Análisis de la Situación actual de los Botaderos “La Esperanza, “Lechuguillas” y “clandestinos en la ciudad de Sucre ” Apolonia Rodríguez Gonzales Pas Presidenta Asociación Sucrense de Ecología ASE El manejo de los residuos sólidos en la ciudad está a cargo de la Entidad Municipal de Aseo Sucre (EMAS), la cual viene trabajando desde hace ya varios años con el recojo y disposición final de la basura generada a diario en la ciudad. A partir del año 2008, los pobladores de la Mancomunidad Lajastambo comenzaron a exigir el cierre del botadero Municipal La Esperanza, ubicado en la zona denominada Santa Catalina; debido a los impactos ambientales generados en la zona, a consecuencia de la inadecuada disposición final de residuos sólidos dentro del botadero. El Botadero La Esperanza se encuentra ubicado en el distrito 3 del Municipio de Sucre, en la zona Lajastambo, latitud 19º 1’ 4” S y longitud 65º 18’ 56” O , a 8 km del centro de la ciudad aproximadamente. Este cuenta con una extensión de 14,8 hectáreas aproximadamente. A consecuencia de los problemas generados por el botadero, firmaron varios acuerdos entre los representantes de la Mancomunidad de Lajastambo y el Gobierno Municipal Autónomo de Sucre,sin haber llegado a cumplirse dichos compromisos. Al haber realizado un bloqueo por los vecinos de Lajastambo, para evitar el ingreso de los carros basureros al botadero La Esperanza, el gobierno Municipal decidió buscar inmediatamente otro lugar para disponer la basura diaria, sitio ubicado en la zona de Cal Orko, salida a Cochabamba, este sitio fue transitorio, posteriormente el terreno identificado fue Lechuguillas ubicado en el Distrito 5 del Municipio de Sucre, en la zona de Lechuguillas, Latitud 19º 03’ 46” S y longitud 65º 12’ 54” O, a aproximadamente 14, 5 km del centro de la ciudad. Su extensión de cerca de 14 hectáreas. Ante esta situación, la Asociación Sucrense de Ecología (ASE) con el apoyo de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA) y en coordinación con la Red de Organizaciones ambientalistas de Chuquisaca (ROACH), ha decidido realizar acciones de emergencia que le permita proponer y sugerir a la autoridad ambiental competente posibles acciones para encarar esta problemática. Las acciones propuestas para el desarrollo de esta investigación fueron, realizar un diagnóstico socioambiental rápido sobre la situación actual del botadero de Santa Catalina, La Esperanza, con el propósito de determinar los impactos Socioambientales, realizar un diagnóstico rápido de la situación del nuevo botadero ubicado en Lechuguillas, en la perspectiva de hacer un análisis socio ambiental, que posteriormente sirva de base para proponer alternativas técnicas y realizar un diagnóstico rápido sobre la situación y cantidad de los botaderos clandestinos en 5 distritos del municipio de Sucre, para determinar la situación de los impactos producidos por éstos y realizar una amplia difusión de los resultados de los 3 diagnósticos en medios de comunicación pertinentes y hacer la entrega del documento a las autoridades municipales, de esta manera lograr sensibilizar a las autoridades sobre la urgencia de tomar acciones inmediatas y definitivas; y a la población en general para que coadyuve en la gestión de residuos sólidos, a partir de su separación en origen y así disminuir el volumen actual de residuos sólidos generados por la población de Sucre. La metodología utilizada para realizar la investigación y poder conocer los impactos socio-ambientales fue mediante la utilización del sistema de valoración del método de Battelle-Columbus para la evaluación de los impactos ambientales, el cual fue adecuado y adaptado para poder evaluar. Este método permitirá medir el impacto ambiental sobre el entorno donde se desarrolla la actividad, considerando 4 categorías, 9 componentes y 44 parámetros ambientales y sociales, se desarrollaron visitas técnicas y entrevistas a vecinos de los botaderos en estudio y visitas a las zonas con el propósito de evaluar los impactos negativos. Después del trabajo de campo se llegó a determinar que el Botadero Municipal La Esperanza, está dispuesto en tres zonas, una destinada para la disposición de residuos sólidos domiciliarios, zona dos para la disposición de residuos hospitalarios y la tercera para la eliminación de los lixiviados (líquidos formados a partir de la descomposición de los residuos sólidos y el agua de lluvia), en las tres zonas visitadas se observó que ninguna cumplía con los requisitos técnicos ambientales de tratamiento para minimizar los impactos ambientales, así mismo se observó la presencia de aves de rapiña, roedores y otros. En cuanto se refiere a los resultados encontrados en el Botadero Municipal de Lechuguillas, también se observaron las tres zonas, para los residuos domiciliarios, residuos hospitalarios y para los lixiviados, se pudo constatar que el trabajo que se estaba desarrollando en ese momento no se cumplía con ninguna norma técnica ambiental para su manejo, provocando graves impactos ambientales, al componente de Ecología, contaminación ambiental, factores estéticos, factores de interés humano, y la contaminación de la microcuenca afluente de la cuenca de Rio Chico. Según la metodología aplicada, se concluye que el botadero La Esperanza estaba provocando un impacto ambiental negativo al aspecto de ecología en un 61%, contaminación ambiental en un 91%, factores estéticos en un 80% y en los aspectos de interés humano 84,3%, haciendo un promedio de 78,6% de impactos ambientales negativos en sus 14 años de funcionamiento. Aplicando la misma metodología para el Botadero Municipal de Lechuguillas, se concluyó que este ocasionaba impactos ambientales negativos al factor de Ecología en un 57,3%, contaminación ambiental en 61,1%, factores estéticos en un 75% y en aspectos de interés humano en un 45,7%, llegando a un promedio de 55,9% en un tiempo funcionamiento de 4 meses (gestión 2012). Habiendo realizado la investigación sobre la presencia, de los sitios, cantidad y tipos de botaderos clandestinos, se concluyó que en el Distrito 1 de la ciudad se encuentran 3 botaderos clandestinos con residuos domiciliarios en su totalidad; en el Distrito 2 se identificaron 79 botaderos clandestinos, cuya composición es de residuos domiciliarios en 72, y en 7 contenían escombros; en el Distrito 3 se identificaron 68 botaderos, en 62 residuos domiciliarios y 6 con escombros; en el Distrito 4 se han identificado 45 botaderos, de los cuales 38 contenían residuos domiciliarios, 7 con escombros; y en el Distrito 5 se identificaron 52 botaderos, de los cuales 48 con residuos domiciliarios y 4 con escombros. Totalizando se puede concluir que existían a esa fecha 247 botaderos clandestinos en los 5 distritos poblados del Municipio. En cuanto al tamaño o volúmenes aproximados de los mismos, en el Distrito 1 se cree que existían 7,5 metros cúbicos de basura desperdigada; en el Distrito 2, 370 metros cúbicos; en el Distrito 4, se aproximó que existían 248 metros cúbicos; y en el Distrito 5 se calculó que existían 240 metros cúbicos, totalizando en los 5 distritos un total de 1.156 metros cúbicos de basura, ocasionando la proliferación de vectores (moscas, perros, ratas, palomas y otros) y problemas de salud pública a los vecinos de la ciudad. Por tanto, se concluye que el botadero de La Esperanza causa mayor impacto ambiental que Lechuguillas; sin embargo, considerando el tiempo de funcionamiento de ambos botaderos (Lechuguillas 4 meses y La Esperanza cerca de 14 años), es evidente que el botadero de Lechuguillas podría causar serios impactos socioambientales en solo un par de años si continúa funcionando sin las condiciones técnicas necesarias. Los botaderos clandestinos contabilizados son cerca de 247, de los cuales la mayor parte corresponden a los distritos que tienen zonas periurbanas, como ser el distrito 2, 3, 4 y 5; la mayoría de los botaderos clandestinos encontrados (90%) contenía residuos domiciliarios. Los resultados mostraron que prepondera más los botaderos clandestinos pequeños (entre los 1 y 4 m 3), seguido por los medianos (entre 4 y 8 m 3); por tanto, el volumen total estimado de residuos sólidos en botaderos clandestinos fue de 1.155,5 m3. Con la identificación de 247 botaderos clandestinos, se concluye que el porcentaje de cobertura de recojo de basura diaria por EMAS es menos del 65% aproximadamente. La generación de botaderos temporales nocturnos se debe al sistema de recojo de EMAS, y la mayor concentración de los mismos se da en los mercados y zonas comerciales. Se corrobora que la ciudad de Sucre no existe un sistema de gestión de residuos sólidos municipales, y que los habitantes de la misma se encuentran vulnerables a los impactos ambientales producidos por la descomposición de la basura desperdigada en diferentes lugares de la ciudad. La autoridad municipal debe cumplir con sus competencias referidas en la Ley 1333, sobre la urgente implementación de un sistema de Gestión de Residuos Sólidos. Se debe transversalizar la educación ambiental en todos los ámbitos y niveles de la población.