Sinceridad, la verdad en palabra y pensamiento Familias Católicas / Escuela de Virtudes Por: Irma Delgado | Fuente: Catholic.net Definición de Sinceridad .. La sinceridad es la virtud que nos lleva a decir siempre la verdad y a mostrarnos al exterior tal y como somos interiormente, manifestando la verdad en palabras y conformando éstas con el pensamiento y las obras. ¨ La sinceridad es una virtud relacionada íntimamente con la verdad. “ La verdad o la veracidad es la virtud que consiste en mostrarse verdadero en sus actos y en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación o la hipocresía.” “La mentira consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo que tiene derecho a la verdad.” (Catecismo de la Iglesia Católica) Meta Nuestra meta es que los niños trabajen honestamente por la verdad, y que entiendan que la sinceridad no se limita a no decir mentiras, sino que abarca todos los aspectos de la vida, tanto externos con palabras y acciones, como internos con intenciones, pensamientos y actitudes. Es el momento de iniciar a los niños en la búsqueda de valores más altos que les lleven a mantenerse firmes a pesar de las dificultades, por lo que debemos ayudarles en la formación de una recta conciencia que les conduzca a buscar la verdad y vivir de acuerdo con ella. ¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la sinceridad? ¨ Porque el niño se decidirá a trabajar por la verdad y poner esfuerzo sincero en buscarla, cuidarla y defenderla. ¨ Porque el niño percibirá que hacen falta personas que adquieran un sincero y verdadero compromiso con la verdad y optará por ser una de esas personas. ¨ Porque el niño comprenderá que la mentira es decir algo falso con intención de engañar a alguien que tiene derecho a la verdad. El niño aprenderá que si cae en la mentira lo debe enmendar inmediatamente, ya que la mentira y la simulación no llevan a nada bueno, y pueden ser el paso hacia mentiras y consecuencias mayores. ¨ Porque el niño adquirirá la fortaleza para no aceptar la mentira por comodidad, sensualidad, pereza, falso prestigio. ¨ Porque el niño descubrirá y experimentará la serenidad que da el hablar y actuar con la verdad, a pesar de lo que pueda costar. El niño comprenderá que no debe avergonzarse de dar testimonio sincero de la verdad. ¨ Porque el niño descubrirá que la verdad y la sinceridad implican la vivencia de otras virtudes como son la humildad, la sencillez, la fidelidad, la prudencia y se dedicará a adquirirlas para poder vivir en la verdad. ¨ Porque el niño valorará a las personas que dicen la verdad y actúan conforme a ella, descubrirá que son aceptadas y queridas y tienen más amigos pues son dignas de confianza y optará por hacer lo mismo en su propia vida. ¨ Porque el niño comprenderá que no gana nada engañando a los demás, que el daño se lo hace a sí mismo, y que la sinceridad consigo mismo le ayuda a rectificar sus errores y ser mejor. ¨ Porque el niño estimará los ejemplos de la verdad en la historia. ¨ Porque el niño aprenderá a reconocer lo bueno que hay en él mismo y en los demás, y a reconocer lo bueno o malo que hace, sin tratar de engañar culpando a otros. ¨ Porque el niño asimilará que la verdad se opone a la mentira, a la simulación (mentir con los hechos); a la hipocresía (pasar por lo que no se es); a la jactancia (atribuirse excelencias que no se poseen o elevarse sobre lo que uno es); a la falsa humildad (cuando se niegan cualidades y merecimientos que en realidad se tienen); a la adulación (consiste en engañar a una persona hablando bien de ella, con el objeto de sacar algún provecho); a la locuacidad (hablar con ligereza, con el peligro de apreciaciones inexactas o injurias, que pueden llevar con facilidad a la calumnia o a la difamación); al juicio temerario, a la maledicencia, a la calumnia, la simulación, la duplicidad, a las posturas superficiales que conducen a fórmulas o actitudes vacías o a la imitación de otras personas. ¨ Porque el niño aprenderá a ser sincero con Dios, consigo mismo y con los demás. Si no somos sinceros con nosotros mismos no podemos tener una conciencia formada que ame el bien y rechace el mal, y si no somos sinceros con los demás, la convivencia humana se torna imposible. ¨ Porque el niño descubrirá en el examen de conciencia y la dirección espiritual medios seguros para conocernos sinceramente y poder mejorar. Vivir la sinceridad significa ¨ Comprometerse en conocer la verdad escuchando a los padres, maestros, sacerdotes o las personas que nos pueden ayudar a ser mejores. ¨ Comprometerse a defender la verdad mediante el testimonio de vida. ¨ No decir mentiras a papás, maestros, amigos, ya que la mentira no trae consigo nada bueno y nos puede llevar a mentiras mayores. ¨ Hablar con la verdad aunque a veces cueste. ¨ Enmendar lo más pronto posible el daño causado por una mentira. ¨ No valerme de la mentira para salir de las dificultades o librarme de mis responsabilidades. ¨ No valerme de la mentira para que los demás piensen algo bueno de mí. Hablar y portarme de acuerdo con la verdad sin avergonzarme de lo que digan o piensen los demás. ¨ Reconocer sincera y humildemente cuando me he equivocado sin tratar de justificarme o culpar a otros. ¨ Llamar a las cosas por su nombre, reconociendo lo bueno como bueno, y lo malo como malo, sin tratar de adaptarlo a lo que me conviene ni aceptar que todo es relativo cuando sabemos que existen verdades objetivas e imperecederas. ¨ Saber guardar una confidencia. ¨ Percatarme de que al engañar a los demás me hago mayor daño a mí mismo. ¨ Reconocer sinceramente lo que soy desarrollando al máximo todas mis cualidades. ¨ Decir sólo cosas buenas de los demás, evitando a toda costa la maledicencia ni aceptando que se hable mal de otra persona en mi presencia. ¨ Hablar sólo lo bueno que me consta, sin inventar cosas buenas o malas sobre los demás o de mí mismo. ¨ Hacer las cosas que digo, y no decir una cosa y hacer otra. ¨ Comportarme de la misma manera en todos lados y con todas las personas, evitando la simulación o la hipocresía. ¨ No hacer cosas aparentemente positivas solamente por imitar a otras personas y quedar bien con ellas buscando provecho propio. ¨ Tener cuidado de todo lo que digo. ¨ Ser siempre el mismo, así esté solo o acompañado. Ser fiel a mis convicciones siempre, sin importar con quién o en dónde estoy. ¨ Preparar sincera y profundamente mi confesión. ¨ Realizar con delicadeza y sinceridad conmigo mismo un examen de conciencia cada día para ver cuánto de positivo hubo y en qué cosas puedo aún mejorar. Qué facilita la vivencia de esta virtud ¨ El avance en su capacidad intelectual que le permite al niño distinguir entre lo real y lo imaginario. La vida de fantasía empieza a obedecer a la razón. ¨ La capacidad de los niños de entender reglas y comprender que la mentira es ajena a esas reglas. ¨ El gran avance que se da en su desarrollo moral le permite al niño distinguir el bien y el mal, a la luz de la inteligencia. ¨ El gran avance en el área de memoria que permite al niño aprender con más eficacia. ¨ El desarrollo en las habilidades de comunicación que le posibilitan entenderse verbalmente con los adultos y con sus compañeros. ¨ El temperamento emotivo puede llevar a “sentirse bien” al vivir con sinceridad y por ello buscar la virtud. Claro que después habrá que fundamentarse más en la razón y trabajar la voluntad. ¨ La percepción de sí mismo como alguien confiable por ser sincero. La necesidad psicológica de aceptación favorece la vivencia de esta virtud, como medio para ser aceptado por los demás. Debe trabajarse para llevar a los niños a mantenerse en su postura de defensa de la verdad a pesar de que en ocasiones lleve al rechazo del grupo o de alguna persona. ¨ La participación en actividades deportivas como interés primordial en esta edad porque el niño asimilará la sinceridad y la honestidad como vital en las reglas de los juegos o deportes. ¨ La formación de una recta conciencia porque facilita la vivencia de la virtud al dar a los niños conceptos claros de lo que está bien y lo que está mal. ¨ La vivencia de las virtudes de la humildad, la sencillez, la fidelidad porque llevan a cumplir lo prometido, conformando así a la persona con base en los hechos. ¨ La vivencia de la virtud de la prudencia al impedir confundir la sinceridad con la ingenuidad imprudente o doblez. Qué dificulta la vivencia de esta virtud ¨ El ambiente social que no siempre favorece la sinceridad, por lo que esto nos dificulta su enseñanza y vivencia. ¨ La necesidad que el niño experimenta de reafirmarse socialmente puede hacer peligrar la verdad y la sinceridad al poner en juego la aceptación de los demás. ¨ El desarrollo moral cuando es básicamente situacional puede dificultar la vivencia de la virtud, ya que su honestidad podría variar según las circunstancias. ¨ El desarrollo de habilidades de comunicación y una sinceridad mal entendida puede llevar a caer en el chisme. ¨ El temor a una consecuencia negativa ya previsible de alguno de sus actos, hará que el niño tienda a la mentira para evitarla. ¨ Las relaciones pobres con los padres y maestros pueden llevar al niño a mentir para llamar la atención. Para promover la virtud de la sinceridad en casa 1. Nunca mentir ni aceptar las mentiras. 2. Aceptarse y aceptar a la familia y los amigos como son para evitar la simulación. 3. Promover un ambiente cordial y sereno que propicie la confianza y conduzca a conversaciones que fomenten los valores. No dejar que en casa reine un ambiente de superficialidad o relativismo. 4. No permitir chismes, críticas o hipocresía. 5. Reconocer sinceramente los errores y enmendar los daños causados por las faltas a la verdad. 6. No culpar a otros de nuestros errores. 7. Hablar bien de los demás pero sin caer en la adulación para ayudarse a reconocer objetivamente las cualidades y los defectos. 8. Fomentar la honestidad en las relaciones civiles: pagos, trámites, respeto a las normas etcétera. 9. Promover la confesión y el examen de conciencia. 10. Reconocer y hacer sentir bien a los miembros de la familia cuando dicen la verdad. 11. Valorar la sinceridad por encima de los errores. Para promover la virtud de la sinceridad en la escuela 1. No mentir ni aceptar las mentiras. 2. Aceptarse y aceptar a los amigos como son para evitar la simulación. Animar a nuestros alumnos y hacerles ver que ellos valen por sí mismos, por lo que no necesitan simular lo que no son o no tienen. 3. Promover un ambiente cordial y sereno que propicie la confianza y lleve a conversaciones que fomenten los valores. No dejar que en el salón de clase reine un ambiente de superficialidad o relativismo. 4. No permitir chismes, críticas o hipocresía. 5. Reconocer sinceramente los errores y enmendar los daños causados por las faltas a la verdad. 6. No culpar a otros compañeros por nuestros errores. 7. Hablar bien de los demás pero sin caer en la adulación, para reconocer objetivamente las cualidades y los defectos. 8. Fomentar la honestidad en el salón de clase y en la escuela: trabajos escolares, exámenes, respeto por lo ajeno, respeto a las normas. 9. Promover la confesión y el examen de conciencia. 10. Reconocer y hacer sentir bien a los alumnos cuando dicen la verdad. Valorar la sinceridad por encima de los errores. El mejor ejemplo de sinceridad lo podemos ver en el Evangelio en las palabras de Jesús: "Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6) “Si permanecéis en mi palabra seréis en verdad discípulos míos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn 8, 31-32) “Maestro, le dicen, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no te fijas en las apariencias” (Mt 22, 15 ss) “Que tu palabra sea sí, cuando es sí; y no, cuando es no” (Mt 5, 37)