La reencarnación ¿qué dice el cristianismo al respecto?: Ahora está muy de moda hablar de la reencarnación porque, ciertamente es un punto muy interesante, un punto en el que vale la pena detenerse para analizar bien las cosas a la luz de las enseñanzas de Cristo. De entrada podemos decir que el cristianismo no considera a la reencarnación pues Dios no desea que vengamos a la tierra varias veces, sino una sola, para luego quedarnos por toda la eternidad a su lado, si Cristo se entregó por nosotros en la Cruz fue para que alcancemos la vida eterna y no para que eterna o temporalmente nos estemos reencarnando en personas o en animales. El “Karma” es uno de los conceptos relacionados con la idea de la reencarnación pues según este concepto todo lo malo que el ser humano haga lo irá pagando en sus próximas reencarnaciones, con esto, se niega la existencia del perdón de Dios que elimina los pecados y esto es algo que el cristianismo, evidentemente, no puede aceptar porque sería traicionar su propia identidad. Es cierto que hay religiones que aceptan la reencarnación, ante esto, todo mi respeto pues cada creencia debe ser vista con tolerancia y respeto, sin embargo, aquí estamos analizando este punto desde la óptica cristiana, de ahí que neguemos que para el cristiano la reencarnación sea algo real. El magisterio de la Iglesia Católica, con base a la Biblia, nos enseña que la reencarnación no es algo real porque Dios no lo tiene dispuesto así sino que desea que existamos, sin importar el tiempo que vivamos, para luego regresar a él. La Biblia ya desde el Antiguo Testamento nos da muchas luces al respecto: El Salmo 39, 14: “Señor, no me mires con enojo, para que pueda alegrarme, antes de que me vaya y ya no exista más” (v.14). Job le dice a Dios: “Apártate de mí. Así podré sonreír un poco, antes de que me vaya para no volver, a la región de las tinieblas y de las sombras” (Job 10,2122). Sabiduría16,14: “El hombre, en su maldad, puede quitar la vida, es cierto; pero no puede hacer volver al espíritu que se fue, ni liberar el alma arrebatada por la muerte’’ 2 Samuel 14,14. “Todos tenemos que morir, y seremos como agua derramada que ya no puede recogerse” 2 Samuel 12,22-23. “Mientras el niño vivía, yo ayunaba y lloraba. Pero ahora que está muerto ¿para qué voy a ayunar? ¿Acaso podré hacerlo volver? Yo iré hacia él, pero él no volverá hacia mí” Así mismo el Nuevo Testamento es muy claro al negar el concepto de la reencarnación lo vemos en una de las cartas de San Pablo: 1 Cor 15,42.44. “En la resurrección de los muertos, se entierra un cuerpo corruptible y resucita uno incorruptible, se entierra un cuerpo humillado y resucita uno glorioso, se entierra un cuerpo débil y resucita uno fuerte, se entierra un cuerpo material y resucita uno espiritual". San Pablo nos habla de un mismo cuerpo (no de varias vidas) y no establece que exista la reencarnación pues habla de la resurrección del cuerpo lo cual indica que las personas mueren una vez y, por misericordia de Dios, resucitan en vez de regresar a la tierra de nuevo, así mismo, tenemos una cita bíblica más explícita en Hebreos 9,27: "Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y luego el juicio". De esta manera hemos de entender que solo tenemos una vida y que nuestro espíritu no reencarna sino que se va hacía la presencia de Dios si hemos sido fieles al bien, porque realmente nuestro espíritu no está condenado a estar en la tierra sino a estar felizmente en el cielo. Así mismo el cielo no debe verse como una acumulación de nubes, sino como una dimensión donde el dolor no interviene ni las leyes naturales de la tierra, donde estaremos con el Padre Amado y en donde seremos totalmente felices. Escrito elaborado con base a datos de la página http://www.corazones.org/apologetica/reencarnacion.htm