IH FERNA\DO N:\JERA Y ANGULO yuc: acabamos de expnner suhre el consumu mundial de maclc^r.^. resulta evidente yue el pon•enir económico de nuestras repoblaciones, si se estudian y- proyectan de acuerdo con las necesiclades de la industria, est^í asegurado, tanto desde el punto de ^•ista del mercado maderero nacional rnmo del internacional. CAPfTUI.O I Concepto de madera y definición de la madera de construcción CONCEPTOS COMPARADOS DE MADERA Y DE METAL. Hablar hoy de la rnudc^•ra sin especificar clase ni calidad es e^- presar un concepto tan ^•ago como si hablásemos del nietal deseonociendo las diversas clases de éstos y sus numerosas aleaciones ; no ocurre esto con los metales y, sin embargo, es lo normrrl cuando en el lenguaje corriente nos referimos a la madera pretendiendo con ello ignorar el número de clases _^• calidades yue abarca esta materia prima. LAS ESPECIES FORESTALES MADERABLES DEL MUNDO. Pastrn de 4a^ las eslpecies forestales que pertenecen al grupo de las cuníferas o resinosas, y dentro• de csstas, el grnero jrinrc, com- prende 8o especies, de las que tenemos siete en España. l.as frondotias tienen una flora mucho más rica, y puede calcularse pasan de I.^oo las especies rnaderables útiles ; es decir, que son alrededor de a.ooo las diferentes especies forestales de porte arbóreo que dan utras tant,rs cl^rses de madera susceptil^les de tener ho_v aprovechamic^ntu incltistriril. GARACTERÍSTICAS Y PROPIEDADES DE LAS DIFERENTES CLASEti DE MADERA. Pero esta cifra en sí no nus diría nad^r si no compren- diese al mismo tiempu la gama más variada en cunnto a sus car.rcterísticas y prupiedadc•s ; de la maclera, ho^• tan en boga por cnrl^le;u•sc^ f_A TÉCNIC.4 EN EG EMf'I_EO Y APLICACIONES DE LA MADERA It) en la cctnstrucciún de !os célehres az^io^Ies »^ osquito, denominada bulsa (()clzroma laaupus S^c.), yue tiene una densidad de o,fzo, pasamos, casi sin ^olución de continuidad, a la akoga (I_o^^hira procera Chev.) ^• al éban^o (Dios^yrns evila Yierre), 'con r,too y r,zoo cle densidad, respecti^•amente ; enfrente tenemos, para los metales, una escala semejante, con la densidad de r,8o para la ale'ación m^í^ ligera, el electrdre, v, la de zt,^o, que corresponde al metal más pesado: el platino. EI colorido, ^•eteadu, grano, etc. de la madera ^•aría en tirado e^traordinario ; las características mecánicas de resisteneia van desde las muv pequeñas del ^alomero (:tltisa ^tga snlitliii R. Iir.) hasta P`icvxn 5 .1 la madt^ra sel^•ccionadat parl avia^ión ?e la sometr, rn los I:^tadog Unl ^los, a diCrrente. prurbas ; en esta fotugrufia vemo^ un tablbn dt• Pino Oregó^i, ryue con un gwr,vo ile 10 centfmctrus, resis[e, edn pF^=ar del perfodu elFístic•u, una carga de 1.500 kilos, en wia luz ^le 1^ metros. las que nos ofrece este mañnífico tahlón de fiirto tI^' Uregó^^1 (Psisz^ dotsu^;a douglasii. Carr) (fig. ^), que con un grueso d^e sólo lo centfmetros soporta, sin pasar del período el^ístico, una car^a de r.^oo l:ilogramos en una luz cle I^ metros. En la tan cacareada combustihilidad de la macler< ^ tamhién se nos presenta bien pródiga la ^atur:tleza, ya que podemos pasar de la madera teosa de algtmtts resintlsas, nuestro ^iitn ^indster, entre otras, a la del eucaliptus jarrnh (^ucalyj^t^us ^mar);i^ ^tata Sm.), c{ue se quema con tanta lentitud, que prácticamente es inconlhustible. Y par^e tenninar, citaremos, por tíltimo, ]as maderas olorosas, como nuestros enebros y sabinas ; las c{ue tienen sonoridades tan 20 FERti,^VI^ NAJER.1 Y A:VGt'1,0 puras yue permiten reproducir las notas más sublimes, como el ubeto roju (Pic^^a rxcelsu l.ink), ^• las maderas grasas, que, como la tecka (Te^cton^^ ^^rundis I,), e^udan constantemente una especie dc^ aceite que permitr sumetrrlas, con carácter permanc^nte, a cualquier trabajo de rozamiento, gracias a este notable engrcise automático. Vemus, por consiguiente, que, dentro de la flora forestal maderable del globo, la materia prima madera se presenta en la forma más varia que la industria puede exigir y, pur consif;uiente, que es completamente imprcx^edente hablar de sus propiedades y aplicaciones sin concretar la especie o clase de que se trata. CUALIDADES ABSOLUTAS Y RELATIVAS DE LA MADERA. Por otra parte, hemos de tener en cuenta yue, co^no veremos más adelante, a medida yue avanza la técnica de la madera v s^ van conociendo mejor las características de las diferentes caases de e^te material, se restringe cada vez más su empleo ron carácter general y van apareciendo las especialidades en sus aplicaciones ; este fenbmeno es, además, consecuencia lógica del hecho fundamental de que la madera no posee cualidades absolufas, si.no snlaniente i ualidades relativas, y cl poner éstas al descubierto es lo que nos interesa desde el punto de vista industrial. DEFINICIÓN DE LA MADERA DE CONSTRUCCIÓN. Tatrechamente unido a cuanto se acaha dr expuner hemos de considerar la intenpretacicín o definici6n clue con arrrglo al actual pro^reso ti• clesarrollo de I^i industria ha de clarse a la m^tdera destinada ^^ emp^leada en la construccicín. ^i para esto nos fundamos en el concep^to tradicional del trahaju v empleo ^le la madera a base de experimentar esclusivamrnte transfonnaciones físicas o de forma, sacaremos la consecuencia inmediata que ltt acepcicín moderna de la madera como material de construcción deberá rumprender todas las u filicac^iorat^s d^^ ^^sta y^^ir no requieran, c^ualesquiera yue sean las fases dc sii ^nanuJactura, la desintegracicín d.e^ su estructura a.^a^atóncica ; cluedan, por consi^•uirnte, comprenclidos dentro de este concepto desde el empleo de I^i madcra en rollo para pc^stes, apeas o pilotes hasta las tíltimas manufarturas encolaclas o comprimid^^s, sea cual sea la cli^•isi^"^n me^^rínir,i n^lue se Ileguc v el aglutinante qur^ ^^e utilice.