ORGANOS HEMOPOYETICOS O HEMOCITOPOYETICOS

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ORGANOS HEMOPOYETICOS O HEMOCITOPOYETICOS
Hemopoyesis significa formación y diferenciación de las células de la sangre, es decir, de
las células que circulan en la misma, las que tienen un período de vida relativamente
corto, por lo tanto son sustituidas continuamente por nuevas células producidas en la
médula ósea que es el órgano hemopoyético de la vida postnatal y que junto a otros como
timo, ganglios linfáticos y bazo son los encargados de su formación y diferenciación.
Todos ellos derivan del mesodermo.
Aunque se plantea en la actualidad la necesidad de separar de la clasificación del TC a
los órganos hemopoyéticos por sus caracteres histomorfológicos y funcionales, por
razones prácticas los seguimos estudiando dentro de este capítulo.
Habitualmente se los clasifica en:
Tejido mieloide: médula ósea
Tejido linfoide: timo, ganglios linfáticos y bazo.
Nota: todos los órganos poseen en su constitución un estroma o tejido de sostén que
además aporta vasos y nervios y un parénquima constituido por las células
responsables de la función del mismo. En estos órganos el estroma será el tejido
conectivo y el parénquima las células sanguíneas en sus diferentes etapas evolutivas.
MEDULA OSEA:
La médula ósea tiene como funciones
1- Reservorio de las células madres.
2- Proporciona un microambiente único en el que se produce la proliferación ordenada y
la diferenciación de las células precursoras.
3- Regula la liberación a la circulación de las células maduras.
4- Almacenamiento de hierro.
TO
MO
Constituye la parte blanda de los huesos y
representa del 4 al 6% del peso corporal, ocupa
cavidades limitadas por paredes sólidas
(laminillas o trabéculas óseas) del hueso
esponjoso y el canal medular de los huesos
largos; presenta un estroma o tejido de sostén
compuesto por tejido conectivo delicado y un
parénquima altamente celular, constituido por
células libres que son células hemáticas en
distintas etapas de maduración.
Fig. 1 Hueso esponjoso que aloja médula ósea activa, en la
imagen se ven las trabéculas (TO) limitando espacios que
contienen médula ósea (MO)
Entre los vasos arteriales que le proveen de O2 y sustancias nutritivas y los vasos
venosos existe una red de sinusoides que son capilares de gran tamaño revestidos por
una capa de células endoteliales que apoyan en una membrana basal delgada y
discontinua, con unas pocas células adventiciales o reticulares por fuera. Los sinusoides
como su nombre lo indica tienen un trayecto sinuoso o tortuoso por lo que la sangre que
circula por ellos lo hace en forma mas lenta facilitando el intercambio entre la misma y el
medio extracelular. En medio de esta red vascular se disponen acúmulos de células
hemáticas en diferentes etapas de diferenciación y maduración, fibroblastos, macrófagos
y adipocitos (células grasas).
Las características de las células del tejido conectivo y de la MEC así como de las células
endoteliales que tapizan los vasos proporcionan un entorno adecuado para la
diferenciación de los distintos tipos celulares pues producen mensajeros químicos como
las citoquinas que a través de las vías paracrinas y autocrinas inducen la diferenciación
de los diferentes tipos celulares.
Fig. 2- Médula ósea a mayor aumento, trabéculas óseas (1), células hemáticas (Unidades Formadoras de Colonias,
UFC (2)
1
2
3
2
3
Los fibroblastos (flechas)
representan el 50 a 70% de
las células del estroma y
presentan
prolongaciones
del citoplasma que le dan
un aspecto estrellado y que
se unen entre sí formando
una malla en la que se
localizan
las
células
hemáticas y que rodean los
vasos sanguíneos. Elaboran
la MEC y sintetizan factores
hematopoyéticos
que
estimulan la diferenciación
de diferentes tipos de células
sanguíneas
(monocitos,
granulocitos, plaquetas) así
como un factor inhibidor de
leucemia.
Los adipocitos (3) son mas
pequeños que los que se
encuentran fuera de la
médula ósea, constituyen el
5-15% de las células del
estroma, almacenan grasa y
son
metabólicamente
activos.
Los macrófagos representan el 20 - 30 % de las células de la médula ósea, y se ubican
alrededor de los sinusoides. Participan en la fagocitosis de células defectuosas y en la
síntesis de citoquinas.
La matriz extracelular contiene todos los elementos estudiados previamente:
glicoproteínas, GAG (ácido hialurónico) y fibras reticulares y colágenas (I,V,VI)
Las características descriptas constituyen el lecho adecuado o entorno favorable para
la proliferación y diferenciación de las células sanguíneas a partir de la célula madre o
stem cell.
Lo descripto hasta aquí corresponde al estroma de la médula ósea.
El parénquima de la médula ósea comprende a las células hemáticas en diferentes etapas
de su proceso de diferenciación desde la UFC (unidades formadoras de colonias) hasta
su maduración y pasaje a la circulación sanguínea
La
hematopoyesis
ocurre
en
el
compartimento extravascular; fuera de los
vasos, separada de dicho compartimento
por la pared de los vasos sanguíneos.
Fig.3- células sanguíneas en médula ósea
Las células hemáticas maduras deben
atravesar la pared del sinusoide para
alcanzar el torrente sanguíneo y entrar en
la sangre periférica; de ahí la gran
importancia de los capilares sinusoidales
de la médula ósea que actúan como una
barrera selectiva que solo permite el
pasaje a la sangre de células maduras.
Por otra parte las células hemopoyéticas se sitúan en nichos creados por las células del
estroma y se fijan mediante moléculas dispuestas en su superficie al ambiente medular
(proteínas de anclaje)
Hematopoyesis:
Durante la primera etapa de la vida en el embrión y feto, la hematopoyesis se produce en
diferentes órganos: entre el 2º y 7º mes, el hígado y en menor proporción el bazo,
ganglios linfáticos y timo son los órganos productores. A partir del 7ª mes de vida
intrauterina será la medula ósea el órgano hemopoyético principal hasta el nacimiento y
después lo será durante toda la vida en situación normal.
Las células hemáticas surgen de una misma célula ancestral, llamada stem cell o célula
madres pluri o totipotenciales, representan menos del 2% de la población de células
hemáticas de la médula ósea; se caracterizan por su capacidad de autorrenovarse,
proliferar y diferenciarse en otras células progenitoras que darán origen a los difeentes
tipos de células sanguíneas.
Las células progenitoras poseen un menor grado de potencialidad y están
comprometidas en la diferenciación de una línea celular específica por eso se llaman
Unidad Formadora de Colonias (UFC). Por ejemplo la UFC-E es la célula progenitora de
la línea eritropoyética que está comprometida en la diferenciación de eritrocitos o glóbulos
rojos (es por lo tanto unipotencial). Las células progenitoras darán origen a las células
precursoras o blastos en las cuales aparecen los rasgos que definirán las distintas
series de elementos sanguíneos.
Para la diferenciación de los diferentes tipos celulares debe existir un microambiente
inductivo que estimule su desarrollo, entre los factores que influyen en su proliferación y
diferenciación mencionamos:
1- Factores de crecimiento
2- Factores estimulantes de colonias.
3- Hemopoyetinas.
4- Temperatura.
Dichos factores provienen del entorno o llegan a través de la circulación sanguínea.
La liberación de las células maduras hacia la sangre periférica se produce por medio del
pasaje transcelular más que debido a una migración a través de los espacios
intercelulares.
Macroscópicamente se distingue la médula ósea amarilla constituida por tejido adiposo,
sin actividad hemopoyética (puede reactivarse en caso de necesidad, por ej. ante una
hemorragia) y la médula ósea roja o activa que es la que nos ocupa y que debe su color a
la cantidad de sangre de sus sinusoides y a las células hemopoyéticas.
En el momento del nacimiento todas las cavidades óseas del cuerpo contienen médula
roja activa, al llegar a los 4as años comienza el reemplazo por médula adiposa y hacia los
20as sólo queda en el cráneo, clavículas, esternón, costillas, pelvis y extremos proximales
de los huesos largos.
La médula ósea es el sitio principal de formación de eritrocitos, granulocitos y plaquetas.
También participa en menor grado en la formación de monocitos y linfocitos
Como regla general recordar que las células más inmaduras son de mayor tamaño; en el
estadio de “blastos” contienen núcleos voluminosos, con variable número de nucléolos
prominentes, cromatina laxa y escaso citoplasma basófilo. A medida que maduran
adquieren lentamente las características nucleares y citoplasmáticas de los elementos
circulantes.
En la serie eritrocítica, el citoplasma eritroblástico contiene cada vez mas hemoglobina y
el núcleo sufre picnosis progresiva hasta su expulsión total.
Se denomina eritron al conjunto formado por los eritrocitos (compartimiento circulante o
sanguíneo) y a sus células precursoras (compartimiento medular).
En la serie mielocítica, el promielocito se caracteriza por la presencia de gránulos
azurófilos y el mielocito por gránulos neutrófilos, eosinófilos y basófilos específicos. En el
metamielocito el núcleo comienza a escotarse, cuando ésta excede la mitad del diámetro
del núcleo, la célula es denominada granulocito en banda. Finalmente cuando las
lobulaciones están unidas por finas franjas de cromatina el granulocito es maduro o
polimorfonuclear.
Los linfocitos (T y B) se originan, al igual que las otras células sanguíneas, en la médula
ósea; los linfocitos B completan su diferenciación en este órgano, los T, en cambio,
migran al Timo donde completan el proceso de maduración que los convierte en linfocitos
inmunocompetentes.
GANGLIOS LINFATICOS:
Son nódulos capsulados distribuidos por todo el organismo en el trayecto de los vasos
linfáticos; actúan como “filtros” de la linfa y reaccionan frente a los antígenos presentes en
la misma. Tienen forma de riñón con una escotadura o hilio por donde entran y salen los
vasos y un borde convexo por el que recibe la linfa a través de los vasos linfáticos (vasos
aferentes)
que
sale por el hilio
(vasos eferentes).
FL
cortical
medular
paracortical
CG
Fig. 4 : corte histológico de ganglio linfático
Histológicamente
se los divide en
una zona cortical
ubicada
por
debajo
de
la
cápsula y una
zona
medular
que
ocupa el
centro del órgano,
además de una
zona
paracortical
ubicada entre ambas.
La cápsula está constituida por tejido conjuntivo denso que envía tabiques o trabéculas
que dividen parcialmente al parénquima. Entre las trabéculas existe una red de fibras
reticulares.
La zona cortical presenta senos subcapsulares y peritrabeculares y nódulos linfáticos
(folículos linfáticos FL). Los senos son espacios revestidos por células reticulares y
macrófagos fijos y reciben la linfa que llega por los linfáticos aferentes. Los nódulos son
esféricos y miden entre 0,2 a 1mm de diámetro y presentan un centro claro menos teñido
llamado centro germinativo (CG), rodeado de un anillo mas oscuro. Las diferencias de
color se deben a que en el centro se ubican inmunoblastos (linfocitos en transformación
para responder al antígeno) con núcleos más claros que contrastan con los linfocitos
pequeños de núcleos oscuros que se ubican a su alrededor. Además los centros
germinativos poseen numerosas células dendríticas o células presentadoras de
antígenos.
Cuando los linfocitos pequeños son estimulados por antígenos que llegan con la linfa,
aumentan de tamaño y toman el aspecto de blastos, es decir, células con núcleos claros y
redondeados, nucléolos prominentes y citoplasma estrecho basófilo y se ubican en los
centros germinativos. Luego evolucionan a inmunoblastos , con núcleos mas
voluminosos, nucléolos centrales y mayor cantidad de citoplasma rico en RER y
poliribosomas; estas células dan origen a las células plasmáticas o plasmocitos que
fabrican anticuerpos (inmunoglobulinas). También originan linfoblastos , que por mitosis
se transforman en prolinfocitos B y finalmente en linfocitos pequeños, o sea que participan
en la linfopoyesis.
Los linfocitos T cuando son estimulados se convierten en inmunoblastos T los cuales
probablemente también participen en la linfopoyesis T. Citológicamente no pueden
distinguirse, la diferencia radica en que los B se ubican en la zona cortical mientras que
los T en la zona paracortical.
La medular está constituida por cordones de tejido linfoide (linfocitos pequeños
estrechamente agrupados en láminas y cordones) separados por los senos medulares
que reciben la linfa de la zona cortical y se comunican con los vasos linfáticos eferentes
por los que sale del ganglio.
La zona paracortical está formada por tejido linfoide denso y contiene linfocitos T.
La linfa circula lentamente por los senos linfáticos favoreciendo el contacto de los
antígenos con los macrófagos por los que son fagocitados o retenidos en la superficie de
las células dendríticas provocando una respuesta inmunitaria.
Los senos están revestidos por células limitantes planas o células litorales que se
diferencian de las células endoteliales por ser fagocíticas.
Los linfocitos que circulan en la linfa alcanzan la circulación sanguínea y retornan al tejido
linfático y pasan nuevamente a la linfa, por lo tanto hay una recirculación de linfocitos.
Además de los ganglios linfáticos existen aglomeraciones de tejido linfoide situadas por
debajo del epitelio de la boca y la faringe y que constituyen las amígdalas faríngeas,
palatinas y linguales, pero que a diferencia de aquéllos no están en el trayecto de vasos
linfáticos.
También el organismo posee abundante tejido linfático en las submucosas del árbol
bronquial y del tubo digestivo, en este último se desarrollan nódulos o folículos linfoides
en el intestino delgado constituyendo las placas de Peyer.
BAZO:
Posee una cápsula conjuntiva densa que emite trabéculas que dividen al parénquima en
compartimientos incompletos. En la cara interna se encuentra el hilio por donde entran
arterias y nervios y salen venas y vasos linfáticos originados en las trabéculas ya que la
pulpa esplénica carece de vasos linfáticos. La cápsula posee escasas fibras musculares
lisas que al contraerse provocan la expulsión de sangre acumulada en el bazo.
En la superficie de corte el
parénquima presenta pequeños
puntos
blanquecinos
denominados pulpa blanca que
CB
histológicamente corresponden
a nódulos linfoides, también
llamados
corpúsculos
de
Malpighi (CM). Entre los mismos
hay un tejido rojo oscuro rico en
CM
sangre denominado pulpa roja
que al microscopio constituye
estructuras
alargadas,
los
CB
cordones
esplénicos
o
cordones de Billroth (CE) entre
los cuales se disponen los
CM
sinusoides
o
senos
esplénicos. Toda la pulpa
esplénica está sostenida por
tejido conectivo de tipo reticular
cuyos elementos fijos son
células y fibras reticulares y
macrófagos.
Fig. 5- corte histológico de bazo
Fig.5- Corte histológico de bazo
Las características morfológicas del bazo están determinadas por su circulación
sanguínea.
La arteria esplénica AE que penetra por el hilio
se divide en ramas que siguen las trabéculas
conjuntivas (arterias trabeculares: AT), al
AP
abandonar los tabiques se rodean de una vaina
de linfocitos y constituyen las arterias
AC
centrales - AC - o arterias de la pulpa blanca
o arterias foliculares. Antes de abandonar el
tejido linfoide la arteriola se ramifica y esas
ramas alcanzan la pulpa roja donde se
subdividen
formando
las
arteriolas
peniciladas – AP-, algunas de las cuales
AT
presentan cerca de su terminación un
espesamiento esférico, cilíndrico o elipsoide,
constituido por macrófagos, células reticulares
AE
y linfocitos. A los elipsoides le siguen los
Fig. 6. esquema de circulación de bazo
capilares arteriales que llevan la sangre a los
sinusoides o senos de la pulpa roja de donde pasan a las venas de la misma, luego se
unen y penetran las trabéculas formando las venas trabeculares, dando origen
finalmente a la vena esplénica que sale por el hilio. Para algunos autores las arterias
peniciladas desembocan directamente en los sinusoides, “teoría cerrada”; para otros
estas arterias desembocan directamente en los cordones de Billroth desde donde la
sangre llega a los sinusoides a través de un revestimiento endotelial discontinuo “teoría
abierta”. Parecería que en el ser humano se llevan a cabo ambos tipos de circulación. La
sangre al pasar lentamente por los cordones de Billroth se pondría en contacto con los
macrófagos que llevarían a cabo su función de filtro de la misma.
La pulpa blanca está constituida por las vainas que envuelven las arteriolas y por
nódulos linfáticos, sostenidos por fibras y células reticulares que forman una trama
tridimensional. Entre los nódulos linfáticos y la pulpa roja se encuentra una zona marginal
de tejido linfoide laxo que contiene macrófagos, linfocitos y células dendríticas. Los
linfocitos de las vainas son linfocitos T mientras que los de los nódulos son linfocitos B.
La pulpa roja es una esponja constituida por los senos y los cordones de Billroth que son
continuos y contienen macrófagos, monocitos, linfocitos, plasmocitos, eritrocitos,
plaquetas y granulocitos. Los senos carecen de membrana basal y están tapizados por
células alargadas rodeadas por fibras reticulares que se disponen principalmente en
sentido transversal. Entre las células de revestimiento de los sinusoides existen espacios
de entre 2 a 3 micras que permiten el pasaje de los glóbulos rojos a los cordones.
Funciones:
1- Formación de linfocitos: emigran a la pulpa roja y se incorporan a la sangre en ellos
contenida.
2- Destrucción de eritrocitos o hemocatéresis: los eritrocitos tienen una vida media de
120 días, cuando envejecen son destruidos y fagocitados por los macrófagos de los
cordones esplénicos. La hemoglobina es desdoblada en bilirrubina que a través de la
circulación es captada por las células hepáticas y el hierro es almacenado como
ferritina o pasa a la sangre donde se combinará con una proteína transportadora
(transferrina) para ser captado por endocitosis por los eritroblastos de la médula ósea.
3- Defensa del organismo: así como los ganglios linfáticos son filtros de la linfa, el bazo
actúa como filtro de la sangre.
TIMO:
Es un órgano linfoide primario que se halla en el mediastino a la altura de los grandes
vasos del corazón. Alcanza su desarrollo máximo en el feto a término y en el recién
nacido y crece hasta la pubertad, momento en que inicia su involución pero no
desaparece.
Posee dos lóbulos rodeados de una cápsula de tejido conectivo denso, de la que parten
tabiques incompletos que dividen al órgano
en lobulillos continuos.
C
M
Fig.7- corte histológico de TIMO
Cada lobulillo posee una parte periférica
oscura, zona cortical - C -, rodeando una
zona clara o zona medular – M -. La primera
debe su color a la presencia de linfocitos en
alta concentración mientras que la zona
medular se caracteriza por los corpúsculos
de Hassall – CH - que están constituidos por
células reticulares epiteliales aplanadas,
con disposición concéntrica.
El timo tiene doble origen, el tejido linfoide deriva del mesodermo mientras que las células
epiteliales derivan del endodermo.
Las zonas medular y cortical poseen los
mismos tipos celulares aunque en
diferentes cantidades. Las células más
abundantes son los linfocitos T en
diferentes etapas de maduración. Posee
también macrófagos, sobre todo en la zona
cortical.
Las células reticulares epiteliales se
diferencian de las reticulares de origen
mesodérmico en que no se asocian a fibras
CH
reticulares, poseen núcleos grandes con
cromatina laxa y su citoplasma presenta
prolongaciones que se unen a las células
adyacentes por desmosomas. Muchas de
ellas presentan gránulos de secreción y
tonofibrillas. Se las ve en el tejido
conjuntivo de la cápsula y de las
trabéculas, alrededor de los vasos, forman
Fig. 8- corpúsculos de Hassall a mayor aumento
el retículo de la zona cortical y los
corpúsculos de Hassall de la medular. El timo tampoco drena linfa.
FUNCION:
1- Diferenciación de los linfocitos T: las células precursoras que emigran de la médula
ósea llegan por la sangre al timo donde proliferan y se diferencian en linfocitos T,
responsables de la inmunidad celular. Luego pasan nuevamente a la circulación y van
a establecerse en ciertas zonas de otros órganos linfoides llamados secundarios o
periféricos. Estas zonas timodependientes corresponden a la zona paracortical de
los ganglios linfáticos, las vainas periarteriales de la pulpa blanca del bazo y por el
tejido linfoide laxo situado entre las placas de Peyer del intestino y de las amígdalas.
2- Producción de hormonas que estimulan la proliferación y la diferenciación de linfocitos
T.
BIBLIOGRAFIA:
Ham, Tratado de Histología
Junqueira & Carneiro, Histología Básica
Anderson, Patología
Robins; Patología Funcional y Estructural
Gayton, Fisiología Médica
Barret, Inmunología Básica
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