont está
tada reputación literaria que atienden al
ya en vuestras manos”. No es menos lauda-
triunfo de Bailén también se halla Euge-
Medalla
torio y apasionado el texto de la soflama re-
nio de Tapia, redactor con Quintana del
conmemorativa
dactada por una mano femenina, que se pu-
Semanario Patriótico, quien esgrime su plu-
de la victoria de Bailén.
blica en el tomo cuarto de la colección de
ma para cantar la epopeya hispana en un
El triunfo sobre el invasor
discursos y bandos recogida bajo el nombre
romance que nombra Dupont rendido. Otro
impulsó el patriotismo del
de Demostración de la Lealtad Española. Aun-
de ellos es Francisco de Laiglesia y Darrac,
que surgió la Nación española.
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La suerte de
los derrotados
El episodio de los prisioneros de la isla de Cabrera
DENIS SMITH
UNIVERSITY OF WESTERN ONTARIO, CANADA
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n el mes de julio de 1808, los españoles victoriosos en Bailén afrontaban
un problema sin precedente: ¿cómo
disponer de veinte mil prisioneros franceses? En esta etapa inicial de la Guerra de la
Independencia, los generales españoles tuvieron que actuar sin beneficio de dirección
por parte de un gobierno central; tampoco
disponían de medidas adecuadas para administrar a los prisioneros. No es sorprendente
que el acuerdo de capitulación firmado por
los generales franceses y españoles incluyera
promesas, no sólo de protección, sino de repatriación inmediata de todas las tropas
vencidas. Según los términos del acuerdo,
los prisioneros habían de caminar a pie ha-
LA PRIMERA VEZ DE NAPOLEÓN
32
Ante la primera derrota de
se puso en contacto con los españoles para
importancia de las fuerzas
prohibir la vuelta de las tropas a Francia.
de Napoleón en la batalla de
Bailén, el general Castaños
El gobierno británico no pudo dar luz verde
a la devuelta de los prisioneros franceses
que luego volverían a aumentar las fuerzas
se encontraba sin recursos
de Napoleón en el norte de la peninsula
adecuados para hacer frente
ibérica. En lugar de eso, se encontraban
a las consecuencias de la
encarcelados en unos míseros pontones
rendición de las tropas
anclados en la Bahía de Cádiz. Solamente
el general Dupont, junto con ciento ochen-
francesas. Al perderse toda
ta oficiales, fueron repatriados a Toulon y
esperanza de ser repatriados,
Marsella, los únicos franceses permitidos
los prisioneros fueron
a salir bajo los términos originales del
recluidos en pontones
anclados en la Bahía de
acuerdo.
Durante cuatro meses, miles de prisioneros fueron alojados en los pontones y murie-
cia el puerto de Cádiz, donde embarcarían en
Cádiz, donde languidecían hasta su
ron centenares, quizás miles, de ellos. Los
barcos españoles para volver en seguida al
traslado a las Islas Baleares. De ahí
militares británicos y españoles se preocupa-
puerto de Rochefort en Francia.
Pero no fue así. Las tropas vencidas de los generales Dupont y Vedel caminaron hasta la costa;
pero luego el acuerdo empezó a
desmoronarse. La junta provincial en Sevilla lo desau-
fueron llevados al islote de Cabrera y
abandonados durante cinco años,
ban por la defensa de Cádiz, manteniendo
una fortaleza segura en lo que quedaba de
una España libre. Al mismo tiempo, temían
víctimas de uno de los mayores
que las fuerzas francesas intentaran liberar
— pero casi desconocidos— desastres
a sus compatriotas apresados en la Bahía de
de la Guerra de la Independencia.
Cádiz. Ya en diciembre de 1808, el nuevo
emisario británico en España informó a sus
torizó. En Londres, el minis-
superiores en Londres de que se había man-
tro de guerra británico, el
dado alejar los pontones y su carga humana
Viscount Castlereagh,
para proteger mejor el puerto.
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Vista de la isla de Cabrera con el castillo al fondo. A esta isla desierta fueron desterrados los vencidos franceses.
diario para determinar cómo hacer frente a
Por fin, al final de marzo de 1809, los pri-
este desbordamiento humano, y al final de-
dra de dieciséis barcos con una escolta de na-
La expedición de
salvamento
víos de la Royal Navy, nadie pensaba en el
■ Relación de un miembro de la
sur de Mallorca. “La Junta considera algo du-
destino de los prisioneros una vez llegados a
expedición de salvamento:
ro colocar a estos infelices a una isla desierta
las Islas Baleares. El 3 de abril, la flota penal
“Es imposible imaginar escena más
donde no hay más habitación que un mise-
zarpó de Cádiz, con “entre cinco y seis mil
horrorosa y, a la vez, más extraña,
rable Castillejo”, aseveraron, “pero se ve en
prisioneros franceses.”
que la que se me presentó en aquella
esta precisión para no exponer al vecindario
isla: imagináos unas peñas
de estas islas al contagio”.
sioneros supieron que serían trasladados a
las Islas Baleares. Al organizarse una escua-
Quince días después, la flota entró en la
cidieron, en un voto dividido, que los prisioneros serían llevados a la isla de Cabrera, al
Bahía de Palma y la Junta de Mallorca se ne-
totalmente desnudas, sin árboles o
Diez meses después de ser capturados en
gó a recibirla. Los mallorquines tenían rece-
viviendas; en verano, un clima que
Bailén, aproximadamente cuatro mil qui-
los ante la llegada de los franceses: posible-
quema, en invierno un viento de
nientos franceses desembarcaron en el islo-
mente llevaran contagios, pudieran escapar
norte que muerde. Para colmo, el
te. Al principio la Junta permitió quedarse
y apoderarse de las islas, o su presencia pro-
aislamiento total del contacto
en Palma a los oficiales con rango superior a
vocara un ataque por parte de la armada
humano, sin contar unas pocas
capitán, pero nueve meses después este pri-
francesa. Por su parte, la Royal Navy no qui-
casuchas y algunos pescadores que
vilegio fue revocado a consecuencia de un al-
so en absoluto devolverlos a la península, y
se refugian aquí de las tormentas.
zamiento popular que se produjo frente al
la opción de un canje de prisioneros con
Este es el lugar elegido por los
cuartel donde estaban internados en la ciu-
Francia fue vedada por el Lord Collingwood,
españoles despiadados para internar
dad de Palma.
jefe de las fuerzas navales de Gran Bretaña.
a nueve mil prisioneros franceses.
La responsabilidad de atender a los desafor-
Hoy en día sólo quedan tres mil de
DESEMBARCO EN CABRERA. Al acercarse
tunados franceses cayó al cargo del gobierno
ellos, los démas han muerto de
los barcos a Cabrera, la isla se perfilaba en
de Mallorca, mal que le pesara. La flota con
hambre, de sed…, del calor del sol y
una silueta de montes accidentados. Más
su cargamento humano esperaba inquieta
del frío”.
allá de las tranquilas aguas color turquesa
anclada a la entrada del puerto de Palma.
Louis Pujol a bordo de la goleta Zéphir,
del único puerto, lo que les confrontaba era
el 29 de mayo de 1814.
un panorama funesto de rocas y matorros
¿Qué hacer? Durante diez días la Junta
Superior y sus comités se reunieron casi a
que se extendían por todas las vertientes de
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Grabados hechos por los prisioneros en la muralla del castillo.
los montes circundantes. Unas extrañas la-
necesidades de la vida… No hay follaje, sin
nos supervisados por un consejo de prisione-
gartijas de color negro se escabullieron entre
contar unos miserables pinos envueltos en
ros. Para el verano de 1810 en la plaza central
las piedras al paso de los recién llegados. Un
zarzas. En sus montes secos no habita nin-
del Palais Royal ya había panaderos, herre-
prisionero escribió que era “un lugar solita-
gún animal salvaje.” Aunque había unos co-
ros, mercaderes de vino, ebanistas, maes-
rio y horroroso… sólo poblado de lagartijos.”
nejos, en poco tiempo fueron devorados por
tros de lenguas y matemáticas, vendedores
Según otro, “es una gran roca cubierta de
los prisioneros. Un castillo medieval (cons-
de ropa, médicos y farmacólogos cuidando a
una capa fina de tierra yerma. No hay fruta-
truído en su día como lugar de reparo para
los enfermos en un hospital provisional.
les ni plantas verdes, nada que sustente las
avisar a Mallorca de un ataque inminente de
También había algunas compañeras del exi-
piratas berberes) vigilaba desde las cumbres
lio (camp followers en inglés ). En una cister-
que dominaban el puerto. Era el único edifi-
na abandonada bajo el castillo, un grupo se
cio en la isla.
organizó para poner en escena obras del tea-
Las estadísticas de
Cabrera
Los prisioneros permanecieron en aquel
tro clásico francés.
islote desierto durante cinco años, hasta la
Prisioneros franceses
22.000
capitulación de mayo de 1814. Al pasar los
DURAS CONDICIONES. Las raciones de
Trasladados a Cabrera
11.800
años fueron llegando nuevos grupos de re-
agua y víveres, en unas cantidades míni-
1.200
clusos, hasta llegar a un total de 12.000. Allí
mas, llegaban de Palma cada cuatro días si
200
vivían sin guardias, sin ropa o alimentos
hacía buen tiempo; pero en caso de tormen-
3.700
adecuados, con escasa agua potable, su úni-
tas los buques de abastecimiento no llega-
co supervisor era un malhumorado sacerdo-
ban y en poco tiempo esto daba lugar a la
te mallorquín, mientras unos navíos de Es-
hambruna. En el mes de febrero de 1810, al
paña e Inglaterra vigiliban desde el mar. Los
no llegar dos convoyes seguidos, murieron
Veto a la repatriación
prisioneros no pudieron creer que hubieran
unos quinientos prisioneros.
sido abandonados en el islote y por eso no
Algunos prisioneros desesperados se hi-
■ “El gobierno británico tiene
quisieron construirse viviendas permanen-
cieron ermitaños y vivían desnudos en cue-
derecho a impedir a cualquier poder,
tes. Por fin, con la llegada de las lluvias in-
vas. Otros (quizás unos doscientos a lo largo
incluso a un aliado, que transporte a
vernales, tuvieron que levantar unos cente-
de cinco años) se apoderaron de barcos de pes-
las tropas de cualquier nación
nares de barracas improvisadas. Dieron el
ca o lanchas navales e intentaron huir a Afri-
enemiga y en cualquier circunstancia
nombre de Palais Royal a la pequeña colonia
ca o a la península. Más de mil soldados opta-
para devolverlas a un puerto
como recuerdo irónico del lugar de encuen-
ron por pasar al servicio del ejército español.
enemigo, desde el cual al aludido
tro de los revolucionarios de París.
En 1810, cuando el gobierno británico autori-
Trasladados al ejército español
Prisioneros escapados
Repatriados a Francia en 1814
Poco a poco los soldados abandonados
zó el traslado de prisioneros de Cádiz a Ingla-
acciones bélicas contra su
fueron creando una comunidad primitiva
terra, el Consejo de Regencia ordenó que a és-
Majestad o sus aliados.”
con un mercado y varios oficios, más o me-
tos se sumara el grupo de oficiales franceses
enemigo pueda reanudar
Carta escrita por Lord
Castlereagh, desde
Londres, al Almirante
Lord Collingwood. En
Cádiz, el 19 de agosto
de 1808.
En las Islas Baleares, la Junta Superior decidió, en un voto dividido,
que los prisioneros serían llevados a la isla desierta de Cabrera,
situada al sur de Mallorca
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La elección de Cabrera
■ La Junta de Mallorca elige a Cabrera:
“La Junta considera algo duro el
colocar a estos infelices a una Isla
desierta donde no hay mas habitación
que un miserable Castillejo… pero se
ve en esta presición para no exponer al
vecindario de estas islas al contagio,…
pues por más que haga la Sanidad de
Mahón no podrá hacer todas las
observaciones que se necesitan para
serciorarse de la salud de dichos
Prisioneros, y en ningún peligro de
comunicar con ellos…, y por lo mismo
adopta el medio de trasladas los
Prisioneros a Cabrera….”
Actas de la Junta Extraordinaria
de la Noche del 21 de abril de 1809,
Vista del castillo medieval de Cabrera.
Junta de Mallorca.
presos en Cabrera (casi novecientos hombres
una goleta francesa enarbolando la bande-
tablecer una residencia veraniega y una es-
en total). Su embarque provocó una reacción
ra del nuevo rey Luis XVIII llegó a la isla, los
tación balnearia marítima que será un en-
desesperada y enfurecida entre los miles de
prisioneros celebraron su liberación con
canto y superará a las de todo ese mar Medi-
soldados rasos abandonados en la isla.
una verdadera orgía de destrucción, sa-
terráneo… El aire es tan puro que devuelve la
Al enterarse el emperador Napoleón de
queando y prendiendo fuego al almacén
salud a cuantos lo respiran por algún tiem-
las duras condiciones que sus soldados pade-
donde se guardaban las provisiones, a sus
po…”. En 1991, Cabrera fue designada una
cían en la isla penal, preguntó tres veces a su
propias miserables viviendas, a las taber-
reserva natural, el Parque Nacional de las Is-
ministro de la armada si era posible rescatar-
nas y tiendas, y finalmente al teatro de la
las Baleares. ■
los. Pero en Francia sabían que, frente a la
cisterna “como si todas esas cosas fueran
armada británica cuyo dominio de las aguas
cómplices de nuestra angustia y su destruc-
del Mediterráneo era absoluto, cualquier
ción un acto de venganza exigido por nues-
tentativa de montar una expedición de res-
tro resentimiento”.
El Adiós a Cabrera, 1814
■ Los prisioneros cantaron
cate sería inútil. Para los miembros de la Ro-
Un total de 3.700 prisioneros volvieron a
yal Navy cuyos barcos vigiliban la isla, los su-
Francia en dos convoyes. Aproximadamente
“Adieu, rochers, adieu montagnes,
frimientos de los prisioneros eran demasia-
el cuarenta por ciento de los reclusos habría
Grottes, déserts, autres affreux;
do evidentes. En 1810 los marinos donaron
muerto durante su estancia en la isla, ente-
Nous laissons vos tristes campagnes
prendas de ropa suficientes para vestir a qui-
rrado sin identificación. Por otra parte, hoy
Pour revoir un séjour heureux.
nientos reclusos y las entregaron a los des-
en día todavía se pueden ver los nombres de
Nous pouvons chanter a la ronde
graciados franceses. En Mallorca también se
dos soldados de Francia, grabados en la mu-
Que la paix nous ressuscita;
organizaron varias actividades motivadas
ralla del castillo: “Fleury, Grapain, prison-
Car on revient de l’autre monde
por la caridad con objeto de vestir a los prisio-
niers en 1810”.
Quand on revient de Cabrera”.
neros, pero con todo nunca fueron adecua-
En 1847, Francia dedicó un monumento
das. A pesar de varias llamadas de Inglate-
“a la memoria de los franceses que murieron
rra, reclamando a España una mejora de las
en Cabrera” pero sin aludir a las terribles cir-
pésimas condiciones en que vivían los prisio-
cunstancias de su exilio. Al visitar la isla en
neros, no se hizo nada precisamente porque,
1906, el editor de un periódico de Mallorca
estando en plena guerra, ambos gobiernos
describío el puerto de Cabrera así: “Es tan
(el de Cádiz y el de Palma) se encontraban
hermoso, tan tranquilo, tan límpido y está
Mallorca durante la Primera Revolución.
desprovistos de casi todo lo más necesario.
tan resguardado de los vientos, que más pa-
Vol.2, segunda edición.
rece un lago que un pedazo de mar. Nada hay
FIN DE LA PESADILLA. La reclusión de los
en las Baleares comparable al Puerto de Ca-
franceses duró cinco años hasta la abdica-
brera, y el día vendrá en que se sacará parti-
ción de Napoleón. Cuando en mayo de 1814
do de su belleza y frescura en el estío para es-
Más información
■ De los Santos Oliver, M.
Luis Ripoll, editor. Palma, 1982.
■ Pellisier, P. y Phelipeu. J.
Los franceses de Cabrera 1809-1814.
Aucadena. Palma de Mallorca, 1980.
■ Smith, D.
The prisioners of Cabrera: Napoleon´s
En mayo de 1814, una goleta francesa llegó a la isla enarbolando la
bandera del nuevo rey, Luis XVIII. Los prisioneros celebraron su
liberación con una orgía de destrucción, prendiendo fuego a todo
forgotten soldiers 1809- 1814.
Four Walls Eigth Windows. Nueva
York- Londres, 2001.
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La épica militar
y el sueño de la nación
Bailén y los mitos de la Guerra de la Independencia
RICARDO GARCÍA CÁRCEL
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA
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os mitos de la guerra de la Independencia nacieron muy pronto. La épica del Dos de Mayo, las Cortes de Cá-
diz, el tamborilero del Bruch, los sitios de
Zaragoza y Gerona, los guerrilleros u otros,
conforman los mimbres sobre los que se edifican los conceptos de nación, patria, revolución e independencia que, insistimos,
frente a los que sitúan el arranque de estos
conceptos en la tradición liberal española de
los años treinta del siglo XIX, están ya presentes en la publicística española, tanto
conservadora como liberal desde 1808.
Así pues, los mitos de la Guerra de la Independencia fueron tempranos y muy directamente vinculados a los hechos que les
LA PRIMERA VEZ DE NAPOLEÓN
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La victoria de Bailén ocupa
ble ni el sueño de la revolución posible. El úni-
un espacio propio en la
co sueño posible con Fernando VII era el de la
mitología patriótica
razón, el sueño inmovilista.
Cuando muere Fernando VII, la memo-
española. La Guerra de la
ria se libera de los lastres de este rey. El pro-
Independencia ha sido
yecto en 1808-12 podía salir del ghetto y con
pródiga en la provisión de
él la memoria completa de la guerra (levan-
mitos. De hecho, el discurso
tamiento-guerra-revolución). 1808 y 1812.
nacionalista español hunde
Nación y revolución. La memoria liberal
fue la dominante desde los años treinta a
sus raíces en ese periodo
los setenta, con bandazos según quién es-
histórico donde se forjan los
tuviera en el poder. Fue una memoria posi-
mitos de la resistencia
bilista en la que el mensaje prioritario fue
popular, de la
independencia y de una
que se hizo lo que se pudo. No fue triunfalista y la épica fue el segundo grado. Valió la
pena, pero sin grandes nostalgias ni alha-
sirven de referencia: los usos políticos de los
nueva soberanía revolucionaria,
racas. Es una memoria selectiva del pasado
mismos pasarán después por múltiples
expresiones todas de un emergente
puesta al servicio de los liberales modera-
fluctuaciones con periodos de enorme eco
mediático y etapas de silencio discreto pero
carácter nacional. En el caso de
siempre con una potente capacidad de elas-
Bailén, como en otros, la forja y la
ticidad ideológica que les permitió consti-
utilización del mito es el producto
tuirse en patrimonio de memoria conservadora y de memoria liberal siempre en función de la coyuntura política vivida.
Durante el reinado de Fernando VII, domi-
de un proceso sujeto a los intereses
de grupos ideológicos y políticos
diferenciados y circunstancias
dos, testigos del desencanto ideológico de
sus padres que protagonizaron y vivieron la
experiencia gaditana.
La generación de 1868, la de los nietos de
1808, rompió el discurso de sus padres y
abuelos postulando un modelo político que
nada tenía que ver con las inercias de 1808:
el republicanismo y el federalismo. Emer-
nó la memoria conservadora. La épica de la
históricas diversas que lo han ido
gió una nueva memoria épica, que no era la
guerra, sin levantamiento ni revolución. La
modulando a lo largo de estos
del Estado, sino de la calle, la memoria del
memoria fernandista de la guerra —Fernan-
últimos doscientos años.
ciudadano corriente y moliente, la memo-
do VII en su exilio francés no se había acorda-
ria que aportó Galdós.
do de la guerra en España— se ejerció
Aunque esta memoria se prolongará a lo
siempre con sordina. En el fondo
largo de la Restauración, con la publicación
era políticamente incorrecta.
de los Episodios Nacionales, la época de la
Aunque la guerra se había hecho
Restauración supondrá la emergencia de
en nombre del rey, todos sus lo-
una nueva memoria mixta o híbrida, que
gros, aun con sus limitacio-
aparcará los recuerdos de la revolución posi-
nes, se debían precisamente a
ble en beneficio de la nación indomable.
la ausencia del rey. Ni el sue-
1808 frente a 1812. Un solo sueño: el de la na-
ño de la nación indoma-
ción. La pintura, el monumentalismo se
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pusieron al servicio de esta memoria nacional, que pretende ser ideológicamente híbrida, mixta.
El centenario de 1908 servirá para que liberales y conservadores colaboren activamente en esta sublimación de la memoria
nacional.
En la Guerra Civil, las fuerzas republicanas resucitarán la memoria liberal blandiendo el recuerdo de los sitios de Zaragoza y
Gerona en el “No pasarán” del Madrid sitiado por los franquistas. Y el franquismo, en
cambio, apelará de nuevo a la memoria conservadora que enlazará el 18 de julio con el
Dos de Mayo, a la hora de buscar legitimidades históricas al golpe militar, y no cesará
de evocar la épica de la guerra en el imaginario de los españoles de los años cuarenta y
cincuenta.
EL MITO DE BAILÉN. La Batalla de Bailén
tuvo un impacto extraordinario. La noticia
llegó a Sevilla el día 20, se divulga el 21, pe-
Parte de guerra de la victoria
del general Castaños
ro hasta el viernes 22 de julio, cuando llega
a Sevilla el sobrino de Castaños, Pedro
■ “Nuestras tropas en lucha tan desigual
además de participar de todos los afanes y
Agustín Girón, no parece creerse. Enton-
se han hecho superiores a sí mismas con
triunfos referidos, ha inmortalizado su
ces sí se desató la fiebre celebratoria en Se-
una constancia heroyca, pues arrostrando
gloria con admiración de ambos
villa bajo el control de la Junta de esta ciu-
peligros, fatigas, hambre y calores,
exércitos; pudiéndose asegurar, que sus
dad liderada por Saavedra. La lógica cele-
mantuvieron tal firmeza contra los
oportunos rápidos movimientos, y el
bratoria era incuestionable. Bailén era la
ataques del enemigo, que cada soldado
acierto de su fuego ( que desmontó 14
primera gran batalla ganada al ejército na-
parecía haber echado profundas raíces en
piezas al enemigo) señalaron desde luego,
poleónico y en particular al general Du-
el puesto que defendía; y demostraron
o por mejor decir, fixaron desde el
pont, héroe de Austerlitz. Era, por otra
tanta velocidad y ardimiento en las cargas
principio la victoria. Eran españoles y ya
parte, una batalla en la que había partici-
sobre los franceses, que estos mismos no
son héroes, nada más dexaron que hacer
pado la España plural. En Bailén luchaban
han hallado ejemplo de comparación en
ni que dexar en la batalla y ahora me veo
los Cazadores de Montaña de Barbastro, el
ninguno de los muchos exércitos con
confuso, no hallando expresiones que
Tercio de Antequera, los manchegos de Al-
quines han medido sus fuerzas. El
basten para decir quanto merecen de la
cázar, el regimiento de Murcia, volunta-
acreditado real cuerpo de Artillería,
patria”.
rios catalanes, gente de Ciudad Real, de
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El auxilio de los
vecinos de Bailén
■ “A corto rato, se vieron caer
granadas, balas de cañón, y metralla
en las calles y casas. Movía a
compasión el ver salir llorando madres
con los hijos en sus brazos a refugiarse
a los campos. En seguida iban llegando
heridos de nuestras tropas, y como aún
no estaban preparados hospitales los
entraban en las casas, donde les
lavaban las heridas, y curaban con el
mayor agrado y conmiseración; y solo
en una botica se curaron, y aplicaron
las medicinas por el dueño, a más de
doscientos. Se fueron, por los mismos
Vecinos, habilitando casas para
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hospitales, en la calle que nombran del
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de ello a los Franceses no se podían usar
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Santo, porque las que habían servido
(aunque antes habían retirado sus
heridos y enfermos) por los cadáveres
corrompidos que dexaron sin enterrar;
se puso todo esfuerzo en preparar los
ranchos, para que luego comiesen
nuestras tropas, que estaban
batallando desde el amanecer, y lo que
fue más oportuno, y merecerá eterna
alabanza, que a porfía se destinasen
seglares, eclesiásticos y muchachos;
perdida enteramente la aprehensión y
el miedo, a llevar por sí y hacer llevar a
otros agua en abundancia, quanta se
necesitó para refrescar los cañones, y
con que refrigerar la tropa en un día de
tan excesivo calor".
Fragmento de la Descripción de la batalla
de Bailén y auxilio que en ella dieron los
vecinos, 1815.
Recreación de la rendición de Bailén según Casado de Alisal, 1864.
Cuenca, Bujalance, Ceuta… Castaños era
Pero la batalla de Bailén arrastró proble-
El incumplimiento de las capitulaciones
madrileño de origen vasco, la Peña era na-
mas derivados que lastrarían la gloria de su
fue el otro gran problema. Los principales
varro, Venegas extremeño, Grimarest cata-
memoria. El primero fue el de la capitaliza-
oficiales franceses serían enviados a Fran-
lán y José de San Martín, el que sería líder
ción de la victoria. ¿A quién correspondía el
cia por mar, donde, por cierto, serían arres-
de la insurgencia de las Américas fue con-
mérito principal de la misma? La polémica
tados por el encolerizado Napoleón. Pero
siderado “el héroe de Arjonilla”. También
en torno al protagonismo real que cabía
contra lo establecido, los soldados france-
tuvieron un papel fundamental los suizos
atribuir a Castaños, quien realmente no lle-
ses rendidos no volverían a su país. Serían
(Reding), belgas (Coupigny) e irlandeses
gó a participar en la batalla, y a Reding y
confinados en Cádiz y enviados a Cabrera.
(Jones). La victoria fue plenamente del
Coupigni, máximos responsables de las
De la decisión se le acabaría echando la cul-
ejército español, mucho más que luego lo
únicas fuerzas que combatieron, se presen-
pa a Tomás Morla, el futuro general afran-
serían Arapiles o San Marcial. Bai-
tó como confrontación entre la Junta de Gra-
cesado que propiciaría la fácil rendición de
lén traería consigo la formación
nada y la de Sevilla a la hora de absorber las
Madrid en diciembre de 1808.
de la Junta Central en septiem-
mieles del triunfo. Granada inculpó a Casta-
Otro punto de controversia se cifró en
bre de 1808 y el abandono de
ños su vinculación a Sevilla y reivindicó el
torno a las estadísticas reales de la batalla,
Madrid por José I el 1 de agos-
papel de los granadinos como artífices de la
que variaron según diferentes informes con
to. Si la alegría estaba justi-
victoria. Públicamente, los que en la capitu-
una tendencia a ir aumentando el número
ficada, no tiene perdón la pé-
lación se erigieron como generales victorio-
de participantes y muertos en el combate.
sima gestión de la victoria
sos fueron Castaños y de la Peña, cuando a
Conforme avanza el tiempo se constata la
nivel popular el auténtico héroe fue Reding.
auténtica carnicería que fue Bailén. La ti-
que se hizo después.
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La controversia
de las cifras
■ En su informe provisional del 27
de julio, Castaños hablaba de un
ejército francés de 20.800 hombres
(10.000 hombres, con 971 caballos
y 23 piezas de caballería en la
división de Dupont y 10.800
hombres, 1.086 caballos y 12 piezas
de artillería en la división de
Vedel), un total de 2.028 muertos
franceses (70 oficiales y 2021
soldados), 16.261 rendidos y 2.511
prisioneros (de ellos, 334 oficiales).
Muertos españoles sólo certifica 117
muertos y 498 heridos.
Con más datos en la mano, los
informes posteriores incrementan
el número de muertos franceses a
6.000 (de ellos 309 oficiales),
subrayan todo el material de guerra
capturado ( a destacar, 92 “coches”
cogidos, dos de ellos de hierro
“cargado de oro francés para
sobornos” y 500 carros cargados del
saqueo previo francés a Córdoba),
aumenta también la cifra de
muertos españoles (243 muertos
con 735 heridos) y reconoce que la
cifra de participantes españoles era
mayor que la de los franceses
(asumen que intervinieron unos
22.000 hombres en el ejército
español). Todos los historiadores
franceses e ingleses han elevado
más aun el número de
participantes españoles (Orman
habla de 34.000 y Gasset eleva el
número a 40.000).
midez inicial de Castaños da paso a la épica
Las grandes obras sobre la guerra, tanto
Ayuntamiento, clero y vecinos de Bailén”.
militar, convirtiéndose Bailén en el referen-
conservadoras como liberales, escritas an-
Parece que se trata de reivindicar los méri-
te de la épica española, permanente recor-
tes de 1814 le dedicaron poco espacio a la ba-
tos de la ciudadanía ante el rey retornado.
datorio de las capacidades del ejército regu-
talla en sus descripciones.
Aunque las propuestas de compensaciones y prebendas de la villa de Bailén, como
lar español frente a los franceses. El desarrollo de la guerra no avaló precisamente, salvo
RECUPERACIÓN DEL MITO. El retorno de
tantas otras que se formularon a Fernando
momentos muy puntuales, los méritos del
Fernando VII que implicaría el nombra-
VII, cayeron en saco roto, la memoria his-
ejército español. La trayectoria militar del
miento de Castaños como consejero de Es-
tórica de Bailén se relanzó tras años de es-
propio Castaños no puede ser más mediocre
tado y capitán general de Cataluña, rompe-
tancamiento. En 1816 se crea una comi-
(fue derrotado en Tudela, no participó ni en
rá el silencio discreto sobre Bailén y relan-
sión dirigida por Francisco Javier Cabanes
Alcañiz ni en Talavera) y su currículum como
zará el mito. El mejor testimonio de ello es
para el estudio de la guerra contra Napo-
miembro de la Regencia fue más bien peno-
la Descripción de la batalla de Bailén y auxilio
león. Sólo se publicó un volumen y no lle-
so, especialmente desde el punto de vista de
que en ella dieron los vecinos que se publicará
gó a Bailén. Pero en cambio, florece la po-
los liberales.
en Jaén en 1815.
esía épica antes del Trienio Liberal, con
Por todos estos factores, la batalla de Bai-
El texto de José Antonio Carrero, alcalde
Castaños, entonces capitán general de
lén se va diluyendo como mito a lo largo de
y vecino de Bailén coetáneo a los hechos,
Cataluña de protagonista constante. A
la guerra. La última referencia en la Gaceta
más que detenerse en la épica militar, lo
destacar, la España restaurada por la vic-
del Gobierno data del 25 de julio de 1809. No
que persigue es subrayar el trascendental
toria de Bailén y al excelentísimo señor
vuelven a aparecer referencias hasta 1813.
papel que en la victoria tuvo la sociedad, “el
don Francisco Castaños:
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¿Quién cómo Cataluña merecía
en un seno renacer
Albergar en su seno a tal guerrero
cielos guardad a Castaños
Pues si él cogió laureles el primero
y por no malos caminos
Ella los arrancó al que los ceñía?
el Segre sus cristalinas
De Barcelona el premio fue Castaños
caudales irá a rutar…
Y el premio de Castaños fue Barcelona.
Como puede verse, la memoria de Bailén
En febrero de 1817 se edita un drama en
en estos años de ser sevillana en sus inicios,
cuatro actos titulado: Dupont rendido o el
se convierte en una memoria fundamental-
triunfo del patriota en los campos de Bailén,
mente catalana en tanto que Bailén se con-
con una dedicatoria a Castaños que reza:
vierte en la gran excusa para halagar hasta
“El patriota español levantó su voz contra los enemigos de su independencia y en
extremos increíbles al general Castaños, capitán general de Cataluña.
los campos de Bailén cimentó el edificio de
La polémica sobre la condena a muerte
su libertad. Bailén vio con admiración hu-
del general Lacy tras su pronunciamiento
millar las falanges francesas, su altiva cer-
contra Fernando VII, firmada por Casta-
viz a soldados que despreciaban y recibir el
ños, generó una gran crisis de popularidad
orgulloso Dupont la ley de los mismos a
en su figura, que dejó la Capitanía General
quienes pretende imponerle. Si Excmo. Ge-
en 1820. Castaños no resucitará política-
neral V.E. salvó a la patria en aquella memo-
mente hasta 1833 en que es nombrado
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rable batalla la fama llevó a nuestra Catalu-
grande de España y duque de Bailén. Un
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ña con la velocidad del rayo el feliz resultado
año más tarde será presidente del Esta-
de aquel día…”
mento de Próceres. Bailén estará práctica-
40
Jaime Balmes y el
proyecto de
monumento en 1846
El obispo de Vic, Raimundo Struch el 11 de
mente olvidada en las obras de los historia-
julio de 1819 dedicaba a Castaños un largo
dores y publicistas políticos de la época:
brindis del que escogemos algunos párrafos.
Canga Argüelles (1829), por ejemplo, sólo
Ved Castaños, la patria adorada
se preocupa de acusar a los ingleses de la
en suspiros y llantos hundida
peripecia de los desterrados franceses a Ca-
■ "La Idea de erigir un monumento en
a tan feliz perspectiva
brera. Pero tampoco florece especialmente
los campos de Bailén, en el mismo
levanta el Urgel en frente.
en las grandes obras de Muñoz Maldona-
sitio en que el general Dupont, con
Y las esperanzas siente
do, Toreno y Príncipe de los años treinta y
mas de veinte mil franceses, entregó
las armas al general Castaños,
siquiera haya nacido en circunstancias
en que se la podría mirar como una
expresión de resentimiento, es una
idea altamente nacional en sí misma,
digna de que la apoyen todos los
españoles. En este punto nosotros nos
olvidamos de que hayan sido los
primeros promovedores de ella
nuestros adversarios políticos.
Monumentos de esta naturaleza
contribuyen á sostener el espíritu de
nacionalidad, son un recuerdo á las
generaciones presentes de lo que
hicieron las generaciones pasadas, y
en momentos de peligro alientan á
imitar hechos heroicos que salvaron la
independencia de la patria.
Mas por lo mismo que este
pensamiento es altamente nacional,
es preciso que en su ejecución
desaparezca la mano de los partidos, y
no se vea otra cosa que la España.
Quien humilló en Bailén á las
águilas imperiales, no fueron
los partidos, que entonces
¡triste recuerdo! entonces
no existían; quien las
humilló fue la nación,
al grito de su
independencia".
Benito Pérez Galdós dedicó uno de sus Episodios Nacionales a Bailén.
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cuarenta, que parecen preocuparse por subrayar los saqueos franceses previos a Bailén, criticar el papel de la Junta de Sevilla y
poner de relieve el conjunto de circunstancias aleatorias (empezando por el calor)
En 1850 comienza una nueva etapa el mito de Bailén, apagado
durante algún tiempo. La segunda mitad del XIX fue poco evocadora,
aunque Galdós lo integró dentro de sus ‘Episodios Nacionales’
que influyen en el resultado de la batalla.
De 1846 data el proyecto de monumento
motivo de su muerte, escritas por Ángela
público a la batalla que no prospera entonces
Morejón, Rodríguez Rubí, Braulio Ramírez,
ni en 1852 cuando vuelve a plantearse. La rei-
José Selgas, Emilio Bravo, Eugenio Rubí en-
na dona a la ciudad una estatua romana de
tre otros. En 1858, Pedro Niceto de Sobrado
Iberia. El tema del monumento a Bailén sus-
escribe un drama histórico sobre Bailén en
■ La opinión crítica de Blanco
citó una notable polémica.
cinco actos, representado en el Teatro Nove-
White contra la celebración de
dades de Madrid el 24 de noviembre.
Bailén en Sevilla:
En 1850 empieza una nueva etapa en el
mito de Bailén, en buena parte, provocado
por el capítulo de Bailén de la Historie du
En 1864 Casado del Alisal pintó su célebre
cuadro sobre Bailén.
Blanco White contra la
celebración de Bailén
“He llegado con el tiempo justo de
ser testigo de la ilimitada alegría
que la derrota del ejército de
Consulat et de l’Empire del historiador y polí-
La segunda mitad del siglo XIX fue poco
tico francés Thiers (1845), muy poco grata
evocadora del mito de Bailén. Galdós, ob-
Dupont ha causado en esta ciudad
para los españoles. En 1851 Chamorro escri-
viamente, lo integró dentro de sus Episodios
(Sevilla). Por todas partes resuenan
be una biografía de Castaños, un año antes
Nacionales, pero no es el más relevante de
aclamaciones, y el ensordecedor
de morir éste. En ese mismo año, Juan Fede-
los mismos. Sobre la batalla escriben los
repique de las campanas de la
rico Muntades escribe una Canto épico a la
historiadores Gómez de Arteche y Pérez de
Giralda anuncia la llegada del
batalla de Bailén, dedicado por cierto a Prim
Guzmán (éste ya a caballo del centenario de
victorioso General Castaños que,
y con un prólogo de Aribau; Emilio Olloqui
1908) con clara tendencia a asignar a Re-
más sorprendido que ninguno de
escribe una oda a la victoria de Bailén, que
ding los méritos de la victoria antes que a
sus compatriotas por el triunfo de
fue premio de la Academia española y Apa-
Castaños. Lord Dics (probable seudónimo)
sus soldados, viene a dar gracias
risi y Guijarro escribe un poema sobre Bai-
escribirá una nueva biografía de Castaños
ante el cuerpo de San Fernando...
lén. Un año después, es Ferrer del Río el que
en 1908, pero hasta 1947 con la biografía de
Pero hay algo muy melancólico en
dedica una oda a Bailén, y Gertrudis Gómez
Mozas y 1958 con la obra de Prieto Llovera,
el incontrolado entusiasmo que
de Avellaneda publica El héroe de Bailén, con
no tendremos la revisión un punto hagio-
reina en Sevilla. Adormecidos en
una corona poética de glosas a Castaños con
gráfica del general. ■
una seguridad que amenaza con
muerte inmediata a cualquiera que
se atreviera a turbarla con una
palabra de cautela, tanto la Junta
como el pueblo creen que la guerra
ha terminado con este simple
golpe, y mientras pierden en
procesiones y te deums un tiempo
precioso para seguir avanzando
sobre Madrid, su falta de previsión
y la ignorancia supina de la
capacidad de represalia del
enemigo los mueve a pedir en voz
alta el incumplimiento de la
capitulación”.
Más información
■ García Cárcel, R.
El sueño de la nación indomable. Los mitos de
la Guerra de la Independencia.
Temas de Hoy. Madrid, 2008.
■ Prieto Llovera. P.
El Grande de España, capitán general
Castaños, primer duque de Bailén y marqués
de Portugalete. Madrid, 1958.
■ Actas de las Jornadas sobre la Batalla de
Bailén y la época contemporánea.
Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Jaén. Jaén, VII vols.
1999-2008.
Portada de una partitura musical compuesta en 1808 a la victoria de Bailén.
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La Batalla paso a paso:
ataques, repliegues y
victoria
FRANCISCO VELA
ESCRITOR E ILUSTRADOR
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Bailén
Mengíbar
19 de julio de 1808
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l ejército español, al mando del general Reding,
se divide en tres cuerpos. La Vanguardia al mando de Venegas, cruza el río Guadalquivir por el
vado del Molino, marchando de frente a los montes de
Jabalquinto. El segundo cuerpo, el grueso de la división,
cruza por el mismo vado, gira a su izquierda y marcha
hacia la llanura de la barca, frente a Mengíbar, donde
acampan dos batallones imperiales (uno del 4º suizo y
otro de la 1ª Legión), dos cañones y un destacamento de
dragones. El tercer cuerpo, o de reserva, queda en Mengíbar, con la artillería apoyando el cruce del río.
Con los franceses en retirada, los españoles les persiguen por el camino de Bailén, hasta cruzar el río Guadiel. En ese momento, y procedentes de Bailén, se presenta la división del general Gobert, unos dos batallones
del 7º provisional de infantería, el 2º provisional de coraceros y 6 cañones. Unos 1.400 hombres que se unen a las
fuerzas en retirada de Mengíbar.
Con ambas divisiones frente a frente se producen una
serie de combates protagonizados por ataques españoles
LA PRIMERA VEZ DE NAPOLEÓN
16 de julio de 1808
R
eding, ahora reforzado con la división del general
Coupigni, ocupa Bailén el 18 de julio. Mientras esto
ocurría, Dupont ha decidido abandonar Andújar,
creyendo que dejaba atrás al ejército español, sin saber que
la mitad de éste, se halla ya en Bailén. Así pues el 19, mientras dos divisiones francesas combatirán con dos españolas
en Bailén, dos divisiones galas se hallan en La Carolina, y
otras dos hispanas en Andújar, desconocedoras de lo que estaba sucediendo a las afueras de Bailén.
Los franceses, que van llegando al campo de batalla, de
manera paulatina, lanzan varios ataques contra la línea española, solidamente plantada en el camino Real a ambos
flancos de una batería de cañones de batalla de a 12 libras.
Una primera fase se salda con el desalojo de la Vanguardia española de la Cruz Blanca por la Vanguardia
francesa.
Una segunda fase se salda con la victoria de la caballería francesa sobre el extremo del ala izquierda española
en el Haza Walona. Pero el ataque simultáneo de la infantería es rechazado.
y repliegues franceses, apoyados por cargas de los
Una tercera fase, en el extremo del ala derecha espa-
coraceros. En la última de éstas, y a la altura del
ñola, se salda con su derrota tras el intento de éstos de
cerro de la Harina, el general francés Gobert,
flanquear a los franceses por los Zumacares.
cae mortalmente herido, y Dufour, su segun-
Una cuarta fase, protagonizada por un nuevo ataque
do, decide retirarse hacia Bailén y poste-
de la infantería francesa, es nuevamente rechazada, por
riormente hacia Guarromán. El ejército
los cañones de la batería central.
español, agotado y sediento, hace lo propio,
Una quinta fase, con un postrer y desesperado ataque
pero hacia Mengíbar, donde espera recu-
francés, esta vez liderados por los Marinos de la Guardia,
perarse a la espera de refuerzos. ■
es igualmente detenido al pie de los cañones españoles. ■
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Las fases de la batalla
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Noche cerrada
Amanece
(ENTRE LAS 3.00 Y LAS 4.00 H.)
(ENTRE LAS 5.00 Y LAS 7.00 H.)
Desde el punto de vista militar, la
PRIMERA FASE. La Vanguardia francesa,
SEGUNDA FASE. El grueso del ejército fran-
frase que mejor resume lo que
compuesta por tres compañías de élite, un
cés, junto al general Dupont, llega a la Cruz
batallón de la 4ª Legión y un escuadrón de
Blanca. Comprueba el despliegue español, y
cazadores a caballo, desaloja al despreveni-
mientras prepara una columna de ataque,
del militar inglés Charles Oman:
do piquete de la Guardia Walona del Vento-
despacha a su brigada pesada de caballería
“En aquella curiosa campaña, lo
rrillo, próximo al puente del río Rumblar.
(Dos regimientos de dragones y un escuadrón
probable nunca ocurrió, y todo se
Prosigue su marcha hacia Bailén, donde a la
de coraceros) a desalojar el Haza Walona. La
altura de la Cruz Blanca se topa con la Van-
carga, después de una primera tentativa de los
guardia española del general Venegas. Ésta,
regimientos suizos del general Schramm, des-
imprevista”. La población local
compuesta por los batallones ligeros de
banda a las fuerza españolas, capturando dos
apoyó en todo cuanto pudo a sus
“Barbastro”, “Voluntarios Catalanes” y “1º
banderas con las que regresa a la Cruz Blanca.
tropas. La ayuda más importante
de Granada”, así como de los escuadrones de
Mientras esto ocurre, una primera colum-
“Numancia” y “Olivenza”, se retira precipi-
na de ataque, compuesta por tres batallones de
tadamente hacia el extremo de lo que será el
la 4ª Legión y uno del 3º regimiento suizo, ata-
ala derecha del despliegue español por las
can el Centro español, siendo rechazados por el
que los cronistas señalan como
faldas del cerro Valentín, excepto los grana-
fuego graneado de las piezas de a 12ª españolas.
“especialmente caluroso”. Pero
dinos, que por su posición lo hacen hacia su
En ese momento, los regimientos de caballería
retaguardia, ubicándose en el centro.
de “Borbón” y “Farnesio”, liderados por los ga-
ocurrió en la batalla de Bailén es la
desarrolló de una forma
fue, sin duda, el suministro de
agua para los soldados, en un día
como toda batalla, Bailén también
contó con la táctica y la estrategia.
Durante la hora que transcurre en estos
rrochistas andaluces, cargan contra las colum-
movimientos, el general Reding ha des-
nas francesas en retirada, que se defienden en
plegado su ejército a ambos lados del ca-
orden, causando muchas bajas a los españoles.
mino Real, donde coloca el esfuerzo prin-
En el momento en que la caballería española se
cipal de su defensa, la batería de cañones
repliega, es cargada por la francesa, que tras re-
de a 12”. Pero comprende que ha dejado su
gresar del Haza, victoriosa, recibe la orden de
flanco izquierdo desguarnecido y decide
Dupont de proteger la retirada de la infantería.
reforzarlo, despachando apresuradamen-
En la melé que se produce, ambas caballerías
te hacia el Haza Walona, al regimiento de
caen sobre la batería española del ala derecha,
“Jaén”, una compañía de zapadores y un
seis cañones de a 8ª, y tras una dura defensa por
destacamento de caballería del regimien-
parte de artilleros, infantes y jinetes, consi-
to de “España”.
guen rechazar a los franceses.
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Claridad
Sol y calor
(ENTRE LAS 8.00 Y LAS 8.00 H.)
(ENTRE LAS 10.00 Y LAS 11.00 H.)
Mucho sol
y mucho calor
(ENTRE LAS 11.30 Y LAS 12.30 H.)
TERCERA FASE. Mientras se produce el
CUARTA FASE. Con los flancos despejados
QUINTA FASE. Dupont, desesperado, pues
ataque al Centro, al Haza Walona, llegan,
de enemigos, Dupont organiza una segun-
no sabe dónde se halla parte de su ejército,
por un lado, el regimiento suizo al servi-
da columna de ataque. A los dos batallones
las divisiones Vedel y Gubert, y sabiendo
cio de España “Reding” nº 3, y por el otro,
de la 4ª Legión, se les unen los dos de la re-
que el ejército español que dejó atrás, en
los regimientos, ahora al servicio de Fran-
cién llegada 3ª. Las cuatro columnas llegan
Andújar, puede llegar en cualquier mo-
cia, pero antaño al de España, “Reding”
hasta la distancia de un disparo de fusil, in-
mento, decide un último ataque con todo
nº 2 y “Preux” nº 6. Tras un primer mo-
tercambian fuego con la línea española, pe-
lo que tiene a mano. Para ello, retira del
mento de confusión, se reconocen y con-
ro las sucesivas descargas de la artillería es-
puente del Rumblar el batallón de “Mari-
fraternizan, quedando desde ese momen-
pañola, acaban por hundir su moral, tras
nos de la Guardia”, que flanqueado por los
to, ese flanco en calma.
una elevada pérdida de hombres, especial-
restos de la 3ª y 4ª Legión, y cubiertos a de-
Transcurridos estos dos primeros ata-
mente de oficiales. Nuevamente, y ante la
recha e izquierda por los restos de su caba-
ques franceses, el general español Reding
precipitada retirada de la infantería france-
llería, se lanzan en suicida carga.
ordena a Venegas que extienda su línea ha-
sa, Dupont ordena a sus cazadores a caballo
Como los anteriores, llegan a tiro de fu-
cia el cerro Valentín. Para ello, desplaza al
que salgan a proteger el repliegue. En pleno
sil, incluso algunos afirman que hasta el pie
escuadrón de “Olivenza” y los dos batallo-
ataque, el general Dupré cae muerto por un
de los cañones españoles, pero al igual que
nes del regimiento de “Órdenes Militares”,
proyectil de metralla.
en los otros ataques, las descargas de metra-
que de manera imprudente se adelantan
A estas alturas del día, el calor ha ido
lla de las piezas de a 12”, son demasiado para
demasiado, se separan uno de otro y rom-
creciendo paulatinamente, y a las 11.00 de
los franceses, que ante el gran número de
pen su formación. Mientras esto ocurría,
la mañana, actuales 13.00 según el hora-
bajas que sufre, y justo tras ver caer herido a
han llegado al campo de batalla, los dos ba-
rio del siglo XXI, ronda ya los 40º. Los
su general, se retiran, esta vez en desorden
tallones de la “Guardia de París” y los dos
franceses han protagonizado cuatro fero-
y confusión hasta la Cruz Blanca, donde po-
de la 3ª Legión, que rápidamente se des-
ces combates sin apoyo logístico para pa-
co después, ante la imposibilidad de reunir
pliegan frente a la derecha española. Pre-
liar la sed y el cansancio. Por el contrario,
un nuevo ataque, y la llegada del ejército de
cedidos por los cazadores a caballo del ge-
los españoles, que igualmente han aguan-
Castaños al puente del Rumblar, el ejército
neral Dupré, cargan a los infantes de “Ór-
tado a pie firme, al sol, sin lugar al que
francés capitula.
denes” que, sorprendidos, se desbandan y
resguardarse, han contado con la inesti-
Un postrer combate en la retaguardia es-
retiran hacia la retaguardia española. Solo
mable ayuda de las gentes de Bailén, que
pañola, protagonizado por el general Vedel
la llegada in extremis del batallón de la
con cántaros de agua han ido acudiendo a
a eso de las 14.00 horas, llega tarde, y tras
Guardia Walona, rehace la línea y restable-
la línea española en socorro de los agota-
parlamento, el ejército francés, unos
ce la situación.
dos soldados.
18.000 hombres, se rinde al español.
Los mozárabes, los cristianos hispanos sometidos a los conquistadores árabes, siguen siendo unos desconocidos
para el gran público. Su presencia fue ignorada y deformada por las fuentes escritas hispanoárabes, interesadas
en relatar sólo los avatares de sus propias élites. Un grupo social complejo, sujeto a grandes contradicciones, que
se debatía entre el mantenimiento de sus creencias y la atracción de la cultura dominante. Su aportación al rico
legado de aquella mitificada al-Andalus fue de gran importancia.
Al-Andalus, ¿un país islámico?
El legado de la realidad mitificada de las tres culturas
BRAULIO VÁZQUEZ CAMPOS
DOCTOR EN HISTORIA
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a conquista árabe de la Hispania visigoda, comenzada en el 711, no fue
una tarea ardua para los vencedores:
en diez años habían sojuzgado las regiones
más ricas y pobladas de la Península, escapando sólo a su control la franja norteña.
Árabes y bereberes vieron facilitada su labor
por la descomposición interna del reino go-
DURANTE LA DINASTÍA
OMEYA EN CÓRDOBA, DE LOS
SIGLOS VIII AL X, LA GRAN
MAYORÍA DE LOS SÚBDITOS
DE EMIRES Y CALIFAS
ERAN MOZÁRABES
nes, de manera que por el año 1000 los mozárabes habían quedado reducidos a una
cuarta o quinta parte de la población.
Los desastrosos avatares que sufrió la España musulmana a partir del siglo XI repercutieron muy negativamente sobre los cristianos (y también sobre los judíos) ya que
las minorías suelen ser las primeras vícti-
do, cuya nobleza estaba más interesada en
mas de las crisis. Las guerras entre los rei-
pactar con los nuevos amos, a cambio de ver
nos de taifas en los que se dividió el Califato, y las invasiones de los norteafricanos al-
respetada su posición de privilegio, que en
luchar y arriesgarse a perderlo todo. Los his-
Medio. Parece ser que durante la época de go-
morávides y almohades, especialmente in-
panos sometidos quedaron convertidos casi
bierno de la dinastía Omeya en Córdoba (si-
tolerantes con las minorías religiosas, lle-
de la noche a la mañana en extranjeros en
glos VIII-X), la gran mayoría de los súbditos
varon en algunos casos a la aniquilación de
su propio país. Ese es el significado del tér-
de los emires y califas estuvo constituida por
comunidades mozárabes, a la deportación
mino con el que más frecuentemente fue-
mozárabes. Sólo en el siglo X, coincidiendo
de otras, y en una gran proporción, al exilio
ron llamados (y se autodenominaron):
con la edad dorada de al-Andalus, se produjo
con destino a los reinos cristianos peninsu-
achemíes. Sin embargo, son más conocidos
un incremento exponencial de las conversio-
lares. A pesar de todo, subsistieron los mo-
en la actualidad como “mozárabes”, del ára-
zárabes, de forma residual, incluso en la
be musta’rab, que quiere decir “arabizado”,
Granada nazarí, última etapa de la presen-
El idioma
de los mozárabes
cia musulmana en España.
mentaron.
CONVERSIÓN LENTA. Algunos historiado-
■ Los mozárabes hablaron una lengua
La presencia mozárabe en al-Andalus fue ig-
res han aventurado que los conquistadores
romance parecida al resto de las
norada y deformada por las fuentes escritas
árabes, bereberes y sirios que fueron llegan-
peninsulares, aunque más mezclada
hispanoárabes, sólo interesadas en relatar
do a raíz de la invasión supondrían entre el 5
con vocablos hebreos y árabes. En este
los avatares de sus propias élites. Por otra
y el 10% de los cuatro o cinco millones de ha-
dialecto latino se han conservado
parte, los textos de los cristianos andalusíes
bitantes que podía tener la España visigoda
“jarchas” (últimos versos de la
que han llegado hasta nosotros son pocos y
hacia el 711.
composición poética llamada
muy ideologizados. No obstante, sí pode-
moaxaja) como la que sigue:
mos afirmar que los mozárabes fueron un
principio, la inmensa mayoría de los hispa-
“Vayse meu corachón de mib:
grupo social complejo y con fuertes contra-
nos conservaron su fe cristiana. Las infor-
ya Rab, ¿si se me tornarad?
dicciones internas. A las grandes diferen-
maciones indirectas derivadas de estudios
¡Tan mal meu doler li-l-habib!
cias sociales y de modos de vida, herencia
arqueológicos, análisis genealógicos y cróni-
Enfermo yed, ¿cuand sanarad?
del reino visigodo (entre aristocracia y pue-
cas indican que el ritmo de conversiones a la
Mi corazón se me va de mí.
blo llano, entre mundo rural y mundo urba-
fe de Mahoma fue muy lento. Esta hipótesis
Oh Dios, ¿acaso se me tornará?
no), venía a añadirse un elemento perturba-
coincide con lo que sabemos de otras regio-
¡Tan fuerte mi dolor por el amado!
dor: la atracción que ejercía la cultura y la
nes conquistadas por el Islam, como por
Enfermo está, ¿cuándo sanará?”
lengua dominantes políticamente, la ára-
ejemplo los Balcanes, donde cinco siglos de
Rico, F.: Poesía de España, (pág. 41)
be, sobre todo entre los grupos dirigentes
dominación turca sólo dejaron un 15% de
Círculo de Lectores, Barcelona, 1996.
(incluido los obispos) y entre la población
viva muestra de la aculturación que experi-
Todo nos lleva a presumir que, en un
musulmanes conversos, o el propio Oriente
SOCIEDAD EN PERMANENTE TENSIÓN.
urbana, más abierta a las novedades. Esta
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Miniatura del Beato de Facundo, uno de los ejemplares ilustrados del “Comentario del Apocalipsis”.
Escrito por el monje Beato de Liébana, seguramente un mozárabe exiliado, a fines del siglo VIII.
LOS CLÉRIGOS ANDALUSÍES
EXILIADOS INCULCARON A
LOS PRIMEROS REYES
ASTURIANOS LA IDEA DE
QUE ERAN HEREDEROS DE
LOS MONARCAS VISIGODOS
de las señas de identidad de su pueblo. Esto
tuvo un indeseable efecto secundario: en
gran medida, se paralizó la innovación en la
cultura mozárabe por culpa del tradicionalismo. Otros serían los encargados de abrir
nuevas vías artísticas, científicas y teológicas partiendo de la rica herencia del mundo
visigodo y la aportación de Oriente: los cristianos del Norte y los muladíes que, como
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Ibn Hazm, se expresaban en árabe.
La tensión entre adaptación a lo ajeno y
Interior de la iglesia del monasterio de San Miguel de Escalada, en León.
conservación de lo propio llegó a afectar a las
relaciones con las autoridades islámicas. Éstas eran en general respetuosas con las reli-
seducción se hizo extensiva en muchos ca-
iban orientalizando cada vez más, sobre to-
giones de las “gentes del Libro” (ahl al-kitab,
sos a la religión, dando lugar al nuevo grupo
do aquellos que estaban en más estrecho
cristianos y judíos), a cambio de que paga-
de los muladíes, los descendientes de hispa-
contacto con la administración andalusí:
ran unos impuestos especiales, que los con-
nogodos convertidos, por interés o por con-
funcionarios, recaudadores de impuestos,
vertían en dimmíes, protegidos tributarios.
vicción, al Islam. Pero sin necesidad de
soldados... Los mozárabes puristas y los
De este modo pudo continuar existiendo la es-
apostatar del cristianismo, los mozárabes se
cristianos extranjeros denunciaban que sus
tructura diocesana de la Iglesia visigoda, bajo
correligionarios más laxos, a imitación de
la estrecha supervisión política de emires y ca-
los musulmanes, adoptaban nombres ára-
lifas. Sin embargo, cuando los cristianos pre-
Martirios voluntarios
bes, se circuncidaban, se abstenían de co-
tendieron ir más allá de los límites marcados
mer carne de cerdo, tenían varias concubi-
por la religión oficial, los soberanos cordobe-
■ San Eulogio de Córdoba explica la
nas, juraban por Mahoma y usaban la len-
ses dieron la verdadera medida de su toleran-
reacción que tuvo entre los mozárabes
gua árabe con mayor perfección que los pro-
cia. Especialmente grave en este sentido fue
más devotos la ejecución, ordenada
pios beduinos.
el movimiento de los “martirios voluntarios”
Como reacción a este fenómeno se pro-
en el siglo IX, durante el conflictivo emirato
sacerdote Perfecto (850), acusado de
duciría en diferentes momentos la afirma-
de Muhammad I, cuando numerosos mozá-
insultar públicamente a Mahoma.
ción visceral de la tradición cristiana visigo-
rabes cordobeses fueron ejecutados por pro-
“Aquel espantoso crimen [...] obligó a
da y la lengua latina por parte de grupos de
clamar en público su creencia en que Maho-
muchos que gozaban de la dulce
clérigos y seglares, alarmados por la pérdida
ma era un falso profeta. Acaso las fuentes que
por las autoridades cordobesas, del
narran tales “martirios voluntarios” (San Eu-
contemplación de Dios entre las
logio de Córdoba, decapitado en 859, y Álvaro
fragosidades de los montes y la soledad
El rebelde Umar Ibn
Hafsún, criptocristiano
de Córdoba) exageraran la represión que se
diendo en las almas un abrasado ardor
■ “Dios reveló el secreto del hereje
también se hacía patente en los castigos que
de morir por la fe cristiana. [...] Los
Umar b. Hafsún, poseedor de este
sufrían los musulmanes que se convertían al
perseguidores [...] quedaron aterrados
castillo en su extravío, y manifestó su
cristianismo, o en la prohibición de que la
por el gran número de confesores que
vacilación tras aparentar ser
descendencia de un padre musulmán y una
se ofrecían espontáneamente al
musulmán, y su aferramiento al
mujer cristiana adoptara la fe de la madre.
peligro. Llegó a tal extremo el miedo
cristianismo y confusión con el paso
Otra forma de resistencia a ser asimilado
que se apoderó de todos a medida que
del tiempo, llevando a exhumar sus
fue el fenómeno del “criptocristianismo”:
aumentaban los decididos campeones
restos de su reciente enterramiento,
conversos al Islam que en realidad seguían
de la fe, que creyeron amenazados de
donde su maldito cadáver fue
siendo católicos de corazón. Quizás el caso
total ruina y exterminio el reino y el
descubierto enterrado sobre la espalda,
más notable sea el de Umar ibn Hafsún (840-
Estado, y los dirigentes de la cosa
de cara a Oriente, con los brazos sobre
917), descendiente del noble godo “Adefons”,
pública rogaron con instancias a
el pecho, como hacen los cristianos.”
dominante en la Serranía de Ronda en tiem-
nuestros héroes que se abstuviesen de
Ibn Hayyán, Al-Muqtabis
pos de la invasión árabe. Umar aprovechó la
aquellos alardes de valor.”
Citado en Los mozárabes:
crisis del Emirato Omeya iniciada con el emir
San Eulogio, Memoriale Sanctorum.
Una minoría olvidada, (pág. 26).
Muhammad I (852-866) para establecer un se-
de los bosques, a lanzarse libre y
espontáneamente a maldecir del
fementido profeta Mahoma, encen-
produjo entonces, pero es indudable que existió. Esta desigualdad entre ambas religiones
ñorío independiente con capital en la mala-
SIN APOSTATAR DEL
CRISTIANISMO, QUIENES
ESTABAN EN CONTACTO
CON LA ADMINISTRACIÓN
ANDALUSÍ SE FUERON
ORIENTALIZANDO MÁS
gueña fortaleza de Bobastro, desde donde
mantuvo en jaque a los emires durante más
de treinta años. En el cenit de su poder controló una amplia franja que iba de Écija a Jaén.
Hacia el año 900 decidió convertirse (abiertamente) al cristianismo, siendo bautizado con
el nombre de Samuel. Esto le restó numerosos
apoyos de sus fieles musulmanes, pero a pesar de eso resistió en Bobastro hasta su muer-
AH
te en 917. ¿Qué significado tuvo la conversión
de Umar a la fe de Jesús? ¿Fue una estrategia
política, para atraerse el favor de los mozára-
Vista general de la basílica mozárabe de Bobastro en Málaga.
bes y del reino asturleonés, y crear un estado
independiente del emirato cordobés? ¿O fue la
manifestación final del criptocristianismo
lus a los reinos cristianos. Fueron los cléri-
conquistas en el valle del Ebro. Enrique-
mantenido por aquella familia aparentemen-
gos andalusíes exiliados los que plantaron
ciendo la tradición mestiza de los nuevos
te musulmana durante generaciones? Impo-
en los primeros reyes asturianos la idea de
reinos cristianos, los mozárabes no tarda-
sible saberlo, aunque el relato de otro muladí,
que eran legítimos herederos de los mo-
rían muchas generaciones en volver a ha-
Ibn Hayyán, sobre el enterramiento de Umar
narcas visigodos, y que debían restaurar la
bitar las ciudades andalusíes de las que
a la manera cristiana da que pensar.
perdida unidad de España. Crearon, así,
habían salido. ■
el ideal de Reconquista, fuerza motriz de
EL LEGADO MOZÁRABE. No obstante lo
la Edad Media peninsular. Ellos también
apuntado acerca de los roces dentro de la so-
contribuyeron a conformar el arte prerro-
ciedad mozárabe y de ésta con su entorno mu-
mánico que se difundió por iglesias y mo-
sulmán, lo cierto es que la convivencia entre
nasterios de la Meseta Norte. Asimismo,
las distintas religiones también tuvo sus mo-
exiliados mozárabes participaron en la re-
■ Según el anónimo autor de la Vida
mentos de fluidez y beneficio mutuo. Así, la
población de las tierras que se iban ganan-
de San Juan de Gorze, este personaje,
primitiva administración emiral aprovechó
do al Islam. La propia León, capital del rei-
que actuó hacia el año 954 como
de los servicios de mozárabes cultos (incluso
no cristiano más importante hasta el siglo
embajador del emperador alemán
obispos) que conocían bien el arte de gober-
XI, tendría a los mozárabes como elemen-
Otón I ante el califa Abderramán III,
nar; y el arte civil y religioso islámico adoptó
to fundacional. Y el rey aragonés Alfonso I
escuchó las siguientes palabras de un
soluciones arquitectónicas ya presentes en el
el Batallador, en una expedición por la ya
obispo mozárabe:
reino visigodo, como el arco de herradura. Pe-
descompuesta al-Andalus que culminó en
“Nosotros, añadió, somos más
ro también en la vida cotidiana los mozárabes
Granada (1125-1126), se llevó consigo a diez
condescendientes con estos
influyeron, aunque fuera modestamente, en
mil familias mozárabes para repoblar sus
musulmanes. En medio de la gran
la particular idiosincrasia del Islam andalusí,
por ejemplo en su tolerancia hacia el consumo de vino. Hasta en la rigorista época almo-
calamidad que sufrimos por nuestros
Más información
hade, según cuenta Ibn Abdún, las autoridades tenían que prohibir que los barqueros del
La iglesia mozárabe
se amolda al califa
pecados, les debemos aún el consuelo
de dejarnos usar de nuestras propias
leyes, y de que viéndonos, como nos
■ Simonet, F.J.
ven, muy adictos y diligentes en el
Guadalquivir en Sevilla pasaran a Triana, el
Historia de los mozárabes en España (2 tomos).
culto y fe cristiana, todavía nos
barrio mozárabe, a comprar vino a los cristia-
Real Academia de la Historia. Madrid,
consideran y atienden, y cultivan
nos. Y, en sentido contrario, por reiterar sólo
1897-1903.
nuestro trato con agrado y placer,
uno de los aspectos de su aculturación, los
■ AA.VV.
cuando, por el contrario, aborrecen del
mozárabes también se enriquecieron hacien-
Historia mozárabe: ponencias y
todo a los judíos. En las circunstancias
do suya la lengua árabe, a la que tradujeron
comunicaciones del I Congreso Internacional
en que nos hallamos, nuestra
unos Evangelios que en el siglo X ya casi nadie
de Estudios Mozárabes. Instituto de
conducta para con ellos consiste en
entendía en latín; y en caracteres arábigos es-
Estudios Visigótico-Mozárabes de San
obedecerles y darles gusto en todo
cribieron incluso sus nombres romances,
Eugenio. Toledo, 1978.
aquello que no redunda en detrimento
junto al que muchos adoptaban uno árabe.
La huella más profunda en la historia
de España, sin embargo, la dejaron los
mozárabes que emigraron desde al-Anda-
■ AA.VV.
de nuestra creencia y religión.”
Los mozárabes: Una minoría olvidada.
Simonet, F.J.: Historia de los
Fundación El Monte. Sevilla, 1998.
mozárabes de España, t. II, (pág. 608).
JUL
2008
49
El homicidio fue el más grave de los crímenes de la Andalucía bajomedieval. Presente en todos los grupos sociales,
cometido casi siempre por varones y especialmente castigado si era con premeditación, fue un delito ligado al ámbito urbano y a ciertas zonas marginales, donde las riñas y las agresiones tenían como resultado la muerte de alguno de
sus protagonistas. Los factores agravantes o atenuantes del crimen influyeron en el castigo aplicado, que en la legislación fue siempre de pena de muerte, pero que en la práctica resultaba exculpado mediante una carta de perdón.
El historial
de los hijos de Caín
Crimen, homicidio y malos tratos en la época bajomedieval
RICARDO CÓRDOBA DE LA LLAVE
AH
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
JUL
2008
50
E
l protagonismo del homicidio y de
las agresiones físicas entre los crímenes documentados en la Andalu-
cía bajomedieval resulta evidente si hacemos una estadística sobre la documentación conservada entre 1476-1496, relativa a
los reinos de Jaén, Córdoba y Sevilla. En ella
hallamos que homicidios y agresiones con
LAS TABERNAS, MESONES Y
PROSTÍBULOS, CON LA
COMBINACIÓN DEL VINO,
FORASTEROS Y JUEGOS DE
APUESTAS, FAVORECIERON
LAS RIÑAS Y AGRESIONES
nas y mancebías y por la Ribera y en Triana”,
dando a entender con ello que la delincuencia sevillana tenía un ámbito de actuación
bien conocido y circunscrito sobre todo a las
áreas cercanas al puerto. Similares conflictos se producían en la playa y puerto de Málaga, debido a la continua presencia de marineros, galeotes y soldados en su entorno.
resultado de heridas o mutilación suman el
Junto a esos lugares, hay que destacar el pro-
75% del total de los delitos cometidos. ¿Sig-
tagonismo asumido, como marco del crimen, por la propia casa. La vivienda particu-
nifica esto, como han señalado investigadores para el caso de Francia, que es posible
conflictivas a fines del siglo XV eran, con di-
lar es un lugar al que resulta difícil acceder
hablar de un modelo de violencia medieval
ferencia, Sevilla y Córdoba, seguidas por Je-
para el agresor, pero es donde la víctima
donde importan y se denuncian más los de-
rez, Écija, Úbeda, Baeza y Carmona. Llama-
tampoco se puede defender y de donde no
litos contra las personas que contra la pro-
ba la atención el alto índice de delitos de
puede escapar con facilidad.
piedad? Probablemente no, tan solo que los
sangre ocurridos en Córdoba, que alcanzaba
delitos contra las personas han quedado
prácticamente el mismo número que en Se-
LAS CAUSAS. A la hora de preguntarnos
más ampliamente documentados a nivel de
villa, pese a su menor población. La violen-
por los motivos que condujeron al homici-
la actuación judicial en la época medieval
cia bajomedieval tuvo un carácter muy ur-
dio, debemos comenzar indicando que éstos
que los cometidos contra la propiedad. Se-
bano, porque en las ciudades de mayor ta-
casi nunca se explicitan en la documenta-
gún Emilio Cabrera, a fines del siglo XV An-
maño la proporción de delito por habitante
ción medieval, puesto que los testimonios
dalucía se situaba a la cabeza del índice de
fue también mayor.
se refieren más a cómo ocurrieron los he-
criminalidad (en lo tocante a homicidios y
Todos los estudios destacan el protago-
chos que a los antecedentes que pudieran
heridas como resultado de una agresión),
nismo alcanzado por las zonas marginales
contribuir a explicarlos. Pero son muy
con un crimen por cada 4.716 habitantes,
de las ciudades y por los establecimientos
abundantes los casos donde los declarantes
siendo superada tan solo en el ámbito caste-
más conflictivos situados en ellas (tabernas,
exponen que el crimen se produjo en el
llano por el País Vasco (cuyo porcentaje al-
mesones, prostíbulos) como marco del cri-
transcurso de un “ruido” o de una “cues-
canzaba uno por cada 3.086).
men, lugares donde la presencia de foraste-
tión”, términos que hacen referencia a un
Por territorios, en Sevilla se cometieron
ros desconocidos, el calor del vino y los jue-
enfrentamiento puntual y momentáneo
el 51% del total, seguida por los reinos de
gos de apuestas favorecieron las riñas y agre-
entre los protagonistas. Entre los homici-
Córdoba (28,6%) y de Jaén (20,4%), una pro-
siones. En 1495, un vecino del El Puerto de
dios de motivación más evidente se encuen-
porción en consonancia con el reparto de la
Santa María declaraba ante escribano haber
tran los de las esposas adúlteras, que se co-
población. Por lo que se refiere a la distribu-
buscado a tres delincuentes por toda Sevilla,
meten claramente por causa del citado
ción del homicidio por ciudades, las más
pero especialmente “por los mesones, taber-
adulterio y por la afrenta para el honor que
AH
JUL
2008
51
Detalle del asesinato del Duque de Orléans. Manuscrito de la Biblioteca Nacional de París.
éste supone para el marido y para el propio
grupo familiar. De hecho, los documentos
justifican con frecuencia el homicidio cometido con expresiones que hablan del “justo dolor” y del “sentimiento de la honra” del
marido engañado. Otro grupo de relativa
amplitud, y en cierta medida relacionado
con los anteriores, es el que incluye las
LA MAYOR PARTE DE LOS
HOMICIDIOS Y AGRESIONES
EN ANDALUCÍA SE
REALIZARON UTILIZANDO
ARMAS TALES COMO
ESPADAS, DAGAS Y PUÑALES
vantes. ¿Cuáles eran esas circunstancias?
Por ejemplo, que las heridas se produjeran
en rostro y cabeza, donde se producía una
abundante efusión de sangre (tomada como
signo de gravedad de la herida) y podía quedar una marca permanente en la cara o en
lugar claramente visible del cuerpo de la víctima, lo que constituía una injuria. Lo mis-
muertes sucedidas como respuesta ante in-
mo ocurre cuando dichas heridas ocasiona-
jurias recibidas y otras cuestiones de honor.
ron mutilación. Otro motivo por el que los
homicidios revistieron una especial grave-
Y fueron igualmente frecuentes los crímenes ocasionados como respuesta a ofensas
dizas, lanzas y azagayas, que unidas repre-
dad estaba relacionado con el tipo de arma
de naturaleza moral o sexual.
sentan el 14%; las simples piedras tienen un
utilizado para cometerlos, en particular con
La abundancia de armas mantenidas en
protagonismo muy elevado, sumando el
el uso de armas de fuego y de tiro (ballestas,
la época por los particulares determina que,
16%; mientras que es mucho menor el papel
dardos, saetas) pues el empleo de este tipo
en relación con el instrumento utilizado pa-
jugado por las armas de tiro —ballestas y
de armamento revelaba la alevosía del cri-
ra dar muerte a la víctima, encontremos
saetas— con solo el 3% de los casos, y por
men, al causar una muerte con armas ante
alusiones tanto a cuchilladas, puñaladas o
otras armas “atípicas” tales como aguija-
las que la capacidad de defensa de la víctima
estocadas, como a lanzadas y saetadas. En
das, útiles de trabajo o de uso doméstico,
era casi nula y mediante las cuales era posi-
Andalucía la mayor parte de los homicidios
cuyo empleo se documenta únicamente en
ble dar muerte a traición y a distancia.
y de las agresiones se realizaron con espa-
el 10% de los casos.
Y de hecho, la circunstancia que más
das (31%), dagas y puñales (26%), de forma
Los crímenes que la sociedad medieval
gravedad otorgaba a un homicidio, y que
que mediante “cuchilladas” se infligieron
andaluza consideró como de mayor grave-
más veces fue declarada por la víctima para
más de la mitad de las heridas y muertes.
dad fueron aquellos que sumaron a la propia
evidenciar la importancia de los hechos fue
Tras las armas blancas aparecen las arroja-
muerte determinadas circunstancias agra-
la premeditación o alevosía. En efecto, la
LOS ARISTÓCRATAS
TUVIERON UNA MAYOR
IMPLICACIÓN EN LOS CASOS
DE HOMICIDIOS. SU
POSICIÓN LES PERMITÍA
COMPRAR A LOS JUECES
AH
JUL
2008
52
La compasión de los
parientes
■ Perdón otorgado por los parientes
de Antón Ruiz de la Cabrilla, vecino de
Posadas, a Alfonso de Hoces, vecino
de Córdoba, autor de la muerte del
citado Antón.
En los casos de adulterio, el delito quedaba sin pena, por mancillar el honor del hombre.
“Perdón. En dies e ocho de agosto de
setenta e syete años, Juan Rodrígues
sacristán, fijo de Juan Rodígues,
documentación de la época distingue clara-
del delincuente fue la defensa propia. Las
vesyno morador en las posadas,
mente cuando los homicidios se habían pro-
Partidas, el Fuero Real, el Ordenamiento de
lugar e castillo de córdova, otorgó
ducido en el transcurso de riñas, mediando
Montalvo, al indicar “por qué razones no
que perdona e perdonó a alfonso de
provocación o injurias, o como respuesta
merece pena aquel que mata a otro”, inclu-
foçes, fijo de gonçalo de foçes,
ante una ofensa, de cuando habían sido per-
yen entre ellas que el homicidio se haya
defunto que dios aya, vesyno en
petrados de forma intencionada. Los térmi-
producido defendiéndose la víctima ante
córdova en la collaçión de santo
nos empleados en este caso no dejan lugar a
una agresión contra su persona, o sobre
domyngo, que mató a Antón
duda, pues se habla repetidamente de agre-
quien intentaba forzar a una mujer de la fa-
Rodrígues de la cabrilla, su sobrino,
siones o muertes realizadas “a traición” o
milia del homicida, esposa o hija, o sobre
fijo de su hermana, al qual dicho
“aleve”, “por la espalda” o “por detrás”, o co-
quien hubiera entrado a robar en casa del
antón Rodrígues su sobrino mató en
metidas estando el agresor “en acechanzas”,
agresor, pues “natural cosa es y muy guisa-
esta dicha çibdad de cordova en la
esperando a su víctima con horas o, incluso,
da que todo hombre haya poder de amparar
collaçión de santa maryna, en el
días de antelación.
su persona de muerte”.
cochillada en el pescueço avrá dose
EXIMENTES Y ATENUANTES. La otra cara
que no evitan la culpabilidad del agresor, pe-
años poco más o menos tienpo. Et
de la moneda de estas circunstancias agra-
ro que sí la suavizan— la más utilizada fue la
partió mano de todo odio, rencor,
vantes son las que se consideraron eximen-
de argumentar que la muerte o agresión se
malquerençia e omesyllo que contra
tes o atenuantes. La legislación medieval
había verificado durante el transcurso de una
el dicho alfonso de foçes tenga o
castellana distinguía con claridad entre el
disputa, discusión o acaloramiento. La legis-
contra sus bienes, e dio por
homicidio premeditado y el fortuito y, den-
lación castellana es tan clara en este punto co-
ningunas todas e qualesquyer
tro de éste, el cometido en defensa propia
mo en el anterior, pues Las Partidas indican
querellas o quexas que contra él
del acaecido por accidente. Así, Las Partidas
que “aun debe ser catada la manera en que fue
tenga, et dio por rotos e casos e
indican que “hay tres maneras de omezillo:
hecho el yerro, ca mayor pena merece el que
ningunos e de ningund valor todos e
la primera es cuando mata un hombre a
mata a otro a traición o aleve que si lo matase
qualesquyer proçesos que contra él
otro torticeramente; la segunda es cuando
en pelea”. También es circunstancia ate-
aya fecho, et que rogava e rogó a la
lo hace con derecho tornando sobre sí; la
nuante que el crimen se cometa como resul-
merçed e altesa de los señores Rey e
tercera es cuando acaece por ocasión”. Por
tado del derecho privado de venganza que,
Reyna de castilla que perdone su
su parte, el Fuero Real afirmaba que “todo
ejercido por los grupos familiares, está pre-
Justiçia mandándole dar su carta de
hombre que matare a otro muera por ello, si
sente hasta el fin de la Edad Media, sobre to-
perdón para que ande salvo e seguro
no si matare a su enemigo conocido o de-
do en casos de delitos contra el honor, la mo-
por onde quisiere…”
fendiéndose, o si lo hallare yaciendo con su
ral y la honra y sobre todo en los casos de adul-
1477.08.18. Archivo Histórico
mujer, hija o hermana, o robando de noche
terio. Las Partidas indican “cómo un hombre
Provincial de Córdoba, Protocolos
en su casa, o si lo matare por ocasión no
puede matar a otro que hallase yaciendo con
Notariales de Córdoba, Oficio 14, Legajo
queriendo matarlo ni habiendo malqueren-
su mujer” sin pena alguna y en el Ordena-
13, Cuaderno 20, folio 11r.
cia con él”. En este sentido, la principal cir-
miento de Montalvo que “matar puede el espo-
cunstancia eximente de responsabilidad
so a la esposa que hallare adulterando”.
postigo de doña aldonça de una
Y entre las atenuantes —es decir, aquellas
LOS HOMICIDIOS DE LAS
ESPOSAS ADÚLTERAS SE
JUSTIFICABAN HABLANDO
DEL “JUSTO DOLOR” Y DEL
“SENTIMIENTO DE HONRA”
DEL MARIDO ENGAÑADO
Viernes Santo, día del
Perdón
■ Perdón de Viernes Santo concedido a
Alfonso Fernández de Constantina,
vecino de Málaga, por haber dado
muerte a su paisano Juan de Medinaceli
Martirio de Santa Margarita de Antioquía, iglesia de Santa Margarita, Vilaseca (España).
después de que éste irrumpiese en una
casa de su propiedad.
“Don Fernando e eçétera, Por quanto
La comisión del homicidio no fue priva-
municipales por la actuación de quienes
por parte de Vos, Alfonso Fernándes de
tiva de una clase social determinada. Todas
aparecen definidos como rufianes, vaga-
Costantyna, vesyno de la çibdad de
ellas aparecen protagonizando casos de vio-
mundos e omes baldíos, sectores de una reali-
Málaga, me fue fecha relaçión desyendo
lencia, desde los grupos aristocráticos a los
dad social que debía desenvolverse en una
que puede aver quatro años poco más o
marginales, pasando por gentes de las cla-
situación dramática a causa de la falta de
menos tiempo que vos alcançastes e
ses medias urbanas, mercaderes y artesa-
trabajo y de la miseria.
fuystes culpante en la muerte de Juan de
Medynaçeli, vesyno otrosy de la dicha
nos. Los grupos aristocráticos tuvieron una
elevada implicación en los casos de homici-
MUJERES Y HOMICIDIOS. De forma
çibdad de Málaga, la qual muerte dis
dio por diversos motivos: hicieron en la
opuesta, la mujer medieval apenas protago-
que acaesçió en la dicha çibdad de
época un mayor uso de las armas y, sobre
niza casos de homicidio y de agresión a ter-
Málaga a cabsa de una casa que vos
todo, con frecuencia hubieron de recurrir a
ceros. Los investigadores que se han aproxi-
tenyades a vuestro cargo en la dicha
ellas o a simples episodios de amenazas y
mado al análisis del homicidio medieval
çibdad çerrada con su çerradura, e dis
agresiones para mantener el dominio fami-
han podido establecer la misma proporción
que el dicho Juan de Medynaçeli
liar y social del que gozaban. Podían esca-
con respecto a los homicidas: en el 90% de
quebrantó la dicha çerradura e entró
par mejor a la acción de la justicia, ya fuera
los casos el agresor fue hombre y sólo el 10%
dentro, e sobrello dis que ovystes çierta
por la amistad que les uniera con jueces y
de los asesinos y agresores, mujer, y cuando
questión de palabras, sobre las quales
alguaciles, o simplemente por el temor que
ellas cometieron un crimen lo hicieron casi
palabras el dicho Juan de Medynaçeli dis
sus víctimas podían sentir a las posibles re-
siempre en el ámbito familiar y frecuente-
que tomó una espada e un broquel e vos
presalias. Su posición económica les permi-
mente contra sus maridos.
aguardó a un cantón de la calle de
tió comprar a los jueces para que dictaran
Conocemos también un caso de envene-
vuestra casa, e que yendo vos a quexaros
sentencias favorables o comprar los perdo-
namiento denunciado por el padre del falle-
a la justiçia del quebrantamyento que él
nes con los que eran olvidados sus críme-
cido, Pedro González, un tintorero de Sevi-
avya fecho en la dicha casa, dis que salió
nes. O actuaban en la criminalidad de la
lla, que afirmaba en 1490 que Isabel Gonzá-
del dicho cantón a vos matar, e que allí
época a través de los bandos urbanos o me-
lez “con quien un hijo suyo que se decía Die-
en defensyón de vuestra persona le
diante los encargos particulares encomen-
go González, lencero, tenía que hacer”, le
dystes una ferida, e que savido ferido,
dados a hombres de armas a su servicio o a
había dado a su hijo un brebaje de anís con
antes que muriese de la dicha ferida, vos
criados y servidores de la casa. Por motivos
hierbas y ponzoñas “con lo cual luego cayó
perdonó su muerte ante Fernando Péres
completamente distintos, un buen núme-
amortecido y luego fue a su casa y fincó lue-
Cabeça, escrivano público de la dicha
ro de casos de violencia fueron de ser lleva-
go hasta que reventó y murió”. Intento de
çibdad de Málaga, e ante çiertos testigos
dos a cabo por los componentes del grupo
envenenamiento del que también se queja-
myrando commo vos non hérades
situado al otro extremo de la escala social.
ba Antón Ramírez, vecino de Jerez, quien
culpante en la dicha muerte por aver él
El mundo de la marginación, los vagabun-
aseguraba en 1492 que hubo de matar a su
seydo cabsador…”
dos y mendigos, representó en esos años un
mujer Ana Sánchez por cometer adulterio
1492.02.02. Archivo General de
continuo marco favorecedor de situaciones
con Juan de Sevilla y porque “en los dichos
Simancas, Registro General del Sello,
conflictivas. Para el caso andaluz, es rele-
tiempos la dicha Ana le daba hierbas con
folio 49.
vante la preocupación de las autoridades
que muriese”.
AH
JUL
2008
53
16
60
CRIMEN
14
POBLACIÓN
50
12
10
40
8
6
30
Jaén
Baeza
Jaén
Úbeda
Carmona
Córdoba
Alcalá la R.
Sevilla
Jerez
0
Écija
0
Sevilla
2
10
Córdoba
4
20
Relación de ciudades con mayor índice de criminalidad
La participación femenina en los delitos
supone un factor más de control de la violencia que de desarrollo de la misma. Pues,
en efecto, no sólo es que las mujeres delinquen, matan o hieren a terceros en muchas
menos ocasiones que los hombres, sino que
con relativa frecuencia ejercen el papel de
mediadoras en riñas y disputas.
AUNQUE EL DELITO NO
ERA CONSIDERADO DE LA
MISMA GRAVEDAD,
LOS MENORES TAMBIÉN
FUERON ENJUICIADOS
Y CONDENADOS
menor de diez años y medio, no le deben dar
pena ninguna; y si fuese mayor de esta edad
y menor de diez y siete años, debenle menguar la pena que darían a los otros mayores
por tal yerro”.
La documentación del siglo XV nos muestra que, en las declaraciones de los casos de
homicidio en que los agresores fueron ni-
En todo caso, las mujeres no sólo desarro-
ños, aparecen con frecuencia consideracio-
llaron una mayor violencia en el seno de la
nes en torno a la pequeña edad, la falta de
entendimiento y de malicia de los menores,
familia, sino que también la sufrieron, en
particular a manos de sus maridos. Los con-
nores de edad en los casos de homicidio y de
para declarar que lo ocurrido fue sin inten-
flictos matrimoniales que pudieron dar co-
agresión. Aunque los menores de edad, pe-
ción o resultado de un accidente. Y aparece
mo resultado la muerte de la esposa o, en el
se a ser niños, fueron enjuiciados y conde-
una referencia muy clara a la menor edad de
mejor de los casos, la existencia continuada
nados por la justicia medieval cuando co-
diez años para justificar la inocencia de su
de malos tratos, han quedado perfectamen-
metieron un crimen, su delito no fue nunca
conducta: la minoría de edad del pequeño
te reflejadas en la documentación andaluza
considerado como de gravedad pareja al co-
homicida impedía que hubiese llevado a ca-
bajomedieval. Como en el caso de María Al-
metido por hombres y mujeres, puesto que
bo su crimen con intención maliciosa y ello
fonso, mujer de Diego Martínez, que en 1487
la legislación jurídica castellana otorga a
probaba que los hechos fueron el resultado
solicitaba carta de seguro al monarca expo-
sus actos una responsabilidad menor. Las
de una casualidad desgraciada.
niendo que su marido “dos o tres veces, sin
Partidas exponen que “si acaeciese que otro
En 1489 Diego de Morón, un vecino de Jerez
ninguna causa, la ha querido matar, salvo
tal yerro hiciese, así como si hiriese o mata-
de la Frontera, manifestaba que podía hacer
porque Dios no le ha dado lugar a ello y algu-
se o hurtase u otro hecho semejante de es-
un año que un hijo suyo llamado Perico, “mo-
nas buenas personas se han atravesado en
tos, y fuese mayor de diez años y medio y
zo entonces de ocho años de edad, andando
medio”, pero que la tiene amenazada de
menor de catorce, decimos que bien lo pue-
jugando con otros muchachos”, dio una pe-
muerte (“le ha enviado decir con algunas
den ende acusar, e si aquel yerro le fuere
drada a otro niño, hijo de Alonso de Ecija, por
personas que la matará cuando no catare”) y
probado no le deben dar gran pena en el
la cual habían procedido contra su hijo “no
que hacía quince días había estado escondi-
cuerpo, ni en el haber como harían a otro
pudiéndolo hacer de derecho, por ser el dicho
do en la ciudad “aguardando en una iglesia
que fuera de mayor edad, antes se la deben
su hijo de nueve años y no teniendo juicio pa-
para matarla, de manera que ella está con
dar muy más leve. Pero si fuese menor de
ra poderlo hacer maliciosamente, salvo ju-
mucho temor y miedo de su persona”.
diez años y medio, entonces no le pueden
gando el uno con el otro”.
O en el del pleito mantenido en 1503 entre
acusar de ningún yerro que hiciese” y que
En suma, los andaluces de época medie-
Sancho Calderón y Diego Gámez, vecinos de
“si por aventura el que hubiese errado fuese
val juzgaron el homicidio como un crimen
de particular gravedad y lo castigaron de
Jaén. El primero acusaba al segundo de maltratar a su hermana: “desde el día que con ella
se casara e hiciera vida maridable, se hubiera
Más información
muerte, cuando fue cometido como resultado de una intención premeditada y con
con ella grave y severamente, dándole muchas
heridas y azotes y cuchilladas y palos y atarla
forma particular, siempre con pena de
■ Cabrera, E.
unos medios que impidieron la defensa de
en una escalera para azotarla, continuamente
Crimen y castigo en Andalucía
la víctima y dificultaron el castigo del agre-
amenazando que la mataría, todo sin causa ni
durante el siglo XV.
sor. Si bien en otros casos, cuando media-
razón alguna… y que la tenía tan opresa y ate-
Meridies, Revista de Historia
ron circunstancias eximentes o atenuantes
morizada que no osaba hablar ni hacer más de
Medieval, 1. p. 9-38. 1995
o cuando los delincuentes obtuvieron el
lo que el dicho Diego Gámez quería”.
■ Córdoba, R.
perdón del crimen por voluntad expresa de
El homicidio en Andalucía a fines
los familiares de la víctima, por servicios a
CONSIDERACIÓN A LOS MENORES. Un
de la Edad Media.
la Corona o por su jerarquía social, pudie-
último capítulo en la sociología del homici-
Granada, 2007.
ron también conseguir la remisión de su
dio se refiere al papel jugado por niños y me-
condena por parte de la Justicia. ■
AH
JUL
2008
55
El sacramento de la confesión comenzó a crear numerosas suspicacias y controversias desde que el IV Concilio de
Letrán, celebrado en 1215, introdujera su obligación anual en el mundo cristiano. Desde entonces, la Iglesia ha
estado promulgando la denominada “cultura del pecado”. En este contexto de imposición rutinaria, fue donde
muchos confesores abusaron de su poder y, envueltos en la red de la lujuria, incurrieron en prácticas ilícitas tales
como la solicitación en confesión.
Sexo y confesión
Actitudes pecaminosas e Inquisición: el clero ante el Santo Oficio
MARÍA RUIZ ORTIZ
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
AH
JUL
2008
56
L
a Iglesia ha gozado de una gran ca-
1565, con la finalidad de romper y dificultar
pacidad institucional para corregir
la proximidad física entre el confesor y el pe-
los comportamientos gracias a la
nitente.
utilización de una serie de instrumentos co-
En el caso de los conventos de clausura se
mo el Tribunal del Santo Oficio. Durante
debía llevar a cabo en una especie de arma-
mucho tiempo los historiadores cometieron
zón giratorio empotrado en la pared deno-
el craso error de identificar a éste como la
minado torno, aunque en la práctica los clé-
única herramienta de coerción de los cris-
rigos siguieron usando los comulgatorios o
tianos pero había otras más importantes o,
locutorios de los centros religiosos. La fina-
al menos, de mayor incidencia.
lidad era restringir al máximo las posibili-
La figura del confesor experimentó tras
dades del “tactus” o tocamientos que los
el Concilio de Trento (1545-1563) un proceso
siervos de Dios practicaban con las confe-
de profesionalización, viendo aumentada
santes.
no sólo su formación sino también su número. Las parroquias, como unidades mínimas
LA LUJURIA ECLESIÁSTICA A JUICIO. La
de control religioso, ejercían un gran poder
praxis demostraba que la norma era infringida continuamente, durante la celebra-
sobre las comunidades. Sin embargo, la Iglesia contaba con un elemento de control so-
Fray Luis de Granada, teólogo y confesor.
ción de ciertas fiestas religiosas en las que
los fieles acudían masivamente a recibir la
cial mucho más eficaz que los mencionados
absolución de sus faltas morales, siendo
con anterioridad y no era otro que el sacramento de la confesión, que le proporcionó
junto a él. Estas prácticas tan comunes
atendidos en los bancos de las iglesias o en
un poder inigualable en la orientación y re-
eran desaconsejadas por muchos tratados
sillas convencionales. A partir del año 1625
presión de las conciencias individuales.
de conciencia de la época como el Manual
se decretó la prohibición absoluta de confe-
Según indicaban los trabajos de Delu-
de Confesores y Penitentes escrito por Martín
sar en las casas, una práctica muy empleada
meau, la confesión respondía a la necesidad
de Azpilcueta en 1556. Éste recordaba al sa-
en casos de solicitación. El Santo Oficio se-
de tranquilizar un sentido de culpabilidad
cerdote la obligación de colocar al peniten-
guía reiterando la necesidad del uso del con-
que persistía en las sociedades modernas y
te con ambas rodillas en el suelo y la cara
fesionario habilitado para tal propósito, si-
que tenía su origen en la misma cultura
vuelta hacia un lado, sin mirar de frente al
tuado en un lugar bien iluminado y siempre
cristiana que la iglesia había difundido.
“médico de almas”. Por otro lado, se les
detrás de la rejilla. Aun así, no faltaron los
Esto no impide que el sacramento, a su
aconsejaba tratar con tolerancia las digre-
clérigos que introducían sutilmente sus de-
vez, sea un correctivo del comportamiento
siones de sus fieles, escucharlos con aten-
dos en la celosía o que la abrían y cerraban a
del penitente y, en muchas ocasiones, el
ción y guardarse de ciertos peligros para
su antojo con una llave. Cuando el sacra-
origen de múltiples trasgresiones por parte
llevar a cabo una confesión “modélica”, so-
mento finalizaba y la penitente se situaba
del confesor que infringía el sexto manda-
bre todo cuando se trataba de las denomi-
frente a él para besar su mano, en ocasiones
miento sin ningún decoro.
nadas “hijas de penitencia”.
el confesor realizaba “la mamola”, ofrecien-
Entre las resoluciones del concilio triden-
do su mano por la palma para acariciar el
rostro de su redimida creyente.
SACRILEGIO EN EL CONFESIONARIO. An-
tino, se hizo especial hincapié en preservar
tes de la aparición del confesionario, tal y
dicho sacramento de posibles flaquezas del
El problema de la solicitación llegó a ser
como lo conocemos en la actualidad, el ac-
alma, y en su fallido intento por evitar las
de tal gravedad y continuidad en el tiempo
to de la confesión se desarrollaba de mane-
prácticas de solicitación, se dispuso la utili-
que, aun en el año 1781, seguían publicán-
ra muy diferente. El penitente solía adop-
zación obligatoria de un mobiliario más
dose ordenanzas de profilaxis sexual en la
tar distintas posturas, sentado en las rodi-
ajustado a la moral. El confesionario como
confesión.
llas del clérigo, arrodillado en el suelo,
habitáculo cerrado, dotado de una rejilla o
La solicitación era un delito juzgado por
apoyando la cabeza en el regazo o sentado
celosía, aparece por vez primera en el año
el Tribunal del Santo Oficio. Se entendía
Esta escena de confesionario
pertenece a la colección de
Los siete Sacramentos,
obra del autor italiano
Guiseppe María
Cresppi.
“Si tenía los pechos grandes, si tenía vello en las partes, quien se lo había esquilado, que si dormía sola, a que respondió que
con una hermana y la volvió a preguntar si
le enseñaba las partes…”.
No se puede hablar de una gran reflexión
o calculada frialdad por parte de los confesores. La mayoría pensaba que no serían delatados o confiaban ciegamente en el argumento de que no tuvieron lugar en el transcurso de la confesión. Dichas actuaciones
no podían ser indiferentes al aparato inquisitorial, por motivos diversos tales como la
violación del voto de castidad, la ofensa del
sacramento de penitencia y las consecuentes sospechas de herejía. Las alegaciones
fiscales conservadas en el Archivo Histórico
Nacional nos revelan más de quinientas
treinta denuncias por solicitación en España entre los años 1700-1808. Los casos fuepor solicitante a aquel confesor que come-
ron tratados con mucha discreción y secre-
Penitenciado por
profanar la Penitencia
tismo para no empañar la pureza del sacra-
de lujuria y un acto sacrílego, pues se utili-
■ “Fray Rodrigo Cerezo, de la orden
zo social de la comunidad en la que se en-
zaba la confesión de forma abusiva para
de Santo Domingo, natural de
contraban insertos, entre otros motivos.
conseguir sus depravados fines. La grave-
Córdoba, morador de Úbeda, de
dad residía en el contexto del sacramento,
edad de 62 años. Fue testificado por
RETRATO DEL SOLICITANTE. No se puede
por lo que muchos confesores recurrieron a
seis testigos de haber solicitado a
establecer un perfil concreto del confesor so-
argucias para solicitar a sus fieles en la sa-
sus hijas de penitencia en el acto de
licitante, aunque se pueden aportar algu-
cristía, a la puerta de la iglesia o en sus
la confesión. Llamóse y recluyóse en
nos datos respecto a la edad y el estamento
propias casas, usando como recurso el
las cárceles secretas. Abjuró de levi,
religioso. La mayoría de los imputados eran
“aplazamiento de la absolución”. Así suce-
gravemente reprendido, privado
de avanzada edad, entre 45-56 años aproxi-
dió con el jesuita Juan Núñez, que en 1593
perpetuamente de confesar. Recluso
madamente, al menos en el momento en
testificó ante el Tribunal del Santo Oficio
por cuatro años y privado de voto
que fueron procesados, siendo más abun-
de Córdoba haber tenido muchos toca-
activo en el coro y refectorio y q en
dantes los casos entre el clero regular. Había
mientos impúdicos con algunas de sus hi-
su convento se le tornase a leer su
órdenes cuya regla prestaba especial aten-
jas espirituales en sus propias casas. Las
sentencia y se le de una disciplina y
ción a la confesión, y si además tenía voto
fórmulas empleadas eran muy variopin-
q no entre perpetuamente en la
de pobreza resultaría difícil su acceso al
tas, desde el uso de propuestas verbales
ciudad de Úbeda”.
mercado carnal. Esto sucedía con las órde-
perfectamente disfrazadas hasta proposi-
Cit. Gracia Boix, R.: Autos de fe
nes mendicantes, especialmente entre los
ciones sexuales directas. En 1786, María
y causas de la Inquisición de Córdoba,
seguidores de San Francisco de Asís. Un
Sáez Villareal denunció al franciscano Fray
(p. 172). Diputación de Córdoba, 1983.
ejemplo fue el proceso de Fray Melchor Nú-
tía abusos sexuales de cualquier índole sobre su penitente, en el marco de la confesión sacramental. Además, era un pecado
Manuel Oca porque preguntó lo siguiente:
mento y, para preservar la honra, evitar la
dispersión de rumores, cotilleos y el recha-
ñez en Lucena durante el mes de febrero de
AH
JUL
2008
57
1581. La solicitación también fue muy frecuente en el contexto de las misiones interiores y entre el clero secular, que gozaba
habitualmente de una amplia feligresía.
Su conducta solía ser reincidente y afectaba, por lo general, a más de una de sus penitentes. El franciscano Fray Juan de Ordóñez, morador del convento de la Alhambra,
fue acusado en junio de 1587 por ocho feligresas, sin descartar que otras tantas no lo hicieran por vergüenza o temor. Resulta más
complicado ofrecer una descripción de las
solicitadas, pues los procesos inquisitoriales
no son muy prolijos en cuanto a las circunstancias personales de las penitentes. El panorama era de lo más amplio: casadas, solteras, viudas, menores de edad, con consentimiento y sin él. Lo único que les unía era su
obligación de delatar al solicitante. La depravada torpeza de algunos confesores les
AH
condujo a solicitar mujeres que eran miembros de una misma familia.
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2008
Resulta curioso el caso de un mercedario
de Écija que, en marzo de 1598, fue acusado
por una madre y su hija de dicho delito. Todo
58
el proceso está lleno de irregularidades pues
el religioso llegó a sobornar a testigos para librarse de la pena. Especial mención merecen las religiosas, reprimidas, recluidas, enclaustradas, la mayoría en contra de su voluntad, teniendo al confesor como única
presencia masculina en su vida. Aunque la
tasa de consentimiento debió ser alta, muchas se vieron obligadas a callar por miedo a
las represalias (no debía ser fácil cambiar de
confesor sin descubrir las verdaderas razones de tal petición). En este sentido está pendiente de un estudio más profundo el caso
del convento de las carmelitas descalzas fundado en La Puente de Don Gonzalo (Puente
Genil) en 1705 y clausurado en extrañas circunstancias por la Inquisición en la madruLibro de oraciones editado en Cádiz a finales del siglo XVIII.
gada del 12 de Noviembre de 1720. Cuenta Torres de Villarroel en su obra Vida Ejemplar, vir-
Recomendaciones para penitentes
tudes heroicas y singulares recibos de la venerable
madre Gregoria Francisca de Santa Teresa (1738),
que vivía allí dentro un confesor que no era
■ “Precepto divino hay de la confesión
suelen hacer los hombres
de los más sabios y reflexivos para enseñar lo
sacramental por el cual los cristianos
medianamente temerosos de Dios,
más perfecto, dado a conversar en exceso con
tienen obligación de confesar todos
como el caso lo requiere. Y si
las religiosas, tanto en el confesionario como
los pecados mortales aunque sean
probablemente entiende que
en otras dependencias, tratando materias
interiores, y también cuando dudan si
examinando más la conciencia le
enfadosas y nada favorables a su espíritu.
la obra fue pecado mortal o no. Los
ocurrirán a la memoria algunos
que no están bautizados, no están
pecados mortales, debe hacerlo. Es
aunque fueron poco relevantes. La solicita-
obligados a este precepto, que no les
necesario confesar el número de los
ción de hombres era un delito de mayor en-
puede aprovechar la confesión (…)
pecados mortales, de suerte que diga
tidad ya que implicaba conductas sodomíti-
El penitente debe confesar todos los
tantas, o tantas veces más, poco más
cas. Uno de los casos más sonados fue el del
pecados mortales cometidos después
o menos, que no basta decir muchas.
capellán del Real Hospicio de Cádiz, Fran-
del bautismo, aunque estará excusado
No sólo está obligado el penitente a
cisco Calderón (1780).
de confesar aquellos de que no se ha
confesar los pecados, sino también las
podido acordar. Y está obligado a
circunstancias de ellos”.
CAUSAS, PENAS Y CASOS. La documenta-
hacer la debida diligencia para
De Villalobos, E.: Manual de Confesores,
ción que se ha conservado acerca de los pro-
acordarse de los pecados, cual la
(p.47). Alcalá de Henares, 1640.
cesos es muy fragmentaria. Sabemos que
También se dieron casos de solicitados
muchas solicitadas se escudaban en los sen-
timientos de pudor y vergüenza para no
cumplir con el comprometido trámite que
suponía declarar ante el Santo Oficio. Ante
la inminente declaración del delito muchos
reos alegaban siempre las mismas excusas:
su avanzada edad, su salud quebradiza,
aprietos económicos…
En ocasiones dichos impedimentos sólo
sirvieron para reducir la pena impuesta. Un
ejemplo de ello lo encontramos en el caso de
Fray Andrés de la Torre, franciscano de cuarenta años que se libró de la pena de galeras
por verse aquejado de varias afecciones (Marchena, 1575). Otros optaron directamente
por negar todas las acusaciones. Juan de
Vargas, presbítero malagueño, fue penitenciado en auto público en Granada en el año
1586 y se mostró siempre negativo e incluso
se atrevía a hacer ciertas defensas, no reconociendo nunca la profanación de dicho sa-
AH
cramento. En ese mismo año se dieron otros
dos casos similares con el mercedario mala-
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gueño Fray Juan Núñez y el franciscano jienense Fray Juan Palomino de Escabias.
Las penas fueron, por lo general, suaves
59
y oscilaron entre la privación de la confesión
auricular, pasando por las penas pecuniarias, la reclusión y el destierro. Aunque en
las resoluciones se hablaba de restricción de
la confesión de forma perpetua, ésta se negaba durante un plazo aproximado de cinco
años. Otras condenas tipificadas en las bulas pontificias, como galeras o la relajación
al juez secular, apenas fueron aplicadas por
los tribunales andaluces. Excepcionalmente, algunos acusados apelaron a la benevolencia inquisitorial pidiendo su indulto: algunos lo obtuvieron y encontraron en él su
redención, aunque la mayoría vivieron el
resto de sus días marcados por la trasgresión
Representación de San Francisco de Asís por Zurbarán, en 1645.
moral en la que habían incurrido.
Sus historias nos muestran, una vez más,
la agonística lucha existente entre el discurso
Instrucciones para el confesor
moral de la época, como norma impuesta, y
los comportamientos trasgresores como rea-
■ “El modo con que el confesor se ha de
en preguntar todas las circunstancias
lidades cotidianas, que reflejan la casuística
portar (…) procurar huir de los rincones
que importan para hacer juicio del
moral que la sociedad andaluza vivió en su
sospechosos y ponerse a confesar en
número y especies de las culpas y no sea
trasiego diario durante la Edad Moderna. ■
parte decente y pública nunca confesar
demasiado nimio en introducir
en aposentos o casas particulares sin
preguntas curiosas e impertinentes
urgente necesidad, tener los ojos fijos en
singularmente en cosas obscenas.
tierra, no mirar el rostro al penitente ni
Nunca muestre tal modo al penitente ni
preguntarle jamás quién es ni de dónde
le trate con aspereza ni con palabras
ni cómo se llama y aunque le conozca
desabridas ni enfado ni le reprenda
El veneno de Dios. La Inquisición en Sevilla
hacerse el desentendido y no mostrar
hasta acabar de decir todas las culpas…
ante el delito de solicitación en confesión.
que le conoce… procurar que la gente no
debe tratar con suavidad y afabilidad a
Madrid, 1994.
se acerque demasiado por el riesgo de
los pobres penitentes pero no con
que pueden oír algo de la confesión … no
sobrado cariño a las mujeres ni con
La Confesión y el Perdón.
dejarse llevar de la pasión de confesar a
palabras halagüeñas… ha de portarse
Alianza Universidad. Madrid, 1992.
las personas ricas y nobles dejando a las
con mujeres con una entereza suave y
pobrecitas no de confesar a las mujeres
una suavidad modesta, una compostura
Sexualidad y Confesión. La Solicitación ante el
dejando a los hombres ni muestre el
agradable y un agrado cauteloso ...”
tribunal del Santo Oficio (SS. XVI. XVIII)
estar deprisa ni siquiera llevar
Corella, J.: Prácticas del Confesionario,
Alianza Editorial. Madrid, 1994.
atropellada la confesión… sea cuidadoso
Madrid, 1704
Más información
■ Alejandre. J.A.
■ Delumeau, J.
■ Sarrión Mora, A.
La historia de la Casa señorial de Medina Sidonia está íntimamente vinculada a Andalucía. Sus posesiones se extendían
por buena parte de las actuales Cádiz y Huelva, aunque su influencia se dejaba sentir con fuerza en Sevilla y, por tanto,
en toda Castilla. En los siete siglos que separan a don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, I señor de Sanlúcar, de la recientemente desaparecida duquesa de Medina Sidonia, esta dinastía ha influido en muchas de las grandes dinámicas de la
historia de España. Al tiempo, estos movimientos históricos han ido forjando el destino de esta familia singular.
La agitada historia de los
duques de Medina Sidonia
Crónica de los herederos de don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno
LUIS SALAS ALMELA
AH
CENTRO DE HISTORIA DE ALÉM-MAR, LISBOA
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2008
60
E
l ducado de Medina Sidonia fue du-
nando III y Alfonso X entre los siglos XIII y
rante siglos el título señorial que
XIV produjo fuertes desequilibrios y tensio-
concentraba en la persona de su ti-
nes, abriendo grandes posibilidades para
tular el mayor poder de cuantos títulos nobi-
los nobles impulsivos y ambiciosos, como lo
liarios se reunían bajo la soberanía de la Co-
fue Guzmán el Bueno. Muchas veces com-
rona de Castilla. Aunque el linaje procedía,
parado por sus biógrafos posteriores con el
según algunos de los antiguos cronistas, del
Cid, don Alonso sirvió como mercenario en
antiguo reino de León, este señorío está es-
África a un rey magrebí, periodo en el que
trechamente vinculado, desde los orígenes
labró una considerable fortuna sobre la que
de su fortuna hasta la actualidad, a Andalu-
cimentó su rápido ascenso social en torno a
cía occidental. Sin embargo, y pese a su tras-
Sevilla. De este modo, como caballero de
cendencia histórica, su fama entre el gran
fortuna al mando de una hueste propia, su-
público es mucho menor que la de otras fa-
po aprovechar las carencias del poder regio
milias nobles que aún hoy perduran y cuyo
en la zona para poner las bases de un sólido
ascenso a lo más alto de la jerarquía nobilia-
señorío.
ria es bastante más reciente. De hecho, el
primer noble castellano —fuera del círculo
Escudo en el palacio de Sanlúcar.
ÚLTIMAS AGREGACIONES AL SEÑORÍO.
Desde entonces, los descendientes de Guz-
familiar de la propia Casa Real— al que los
mán el Bueno fueron aumentando sus pose-
reyes de Castilla concedieron una titulación
señorial en juro de heredad —es decir, que se
concedido al fundador del linaje, don Alon-
siones por medio de compras, permutas y
podía trasmitir a los sucesores— fue a un
so Pérez de Guzmán el Bueno, como recom-
donaciones regias. Este proceso se caracteri-
nieto de don Alonso Pérez de Guzmán el Bue-
pensa por su hazaña en la defensa de Tarifa
za —frente a otras grandes familias señoria-
no. En efecto, don Juan Alonso Pérez de Guz-
frente a los musulmanes. Es interesante re-
les de la época, como los sucesores del Infan-
mán, IV señor de Sanlúcar, recibió el título y
saltar que esta concesión regia nos ilustra
te de la Cerda, futuros duques de Medinace-
señorío del condado de Niebla como dote en
bien a las claras sobre el origen de la fortuna
li— por la acentuada tendencia a la concen-
su boda con doña Juana —sobrina de Enri-
familiar de los Medina Sidonia. En efecto,
tración de los señoríos en un espacio geográ-
que II de Castilla—, en el año de 1368.
las circunstancias de este episodio nos remi-
fico muy preciso: la costa atlántica de Anda-
Por aquella época, la familia ya reunía
ten a un contexto esencialmente caracteri-
lucía. Como resultado, a lo largo del siglo
varios señoríos más o menos concentrados
zado por dos procesos consecutivos: la gue-
XV, la influencia de este linaje en la capital
en las actuales provincias de Huelva, Cádiz
rra secular contra los musulmanes —que co-
del Guadalquivir, ciudad en la que disponí-
y Sevilla. La más antigua de todas estas po-
nocemos como Reconquista— y el proceso
an de un suntuoso palacio, era enorme. Fue
sesiones, que con el tiempo estaba llamada
repoblador a que ésta iba dando lugar. En
por esta época cuando al III conde de Niebla,
a ser la joya de la corona ducal, fue el seño-
concreto, en el amplio valle del Guadalqui-
don Juan de Guzmán, se le concedió el título
río sobre la villa de Sanlúcar de Barrameda,
vir, la rápida conquista comandada por Fer-
de duque de Medina Sidonia, en el año 1444.
AH
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61
Las ‘covachas’, cimientos del palacio de los duques de Medina Sidonia en la Cuesta de Belén, en Sanlúcar de Barrameda (siglo XIV).
servicios, los duques pudieron redondear de
De nuevo, se trató del primer título ducal
El héroe de Tarifa
forma definitiva sus señoríos, de tal mane-
la familia en la ciudad que, según los cro-
■ Tras su aventura africana al servicio
ría apenas alteraciones hasta la disolución
nistas, el II duque de Medina Sidonia, don
de un rey marroquí, D. Alonso Pérez de
del régimen señorial, a comienzos del siglo
Enrique de Guzmán, era popularmente co-
Guzmán regresó con su mujer —doña
XIX. Por otro lado, con la toma de Granada
nocido como “duque de Sevilla”.
María Coronel— a Sevilla, donde
se daba por liquidado el espacio secular de
invirtieron con mucho acierto sus
expansión hacia el sur que había supuesto
sacudieron Castilla a mediados de aquella
tesoros en la compra de tierras y bienes
para Castilla la presencia en Andalucía del
centuria, los Medina Sidonia actuaron co-
raíces. La famosa hazaña de don
reino nazarita. En adelante, a la Corona y a
mo principal poder civil y militar en la ciu-
Alonso tuvo lugar durante la defensa
sus aristócratas sólo parecía abrírseles la po-
dad. Su toma de posición hacia uno u otro
de la ciudad de Tarifa, encomendada
sibilidad de expandirse al otro lado del Es-
bando resultaba determinante para que to-
por el rey don Sancho IV. Las tropas
trecho de Gibraltar, hacia Marruecos, im-
da Sevilla se decantase tras ellos por uno de
musulmanas que asediaban la ciudad
pulso en el que el III duque de Medina Sido-
los partidos en liza. Tan sólo los Ponce de Le-
habían capturado al primogénito del
nia fue pionero con la conquista de Melilla.
ón —linaje de titulación y fortuna más re-
héroe y decidieron usarlo para hacer
No obstante, lo cierto es que en 1492 se había
ciente que la de los Medina Sidonia— trata-
capitular a don Alonso. En efecto, le
abierto para los reinos de Castilla todo un
ron de oponerse durante algunos años a la
plantearon el dilema de entregar la
nuevo mundo de posibilidades al otro lado
influencia de los Pérez de Guzmán. Aquella
plaza o, en caso contrario, ver morir a
del Atlántico, de una vastedad y riqueza que
situación de disputa más o menos abierta
su hijo. Por toda respuesta, don
por entonces nadie podía siquiera imagi-
por el control de la ciudad se vio truncada
Alonso arrojó su propio cuchillo desde
nar. En efecto, una enorme porción del con-
por la intervención directa de Isabel la Cató-
las murallas de Tarifa, para que con él
tinente americano iba a ser explorado y con-
lica, que logró sacar partido de las luchas
sacrificasen a su vástago. Daba a
quistado por castellanos y portugueses en
entre bandos para reforzar, al comienzo de
entender que no estaba dispuesto a
las décadas siguientes, otorgando a la Pe-
su reinado, el poder regio en Sevilla, limi-
rendirse, lo que significaba que
nínsula Ibérica un papel central en el pri-
tando la influencia de ambos linajes en el
anteponía el servicio al rey a sus
mer equilibrio de poderes a escala mundial
gobierno municipal.
sentimientos familiares. Amén de
de la historia de la Humanidad.
que se concedía fuera de la familia real en
toda Castilla. Tanto era el predicamento de
En efecto, durante las guerras civiles que
Así las cosas, llegado el último gran im-
algunos importantes señoríos que el
ra que el mapa de sus posesiones ya no sufri-
Tan profundo movimiento histórico,
pulso reconquistador (la Guerra de Grana-
rey le concedió, aquel heroico hecho de
que alumbró en buena medida lo que hemos
da), los Medina Sidonia volvieron a servir a
armas le valió el apelativo de “el
venido en denominar modernidad, afectó
sus reyes de forma destacada, tomando al-
Bueno”, con el que algunos de sus
muy de lleno al conjunto de la sociedad an-
gunas plazas y ayudando en importantes
descendientes gustaron acompañar
daluza y, cómo no, a sus clases más eleva-
campañas militares, como la conquista de
sus apellidos.
das. Por lo que a nosotros aquí más directa-
Málaga. En recompensa por estos nuevos
mente incumbe, la decisión del II duque de
Medina Sidonia de fijar su residencia más
estable en Sanlúcar de Barrameda, situada
en un punto estratégico de la ruta hacia las
Indias, otorgó con el paso del tiempo a su
antiguo señorío una nueva y hasta entonces
desconocida influencia. A medida que la
Carrera de Indias se iba consolidando como
una vía de comunicación comercial de indescriptible riqueza, las rentas que los Medina Sidonia cobraban en sus villas y lugares —sobre todo en sus puertos y, muy en especial, en Sanlúcar— se vieron incrementadas de forma extraordinaria.
INESTABILIDAD SUCESORIA. Sin embargo, el siglo XVI comenzó con profundas turbulencias para los herederos de Guzmán el
Bueno. En primer lugar, se produjeron algunas sonadas desavenencias —que llegaron a
producir cruce de armas— entre el III duque
AH
de Medina Sidonia y los Reyes Católicos, tan-
JUL
2008
nando de Aragón. La causa de tan enconadas
to con Isabel como luego con el regente Ferdisputas fue la jurisdicción que el duque de
Medina Sidonia reclamaba sobre la ciudad y
62
puerto de Gibraltar. La condición de señorío
del estratégico puerto había sido, de hecho,
reconocida en determinados momentos tanto por la reina Isabel la Católica como por su
hija, la reina Juana. En buena medida,
aquel pleito se planteó en términos de recompensa a los Medina Sidonia por la sangre vertida por la familia en la conquista de
la ciudad. Así, en efecto, el II conde de Niebla, don Enrique, murió en el cerco que los
cristianos pusieron sobre Gibraltar en 1436,
muerte que su propio hijo vengó al tomar
con sus tropas la ciudad en 1462. En todo caso, la consecuencia de tan enconadas desavenencias fue que, tras la muerte del III duVista de Sanlúcar desde el río, por Antón van den Wyngaerde (hacia 1570).
que, en 1507, don Fernando el Católico procedió a un severo castigo militar contra algu-
El comandante de la Invencible
nos señoríos de los Pérez de Guzmán.
■ Al morir el viejo y experto marino que
aconsejar a Felipe II que abortase la
inestabilidad sucesoria a que dio lugar la
era el marqués de Santa Cruz, a
misión, dado el pésimo estado de los
prematura muerte del IV duque en 1513 y,
comienzos de 1588 y sólo unos meses
preparativos y la poca seguridad que
peor aún, la incapacidad para gobernar del
antes de la fecha prevista para que
ofrecía la conexión flamenca de la
V duque, que era tenido por mentecato. En
zarpase de Lisboa la llamada Armada
operación. En efecto, el meollo del plan
aquel estado de cosas, quienes en realidad
Invencible, Felipe II se vio en la necesidad
consistía en coordinar la arribada de la
gobernaron el señorío en los años siguientes
de encontrarle sustituto. Dado que lo
Armada a Flandes con la llegada por tierra
fueron la mujer del V duque y su hermano
primordial era acelerar el proceso de
del ejército castellano de los Países Bajos.
menor, don Juan Alonso. Este precario equi-
puesta a punto de la enorme fuerza naval
En buena medida gracias a estos avisos
librio sólo se rompió cuando, en 1532, al ser
que se aprestaba para castigar a la reina
previos, el fracaso de la expedición no se
declarado de forma oficial como incapaz el V
Isabel I de Inglaterra, pareció lo más
le pudo atribuir al duque, pese a que en
duque, Juan Alonso y la duquesa Ana —so-
prudente pensar en alguien dotado de un
los meses posteriores circularon por la
brina por rama bastarda, aunque reconoci-
gran crédito personal y económico, con
Corte de Felipe II algunos panfletos muy
da, de Fernando el Católico— pudieron con-
mucho predicamento social y que fuera
críticos con don Alonso, al que se quiso
traer legítimo matrimonio. De esta forma,
buen administrador. Ningún nombre
cargar la responsabilidad del desastre. No
Juan Alonso pudo al fin titularse VI duque
más a propósito que el entonces duque de
obstante, en pocos meses el duque pudo
de Medina Sidonia.
Medina Sidonia, don Alonso Pérez de
recuperar buena parte de la estima de la
Guzmán. Sin embargo, desde su llegada a
que gozaba en Madrid y mantener su
término a las inestabilidades sucesorias. De
Lisboa, don Alonso no se cansó de
doble titulación de Capitán General.
nuevo se produjeron varias muertes prema-
A esta circunstancia hubo que sumar la
De todos modos, esta solución no puso
turas, como fueron la del primogénito y su-
LOS PROBLEMAS
SUCESORIOS SE
MANTUVIERON HASTA 1579.
DON ALONSO, VII DUQUE,
INICIÓ UNA ÉPOCA DE
ESPLENDOR
cesor al ducado —que, como tal heredero,
desde el siglo XV hasta hoy recibe el título de
conde de Niebla— y de varios de sus hijos.
En efecto, a la muerte del duque don Juan
Alonso de Guzmán, en 1558, la sucesión en
el título y dignidad ducales quedaba pendiente de la supervivencia de un niño de tan
sólo 4 años. En consecuencia, aquel niño,
AH
Alonso de nombre, y todo el ducado permanecieron varios años bajo la tutela de su ma-
JUL
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dre, la condesa de Niebla, doña Leonor
Manrique, hija de los duques de Béjar. Mujer de gran valía, doña Leonor pasó a las cró-
63
nicas de la familia como una excelente administradora de la herencia de su hijo. Esta
situación se mantuvo hasta que, en 1579,
don Alonso Pérez de Guzmán pudo recibir la
herencia de sus mayores como VII duque de
Medina Sidonia poniendo, ahora sí, punto
final a los problemas sucesorios.
AÑOS DE ESPLENDOR. Desde que heredó
el título ducal, don Alonso volcó buena parte de su actividad política en las labores defensivas de la costa a la que se asomaban sus
señoríos, potenciando de este modo su intervención en asuntos estratégicos claves
para la Monarquía Hispánica. Así por ejemplo, tomó parte activa en la incorporación
del reino de Portugal a la Corona de Felipe II,
logrando de forma pacífica la obediencia del
reino del Algarve y de algunas localidades
del sur del Alentejo. De nuevo, los Medina
Mapa de los señoríos de los Medina Sidonia en el siglo XVI.
Sidonia constituyen a este respecto una exnos, ya que, hasta bien entrada la segunda
La toma de Melilla
mitad del siglo XVII, no se sintieron tenta-
■ Tras tener noticia don Juan de
montar unas murallas de madera
dos por hacer carreras cortesanas, en las que
Guzmán, III duque de Medina Sidonia,
prefabricadas, que hiciesen creer a la
otros muchos cifraron sus esperanzas de as-
de que los Reyes Católicos habían
población circundante que la fortaleza
censo social y consolidación del poder. Por el
decidido abandonar el proyecto de
había sido reedificada. De este modo,
contrario, los Pérez de Guzmán optaron por
conquista de la ciudad de Melilla —por
mientras se organizaba la desprevenida
reforzar sus bases de poder en Andalucía
entonces semidespoblada y sin apenas
defensa costera en un Marruecos por
aprovechando la estratégica posición de sus
defensas—, el duque decidió intentarlo
entonces sumido en una guerra civil, el
señoríos en la ruta de las Indias.
por su cuenta. Con los informes de
duque ganó el tiempo suficiente como
algunos enviados suyos, don Juan
para acondicionar de verdad las defensas
destinado a agregar a su ya extenso poder so-
organizó una gran expedición, al mando
de la ciudad, logrando así afianzar
cial, económico y jurisdiccional una dimen-
de la cual puso a un caballero de su Casa:
enormemente el control castellano sobre
sión militar, iba a verse coronado por el éxito
don Pedro Estupiñán. El ingenioso plan
el Estrecho de Gibraltar. Esta nueva
de mano de una insospechada ocasión: la
tramado consistía en hacer un
hazaña valió a la familia otro título, el de
formación de la Gran Armada que Felipe II
desembarco nocturno con muchos
marqueses de Cazaza, topónimo de una
preparó y envió para invadir Inglaterra, mal
zapadores, cuya misión primordial sería
alcazaba y villa vecinas a Melilla.
cepción entre los grandes nobles castella-
Aquel esfuerzo de los Medina Sidonia,
llamada Armada Invencible. En efecto, al
A. Pérez Guzmán
(I sr. de Sanlúcar, † 1309)
J. A. de Guzmán
(I sr. de Niebla, † 1396)
M. Alfonso Coronel
J. de Guzmán
(I sr. de Medina Sid., † 1468)
J. de Castilla
E. de Guzmán
(II duque, † 1492)
M. de la Cerda
L. de Mendoza
Juan de Guzmán
(III duque, † 1507)
... J. A. de Guzmán
(VI duque, † 1558)
L. de Guzmán y Zúñiga
A. Pérez de Guzmán
(VII duque, † 1615)
G. Pérez de Guzmán
(IX duque, † 1664)
A. de Aragón
A. de Silva
F. Fdez. de Córdoba
J. C. Pérez Guzmán
(XI duque, † 1713)
AH
P. A. de Guzmán
(XIV duque, † 1779)
M. S. de Guzmán
... J. Álvarez de Toledo
(XV duque, biznieto XII duque, † 1796)
A. de Silva
JUL
2008
F. Fernández de Toledo
(XVI duque, † 1821)
C. de Silva Álvarez de Toledo
T. Palafox
L. I. Álvarez de Toledo
(XXI duquesa)
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Árbol genealógico de la familia a lo largo de los siete siglos del primer duque, don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno.
mismo tiempo que se nombraba a don Alonso Capitán General del Mar Océano con
mando sobre la Gran Armada de Inglaterra,
le fue concedida la Capitanía General de la
Costa de Andalucía. Seguramente la doble
titulación fue una forma de convencer al duque de que aceptase el mando sobre tan
arriesgado proyecto. La doble capitanía, cre-
AUTORES COMO GÓNGORA,
VÉLEZ DE GUEVARA
O LOPE DE VEGA, EN PLENO
SIGLO DE ORO, BUSCARON
EL FAVOR DE ESTOS
PODEROSOS SEÑORES
intervención militar de la Monarquía Hispánica en todos los escenarios bélicos europeos, comenzó a pintar un sombrío panorama desde la tercera década del siglo XVII.
Añádase que en 1640 el duque de Bragança,
a la sazón cuñado de Medina Sidonia, se autoproclamó rey de Portugal, apenas unos
meses después del levantamiento de Cata-
ada a la medida de don Alonso, a la postre es-
luña contra Felipe IV. Todos estos aconteci-
taba llamada a ser heredada por los sucesivos
mientos alteraron en gran medida las condiciones del área en la que los Medina Sido-
duques de Medina Sidonia a lo largo de tres
generaciones, hasta 1641. Sin duda, esta
reservado al rey. Así, con esta alianza fami-
nia asentaban su poder. En el verano de
continuidad se explica porque en aquel me-
liar privilegiada y apoyados en sus sólidas
1641, en un ambiente muy enrarecido,
dio siglo el acuerdo resultó muy conveniente
bases de poder, los Medina Sidonia podían
marcado por la sensación de hundimiento
tanto a los monarcas como a los duques.
sentirse seguros de su futuro al comenzar el
que cundía por toda la Monarquía Hispáni-
Mientras éstos lograban extender su in-
siglo XVII. Por entonces, en pleno Siglo de
ca y en unas circunstancias bastante oscu-
fluencia y ejercer un notable poder, los reyes
Oro de las letras castellanas, autores como
ras, el IX duque de Medina Sidonia fue acu-
obtenían seguridad en una costa estratégica
Góngora, Luis Vélez de Guevara o Lope de
sado de estar implicado en una nueva tra-
vital. En resumen, rentas y mando militar
Vega buscaron el favor de estos poderosos
ma conspirativa contra la autoridad real de
permitieron a los Medina Sidonia mantener
señores, aunque no todos ellos lograron al-
Felipe IV. Fuese o no cierto, el resultado de
su influencia política y apuntalar, pese a la
canzarlo. Por su parte, el palacio de Sanlú-
aquella acusación fue un severísimo casti-
consolidación progresiva del poder regio que
car de Barrameda era a esas alturas una
go económico, territorial (pérdida del seño-
tenía lugar en la misma época, su posición
suntuosa corte señorial, servida por una tu-
río de Sanlúcar de Barrameda, que pasó a
de predominio en lo más alto de la jerarquía
pida red de oficiales y criados de diversas
ser villa de realengo), de prestigio y perso-
nobiliaria castellana.
condiciones, famosa por su selecta cuadra y
nal (el duque fue expatriado de por vida de
Además, al poco de morir Felipe II, el va-
por unos extensos jardines que, aún hoy
Andalucía). A la postre, aquel golpe a los
lido del piadoso Felipe III —el duque de Ler-
aunque bastante reducidos, se asoman a la
Medina Sidonia supuso la quiebra definiti-
ma— no dudó en buscar la alianza matri-
desembocadura del Guadalquivir desde lo
va de su poder.
monial con los Pérez de Guzmán, casando a
alto del talud de Sanlúcar.
No obstante, a comienzos del siglo
XVIII, un hijo del duque castigado, don
una de sus hijas con el sucesor del ducado
andaluz. Desde los inicios del nuevo reina-
CONJURA Y RECUPERACIÓN. Sin embar-
Juan Claros de Guzmán, XI duque de Medi-
do se daba por sentado que el valimiento de
go, el deterioro de las estructuras del co-
na Sidonia, ya había logrado recuperar pa-
Lerma iba a significar que sobre sus hom-
mercio español con América y la presión so-
ra su linaje un honroso lugar entre la alta
bros recayese buena parte del poder antes
bre los recursos que suponía la constante
aristocracia castellana. Eso sí, el precio fue
AH
JUL
2008
65
Planta baja del palacio de los duques en Sanlúcar de Barrameda, con la cafetería y la hospedería de la Fundación al fondo.
el sacrificio de la estrategia familiar, hasta
ese momento basada en cuidar mucho las
bases territoriales de poder en Andalucía.
LA UNIÓN DE CASAS. En su lugar, los duques optaron por un modelo de recuperación del prestigio centrado en el servicio al
rey y en el medro cortesano, mediante la
LA MUERTE SIN SUCESIÓN
DEL XIV DUQUE DE MEDINA
SIDONIA DIO PASO A LOS
ÁLVAREZ DE TOLEDO,
UNIDOS A UNA RAMA
MENOR DE LA CASA DE ALBA
do con su prima, la famosa duquesa de Alba, doña Cayetana. Sin embargo, como este
matrimonio no tuvo sucesión, aquellas dos
enormes herencias se volvieron a dividir, recayendo los títulos que nos interesan en el
hermano de don José, don Francisco Álvarez
de Toledo, que entre otras cosas fue diputado en las Cortes de Cádiz.
obtención de cargos, honores y enlaces
En adelante, a lo largo del siglo XIX, al
matrimoniales susceptibles de agregar al
tiempo que el régimen señorial se disolvía
con el fortalecimiento y triunfo del estado-
tronco familiar nuevos títulos. Así, el duque don Juan Carlos fue, por matrimonio
traba emparentada por vía femenina con los
nación propio de la Edad Contemporánea,
con la duquesa de Medina de las Torres, al-
Pérez de Guzmán. De tal forma y en adelan-
se fueron agregando otros títulos al tronco
caide del palacio del Buen Retiro, además
te quedaron unidos estos dos títulos nobilia-
de los Medina Sidonia, como el marquesado
de Capitán General de Cataluña y Caballe-
rios. Se da la circunstancia, además, de que
de los Vélez.
rizo Mayor de Felipe V, entre otras dignida-
por entonces don José Álvarez de Toledo, que
La duquesa de Medina Sidonia, doña Lui-
des. Sin embargo, pese a la rehabilitación
ostentaba el título de marqués de Villafran-
sa Isabel Álvarez de Toledo, fallecida en fe-
financiera y política del linaje, la primacía
ca y duque de Medina Sidonia, estaba casa-
chas recientes, alejada de cierto mundanal
ruido, nieta por vía materna de don Antonio
entre los grandes nobles castellanos que
hasta 1641 habían disfrutado, no volvió a
ser alcanzada.
Más información
comienzos del siglo XX— habitó el antiguo
palacio de Sanlúcar de Barrameda hasta su
Por otro lado, la muerte sin sucesión
del XIV duque de Medina Sidonia, don Pe-
Maura —el famoso político conservador de
■ Álvarez de Toledo, L.I.
muerte, construido sobre los cimientos de
dro de Alcántara, provocó que el apellido
Alonso Pérez de Guzmán. General de la
parte de la alcazaba árabe de la villa. Desde
Pérez de Guzmán se postergase en los suce-
Invencible. Univ. de Cádiz. Cádiz, 1999.
allí cuidó con mimo y celo del inmenso pa-
sores del título ducal, desde entonces ape-
■ Ladero Quesada, M.A.
llidados Álvarez de Toledo. Este último Pé-
Los señores de Andalucía. Investigaciones
rez de Guzmán fue un notable hombre de
sobre nobles y señoríos en los siglos XIII a XV.
letras, que mantuvo correspondencia per-
Universidad de Cádiz. Cádiz, 1998.
sonal con algunos de los más destacados
ilustrados de su tiempo.
De todos modos, el título recayó en una
rama menor de la Casa de Alba —la de los
marqueses de Villafranca—, que se encon-
■ Bohórquez Jiménez, D.
trimonio de sus mayores que supone su riquísimo archivo.
En aquel palacio sanluqueño, ubicado en
el que fuera primer señorío del héroe de Tarifa, la historia se agolpa en cada salón, en ca-
El ducado de Medina Sidonia en la Edad
da arco de herradura y en cada balconada de
Moderna: Chiclana de la Frontera. Demografía,
los jardines, que siguen contemplando cada
sociedad e instituciones. Cádiz, 1999.
tarde cómo se pone el sol sobre la desembocadura del Guadalquivir. ■
Tras un intenso viaje por España, el profesor alemán Christian August Fischer alcanza Andalucía por Huelva.
El verano de 1798 aparece retratado en sus memorias, ofreciéndonos con una intensidad singular el colorido del puerto de Cádiz, los olores de sus mercados, las músicas de sus teatros, la tristeza de los colonos de La Carolina, el silencio
de las calles de Córdoba o el bullicio de los paseos sevillanos. Aquella tierra era bastante desconocida para los viajeros
extranjeros y Fischer la recorrió encontrando una Andalucía de vida cómoda y “una limpieza muy rebuscada”.
Descubriendo una tierra rica
por sus cosas sencillas
Relato del viaje por Andalucía de Christian August Fischer en 1798
ROCÍO PLAZA ORELLANA
AH
ESCUELA SUPERIOR DE ARTE DRAMÁTICO, SEVILLA
JUL
2008
66
N
os acostamos en Monesterio, un
pueblo pobre y sucio. Al día siguiente nos adentramos por la
parte inferior de Sierra Morena, y poco después por Andalucía. De esta forma se inicia
el viaje que, hasta estas tierras del sur de
Europa, traería a un joven alemán llamado
Christian August Fischer durante el verano
FISCHER, QUE LLEGÓ
A SEVILLA DESDE LA SIERRA
DE HUELVA, ENCONTRÓ
UNA CIUDAD QUE LE
OFRECÍA A LA VISTA
“UN ENCANTO INFINITO”
un viaje civilizado, el país comenzaría a llenarse de “idiotas”. No sólo británicos como
Richard Twiss, William Dalrymple, Henry
Swinburne, Jean Talbot Dillon, Joseph
Townsend o Robert Southey trazarían un recorrido hacia el sur, ajenos a semejantes recomendaciones, sino que franceses, italianos y alemanes se sumaron a sus rutas. A
ninguno de ellos pareció interesarle la po-
de 1798.
breza, las creencias religiosas o sus costum-
Aquella Andalucía aún era una tierra
bres particulares como materia para argu-
bastante desconocida para los viajeros extranjeros. Algunas de sus ciudades aparecí-
ba que si “desde Madrid vas hacia el sur y vi-
mentar sobre la grandeza de los logros de sus
an en los libros de este siglo por la riqueza de
sitas Sevilla y de ahí vas a Granada, Valencia
naciones, sino más bien encontraron otros
sus puertos, la singularidad de su historia,
y Barcelona, habrás visto las mejores par-
fundamentos. Apreciando todas estas dife-
pero poco sabían de su paisaje, del carácter
tes, particularmente las que están dignifi-
rencias, descubrieron la riqueza de las cosas
de sus gentes o de la belleza de sus monu-
cadas por restos romanos, góticos y árabes”.
sencillas, sintiéndolas a lo largo de todos sus
mentos. Hasta el sur bajarían buscando el
Décadas después, esta impresión general
viajes por España como el combustible de la
esplendor económico de Cádiz, para conti-
perviviría, volcándose en los libros como
nuar su travesía por el Mediterráneo o retor-
consejo de sus propios editores. Así John
vida que dio forma a semejante paisaje.
nar a sus tierras en una parte considerable
Fielding, en El viajero educado y navegante bri-
VIAJE DE UN JOVEN ALEMÁN.Christian
de los casos, mientras otros desviarían sus
tánico, editado en Londres en 1783, comenta-
August Fischer sería uno de los que llegaría
rutas atraídos por la Alhambra, el nombre
ba que nada excepto la necesidad puede in-
con un instrumental similar. Alcanzó la Pe-
de Sevilla o las colinas que se habían forma-
ducir a alguien a viajar por España, “debe ser
nínsula en 1797, abandonándola al año si-
do sobre los restos de batallas y de grandes
idiota si hace el tour de este país por mera cu-
guiente. La nación que atravesó le descubrió
ciudades romanas. En una carta que escri-
riosidad, a menos que pretenda publicar las
unos caminos polvorientos, abandonados o
bió Lord Chesterfield a Lord Hundington, le
memorias de la extravagancia de la natura-
en obras sin concluir debido a los planes de re-
aconsejaba en un revoltijo de argumentos,
leza humana. En este caso, no puede hacer
formas; los odios y las pasiones que Manuel
prejuicios y apreciaciones emotivas, las ra-
mejor, porque en todos sitios encontrarás or-
de Godoy, Príncipe de la Paz y valido de la na-
zones para desistir de semejante aventura,
gullo, bajeza, pobreza, ignorancia, fanatis-
ción, despertaba entre las gentes; la alegría
ya que “España es seguramente el único país
mo, superstición y ridículas ceremonias”.
de los pueblos celebrando sus fiestas con bai-
de Europa que ha caído más y más en la bar-
Sin embargo, a pesar de esta corriente que
les y tonadillas, o el colorido intenso de sus
barie, en la misma proporción en la que
desde sus naciones, especialmente desde el
puertos. Este sería el caudal de recuerdos que
otros países se han ido civilizando”. Aunque
mercado editorial británico, arremetía con-
daría forma definitiva a unas memorias que
si finalmente decidía acudir, le recomenda-
tra la posibilidad española como destino de
se publicarían en Berlín en 1799.
AH
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2008
67
Una vista de Cádiz, perteneciente a un grabado del siglo XVIII.
puntando en medio de una gran llanura”,
Este viajero alemán, profesor de literatu-
La repoblación de
La Carolina
que ofrecía “una visión llena de un encanto
Burgos y Aranda del Duero alcanzando Ma-
■ “A juzgar por el aspecto de esta
de plantas americanas en flor, y llegamos
drid. Abandonaría la capital con destino ha-
comarca estaba más allá de lo que
finalmente al barrio de Triana”, que le sor-
cia Andalucía recorriendo Extremadura, y
cualquiera se pueda imaginar; todo
prendió por “sus amplias vistas y sus sober-
entrando por el norte de Huelva. Rodeado de
estaba cubierto de espesos bosques de
bias casas”.
proyectos, recorriendo unos caminos, algu-
pinos y de pantanos infectos; cuando
nos abandonados, otros en obras por la apli-
los colonos en lugar de ese país tan
longitud”, y sobre todo la parte baja del pa-
cación de planes concretos de reformas,
alabado, no vieron más que una
rapeto en el que “se puede ver unas figuras
avanzaría encantado de haberlas conocido.
horrorosa soledad, y no encontraron
de medio cuerpo que representan a los mo-
A lo largo de todo su viaje se revela como un
ni tan siquiera agua potable en lugar
ros bastantes grotescas, pintadas con co-
personaje curioso, extrovertido y culto, que
de aquella abundancia que se le había
rrección en verde; y encima se ven las imá-
haría de su contacto con las gentes una de
prometido; muchos, en los primeros
genes de algunos santos y de la virgen; a
sus principales fuentes de información,
años murieron de pena, y un número
ambos lados están los asientos y en las ex-
conduciéndonos por aquella realidad entre
aún mayor murió de enfermedades
tremidades grandes barcos en los que se
el asombro y la ingenuidad que le fue des-
epidémicas. La nostalgia con la que
han practicado los nichos”, serían imáge-
bordando cada día.
este anciano hablaba todavía de su
nes únicas del aquel puerto y malecón, aje-
Corría junio de 1798 cuando alcanzó el sur
patria, y la narración que nos hizo de
nas a otras descripciones de la época del
dirigiéndose como primera posada hacia Se-
su desgracia nos conmovieron hasta
arrabal en el que no se ofrece más informa-
villa. Una ciudad que por entonces acogía
las lágrimas”.
ción que la de sus iglesias y cárcel. Sevilla
ra, se aventuraría por España con veinticinco años y sin un objetivo inmediato aparente. Desde San Sebastián, pasaría por Bilbao,
infinito”. Se acercaron hasta la Cartuja “cuyo jardín estaba repleto de un gran número
El puente de barcas, “de cuatro pasos de
por alcalde al cuñado del Príncipe de la Paz,
le pareció una ciudad de calles estrechas,
Manuel de Godoy. Manuel Cándido Moreno,
por las que apenas podían pasar los carruajes, aunque sus casas “están bien construi-
esposo de Ramona Godoy, a quien conocían
en la ciudad como “la Asistenta”, y que legis-
meses antes de la llegada del profesor. Sin
das y son muy limpias, tanto en su aspecto
laba aquel levantisco y rebelde consistorio
embargo, no fue aquella Sevilla de murmu-
exterior como en el interior. Para suplir a
municipal desde el 13 de junio de 1795. La po-
raciones y amenazas la que recogió.
los farolillos, y manejar las corrientes de
blación y las autoridades andaban tensiona-
Tras un viaje de seis leguas y media,
aires acostumbran a dejar las puertas
das por las recientes revueltas sociales, espe-
atravesando frescos campos, alcanzaría el
abiertas de las casas. Dan la mayoría a ha-
cialmente notables en el arrabal de la Maca-
camino hacia Sevilla, que desde la Sierra de
bitaciones que están bien iluminadas; pe-
rena, ocasionadas por la mala gestión de los
Huelva le traería por la calle Castilla. La
ro en invierno se alumbran hacia las ca-
desastres ocasionados por el último desbor-
ciudad le pareció en su lejanía con sus edifi-
lles. El bajo precio del aceite parece haber
damiento del Guadalquivir, ocurridos pocos
cios compactos “y sus agujas doradas des-
facilitado esta costumbre”. La ciudad le pa-
EN JULIO LLEGÓ A CÁDIZ,
CIUDAD DE IMPRESIONANTE
COLORIDO, DE LA QUE
VISITÓ SANLÚCAR DE
BARRAMEDA Y EL PUERTO
DE SANTA MARÍA
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JUL
2008
68
La ciudad de Sevilla vista por W. Ellis en 1776.
rece confirmar una impresión que sacaría
bocales de cristal pulido, han dispuesto en la
“cinco largas filas de frondosos olmos, rega-
de Andalucía en general, que no era otra
extremidad de cada cántaro de dos tubos de
dos por canalillos, junto a los que se han
que una cierta comodidad en la vida y “una
caña, por los que entra el aire por uno de
construido fuentes y asientos” y que estaban
limpieza muy rebuscada”.
ellos para que salga el agua más cómoda-
“adornadas, en cada extremo por dos gran-
mente por el otro. Particularidad ésta que no
des obeliscos”; así como las orillas del Gua-
VIDA COTIDIANA EN SEVILLA. No serían
se observa entre sus compañeros de Madrid”.
dalquivir, “con sus pequeños bancos de are-
las descripciones que dejó en el libro, reflejo
Otros detalles descritos son los mercados po-
na”, y su aspecto fantasmal en aquel año en
de la impresión que le causaron sus monu-
pulares en los que encontró “uvas tempra-
el que “desde la guerra con Inglaterra no lle-
mentos, su historia o edificios públicos, co-
nas, higos y melones” en pleno junio, así co-
gan ni pequeños ni grandes barcos”. En ellos
mo acostumbraron otros visitantes contem-
mo un pan que es “aún más blanco y más li-
los carruajes llamados whiskys, son llevados
poráneos. A todos los que tuvieran su testi-
gero que el de Madrid” o vino blanco y tinto
por los elegantes de una manera particular
monio entre las manos, les aconsejó que se
“excelentes”. De la misma forma reparó en
“medio española medio inglesa, junto a los
entretuvieran leyendo los Annales de la Ciu-
el acento singular de los sevillanos, quienes
pesados carruajes de canónigos”, mientras
dad de Sevilla, IV tomos, 1796 y 1797, Madrid,
tienen “un acento algo marcado y muchos
la gente se arrojaba al río para aplacar el ca-
en la tienda de Alonso, calle de la Concep-
defectos” , por ejemplo el refuerzo que se ha-
lor “sin ningún tipo de precauciones ni cere-
ción Jerónima, mientras él se dedicaba a des-
ce sobre la letra ‘s’, algo que llamaría cecear.
monia alguna”, “totalmente desnudos”. Lu-
cribir los puestos de agua y el trabajo de los
El paseo de la orilla del río le ofrecería un am-
gares que en la noche, las tinieblas ocultan
aguadores, quienes “para llenar sus amplios
plio muestrario de distracciones con sus
“escenas algo ligeras”.
CÁDIZ, SALERO Y VOLUPTUOSIDAD. En
Cádiz, la Plaza de la Mar
julio ya había llegado a Cádiz. El recorrido
que mediaba entre los puertos de Sevilla y
Cádiz lo realizó “en algo semejante a un bar-
■ “Con los diferentes grupos que la
naranjas y preciosas granadas; higos y
co de carga, que partió con la marea al atar-
ocupan produce un efecto visual
naranjas dulces, y frutas de todas las
decer sobre las diez de la noche”. Tuvo como
hermosísimo: allí se puede ver a una
especies; de inmediato los vendedores de
compañeros de viaje a “dos pasajeros con
multitud de unos pequeños tenduchos en
cigarras, que las tienen en jaulas con
sus esposas, y un viejo oficial con su sirvien-
los que se venden pollos que se traen todas
alambres de latón, para alegrar los
ta. Nos hicimos con unos colchones y con
las semanas de África: una cantidad de
dormitorios de los aficionados y sobre todo
un asiento bastante cómodo; pero tuvimos
mostradores que están surtidos con todo
a las damas; los tafiletes con sus amplios
pocas ganas de acostarnos, a pesar de la fa-
tipo de pescado, entre los que se encuentra
pantalones, los pies desnudos, las barbas
cilidad que teníamos”. Y es que “la noche se
con frecuencia el pescado de espada y
negras y los largas pipas, sentados y
nos fue cantando y bailando. El buen vino
mariscos y los pólipos más variados; los
comiendo dátiles; las mesas cubiertas con
nos excitó y las bellas andaluzas se entrega-
mercaderes de limonada y de agraz cuyas
imágenes de santos, gorros de marinero;
ron a la diversión”. Sobre las ocho llegaron a
tiendas están adornadas con hojas y
los fondistas y los taberneros con sus
Sanlúcar, “una localidad pequeña, pero bo-
limones; donde brotan fuentecillas,
puestos cubiertos por tiendas de
nita”, cuyos “habitantes son famosos por los
vendedores de agua con sus carretillas y
campaña. Añada a estas particularidades
contrabandos y los fraudes de toda especie”.
vendedores de hielo con sus cubetas, una
de Cádiz algo del tumulto de la plaza de
Desde allí cogería un coche que le conduci-
larga fila de tiendas de frutas, donde se
Madrid, y tendrá un cuadro bastante
ría hasta El Puerto de Santa María, y desde
ven apiladas racimos de uva, sandías,
completo de la Plaza de la Mar”.
allí en una falúa hasta Cádiz. Su entrada en
aquel puerto le resultó impresionante por el
LA CIUDAD DE CÓRDOBA
DESPERTARÍA EN FISCHER
UNAS EMOCIONES
PUNZANTES COMO
NINGUNA OTRA LO HABÍA
HECHO ANTES EN SU VIAJE
Imagen de un sevillano y una maja gaditana, de Antonio Rodríguez (1801).
colorido de los veleros y la muchedumbre
ruta estrecha y arenosa que cubre la bahía
nándole de tristeza. Una ciudad dormida a
que, apretada, le iba arrastrando hasta la
con sus olas sobre la izquierda del océano”.
los pies de un arcángel, será la primera y última impresión que se llevó para siempre.
aduana. Desde la posada de Las Cuatro Naciones, descubriría una ciudad multitudina-
CÓRDOBA LES ESPERABA. Después de seis
De lejos, la soberbia estatua de San Rafael
ria y abigarrada, ya que “se ven amontona-
jornadas alcanzaron su ribera. Los molinos
presidiendo la entrada de la ciudad, res-
das una prodigiosa cantidad de casas, y la
que giraban con las aguas del Guadalquivir
plandecía como el símbolo que le guiaría en
población es muy numerosa”, y “como las
o “el bosquecillo de naranjos cerca de la an-
su recorrido jalonado de sentimientos con-
casas son tan prodigiosamente altas, las ca-
tigua catedral” les encantó. Había llegado
tradictorios, mientras iba descubriendo la
lles que son tan estrechas deben ser muy
hasta allí acompañado de un sacerdote
miseria. Las iglesias y los claustros llenos
sombrías. Se comprueba una impresión
agustino de Jerez que había encontrado en
de mendigos, el silencio de las casas desha-
singular cuando se levantan los ojos y no se
el camino, y con el que recorrieron la ciu-
bitadas, la soledad de las calles se iban des-
descubre más que un trocito de cielo”. Un
dad. Córdoba despertaría unas emociones
parramando ante su vista, bañadas por el
pavimento “soberbio”, compuesto de “pie-
punzantes como ninguna otra lo había he-
brillo del arcángel que custodiaba toda
drecitas y calles muy bien iluminadas du-
cho antes en su viaje. De inmediato se de-
aquella belleza. La majestuosidad de las
rante la noche”, le causarían una destacada
clarará abatido por la inmensa cantidad de
grandes culturas del Mediterráneo con sus
impresión de su urbanismo. La Plaza de la
contrastes que fue encontrando en cual-
naranjos, palmeras y templos, la habían
Mar y el muelle le sorprenderían por su va-
quier esquina. La belleza de la ciudad in-
heredado gentes sencillas que sobrevivían
riedad de contrastes. Las murallas, tan am-
tensificaría sus sentidos hasta herirle, lle-
llenas de jirones.
plias, que recorrería casi en su totalidad,
Después nada le sucumbiría más tras
descubrió que servían a los gaditanos para
aquella emoción que las penurias de los
pasear e incluso dormir la siesta en sus zo-
Más información
bailes y tonadillas, le agradaría hasta ofre-
colonos de Sierra Morena. Alemanes conducidos hasta allí para repoblar las tie-
nas de sombra. El teatro con sus sainetes,
■ Fischer, C.A.
rras, que encontrarían en la compañía es-
cer una de las escasas descripciones que te-
Reisen von Amsterdam über Madid und
pecial de aquel compatriota el consuelo
nemos de estos años finales del siglo sobre
Cadiz nach Genua in den Jahren
necesario de aquellos duros años de traba-
la indumentaria del baile escénico en la Pe-
1797 und 1798.
jar aquella tierra insalubre. Un viejo alsa-
nínsula. Y el Solano, con sus singulares
Johann Fiedrich Unger. Berlín, 1799.
ciano, superviviente de la primera colo-
efectos sobre la población, que él mismo
■ Fischer, C.A.
nia, le relataría las penurias padecidas
tendría ocasión de experimentar. Una ciu-
Voyage en Espagne aux années 1797 et 1798:
por los alemanes para sobrevivir en aquel
dad hermosa, que empujaba a sus habitan-
faisanr suite au voyage en Espagne, du
angosto suelo que le habían regalado. La
tes desde sus esquinas y con la brisa del mar
citoyen Bourgoing... avec un appendice sur
Carolina, Santa Elena y Puerto del Rey le
hacia la voluptuosidad, en la que el lujo des-
la manière de voyager en Espagne.
despedirían definitivamente, saliendo
tacaba por encima de cualquier aspecto que
Duchesne, Leriche. París, 1801 , 2
por una ruta que “serpentea entre las ro-
pudiera tener con cualquier otra ciudad, in-
vols.
cas escarpadas y cubiertas de maleza, por
cluida Madrid.
■ Fischer, C.A.
una infinidad de recodos, hasta que se
A finales de agosto la abandonó, empren-
Travels in Spain in 1797 and 1978... with an
entra en la llanura, desde la que se con-
diendo ruta hacia Córdoba para atravesar
appendix on the metod of travelling in that
templa a los viajeros y a los carruajes que
Despeñaperros por el Camino Real. Tras un
country.
entran. Un pintor de paisajes encontraría
minucioso registro en la Puerta de Tierra,
T.B. Longmand and O. Rees.
aquí lugares que enriquecerían ese Viaje
“abrevamos, pasando nuestras mulas por la
London, 1802.
Pintoresco de España que se busca duran-
gran cisterna y al poco tiempo observamos la
te tanto tiempo”. ■
AH
JUL
2008
69
En una sociedad fuertemente marcada por el honor y la religiosidad, el parentesco con Santa Teresa de Jesús constituía una fuente de prestigio que sus familiares no dudaron en aprovechar. Los Cepeda forzaron el culto teresiano donde no existía y recordaron su parentesco de forma continua. Francisco de Cepeda consiguió el patronato de
la capilla de la santa en Villalba del Alcor, al igual que su hermano José logró el de Osuna. La familia consiguió el
privilegio de enterrarse ante el altar de su célebre pariente en el convento carmelita de la villa sevillana.
Las huellas de
Santa Teresa de Jesús
El legado espiritual y familiar de una monja reformadora
CRISTINA RAMOS COBANO
AH
UNIVERSIDAD DE HUELVA
JUL
2008
70
A
consecuencia de las transforma-
trataba en absoluto de un gesto vacío de sig-
ciones espirituales que venían ges-
nificado puesto que, al actuar así, se revestí-
tándose desde la Baja Edad Media,
an de una distinción sin igual, al tiempo que
el siglo XVI vio nacer una nueva forma de re-
se aseguraban la protección exclusiva de una
ligiosidad caracterizada por el recogimien-
santa de su misma sangre.
to, la contemplación y una relación mucho
En realidad, tras este comportamiento
más íntima con Dios, basada en la experien-
aparentemente simple se escondía toda una
cia personal y la oración mental. Sin duda
concepción de las relaciones sociales, el
alguna, el papel de Santa Teresa de Jesús
prestigio y la religiosidad que, en el contex-
(1515-1582) en el desarrollo de esta devotio
to histórico del Antiguo Régimen, consti-
moderna fue fundamental, no sólo por sus
tuía más una característica general que una
escritos místicos acerca de su unión espiri-
peculiaridad de los Cepeda. La devoción for-
tual con Dios, sino también por su labor co-
mal que tributaban a Santa Teresa, protectora por excelencia de su casa y acicate para
mo reformadora de la orden carmelita.
Su deseo de extender la forma de vida
Escudo de las carmelitas descalzas.
todas sus apetencias de reconocimiento social, se manifestaba de muy diversas for-
de los primitivos eremitas del Carmelo
acabó por conducirla a tierras andaluzas
A pesar de ello, la reforma carmelita aus-
mas, pero todas ellas ostensibles y concebi-
ya al final de su vida, a pesar de que el pa-
piciada por Teresa de Jesús acabaría arraigan-
das para obtener una importante gratifica-
dre general de la orden las había excluido
do con fuerza en Andalucía, especialmente
ción en términos de prestigio.
expresamente de la licencia para fundar
desde su canonización en 1622. Los conventos
Por un lado, explotaban los símbolos pu-
que le concediera a raíz de su éxito en Me-
de descalzas se multiplicaron conforme se ex-
ramente visuales, el medio más efectivo de
dina del Campo. Los primeros contactos
tendía el culto teresiano y, al calor de este flo-
comunicación en una sociedad analfabeta.
con los andaluces fueron bastante des-
recimiento devocional, los descendientes an-
Y así, apenas tres años después de su santi-
iguales: por una parte, la calurosa acogida
daluces del linaje Cepeda aprovecharon cada
ficación, José de Cepeda y Osorio de Cervan-
de Beas de Segura y el encuentro con el pa-
oportunidad que se les presentó para evocar
tes (1609-1685) mandaba iluminar en Osuna
dre Gracián favorecieron una primera im-
el parentesco que los unía a la santa. No se
la carta ejecutoria de su hidalguía con imá-
presión muy grata en la madre fundadora.
genes miniadas de Santa Teresa y otros san-
En Sevilla, por el contrario, aguardaba un
tos flanqueando los retratos de la familia,
recibimiento marcado por la indiferencia
de sus vecinos, habituados a la proliferación de conventos a su alrededor, y por la
abierta hostilidad de las demás órdenes
afincadas en la ciudad, especialmente la
rama calzada de los carmelitas, o “los del
paño”, como siempre los llamaría ella no
sin cierto desdén.
ANTE LAS DIFICULTADES
QUE PRESENTABA LA
FUNDACIÓN EN SEVILLA,
SANTA TERESA SE PLANTEÓ
REGRESAR SIN FUNDAR EL
CONVENTO
por si no bastara con la demostración de parentesco que aparecía en el texto. Un siglo
después, la vinculación con Santa Teresa se
había convertido en un símbolo más de la
grandeza de los Cepeda, hasta el punto de
que no dudaban en utilizar su efigie junto a
los escudos de armas de la familia, como en
el archivo que José de Cepeda y Toro (1696-
Escultura de Santa Teresa
de Jesús, una obra del
célebre escultor sevillano
Alonso Cano. La monja
encontró dificultades para
establacer la orden en la
capital andaluza.
1779) mandó tallar para conservar los legajos
del nobiliario que recogía la ascendencia de
su apellido, los títulos de propiedad y todos
los papeles que demostraban el derecho de
su prole a los distintos mayorazgos, patronatos y capellanías de la familia.
Por otra parte, el hecho de tener la misma sangre que Santa Teresa despertó en los
Cepeda una especial devoción hacia el culto teresiano, persuadidos de que su parentesco les granjeaba favores especiales,
tanto espirituales como temporales.
Por ello, cada 15 de octubre sacaban
en procesión la imagen de la santa
por las calles de Osuna y costeaban
la celebración de dos misas con
sermón, y de forma privada educaban a sus hijos en el estudio de su
doctrina, hasta el punto de que en 1733
quedaron vinculados al principal mayorazgo de la familia cuatro ejemplares con todas sus obras para provecho de la descendencia venidera.
MUJERES RELIGIOSAS. Muchas de las mujeres Cepeda acabaron profesando desde
muy jóvenes como religiosas de velo negro
entre las carmelitas descalzas, como sor María del Santísimo Sacramento, recluida en el
cenobio de Aguilar a comienzos del siglo
XVIII, o sor Josefa de Santa Teresa de Jesús,
profesa en el convento de Villalba del Alcor
desde 1784. Al margen de la autenticidad de
estas vocaciones religiosas —nunca desdeñable, sobre todo considerando cuánto les
eran propicias la educación recibida, la es-
AH
JUL
2008
71
Más información
Juan Sánchez de
Toledo y Cepeda
Inés de Cepeda
■ Santa Teresa de Jesús.
(1440)
Obras completas (transcripción, introducción y
notas de Efrén de la Madre de Dios y Otger
Steggink)
Biblioteca de autores cristianos.
Alonso Sánchez de
Cepeda Toledo
(1471-1543)
Beatriz de Ávila y
Ahumada (D. 1528)
Francisco Álvarez de
Cepeda
María Álvarez
Madrid, 1997.
■ Piñero Ramírez, P.M.
La Sevilla imposible de Santa Teresa (crónica de
un malestar en las páginas de su epistolario).
Ayuntamiento de Sevilla.
Diego de Cepeda y
Álvarez
Sevilla, 1982.
Catalina de la Torre
“Trabajos, dineros y negocios”. Teresa de Jesús y
Teresa de Cepeda y
Ahumada
la economía del siglo XVI (1562-1582)
(1515-1582)
AH
■ Álvarez Vázquez, J. A.
Editorial Trotta. Madrid, 2000.
Francisco de Cepeda y
de la Torre
Jerónima de Osorio y
Cervantes
( D. 1633)
(D. 1642)
trecha relación con sus confesores y la dedi-
JUL
2008
cación eclesiástica de algunos de sus hermanos—, no cabe duda de que el parentesco con
la santa abulense fue determinante en la
72
José de Cepeda
y Osorio de Cervantes
Francisca de la Vega
y Serrano
elección de la orden que acogía a estas jóve-
(1609-1685)
(D. 1668)
nes. Quizás gracias a ello disfrutaron de cierta distinción entre las religiosas, lo que tal
vez ayudaba a endulzar de algún modo la vida conventual que, con frecuencia, se les im-
Pedro de Cepeda
y Vega Serrano
(1638-1713)
Antonia Elvira de
Torres Montes de
Herrera (1638-1707)
ponía para sustraerlas al mercado matrimonial e impedir así una partición excesiva del
patrimonio familiar.
Pero de entre todo cuanto los Cepeda hicieron para mayor lustre de su apellido, lo
más significativo fue reservarse el derecho
Juan Lucas de Cepeda
y Torres Montes
Teresa Ángela
de Totro y Góngora
(1663-1743)
(1668-1730)
de patronato activo sobre el altar de Santa Teresa allí donde había un convento carmelita,
puesto que éste manifestaba públicamente
la nobleza de su poseedor. Hasta tal punto
era así que, sólo unos años después de fijar
su residencia en Villalba del Alcor, Francisco
José de Cepeda y Toro
(1696-1779)
Francisco de Cepeda y
Toro (1709-1770)
de Cepeda y Toro (1709-1770) iniciaba los trámites para erigirse en patrono de la capilla
de Santa Teresa del convento de monjas carmelitas, siguiendo el ejemplo de su herma-
Un parentesco celebrado
en la literatura
no José, que en 1727 había ganado el patronato de una capilla similar en Osuna.
Debió de ser un proceso largo y tedioso,
puesto que mediarían más de veinticinco
años entre las primeras diligencias (anterio-
■ Juan Plácido de Benavides, al dedicar
con la santa, honra del linaje de vuestra
res a 1748) y la concesión efectiva del patro-
sus Progressos de la villa de Ossuna a José de
merced, maestra de sabios, fundadora
nato (1773). Además requirió de los Cepeda
Cepeda y Toro en 1736, recreaba el árbol
de su esclarecida religión, ilustrada del
convertirse en auténticos benefactores del
genealógico de su benefactor
Espíritu Santo y Grande de primera clase
convento, de su iglesia y de la comunidad de
remontándose hasta su parentesco con
en los alcázares del Rey de Reyes, doctora
religiosas, tal vez forzando en su propio in-
la santa, y de esta forma señalaba que:
de las arcanidades del Imperio, de quien
terés la introducción de la devoción teresia-
“Alonso Sánchez de Cepeda, habiendo
han aprendido sabios, prelados y santos.
na en Villalba, al ofrecerse no sólo a costear
pasado a vivir a Ávila, quedó quasi cepa
Perdóname, santísima doctora, que no
el retablo del mencionado altar, sino a pa-
de la que tan antigua es y tan preclara
alcanza mi vuelo a tu radiante lucir,
gar también una lámpara de plata para
familia se ostenta, quedando bisabuelo
pues sólo tu pluma puede decir de ti
alumbrar la imagen de la santa, suspendida
de Santa Teresa de Jesús y vuestra merced
misma y con tu perspicacia registrar tus
del arco toral por el lado de la Epístola, con
[José de Cepeda y Toro] en séptimo grado
luces”.
la obligación expresa de costear seis arrobas
de aceite cada año a perpetuidad.
LOS DESCENDIENTES DE LOS
CEPEDA NO DUDARON EN
UTILIZAR SU PARENTESCO
PARA OBTENER BENEFICIOS
ESPIRITUALES Y
RECONOCIMIENTO SOCIAL
Fachada del palacio de los Cepeda en la localidad sevillana de Osuna.
A pesar de ello, probablemente los Cepe-
ro también con la posibilidad de construir
al patronato conseguido sobre el altar de la
da nunca lamentaron el costo de su afán por
una bóveda sepulcral si era su deseo, con una
santa, que ejercería sobre ellos una atrac-
convertirse en patronos de uno de los altares
losa inscrita en la que se distinguiese el pa-
ción más relacionada quizá con el honor y el
de la santa familiar. Mucho menos tenien-
tronato y propiedad de las sepulturas con el
prestigio que con la propia fe.
do en cuenta los beneficios que se derivaban
escudo de armas familiar. Así, para cuando
Por paradójico que parezca, la figura de
de este patronato: el provecho social más in-
finalmente se hizo formal la concesión del
la mística Teresa de Ávila y su esfuerzo por
mediato que obtuvieron con este patronato
patronato, ya habían sido enterrados allí
refundar la orden del Carmelo acabaron por
fue, en efecto, el derecho a ocupar un esca-
Francisco de Cepeda, fallecido en febrero de
convertirse en un medio para satisfacer las
ño especial en la iglesia, el de los hombres
1770, y sus hijos Teresa y Rafael. Con el correr
ansias de reconocimiento social de los Cepe-
de la familia situado entre la pila de agua
del tiempo, el resto de la familia iría hallan-
da y sus intereses más mundanos. Forzando
bendita y el arco toral, y el de las mujeres a
do reposo junto a ellos: su nieta María Dolo-
el culto teresiano allí donde no existía, re-
cuatro varas de la misma pila y hasta dicho
res en 1788, su viuda en 1790, su hijo Juan en
cordando continuamente su parentesco a
arco, ambos con las armas del escudo de la
1791, su nuera María Antonia en 1804, y el es-
través de gestos grandilocuentes y procu-
familia Cepeda.
poso de ésta diez años después, por citar sólo
rándose su intercesión redentora, sus fami-
Pero, sin duda alguna, el privilegio más
a los primeros que fueron inhumados allí. Y
liares andaluces no hacían sino afianzar su
notable que alcanzaron fue el derecho a en-
es que, al otorgar testamento, todos ellos es-
prestigio, puntal de una mentalidad colec-
terrarse ante el altar de Santa Teresa, en
pecificaban su deseo de recibir sepultura
tiva que atravesaba longitudinalmente a la
principio señalando sepulturas terrizas, pe-
eclesiástica “en el convento de religiosas car-
sociedad entera del Antiguo Régimen. ■
melitas de esta propia villa, en la bóveda o
sepultura inmediata al altar de Santa Teresa
Verdad y ficción
del linaje
Devoción familiar
de Jesús, donde tengo mi enterramiento por
■ “… mis padres y abuelos, de tiempo
mi familia” (según reza el testamento de
inmemorial a esta parte, movidos del
Joaquina de Cepeda y Ortiz, otorgado en Vi-
■ La tradición, aceptada por sus
parentesco y protección de dicha santa
llalba del Alcor el 27 de marzo de 1826 ante
coetáneos y por ellos mismos, hacía de los
madre Santa Teresa, anualmente el día
Juan José Trabado).
Cepeda antiguos hidalgos de origen
derecho de sangre, como todos los demás de
Continuando con el mundo de las vani-
leonés cuyo nombre procedía de la villa de
decencia, asistida de la manifiesta
dades funerales y el más allá, no podemos
que eran señores a mediados del siglo XIV.
presencia del Santísimo Sacramento, con
pasar por alto el hecho de que los Cepeda,
Desde entonces, el azar y los
su misa y sermón por la mañana y por la
fieles a la creencia en el purgatorio, busca-
acontecimientos los habrían hecho
tarde, con la misma presencia de dicho
ron acelerar su salvación disponiendo que a
trasladarse a través de las generaciones a
señor sacramentado, y sacando en
su muerte se les dijera un considerable nú-
Tordesillas, Ávila, Toledo, Osuna, y desde
procesión a dicha señora Santa Teresa,
mero de misas pro remedio animae —aun sa-
allí finalmente a Villalba del Alcor,
cuyos cultos ha retornado con favores
biendo que una sola bastaba para salvar al
fundando continuamente ramas
especiales, así espirituales como
más pecador de los mortales—, y para ello
colaterales de la familia que mantendrían
temporales, como actualmente lo
no dudaron en recurrir a Santa Teresa como
el apellido troncal. Sin embargo, la
experimentamos y han experimentado
fiel intercesora. Así, el convento de Nuestra
realidad que había acabado por perderse
mis antepasados”. Testamento de José de
Señora del Carmen de Villalba se convirtió
en el olvido era bien distinta, pues la
Cepeda y Toro, otorgado en Osuna el 8 de
sin duda en el gran beneficiario de las man-
familia de Santa Teresa procedía de una
octubre de 1733 ante Miguel Pérez Luna.
das de la familia, mientras que el convento
familia de comerciantes judíos,
Archivo de Protocolos Notariales de
masculino de la misma orden apenas atrajo
reconciliados apenas siete años antes del
Osuna, leg. 625, ff. 178r-192v.
su atención, y menos aún lo hicieron las
edicto de conversión forzosa de 1492.
de su fiesta le han celebrado con la mayor
cinco ermitas de la villa, debido sobre todo
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73
La pintura mural del Renacimiento en el Reino de Jaén ha sido ensombrecida por la arquitectura que le sirve de
soporte, y a la que complementa mediante el desarrollo de programas iconográficos y simbólicos. Sin embargo, es
una expresión artística poco estudiada y en riesgo de desaparecer por su completo desconocimiento. La historia de
la pintura mural jiennense aún está por escribir, ya que son muchas las pinturas que se descubren hoy día con
motivo de las numerosas restauraciones que se siguen realizando en toda la provincia.
La piel de la arquitectura
Las huellas de la pintura mural renacentista en el Reino de Jaén
JOSÉ MANUEL ALMANSA MORENO
UNIVERSIDAD DE JAÉN
AH
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2008
74
L
a pintura mural se emplea como
definidora de la arquitectura donde se localiza, configurándose co-
mo un valor añadido a la lectura del edificio. La imitación de materiales nobles, la
ornamentación floral o la existencia de
un programa religioso o alegórico, dan
una nueva visión al edificio, dotándolo de
MUCHOS MURALES HAN
DESAPARECIDO POR
LOS CAMBIOS DE GUSTO
O POR EL MAL ESTADO
DE LA ARQUITECTURA
QUE LOS SUSTENTABA
canzando gran desarrollo durante el Renacimiento y el Barroco. Pintores como
Giotto, Masaccio o Mantegna recuperarán la técnica romana del fresco, alcanzando su culmen con la obra de Miguel
Ángel y Rafael. Alrededor de estos grandes maestros surgirá una pléyade de decoradores murales de gran renombre que
una carga simbólica que muy difícilmen-
contribuirán a difundir las nuevas técni-
te podría tener sin ese acabado final. Por
cas y formas decorativas por el resto de
ello la pintura mural ha sido considerada
Europa.
en ocasiones como ‘la piel de la arquitec-
Pedro de Raxis
PINTURA MURAL EN JAÉN.Antes de la
■ Nacido en 1555 en Alcalá la Real
tas a España, la pintura mural que se prac-
cas más antiguas del hombre, desarro-
(Jaén), Pedro de Raxis “el Joven” era
ticaba en el Santo Reino de Jaén continua-
llándose ya en las primeras civilizaciones
nieto del pintor sardo Pedro Raxis “el
ba los postulados medievales, sin duda
históricas. Durante el Imperio Romano se
Viejo” (natural de Cagliari). Su
por influencia de los modelos artísticos
define la técnica y surgen los primeros es-
formación discurrió en el taller
importados por los repobladores castella-
tilos decorativos, como lo atestiguan los
familiar donde trabajaron su padre
nos. Se trata de una pintura realizada en
bellos ejemplos conservados en Pompeya
Melchor Raxis y sus tíos Pedro,
temple sobre cal, de gran rigidez composi-
y Herculano.
Nicolás, Miguel y Pablo, bajo la
tiva y gama cromática fría, generalmente
supervisión del abuelo. Desconocemos
localizada en templos y conventos.
tura’, habiendo sufrido una extraordinaria revalorización en los últimos años.
Es una de las manifestaciones artísti-
En el Románico se emplea la pintura
llegada de las nuevas formas renacentis-
Son pocos los ejemplos que se han con-
mural con un carácter didáctico y evange-
si su formación fue completada con
lizador, localizándose en el interior de los
algún otro maestro foráneo.
servado por la propia fragilidad de la pin-
templos y monasterios. Será con el Gótico
La familia Raxis tendrá una gran
tura y los cambios estéticos producidos a
cuando la pintura mural pierda su impor-
producción en el ámbito alcalaíno.
lo largo de la historia, que conllevó que
tancia anterior, siendo reemplazada por
Establecido en Granada a partir de
muchas imágenes se ocultaran bajo capas
el uso de la vidriera (que conllevaba un
1585, su taller será de los más
de cal o sustituidas por una decoración
nuevo valor simbólico al permitir el acce-
solicitados por todo tipo de parroquias,
posterior. Cabría mencionar las pinturas
so de la luz, símbolo de la divinidad).
conventos, cofradías y particulares,
conservadas en la iglesia de Santa Cruz en
desbordando los encargos el ámbito
Baeza, donde encontramos escenas de la
geográfico granadino.
Pasión de Cristo en su ábside, así como el
Sin embargo, en el ámbito italiano, se
mantuvo la tradición mural durante prácticamente toda la Baja Edad Media, al-
martirio de Santa Catalina en la capilla
AH
JUL
2008
75
Piedad y Anunciación en la iglesia de la Magdalena de Jaén.
contigua. El arco que comunica ambos es-
calizado escenas bucólicas, con querubi-
pacios muestra a la Virgen con el Niño y a
nes jugueteando con animales en un jar-
San Sebastián, pinturas realizadas con
dín paradisíaco.
posterioridad —posiblemente a mediados
INFLUENCIA ITALIANA. Será en el pri-
del siglo XVI—.
Otras pinturas también reseñables se
mer tercio del siglo XVI cuando se intro-
localizarían en la cabecera de la iglesia de
duzcan en España las novedades artísti-
San Bartolomé de Jaén —hoy ocultas—,
cas de la mano de los pintores Julio de
con escenas alusivas al santo titular del
Aquiles y Alejandro Mayner, quienes
templo, o algunos restos localizados en el
vendrán llamados por don Francisco de
claustro de la iglesia de la Magdalena de
los Cobos y Molina, secretario imperial
Jaén. Aparte de otros ejemplos existentes
de Carlos V, para decorar sus casas de Va-
en diversos templos y conventos de la dió-
lladolid y Úbeda. Éstos eran discípulos de
cesis de Jaén, cabría citar algunas pintu-
Giovanni da Udine, quien —en colabora-
ras ligadas a la arquitectura civil. Así, por
ción con Giulio Romano, Primaticcio y
ejemplo, en el castillo de Jimena se con-
Perin del Vaga, entre otros—, había trabajado con Rafael en la decoración de las
servan interesantes escenas marítimas y
en algunas viviendas de Úbeda se han lo-
Retrato de Giovanni da Udine.
Logias Vaticanas.
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El grutesco
■ Es un motivo decorativo
fantástico de gran éxito en el primer
Renacimiento, que consiste en la
mezcla híbrida de formas humanas,
animales y vegetales, con
elementos como veneras, jarras,
templetes, etc. Prueba de su éxito es
su repetición por doquier,
apareciendo en portadas, retablos,
esculturas, pinturas…
El origen de este motivo decorativo
hay que buscarlo en el
descubrimiento hacia 1488 de la
Pinturas ocultas tras el retablo mayor de la iglesia de San Bartolomé de Jaén.
Domus Aurea, la mansión de Nerón
sepultada bajo el suelo de Roma
desde tiempos de Trajano.
Aquiles y Mayner serán los principales
cuarto de la centuria para encontrar otra
Sobre su denominación, puede
introductores del motivo del grutesco en
figura relevante en este ámbito: Pedro de
aludir tanto a su hallazgo en una
España, si bien apenas se han conservado
Raxis, artista vinculado a uno de los mag-
gruta como por ser una
muestras de su arte. Poco podemos hablar
nos proyectos del siglo XVI como es el Hos-
representación extravagante e
de la decoración del palacio de Cobos en
pital de Santiago de Úbeda.
irracional.
Úbeda, al haber caído éste en la más abso-
Su construcción deriva directamente
luta ruina. Sin embargo, en esta localidad
de la influencia que por aquel tiempo tu-
se encuentran algunas de las labores que
vo la construcción del Real Monasterio de
Julio de Aquiles realizó de manera inde-
San Lorenzo de El Escorial, promovido
pendiente, como es la decoración de la ca-
por Felipe II. Muchos miembros de la no-
pilla del Camarero Vago en la iglesia de
bleza española, en su deseo de imitar al
San Pablo, parte del retablo de la Capilla
Rey Prudente, promovieron magnos pro-
del Deán Ortega en la iglesia de San Nico-
yectos contando para ello con los artistas
lás, así como restos conservados en la que
italianos que habían venido para trabajar
pudo ser su vivienda particular.
al servicio del rey. Un conocido ejemplo
LA LABOR DE MAYNER Y DE
AQUILES SERÁ MUY
INNOVADORA: NUEVAS
TÉCNICAS Y MODELOS
RENACENTISTAS DENTRO DE
LA TRADICIÓN MEDIEVAL
Tras la muerte de Aquiles se produce un
de ello sería el palacio de don Álvaro de
importante vacío en la pintura mural jien-
Bazán, en Viso del Marqués (Ciudad Re-
nense. Habrá que esperar hasta el último
al), en donde se desarrolla un completo
AH
JUL
2008
77
Sacristía del hospital de Santiago de Úbeda.
programa decorativo realizado por Cesare
posiblemente a las trazas marcadas por el
alude a la presencia de la Muerte, el
Arbasia y Giovanni Battista Perolli.
pintor escurialense Miguel Barroso. Es-
Tiempo, el Diablo y el Libro de la Vida, re-
tos dos pintores, además, serán encarga-
presentados de manera alegórica.
HOSPITAL DE SANTIAGO. Fundado por
dos de policromar y estofar el gran reta-
Por su parte, en las bóvedas de la igle-
don Diego de los Cobos, Obispo de Jaén,
blo mayor, realizado hacia 1585 por Blas
sia funeraria se exponen sendos discur-
el Hospital de Santiago fue construido
de Briño y Luis de Zayas.
sos que reflexionan acerca de la vida mo-
entre 1562 y 1575 siguiendo las trazas del
Sorprende la profusión decorativa de
arquitecto Andrés de Vandelvira. Esta
la caja de la escalera del hospital, defini-
institución benéfica agrupaba, asimis-
da por Joaquín Montes como un gran “te-
mo, una serie de estancias palaciegas pa-
atro histórico” donde se representa el
ra el obispo (lo que justificaría el esplen-
tiempo histórico, el religioso y el filosófi-
dor inusitado que adquiere su escalera),
co. El primero se hace patente por la gale-
así como un espacio religioso-funerario
ría de los reyes de España, desde Alfonso
(patente en su bien dotada capilla, con
VIII hasta Felipe II. Por su parte, el tiem-
sacristía y antesacristía).
po religioso se muestra mediante las san-
Será Pedro de Raxis —en colaboración
tas mártires y diversos arzobispos toleda-
con Gabriel de Rosales— el encargado de
nos que acompañan a la efigie del Obispo
realizar los ciclos pictóricos, atendiendo
Cobos. Finalmente, el aspecto filosófico
ral, del pecado y del templo como la mo-
EL HOSPITAL DE SANTIAGO
DE ÚBEDA SURGE COMO
IMITACIÓN DEL ESCORIAL,
DONDE LA PINTURA SE
EMPLEA COMO
COMPLEMENTO SIMBÓLICO
Julio de Aquiles y
Alejandro Mayner
■ Con motivo de la coronación de
Carlos V en Bolonia (1525), Francisco de
los Cobos visita el refectorio de San
Salvatore de esta ciudad que, por
aquella época, acababa de ser decorado
por los pintores locales Bartolomeo de
Bagnacaballo y Biaggio Pupini.
Deslumbrado por la belleza de estos
frescos, intenta contratar a estos
pintores aunque sin éxito. Finalmente
serán Julio de Aquiles y Alejandro
Mayner quienes vengan a España,
estando localizada su presencia en
Valladolid en 1533.
Cuatro años más tarde, estos pintores
trabajarán al servicio del Emperador
AH
Carlos decorando sus estancias en la
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2008
concretamente en el Peinador de la
78
Alhambra de Granada,
Reina, donde se representan escenas
de la campaña militar contra los
otomanos en Túnez y otras
mitológicas como la caída de Faetón.
Los trabajos finalizarían hacia 1542.
Tras esto, Alejandro Mayner
permanecería en Granada, donde
realizaría otros encargos como la
decoración del convento de Santa
Inés en el Albayzín, falleciendo en
1545. Por su parte, Julio de Aquiles
marcha a Úbeda donde establece su
familia y su taller, acometiendo
numerosos encargos en la comarca y
falleciendo en 1556.
Antesacristía del hospital de Santiago de Úbeda.
rada de Dios, empleando para ello nu-
heráldico del Obispo Cobos. En la parte
merosas cartelas con textos provenien-
central se disponen los Padres de la Igle-
tes de los Salmos. Asimismo, la pintura
sia, representándose en los ángulos a los
de su testero servía para complementar
fundadores de diversas órdenes religio-
la iconografía del desaparecido retablo
sas (San Antonio, San Benito, Santo Do-
mayor.
mingo y San Francisco), y ubicándose las
Virtudes Teologales en los nichos. Encon-
PROFUSIÓN DE ELEMENTOS. Siguien-
tramos ya algunos elementos que anun-
do los postulados del Concilio de Trento,
cian el cambio de sensibilidad del Barro-
la capilla cuenta con una sacristía y una
co, como son el Ecce Homo y Cristo con la
antesacristía para alojar los distintos ob-
cruz a cuestas, así como un Niño de Pa-
jetos de la liturgia. La antesacristía es
sión. En la bóveda se imitan casetones,
una pequeña sala rectangular, cubierta
decorados con grutescos y la representa-
con bóveda esquifada, en donde se locali-
ción de los dioses planetarios en la parte
zan las monumentales figuras de los pro-
central, formando una cosmogonía.
fetas Jonás, Jeremías, Eliseo y Daniel.
El gran éxito del programa pictórico
Los paramentos de esta sala muestran
Las Sibilas
del Hospital de Santiago fue un alicien-
para enmarcar diversos medallones con
■ Miguel Ángel pintó en la bóveda de
tado en la iglesia parroquial de Villaca-
bustos de santos.
la Capilla Sixtina cinco sibilas. Pedro
rrillo, construida años atrás por Andrés
de Raxis se inspiró en su maestría para
de Vandelvira en colaboración con su
decorar la iglesia de Villacarrillo.
suegro Francisco de Luna. En sus bóve-
atlantes y cariátides fingidos, que sirven
Finalmente, la sacristía es una gran
sala rectangular con seis nichos para alojar las cajoneras, presidida con el escudo
te para que Pedro de Raxis fuera contra-
das centrales se desarrolla un interesan-
Técnicas pictóricas
en la pintura mural
■ Cuando se habla de pintura mural
cabría diferenciar principalmente dos
técnicas: el fresco y las técnicas al seco.
La primera consiste en aplicar una serie
de capas sucesivas de cal y arena, cada
vez más finas. Sobre la última capa
(intonaco) se dibuja la composición
empleando la sinopia (pigmento de
color rojizo), dividiéndose el trabajo en
pequeños tramos (giornate) que deben
mantenerse húmedos para poder
aplicar los pigmentos minerales
fusionándose así con el propio muro.
Esta técnica —buon fresco— requiere
gran maestría pictórica puesto que si
ocurren errores, éstos no pueden ser
disimulados y el pintor se ve obligado a
eliminar todo lo realizado y volver a
aplicar las capas de mortero. Ésta fue la
técnica empleada por Miguel Ángel
para la Capilla Sixtina de Roma.
Las técnicas al seco tienen menos
complicación, pues consiste
simplemente en aplicar temple u óleo
sobre el muro seco, pudiendo contar
con gran variedad cromática aunque
obteniendo una menor fuerza
lumínica.
Con el tiempo, especialmente a partir
de Rafael y sus discípulos, surgirá la
denominada técnica mixta que
consiste en pintar siguiendo la técnica
del fresco y rematar la labor con
Pinturas medievales en una casa particular de Úbeda.
retoques de óleo.
te programa iconográfico, en donde tie-
abacial de Santa María de la Mota en Alca-
Sin duda, estos nuevos descubrimien-
nen cabida diversos personajes del Anti-
lá la Real (de la que no se han conservado
tos vendrán a incrementar nuestro rico y
guo Testamento, combinados con esce-
restos), entre otros proyectos.
variado patrimonio, que deberá ser pues-
nas de la Pasión de Cristo y de la Virgen
Ya en el siglo XVII, y dentro de la esté-
María. Encontramos aquí numerosos
tica del Barroco, se multiplican los pro-
elementos que ya aparecían en la bóveda
yectos decorativos en la provincia de Jaén.
de la Capilla Sixtina, como son los ‘ignu-
Numerosos templos y palacios de la pro-
di’ y las sibilas que profetizan la llegada
vincia se ornamentan con motivos reli-
de Cristo.
giosos, florales y geométricos, llevados a
to en valor para conocimiento y disfrute
de todos. ■
Más información
■ Almansa Moreno, J.M.
Igualmente, Raxis participaría en la
cabo por pintores locales en su gran ma-
ornamentación de la bóveda central de la
yoría (Blas de Ledesma, Antonio García
Pintura mural del Renacimiento
catedral de Baeza, así como en la iglesia
Reinoso, Luis de Ureña, Juan Esteban de
en el Reino de Jaén.
Medina…), sin obtener la grandiosidad y
Instituto de Estudios Giennenses.
el esplendor de antaño.
A PRINCIPIOS DEL XVII,
NUMEROSOS ARTISTAS
PRACTICAN ESTE GÉNERO
DECORATIVO, AUNQUE NO
LO DESARROLLAN COMO LO
HIZO PEDRO DE RAXIS
De cualquier manera, puede concluir-
Jaén, 2008.
■ Ferrer Morales, A.
se que la historia de la pintura mural
La pintura mural. Su soporte, conservación,
jiennense aún está sin escribir, pues son
restauración y las técnicas modernas.
muchas las pinturas que se descubren
hoy en día con motivo de las numerosas
Universidad de Sevilla. Sevilla, 1998.
■ Montes Bardo, J.
restauraciones que se realizan en la ac-
El hospital de Santiago en Úbeda. Arte,
tualidad (una de las últimas que podría-
mentalidad y culto.
mos citar son las bóvedas laterales de la
Editorial El Olivo. Úbeda, 2005.
iglesia parroquial de Villacarrillo).
AH
JUL
2008
79
El modelo de Estado dictatorial del golpe militar del 18 de julio llegó a las aulas con los procesos de depuración.
Los universitarios, obligados a pertenecer al sindicato falangista SEU, lucharon por acabar con él. Las revueltas del
curso 67-68 y el nuevo decreto de asociaciones del ministro Villar Palasí son el punto de partida. La protesta universitaria adquiere claros tintes políticos en 1973, que en la Hispalense se vivió con actividades culturales de agitación
y sobre todo 1975, con manifestaciones multitudinarias y el legendario encierro en el Palacio de San Telmo.
La Universidad contra Franco
El movimiento estudiantil sevillano en tiempos de represión
ALBERTO CARRILLO LINARES
UNIVERSIDAD DE HUELVA
AH
JUL
2008
80
E
l levantamiento armado contra la II
República implicó la construcción
de un nuevo modelo de Estado, ba-
sado en presupuestos dictatoriales que cercenaban la libertad de los ciudadanos. Las
universidades fueron limpiadas de los elementos indeseables, diseñando una institución impregnada del espíritu del Estado del
EN 1964 DECLARARON SU
SEPARACIÓN DEL SINDICATO
OFICIAL LAS FACULTADES DE
FILOSOFÍA Y LETRAS,
CIENCIAS, MEDICINA Y
DERECHO
cenáculos juveniles cristianos se acabaron
por convertir en nidos de antifranquistas.
El objetivo inmediato del movimiento estudiantil fue siempre claro: poner fin al
SEU. Pese a las sucesivas reformas, los estudiantes no hablaban de parches en la organización sino de su completa destrucción: ninguna transformación de escaparate y en la
18 de julio. Con su vertical modo de entender
que no hubiesen participado sería aceptada.
el mundo, a los universitarios se les encua-
En 1964 eran ya cuatro las Facultades en la
Hispalense que declararon su separación del
dró obligatoriamente (tras 1943) en el sindicato falangista (SEU) concebido como un re-
En 1954 surgieron en Sevilla los prime-
sindicato oficial (Filosofía y Letras, Medici-
curso de socialización política. El poder polí-
ros brotes de malestar por la subida del
na, Ciencias y Derecho). En el curso 64-65 se
tico-militar articuló la vida universitaria.
precio del billete de los tranvías. Manifes-
sumó la Escuela de Peritos Industriales.
Conquistada la Universidad, como si de
taciones e inasistencias a clase hicieron
La Universidad de Sevilla se encontraba
una plaza militar se tratara, comenzaron in-
que las autoridades policiales y académi-
en estos momentos, junto con Barcelona,
mediatamente los procesos de depuración
cas tomaran posiciones, máxime tras ha-
Bilbao, Madrid y Valencia, a la cabeza del
con el objetivo de adaptar el Alma Máter a la
berse volcado un tranvía. El Ministerio
movimiento disidente. Por estas fechas se
nueva situación. Así quedó reflejado en la
conminó a los estudiantes con la aplica-
detectó la presencia de estudiantes abierta-
Ley de Ordenación Universitaria de 1943, que
ción del Reglamento de disciplina acadé-
mente antifranquistas, en ocasiones inclu-
en sus art. 3º y 4º recogía:
mica, lo que se traduciría en la pérdida de
so con militancia política en organizaciones
“La Universidad, inspirándose en el sen-
la matrícula, en caso de no reintegrarse a
clandestinas, si bien constituían una mino-
tido católico, consubstancial a la tradición
sus clases. Poco después, a principios de
ría dentro de la minoría subversiva: PCE,
universitaria española, acomodará sus ense-
1957, la Policía Armada penetró —sin au-
FUDE (Federación Universitaria Democráti-
ñanzas a las del dogma y la moral católica y a
torización y pistola en mano— en la Facul-
ca Española) y UED (Unión de Estudiantes
las normas del Derecho canónico vigente. La
tad de Derecho, con el fin de detener a un
Demócratas) fueron las primeras en actuar.
Universidad española, en armonía con los
estudiante, lo que provocó la airada reac-
Sus militantes, antes que nada, eran ami-
ideales del Estado nacionalsindicalista,
ción del decano, Alfonso Cossío del Corral,
gos y compañeros de estudios y las redes de
ajustará sus enseñanzas y sus tareas edu-
quien llegó a presentar su dimisión.
militancia coincidían con las redes de socia-
cativas a los puntos programáticos del Movimiento”.
Los graves sucesos madrileños de 1956 supusieron el primer gran golpe a la Universi-
bilidad. Pese a todo, todavía sólo se realizaba disidencia de salón.
Abatidas las dinámicas organizaciones
dad franquista. En Sevilla, durante los años
estudiantiles de los años anteriores (espe-
siguientes, sólo la JEC (Juventud de Estu-
EL DESPERTAR DEL LETARGO (1965-1968).
cialmente la FUE) y bajo la alargada sombra
diantes Católicos) desarrolló mínimas acti-
Tras 1965 la Universidad española entró en
de terror, los centros de enseñanza superior
vidades destinadas a fomentar la concien-
un ciclo de protesta que se mantuvo duran-
entraron en calma. En los años 50, la pérdi-
cia, más social que política. En breve ambas
te más de una década. Los expedientes aca-
da del miedo y la llegada de alumnos que ya
fueron inseparables: su eslogan, “Ver, juz-
démicos a varios catedráticos de Madrid,
no habían luchado en la guerra, favoreció la
gar y actuar”, invitaba no sólo a la reflexión
por su apoyo a los estudiantes, marcaron
contestación en sus diferentes grados.
sino, sobre todo, a la acción, de modo que los
simbólicamente un punto de no retorno. El
EN LOS AÑOS 60 SEVILLA,
BARCELONA, BILBAO,
MADRID Y VALENCIA
ENCABEZABAN EL
MOVIMIENTIO DISIDENTE
EN LAS UNIVERSIDADES
AHCCOO-A. Ruiz Benavides
AH
Ministerio de Educación, incapaz de contener el temblor, se aventuró a realizar nuevas reformas en el SEU, un cambio de traje
que en nada convencía a los universitarios.
El intento despolitizador de las Asociacio-
Intervención de Felipe González en la Facultad de Derecho de Sevilla el 30 de enero de 1976.
nes Profesionales de Estudiantes (APE) en
1965 y sus sustitutas Asociaciones Estudiantiles (AE) en 1966, cayó inmediatamen-
El curso 67-68 representó para la Hispa-
perar y en la misma inauguración del curso
te en saco roto, pese a que sirviera para
lense un cambio sustancial en la historia
68-69 una lluvia de tomates y bombas féti-
ahondar en la infiltración de cargos electos
de sus revueltas. Las movilizaciones regis-
das cayeron sobre el estrado en el que se en-
—detectada ya en el SEU— por parte de los
tradas al calor de la celebración en Sevilla
contraban los cargos académicos, bajo los
más decididos. En este contexto se inserta-
de la VI RCP (febrero-marzo de 1968), con
gritos de “faltan veintitrés, fuera, fuera”,
ron los primeros proyectos para poner en
la policía en los talones, fueron conteni-
“fuera los fascistas de la Universidad”, “Li-
marcha organizaciones estudiantiles alter-
das con métodos policiales y un expedien-
bertad, libertad”. Paralelamente, la retórica
nativas, como la Asociación Democrática
te académico colectivo a 23 estudiantes de
obrerista inundó los discursos estudiantiles
de Estudiantes (ADES) de Sevilla en el 65-
8 centros, lo que aparentemente apaciguó
y los enfrentamientos frontales con las au-
66, con presencia en Derecho, Filosofía,
el ambiente. En realidad la represión dio
toridades ganaron terreno. Con ocasión del
Medicina, Aparejadores, Industriales,
alas a las posiciones más radicales. El ma-
nuevo decreto de Asociaciones (1968), im-
Ciencias... y con miembros de procedencia
yo que fue en marzo auguró el porvenir.
pulsado por el ministro Villar Palasí, se di-
ideológica diversa (independientes, comu-
Los efluvios del 68 francés y las influencias
fundió un texto titulado “Sr. Palasí: no so-
nistas, socialistas y cristianos). Varias re-
culturales internacionales (música, tea-
mos idiotas”, en el que se leía:
dadas policiales acabaron con ella.
tro, filosofía, moda...) no hicieron sino
“Ya tenemos pues libertad de asociación.
La madurez y buena coordinación que
dar oxígeno a los gauchistas sevillanos.
(….) Esto es, la ‘libertad’ que ya existe en la
adquirió el movimiento a nivel nacional
Marcuse o el grupo musical de los Smash
sociedad española nos la dan ahora. Estu-
permitió la celebración de numerosas reu-
representaban ese espíritu. Una nueva
diantes, demos las gracias.
niones entre estudiantes de diferentes dis-
etapa había comenzado.
Pero los estudiantes no somos idiotas, y
su caradura no nos engaña Sr. Payasín (per-
tritos, antesala de las llamadas Reuniones
dón, Palasí) (…)
Coordinadoras y Preparatorias (RCP, las
ATOMIZACIÓN DEL MOVIMIENTO (1968-
errecepés), que tenían por fin la extensión
1972). Las movilizaciones acaecidas en 1968
Los estudiantes tenemos una experien-
de Sindicatos Democráticos por toda la geo-
hicieron saltar las chispas en el interior de
cia muy clara sobre lo que es la Universidad
grafía universitaria española. En marzo de
un movimiento social demasiado heterogé-
porque la sufrimos. Sabemos que los reto-
1966 nacía el primer Sindicato Democrático
neo. La primera consecuencia fue el de-
ques no cambiarán esa realidad. No, Sr. Pa-
en Barcelona. La represión y las importan-
rrumbe de la frágil organización universita-
lasí, sus ‘nuevas’ ideas no nos engañarán:
tes diferencias internas hicieron inviable el
ria del PCE y la llegada a Sevilla, tras el vera-
los estudiantes no somos idiotas (…). Los es-
desarrollo de un proyecto unitario. Con to-
no del 68, del pensamiento maoísta —el PCE
tudiantes impondremos la libertad ejer-
do, la enorme actividad de los diferentes
(I)— a través de varios estudiantes que habí-
ciéndola. Impondremos la democracia en la
departamentos del sindicato (Cultura e In-
an abandonado el proyecto carrillista, con
universidad, les guste o no a los Ministros
formación), sirvió para extender la cultura
la consiguiente radicalización ideológica y
(del ministerio que sea), a los jerifaltes aca-
antidictatorial.
táctica. Sus consecuencias no se hicieron es-
démicos a la prensa vendida”.
JUL
2008
81
AH
AHMS. Gelán
JUL
2008
82
Carga policial en la calle San Fernando, junto al edificio central de la Universidad. 28 de marzo de 1968.
La situación universitaria justificó para
La sacudida a escala nacional de 1972 lle-
por propia iniciativa cuando la urgencia del
el gobierno la declaración de un nuevo es-
vó al gobierno a intensificar las medidas re-
caso lo requiera. No es preceptiva la autori-
tado de excepción en 1969, emprendiendo
presivas. En octubre el Consejo de Rectores
zación de entrada en edificios universitarios
una dura ofensiva policial con la que fue-
remitía un escrito con las normas a cumplir
en tales casos”.
ron minadas las débiles organizaciones
por los centros universitarios. Entre otras
universitarias. Superada una fase de cierto
peticiones señalaba:
LA FASE ULTRAPOLÍTICA (1973-1977).
retraimiento, desde 1970 surgieron actua-
“1. Se procurará exigir el carnet para el
A partir de 1973 la protesta universitaria ad-
lizados motivos de protesta, comenzando
acceso a los diversos centros universitarios.
quirió forma de querella claramente política:
por el rechazo a la Ley General de Educa-
Sería deseable la tendencia a asegurar que
si hasta entonces en la exposición de las rei-
ción, el Proceso de Burgos o los nuevos Es-
en cada uno de dichos centros no estén pre-
vindicaciones se había intentado mantener
tatutos de la Universidad. En este estado
sentes más que los alumnos del mismo.
una fachada sindical o académica, con poste-
de agitación, Manuel Clavero Arévalo sus-
2. Ninguna asamblea puede ser autoriza-
rioridad los componentes políticos se hicieron
tituyó a Calderón Quijano en el sillón rec-
da. La ilegalidad de la asamblea nace de su
manifiestos, momento en el que proliferaron
toral (1971).
misma naturaleza, ya que no se encuentra
organizaciones que cubrían un amplio espec-
prevista en precepto alguno.
to ideológico. A las ya clásicas (PCE, PCE (I)-
Fracasado el proyecto de los Sindicatos
Democráticos se puso en práctica un siste-
6. Las alteraciones de orden público o los
JGR, PSOE), se sumaron otras de nueva im-
ma de participación más asambleario, los
insultos al Jefe del Estado así como los actos
plantación: AC, LCR, LC, OMLE —con su sec-
Comités de Curso. La conflictividad vivida
de subversión que no puedan ser corregidos
ción universitaria, los Comités de Lucha Estu-
en la Universidad fue en aumento y así en
directamente por las autoridades académi-
diantil (CLE)—, OCE (BR), Partido Carlista y
1972, en un contexto de huelga en varios
cas, carente de medidas para ello, corres-
sus Grupos de Acción Carlista (GAC), ASA,
centros, llegaron a actuar piquetes de ac-
ponden a la autoridad gubernativa y fuerzas
MCE, PSP, ORT, la renacida CNT o unas fan-
ción directa que boicotearon las clases (Filo-
de orden público, las cuales actuarán, bien
tasmales Acción Democrática y República De-
sofía), lo que dio lugar a un expediente co-
a petición de los Rectores y Decanos o bien
mocrática en Andalucía Occidental (RDAO).
lectivo que afectó a militantes del PCE, la
Las paredes de todos los centros se convirtie-
JUR (Juventudes Universitarias Revolucio-
ron en verdaderas sopas de siglas políticas.
narias, filial del PCE (I) y antecedente inme-
Tal y como ocurrió en momentos anterio-
diato de la Joven Guardia Roja, nacida en
res, a mayor radicalidad, más empatía con el
1973), PSOE, así como a estudiantes no organizados. Poco a poco el mapa orgánico se hizo más complejo y la utopía de un movimiento unitario se presentaba cada vez más
lejana. Paralelamente comenzaron a activarse las respuestas de los bachilleres y Profesores No Numerarios (PNN).
A PARTIR DE 1973, LA
PROTESTA UNIVERSITARIA,
HASTA ENTONCES CON
FACHADA SINDICAL Y
ACADÉMICA, ADQUIRIÓ
FORMA POLÍTICA
movimiento obrero. La presencia de tres militantes de CCOO de Sevilla entre los procesados
en el 1001 (Saborido, Soto y Acosta) impulsó
las muestras de apoyo entre los estudiantes.
Por otro lado, el diseño de nuevos Planes de
Estudio sirvió para canalizar el descontento
universitario. Inesperadamente, la Ley de Se-
AHCCOO-A. Ruiz Benavides
Multitudinaria asamblea en la antigua Fábrica de Tabacos, apoyo a la huelga general convocada el 12 de noviembre de 1976.
lectividad (1974) se convirtió en una bomba de
multitudinarias en Sevilla que incluyó un le-
“R.I.P.A. 1er aniversario
relojería en el seno del franquismo.
gendario encierro en el Palacio de San Telmo
Rogad por el alma de la dictadura portu-
La respuesta gubernamental por las movi-
(1975). Las posteriores Jornadas de lucha o la
guesa y el poder de sus tiranos Salazar y
lizaciones habidas en España no se hizo espe-
celebración del primer aniversario de la Revo-
Caetano. Muertos por el pueblo y las
rar: en junio de 1973 asumía el Ministerio de
lución de los Claveles (que se saldó con una
Fuerzas Armadas.
Educación uno de los hombres duros del régi-
fortísima intervención antidisturbios), fue-
Asistamos todos al funeral en el patio de
men, Julio Rodríguez que con su política de
ron manifestaciones de esa ultrapolitiza-
filosofía 11’30”.
big stick y el estrafalario calendario juliano (el
ción. Con textos como el siguiente se convo-
El apoyo de parte del sector docente refor-
curso comenzaba en enero) procuró domar la
caba en Filosofía a la conmemoración por la
zó la convicción estudiantil e incluso se llegó
presión universitaria. Fue en vano y su suerte
Revolución de los Claveles portuguesa:
a hablar en 1975 de los aprobados generales
política estuvo unida a la vida de Carrero Blan-
políticos. Frente a ellos, se puso en marcha
co. Su sucesor, Martínez Esteruelas, lo inten-
una reacción de orden que, con mano dura,
tó con medios más sutiles (el decreto de participación), tratando de encauzar el siempre in-
Más información
rectorado de Manuel Suárez Perdiguero representó un querer y no poder, situación en
satisfecho asunto de la representatividad.
Las acciones de masas se combinaron en
trató de poner a flote un barco a la deriva. El
■ Álvarez Cobellas, J.L.
la que se produjo la muerte de Franco, mo-
la Hispalense con respuestas de baja intensi-
Envenenados de cuerpo y alma.
mento en el que a una treintena de estudian-
dad, por medio de actividades culturales de
La oposición universitaria al franquismo
tes no se les permitía el acceso a la Universi-
agitación (recitales, conferencias, teatro, re-
en Madrid (1939-1970).
dad. Por otro lado, los intentos por reorgani-
vistas, carteles murales...). Los últimos
Siglo XXI. Madrid, 2004.
zar el Sindicato Democrático por parte de la
años del franquismo fueron especialmente
■ Carrillo Linares, A.
JGR chocaron de nuevo con las diferencias en
fecundos y publicaciones como El Ladrillo,
Sesentayochistas domésticos: La VI reunión
el interior de un movimiento estudiantil que
Ventor Libre,
Revista informativa de los
coordinadora preparatoria del Congreso
en breve comenzó a desmovilizarse.
alumnos, RAC, San Telmo, etc., recorrieron
Nacional de Estudiantes (Sevilla, 27 de
los pasillos universitarios. La actividad cul-
febrero- 2 de marzo de 1968), en Actas del III
entre los estudiantes sirvieron para nutrir
tural se completó con la eminentemente po-
Congreso de Historia de Andalucía. t. IV.
algunos movimientos (feminismo, ecolo-
lítica (propagandística y orgánica). La crea-
Andalucía contemporánea (p. 335-351).
gismo...) e impregnaron la transición polí-
ción en París de la Junta Democrática (1974),
Cajasur. Cordoba, 2003.
tica. Bien como fuerza de choque, bien co-
liderada por el PCE, hizo aflorar sus corres-
■ Hernández Sandoica, E.; Ruiz
Los valores culturales que se extendieron
mo espacio de formación intelectual, el mo-
Carnicer, M y Baldó Lacomba, M.
vimiento estudiantil desarrolló un papel
Estudiantes contra Franco (1939- 1975).
fundamental en el desgaste de la dictadura
situación que explica por qué la caída de va-
Oposición política y movilización juvenil.
y en la formación de importantes élites diri-
rios estudiantes de Medicina (de la Liga Co-
La Esfera de los Libros. Madrid, 2007.
gentes siendo la Hispalense especialmente
pondientes secciones universitarias.
El panorama estaba altamente politizado,
munista) provocó una cascada de respuestas
fecunda en este sentido. ■
AH
JUL
2008
83
Hace tres siglos que España, y Andalucía, perdió un histórico trozo de su territorio: el promontorio al que había
prestado su nombre Tariq (Gebal Tariq: el monte de Tariq), uno de los caudillos musulmanes que conquistaron la
península en el año 711. Evocamos la tragedia desde la mirada de los que la sufrieron, en un momento en el que
se comienzaba a vislumbrar la decadencia de nuestro país como uno de los más poderosos de Europa. El 7 de agosto de 1704 sólo quedaron en la Roca setenta habitantes de los más de cuatro mil que el pueblo tenía.
El panadero de Gibraltar
Un episodio de la guerra de Sucesión cuyas consecuencias perduran
JUAN ESLAVA GALÁN
ESCRITOR
AH
JUL
2008
84
Y
o, Alonso Carrión, maestro panade-
imperio, en una rebatiña más propia de he-
nieto del rey Sol, sino en su condición de biz-
ro avencindado en San Roque a sus
rejes o moros que de monarcas cristianos.
nieto del rey Felipe IV de España y su heredero
directo. En Gibraltar casi todos estuvimos por
excelencias los alcaldes de la villa
respetuosamente expongo que queriendo
DIVERSOS CANDIDATOS. En Gibraltar atra-
don Felipe, como luego se vería, y yo el pri-
hacer un horno de pan de ladrillo y obra en
caban algunos navíos y la taberna del Cojo,
mero, pero, a lo que se me alcanza, el mal vi-
el que ejercer honradamente mi oficio y en
en el puerto, era buena estafeta para las noti-
no de que la nobleza española se dividió en
virtud de los méritos que tengo contraídos
cias. Allí supimos que el trono de España lo
dos bandos, los que aceptaban sobornos del
en servicio de Su Majestad el Rey creo mere-
pretendían a la vez un francés y un austriaco
rey de Francia y los que los aceptaban de Aus-
cer la exención de tributos que pesan sobre
y que el que lo alcanzara se convertía en el
tria. Al final prevaleció el francés de lo que
dichas industrias, lo que solicito de su justi-
más poderoso del mundo. Allí fue, también,
nos holgamos mucho sus fieles súbditos, pe-
cia y equidad.
donde oí por vez primera el nombre de don
ro mientras el gran Felipe se hacía cargo de
Los señores alcaldes repararán en cuán
Felipe V, nuestro Rey y Señor. Me dijeron que
España, los de Austria y sus aliados movieron
injusto es que mi antiguo convecino Roque
era un nieto de Luis XIV, el rey Sol de Francia,
cruda guerra, de la que tantos males me han
Mata, que es de los setenta gibraltareños
de la dinastía de los Borbones. También supe
sobrevenido en mi humilde condición de pa-
que se quedaron en el Peñón (y además con
que pretendían el trono los austriacos y que
nadero de la Roca. Un día recaló por mi casa
mi horno de pan, de lo que según me dicen
apoyaban al archiduque Carlos, primo del rey
un sastre que iba para Barcelona y me puso al
se congratula mucho el taimado) vive en la
difunto. En Gibraltar, por su condición de
tanto de por donde iban los tiros. Inglaterra,
prosperidad y ha engordado y casado a tres
puerto de mar y de presidio de la Corona, es-
Holanda, Austria, Prusia, Hannover y el Im-
hijas mientras que yo, que he arrostrado
tábamos informados. Los austriacos alega-
perio estaban en guerra contra los Borbones
muchas calamidades por servir al Rey Nues-
ban que eran la familia del difunto y el dere-
de Francia y España.
tro Señor, malvivo en estos destierros por mi
cho de herencia asistía a su dinastía. Los
En Gibraltar éramos un pueblo grande,
fidelidad a la Corona de España.
franceses, con más razón, argumentaban
de 1.200 casas y unos cuatro mil y pico ha-
que el trono era de Felipe, no porque fuera
bitantes, y un castillo con ciertas fuerzas.
Pues sabrán los señores regidores que en
1700 cuando falleció Carlos II, por mal nom-
Muchos vivían de la pesca, otros del co-
bre el Hechizado, el último rey de la dinastía
mercio, los menos de la industria. Éramos
Austria, estuve tres días sin cocer empana-
cuatro panaderos, yo el mejor, modestia
das en mi horno en señal de duelo mientras
que Roque Mata, mucho menos patriota, se
hinchaba a ganar con sus parroquianos y
con los míos. Aquella, como recordarán sus
mercedes, fue ocasión de mucho duelo
pues, al quedar el trono vacante, muerto el
rey sin descendencia, los reyes de Europa se
abatieron como buitres sobre España y su
EN MI CONDICIÓN DE
PANADERO DE LA ROCA,
TRES DÍAS ESTUVE SIN
COCER EMPANADAS COMO
DUELO POR LA MUERTE DE
CARLOS II
aparte y pongo por testigo a mis molletes
que nadie los hace como yo, con su apariencia tan deleitosa de sexo femenino, esponjosos y blandos.
Llegó la primavera de 1704 y a muchos
no nos llegaba la camisa al cuerpo. Se rumoreaba que los holandeses querían tomar
Gibraltar como puerto de aprovisionamien-
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Grabado del sitio de Gibraltar en el que se observan los detalles del asedio.
to para la flota que enviaban contra la base
agosto los barcos nos saludaron con cinco o
ropa donde habíamos encerrado a las muje-
naval francesa de Toulón. Gracias a Dios les
seis horas de cañoneo, quizá quince mil
res y los niños por salvarlos del cañoneo,
falló la traza, porque no contaron con tro-
descargas. Nosotros teníamos ciento veinte
junto con muchos objetos valiosos.
pas de apoyo terrestre, pero entonces se vi-
cañones, unos de hierro y otros de bronce, y
nieron al Estrecho en busca de refuerzos. El
pólvora y balas de sobra, pero sólo había
RENDICIÓN Y HUIDA. El tres de agosto
archiduque quería atacar Cádiz, pero tam-
seis artilleros y la guarnición era poca, me-
Hesse solicitó nuevamente la rendición y
poco era aconsejable sin apoyo terrestre. En
nos de cien soldados en total y trescientos
Salinas, tras consultar al ayuntamiento,
su lugar los almirantes decidieron atacar
voluntarios, entre ellos yo. Poca cosa para
rindió Gibraltar después de tres días de cru-
Gibraltar. El plan era desembarcar en el is-
los más de tres mil hombres que desembar-
do asedio. Los atacantes tuvieron sesenta
tmo e incomunicar el Peñón por tierra para
caron en el istmo.
muertos y doscientos y pico heridos.
impedir que recibiéramos refuerzos mien-
En esto llegó la flota del almirante Rooke
Cuando ocuparon la Roca, los oficiales
tras ellos bombardeaban el castillo y la ciu-
con cuatro docenas de naves para matar toda
intentaron evitar que la chusma cometiera
dad desde sus naves.
nuestra esperanza. Primero inutilizaron los
tropelías, pero algunas se dieron. Hubo pro-
No se me olvidará ese día. El 21 de julio de
cañones que defendían el muelle viejo, lue-
fanaciones de objetos de culto y violaciones
1704 aparecieron muchas velas por el hori-
go una flotilla de barcas acercó hombres y
de mujeres, lo que acarreó que algunos in-
zonte: una escuadra de diez navíos ingleses
escalaron la muralla hasta la torre del Tuer-
vasores fueron apiolados en secreto y sus ca-
y otros diez holandeses. A las tres de la tar-
to. Entonces explotó el polvorín del fuerte y
dáveres arrojados a las letrinas.
de, en plena siesta, sin respetar el descanso
mató a muchos hombres y destruyó algunos
Con todo esto, el siete de agosto hicimos
de las gentes, desembarcaron mil ochocien-
barcos, pero los otros siguieron el cañoneo
las maletas y marchamos de nuestra ciudad
tos hombres en el istmo. El jefe de las tro-
hasta lanzar más de quince mil tiros.
como la uña se separa de la carne, muchos
pas, el príncipe de Hesse, envió una carta al
La mayor desgracia, que ya descorazonó
llorando, otros con semblantes de pesar co-
gobernador Salinas para que se rindiera en
a los defensores de la ciudad, fue que los he-
mo no se conocían. Yo vi al regidor Varela co-
la que amenazaba con “pasar la plaza a san-
rejes tomaron la capilla de la Virgen de Eu-
ger una teja del camino y escribir en ella, con
gre y fuego”. Un pregonero de los herejes vo-
un carboncillo, “Aquí lloré a Gibraltar. Agosto
ceó una carta del archiduque Carlos en la
de 1704” Sólo se quedaron setenta habitantes
que decía que “nos amaba como hijos legíti-
de los cuatro mil y pico que el pueblo tenía.
mos”, y nos pedía rendición.
El ayuntamiento dijo nones, que era fiel
a Felipe y las cosas quedaron así unos días
porque el viento de Levante impedía las
maniobras de la flota. Luego amainó y el
uno de agosto comenzaron los tiros: dos naves holandesas cañonearon y los cañones
del castillo les respondieron. El tres de
FLOTAS PROCEDENTES DE
INGLATERRA Y HOLANDA
CAÑONEARON DURANTE
DÍAS GIBRALTAR, HASTA SU
RENDICIÓN EL 3 DE
AGOSTO DE 1704
Cada cual se fue a donde pudo. Muchos nos
repartimos por el campo de Gibraltar, sobre
todo los pescadores que se acogieron a Algeciras que estaba medio en ruinas. Otros se dirigieron a Medina Sidonia, a Ronda, a Málaga.
El regidor Varela trasladó los archivos y las
banderas a una casa de campo que tenía más
allá del istmo y se continuó reuniendo el
‘Naturaleza muerta
con caja de dulces,
rosca de pan y otros
objetos’ (detalle),
obra del pintor
Luis Meléndez.
za. Por ahí fueron los tiros. En 1710 los ingleses se desentendieron de la causa del archiduque, pero retuvieron el Peñón. Al año siguiente Luis XIV de Francia pactó la paz con
ellos y fue tan generoso con la tierra de su
nieto que les entregó Gibraltar como garantía de su comercio por el Mediterráneo. Felipe V, Nuestro Señor, protestó, pero al final se
conformó con que su abuelo regalara tierra
española y firmó el acuerdo en Utrecht, en
Holanda, en 1713, después de arduas conver-
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saciones en las que no contaron para nada
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salimos peor parados porque los ingleses
con España, eso se dice. Y menos mal que no
pretendían una porción de tierra alrededor
de Gibraltar de cuatro kilómetros, lo que al-
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canzan dos disparos de cañón con la mira alta. Eso lo supe por un criado del marqués de
Monleón, que fue de los que firmó las paces.
ayuntamiento hasta que en 1706 el rey dio
fuimos perdiendo la esperanza, yo el prime-
BOTÍN DE GUERRA. Por el tratado Gran Bre-
permiso para que los refugiados se establecie-
ro. Un día en la taberna del Cojo (que la había
taña reconocía a Felipe V como rey de España,
ran junto a la ermita de San Roque, en tien-
trasladado a San Roque, con barriles nuevos)
la cual le cedía “a la corona de Gran Bretaña la
das de campaña y chozas muy míseras.
oí a un marino que sabía del asunto. Los in-
plena y entera propiedad de la ciudad y casti-
De los setenta que se quedaron no quiero
gleses consideraban Gibraltar botín de gue-
llo de Gibraltar juntamente con su puerto, de-
hablar porque muchos eran gente de respe-
rra, se habían aficionado a él e iban a que-
fensas y fortalezas, que le pertenecen dando
to, el párroco Juan Romero y sus vicarios, el
dárselo. El Peñón, desde el tiempo de los mo-
la dicha propiedad absolutamente para que la
campanero, el ermitaño, el médico. Tam-
ros, había sido una golosina pues es la única
goce y tenga con entero derecho y para siem-
bién se quedó el panadero Roque Mata que
fortaleza natural que domina el Estrecho por
pre”. En cuanto a los derechos de España, se
dejó su horno y se mudó al mío, el muy la-
donde tienen que pasar los navíos de las po-
prohibía que hubiera en Gibraltar moros ni
drón, en el que, hasta la presente, cuece los
tencias. Por lo visto los ingleses hacía mu-
judìos y “si a la corona de la Gran Bretaña le
panes y las empanadas de los ingleses.
cho que venían codiciando el Peñón como
pareciere conveniente dar, vender o enajenar
Desde entonces he vivido misereando
base para proteger el comercio inglés de los
de cualquier modo la propiedad de la dicha
con un horno pobre de barro y yeso que da
piratas argelinos y para vigilar desde él el co-
ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concor-
pena verlo. Entrando el otoño llegaron cua-
mercio español de Cádiz con las Indias. “El
dado por este tratado que siempre se dará a la
tro mil hombres de a caballo y de a pie con
que domina el Peñón, domina el Estrecho; el
Corona de España la primera acción antes que
las banderas del Rey Felipe Nuestro Señor,
que domina el Estrecho domina el Medite-
a otros para redimirla”. A los ingleses les daba
dispuestos a recuperar la Roca, pero como
rráneo y el que domina el Mediterráneo, do-
la posesión y el uso del territorio, pero no la ju-
traían un panadero por regimiento, más
mina el mundo”, eso decía. Y un escribiente
risdicción o el dominio absoluto, como si fue-
bien me hicieron la competencia y el nego-
del embajador inglés en Lisboa dijo en el me-
ran tierras de señorío que los ingleses podían
cio se me resintió pero yo me reconforté
són de la Tomasa que su amo tenía vara alta
usufructuar sine die y a España le quedaba el
pensando que los herejes que defendían la
en Londres y había escrito un manifiesto al
derecho de recuperarlo algún día.
Roca sólo tenían víveres para cuatro meses y
rey pidiéndole que no perdieran Gibraltar
Algún día. Eso es fácil cuando se trata de
pronto estaría en mi casa de nuevo. Comen-
porque el comercio inglés necesitaba la pla-
estados poderosos, aunque España, me ba-
zaron los bombardeos desde el mar y desde
rrunto, que va camino de dejar de serlo. Por
tierra, más ruido que nueces. No eran bue-
lo pronto, yo he perdido mi panadería. Ya se
nos soldados ni estaban bien mandados, se
han ido haciendo casas en San Roque y hay
producían muchas deserciones: un desastre. Ese tiempo me gané la vida haciendo
pan blanco para los oficiales y, modestia
aparte, gané alguna fama de saber mi oficio. En fin, el ataque duró unos meses, con
intermitencias, y al final se quedó en nada.
Al principio creíamos que volveríamos
pronto, que era sólo cosa de la guerra, luego
LOS INGLESES
CONSIDERABAN QUE QUIEN
DOMINARA EL PEÑÓN
DOMINARÍA EL ESTRECHO,
EL MEDITERRÁNEO Y EL
MUNDO
menos chozas y las criaturas vivimos con
más decencia. Por eso solicito del ayuntamiento el permiso para edificar un horno de
ladrillo bueno como el que tengo, o tenía,
en Gibraltar, el que hizo mi abuelo para que,
ya que nos comemos el pan con nuestras lágrimas, por el Peñón perdido, por lo menos
que el pan sea bueno. ■
Publicaciones del Centro de Estudios Andaluces
‘Andalucía en la Historia’ es una más de las publicaciones que edita el Centro de Estudios Andaluces, en su compromiso con la investigación y la divulgación de conocimientos de carácter histórico y andaluz. Por eso queremos
ofrecer a nuestros lectores en este espacio una breve muestra de nuestro catálogo, seleccionando aquellos títulos
que más puedan interesales. Para la adquisición de cualquiera de nuestras publicaciones puede ponerse en contacto con el departamento de Publicaciones, bien vía teléfono en el 954 055 210, o mediante correo electrónico a
publicaciones@centrodeestudiosandaluces.es.
CONCHA LANGA NUÑO
VV.AA.
JOSÉ GONZÁLEZ ARTEAGA
VV.AA.
De cómo se improvisó el franquismo
La identidad cultural
El Rincón de los Lirios. Las islas
Viajeras románticas en
durante la Guerra Civil: La
de Andalucía
del Guadalquivir 1927-1930
Andalucía. Una antología
aportación del ABC de Sevilla
Presenta este volumen las más
El Centro de Estudios Andaluces
Una recopilación de las mejores
La profesora de la Universidad de
importantes aportaciones sobre la
recoge una colección privada de
páginas que las viajeras
Sevilla, Concha Langa Nuño,
identidad cultural de Andalucía a
más de 600 fotografías del
románticas británicas y
analiza la íntima relación
lo largo de más de un siglo,
enclave donde comenzó el
norteamericanas escribieron a
existente entre prensa y
incluyendo textos muy conocidos
proyecto de transformación
su paso por Andalucía. Su visión
franquismo a partir de esta
(aunque no siempre leidos) junto
agrícola que afectó a Isla Mayor,
muestra una nueva hipótesis
conocida cabecera. Langa
con otros no tan revisados, pero
en las Marismas del
sobre la cultura y la sociedad
disecciona al detalle la totalidad de
que ejercieron su influencia en
Guadalquivir.
andaluza en el siglo XIX, que en
los números de‘ABC’ entre el 20 de
determinados sectores en el
julio hasta el 31 de marzo de 1939.
momento de su publicación.
860 págs. 17 x 23 cm.
Rústica con solapas.
PVP: 20 euros.
261 págs. 17 x 22,5 cm.
Rústica con solapas.
PVP: 18 euros.
PIERRE VERGER
Andalucía 1935. Resurrección
de la Memoria
muchos casos reformula tópicos
92 págs. 24,5 x 25 cm.
Cartoné forrado con sobrecubierta.
PVP: 30 euros (incluye CD con
imágenes).
perpetuados por sus coetáneos.
ÁNGEL DEL RÍO, SANDRA
LUIS MÉNDEZ RODRÍGUEZ
Crónica de un sueño. 1973-1983.
CHECA Y RICARDO MARTÍN
La imagen de Andalucía en el arte
Memoria de la Transición
Andaluces en los campos de
del siglo XIX
Democrática en Andalucía
287 págs. 23 x 25 cm.
Rústica con solapas.
PVP: 25 euros.
Mauthausen
Un viaje a la realidad de
Una obra que estudia la imagen
Esta obra analiza cómo se
Andalucía en vísperas de la
El Centro de Estudios Andaluces
que Andalucía proyectó en los
desarrolló la transición
Guerra Civil española. Las
ha querido recoger gráficamente
europeos del siglo XIX, a través de
democrática (1973-1983) en todas
imágenes de Verger, inéditas
el papel de los españoles
su representación artística en
y cada una de las provincias
hasta la fecha, fueron tomadas
republicanos que padecieron
pinturas y fotografías, y cómo
andaluzas. Nueve volúmenes
en la primavera de 1935 y poseen
cautiverio en los campos de
esos iconos culturales se tomaron
componen esta obra, en la que
un enorme valor documental
exterminio de la Alemania nazi,
como representación de lo
han participado buena parte de
para conocer la etapa final de la
sin duda, uno de los episodios más
español y provocaron la afluencia
los periodistas más destacados
II República en Andalucía.
olvidados de nuestra historia.
de visitantes que desembocaría
de la época.
en el germen del turismo.
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9 volúmenes.
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22 x 24,5 cm.
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Mutis, apodado el sabio, es uno de los científicos españoles más importantes del siglo XVIII. Nacido en Cádiz en
1732, aprovechó su profesión de médico y cirujano para trasladarse a América y dedicarse a su gran pasión: el conocimiento de la naturaleza. Durante varias décadas, introdujo las nuevas teorías y técnicas científicas en Santa Fe
de Bogotá y formó a un excelente equipo de naturalistas con los que emprendió una de las grandes empresas de la
Ilustración: la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada (1783-1816).
Celestino Mutis,
el sabio de las plantas
Homenaje en el segundo centenario de su muerte
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SALVADOR BERNABÉU ALBERT
INVESTIGADOR CIENTÍFICO DEL CSIC (EEHA, SEVILLA)
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osé Celestino Mutis nació en Cádiz el 6
ña, de diecisiete mil habitantes, colorista,
de abril de 1732. Su infancia y juventud
pero con pocos alicientes para un espíritu
transcurrieron en el barrio del Pópulo,
tan inquieto como el suyo. En 1763 y 1764 en-
donde su numerosa familia, compuesta
vió dos Representaciones al rey Carlos III en
por Julián Mutis de Almeida, su padre, Gre-
la que se ofrecía a encabezar una campaña
goria Bosio, su madre, y ocho hermanos,
de búsqueda, recolección, descripción y or-
vivía en una amplia casa, distribuida alre-
denamiento de la producción naturalista
dedor de un patio. Su progenitor regentaba
del Nuevo Reino de Granada. Pero sus de-
una librería en la calle del Hondillo, en la
mandas no tuvieron respuesta hasta dos dé-
que atendía a una numerosa clientela y a
cadas después, por lo que tuvo que iniciar
varias instituciones de la ciudad, ávidas de
sus trabajos con su propio dinero y con los
novedades. Desde pequeño, José Celestino
precarios medios humanos y académicos
mostró una gran curiosidad por la botánica
que tenía la capital neogranadina en la segunda mitad del siglo XVIII.
y otras ciencias, que le llevaron a matricularse en la Facultad de Medicina de la Uni-
Retrato de José Celestino Mutis.
Sin caer en el desasosiego, Mutis utilizó
su profesión médica, sus relaciones con la
versidad de Sevilla en 1748 y, un año más
tarde, en el Real Colegio de Cirugía de Cá-
últimas teorías y lo animó a escribir un dia-
elite santafereña y una voluntad de hierro
diz, simultaneando ambos estudios, lo que
rio de observaciones cuando emprendió el
para conseguir fondos y hombres con los
le permitió completar la teoría con la prác-
viaje de regreso a Cádiz. Sin despedirse de
que emprender en solitario la expedición
tica. El 2 de mayo de 1753 obtuvo el grado de
sus padres, que no aprobaban sus planes,
botánica. A su labor como médico le sumó
bachiller en Medicina, título con el que via-
Mutis se embarcó el 7 de septiembre de 1760
las clases de matemáticas y física en el co-
jaría a las Indias como médico del virrey Pe-
en el navío de guerra La Castilla rumbo al
legio del Rosario, la administración de va-
dro Messía de la Cerda, marqués de la Vega
Nuevo Reino de Granada, desembarcando el
rias empresas mineras (primero en Mon-
de Armijo (1760-1772).
28 de octubre siguiente en Cartagena de In-
tuosa Baja y después en El Sapo), un pro-
Pero antes de abandonar la península,
dias. Al llegar a América, Mutis tenía 28
yecto de reforma de la universidad local, el
completó sus estudios en Madrid, donde fue
años de edad, una gran capacidad de trabajo
asesoramiento a varios virreyes y, final-
habilitado como médico por el Real Proto-
y una decidida voluntad de contribuir al co-
mente, sus enseñanzas a un grupo de jóve-
medicato (1757). Allí acudió al Jardín Botáni-
nocimiento de la naturaleza: la gran obra de
nes interesados en el conocimiento cientí-
co situado en el Soto de Migas Calientes,
Dios. Sin perder tiempo, el joven médico de-
fico. José Celestino Mutis, que se ordenaría
arrebatado por su interés por la botánica, al-
dicó los descansos del viaje desde Cartagena
sacerdote en diciembre de 1772, se convirtió
go normal si consideramos que los médicos
a Santa Fe de Bogotá para botanizar los para-
en un eslabón fundamental de la ciencia
de la época preparaban sus medicinas ma-
jes del camino.
ilustrada. Su correspondencia y envíos de
yoritariamente con plantas. Miguel Barna-
Mutis llegó a la capital virreinal el 28 de
productos naturales al sueco Carlos Lin-
des, director del jardín, lo introdujo en las
febrero de 1761. Encontró una ciudad peque-
neo, uno de los científicos más importan-
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tes del momento, le granjearon fama en
media Europa; fama que supo aprovechar
reuniendo en Santa Fe un gabinete científico y una librería que llegaría a alcanzar a
su muerte ocho mil volúmenes.
LA EXPEDICIÓN BOTÁNICA. Como resultado de estos esforzados y diferentes trabajos durante veinte años, Mutis logró un
completo conocimiento de la Nueva Granada, de sus paisajes y pueblos, de sus gentes
e instituciones, de sus cielos e infiernos.
Mutis estudiando la Mutisia Clematidis. Óleo de la Real Academia de Medicina de Madrid.
Adoptó al virreinato como su patria, y el virreinato lo adoptó a él. Cuando la Corona
ción sin contar con el permiso de la corte
quien, siguiendo las teorías linneanas, di-
española le encomendó la expedición botá-
borbónica. Inmediatamente, el gaditano
bujó minuciosamente los órganos repro-
nica, el médico gaditano contaba con la ad-
reunió a alumnos, pintores y criados y co-
ductivos de las plantas. Matis, al igual que
miración de sus vecinos y, lo más impor-
menzó la búsqueda y clasificación de plan-
otros de sus compañeros, compaginó los
tante, con un buen número de discípulos
tas, primero en la mesa de Juan Díaz y pos-
pinceles con la recolección de plantas en los
que lo secundaron en el proyecto de su vida.
teriormente en Mariquita, paraje estratégi-
valles y las montañas. Sobre el destino de
Entre los más destacados hay que citar a
camente situado en el cruce de varios ecosis-
estas láminas, muchas de ellas fueron rega-
Francisco Antonio Zea que, desterrado en
temas, en donde nuestro naturalista laboró
ladas por Mutis a amigos y corresponsales,
España, fue director de Jardín Botánico de
entre 1783 y 1790.
si bien la mayor parte fueron enviadas al Jardín Botánico de Madrid en 1816.
Madrid, Jorge Tadeo Lozano, zoólogo y fun-
En Mariquita, Mutis organizó un eficaz
dador de la antropología colombiana, y
equipo de trabajo, al que se fueron incorpo-
Como director de la expedición, Mutis
Francisco José de Caldas, especializado en
rando varios dibujantes, que lograron ter-
impuso los parámetros del método linneano
geografía.
minar seiscientas láminas en color y otras
en la clasificación de las plantas neograna-
El 3 de agosto de 1782, el secretario de In-
tantas en blanco y negro. El resto de las lá-
dinas, aunque su empeño principal fue la
dias, don José de Gálvez, comunicó al virrey
minas producidas, más de cinco mil qui-
imagen, convencido de que el dibujo fiel de
neogranadino, el arzobispo Antonio Caba-
nientas, se pintaron en Santa Fe de Bogotá,
la naturaleza era imprescindible para la des-
llero y Góngora, el permiso real para que un
donde llegó a fundarse una Escuela Gratuita
cripción y la clasificación. Mutis concentró
grupo de científicos alemanes recorriese el
de Dibujo. En 1787, el arzobispo-virrey auto-
todos sus esfuerzos en los dibujos de las
Nuevo Reino de Granada. Pero el arzobispo-
rizó la llegada de cinco pintores procedentes
plantas, pues nunca abordó la parte siste-
virrey, conocedor de los méritos y adelantos
de Quito, si bien el más diestro de los discí-
mática más allá de algunos borradores o
de Mutis, le encomendó la citada expedi-
pulos de Mutis fue Francisco Javier Matis,
apuntes en sus extensos diarios. Creía en la
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Carlos Linneo
(1707-1778)
■ Hijo de un pastor luterano, el
sueco Carl von Linné fue un
apasionado de la botánica desde
su juventud. Tras vencer la
oposición familiar, estudió
medicina en las universidades de
Lámina de la Clavija sp. perteneciente a la expedición botánica del Nuevo Reino de Granada.
Lund y Uppsala, en donde obtuvo
en 1741 la cátedra de medicina y
superioridad de la iconografía sobre el resto
años después la de botánica, que
de las tareas botánicas. En consecuencia, la
desempeñó hasta su muerte en
mayoría de las láminas que se conservan de
1778. Con 24 años ideó un nuevo
la expedición carecen de nombres científicos
sistema de clasificación de las
o de datos de los parajes y de las condiciones
■ ”No hay reino que no sea
plantas siguiendo sus órganos
en las que crecían las plantas, lo que ha difi-
newtoniano y por consiguiente
reproductivos: la clase por los
cultado el trabajo de los modernos botánicos
copernicano, mas no por eso
estambres (órganos masculinos)
encargados de la edición de los dibujos.
pretenden ofender (ni aun por
y su orden por los pistilos
Uno de los árboles en el que invirtió
Defensor de Newton
y Copérnico en Bogotá
imaginación) a las sagradas letras que
(órganos femeninos). También
más tiempo y esfuerzo fue el quino, que
tanto debemos venerar. El sentido en
difundió con gran éxito el
reconoció en un pequeño pueblo de Cundi-
que éstas hablaron es clarísimo y que
sistema binominal (dos nombres)
namarca llamado Tena en octubre de 1772.
no quisieron enseñar la astronomía,
para su designación, lo que
Años más tarde, entre mayo de 1793 y fe-
sino darla solamente a entender en el
simplificó las largas y oscuras
brero de 1794, Mutis publicó por entregas
pueblo. Hasta los mismos que
descripciones utilizadas hasta
El Arcano de la quina en el Papel periódico
sentenciaron a Galileo se reconocen
entonces. La necesidad de un
de Santafé de Bogotá, en donde distinguió
hoy arrepentidos de haberlo hecho, y
sistema funcional se hizo
siete especies legítimas del género chin-
nada lo acredita tanto como la
evidente con la llegada masiva de
chona, cuatro de ellas con propiedades cu-
conducta de la misma Italia. Por toda
nuevas plantas hasta el despacho
rativas. Además, desterró la idea de que el
ella se enseña públicamente el sistema
de Linneo, quien envió a sus
quino sólo crecía en la zona comprendida
copernicano y newtoniano: no hay
discípulos a herborizar
entre los cinco grados de latitud norte y
religión que no le dé a la prensa”. Carta
numerosas regiones del planeta
sur del Ecuador.
de Mutis al virrey Pedro de
(desde Norteamérica al Japón) y
Los intereses de la Real Expedición a
creó una eficaz red de
Nueva Granada superaron ampliamente
colaboradores, a la que
los trabajos botánicos. El pintor Antonio
pertenecía Mutis. Tras su muerte
Barrionuevo realizó cuarenta óleos que re-
y la de su hijo y sucesor, también
presentaban a animales y diversas esce-
llamado Carl, su mujer vendió
nas de mestizaje, hoy desaparecidas, lo
las colecciones y los manuscritos
que demuestran el interés de Mutis por la
al inglés James Edward Smith,
fauna y la población del virreinato. Uno
quien los trasladó a Londres,
de sus discípulos, Jorge Tadeo Lozano,
donde fundó la célebre Linnean
utilizó esos lienzos como referencias para
Society en 1788.
su obra Fauna Cundinamarquesa, considerada como la fundadora de la antropolo-
Mendinueta, 20 de junio de 1801.
AUNQUE IMPUSO EL
MÉTODO LINNEANO, MUTIS
DABA PRIORIDAD A LA
IMAGEN. EL DIBUJO ERA
BÁSICO PARA LA
CLASIFICACIÓN
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La edición de la Flora:
una empresa común
hispano-colombiana
■ En 1816, cuando la independencia
de Colombia parecía inevitable, los
documentos y dibujos de la expedición
botánica que dirigió José Celestino
Mutis fueron trasladados a España. Se
Lámina de la Mutisia Clematis. Real Jardín Botánico de Madrid.
guardaron en el Jardín Botánico de
Madrid, cuyo director, Mariano
Los polvos
de la condesa
■ Cuenta el médico Sebastián Bado,
gía colombiana. Por último, la expedi-
Lagasca, intentó la edición de las
ción reunió un excelente equipo astronó-
láminas sin éxito. Habría que esperar
mico, con el que se creó un observatorio
a 1954 para que apareciese el primer
tras el fallecimiento del sabio gaditano.
volumen de la edición de la Flora de la
Durante sus últimos años, Mutis dis-
Real Expedición Botánica del Nuevo
autor del primer tratado sobre la quina
minuyó sus apariciones públicas, aqueja-
Reino de Granada con los auspicios de
conocido en Europa (1663), que fue la
do de varias enfermedades. En el verano
los gobiernos de España y de
curación de la esposa del virrey del
de 1801 recibió la visita de Alejandro de
Colombia, gracias a la colaboración de
Perú, doña Francisca Henríquez de
Humbold, el gran viajero alemán, que
los Institutos de Cultura Hispánica de
Ribera, condesa de Chinchón, la que
alabó sus trabajos y su enorme biblioteca,
ambas naciones y el Real Jardín
difundió las propiedades curativas de
que comparó con la de Joseph Banks en
Botánico. Los acuerdos culturales se
la corteza del quino para paliar las
Londres. A principios de 1808 enfermó de
renovaron en la tercera sesión de la
temidas terciarias (paludismo). En
fluxión catarral, agravándose su estado
Comisión Mixta Cultural Colombo-
realidad, la quina ya era empleada por
en los meses siguientes. El 1 de julio otor-
Española, celebrada en marzo de 1984
los indios antes de la llegada de los
gó la libertad a sus dos negros esclavos,
en Bogotá. Hasta la fecha han
españoles y era conocida desde el siglo
Pacho y Chepe de los Reyes, y nombró co-
aparecido veintinueve tomos de los
XVI por los habitantes de la colonia.
mo albacea a Salvador Rizo. Al terminar el
cincuenta programados.
Pero el episodio de la condesa
verano, sus dolencias se agravaron, mu-
—aunque algunos lo consideran falso—
riendo el 11 de septiembre a la tres de la
le otorgó celebridad y el nombre con el
mañana. Su cuerpo fue enterrado en el
que la quina se hizo famosa: Cinchona
presbiterio de la iglesia de Santa Inés de
o Chinchona. Su autor fue Carlos
Santa Fé de Bogotá. En su testamento
Linneo, quien consideró que el árbol
científico dividió la dirección de la expe-
pertenecía a un nuevo género botánico
dición botánica en tres secciones: Fran-
en su Genera Plantarum (1742). La
cisco José de Caldas se encargaría de la
quina fue difundida por los padres
parte astronómica y geográfica; Jorge Ta-
■ Martín, M.P.
jesuitas en la Europa del siglo XVIII,
deo Lozano, de la zoológica, y Sinforoso
Celestino Mutis.
fascinando a los botánicos ilustrados.
Mutis, su sobrino, de la botánica, sin du-
El árbol del quino fue descrito por el
da la más importante. Tras años de olvi-
francés La Condamine y por el alemán
do, los restos del sabio gaditano se trasla-
Viajeros científicos: Jorge Juan, Mutis,
Alejandro de Humboldt, quien se
daron a la capilla del Colegio Mayor de
Malaspina. Tres grandes expediciones al
enteró por Mutis de la existencia de la
Nuestra Señora del Rosario de Bogotá,
Nuevo Mundo.
milagrosa corteza en Nueva Granada.
donde una sencilla tumba recuerda al
Nivela. Madrid, 2001.
hombre que más amó a las plantas. ■
Más información
■ Amaya, J.A.
Celestino Mutis y la Expedición Botánica.
Debate/ Ítaca. Madrid, 1986.
Historia 16. Madrid, 1987.
■ Pimentel Igea, J.
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Aunque tildado de hereje, el inglés John Haycraft cayó simpático en la Córdoba provinciana de los años cincuenta
que lo acogió como uno más en su cerrada sociedad. Allí montó su curiosa academia de idiomas y vivió junto a su
mujer Brita durante varios años. Cuando publicó su libro memorial Babel in Spain, se convirtió en persona non grata
por su radiografía del españolismo, sus costumbres y prejuicios. Como en la canción de Raphael, las autoridades
de la época consideraron que aquello resultaba un auténtico “ssssscándalo”
Haycraft o el escándalo
Un verdadero anatomista de las clases medias españolas
JAVIER GONZÁLEZ-COTTA
PERIODISTA Y ESCRITOR
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ra el inglesito extravagante. Era el
hereje amable. Era el tipo que circulaba en Vespa por aquella Córdoba de
calles provincianas, allá por los años de cemento de los 50. Era también el envidiable
cónyuge de aquella mozallona venida de los
fríos suecos, la bella Brita. Lingüista, profesor, escritor y viajero algo irreverente, John
LA EDICIÓN DEL LIBRO
‘BABEL IN SPAIN’ LE VALIÓ A
HAYCRAFT EL TÍTULO DE
PERSONA ‘NON GRATA’ EN
CÓRDOBA, LA CIUDAD
QUE LO HABÍA ACOGIDO
sus excelentes libros de memorias (Casa del
Olivo), Carlos Castilla del Pino, acabó execrando a Haycraft su imprudente necedad
por haber puesto en la picota a los personajes que, si bien disfrazados con pellizas de
sobrenombres, eran bien reconocibles por la
autoridad local. Castilla del Pino lo llamó
idiota por haber sugerido la identidad de
Stacpool Haycraft (1926-1996) dejó escrito su
mucha gente que, en aquella época grisosa
palimpsesto de impresiones sobre aquella Es-
de los 50, podía vérselas con la crudeza de
paña de Franco, tan atractiva pero monocor-
un país que iba saliendo poco a poco de la fo-
de, en su escandaloso Babel in Spain, publica-
Luis Laíndez (diario Córdoba, 15 de marzo
sa común de la hambruna; pero que desde
do en las prensas de Inglaterra en 1958.
de 1959). Laíndez, pese a su pestoso aire cen-
luego no se andaba con bromitas tintadas
Aunque como se irá viendo había trotea-
sural, desguazó el libro no sin cierta elegan-
de crítica social o política.
do por buena parte del agro español, su libro
cia en su espadeo verbal. A Haycraft le re-
Imprudente o no, tal vez excesivo en su
es una acuarelón donde muestra el españo-
prochó su traición al país, a la ciudad que le
aventura de escribiente, el caso es que Hay-
lismo temperamental de un país sofocado
había dado acomodo, comprensión y algo
craft nunca olvidó Córdoba. En su honor —si
por su propia boina palurda. La ciudad de
de divertimento para sus ocios de trashu-
bien con discutible gusto— acabó llamando a
Córdoba viene a ser el fotomatón en blanco y
mante. El libro, que con pretenciosidad
su hijo Richard Rafael (sí, como lo oyen). Y a
negro que le da ese aire agrio de economato
quería tener cierto marbete “reporteril”,
su perrito faldero, Kalifa. Ahí queda eso. ¡Ni
a su visión de todo el país. Fue Haycraft,
acabó siendo en expresión de Laíndez más
Antonio Gala!
además, un buen anatomista de las clases
“porteril” que otra cosa. O sea, un ensayito
Furunculero, tocapelotas del régimen
medias españolas. Es precisamente su au-
de chascarrillos, un bocetaje hecho a la pri-
franquista, lo cierto es que el matrimonio
topsia sociológica a este estrato social, lo
sa y sin valor literario alguno. Haycraft res-
Haycraft arribó a la ciudad califal para mon-
que le valió el plácet de Gerald Brenan, autor
pondió a Laíndez y al resto de la cuadrilla de
tar una quimérica —cuando no tomada por
al cabo del prólogo a su Babel in Spain. El vo-
puyeros críticos, diciendo que en su libro no
disoluta— academia de enseñanza: la Inter-
lumen mereció un par de ediciones y varias
había pretendido herir a nadie. De hecho,
national House (hoy día cuenta con más de
críticas encomiosas. Entre ellas, las del lúci-
por entre el centón de sus babélicas pági-
un centenar de centros en unos cincuenta
do pope Cyril Connolly. De Pirineos para
nas, lo que se denota es un amor incontesta-
países). Pese a su heroica proeza de ense-
abajo, el inglés que había sido tomado como
ble por España y, en particular, por Córdo-
ñante en tierra hostil, el inquieto súbdito de
un cordial vecino en su empeño por impul-
ba. Si su Babel in Spain era tomado sólo por
su Majestad Isabel II nunca olvidó su que-
sar su escuela de enseñanza en la lengua de
un aguachirle de hablillas, de chismorreos
rencia intelectual y literaria en particular.
Shakespeare, armó un revuelo tal con sus
de portera en bata, era simplemente debido
De su pluma saldría otra Babel, sólo que
infolios, que provocó cantidad de forúncu-
a la pura y simple estrechura de miras de
más postrimera con los verdores de su tierra
los entre los mandamases de Córdoba. Se le
quienes así lo habían leído no más que con
natal, Babel in London (1965). Tradujo al in-
consideró persona non grata por haber criti-
los espejuelos turbios del prejuicio.
glés El camino de Delibes y nos dejó su póstu-
cado el santo grial de las esencias españolas.
Pero lo curioso es constatar cómo un con-
ma autobiografía, cercano el segundo mile-
La prensa de la época lo volteó con algún
vecino cordobés de la época, el poco fran-
nio, en Adventures of a Language Traveller
que otro artículo desollante, como el de
quista, psiquiatra y ajustador de cuentas en
(1998). Su mujer, Brita, ha podido sobrevi-
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Jonh Haycraft en 1954.
El inglés de la Vespa
al que se le acusó de
traicionar al país y a la
ciudad que le había dado
acomodo y comprensión.
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A Haycraft la
Semana Santa le pareció
uno de los espectáculos
más intrigantes
e impresionantes de los que
pudo contemplar.
virlo para ver ahora la magnífica recuperación que de Babel in Spain ha hecho Almuzara en su no menos excelente colección librera “Noche Española”.
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RECORRIDO POR ESPAÑA. Pero veamos
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rejía protestante que encontró posada y
AMCO, A20-61.
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quién fue este inglés curiosón, hijo de la heamistad en la muy católica España. Era, como se ha bocetado ya, la España de la radiogramola, la España del economato y la memoria no contrita de la Guerra Civil, que todavía aullaba por los cerros y peñascos ensangrentados. De dragomán para turistas en la
su erógena mirada a las faldas de la sueca
templo que cambiara de negocio con el ava-
ciudad de Toledo, antes de instalarse en Cór-
Brita. Era normal que al pobre electricista se
tar de los siglos, pasando del islamismo al
doba, nuestro autor de inquieto trasero visitó
le cruzaran los cables eróticos ante aquella
catolicismo con la Reconquista y sus bruto-
Sevilla. Pese a su fe protestante, se le vino a
ninfa rubicunda, a la que poco estaban acos-
tes castellanos.
las mientes lo dicho sobre Sevilla por aquella
tumbrados sus ojos de machorro ibérico.
Pasados unos días, decididos a emprender
atormentada novicia de Dios que tanto buscó
Cuando llega a Córdoba, Haycraft tiene el
su quijotesca andadura con la academia de
la precocidad del martirio. Dijo Santa Teresa
presentimiento de que va a encontrarse con
inglés, los Haycraft buscan alojo en una ma-
sobre esta ciudad ahíta de pecados, la urbe
el lugar que describiera su compatriota Geor-
loliente casa de huéspedes. Pese a la precaria
del mundo desde donde partía por entonces
ge Borrow. Aquella ciudad embalsamada en
crematística, es el inicio de su obra de la que
la acaudalada Carrera de Indias: “Siempre he
sábanas de silencio. Un mapa de calles ador-
tanta huella acabarían dejando en Córdoba.
oído decir que al demonio le está permitido
mecidas por la encalada moribundia de su
Atraído por el anuncio de la academia, un día
tentar a la humanidad en Sevilla más que en
destino. Pues no. Córdoba les pareció en un
se presentó ante la pareja un tipo con ojeras
ningún otro sitio”. Haycraft quiso comprobar
primer vistazo un lugar aceptablemente mo-
de bilis amarilla. Era notario, un tal don
si era o no cierto lo apuntado por la pudibun-
derno para lo que se estilaba en el cortijo de
Agustín. Tan pronto intimó aun con la pru-
da Teresita. A Sevilla llegó pues el matrimo-
Franco. Recuerda cómo camino inexorable
dencia debida, don Agustín le contó al inglés
nio. La ciudad del Guadalquivir, donde como
de la Mezquita, los tacones altivos y provoca-
cómo recordaba su estancia en Dinamarca y
narciso esbelto se miraba el Giraldillo, no les
dores de Brita se le enganchaban entre las es-
cómo le habría gustado volver a disfrutar de
gustó en principio. Les pareció una villa ata-
trías del adoquinado. Una vez dentro de la
la nórdica libertad de aquellos lares. Pero hu-
reada, bulliciosa. Las calles olían a sotana cu-
Meca de Occidente, el visitante Haycraft cri-
bo de quedarse en Córdoba por aquello del
ril. Y es que era la Sevilla aromada por las pré-
tica con furibundia los adosados cristianos
quevedesco “poderoso caballero Don Dinero”.
dicas del inefable Cardenal Segura. Este car-
que habían estropeado la arqueada maravi-
La ciudad andaluza, como España desde el
denalicio espantajo estaba omnipresente en
lla levantada en honor a Mahoma. Habla de
Fisterre hasta el Cabo de Gata, era un teatro
todo rincón de Sevilla. Los Haycraft tomaron
“profanación” por culpa de la lobreguez cris-
de comedias donde a diario se representaba la
cuenta hasta de los carteles que vieron pega-
tiana, las capillas horrorosas o los querubi-
hipocresía, la espúrea vida de un país aneste-
dos en muros y paredes, repudiando el “con-
nes blancoides, que se han apoderado del
siado por la horchata de la cobardía y el olvido
cubinato vergonzoso” del matrimonio pro-
a convención. Era la España que se había de-
testante. Eran las cosas chiripitifláuticas del
jado drogar tras el fregado de sangre de su
Cardenal Segura, que con el paso del tiempo
Guerra Civil. Don Agustín le confesó a Hay-
ha pasado a la historia como ridículo inquisidor del “baile agarrao”. Con todo, merece hoy
la indulgencia algo anisada del humor.
No hay que olvidar que estamos en la España de los señores bajitos, con querida y
sueldo escaso (qué bien supo verlo el llorado
Rafael Azcona). En tren desde Sevilla a Córdoba, un electricista no deja de enchufarle
LOS TACONES DE BRITA SE
ENGANCHABAN ENTRE LAS
ESTRÍAS DEL ADOQUINADO
DE LA JUDERÍA EN SU VISITA
A LA MEZQUITA. SU BELLEZA
IMPRESIONÓ A AMBOS
craft que, antes de aquella pelea a estacazos
de odio, había comulgado con ideas socialistas. Pero, a fin de evitar la excomunión del
balazo frente al paredón, hubo de levantar el
brazo en alto y simular ser un españolito medio dado al club social de la misa y la comunión. “Todo está podrido —le cuenta—, vivimos en un mundo de apariencias. La gente
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La exaltación del mayo
cordobés también
les hace conocer la
Feria y los toros, dos
fiestas que la ciudad vive
con intensidad.
Ana, 25 años, hija de un director de correduría de seguros. Alumna de la escuela, Ana
transpira una insoportable sensación de
ahogo provinciano. Es no más que una digna
aspirante a mujer florero. Lo cual da pie al
autor para reflexionar sobre la relación homAMCO, A95-13.
bre-mujer que se daba en Andalucía, exportable desde luego al resto del santo reino.
“Los hombres andaluces aún tienen la idea
victoriana de que la mujer debe ser: educada
para las tareas domésticas, poco inteligentes, recatada, para que pueda ser dejada en
casa durante largos periodos de tiempo sin
hace cosas no porque crea en ellas sino por-
hasta ellos mismos, los curas, sometidos al
que hubiera temor a que se quejara”, anota.
que tiene que sobrevivir. Por ejemplo, a mí
olor cerradizo de sus sotanas, fueron hijos
O sea, que en la España uterina, según el
me interesa ir a misa para mi negocio…”.
malogrados de su tiempo, donde imperaba la
concluyente dicho popular, sólo había sitio
religión oficial y oficializante; donde en defi-
para “las casadas, las vírgenes y las putas”.
HEREJES ANGLICANOS. Como queda di-
nitiva era una verdad como un puño aquello
No dice Haycraft si el orden de los factores al-
cho, aun admirados y con el tiempo más res-
del refrán de que “en España hay curas hasta
teraba el producto.
petados, a los cordobeses no se les olvidaba
en la sopa y en la horca”. En realidad, pese al
El ejemplo asfixiante de la hija de aquel
que aquella pareja vivía en pecado. ¿Cómo
ahogo de los mitrados, en el ibérico corralón
corredor de seguros, le hace ver a Haycraft
que en pecado? Claro, eran protestantes an-
lo que existía era una cierta toxina ambiental
que su academia de inglés servía de opiáceo,
glicanos, nacidos allá, en las lejanías históri-
con olor a hisopo y a viático. O, dicho sea en
de puerta corredera para que entrara el aire
cas de Enrique VIII, en aquella tierra adentro
palabras hoy válidas y tomadas del fúlgido
fresco de las nuevas ideas, las costumbres li-
desde los blancos acantilados de Albion. O
Vicente Verdú, lo que había –y hay hoy día en
beradoras y no chocantes de otras sociedades
sea, que eran simpáticos y solícitos, sí; pero
España– era una especie de catolicismo como
distintas a la española, convertida ella mis-
herejes. En sus notas, Haycraft se va conven-
“way of life”. Bodorrios, bautizos, primeras
ma en un puro marmolillo social. Pese a to-
ciendo de sus suposiciones. Era evidente que
comuniones y entierros. Folclorería de sacra-
do, la lucidez intuitiva del autor le lleva a des-
la Iglesia todo lo sombreaba en el país del fla-
mentos. Al propio Haycraft le llegan a desli-
guazar el temperamento de lo español. ¿Por
menco y los toros. Era de hecho el habitáculo,
zar en secreto que es tanta la hipocresía rei-
qué tanto viajero ha considerado a España co-
la antecámara del Estado forjado por el Cau-
nante, las apariencias sociales, que en ver-
mo un “enigma”, como dijera Poitu? España
dillo que moraba en El Pardo con su vocecilla
dad sólo el veinte por ciento de los cordobeses
escapa al cacumen racional. Es pulsión, es
de flautín. Conoció al joven padre Mistral, fa-
solía cumplir con el dominical precepto.
sangre alborotada en caudales de ebriedad y
moso en Córdoba por sus prédicas. A la pre-
Como bien apuntó Brenan en su prólogo,
rapsodia animosa. Pero es también sístole y
gunta de Haycraft de por qué en su feligresía
lo resaltable en Babel in Spain es el ocurrente
diástole, tornadiza. Del ánimo temperamen-
no veía a obreros o a gente de rentas meneste-
retrato, nunca antes descrito por foráneo al-
tal pasa a la atonía, convertida en boato de in-
rosas, el joven ministro diocesano le respon-
guno, de las clases medias que bosqueja Hay-
dolencia. No hay punto intermedio. No exis-
dió sin torcer su gesto curil, que a la Iglesia le
craft. ¿Un ejemplo? Pues aquí va: la señorita
te un numen definitorio de España. En su
resultaba más grato y cómodo estar del lado
trashumancia anímica, en su promiscua in-
de los que mandan. Anotaciones como ésta
definición, radica la entrañadura que pudie-
fueron las que hicieron que Babel in Spain pro-
ra explicar vagamente su don de ser, de estar.
vocara un volcánico escándalo cuando fue leído en la tierra que vio nacer a Richard Rafael,
el hijo del alborotador.
Pese a todo, superando sus vómitos reflexivos, a Haycraft el padre Mistral, como el
padre Agustín o el padre Ángel, no le pareció
un cuchacho negro de la Iglesia y acabó amistándose con él. Lo que ocurría es que quizá
SU RELACIÓN CON GENTES
DE TODA PROCEDENCIA LE
PERMITIÓ CONOCER LA
SOCIEDAD CORDOBESA,
LLENA DE HIPOCRESÍAS Y
APARIENCIAS
Antes de adentrarse en las fiestas andaluzas, Haycraft intenta anudar el Potosí lumínico pero perezoso del sur con la reciedumbre
meseteña, con el blasón castellano. Es Antonio Machado el poeta que consigue dar con
esta anudación, como detecta el inglés después de haber asistido en Baeza, acompañado de varios amigos de las letras, a un home-
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DE LAS FIESTAS ANDALUZAS
LES IMPRESIONA
ESPECIALMENTE LA SEMANA
SANTA. TAMBIÉN ACUDEN A
ROMERÍAS, A LA FERIA DE
LA SALUD Y A LOS TOROS
blioteca incluida (Somerset Maugham y
sus atrevidos relatos, el mencionado Chesterton, el también católico Greene, hasta el
depravado Wilde). Sin embargo, en el caserón olía a cerdo. La causa no era otra que en
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el mismo inmueble ateneísta un carnicero
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ces), había montado una tienducha de sal-
soriano (que decía no fiarse de los andaluchichas. Por las ventanas en horas de clase
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Jubileo sin horas en la Feria de Nuestra Señora de la Salud.
de inglés, se colaba el olor porcino de los
cerdos que el matarife desguazaba con indesmayable contento.
Pese a las magras rentas que les proporcionaba la academia, los Haycraft contrataron a una criada para los pormenores domésticos. Se llamaba Amalia. Había sido
naje a salvo del tapón de la censura. Harapos
sacramental en la calle “es uno de los espec-
prostituta. Aparentaba ser afanosa, muy
de pobreza tiene la amada Andalucía del poe-
táculos más intrigantes e impresionantes
trabajadora. Pero el matrimonio fue notan-
ta del sucio gabán. Pero harapos arrastra
que España pueda ofrecer”. Además el here-
do ciertos hurtos monetarios por la larga
también la vieja Castilla, ahormada en el ce-
je, el protestante de Westminster, acude en
mano de la robona Amalia. Arrepentida y
rrado imperio de un Escorial a punto de de-
ayuda del sentir andaluz que tanto escenifi-
lagrimosa, pidió misericordia. Decía que su
rrumbe. Escribe Machado: “Castilla misera-
ca en imágenes polícromas la idea carnali-
marido, un albañil de 19 años, le pegaba con
ble, ayer dominadora, envuelta en harapos
zada de Dios, de Cristo, de la Virgen y hasta
deportiva frecuencia. Requerido el peón por
desprecia cuanto ignora”.
de esa abstracción trina y vaporea llamada
los Haycraft para reprobarle su actitud, el
Espíritu Santo. Se pregunta así: “¿Es el enfo-
pegón adujo que lo hacía porque así lo dicta-
TRADICIÓN Y FOLCLORE. Como se decía,
que andaluz más falso que el culto puritano
minaba el doctrinario de la Santa Madre
las fiestas de la floral primavera atraen la
cuyo Dios es un fantasma pálido y puro, sólo
Iglesia, al considerar que el hombre era su-
atención del matrimonio Haycraft. Notan
visible cuando cosas más burdas y sustan-
perior a la mujer y ésta, en consecuencia,
cómo ha ido menguando el Carnaval en fa-
ciales no obstruyen la luz del sol?” Ni el cató-
debía obedecerle. Amén.
vor de la plaga de romerías por influjo de los
lico y compatriota Chesterton lo hubiera di-
purpurados. En una escapada fugaz a Sevi-
cho con tal galanura ensayística.
FUGITIVOS NAZIS EN ESPAÑA. En Babel in
lla, su Semana Santa la define el autor así:
Haycraft dará cuenta también del jubi-
Spain, uno de los pasajes más sabrosos es el
“borrachera eucarística”. Aturdido por tan-
leo sin horas de la Feria y los toros en época
que le lleva al inglés a entrar en círculos y
ta contradicción, el visitante inglés observa
de amapolas llegado el mayo cordobés.
amistades fascistosas y filonazis. Ya antes
a los nazarenos que salen a cientos de San
Acuarela sensitiva, solar de albero para el
en su estadía segoviana, había conocido a
Gil acompañando a la diosa Macarena. Pero
gladiador en traje de luces frente a la bestia
ex nazis refugiados. Uno de ellos fue Herr
son apenas unas decenas los que regresan
cornamental, a Brita y a John el espectáculo
Von Stube, que fuera embajador en Ma-
en las menguadas filas. La mayoría ha acu-
les aburre. Pese a ello, el fugaz cronista tau-
drid. Más pintoresco era un ex comandante
dido al llamado matutino de otro cáliz más
rino llamado Haycraft acude a Hemingway
de las SS, de nombre Von Schwarzhof, con
apetente que el del vino sacrificial del Cor-
para explicar la fisiognomía del héroe sobre
quien Haycraft compartió pensión en Sego-
dero: el anís. En Córdoba, el penitente Hay-
el ruedo, ese “hombre duro, irresoluto y
via. Un tipo curioso, erudito del Medievo y,
craft acompaña en su tránsito procesional
sentimental que sólo puede justificar la fu-
entre erudición y erudición, muy dado a las
al Cristo de las Ánimas. La experiencia
tilidad de su vida culminándola con un fi-
curdas de coñac. Tenía gran parecido con el
abrumadora de la Semana Santa no tiene
nal noble”.
mismísimo Führer y, a su manera, seguía
una explicación basilar. Al menos él no da
Luego de una estancia en Inglaterra, la
albergando los sueños de grandeza, la ar-
con ella. Tiniebla y belleza. Congoja medie-
pareja regresa a Córdoba. Alquilan un case-
quitectura totémica del III Reich como si vi-
val y alegría paganizante. Duelo cromático,
rón algo destartalado para proseguir con su
sionara todavía los planos de eternidad aria
crucifixión de la luz. Sea lo que sea la Sema-
academia de inglés. Intentan convertirlo
de Albert Speer. Amigo personal de Himm-
na Santa, para el nazareno inglés este auto
en una especie de ateneo cultural, con bi-
ler, desaprobó las raciones masivas de
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EL INGLÉS DE LA VESPA
ADUCE SU MARCHA DE
CÓRDOBA AL CANSANCIO Y
SE QUEJA DE LA FALTA DE
CERTEZA Y DE EFICIENCIA
EN ANDALUCÍA
Zyklon B en los campos de exterminio. Su
catolicismo lo distanció poco a poco de la esvástica nazi. Otro tipo, un tal Peter Grant,
compatriota de Haycraft, había estado en
prisión en Inglaterra por su filonazismo.
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Presumía de ser escocés y de que su mujer
llevara la sangre trebolada de los hijos de
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San Patricio, santo patrón de Irlanda. Por
ello odiaba a los brits, pero con nuestro auAMCO, D9-19.
tor se mostró afable. En su casa colgaban
cuadros de Franco y José Antonio con pose
de altivez imperial.
Ya en Córdoba, siguió conociendo a refugiados que vivían de puntillas sobre el fi-
Jóvenes cordobeses posan en el recinto de la Feria.
lo de aguja de su pasado. Uno de ellos fue
un francés admirador del mariscal Pétain,
Jean Brien. En el salón de su morada cordo-
que la política es algo de lo que vale la pena
aventura, negocio y ciudad por cansancio.
besa colgaba un retrato del mariscal felón.
preocuparse”. O sea, España años 50. La Es-
Tal cual lo dejó escrito en estas anotaciones
Debajo aparecía escrito una especie de poe-
paña tranviaria, la de las veladas entre púgi-
finales: A) “A fin de cuentas, la diferencia de
milla: Homage d’un exile. Brien tachaba de
les hambreados; la España de los boletos de
actitud era enorme: las diferencias de reli-
traidores no a los seguidores de Pétain, si-
lotería para el sorteo de otra vida improba-
gión, de temperamento, de herencia. Si esa
no a los franceses abrigados ahora por la
ble. Una España, en fin, de meneo de bolero
era la fascinación de descubrir España, tam-
creciente grandeur de De Gaulle. De hecho
amargo, desfalleciente, acostumbrada a la
bién era una razón para no quedarse a vivir
en Francia seguía residiendo su mujer. De
desidia cochambrosa, como revela Haycraft
toda la vida. B) “El septentrional descubre
ahí que en Córdoba acabara en feliz coyun-
echando mano de un capítulo de Viaje a la Al-
que en Andalucía antes o después deberá re-
da compartida con una muchacha local.
carria de Cela, donde el Museo Municipal de
solver el conflicto entre la inquietud espiri-
Haycraft asistió a una de las fiestorras del
Pastraña se encuentra tan ruinoso como
tual y la aletargada indiferencia”. C) “Entrar
francés. A ella asistieron varios fascistas
cuando acabó la sangría de la Guerra Civil
en Andalucía es como frotar la lámpara de
italianos residentes en la ciudad califal.
hacía ya varios años. Por cierto, de Cela, dirá
Aladino: lo viejo es nuevo. Abrir una acade-
Haycraft que “si bien el mejor, es el más re-
mia, un taller, un hotel hace que uno se sien-
pelente de los novelistas españoles”.
ta pionero (…) Todo se ha de conseguir de ma-
UNA ESPAÑA ADOCENADA. Como viene
diciéndose desde el principio, Babel in Spain
Todo lo que acaba empieza. Los Haycraft
nera individual. No hay certeza, no hay efi-
es un magnífico termostato que pulsa el
abandonaron Córdoba. Pese a los bríos aven-
ciencia, no hay rutina. Todo ha de ser cons-
mercurio sociológico de un país como Espa-
tureros, todo viaje acaba siendo una larga lí-
truido cuidadosamente desde el principio”.
ña donde Franco, pese a su omnipresencia,
nea recta de regreso, de vuelta a casa. El in-
El otrora inglesito simpático se había fa-
era visto como un jeque distante, por mucho
glés de la Vespa concluyó que dejaba todo,
tigado de España. Con su libro escandaloso
que saliera hora tras hora en los noticieros.
fue nombrado persona non grata. Grato o no
España vivía en su letargo longitudinal, en
en la tierra que en el fondo amó, John Stac-
un harakiri de pasotismo. Sólo el fútbol ser-
Más información
vía de lenitivo en discusiones tabernarias o
pool Haycraft notaba la distancia alejada de
los paisajes que lo acompañan a uno en el
de oficina, ya fuera en Madrid, en Sevilla o
■ Gutiérrez Solís, S.
ángulo sonámbulo del subconsciente, por-
en Valencia. “Los campos de fútbol —conclu-
El sentimiento cautivo.
tando así consigo la mansedumbre de la he-
ye— se llenan. El ritual de la vida y la reli-
Fundación José Manuel Lara.
rida, la postilla cansada en la mirada. Algo
gión es un calmante. El chismorreo de la vi-
Sevilla, 2005
así a lo escrito bellamente por César Antonio
da pueblerina entretiene. La feria llega año
■ Castilla del Pino, C.
tras año. El cine estimula los sueños. Sólo
Casa del Olivo.
cuando un nuevo ideal político, no tocado
Tusquets Editores.
por este siglo de las desilusiones, se exprese
Barcelona, 2007.
en el extranjero, le parecerá (a los españoles)
de Molina: “Cuántos paisajes se alejan de ti,
con tu dolor”.
Habla tú hoy, ahora, amiga Brita, la bella
sueca que has sobrevivido a los paisajes alejados y no sabemos si al dolor. ■
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Corta Atalaya se ha cargado a lo largo del tiempo de una doble significación. Por un lado, como huella indeleble
de la actividad minera y, por otro, como representación iconográfica del patrimonio histórico. A principios del
siglo pasado se inicia su explotación con el innovador sistema de “a cielo abierto”, y junto a la Corta Filón Sur, convirtieron a la Rio Tinto Company Limited en uno de los mayores productores de piritas. En la actualidad, sigue
siendo todo un icono de identidad colectivo para la comarca y el mayor referente patrimonial de la minería.
Corta Atalaya, paradigma
de explotación a cielo abierto
Espectacular huella industrial de un paraíso minero floreciente
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JUAN MANUEL PÉREZ LÓPEZ
DIRECTOR ARCHIVO HISTÓRICO FUNDACIÓN RÍO TINTO
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l distrito minero de Río Tinto es uno
de los ocho depósitos gigantes de
sulfuros masivos de la Faja Pirítica
Ibérica y quizás la mayor concentración de
sulfuros masivos en la corteza terrestre, con
más de 400 Mt de sulfuros masivos y unos
2.000 Mt de stockwork de baja ley. Se ha ex-
plotado interrumpidamente desde al me-
LA RIQUEZA METALÍFERA HA
PERMITIDO QUE, DESDE LA
ANTIGÜEDAD, DIVERSOS
PUEBLOS SE ESTABLECIERAN
EN EL ANDÉVALO
ONUBENSE
labores de arranque, carga y transporte de
minerales.
Con la llegada de la Rio Tinto Company
Limited en 1873, se implantará como sistema de explotación habitual, junto con la
minería interior, las cortas a cielo abierto.
Esta explotación a cielo abierto, que los
ingleses denominaban opencast, comienza
nos el siglo VIII a.c. hasta hace unos años,
en 1907 con ayuda de las palas de vapor
marcando un importante hito en la historia
Bucyrus, en la masa de mineral denomina-
de la minería mundial.
da San Dionisio, aunque pronto se conocerá
El yacimiento minero de Río Tinto cuen-
un stockwork y un lentejón de sulfuros masi-
popularmente con el nombre de Corta Ata-
ta con una serie de masas minerales que
vos situado sobre él. El stockwork afecta a la
laya, gracias al pueblo que estaba al lado de
permiten reunirlas en dos grandes grupos.
roca del muro de los sulfuros masivos, que
los trabajos. Hasta la marcha de los ingleses
El Grupo Norte compuesto por la Masa Lago,
son fundamentalmente volcánicas ácidas
en 1954 se habían extraído de esta explota-
Dehesa y Filón Norte o Salomón, y el Grupo
altamente cloritizadas, lo que les confiere
ción 10.773.488 toneladas de piritas.
Sur formado por el Filón Sur o Nerva y la
un color verdoso.
gran Masa San Dionisio.
Entre 1912 y 1918 se construyó un túnel de
más de 5 Km. de longitud, que pasa por de-
El criadero del Grupo Sur a efectos mine-
REVOLUCIONARIO SISTEMA MINERO.
bajo del pueblo de La Naya, atravesaba Filón
ros está compuesto por Filón Sur, San Dioni-
En la actualidad, la Corta Atalaya es la seña
Sur y conectaba con el piso 16 de Corta Atala-
sio y Masa Eduardo, aunque geológicamen-
de identidad de toda una comarca dedicada
ya, con la finalidad de transportar el mine-
te se trata de un solo criadero con una longi-
de por vida a la minería, como es la Cuenca
ral que se extraía desde la misma hasta Za-
tud total de 3000 metros.
Minera de Riotinto. Está situada al oeste
randas. Al principio se utilizaban máquinas
La longitud máxima de San Dionisio es
del término municipal de Riotinto y su for-
de vapor, pero en 1924 fueron sustituidas por
de 1050 metros, enlazándose en sus niveles
ma elíptica supone un inmenso y especta-
las eléctricas.
superiores con la Masa Eduardo que se ex-
cular "cráter" cuyas dimensiones superan
Se inició con motivo de los grandes
tiende unos 100 metros más hacia el Este.
los 1.200 metros de diámetro en su parte
hundimientos que se produjeron en las
Las potencias máximas son de 200 metros
más ancha, por 900 metros en su parte más
partes altas de este sector en el año 1906,
en el piso 23 y 220 metros en el 32.
estrecha y 345 metros de profundidad, ex-
los cuales llevaron consigo la combustión
La Masa San Dionisio, a la cual pertene-
cavados sobre bancos de 12 metros de alto, a
de las piritas situadas en un sector de la
cen la Corta Atalaya y Pozo Alfredo, se locali-
modo de una pirámide escalonada de forma
zona derruida. Tales hundimientos y sus
za en el flanco sur del anticlinal de Riotinto,
invertida. Llegó a ser un modelo revolucio-
consecuencias, fueron análogos a los pro-
asociado a un pliegue menor (sinclinal) de
nario de explotación minera que en tiem-
ducidos en la contramina del Filón Sur en
dicho flanco. En este yacimiento concurren
pos albergó a más de 12.000 obreros en sus
1908, que ocasionaron daños de considera-
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El paisaje de la mina queda
transformado a costa de su
propia degeneración. Vista
aérea de la Corta Atalaya en
1963, cuando aún continuaba
en funcionamiento.
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ción en una parte del caserío antiguo de
Riotinto, obligando a seguir la corta que se
había iniciado en aquel sector durante la
época de explotación por el Estado, al objeto de poder extraer las piritas que habían
quedado entre los minados hundidos.
Entonces se pudo comprobar que la
obligada explotación por corta era mucho
más favorable que la de labores subterráneas, y se prolongó en profundidad hasta el
límite máximo.
Fue el departamento de arranque más
económico, la cantera de rellenos para Alfredo y una especie de almacén que permite
regular las salidas de piritas.
La Corta Atalaya se explotaba por los clásicos bancos hasta el nivel del piso 16 y por
los pocillos Gloria o “Glory Hole” para los niveles inferiores. Era preciso transportar des-
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pués la pirita arrancada a los depósitos de
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no o a los vacíes.
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mineral y los estériles a los frentes de relleEl sistema de transporte se realizaba conectando las labores en corta con la vía general a través del túnel 16 o de Naya en vagones de 10 TM, hasta que fue sustituido por
grandes camiones.
“Cráter” de Corta Atalaya. Sus dimensiones superan los 1200 metros de diámetro.
TONELADAS DE PIRITA. En los años 60,
las piritas explotadas por bancos se cargaban con cucharas eléctricas sobre vagones
cuando la crisis del precio del cobre hizo in-
de 10 toneladas, los cuáles eran arrastra-
viable su explotación.
La industrialización y los testimonios de
la historia social y de la técnica, han dejado
dos con locomotoras eléctricas por el túnel
Pozo Alfredo es una explotación subte-
de ser una rémora y se han convertido en re-
general del piso 16 hasta los depósitos de
rránea conectada a Corta Atalaya de una
cursos para el desarrollo local, con fines cul-
mineral. Las zafras arrancadas por debajo
masa de 415.000.000 toneladas de mineral
turales y turísticos.
del nivel 16 eran vaciadas mediante palas
cobrizo stockwork. Desde la crisis de 1986,
Pero en un principio la administración
de empuje en los diferentes pozos gloria
con el cierre de la línea del cobre, en esta mi-
autonómica no contemplaba en el enuncia-
establecidos en el fondo de la corta, cayen-
na sólo se llevaban a cabo labores de mante-
do de la anterior ley 1/1991, de 3 de julio, de
do por gravedad hasta el piso 23, donde se
nimiento, que han sido abandonadas re-
Patrimonio Histórico de Andalucía, el con-
cargaban en vagones de cuatro toneladas
cientemente causando la inundación de
cepto de patrimonio industrial, que a su vez
que, formando trenes, eran arrastrados
Corta Atalaya.
recogía todos los planteamientos formula-
por locomotoras eléctricas de troley hasta
Como consecuencia de la crisis de la mi-
dos por la ley 16/1985, de 25 de junio, de Pa-
el pozo Roberto, para su elevación final a
nería del cobre, desde la primera gran crisis
trimonio Histórico Español. Por lo que el
los depósitos de mineral establecidos en el
del cobre en 1982, el Patrimonio Industrial
Parlamento Andaluz ha aprobado reciente-
piso 14.
se está utilizando como recurso de desarro-
mente una nueva ley de Patrimonio Históri-
Los estériles procedentes de los des-
llo endógeno. Se ha convertido en un instru-
co de Andalucía, publicada el 20 de noviem-
montes se cargaban con palas de vapor y
mento dinamizador de Desarrollo Local en
bre de 2007, por la que se reconocen los que
eléctricas, bien sobre vagones de cadena,
las zonas donde los sectores económicos tra-
se denominan “patrimonios especiales”, se-
de vuelco lateral o sobre camiones Euclid,
dicionales han entrado en franca fase dege-
gún la terminología más extendida en la
con capacidad de 6,1 m3.
nerativa y su gestión se ha orientado casi
doctrina jurídica, dando carta de naturaleza
siempre hacia su puesta en valor como ins-
en nuestra legislación de patrimonio Histó-
trumentos para el turismo.
rico en el Título VII al Patrimonio Indus-
Era una explotación de una masa inicial
de 6.000.000 Tm. de pirita masiva con una
extracción aproximada de 700.000 t/año. El
trial. Donde aparece ya explícitamente su
avance, en tiempos más recientes, se reali-
definición y clasificación, haciendo espe-
zaba mediante excavadoras en volquetes de
cial hincapié en su protección y adecuación
gran capacidad (50 t) para su transporte a
las machacadoras o escombreras. El ancho
de rampas y pistas es de 10 a 15 mts.
De Corta Atalaya se extraía pirita, para la
fabricación de ácido sulfúrico y abonos, utilizados en la industria química. El último
año en el que se produjo piritas en Corta
Atalaya fue en 1992, con 84.880 toneladas,
LA EXPLOTACIÓN MINERA
CAUSÓ GRAN
CONTAMINACIÓN
MEDIOMABIENTAL Y HA
PROVOCADO UN IMPACTO
VISUAL AGRESIVO
en el planeamiento urbanístico. Apareciendo nuevos conceptos de clasificación de BIC
como “Lugares de Interés Industrial”.
Aunque ya hemos advertido que la comarca minera de Riotinto, por presentar
una delimitación espacial unitaria, fue declarado BIC con la figura de protección de
“Sitio Histórico”, por la ley 1/1991 de P.H.A.
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Evidentemente el paisaje de Riotinto,
también se considera como bien patrimonial, en tanto y cuanto es el resultado de la
interrelación histórica de una comunidad
minera con un medio natural, que sólo le
reportaría sus riquezas a costa de su propia
degeneración. Paisaje transformado como
distintivo minero, clave para el desarrollo
presente y futuro de la comarca. Es el resultado de la naturaleza hecha a mano a
través del tiempo por muchas generaciones de mineros, que conformaron el paisaje a la vez que despojaban a la tierra de sus
profundos tesoros sin tener en cuenta sus
costes sociales.
SIGNIFICADOS Y EMOCIONES. Un ejemplo de esto es la propia Corta Atalaya, que en
su dinámica de crecimiento fagocita por la
extensión de los trabajos al poblado que
existía en su lado suroeste del que toma su
mismo nombre, aunque no hay que olvidar
que también fue construido este poblado
para albergar a los mineros que trabajaban
en dicha corta. La mina todo te lo da y todo
te lo quita. Por eso ha sido venerada y al mismo tiempo odiada por los mineros, en ella
Comienzo de los trabajos de explotación a cielo abierto en 1907.
veían su forma de vida y compañera, así como la causa de sus accidentes y enemigo
más mortal.
atendiendo a su artículo 27 del Título IV,
Corta Atalaya ha sido objeto de inspira-
siendo aprobado definitivamente el expe-
Minería a cielo abierto
ción para numerosos escritores ocupando
tubre. Estando incluido como elemento es-
■ En la exposición “La tierra herida”,
mo en el cine. Esta concepción de senti-
pecífico de protección, tanto la Corta Atala-
del libro de Romero García se describe
mientos encontrados también hemos podi-
ya, su acceso, el cerro la Atalaya y las insta-
en qué consiste la minería a cielo
do percibirla en algunos libros que han teni-
laciones industriales e inmuebles arquitec-
abierto: “…conjunto de operaciones
do a la Corta Atalaya, y otras cortas por su
tónicos de Pozo Alfredo.
necesarias para extraer el mineral o
espectacularidad, como un personaje más
roca de interés económico, mediante el
en sus creaciones literarias.
diente por el Decreto 236/2005, de 25 de oc-
Curiosamente, y a pesar de su declara-
un lugar protagonista tanto en novelas co-
El escritor Cobos Wilkins, en sentido me-
ción como BIC, hasta el momento Corta Ata-
desmonte del terreno situado por
laya no forma parte de los elementos indus-
encima del filón, yacimiento o masa de
tafórico, ha comparado la Corta Atalaya, co-
triales que se han puesto en valor para su ex-
mineral. Por eso, la minería a cielo
mo el hueco que ha dejado la extracción del
plotación turística. Quizás sea porque es
abierto se conoce desde el punto de vista
corazón de la tierra, y a pesar de esta expre-
una activo minero propiedad de la compa-
técnico como minería superficial y es
sión de dolor tan tremenda, al mismo tiem-
ñía minera, no obstante no hay que olvidar
un conjunto y es un conjunto de
po explicita su amor por la corta.
que se pueden combinar buenos proyectos
operaciones mineras necesarias para
de gestión patrimonial con proyectos de
llevara cabo la extracción de la roca o el
laya puede inspirar se pueden obtener nu-
desarrollo económico que conlleven eviden-
mineral desde la superficie, creando los
merosas lecturas, quizás la más extendida
temente la explotación minera.
huecos necesarios o las excavaciones
sea que detrás del trabajo en las minas hay
convenientes en el terreno. Teniendo en
una colectividad que sufre, pero que al
dustria, Energía y Minas de la Consejería de
cuenta las características del
mismo tiempo hace suya y defiende esta
Innovación, Ciencia y Empresa está traba-
yacimiento, la explotación de un
forma de vida tan dura. El ideario colectivo
jando en la elaboración de planes de actua-
depósito de mineral incluiría una serie
de ser minero se impone como una casta
ción futuros sobre el patrimonio minero a
de fases interrelacionadas entre sí:
elitista en las relaciones socio-laborales,
través de la Asociación de Desarrollo Rural
descubrimiento, movimiento y
otorgándoles un lugar preferente en las
“Cuenca Minera de Río Tinto” y Fundación
transferencia de estéril y la extracción
formas de sociabilidad de la comarca, así
Río Tinto. Los primeros han propuesto la
del mineral y/o roca, y todo ello
como se produce un gesto de reconoci-
creación de una red de espacios mineros en
mediante pozos, sondeos, galerías,
miento, casi de mimetismo de los demás
Andalucía y el desarrollo de un modelo de
túneles, bancos, taludes, rampas,
colectivos.
Turismo Minero. La Fundación Río Tinto
escombreras y actualmente también la
trabaja en la redacción de un Plan Director
restauración de los terrenos afectados
1966), quien obtuviera en 1933, con su obra
de la Gestión del Patrimonio Industrial Mi-
en cualquier fase de operación minera”.
Minero de Estrellas, el primer accesit del Pre-
Actualmente la Dirección General de In-
nero de la Faja Pirítica Onubense.
Sobre los significados que la Corta Ata-
En este sentido José María Morón (1897-
mio Nacional de Literatura, hace uno de los
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alardes más bellos de fusión con el sentimiento minero en su poema Sólo Minero.
Dice así:
No me llaméis por mi nombre,
llamadme sólo minero,
que mi nombre ya no existe,
y, si existe, no lo quiero.
¡Minero! ¡Sólo Minero!
De esa larga pena abierta
en la mina de mi cuerpo.
Concha Espina (1877-1955), en una entrevista de 1932, describía de la siguiente
forma lo vivido en Riotinto: “… Yo no puedo olvidar nunca la emoción de Riotinto.
Es algo enorme, todo allí es tan grande,
tan triste, tan desolado. Aquellas cortas
inmensas con escalones de tantos metros,
Claves del lugar
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■ ¿Cómo llegar al Parque Minero de
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terremoto que parece que sacude allí la tieelaborado a base de esencias y
rra. Todo tiembla y hasta el suelo parece
Riotinto?
alcohol, según la tradición
que solloza. No solamente es el quejido de
Desde Huelva por la N-435.
artesanal del destilado. De
los hombres el que se oye; es el quejido su-
Desde Sevilla por N-433, en el Castillo
paso,también pueden visitarse las
premo de la tierra que parece que también
de las Guardas tomar la A-476.
fábricas de anisados para conocer
pide libertad”.
■ Para visitar:
Museo Minero, Corta Atalaya, Mina
los procesos de su destilación.
■ Artesanía:
No hay que olvidar que Concha Espina
para escribir El metal de los muertos, se tras-
de Peña de Hierro, Ferrocarril
Existen todavía muchas tradiciones
lada a vivir a Nerva y se imbuye de los pro-
minero, Casa 21 y Barrio Inglés.
artesanales en la zona como
blemas sociales y las huelgas que se produ-
Otras visitas: Ruta dolménica y
bordados y encajes de bolillos,
cen a partir de 1913 con la creación del Sindi-
Museo Vázquez Díaz (Nerva).
trabajos efectuados con cuero y
cato Minero.
■ Alojamientos:
Riotinto: Hotel Restaurante Galán,
Hotel Santa Bárbara Golf y Hostal
Atalaya.
■
con todo el cáncer, con todo corroído. Es un
corcho, alfarería, piezas de forja en
cobre y metal, etc.
■ Fiestas:
MINA Y ENFERMEDAD. En cuanto a la
descripción de las cortas, en este caso de la
DESTACADO 1
Nerva: Hotel Vázquez Díaz y
2
Complejo turístico “Cuidad de
3
Huelva”.
Casas rurales: 4
Cortijo Zalamea, La
Caldera Vieja y Finca los Caleros.
5
Gastronomía:
LÍNEAS
La zona ofrece 6
una
variada gama de
Minas de Riotinto: Ntra. Sra. del
Corta Filón Sur, la describe con una subli-
Rosario (primer fin de semana de
me fuerza dramática. Es una continúa
octubre), San Roque (primera
comparación de la explotación minera con
quincena de agosto) y Cabalgata de
los órganos humanos, pero con órganos
los Reyes Magos.
humanos enfermos. La corta humanizada,
Nerva: San Bartolomé (del 21 al 24 de
la corta como sinónimo de enfermedad, de
agosto). San Antonio (13 de junio) y
llaga sinuosa, de cáncer. Donde se despren-
Carnavales.
de la visión más negativa que la mina im-
especialidades gastronómicas
El Campillo: Emancipación de la
pone al hombre, esclavizándolo en la bús-
destacando las setas silvestres como
Villa (del 22 al 25 de julio) y Romería
queda del dorado, sin voluntad, deshuma-
el Gurumelo (Amanita ponderosa),
de la Santa Cruz (mayo).
nizado. Enfermedad que provoca la avari-
la Tana (Amanita cesárea) o el
Zalamea la Real: Feria Local
cia sin límite del hombre que excava las en-
Tontullo (Boletus edulis) que se
(segunda quincena de septiembre),
trañas de la tierra para buscar los brillos
pueden degustar asadas, en guisos,
El Romerito (primera quincena de
metálicos de las vetas minerales, sin dete-
en tortillas, etc.
mayo) y La Vía Sacra en Semana
nerse aún produciéndole también su enfer-
Otras peculiaridades gastronómicas
Santa.
medad, buscando su propia muerte.
son las Migas Perreras en Berrocal y
Campofrío: Santiago Apóstol (del 25
Campofrío, las Migas de Sartén en
al 28 julio).
cabo por estas compañías extranjeras, tu-
Zalamea y las Migas de Ajo en
Berrocal: Las Cruces (primer
vieron una incidencia devastadora sobre el
Riotinto y Nerva.
domingo de mayo) y La cencerrada de
medio ambiente. Las operaciones mineras a
Cabe mencionar también los
San Juan (24 de junio).
cielo abierto causaron un impacto paisajís-
productos cárnicos derivados de la
La Granada de Rio Tinto: Ntra. Sra.
tico que originaron importantes cicatrices
matanza como jamones y chacinas
de la Granada (15 y 16 de agosto).
en la tierra y grandes montañas artificiales
de Campofrío y Berrocal, además de
■ Información:
En verdad la minería colonial llevada a
de estériles, que han cambiado la fisiografía
otros platos relacionados
Fundación Río Tinto. Plaza de Ernest
original hasta convertirla en un paisaje yer-
estrechamente con ésta como el
Lluch, s/n, 21660 Minas de Riotinto
mo, inhóspito y salpicado por multitud de
"Adobao" y el Gazpacho de matanza.
(Huelva).
instalaciones mineras abandonadas.
Por último, es aconsejable degustar
Teléfono 959-590125. Fax 959-591074.
Pero también es cierto que estas heridas
el aguardiente de Zalamea
www.parquemineroderiotinto.com
de la tierra forman parte desde hace ya bastante tiempo del paisaje antrópico de la
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Cuenca Minera de Río Tinto y son sus señas
por el hombre esa colosal estructura artifi-
de identidad, que se han convertido en refe-
cial. En un principio no acertamos a esta-
rentes culturales de la minería, dándole un
blecer las medidas reales que nos impone
marchamo de singularidad a los hombres y
ese inmenso vacío. De un espacio creado
mujeres que habitan esta comarca, recono-
en la nada, nos embarga una confusión de
ciéndose en un obra creada por ellos o por
distancia y proporciones irreales de belle-
sus antepasados.
za insólita, pero cuando reflexionas y
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piensas que esta inmensa oquedad, este
VALORACIÓN COMO PATRIMONIO. Los
agujero sin fin, escenario pensado por
edificios industriales y las instalaciones
Dante como círculos concéntricos que te
mineras que antes cuando quedaban obso-
llevan al infierno, ha sido generado por
letas eran un lastre costoso para la comuni-
multitud de mineros en su trabajo de
dad, son hoy considerados por algunos co-
años, en una lucha titánica desigual del
lectivos como “catedrales modernas”. Ele-
hombre contra la tierra, adquiere una
mentos industriales, maquinaria, malaca-
nueva dimensión. Ya no es la visión nega-
tes, torres, chimeneas, empiezan a revelar-
tiva de la destrucción de la tierra sino el
se como espléndidas obras de arte creadas
trabajo agónico de una legión de mineros
por ingenieros, técnicos y trabajadores que
para conseguir su sustento, por lo que
moldearon el hierro, acero y ladrillo. Así co-
también se le ama. La tierra como bene-
mo el propio paisaje, con objetivos produc-
factora que da sus frutos mineros a una so-
tivos, cuando éstos desaparecen, se empie-
ciedad que lo merece que se redime con su
■ Juan Cobos Wilkins describe la Corta
zan a valorar como bien patrimonial. El ar-
trabajo diariamente.
Atalaya en su libro El corazón de la
Corta Atalaya, según
Cobos Wilkins
te se proletariza, arte generado por el pue-
Así pues Corta Atalaya se ha cargado de
tierra, de la siguiente forma: “Corta
blo en la acción diaria de su trabajo, se pro-
un simbolismo que representa varios signi-
Atalaya. La formidable mina a cielo
duce una socialización del patrimonio in-
ficantes que se proyecta desde el pasado, en
abierto. Imponente. Amo esa forma de
dustrial, se reconocen e identifican en este
el presente y hacia el futuro de una sociedad
llamar a la tierra traspasada y
patrimonio que hasta no hace mucho tiem-
que se transformó con la industrialización y
desnuda: cielo abierto. Cierro los ojos y
po era desechado o poco valorado como pa-
que ahora no encuentra su leitmotiv con es-
otra vez me asomo al filo de su vértigo:
trimonio cultural.
ta ruptura histórica que los tiene inmersos
cráter inmenso —kilómetro y medio
en una crisis identitaria en la búsqueda de
de diámetros y quinientos metros de
una nueva forma de vida.
profundidad— excavado por la mano
En la actualidad Corta Atalaya es un referente del patrimonio cultural que lleva implícito toda la explicación histórica del pasado minero de la comarca.
Como consecuencia de estas transfor-
del hombre para saciar su avaricia
maciones socioculturales y económicas
metálica de brillos. Estoy en el
Así pues de este patrimonio industrial
que se han producido en la cuenca minera
precipicio de la oquedad, inclinado a
considerado ahora como obra de arte se
de Río Tinto con la desactivación de la mi-
su vacío: imagino que un ángel, mi
desprende una belleza muy particular.
nería, el proceso de patrimonialización se
propio ángel de la guarda, enloquece y
Cuando nos acercamos al borde de la Corta
ha convertido en eje vertebrador en sus dos
me empuja. Coloca su mano en mi
Atalaya y observamos los inmensos ban-
acepciones más destacadas como desarro-
espalda… No: sopla, tan solo eso. Y su
cos fundidos en una inmensidad de colo-
llo cultural y económico, por lo que la con-
soplo me precipita, como un vilano, al
res, donde predominan los ocres, corintos
servación, restauración y difusión de ele-
vacío. Caigo. Caigo gritando y me
y rojos del color de la sangre, nos invade
mentos industriales, como la Corta Atala-
abismo en este bucle mineral. Corta
una sensación extraña, transportados a
ya, adquiere una importancia capital pa-
Atalaya: gigantesco corazón arrancado
mundos desconocidos. No es un paisaje de
ra dinamizar una sociedad que busca su
a la tierra. Su hueco. Su orfandad.
este planeta, no puede haber sido creado
desarrollo endógeno a partir de su acervo
Cuando sobrecogido la contemplé por
cultural e histórico.
vez primera, creí que un meteorito
Más información
Pero hay que tener cuidado con las in-
ardiente, un cometa, una luna fuera
terpretaciones simplistas de desarrollo pa-
de su órbita, se había precipitado
trimonial. Lo que hace diferente a Riotinto
furiosa contra la Tierra y el resultado
■ Cobos Wilkins, J.
no es el turismo minero, eso es sólo una
era esta ausencia: la nada de su
El corazón de la tierra.
consecuencia de la crisis minera que pade-
sombra estrellada aquí: Corta Atalaya.
Plaza & Janés Editores, Barcelona.
ce. Lo que lo hace diferente es su historia
Ojo hueco de Polifemo. Seno de
minera. La conformación de una cultura
amazona vaciado. Vaciado y hundido
El metal de los muertos.
en torno a unos procesos de industrializa-
hasta la luz oscura, hasta lo abisal.
Universidad de Huelva. Fundación
ción que marcaron este territorio desde
Escalera de caracol que desciende y
Río Tinto y Diputación Provincial.
épocas pretéritas. Por lo que se debería
desciende y desciende. Sima.
Huelva, 1996.
plantear la conservación del patrimonio
Montaña surcada por vetas minerales
minero como explicación del pasado histó-
en cascada de crueles colores y vuelta
Minero de estrellas y otros poemas.
rico y como refuerzo de la identidad cultu-
luego del revés como un guante lleno
Estudio premilinar de J.A. Pérez
ral colectiva de una comarca. Y lo dicho,
de cicatrices. Gran espiral de náusea.
Bowie. Colección Juan Ramón
esperamos que se puedan consolidar bue-
Titánico anfiteatro. Escenario natural
Jiménez Poesía. Diputación de
nos proyectos de gestión patrimonial com-
perfecto para La Divina Comedia de
Huelva. Huelva, 1993.
binados, a ser posibles, con proyectos in-
Dante”.
■ Espina, C.
■ Morón Gómez, J.M.
dustriales viables. ■
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Conocido por sus trabajos arqueológicos, desarrolló aspectos vanguardistas y de plena actualidad en el campo de
la gestión patrimonial. Gracias a su labor en la comarca de los alcores hoy en día contamos con dos importantes
núcleos: la Necrópolis romana de Carmona y el Castillo de Mairena del Alcor. Una figura clave en el comienzo del
estudio, valoración, protección y presentación al público del patrimonio. Pintor, coleccionista, viajero y explorador dedicó su vida a conocer la historia y costumbres de España y Andalucía.
Jorge Bonsor, a la vanguardia
en la gestión patrimonial
Un francés que consagró su vida a la investigación arqueológica
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ANA GÓMEZ DÍAZ
DIRECTORA CASA MUSEO BONSOR
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espetado por unos y denostado por
otros por las actividades que llevó a
cabo en nuestra comunidad, Geor-
ge Edward Bonsor Saint Martin, más conocido como Jorge Bonsor, es un personaje relevante para la historiografía andaluza.
Hombre polifacético por excelencia se le conoce fundamentalmente por sus trabajos
QUIEN VISITASE LA
NECRÓPOLIS DE CARMONA
EN 1889 PODÍA VER LAS
EXCAVACIONES EN EL
PRIMER MUSEO DE
SITIO DE ESPAÑA
Una vez finalizados sus estudios en la
Academia de Bellas Artes de Bruselas, y premiado como artista-arqueólogo, emprende
un viaje de estudios junto a su amigo, Ernst
Paulus, por España y Marruecos. Movido
por las inquietudes propias de los viajeros
románticos, su fin era hallar lugares y situaciones que plasmar en sus lienzos. Y na-
arqueológicos, pero también desarrolló pro-
da mejor para este fin que ir a las pequeñas
yectos que le hicieron estar a la vanguardia
poblaciones de provincias para captar la
esencia del país, como sostenía Rousseau, y
de la gestión patrimonial.
Viajero y explorador tardorromántico,
so de agradecimiento por la concesión de es-
el mismo Bonsor corroborará años más tar-
pintor, coleccionista, arqueólogo, Bonsor es
ta distinción: “Concluiré señores, recordan-
de refiriéndose a los pueblos de los alcores:
ante todo un hombre interesado en conocer
do haber pasado en Carmona los años más
“Conviene visitar estas poblaciones algo ale-
la historia y las costumbres de España, lo
felices de mi vida...”
jadas de los grandes centros, para formarse
una idea exacta de cómo viven, trabajan y
que le ha valido su reconocimiento como
piensan los andaluces” (Bonsor, 1929).
hispanista. A pesar de las duras críticas que
ARQUEÓLOGO POR VOCACIÓN. Jorge
ha sufrido, fundamentalmente por la venta
Bonsor, de padre inglés y madre francesa,
De hecho su visita a Carmona fue decisiva.
de bienes que realizó a la Hispanic Society
nació el 30 de marzo de 1855 en Lille (Fran-
Recomendada por su padre, su imagen le cau-
de Nueva York, Bonsor ha sido uno de los
cia), en el seno de una familia burguesa.
tivó hasta tal punto que decidió establecerse
personajes clave en el comienzo del estudio,
La muerte de su madre a los pocos meses de
allí para dedicarse a la pintura. Fue aquí don-
valoración, protección y presentación al pú-
su nacimiento desencadenó su traslado a
de su vida dio un giro decisivo. Su estancia y
blico del patrimonio, siendo trascendenta-
casa de sus tíos en Inglaterra, quienes se
actividad en la ciudad propició su relación con
les los trabajos que llevó a cabo en la comar-
harán cargo de él, hasta que ya en edad es-
personas interesadas en el estudio de la histo-
ca de los alcores.
colar su padre decida que le acompañe en
ria local, quienes movidos por la necesidad de
Sus actividades tuvieron como fruto el
sus viajes de trabajo por Europa. Esta cir-
velar por un rico patrimonio en peligro debido
reconocimiento de muchas instituciones
cunstancia será fundamental en el futuro
a las pasadas desamortizaciones y el presente
científicas nacionales e internacionales de
desarrollo de su trabajo. Su formación en
desarrollo industrial, encontraban además
la época. Sin embargo, quizás fue el nom-
escuelas y liceos de Inglaterra, Rusia y
en este interés una razón de prestigio social.
bramiento de hijo adoptivo de la ciudad de
Francia, naciones coloniales en aquella
Estos contactos facilitaron su acceso a una de
Carmona el más cercano y significativo, por
época, lo definirán como un eterno explo-
las tumbas hipogeas perteneciente a la que
la importancia que tuvo la ciudad en el
rador extranjero interesado por conocer la
hoy en día conocemos como Necrópolis Ro-
transcurso de su vida y sus actividades cien-
historia y costumbres locales de los países
mana de Carmona, que cambiaría definitiva-
tíficas, como él mismo declaró en su discur-
a los que arriba.
mente el rumbo de su vida:
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“Fue la fuerte impresión que me produjo
penetrar en esta cámara funeraria y contemplar sus portentosas pinturas cubriendo la totalidad de la superficie de sus paredes la que me hizo decidirme, conmovido,
a consagrar mi vida a las investigaciones
arqueológicas“
Bonsor, decidido a consagrar su vida a
la arqueología, acompañado de su socio,
Juan Fernández López, se documentó e interesó por las teorías, técnicas y métodos
de trabajo científicos que mejor pudieran
servir a sus investigaciones visitando diferentes bibliotecas, colecciones particulares y museos de España y Europa. La aplicación práctica de sus conocimientos la
materializaron en los trabajos que comenzaron en 1883 en los terrenos de la Necrópolis Romana de Carmona que adquirieron
Fotógrafo: Hijo de Pérez Romero. 1920. Nº 584. AGA. Colección Bonsor. Ayto. Mairena del Alcor.
ambos dos años antes.
A pesar de que su metodología de trabajo
pudiera hoy día resultar un tanto simple,
supuso en su época el comienzo de la ruptura de la tradición anticuarista, más centrada en la recopilación de objetos con fines
coleccionistas, y el inicio de la arqueología
científica en el suroeste peninsular.
El método que emplearon recogía los
avances de la incipiente disciplina arqueológica que empezaba a fraguarse en Europa. La arqueología pasaba a ser una técnica
al servicio del estudio histórico lo que precisaba de una minuciosa recogida de la información que proporcionaban los avances de
los trabajos. Con este fin, Bonsor, excelente dibujante, empleó el dibujo técnico y la
fotografía para el registro gráfico, encargó
estudios de flora y fauna para obtener datos
sobre las condiciones medioambientales
del contexto histórico y utilizó diarios de
campo para recabar puntualmente la información de los trabajos. Toda esta documen-
Ánforas para el vino y el aceite dibujadas por Bonsor (detalle).
tación conforma hoy uno de los más valiosos archivos personales existentes sobre los
inicios de la arqueología científica en nuestra comunidad.
Publicaciones científicas
■ La incursión de Jorge Bonsor en el
tartésico. Dos publicaciones
za los trabajos que lleva a cabo en la comarca
mundo de la arqueología coincidió
póstumas de la Hispanic Society of
de los alcores, es el diseño y puesta en mar-
con una etapa clave llegando a ser sus
America en 1931: The archaelogical
cha de un programa gestión que contempla
publicaciones fundamentales para el
expedition along the Guadalquivir,
la protección, conservación y presentación
estudio histórico y arqueológico del
trabajo fundamental para el estudio
al público de los yacimientos. En esta épo-
suroeste peninsular. En Les colonies
de la Andalucía romana, contenía la
ca, y a consecuencia de la importancia que
agricoles preromaines de la vallée du Betis
primera lista de sellos epigráficos de
el romanticismo otorgaba a la contempla-
(1899), primera obra sobre la
ánforas olearias básica para el estudio
ción in situ de los monumentos como medio
arqueología protohistórica española,
de la economía y el comercio de la
ideal para revivir experiencias del pasado,
recoge los resultados de los trabajos
Bética romana. An archaeological
comienzan los viajes y excursiones científi-
que realiza en los alcores de suma
sketch-book of the Roman Necrópolis at
cas al “lugar de los hechos”. Esta nueva ten-
importancia para el estudio de la
Carmona, fue la obra más completa y
dencia creaba la necesidad de dotar a estos
colonización fenicia de la península.
definitiva sobre el conjunto,
lugares de una infraestructura y unos me-
El Coto de Doña Ana una visita
ricamente ilustrada con dibujos y
dios que permitiesen la protección de los ya-
arqueológica (1922), es obligada
acuarelas de los ajuares y las tumbas
cimientos, la transmisión de la cultura y el
referencia para el estudio del mundo
realizadas por Bonsor.
Sin embargo, la iniciativa que singulari-
disfrute público.
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Fotógrafo: Sánchez del Pando. 1930. Nº 37. AGA. Colección Bonsor. Ayto. Mairena del Alcor.
De este modo, tras ocho años de investi-
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gaciones metódicas quien visitase la Necrópolis Romana de Carmona en 1889, podía contemplar los vestigios procedentes
de las excavaciones en el primer museo de
sitio de España, y adquirir una guía de mano que ilustraba la visita a la necrópolis al
servir de lazarillo a todo aquel que se adentraba en los senderos del jardín que envolvía a las tumbas exhumadas.
CASTILLO DE MAIRENA. Años más tarde
y avanzados los trabajos de investigación en
la comarca de los alcores, Bonsor vuelve a repetir el modelo de gestión a mayor escala, esta vez en solitario. En 1902 compra el castillo
de Mairena, entonces en ruinas, y lo acondiciona con el fin de crear su “museo de las antigüedades prerromanas” donde exponer al
público la documentación y los vestigios
procedentes de las excavaciones que estaba
realizando en la comarca desde 1888. De este
modo el castillo se convertía en el “museo de
Firma de la cesión de la Necrópolis de Carmona al Estado en 1930.
sitio de la comarca”. Al igual que el de la ne-
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crópolis, se situaba en un lugar dominante
Bonsor y Carmona
desde donde se podía contemplar la zona de
la que procedían las piezas expuestas crean-
■ Aparte de los trabajos ya referidos en
Bonsor jugó un papel fundamental en
do un nexo de unión entre la institución que
la Necrópolis Romana, Bonsor fue uno
muchas de las excavaciones llevadas a
albergaba las conclusiones de trabajo y el
de los fundadores de la Sociedad
cabo por la Sociedad destacando la del
paisaje cultural objeto de investigación.
Arqueológica de Carmona cuyas
Alcázar de Carmona que suponía el
actividades contribuyeron al
tratamiento del monumento medieval
tirá en una pieza clave para entender al per-
conocimiento de la historia local, el
como objeto de estudio arqueológico,
sonaje, pues pasará a ser el mejor exponen-
paisaje arqueológico de la comarca y la
algo inusual en una zona dedicada a la
te de su universo personal al ampliar sus
promoción de la salvaguarda de
investigación de los vestigios romanos.
funciones como residencia familiar tras la
monumentos locales como la Puerta de
Además, fue el principal impulsor del
mudanza de Bonsor desde la necrópolis en
Sevilla que gracias a la mediación de la
homenaje a Cervantes que la ciudad
1907, el mismo día que contrae matrimonio
Sociedad fue declarada Monumento
organizó con motivo del tercer
con Doña Gracia Sánchez Trigueros. Será en
Histórico Nacional el 3 de julio de 1906,
centenario de su muerte al que dedica un
el museo-residencia donde Bonsor conden-
evitando así la destrucción de su arco
artículo que se sumaba a otros muchos
se todas las facetas y características de su
monumental. A título particular,
sobre el patrimonio y la historia local.
trabajo e inquietudes.
No obstante, esta institución se conver-
Programas de gestión
■ La sistematización de los programas
de gestión llevados a cabo por Bonsor
Nº 641. AGA. Colección Bonsor. Ayto. Mairena del Alcor.
se ve refrendada por la
Vista del Castillo de Mairena y los jardines del patio de armas en 1909.
correspondencia que mantiene con los
responsables de Mérida, Baelo Claudia
e Itálica, a los que aconseja poner en
marcha iniciativas similares a las
establecidas en sus instituciones de los
alcores. Coincide en la importancia de
la protección del yacimiento y su
promoción y divulgación mediante la
instalación de museos de sitio, el
acondicionamiento del yacimiento y
la oferta de facilidades a los visitantes
como descuentos en las entradas,
venta de souvenirs, servicio de
cafetería y zonas de descanso.
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Los vestigios, dibujos arqueológicos y
conclusiones de trabajos, presentados formalmente en vitrinas distribuidas en sus
paredes y troneras, se alternarán con los
Fotógrafo: Pinzón. 1900. Nº 1104. AGA. Colección Bonsor. Ayto. Mairena del Alcor
bienes procedentes de sus colecciones exponentes de su interés por el estudio de la historia y costumbres españolas. De este modo
encontramos elementos tan significativos
y clásicos de las colecciones de los hispanistas decimonónicos como las armas blancas
y de fuego y los cuadros históricos, entre los
que destacan los Valdés Leal procedentes
del convento de Santa Clara de Carmona.
También contienen bordados, herrajes, terracotas de tipos populares, forjas, cobres,
cerámica de Manises y Triana y una curiosa
colección de indumentaria popular. A todo
esto hay que sumar sus creaciones pictóricas de corte costumbrista y descriptivo y un
variopinto mobiliario compuesto por muebles isabelinos, castellanos e ingleses.
Como colofón a todas estas acciones y
fiel al interés que Bonsor mostró en sus trabajos por la interpretación del territorio en
Jorge Bonsor (sentado) y su primo Ralph Batley.
el Valle del Guadalquivir y la comarca de los
alcores, diseña y publicita una ruta de turismo cultural pionera y única en la comarca, coincidiendo con los preparativos y la
El legado de Bonsor
celebración de la Exposición Iberomerica-
■ Las instituciones creadas por
exhumadas. El Castillo de Mairena,
na. La excursión se convierte en un proyec-
Bonsor en los alcores lejos de perderse
actualmente gestionado por el
to vanguardista de gestión patrimonial a
con el paso de los años se han
Ayuntamiento de Mairena del Alcor,
escala territorial que tiene como hitos fun-
confirmado como proyectos de gran
es objeto de obras para hacer posible
damentales las dos instituciones que puso
solvencia. La Necrópolis, tras su
su inminente reapertura, teniendo
en marcha: la Necrópolis de Carmona y el
donación al Estado en 1930 por
como intervención clave la restitución
Castillo de Mairena. La ruta dinamizaba la
expreso deseo de sus propietarios, es
de la escena original, conservada
zona con la visita a las cuatro poblaciones
hoy día un conjunto arqueológico
gracias al celo de su viuda Dolores
que alberga, primando las paradas en los
gestionado por la Junta de Andalucía y
Simó y sus herederos y a un
castillos símbolos del imaginario colectivo
sigue articulándose con la
meticuloso trabajo de registro y
y la ciudad que tanto significó para él, Car-
infraestructura original, conservando
documentación, que nos permite hoy
mona. No en vano su nombre: “Carmona y
el museo de sitio y parte de los
día recrear el universo personal de
los castillos de los alcores”. ■
senderos que conducían a las tumbas
Jorge Bonsor.
Más información
■ Maier, J.
Jorge Bonsor (1855-1930). Un académico
Nº 120. AGA. Colección Bonsor. Ayto. Mairena del Alcor.
correspondiente de la Real Academia de la
Historia y la Arqueología española.
Real Academia de la Historia.
Madrid, 1999.
■ Amores, F. y Lacomba J.
Bonsor y su colección. Un proyecto de
museo.
Consejería de Cultura. Junta de
Andalucía. Sevilla, 1994.
■ Melero, A. y Trujillo, F.
Colección fotográfica de Jorge Bonsor.
Instrumentos de descripción. Archivos 10.
Archivo General de Andalucía.
Consejería de Cultura. Junta de
Andalucía. Sevilla, 2001.
Vista de Carmona desde la terraza del Museo de la Necrópolis en 1889.
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Las fuentes escritas que nos ayudan a reconstruir las viviendas de los andaluces en el siglo XVI son las cartas de
dote, arrendamientos y testamentos. Una documentación que nos informa de los principales elementos del ajuar
doméstico. Una información cuantitativa y cualitativa pues contiene el precio en maravedíes de los distintos componentes del ajuar, la materia prima con que está elaborado y el número y calidad en razón al tipo de familia. Un
símbolo más de las diferencias sociales y económicas de la injusta sociedad andaluza del Quinientos.
La cartas de dote
La vida cotidiana en los archivos de protocolos
MARÍA JOSEFA PAREJO DELGADO
DOCTORA EN HISTORIA MEDIEVAL
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a vinculación de la mujer al hogar
nor proporción, disponían de algunas
dera, cuya dureza fue amortiguada por coji-
como administradora de los bienes
aranzadas de vid, olivar y huertas.
nes de lienzo o lana. Su número varió entre
dos y cuatro por vivienda. Para guardar la
propios y de la familia es posible
conocerla mediante el análisis de la docu-
TODO BIEN DETALLADO. Según las car-
ropa de cama, mesa, los vestidos y las joyas,
mentación notarial procedente de los ar-
tas de dote, los elementos esenciales del
se emplearon armarios de madera, arcas
chivos de protocolos. La carta de dote es
ajuar doméstico andaluz en la época mo-
con cerradura y el cofre, y para calentarse en
un documento jurídico presentado ante
derna fueron el mobiliario, la ropa de ca-
invierno empleaban braseros de hierro, de
notario, escribanos y testigos que nos in-
ma, la ropa de mesa, el menaje, los vesti-
precio parecido al de las sillas y bancos (en-
forma sobre los bienes muebles e inmue-
dos y las joyas.
tre 80 y 400 maravedíes)
bles que la mujer lleva en el momento de
El mobiliario de una vivienda andaluza
La ropa de cama constituyó el grueso de
contraer matrimonio. La mujer aporta la
de la época estuvo formado por una o dos
la aportación femenina al matrimonio. Los
dote y recibe las arras del novio; bienes
camas, una o dos mesas con bancos y sillas
colchones, acompañados de almohadas,
improductivos al principio pero que, ase-
para sentarse, un armario, dos o tres arcas
podían ser sacos cuadrilongos de lana o al-
gura la supervivencia de la mujer, si que-
y cofres para guardar la ropa de vestir, ca-
madraques, es decir, colchones con un re-
da pronto viuda pues podía usufructuar
ma y mesa, un brasero para calentarse y al-
fuerzo de madera en su contacto con el suelo
las arras sino volvía a casarse y, si lo ha-
gunos candiles para iluminar la vivienda.
(entre 600 y 2.400 maravedíes).
cía, siempre podía manejar sin restriccio-
A la cama le acompañaban algunos com-
Las sábanas fueron las piezas textiles
nes. La dote sólo retornaba a la familia de
plementos textiles como el rollo, las cerca-
más abundantes. Se hacían en estopa, lien-
su anterior marido sí moría sin hijos que
duras y el cielo, telas de diversos colores,
zo, lino y seda. Sobre la cama se dispusie-
la heredasen.
situadas en las partes laterales y el techo
ron a veces mantas o colchas de lana o esto-
Las titulares de estas cartas de dote
para mitigar el frío durante el invierno,
pa de precios más asequibles para la pobla-
eran por lo general mujeres pertenecien-
colchones, sábanas y almohadas. Su valor
ción. Los cielos eran telas suspendidas so-
tes a la pequeña nobleza urbana, hijas de
en moneda podía oscilar, según calidad,
bre la cama o colgadas en el techo de la ha-
artesanos o de trabajadores del sector ter-
entre los 750 y 8.500 maravedíes.
bitación principal. Estaban teñidas en
ciario, boticarios y panaderos o de peque-
La mesa más habitual fue la de cadenas o
amarillo, verde, rojo o azul con flores. Las
ños propietarios agrícolas. En estos docu-
banco de mesa, cuyo precio fue algo inferior
cercaduras eran cortinas que rodeaban la
mentos, se indica también la collación
al de la cama. Para sentarse, los andaluces
cama para aislarla del resto de la habita-
(barrio) en la que residen dentro de la ciu-
de esta época utilizaron bancos, sillas de
ción, dar intimidad y proteger del frío
dad, la cuantía y composición de la dote y
costillas, sillas de espalda, de cuero o de ma-
mientras se duerme. Las más costosas con
cintas amarillas y rojas se adquirían por
los datos de su esposo, profesión y
más de 3.000 maravedíes.
procedencia geográfica. Algunas de estas mujeres recibí-
Las tovajas eran prendas de múltiples
an viviendas en propiedad
usos siendo el más habitual el de toalla. En
o en arrendamiento con la
condición de que sus padres pudieran permanecer
en ella hasta que murieran. Otras recibían en
dote pequeños lotes
de tierra y, en me-
EL AJUAR DOMÉSTICO
ANDALUZ CONTENÍA EL
MOBILIARIO, LA ROPA DE
MESA, LA ROPA DE
CAMA, LOS VESTIDOS Y
LAS JOYAS
las cartas de dote correspondientes a las mujeres artesanas y campesinas se emplea sobre todo cáñamo y lino y en menor proporción seda.
La mesa en torno a la cual se reunía la
familia para comer una o dos veces al día
podía ser vestida con manteles, sobreme-
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Carta de dote de
Estefanía Ruiz Galindo,
vecina de Baeza, fechada
el 14 de julio de 1590.
Archivo Municipal
de Baeza.
sas y panezuelos. El número de manteles y
tre cuatro y seis por vivienda, mucho más
velos, mantillas y corpiños. La materia pri-
sobremesa que se citan en las cartas de do-
económicos que los platos de cerámica va-
ma era la lana en invierno y el lino en vera-
te se sitúa alrededor de uno o dos por vi-
lenciana con precio 375 maravedíes o la vaji-
no. Las mujeres de las familias nobles se
vienda. Más abundantes fueron los pane-
lla de plata de algunas nobles como Elvira
vistieron con camisas de seda negra, grana-
zuelos o pedazos de tela cuadrada con fle-
Hermosilla valorada en 718.105 maravedíes.
te o verde de cuantías superiores a los 1.500
cos o no que sirvieron para limpiarse la bo-
Para beber empleaban vasos, tazas y escudi-
maravedíes por unidad. Las faldas más ase-
ca después de la comida, cuyo número os-
llas de barro. No había cubiertos de madera
quibles fueron las de paño y las más costo-
ciló entre seis y doce por vivienda. Fre-
excepto la cuchara. Otros útiles de cocina,
sas las de terciopelo cuyo valor ascendía a
cuentemente se citan como ropa de mesa
fueron el almirez o mortero de metal, la al-
los 2.575 maravedíes. Las sayas más citadas
los cernaderos para la colada o lienzos gor-
cuza, la tabla y la artesa para la elaboración
en las cartas de dote estudiadas son las de
dos que se ponían en el coladero sobre toda
del pan. Los alimentos se almacenaban en
terciopelo y tafetán con precios superiores a
la ropa, para que echando sobre él la lejía
canastas, espuertas y tinajas de esparto y
los 500 maravedíes. Los sayuelos más fre-
pasase a la ropa solo el agua con las sales
barro y la vajilla se limpiaba en lebrillos de
cuentes se tejieron en lana y seda en colores
que llevaban en disolución. Un ejemplo es
barro. En las cartas de dote de Baeza hay
granate, azul, amarillo y negro. Para cubrir
la ropa de mesa que llevó en su dote la veci-
platos de peltre valorados entre 85 y 306 ma-
la cabeza y protegerla de las inclemencias
na de Baena(Córdoba) María Ortiz en 1557
ravedíes (la media docena), escudillas para
del tiempo las andaluzas del siglo XVI utili-
formada por cinco varas para manteles, to-
el agua por 680 maravedíes, lebrillos de ba-
zaron velos, tocas, ceñidores y pañuelos de
vajas de estopa, cernaderos, una sobreme-
rro por 170 maravedíes y tinajas y espuertas
lana y lino. Sus precios variaron siendo los
sa y seis panezuelos de lino.
por unos 300 maravedíes.
más económicos los de lino y los más caros
los de seda granate. Especialmente costo-
La cocina debió ser una habitación próxima al espacio que hacía las funciones del co-
ROPAS DE DIVERSAS CALIDADES. El
sos fueron los hábitos y tocas negras emple-
medor y con múltiples empleos, pues la chi-
equipamiento doméstico se completaba
ados para el luto. Las andaluzas más ricas
menea que la presidía sirvió para calentar la
con la ropa de vestir y las joyas. Los ajuares
se adornaron con cofias negras o de Holan-
comida y la casa. Las andaluzas emplearon
domésticos de las familias artesanas de
da con franjas de oro y mantillas de Frisia.
para cocinar anafes, trébedes, calderas de
Baeza, Baena, Úbeda, Guadix, Utrera y
Sobre las sayas y sayuelos se dispusieron los
distintos tamaños, asadores, peroles y pa-
otros lugares de Andalucía estuvieron for-
mantos de bruneta.
rrillas. Los anafes funcionaron como hor-
mados por camisas de hombre y mujer. Por
El vestido masculino fue más sencillo:
nos portátiles de barro cocido. Los trébedes
lo general de dos a tres unidades por fami-
hábitos, sayas, jubones, calzas y capuces o
eran un triángulo de hierro con tres pies que
lia: camisones, faldas, refajos, sayuelos,
prendas puntiagudas para la cabeza de to-
servía para poner al fuego sartenes y pero-
nalidades más austeras como el negro y el
les. Junto a estos utensilios hallamos calde-
verde. La nobleza empleaba camisas con
ras grandes y pequeñas, asadores, parrillas,
gorgueras y cubrían su cabeza y pies con
peroles, tablas de horno y maseras o artesas
grandes destinadas a amasar el pan. El precio de las calderas en el siglo XVI se situaba
entre 1.200 y 3.000 maravedíes, el de los peroles en 204, los asadores en 136 y las maseras en 400 maravedíes.
Los platos más empleados para contener
la reducida comida diaria eran de peltre en-
LANA, PAÑO Y LINO ERAN
LOS MATERIALES DE LOS
VESTIDOS DE LOS MÁS
HUMILDES. TERCIOPELO,
TAFETÁN Y SEDA PARA LOS
MÁS RICOS
sombreros y chapines.
Las joyas fueron muy escasas sobre todo
en el ajuar de la mayoría de artesanos y campesinos. Sus mujeres se adornaban con
cuentas de coral frente a las costosas piezas
de oro y plata (sortijas, cruces, zarcillos y
anillos) que embellecieron las manos y el
cuello de las mujeres nobles. ■
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El testamento político
de un republicano y masón
CRISTÓBAL GARCÍA GARCÍA
doce días antes de su muerte. Martí-
cias a sus relaciones con Alcalá Za-
E
l sevillano Diego Martínez
nez Barrio fue un autodidacta, “so-
mora, Azaña, Negrín, Prieto y, de
Barrio (1883-1962) fue un
berbiamente humilde”, como él
forma peculiar, Lerroux. Y es espe-
político cuyos rasgos fue-
mismo se definió, pero prolífico en
cialmente interesante la lectura de
ron su fe republicana y su adscrip-
la reproducción escrita de su pensa-
este trabajo para entender qué era la
ción a la masonería. Como en más
miento político.
masonería en los años treinta en Es-
de una circunstancia ha señalado
Lo más sobresaliente de este tra-
paña y su relación con el republica-
Leandro Álvarez Rey, ostentó en vi-
bajo está en que incardina perfecta-
nismo. En palabras del autor, Martí-
da la representación nacional a tra-
mente el relato de la propia vida de
nez Barrio concebía “la pujanza de
vés de las tres más altas magistra-
Martínez Barrio con la historia en la
turas de la Segunda República: la
que participa y contribuye a cons-
AH
Presidencia de la Nación, la del Go-
truir. Es éste uno de los objetivos del
JUL
2008
bierno y la de las Cortes. Había sido
autor al convertir a Martínez Barrio
además diputado nacional, conce-
en el “hilo conductor” de los proble-
jal del Ayuntamiento de Sevilla y,
mas y cuestiones que en estas fe-
información sobre la división del
en la masonería, Gran Maestre de
chas se dilucidaron.
Partido Radical en 1934 como elo-
110
las actividades masónicas como algo
Leandro Álvarez Rey.
Diego Martínez Barrio. Palabra
de republicano.
Ayuntamiento de Sevilla.
ICAS. 2007. 1047 págs.
indisolublemente unido al porvenir
democrático y liberal de España”.
En lo referente a los acontecimientos, resulta tan ilustrativa la
Resultan especialmente intere-
cuente su silencio ante los posterio-
santes las relaciones personales y
res ataques de Lerroux. Martínez
Más allá de estos datos, el autor
políticas de Martínez Barrio con
Barrio haría una reflexión crítica so-
se interna en los entresijos de la vi-
otros protagonistas de nuestra his-
bre su papel en el parlamento inten-
da de Martínez Barrio (sin pretender
toria alejados o próximos ideológica-
tando derrocar al gobierno refor-
una biografía, que promete para un
mente y que sorprenden por su cor-
mista de Azaña tras los sucesos de
futuro) y en su pensamiento políti-
dialidad. Un rasgo de tolerancia po-
Casas Viejas (enero de 1933).
co. Este libro, fruto de una larga y ri-
lítica en unos momentos en los que
Debemos aludir a la aportación
gurosa investigación, consta de dos
las tendencias políticas tendían a ser
de Álvarez Rey sobre el controverti-
grandes apartados: el estudio preli-
centrífugas. Diego Martínez Barrio,
do “gobierno de conciliación” de
minar y, bajo el epígrafe de Palabra
republicano y masón, cultivó la
Martínez Barrio en los días 18 y 19 de
de Republicano, una cuidadosa y es-
amistad de Ignacio Luca de Tena,
julio de 1936 y todos los debates y
merada selección de textos, discur-
monárquico y católico, y del político
opiniones que se han suscitado so-
sos, documentación epistolar, in-
de la Liga Católica, y con posteriori-
bre las supuestas conversaciones
tervenciones parlamentarias... Se-
dad diputado de la CEDA, Manuel
con los golpistas militares para evi-
lección nada fácil a juzgar por la
Giménez Fernández. Especial inte-
tar la guerra que se avecinaba. Re-
amplitud de los archivos consulta-
rés para entender el republicanismo
sulta igualmente imprescindible la
dos, desperdigados por institucio-
(antes, durante y después de la Se-
lectura del apartado referente a la
nes y países desde España y Francia
gunda República), la democracia, el
relación de los políticos exiliados y
hasta México y Estados Unidos.
juego de los partidos políticos y la
sus avatares en aras a mantener las
historia que fue, tienen las referen-
instituciones republicanas.
la Regional de Mediodía y del Gran
Oriente Español.
Álvarez Rey dedica al estudio
premilimar las primeras 154 pági-
El estudio preliminar finaliza
nas, densas e imprescindibles para
con una carta que Martínez Barrio
sacar el máximo aprovechamiento y
dirigiera a su amigo entrañable y
disfrute intelectual de los textos ori-
antiguo correligionario en el radica-
ginales. De la envergadura de esta
lismo, el republicano católico y mo-
tarea dan fe los 170 textos seleccio-
derado Leandro Pita Romero. Para el
nados y agrupados cronológica-
autor podría ser un testamento polí-
mente, recorriendo las etapas de su
tico en consonancia con una vida en
vida: su vinculación juvenil al anar-
la que luchó por “los ideales de una
quismo, su oposición a la monar-
España liberal, tolerante y demo-
quía y a Primo de Rivera, su partici-
crática, para él identificada con
pación intensa y leal en la Segunda
aquella República soñada y trunca-
República, sus vivencias de la gue-
da en julio de 1936”.
rra civil y las diferentes fases del exi-
En definitiva se trata de un libro
lio. Su último texto, una carta que
necesario por su contribución para
refleja su amargura y añoranza por
entender el siglo XX español en su
no poder pasar sus últimos días en
primera etapa, hasta los años se-
España, “la tierra amada”, fechada
senta.
L
I
B
R
O
S
Claves de los jesuitas en Andalucía
JOSÉ LUIS BETRÁN
y dividir, por orden de Ignacio de
cisco
L
a historia de la Compañía de
Loyola, la provincia de España en
Murphy, Salvador Hernández), los
Borja
Medina,
Martin
Jesús ha atraído la atención
tres: Aragón, Castilla y Andalucía,
aspectos ligados a la educación y
de los historiadores españo-
nombrando como provinciales a
cultura (destacan los estudios sobre
les por la fascinación por la figura
Francisco de Estrada, Araoz y Mi-
las librerías de la Compañía de Ju-
de Ignacio de Loyola, la universali-
guel de Torres.
lián Solana y Miguel Ángel Sán-
dad de la Compañía y el haber esta-
Con gran acierto, la facultad de
chez), las interesantes aportacio-
do implicada en numerosos episo-
Teología de la Universidad de Gra-
nes sobre el ejercicio religioso
dios de la formación de la identidad
nada, acaba de publicar un conjun-
(Francisco Javier Martínez, Julián
moderna. Los primeros jesuitas
to de estudios conmemorativos del
que llegaron a España fueron Anto-
450 aniversario de la fundación de
nio de Araoz y Pedro Fabro. No re-
la provincia andaluza, bajo la coor-
sulta extraño que España se convir-
dinación del padre Wenceslao Soto
tiera en una etapa fundamental en
Artuñedo. Se añaden así a la exce-
su expansión en el conjunto de la
lente labor de recuperación de la
Iglesia. De los siete primeros cofun-
memoria de la Compañía en Anda-
dadores, cinco eran españoles, in-
lucía mostrada a través de las edi-
train, Historia de la Compañía de Je-
cluyendo al propio Ignacio (Lainez,
ciones críticas recientes de algunas
sús en la Asistencia de España, pu-
Bobadilla, Francisco Javier y Salme-
de sus crónicas como la de Martín
blicada entre 1902 y 1925, está ne-
rón). La Compañía se instaló en Es-
de Roa por Antonio Martín e Inma-
cesitada de nuevas obras de sínte-
paña a partir de 1547, con Araoz co-
culada Carrasco (2005) o la del Cole-
sis —como la coordinada por el pro-
mo primer provincial y conoció su
gio de Marchena, por Julián Lozano
fesor Teófanes Egido (2004)—, que
extraordinaria ascensión gracias a
(2006). Con desigual distribución,
renueven nuestro conocimiento
las relaciones políticas de Francisco
el libro recoge veinticuatro estudios
sobre el tema. Quizás un buen ca-
de Borja. Además, entre 1553 y 1554,
que se reparten en siete partes te-
mino sea iniciarlo a través del estu-
Jerónimo Nadal visitó los primeros
máticas. Los orígenes de la provin-
dio comparativo entre las provin-
colegios españoles para dar a cono-
cia andaluza a través de algunas de
cias jesuíticas que integraban el
cer a los jesuitas las Constituciones
sus fundaciones (trabajos de Fran-
mundo hispánico.
Lozano) y el aporte de los jesuitas
Wenceslao Soto
Artuñedo.
Los jesuitas en Andalucía.
Estudios conmemorativos del
450 aniversario de la fundación
de la provincia.
Universidad de Granada.
2007, 634 págs.
andaluces a las misiones del Nuevo
Mundo (José del Rey Fajardo, Francisco Luis Rico Collado).
Se trata de un esfuerzo loable a
seguir en otras regiones. La ya clásica obra del jesuita Antonio As-
Radiografía del fenómeno religioso
SALVADOR HERNÁNDEZ
un discurso historiográfico viciado
de un pueblo, fenómeno que el au-
B
ajo el sugestivo título de La
por la mezcla de elementos históri-
tor ejemplifica con el caso de la fies-
religión de los andaluces se
cos y legendarios, y encaminado a
ta del Corpus Christi y la peculiar
presenta una serie de ensa-
la glorificación de la patria chica
personalidad de los santuarios ma-
frente a otras localidades.
rianos de Andalucía.
yos, elaborados por el autor en diferentes épocas y ahora revisados y ac-
Partiendo del análisis de las le-
El autor reivindica el estudio de
tualizados. En primer lugar, se
yendas de apariciones, Rodríguez
la religión como instrumento de
aborda la problemática historiográ-
Becerra establece una clarificadora
análisis de la sociedad, pero bajo el
fica y metodológica que entraña el
tipología de estas mariofanías o
prisma de la interdisciplinaridad
uso de los conceptos de “religión de
manifestaciones de la Virgen como
los andaluces “ y “religiosidad popu-
un ente sobrenatural, con la multi-
lar”, a través de las relaciones entre
plicidad de fenómenos físicos que
religión y cultura y la distinción,
las acompañan y la diversa extrac-
más teórica que real, entre religión
ción social de los beneficiarios de
oficial y religiosidad popular.
estos prodigios. La estrecha rela-
sor Rodríguez Becerra ha condensa-
de las ciencias sociales: la AntropoSalvador Rodríguez
Becerra
La religión de los andaluces.
Editorial Sarriá.
Málaga, 2006.
logía y la Historia como camino de
análisis del hecho religioso tanto
en el pasado como en el presente.
En suma, en esta obra el profe-
En este cúmulo de manifesta-
ción entre las fiestas y el calendario
do su larga experiencia en el estu-
ciones juega un importante papel
religioso es subrayada por el autor
dio de la religiosidad popular, brin-
el fenómeno de la construcción de
desde la perspectiva histórica y des-
dando al lector interesado en este
identidades con símbolos religio-
de su función actual como ruptura
complejo mundo una clarificadora
sos, es decir, la definición de la
del tiempo cotidiano y confirma-
síntesis que se convierte al mismo
identidad local sustentada en el
ción de la pertenencia del individuo
tiempo en un útil punto de partida
culto a determinadas advocaciones
a la comunidad. La fiesta genera así
– completado con un buen apartado
marianas y hagiográficas, cuyas
un patrimonio cultural inmaterial
bibliográfico específico – para aden-
peculiaridades han sido manipula-
(con toda su carga de exaltación re-
trarse por los múltiples vericuetos
das por las élites locales, tanto ecle-
ligiosa y de los sentidos) y se con-
por los que desarrolla la denomina-
siásticas como civiles, a través de
vierte en expresión de la identidad
da religión de los andaluces.
AH
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2008
111
L
I
B
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S
Córdoba a comienzos del siglo XX
Mª JOSÉ RAMOS ROVI
ral de la época como el Círculo de la
cia, donde destaca el dinamismo del
l objetivo de este libro es la
E
Amistad. Los datos extraídos fueron
foco minero de Peñarroya-Pueblo-
descripción e interpretación
introducidos en una base de datos
nuevo, comarca que contaba con
de la evolución histórica de
Access, de la que se elaboraron una
otra fuente de riqueza importante
la provincia de Córdoba durante el
serie de gráficos y tablas. Quizás sea
en la ganadería. Por último, se estu-
primer tercio del siglo XX en sus di-
ésta una de las grandes aportaciones
dian en el apartado final los elemen-
ferentes facetas: demografía, eco-
del volumen: el intento de “cuantifi-
tos históricos más intangibles como
nomía, política, administración,
car” la historia.
la cultura, el ocio o la delincuencia.
El libro se articula en cuatro gran-
En definitiva, estamos ante una
Respecto a las fuentes consulta-
des bloques, que podrían concebirse
excelente investigación y una mag-
das, se ha realizado una amplia se-
como monografías independientes.
lección de acuerdos de las actas capi-
En el primero analiza la evolución
tulares de diversos pueblos de la pro-
del sistema político español en una
vincia y la capital, de sentencias ju-
provincia interior y su moderniza-
diciales del Archivo de la Audiencia
ción. El segundo hace referencia a la
de Córdoba, y de documentos de or-
“estructuración y urbanización de la
provincia como del resto de la Espa-
ganizaciones de gran peso en la vida
provincia”. El tercero se centra en la
ña interior, durante el primer tercio
política, social, económica y cultu-
situación económica de la provin-
del siglo XX.
cultura y mentalidades.
AH
JUL
2008
112
Raúl Ramírez Ruiz.
Córdoba y su provincia. durante
el reinado de Alfonso XIII (19021931). Un análisis histórico.
Universidad de Córdoba y
Diputación de Córdoba.
2007. 738 págs.
na obra, basada en una enorme cantidad de fuentes inéditas y una completa bibliografía de apoyo, cuya lectura disfrutarán todos aquellos interesados en la situación, tanto de la
Fascinación romántica por la Alhambra
JOSÉ LUIS CHICHARRO
bien el tema por haberle dedicado
sus espacios. El trabajo nos da
E
l conjunto monumental
otros trabajos a lo largo del tiem-
las claves del proceso mental de
de La Alhambra siempre
po. Está divido en dos partes: por
los románticos por entender este
ha tenido un gran poder
un lado, el texto propiamente di-
excepcional legado patrimonial.
de atracción y de seducción. Han
cho y, por otro, incluye un apén-
La autora también nos facilita la
sido cientos los viajeros, arquitec-
dice gráfico con una selección de
nómina de los protagonistas en-
tos, pintores o literartos de los si-
la iconografía más relevante del
tre los que se encuentran figuras
glos XIX y XX que han quedado
monumento en la época contem-
de primer orden como Alejandro
impresionados por su historia y
poránea.
Dumas, Teófilo Gautier, Rusi-
belleza. Esta fascinación mostra-
El texto nos acerca con refle-
da en escritos, dibujos, grabados,
xiones muy perspicaces las visio-
fotografías o pinturas y sus prota-
nes, las sensaciones y las impre-
gonistas son los elementos esen-
siones de los románticos ante lo
ciales del libro que comentamos.
que sugiere la propia ciudad de
ñol, Washington Irving, ForCristina Viñes Mollet.
La Alhambra que fascinó a los
románticos.
La Biblioteca de la
Alhambra. Colección
Plural.2007.
tuny, Andersen y un largo etcétera. Una cuidada bibliografía
con más de cien entradas condensa mucho de lo escrito sobre
la colina roja y nos ayuda a intro-
libro, prologado por José
Granada, lo que implica vivir en
Carlos Mainer, ha sido escrito por
el recinto monumental y pala-
ducirnos con rigor en la historio-
una historiadora que conoce muy
ciego o lo que significa transitar
grafía específica.
El
La política onubense a mediados del XIX
CRISTINA RAMOS COBANO
tudios prosopográficos, y lo hace
pero de tal forma que proporciona
S
in lugar a dudas, éste es un
yendo más allá de la simple elabo-
un modelo de análisis aplicable al
libro que venía haciendo
ración de un diccionario biográfico
resto del territorio nacional.
falta por muchas razones.
al trazar con firmeza el perfil socio-
Para ello, Víctor M. Núñez ha
En primer lugar, porque aborda un
lógico de los parlamentarios onu-
consultado una gran variedad de
período clave en la consolidación
benses de mediados del siglo XIX,
fuentes que lo han llevado desde los
del Estado Liberal, como fue la dé-
en la etapa denominada como déca-
archivos locales y regionales hasta
cada moderada, para el que hasta
da moderada.
los de ámbito nacional, especial-
ahora apenas había estudios en el
Como resultado, Huelva en las
territorio onubense, en particular,
Cortes ofrece al lector la posibilidad
y en la historiografía española en
de iniciarse en la comprensión de
general.
los mecanismos de acceso al poder
En segundo lugar, porque su au-
político en esta provincia, sobre to-
tor se aleja de la historia política
do aquéllos relacionados con la
más conservadora –factual y positi-
práctica de un clientelismo embrio-
vista- para sumarse a la renovación
nario que alcanzaría su máximo
metodológica que implican los es-
desarrollo durante la Restauración,
mente los del Congreso de Diputados y el Senado, así como una exVíctor M. Núñez García.
Huelva en las Cortes. Élites y
poder político durante la década
moderada (1843-1854).
Universidad de Huelva.
Huelva, 2007. 307 págs.
tensa bibliografía que, unida a la
metodología prosopográfica puesta
en práctica, hace de su obra todo un
ejemplo a seguir para los historiadores de la política española del siglo XIX.
L
I
B
R
O
S
Una historia de estilos y colores
FRANCISCO VÉLEZ NIETO
mente todo puede y debe someterse
si ponen los puntos en su justo lu-
E
l autor considera esta obra
a los diferentes criterios, pues el
gar en cuanto a estilos y criterios ya
una introducción al fla-
flamenco es tan diverso por ser su
tratados siempre bajo la polémica
menco que “parte de la tie-
nacimiento una fuente de transmi-
lógica. Uno de estos bien puede ser
rra y la raíz de la que brota este he-
sión popular. Al contrario de la líri-
el de Pepe Marchena y su peculiar
cho artístico”. Dentro de las publi-
ca poética, los planteamientos del
arte y bella voz. No se puede negar
caciones sobre este sólido estandar-
libro ofrecen criterios bastantes
que fue en el flamenco un fenóme-
te nacional resulta interesante este
acertados, aunque subjetivos. An-
no social a la vez que artístico con
criterio que pretende mostrar que
te esto, también surge el interro-
su Ópera Flamenca.
lo geográfico “alimenta una estéti-
gante sobre ¿dónde está la objetivi-
ca” diferente más allá de las mu-
dad en la historia del flamenco?
chas divisiones existentes.
El libro está editado con esmero,
El autor echa con justicia y coJuan Vergillos.
Las rotas del flamenco en
Andalucía.
Fundación José Manuel
Lara. Sevilla.
nocimiento su cuarto de espada con
la intención de situar en el justo lugar que le corresponde al Niño de
Sobre esta base, Juan Vergillos
contiene una abundante muestra
desarrolla toda una teoría advir-
gráfica con excelentes fotografías y
tiendo que la piedra de toque es el
está sustentado en sólidos artículos
ego aparte, al mundo de flamenco
fandango. “El humilde fandango
con datos históricos, donde los con-
sacándolo de la “pureza” de su res-
despreciado casi siempre por la fla-
tenidos a las grandes figuras, aun-
tringido territorio para hacerlo ex-
mencología rampante”. Y lógica-
que no tratan de decir nada nuevo,
tensivo para el gran público.
Marchena por aquello que aportó,
Las entrañas de un pueblo minero
la minería en la provincia de Huelva
se prolonga en un capítulo final, el
E
n el verano de 1931, al segre-
y analiza una secuencia fundamen-
quinto, hasta 2001 en un largo reco-
garse el actual municipio de
tal de la historia económica españo-
rrido cronológico sobre la evolución
El Campillo –que en su naci-
la de los siglos XIX y XX, mediante la
de la cuenca minera en la segunda
miento tomó el nombre de Salvoe-
suma de testimonios diversos. Ex-
mitad del siglo XX y una esquemáti-
chea en homenaje al anarquista ga-
traordinarias son sus impactantes
ca línea de la política municipal. To-
ditano Fermín Salvoechea-, finalizó
fotografías o las vivencias recogidas
do ello queda muy breve si se compa-
el ciclo de constitución de munici-
mediante la historia oral, ágilmente
ra con los detallados capítulos ante-
pios de Huelva. Con el análisis de es-
vinculada a la línea argumental. En
te proceso de inicia este libro que re-
el inicio de la contienda se inserta
coge toda la trayectoria de El Campi-
un recuerdo: “Como empezó la cosa
llo hasta hoy, aunque se centra pre-
fue un día que yo estaba en mi casa y
ferentemente en el ciclo República,
apareció un avión por Valverde […]
Guerra Civil y Postguerra. Y al hacer-
Todos huyendo y el avión bombarde-
la vida local en el ámbito nacional de
lo, y documentar para el presente lo
ando ¿Cómo se bombardea a un pue-
una manera armoniosa y deja ver al
que ha sido la vida de un pueblo mi-
blo sin haber hecho nada? Era el 18
individuo debatiéndose en la red del
nero, recupera e ilustra la historia de
de julio…”. El núcleo del contenido
entramado histórico.
riores.
En su conjunto, hablamos de un
grato ejemplo de la nueva historiografía. Aúna la historia de lo cotidiano y la historia política, que inserta
Los reyes entran en Sevilla
ALBERTO RAMOS SANTANA
tercera, finaliza con la última visi-
D
ta de Alfonso XII en 1879.
entro de la línea de los tra-
tida en Corte de los Montpensier.
Lamentablemente, el libro no
tiene
prácticamente
imágenes
bajos de Bonet Correa, Se-
Las tres partes siguen un esque-
bastián, Checa o Morales
ma y metodología común, en la que
nuevas de las visitas referidas, pues
Folguera, entre otros, Mª Carmen
se tratan generalmente los anun-
sólo se incluyen fotografías conoci-
Fernández Albéndiz ha estudiado
cios de las visitas, los preparativos,
das de 1862 y grabados tomados de
las celebraciones que se desarrolla-
los gastos, los exornos y la arquitec-
La Ilustración Española y America-
ron en Sevilla a lo largo del siglo XIX
tura efímera, las recepciones y fies-
na. Hubiese sido interesante in-
en las recepciones reales. El libro,
tas, los espectáculos, los donativos,
cluir croquis y planos sobre la orga-
tras el prólogo de Rafael Sánchez
las obras de caridad, etc. No faltan
Mantero, y una breve introducción
momentos singulares, que se salen
metodológica, se estructura en tres
del guión general, como la visita de
partes. La primera dedicada a la
José I en 1810, después de que Sevi-
época de Fernando VII –que incluye
lla hubiese formado su Junta en
las vicisitudes de la Guerra de la In-
1808, la estancia del “prisionero”
dependencia y la visita de José I-, la
Fernando VII y su regreso como mo-
fica con detalle y claridad las expre-
segunda al reinado de Isabel II, y la
narca absoluto, o la Sevilla conver-
siones festivas analizadas.
nización de los festejos, aunque no
Mª Carmen Fernández
Albéndiz
Sevilla y la Monarquía. Las
visitas reales en el siglo XIX.
Universidad de Sevilla,
2007. 380 págs.
JUL
2008
113
ENCARNACIÓN LEMUS
Mª Dolores Ferrero,
Cristóbal García y José
Vázquez.
El Campillo. De la
independencia a la democracia.
Publicaciones UHU. 2007.
AH
queda claro si su ausencia se debe a
que no se han localizado en los archivos consultados.
En su conjunto, es un trabajo
sencillo, bien realizado, que especi-
A
V
A
N
C
E
Bandoleros andaluces: entre la historia y la leyenda
“Tomarse la justicia por su mano” es la clave del
bandolerismo andaluz del siglo XIX, un
entramado complejo en el que la fantasía del
pueblo hace nacer un caudal legendario de
bandoleros de romance. Coordinado por el
profesor de la Universidad de Sevilla, Antonio
bandolerismo durante la guerra de la
El municipo de Sevilla
y los Reyes Católicos
Independencia, como resistencia ante la invasión
Fue Sevilla, la mayor ciudad de
extranjera, pasando por el mito de los Niños de
Castilla, donde comenzaron a
Écija y el bandolerismo romántico. Un artículo
experimentarse las nuevas relaciones
sobre la indumentaria que usaron los bandoleros
entre la Corona y los gobiernos
que habitaron Sierra Morena cierra el tema
municipales. Estos cambios
central del número,que también arroja algo de luz
reorganizaron las instituciones
sobre qué hay de cierto en la famosa ficción
municipales medievales incluyendo
televisiva de Curro Jiménez.
elementos que perdurarían siglos.
García Benítez, el dosier repasa el fenómeno del
AH
JUL
2008
50 años de lucha obrera, 50 años de convenios colectivos
114
La Ley de Negociación Colectiva de 1958 supuso
españolas en la misma medida en que se había
una palanca para la movilización y fue un
convertido en la espina dorsal de la oposición al
resquicio legal que permitió la reorganización
régimen. Alfonso Martínez Foronda y Eduardo
del movimiento obrero español después de su
Saborido Galán, de la Fundación de Estudios
aniquilación tras la Guerra Civil. Al mismo
Sindicales del Archivo Histórico de CCOO,
tiempo, obligó al régimen a endurecer la
repasarán la historia de estos cincuenta años de
represión contra éste, llenando las cárceles
lucha obrera en nuestra tierra.
Antonio Mairena, un clásico del cante
Antonio Mairena, posiblemente el cantaor más
Mairena fue un maestro. Consciente de su labor
influyente de la segunda mitad del siglo XX, se
didáctica, pretendía enseñar y buscó la
nos fue un septiembre de 1983, pero nos dejó su
metodología y la filosofía apropiadas para ello,
obra, su cante inmenso y una escuela de gran
consiguiendo crear una escuela de alumnos
prestigio. En 2009 se cumplen cien años de su
aventajados que hoy son a su vez grandes
nacimiento: una buena oportunidad para revisar maestros del cante flamenco. José Cenizo nos
el legado del Primer Hijo Predilecto de Andalucía. retrata a este artista inmortal.
Una escuela “sobre ruedas” visitando Andalucía
Para llevar a cabo la misión de formar a las
enseñanza incluía, entre otras materias
mujeres durante el franquismo, la Sección
adoctrinadoras, formación para el hogar y la
Femenina puso en marcha las llamadas Cátedras
salud, alfabetización y educación física. El
Ambulantes. En la práctica fueron una especie
historiador Heliodoro Manuel Pérez Moreno
de escuelas itinerantes que desarrollaban cursos
repasará la labor desarrollada en Andalucía
por pueblos y aldeas teniendo como destinatarias donde se instituyeron catorce Cátedras
principales las niñas, mozas y madres. El Plan de Ambulantes que actuaron entre 1955 y 1977.
El último discurso de Primo de Rivera
El 5 de febrero de 1936, la localidad gaditana de
De la mano de Salvador Daza Palacios
Sanlúcar de Barrameda fue testigo del último
descubriremos las claves del mitín del fundador
discurso político de José Antonio Primo de Rivera. de la Falange Española, en la campaña electoral
En esta pieza oratoria se encuentran muchas
que daría el triunfo al Frente Popular. Esta pieza
claves para comprender su pensamiento político
oratoria, olvidada por algunos historiadores y
y sus grandes contradicciones personales en una
biógrafos de José Antonio, se conservó gracias a
época histórica convulsa, al tiempo que confusa.
las crónicas periodísticas de la época.
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