DIOS Y EL POEMA Dios escapo lo antes que puedo del poema por si sale mal por si la región de sombras es más extensa que la luz de la mañana claro que rezo por supuesto que invoco pero a veces son demasiadas voces las que discurren por mi garganta como ríos impetuosos arrastran gruesos troncos extraños artefactos entre animales muertos pétalos de grandes flores carnosas labios encendidos de deseo Dios invoco la paz o la esperanza y al poema le nacen inquietantes cartílagos de lamias y nereidas rezo en la noche a los pies del Universo mientras escucho sobrecogida tu risa divina escapo lejos muy lejos con estas extremidades de palmípeda para alcanzar las aguas inmensamente profundas y me sumerjo y me deslizo y me entretengo hasta quedar limpia. Marina Aoiz Monreal (Inédito)