␣␣ #/ Exp: 12-005103-0007-CO Res. Nº 2012007985 SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las catorce horas treinta minutos del diecinueve de junio de dos mil doce. Recurso de amparo interpuesto por C.H.P., cédula de identidad número 000000, a favor de XXX, contra el MINISTERIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA. Resultando: 1.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las 11:03 horas del 23 de abril de 2012, el recurrente interponer recurso de amparo contra el Ministerio de Educación Pública. Indica que durante el curso lectivo 2011 su hijo W.J.H.R., fue objeto de acoso, discriminación y hostigamiento escolar en la Escuela Jesús Jiménez Zamora, además de maltrato psicológico y emocional, lo que lo perjudicó en su rendimiento académico. Menciona que solicitó la intervención de la maestra de su hijo; no obstante, dicha funcionaria informó que su hijo estaba mintiendo. Por tal motivo, solicitó una cita con el Director del centro educativo, y no fue sino luego de dos meses de insistir en que lo atendiera le comunicó que debía presentarse a la institución a retirar varias cosas que fueron sustraídas a su hijo. Al solicitar explicaciones sobre lo ocurrido, el Director y la maestra de su hijo indicaron que no existían pruebas en contra de ningún estudiante, por cuanto W. había regalado sus cosas a sus compañeros. Además, otro estudiante amenazó al menor con apuñalarlo a la salida de la escuela, por lo que debieron ir a recoger todos los días a su hijo. Añade que el 7 de marzo de 2012, se convocó a una reunión en la escuela en la que participaron 4 maestras , entre ellas las docentes que en el actual curso lectivo tienen a su cargo a sus hijos, quienes manifestaron que no permitirían que los menores ingresaran a la institución con dinero para evitar conflictos como los ocurridos en el 2011. Por otra parte, indicaron que los menores debían presentarse a clases con el cabello corto, a lo que indicó que de acuerdo a sus costumbres y cultura - ecuatoriana - los hijos varones no pueden cortarse el cabello hasta cumplir los 18 años, situación que había puesto en conocimiento del Director del centro educativo. Sin embargo, las docentes expusieron que según la legislación vigente no se permite asistir a lecciones con el cabello largo, por lo que debían ajustarse a las normas y reglamentos de la institución, en caso contrario rebajarían 30 puntos de la nota de conducta. Al manifestar su descontento la profesora Ángela Chacón indicó que si no estaba de acuerdo con lo establecido en la regulación interna de la institución, que debía trasladar a sus hijos a otro centro educativo, lo que estima arbitrario y lesivo a los derechos de los menores. Indica que las autoridades del centro educativo no aplican en forma igualitaria el Reglamento de la institución, por cuanto a su hijo menor de edad se han impuesto sanciones y se han rebajado puntos de su nota de conducta, actuación que no se aplica en el caso de otros estudiantes, lo que estima es un abuso de autoridad. Acusa que la profesora Rosalba Coto Aguilar cuando se dirige a su hijo lo hace de forma despectiva, lo que ha generado que el menor tenga miedo a participar en clases y en una oportunidad por participar, le impuso una boleta de sanción de 10 puntos. Sostiene que no se han tomado las medidas correctivas con el propósito de eliminar el hostigamiento escolar y el abuso en perjuicio de su hijo. Considera que lo actuado lesiona sus derechos fundamentales. 2.- Mediante resolución de las 11:22 horas del 24 de abril de 2012, se dio curso al proceso y se solicitó informe al Director y la profesora Rosalba Coto Aguilar, ambos de la Escuela Jesús Jiménez Zamora. 3.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las 11:25 horas del 2 de mayo de 2012, informa bajo juramento José Alberto Leiva Martínez, en su condición de Director de la Escuela Jesús Jiménez Zamora de Cartago, que el 29 de junio de 2011 el recurrente presentó denuncia contra los menores J.D., K. y Y., alegando una presunta sustracción de objetos y amenazas de agresión física. Precisa que el 30 de junio de 2012, se comunicó a las docentes guías Maritza Barquero y Johann Moya Hernández la denuncia presentada por el recurrente. Aclara que se indicó que debían actuar de acuerdo con lo que establece el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes. Sostiene que el 30 de junio de 2012, se procedió a llamar al recurrente para solicitar que pasara por el oficio número DJJ-2011-153, en el cual se informaba que la denuncia fue trasladada a los docentes guías para que realicen las diligencias del caso. Acota que la Dirección atendió al recurrente en varias ocasiones y siempre el tema fue el pelo largo que tienen sus hijos, ya que él aduce que es una costumbre ecuatoriana que hasta los 18 años ellos deciden que hacer (los niños nacieron en Costa Rica). Señala que la Dirección indicó que esa costumbre no es vinculante para este país. Afirma que a nivel institucional existe un Reglamento Interno que fue dictado en apego a lo que establece el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes. Solicita que se declare sin lugar el presente recurso de amparo. 4.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las 11:26 horas del 2 de mayo de 2012, manifiesta Rosalba Coto Aguilar, en su condición de Docente de la Escuela Jesús Jiménez de Cartago, que en ningún momento ha tratado de forma despectiva al estudiante, ni mucho menos ha generado ningún tipo de temor, por el contrario se ha dado un trato normal e igual a los demás estudiantes de la sección 000 de la Escuela Jesús Jiménez. Precisa que como docente debe someterse a cumplir los lineamientos estipulados en el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes y el Reglamento Interno de la Institución. 5.- En la substanciación del proceso se ha observado las prescripciones legales. Redacta el Magistrado Rueda Leal; y, Considerando: I.- El recurrente alega que sus hijos son estudiantes de la Escuela Jesús Jiménez Zamora, y debido al uso del cabello largo han perdido puntos en la nota de conducta. Además, afirma que los tutelados sufren de maltrato por parte de los docentes del centro educativo recurrido, situación que estima lesiva de sus derechos fundamentales. II.-En reiterada jurisprudencia, este Tribunal Constitucional ha indicado que las regulaciones que dispongan las instituciones educativas sobre la apariencia personal no quebrantan ningún derecho fundamental, salvo, claro está, que sean discriminatorias o irrazonables. En la sentencia número 2002-03504 de las 8:32 horas del 19 de abril de 2002, se indicó que no se trataba de una discriminación o violación del derecho a la apariencia personal, sino de la aplicación de la normativa vigente en la Institución, por cuanto se ha establecido que los estudiantes de secundaria están bajo la autoridad y vigilancia del centro educativo en el cual cursan sus estudios y están obligados a portar el uniforme y a cuidar su presentación personal en los términos en que se regule en la normativa correspondiente, sin que ello implique una vulneración a sus derechos fundamentales, pues precisamente por su situación de menoridad y la fase de formación en la que se encuentran, su apariencia personal debe ser acorde con las disposiciones que al respecto rigen en la Institución en la que se encuentran, a cuya orientación y autoridad han de someterse. Se dijo también que el caso de un estudiante de primaria o secundaria no puede compararse con el de un universitario, ya que el primero se encuentra en una etapa de formación y orientación que debe tutelar, garantizar y proteger la institución de enseñanza respectiva, lo que no sucede con el segundo, quien por su edad y condiciones está en plena libertad de cuidar de su presentación personal conforme mejor le parezca, siempre que con ello no ofenda la moral o el orden público. Pero si el recurrente se encuentra en una etapa en la que debe someterse a las regulaciones que sobre su presentación personal están vigentes en el centro de educación en el que cursa sus estudios, no se trata de un asunto de discriminación, sino de la oportunidad conveniencia de una disposición reglamentaria sobre el corte de cabello de los varones, aspecto que no es dable discutir en esta sede, sino ante las autoridades administrativas del Ministerio de Educación Pública (en este mismo sentido, ver la sentencia número 2010-16249 de las 14:11 horas del 29 de setiembre del 2010). Partiendo de este criterio jurisprudencial, no se está en presencia de situación alguna que menoscabe los derechos fundamentales de los amparados. Dado que los amparados están bajo la autoridad y vigilancia de la institución en la que estudia, está obligado a portar el uniforme y a cuidar su presentación personal en los términos en que se regule en la normativa correspondiente, sin que esto implique una vulneración a sus derechos fundamentales. De ahí entonces que, las y regulaciones impuestas a los tutelados, no conculcan su libertad o dignidad, ni implican un trato discriminatorio. Debe reiterarse que el contexto educacional en el que se encuentra los amparados, así como la etapa de formación de los valores fundamentales como ciudadano, permiten a la institución recurrida imponer algunas limitaciones a la apariencia personal, cuya exigencia no constituye una actuación arbitraria o constitucionalmente inadmisible. Asimismo, el recurrente no aporta prueba que demuestre que se trata de una costumbre de su país. III.- En cuanto al acoso, maltrato y la agresión psicológica que aduce el recurrente sufren los amparados por parte de algunos docentes ello constituye una queja que debe plantear ante las instancias administrativas correspondientes, pues es allí -y no en esta Sala- donde corresponde conocer y pronunciarse al respecto. En consecuencia, lo procedente es declarar sin lugar el recurso. Por tanto: Se declara sin lugar el recurso.Ana Virginia Calzada M. Presidenta Gilbert Armijo S. Ernesto Jinesta L. Fernando Cruz C. Paul Rueda L. Teresita Rodríguez A. Rodolfo E. Piza R. +45&#2:-!:1 ␣␣ KTUFCRZMAZQ61