Universidad Externado de Colombia From the SelectedWorks of Fernando Estrada 2010 Pierre Bordieu from Latin American Fernando Estrada Available at: http://works.bepress.com/fernando_estrada/25/ PIERRE BORDIEU From Latin America Fernando Estrada Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales CIPE Universidad Externado de Colombia Abstract This brief paper is a tribute of the French thinker Pierre Bordieu. Plot some political economy issues and relate aspects of the remarkable influence thinker. Keywords Bordieu, Latin America, Social Science. 2010 PIERRE BORDIEU Desde América Latina Fernando Estrada Me acusan de parcialidad y es una paradoja. Quedo como un loco, como un excéntrico porque el discurso opuesto aparece como universal. Según ese criterio, entonces no sólo soy excéntrico, sino también exagerado Pierre Bordieu DESPOLITIZACIÓN Dos acontecimientos pueden ilustrar el tipo de crisis de legitimidad política que afecta tanto Europa como América Latina y justificar de paso este homenaje a la memoria de Pierre Bordieu. El primero las elecciones presidenciales francesas, el segundo, las elecciones presidenciales en Colombia. De una parte, porque lo que sucede en Francia tiene alcances para el futuro inmediato de toda Europa. De otro lado, porque lo que pueda suceder en nuestro país tiene repercusiones en el panorama convulso de la región andina. Todo conduce a redefinir una viva preocupación que Bordieu manifestaba por los efectos concomitantes a la despolitización. Despolitización es un término que aquí se hace equivalente a crisis de legitimidad de lo político. El fenómeno Le Pen en Francia tipifica la escalada de una crisis global extensiva a toda Europa y América Latina. Escribe Bordieu: “La globalización no es un destino sino una política. Por esto mismo, es posible una política de oposición a su concentración del poder”1. Le preocupaba de la globalización los perversos efectos metafísicos de apatía e indiferencia intelectual, tomarse la globalización como un destino, una entelequia y no como lo que es: 1 Pierre Bordieu, La política de la globalización, Open Democracy, 20 febrero de 2002. 2 un fenómeno político al que se le debe oponer un poder político radicalmente antagónico. La globalización de la democracia ha devenido en crisis de lo político, es decir, en crisis de representación. En Colombia esta crisis viene concedida en parte por la responsabilidad que tienen los medios de opinión de propiciar tendenciosamente una elección anticipada del presidente. En Francia, una tercera parte de los votantes ha apoyado opciones populistas degenerativas. Mirando a Europa en estos momentos, Le Pen es la expresión más espectacular y dolorosa de una corriente más profunda que va de la Austria de Haider a la italia de Berlusconi-Fini-Bossi, pasando por el progreso del populismo xenófobo en Holanda, en Dinamarca, Noruega, Suiza, y en prácticamente todos los países europeos. AMÉRICA LATINA Una rápida excursión al entorno de América Latina nos lleva a constatar una descomposición del sistema político democrático. El huracán social ocasionado por la crisis argentina que deja sin piso la legitimidad de la clase política, el nombramiento consecutivo de varios ministros de economía para resolver problemas inerciales provocados por el fenómeno de globalización comercial durante las décadas anteriores. Venezuela con una andanada de transformaciones intempestivas resultado de la torpeza del golpe que intentó derrocar al presidente Hugo Chávez, y que ahora le confirma de nuevo en el poder, reforzando al tiempo un caudillaje errático para la geopolítica de la región. Cuba y México rodeados por las paradójicas condiciones impuestas por un monarca sempiterno y un hijo adoptivo del neoliberalismo. Y Colombia expresando en este cuadro de contrastes quizás la corona de esta coyuntura, una guerra contra los civiles combinada con la ineptitud de conducción política de su clase dirigente. Lo que ocurre en Colombia en materia de encuestas electorales refleja una realidad concurrente para los demás países del área andina, la política está devaluada y los ciudadanos no se sienten representados por sus gobiernos (en una proporción de 2/3 en el ámbito mundial, según Naciones Unidas), tienen una pésima opinión de la honestidad y el sentido de servicio de los políticos y votan más en contra de lo que temen que a favor de lo que esperan. Una lectura epidérmica del voto anticipado por las encuestas deja ver que quienes respaldan a 3 Álvaro Uribe, en su mayoría, le cobran cuentas al gobierno Pastrana por su debilidad en los diálogos con la insurgencia, y a esta insurgencia su arrogante destrucción apocalíptica del país, amén de un estilo revolucionario de la era paleolítica. El voto de encuesta por Serpa, candidato liberal, es proyección psicológica del temor a una “guerra total” mas no convicción de partido. En realidad las convicciones políticas han dado paso al reino mágico de las encuestas y los medios masivos de opinión. UNA POLÍTICA INSURGENTE De nuevo Bordieu: Necesitamos oponernos a esta política de despolitización y desenpoderamiento. Para lo cual es necesario una política dialéctica de pensamiento y acción: una política capaz de dirigirse más allá del Estado-nación como compromiso con lo político y un movimiento social de conciencia crítica desde el Estado-nación2 En sus últimas intervenciones públicas el pensador francés predicaba la creciente incapacidad de las formas democráticas del Estadonación para representar a los ciudadanos a la vez en la gestión global (donde reside el poder) y en la preservación de lo local (donde vive la gente). Europa nos puede servir aquí de ilustración, especialmente Francia. La primera cosa pertinente es que la crisis de representación proviene a la vez del voto de protesta populista de derecha (una derecha heredera del jacobinismo), del desánimo de los ciudadanos con respecto a los partidos políticos tradicionales y del ascenso del voto alternativo de jóvenes de extrema ambigüedad. No se trata, como bien lo refiere Castells, de una derechización de la política, sino de una descomposición política del centro-derecha y del centro-izquierda, según países y coyunturas. En Francia, el frente nacional de Le Pen llegó a rozar el 15% del voto hace una década. El impacto actual de un incremento moderado de ese porcentaje en la elección se debe a dos factores. Por un lado, a la reforma de la elección presidencial, que permitió la expresión de un 2 "Practice, Politique, Modernism": Review of Pierre Bourdieu and Lois J.D. Wacquant, An Invitation to Reflexive Sociology, Chicago: University of Chicago Press, 1992, by J. L. Lemke, Postmodern Culture, 4 n.1, September, 1993. 4 voto de múltiples minorías, llevada a cabo por Miterrand, precisamente para facilitar a Le Pen que quitara votos a la derecha. Por otro lado, porque los mismos jóvenes (y menos jóvenes) que ahora se manifiestan en las calles contra Le Pen no estaban motivados para votar por la izquierda o prefirieron refugiarse en paraísos artificiales de la política. Y aquello que vale para las elecciones en Francia vale para el proceso electoral colombiano, el motivo de la crisis no es propiamente la derechización, sino aquello que Bordieu denominaba, la despolitización de los procesos sociales, deslegitimación de la política establecida. La concentración de las campañas electorales en los efímeros efectos de opinión en radio y televisión está llevando a una creciente devaluación de los debates de ideas, a la falta de argumentos sólidos frente a temas específicos. La amenaza y el miedo colectivo comprenden reacciones infortunadas de respaldo electoral sin criterios analíticos. Quien vota no sabe porqué lo hace pero sabe contra quien lo hace. No se separa el trigo de la cizaña y el destino político queda a merced de la abstención de los desanimados y la cooperación de violentos radicales. Escribe Jean Claude Kaufmann comentado el fenómeno que llevó a Le Pen a disputar con Chirac la presidencia de Francia: Arrastrados por las adhesiones contrarias, atraídos por las luces de la ciudad que los excluye socialmente, muchos jóvenes de los suburbios no encuentran otro recurso para afirmar su identidad que la violencia. Lógicamente los medios y el poder los toma en cuenta, pero los excluye silenciosamente. En secreto el 21 de abril estos jóvenes tomaron venganza. La franqueza universal es un arma peligrosa. ¿Qué hacer para escuchar su mensaje mientras se sabe lo difícil de su integración a los programas del gobierno? 3 LA DESCONFIANZA Si vamos de la esfera teórica al campo de las prácticas cotidianas de la política, vemos una audiencia que crece cada día más, gente hambrienta en las calles, trabajadores que marchan, obreros que reclaman, empleados y profesionales que protestan, niños que venden productos importados en los semáforos, un movimiento genérico mundial de la antiglobalización (o a favor de una globalización alternativa). En los orígenes de ese movimiento está el lema de la 3 Jean Claude Kaufmann, Le Monde, 25 de abril de 2002. 5 primera gran manifestación, la de Seattle en diciembre de 1999: “No a la globalización sin representación”. Lo que subyace al eslogan es una potente denuncia crítica contra quienes se han mostrado incapaces de racionalizar las respuestas a los problemas de política cotidiana. Aunque han sido democráticamente elegidos, los miembros de las instituciones estatales y paraestatales, han carecido del valor necesario para afrontar la defensa de los intereses comunes a la inmensa masa de los pobres, que son una mayoría. Bordieu mantiene presencia activa en América Latina por su enorme capacidad reflexiva para colocar los énfasis apropiados en los temas de política global. El más importante hoy sin duda, la desconfianza que tiene el ciudadano común contra los políticos y la política. Desconfianza que invade la conciencia de venezolanos, argentinos, ecuatorianos, mexicanos, brasileños o colombianos. ¿Y cómo se hace una campaña bajo el espectro de la desconfianza social? Respuesta: invocando los temas de seguridad. El político de oficio lo sabe, el candidato lo sabe y lo pregona. EL TEMA DE LA SEGURIDAD Si se habla de inseguridad personal, de delincuencia, de violencia, de pérdida de identidad nacional, de un trabajo en peligro y de una seguridad social sin futuro, de un mundo dominado por las multinacionales, de la vida alienada por la tecnología, de unos gobiernos dominados por burócratas arrogantes, de un imperialismo rampante y sin control de los Estados Unidos, de unos mercados financieros en donde nuestros ahorros se pueden evaporar sin saber por qué, de unos medios de opinión dominados por la basura ligtht, de unos políticos venales, serviles y mentirosos. Dice Bordieu: La política sólo tiene sentido si se logra hacer que se note su influencia –a ser posible positiva- en la vida de la población y si ofrece a esta perspectivas, opciones que pueda controlar. Ahora bien la crisis de nuestro tiempo es una crisis de desaliento, de sentimiento de que todo es inútil. Hay nuevas formas de acción capaz de reunir multitudes, en cuanto dan la impresión, aunque sean con razonamientos rápidos y a veces demasiado simples, de que se trata de influir en el curso de las cosas. Este no es el camino. Las acciones 6 resultantes de un pensamiento crítico deben ser consonantes con la inteligencia política4 Si así se habla, de todo como una amenaza latente para la vida cotidiana, sin salidas racionales ni razonables. La respuesta se descuelga en sentido contrario, mayor seguridad, vigilancia, autoridad, orden. La trilogía: “seguridad, orden y patria” renovada por una filosofía social impotente para decir otra cosa. El periódico Le Monde refería el caso Le Pen como una neurosis del totalitarismo comunitario contra toda expresión de libertad y cambio. Es una retorsión al absurdo. Bastaría como muestra los titulares que recorren hoy la opinión pública europea. “¿Qué pensar? ¿Qué hacer”, “La degradación democrática”, “No hay Pirineos”, “La herida”, escribe el director de Le Monde, Jean Marie Colombani”, “Dolor de Francia”, “Elecciones y tristezas”, “Nuevos Bárbaros” escribe Jean-Claude Kaufmann, director de investigaciones del Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales de Francia, “La hora del fascismo?” titula el acontecimiento Mario Vargas Llosa. Esta mezcla de miedo, confusión y resentimiento se convierte en el sucedáneo adecuado para ideologías radicales y expresiones anárquicas. El discurso se anuda con realidades turbulentas para facilitar la justificación de comportamientos extravagantes: desde el populismo del miedo hasta la versión ditirámbica. Escribe Bordieu: POLÍTICA MEDIÁTICA Los procesos electorales y la política han cambiado de referentes, en gran parte por fuerzas incontroladas, con los ideólogos del mercado como evangelizadores, el mercado y la tecnología como motores y la clase política montándose en todo lo que funcionara (o sea, les diera el poder) a partir de lo que les diera el marketing político, el verdadero corazón del sistema en la era de la información, según Manuel Castells. Algo ha sucedido entonces en la esfera de la política donde se ha entrado a dominios artificiales, sustitutos de los vínculos del ágora, de la palabra o del argumento. En lugar de estructurar una política inteligente con argumentos convincentes, tenemos mecanismos mercantiles de imagen, tono de voz, silueta, perfil, gravedad. Lo cursi. El político no se entiende con electores de carne y hueso sino con una cámara o un micrófono para la cual se crean toda suerte de rituales, asesores, publicistas, etcétera. La tecnología ha 4 Raisons pratiques. Sur la théorie de l'action, Paris, Éd. du Seuil, 1994. 7 cambiado la forma de hacer política. Lo simple ha dado paso a lo complejo sin que nadie entienda mucho de complejidad. Los medios de comunicación se han erigido en el espacio fundamental de la política, aquel en el que se forman opiniones y las decisiones de los ciudadanos. Con lo cual no decimos que se les atribuye el poder, pero se encargan de distribuirlo. Son coadministradores de la política. En Colombia no hay políticos que se pierdan las emisiones de Sánchez Cristo por la FM en espera de una oportunidad de audiencia. Así comprenden al ciudadano, el ciudadano es la audiencia o el televidente. Y a esto se reduce la política, a escuchar y ver chismes cotidianos en un país que se muere de hambre y que hoy tiene una de las más altas tasas de crimen en el mundo. No el país de verdad ni sus múltiples problemas. En la política cotidiana tenemos entonces una verdadera metafísica de lo mediático. Periodistas y políticos crean un mundo de ficción cuyos resultados son fatales para el ciudadano de carne y hueso. Escribe Bordieu: En un mundo dominado por el temor a ser aburrido y el afán de divertir a cualquier precio, la política está condenada a aparecer como un tema ingrato que se excluye en la medida de lo posible de las horas de gran audiencia, un espectáculo poco estimulante, incluso deprimente, y difícil de tratar, que hay que convertir en interesante. De ahí la tendencia que se observa en todas partes, tanto en Estados Unidos como Europa, a sacrificar cada vez más al editorialista y al reportero de investigación en beneficio del animador bufón, a sustituir la información, el análisis, la entrevista profunda, la discusión de expertos, el reportaje, por la mera diversión y, en particular, por las charlas intrascendentes de los talk shows entre interlocutores adictos e intercambiables 5 Algo que según las revistas y noticieros le funciona bien a un candidato. Las tres reglas: simplificación del mensaje, personalización de la política y énfasis en los mensajes negativos de desprestigio del adversario sobre los positivos que tienen poca credibilidad. Todo ello conduce a la política del escándalo como arma fundamental para acceder al poder, por eliminación del contrario, como sucedió hace cuatro años con Serpa Uribe y la sombra del elefante, o el impacto de la fotografía de Pastrana con Manuel Marulanda. El fenómeno golpista en Venezuela tiene una extensa y variada constelación de 5 Pierre Bordieu, Sobre la televisión, Barcelona, Anagrama, 1997. 8 efectos mediáticos. La práctica de la política con la denuncia y el escándalo se han ido convirtiendo para muchos en la mejor manera de escalar en prestigio electoral. Ganar más votos con más denuncias. Pero lo probable es que esto no reduzca efectivamente los graves niveles de corrupción en nuestros países. DECADENCIA Los partidos y las campañas presidenciales han hecho de las denuncias de corrupción un arma favorita. Ocasionalmente confundiendo además los efectos de corrupción y violencia, para generar mayor impacto en la audiencia. Con lo cual no tenemos sólo un factor de crisis política proveniente del vacío de contenidos, sino también estratagemas y falacias en el orden discursivo. El resultado salta a la vista, los ciudadanos adoptan un comportamiento desconfiado con la política al identificarla con lo corrupto, y de paso con lo violento. Y los medios de opinión administran un mercado de truculentos informes sobre las faltas de cada político, su vida familiar, su pasado, sus tendencias sexuales, su religión, sus aberraciones. Política rosa. Como afirma Castells, asistimos a una decadencia sin parangón de lo político en momentos de mayor complejidad política y cuando los ciudadanos se sienten más confundidos y desprotegidos por la globalización incontrolada de sus vidas. De ahí surge la búsqueda ansiosa, la protesta refleja, el grito basta. Y en ese mundo de búsqueda y confusión proliferan movimientos alternativos y demagogos populistas, sin que a veces sepamos quienes son unos y otros hasta un día después. 9