Una guía para enfrentar entrevistas laborales Capítulo 1 En el mercado actual, conseguir un trabajo es una actividad muy competitiva. Los responsables de selección buscan los mejores candidatos para un número limitado de vacantes. Sin embargo, ser el mejor preparado no es suficiente. Hace falta comunicar ese atributo de forma eficaz al entrevistador. Lamentablemente, estas dos cualidades no tienen por qué darse juntas. La primera entrevista suele ser la más importante y debe ser el paso en el que pongas más atención de todo el proceso. Consejos básicos para maximizar tus posibilidades. Informate sobre cuándo hay presentaciones de compañías en la universidad. Mantené tu CV actualizado. Documentate sobre las empresas en las que estés interesado. Prepará un plan sistemático de búsqueda de trabajo. Aprovechá los recursos y personas a tu alcance para pedir ayuda y consejo. Hablá con graduados que ya hayan pasado por el proceso. La preparación La clave para realizar una entrevista de trabajo con éxito es una preparación rigurosa. Debes empezar por vos mismo. Analiza tus: Fortalezas Debilidades Rendimiento Académico Intereses de carrera profesional Metas personales Experiencias de trabajo Habilidades especiales Preparate para presentar tu candidatura de forma organizada, lógica y convincente. Conocé cómo tus capacidades pueden beneficiar a la empresa para la que vas a hacer la entrevista. Los entrevistadores están preparados para hacer preguntas específicas, diseñadas para evaluar tus fortalezas y debilidades. Si llevás preparada tu propia valoración personal, estarás en mejores condiciones de contestar a sus preguntas, e incluso, de dirigirlos hacia tus fortalezas antes que hacia tus debilidades. Al haber muchos candidatos para un mismo trabajo, deberías convencer al entrevistador de que sos uno de los mejores. Si no estás preparado para contarle al entrevistador por qué deberías ser contratado, no esperes que te contrate. Hay dos normas importantes a la hora de preparar una entrevista: Ser positivo Estar preparado Para poder alcanzar estos dos puntos básicos, deberías saber qué es lo que querés lograr, obtener la máxima información acerca de la empresa para la que vas a hacer la entrevista y conocer cómo se desarrolla una entrevista de trabajo. Objetivos claros Deberías tener una idea básica sobre: Puesto deseado Programa de formación esperado Grado de responsabilidad esperado Ambiente de trabajo Disponibilidad geográfica Salario pretendido Oportunidades de desarrollo profesional Cómo es la empresa La preparación para una entrevista de trabajo debe incluir cierta información sobre la empresa u organización a la que uno aplica: quiénes son, qué hacen, qué servicios ofrecen, qué vacantes tienen, programas de formación y distribución geográfica, etc. Es importante leer algún folleto de la firma, su informe anual o algún estudio pertinente. Investigá tendencias de mercado y previsiones de negocio para la empresa y sus servicios. Si es posible, contactate con algún conocido de la firma que pueda darte referencias reales. Mucha información sobre las empresas se encuentra en la biblioteca de la propia empresa o en Internet. Mantenete informado sobre el mercado a través de los medios. Información básica que podría ser útil: Tamaño de la firma Tipo de clientes Crecimiento potencial Descripciones de los puestos Posiciones vacantes Nombre de la persona que selecciona Líneas de servicio Estructura organizacional Programas de coaching Posibilidades de crecimiento Programas de formación Beneficios sociales Desarrollo de carrera profesional No es necesario conocer todo sobre la empresa, pero deberías tener suficiente información como para mostrar tu interés por ella. De lo contrario, el entrevistador puede cuestionarse tu iniciativa o sinceridad al haber elegido su compañía para pedir empleo. Estar informado de cómo funcionan los procesos de selección te permite estar preparado para lo que pase. Esta es la clave para poder relajarse y dar lo mejor en otras situaciones que puedan producirte tensión. Siempre hay sorpresas, pero no hay nada que produzca tanta incertidumbre como no saber qué es lo que se puede esperar. No dejes que eso pase en tu entrevista de trabajo. Hay varios tipos de entrevistas que van de la aparentemente informal hasta la muy estructurada. El curso que tome una entrevista depende, sobre todo, de la personalidad y objetivos del entrevistador. La entrevista típica suele consistir en una breve introducción, un repaso de tu historial y calificaciones, una conversación sobre cómo hacer converger tus intereses y los de la empresa y un breve resumen o cierre para finalizar. Tu habilidad para vender lo que sos, tu formación, experiencia y potencial, guardan relación proporcional con el grado de preparación. Si no te preparas, tu entrevista probablemente esté condenada al fracaso. Cualquier entrevistador es capaz de identificar un candidato no preparado. Y desde luego, esto no debería sucederte a vos. Con la gran competencia que vas a encontrar, es tu responsabilidad el convencer al entrevistador de que estás preparado para el trabajo. Fuentes Lic. Eugenia Bruno, encargada del Área de Pasantías y Salidas Laborales de las Facultades de Ingeniería y Comunicación. Manual para entrevistas laborales de Price Waterhouse Coopers. Capítulo 2 El propósito de una entrevista es intercambiar información con el entrevistador, de forma que pueda tener una idea inicial de si estás o no entre las personas mejor calificadas para el trabajo. Esta decisión suele depender de lo que decís y de cómo te desenvolvés durante los 20 ó 30 primeros minutos de la entrevista. Comportamiento en la entrevista Algunos buenos consejos para recordar: Las primeras impresiones son importantes. Se puntual. No llegues ni demasiado temprano -es importante no parecer ansioso- ni tarde, por supuesto. Lleva una copia de tu CV, por si el entrevistador no tiene el original, o hubiera alguna modificación posterior. Asegurate de conocer el nombre de la persona que te va a entrevistar, y de saber cómo se pronuncia, en caso de parecer difícil. Mantené una actitud despierta, amistosa y educada, pero no despreocupada. Cuando hables, mirá a los ojos. Cuando estés en la entrevista, mostrate interesado. ¡Y sonreí de vez en cuando! En estas épocas el buen humor es muy valorado. Al final de la entrevista, da las gracias al entrevistador, llamalo por su nombre y saludá. Dejá la entrevista tan elegantemente como la iniciaste. Actuá de forma natural y se vos mismo. No hay que tratar de ser otra persona. No entres a la entrevista con una personalidad diferente a la tuya porque, probablemente, no vas a poder mantenerla creíble durante tanto tiempo para engañar al entrevistador. La disposición como factor clave Se agradable y tratá de que la conversación sea fácil. No tengas reparo en hablar de vos. Normalmente un “sí” o un “no” se consideran respuestas inadecuadas. Aprovechá la oportunidad para hablarle sobre tus objetivos y tus puntos fuertes. Es posible que identifiques algunas cualidades, que no habías tenido en cuenta previamente. Se honesto Una información falsa suele ser un intento de esconder algún problema que pudiera surgir más adelante. Es mejor afrontar un problema potencial de forma honesta e inmediata, que dejar que surja más adelante y perder credibilidad. Si te preguntan algo y no sos capaz de contestar en el momento se honesto. Apariencia personal No hay sustituto de la pulcritud. Tu propio gusto es la mejor guía. La vestimenta formal suele ser lo más apropiado. Los hombres deberían llevar traje y las mujeres un traje de chaqueta. Para buscar trabajo hay que vestirse de forma profesional. Objetivo: encontrar trabajo Esa meta debe estar en mente durante toda la entrevista. Si estás calificado para el trabajo y pensás que podés llevarlo a cabo, expresalo. Decirlo de una forma modesta puede ser inicialmente recompensado con la confianza del entrevistador, y más adelante, con tu éxito en el trabajo. Lo que buscan las empresas de Servicios Profesionales Para elegir un candidato el entrevistador elabora una opinión sobre cuál es el más apropiado para incorporarse a la compañía. Ese juicio está basado en una serie de factores que se han denominado PREDICTORES DEL ÉXITO. Normalmente, un buen entrevistador confía en la impresión que le proyectás. Esto es porque la habilidad del empleado para causar una buena primera impresión es una clara ventaja, tanto para la persona, como para la firma. Durante la entrevista se evaluarán rasgos como: Aplomo Habilidad para comunicar Madurez Integridad Estabilidad Autosuficiencia Intereses laborales y objetivos de carrera Un punto muy importante es poder definir exactamente lo que querés y por qué lo querés. El entrevistador elaborará preguntas que te harán justificar decisiones de carrera. Investigará sobre factores relacionados con tu: Adaptabilidad Iniciativa Entusiasmo Aptitudes y habilidades Disposición para trabajar y aprender Habilidad para llevarte bien con otras personas Calificación para el trabajo Tus calificaciones básicas para el trabajo son de vital importancia. No importa lo extraordinario que seas como persona, o lo bien que hayas definido y demostrado lo que querés hacer. La decisión final referente a una oferta de empleo se hará teniendo en cuenta tus calificaciones: Grado y conveniencia de la carrera estudiada y de los logros obtenidos. Liderazgo (principalmente directivo, y potencial de supervisión). Formación específica. Experiencias de trabajo: prácticas o trabajos realizados. Intereses y hobbies relacionados con el trabajo. Conocé tu Curriculum Vitae Normalmente es el eje de la entrevista. Los entrevistadores buscan personas completas, cuyos intereses de trabajo encajen con sus conocimientos, habilidades y talentos. Es tu responsabilidad asegurar que el entrevistador obtenga la información que necesita para tomar una decisión laboral a tu favor. Si fracasás en ese punto, probablemente no puedas seguir adelante con el proceso. Fuentes Lic. Eugenia Bruno, encargada del Área de Pasantías y Salidas Laborales de las Facultades de Ingeniería y Comunicación. Manual para entrevistas laborales de Price Waterhouse Coopers. Capítulo 3 Partes de la Entrevista Una entrevista debe ser un diálogo entre dos. No trates de monopolizar la conversación. Escuchá al entrevistador y respondé a lo que te pregunta. De algún modo la forma en que se desarrolla una entrevista depende de cada entrevistador. No hay dos entrevistas iguales. La personalidad del que está del otro lado suele influir en cómo se desarrolla la entrevista. La estructura de una entrevista de trabajo suele ser bastante estándar: Introducción: Establecer el contacto. Historial: ¡El tuyo! El qué, por qué, dónde y cuándo. Encaje: Convergencia de necesidades y aspiraciones, tanto tuyas como de la empresa. Cierre: Últimas preguntas e instrucciones. La introducción es donde el entrevistador tiene sus primeras impresiones: Apariencia Maneras Energía Entusiasmo El historial: es la parte en la que el entrevistador determina tu preparación y posibilidades para el trabajo. Tratará de establecer si llegás o sobrepasás los requerimientos de la compañía. Mientras estés escuchando o respondiendo preguntas, el entrevistador tomará nota de cómo te desenvolvés, evaluará tu preparación y ajuste al puesto. Así revisará su percepción inicial. Es posible que tengas que responder a preguntas como: ¿Por qué elegiste la carrera que estudiaste? ¿Por qué elegiste tu especialidad? ¿Qué asignaturas te gustaron más y menos? ¿Por qué? ¿Con qué otras actividades compaginaste tus estudios? ¿Te gustó tu paso por la universidad? Háblame de tus experiencias de trabajo. ¿Qué aprendiste en ellas? ¿Qué sabés de esta empresa, quiénes somos y qué hacemos? ¿Por qué te gustaría trabajar en esta firma? ¿Por qué crees que podrías hacer bien este trabajo? ¿Cuáles son tus ambiciones de carrera? ¿Qué te gustaría estar haciendo dentro de cinco años? ¿En qué crees que tu experiencia previa te podría ayudar para llevar a cabo este trabajo? ¿Cómo te llevas con tus compañeros (de trabajo)? ¿Qué experiencia de liderazgo tenés? ¿Qué es lo que más valorás al empezar un trabajo? ¿Qué criterios utilizás para entrevistarte con empresas? ¿Tenés movilidad geográfica? Pueden que no te pregunten “¿por qué deberíamos contratarte?”, pero es importante que seas capaz de contestarla antes de que tenga lugar. El encaje: también es una parte importante de cualquier entrevista. Es cuando el entrevistador trata de hacer coincidir tu preparación e intereses de carrera con las oportunidades disponibles en la empresa. Habiendo leído alguna información sobre la firma e investigado sobre los tipos de trabajos para los que estás calificado y los que son de tu interés, ahora deberías ser capaz de mantener un diálogo constructivo sobre cómo podés encajar -y ser provechoso- para la empresa. Acá tenés la oportunidad de hacer preguntas que cubran nueva información y que clarifiquen puntos anteriores: ¿En qué consiste el trabajo? ¿Requiere el trabajo movilidad geográfica? ¿Cuáles son las responsabilidades del trabajo? ¿En qué consisten los planes de desarrollo y formación? ¿Con qué frecuencia se evalúa el desempeño? ¿Qué contacto mantendré con mis superiores? ¿En qué áreas están situadas las vacantes? ¿Es este trabajo el resultado de la expansión o del desarrollo de una nueva etapa de negocio? ¿Cuáles son algunos de los objetivos a corto plazo que usted quisiera que se cumplieran? ¿Cuáles son los problemas más difíciles que enfrenta una persona en este cargo? ¿Cuál cree usted que sería la mejor manera de manejar esta situación? ¿Cuáles son los factores más críticos para alcanzar el éxito en este negocio (verificá si la persona menciona a la gente como elemento central o no)? ¿Qué cambios significativos prevé usted en el futuro inmediato? Adicione aquellas preguntas que sean únicas para la posición que se está ofreciendo. Es mejor evitar hacer preguntas que pudieran ser contestadas leyendo la información disponible. Finalmente, si se trata en esta entrevista el tema del salario, sería en esta parte. Dejá que sea el entrevistador quien lo mencione primero. De todas formas, deberías tener alguna idea sobre niveles salariales actuales, antes de la entrevista, de forma que la importancia del salario sea mínima. Esta parte de encaje es también una oportunidad para señalar aspectos que el entrevistador haya podido pasarse por alto. No dejes de señalarlos, pues puede que no tengas otra oportunidad de hacerlo. El cierre: esta es la parte final. Si el entrevistador está contento contigo, puede haber un último minuto de venta del trabajo, por parte de la firma. Te informarán sobre lo próximo que puede ocurrir: Cuándo se te informara sobre la decisión. Solicitud de empleo. Ser invitado a hacer una visita por la oficina. Que te sugieran una nueva entrevista. Que no quieran mantenerte dentro del proceso. Que te ofrezcan alguna información referente a las políticas de la empresa. Si no te informan, es importante que hagas estas preguntas, ya que pueden generar mucha ansiedad durante la semana siguiente a la entrevista: ¿Cuál es el siguiente paso en el proceso? ¿En qué tiempo? ¿Cuántas personas están pensando entrevistar? ¿En qué fase del proceso me encuentro? ¿Habrá otra ronda adicional de entrevistas? ¿Cuándo notificarán los resultados a los candidatos? Fuentes Lic. Eugenia Bruno, encargada del Área de Pasantías y Salidas Laborales de las Facultades de Ingeniería y Comunicación. Manual para entrevistas laborales de Price Waterhouse Cooper