LA. REVISTA BLA1ÍCA Esta Revista se publica cumpliendo los requisitos que marca la ley de im-' prenta y los que ha impuesto el actual gobierno, y aunque el hecho de haber pasado por la censura no supone estar libre de denuncia, nadie puede retener un ejemplar sin orden expresa de las autoridades superiores. La Novela Ideal Se ha publicado el volumen r3 de "Ln Novela , Ideal». Como decíamos, lo forman dos narraciones novelescas ; una de Solano Palacio, que se titula «Kl Arreo», y otra de Salvador Cordón, que se llama «Al jabalí». La primera se ílesarrolla eri la Palaj^onia arfjenlina, en un ambiente nuevo |xira el público europeo, y la segunda es casi uti idilio entre un maestrillo de pueblo y una pastorcilla. Muy interesantes las dos. Fíl próximo volumen de «La Novela Ideal» lo constituir;'!- un tomito de la ilustrada compañera Antonia Maymón, que lleva por título «Madre». Las doctrinas fundamentales Una idea se destaca del escrito que de José .M. Borrell publicábamos en el numero pasado: la de que los anarquistas, para ser completos, han de^ ser, además, espiritistas y naturistas y la de que el anarquismo no es por sí una doctrina fundamental, sino que para S<TIO necesita del complemento espiritista y naturista. Cuanto el que no vacilamos en llamar compañero dice del espiritismo, en el orden moral, y del naturismo, en el físico, no nos interesa por las razones que se encontírarán en otra parte de este mismo número. . Nosotros somos anair<|uistas sin necesidad de ser espiritistas ni naturistas, porque cuanto dice el naturismo sobre la salud y cuanto expresa el espiritismo sobre la conducta, el anarquismo nos lo "ha dicho. Claro que nuestros contrincantes espiritistas y nuestros hipotí^ticOs contrincantes naturistas, que no están conformes con la patefnidad ideal del anarquismo, pueden decir que cuanto nosotros verpos en la Anarquía, unos lo ¡lian visto pn el espiritismo y otros en el naturismo. Pero no se*, trata de una opinión personal sobre las ideas que pueden ser fundamentales o auxiliares„ porque en este caso todos tendríamos razón pensando lodos diferentemente ; SÍ" Iral.'i de saber con quiín estAn los hechos. Sigamos la ihistnrin en su aspecto moral, político y filosófico. No se nos podrá decir, hablando un poco enterados, que el resumen (le la política y de la filosofía sea el naturismo Bi el espiritismo. No se nos podrá decir porque esas ideas, j),ira nosotros au.\iliares o complementarias, no abarcan las manifestaciones todas de la vida en el transcurso de los tiempos. Nosotros quisiéramos que un espiritista o un naturista de los que saben manejar la pluma y discurren con lucidez," nos dijera en qué revolución sobre l<js pensamientos o sobre las cosas ; en qué protesta colectiva, va que tantas escribió, i-on sus hechos, la Humanidad; en qué objetivo de masa, pueblo o raza se ha encontrado el motivo naturista o el motivo espiritista. Se. nos podrá decir que el germen estaba mezclado con las aspiraciones generales v al efecto quizá .se nos citen las ideas y las costumbres de cualquier te<')sofo o de cualquier filósofo antiguo, de los que creían en la existencia del alma y en su inmortalidad y de los que hacían vida vegetal ; pwo esto no «eria ^ más que un recurso dialéctico. La cuestión está en demostrar que el nervfe^ de todas las protestas, de todos los adelantos, de t(xias las revoluciones, lo mismo escritas que ejecutadas, ha sido una corriente de la Humanidad que se dirigía hacia el espiritismo o hacia el naturismo. ¿Se puede ello demostrar? No se poérá de ninguna manera y sólo demostrándose podríamos admitir, en lenguaje y línea históricos, lo fundamental del espiritismo y del naturismo. F;1 nervio y el germen de toda revolución ; lo que lleva en su existencia la humanidad; lo que anhelan todas las criaturas, unas conscientemente y otras sin saberlo, es la libertad política y la igualdad económica, esto es, la Anarquía. Lo otro no son más que modulaciones y aspectos de ella, que pueden a ella agregarse, pero que no le son indispensables, porque, repetimos, ruanto tiene de moralidad el espiritismo y de salud el naturi.smo, lo tiene el anarquismo. Lo que ocurre es que el anarquismo obliga a otriks muirías cosas y que de esas obligaciones quieren irthibir.se los doctores del naturismo y los del espiritismo, si los tiene, Cl.iro también que los anarquistas espirifisl:is que antes son lo segundo que lo primero > los naturistas anarquHfdas j||«K'"^H^IHC « m lo