Documento descargado de http://www.elsevier.es el 21/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Med Clin (Barc). 2014;142(Supl 1):1-2 MEDICINA CLINICA www.elsevier.es/medicinaclinica Insuficiencia cardíaca aguda. ¿Tenemos por fin una verdadera oportunidad de mejorar el pronóstico? Francesc Formigaa,* y Luis Manzano Espinozab a Programa de Geriatría, Servicio de Medicina Interna, Hospital Universitari de Bellvitge, IDIBELL, L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, España Unidad de Insuficiencia y Riesgo Vascular, Servicio de Medicina Interna, Hospital Universitario Ramón y Cajal, Universidad de Alcalá, Alcalá de Henares, Madrid, España b La insuficiencia cardíaca (IC) aguda es el término utilizado para describir una situación en la que se produce un cambio rápido en los síntomas y signos de IC por disfunción ventricular izquierda. Puede suceder como descompensación de una IC crónica o como un primer episodio1. Se trata de una patología muy frecuente, con una importante morbimortalidad que justifica el amplio abordaje que se realiza en este monográfico. En nuestro país se producen alrededor de 100.000 hospitalizaciones anuales por IC aguda, con cifras progresivamente crecientes y con un importante porcentaje de las urgencias hospitalarias relacionadas con IC aguda2. Intentar conocer los posibles factores desencadenantes de un episodio de IC aguda es un reto para todos los profesionales que participan en el manejo de la IC aguda, cuyo control es crucial para evitar futuras descompensaciones. Además, muchos de estos factores tienen relación con el pronóstico3,4. El edema agudo de pulmón y el shock cardiogénico son 2 de las formas principales de presentación de esta enfermedad. Ambos cuadros son graves, con alta mortalidad, y requieren un diagnóstico precoz y un manejo urgente y agresivo. Por tanto hay que conocer bien los mecanismos fisiopatológicos y las características clínicas de ambas expresiones clínicas de la IC aguda5,6. El diagnóstico de la IC aguda es en muchas ocasiones difícil, especialmente en los pacientes de edad avanzada, por la inespecificidad de la semiología y la coincidencia de comorbilidades. La identificación precisa de la IC aguda se apoya, además de en la clínica, en biomarcadores y en el ecocardiograma7,8. Una línea prometedora es el uso de combinaciones de biomarcadores para predecir, de una forma más precisa, tanto el diagnóstico como el pronóstico de la IC aguda. En los frecuentes episodios de agudización de los pacientes con IC puede ocurrir una afectación orgánica que afecte a diversos órganos, siendo el riñón el que juega, posiblemente, un papel más importante9. La coexistencia en la afectación de ambos órganos, corazón y riñón, sea cual sea el inicialmente involucrado y sea cual sea el estadio evolutivo de su disfunción, es lo que en los últimos años se ha denominado síndrome cardiorrenal10. En esta monografía, Casado y Pérez Calvo9 realizan una revisión con una visión general de dicho síndrome y repasan los mecanismos fisiopatológicos involucrados, con especial énfasis en el papel de la congestión visceral. Una de las herramientas que más nos ha permitido mejorar el diagnóstico de la IC aguda es la realización de la ecocardiografía clínica básica como un método diagnóstico rápido, no invasivo y seguro, realizado a la cabe- *Autor para correspondencia. Correo electrónico: fformiga@bellvitgehospital.cat (F. Formiga). 0025/7753$ - see front matter © 2014 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados cera del paciente por médicos clínicos no necesariamente especialistas en cardiología. Sin duda proporciona una información útil acerca de la anatomía cardíaca, con estimación de los volúmenes y diámetros, la presencia o no de derrame pericárdico, la visualización del movimiento de las paredes ventriculares y la función valvular11. La medida más práctica de la función ventricular para distinguir entre los pacientes con disfunción sistólica y los pacientes con función sistólica conservada es la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, que puede estimarse de forma aproximativa. La ecocardiografía clínica básica es perfectamente compatible con la realización posterior de una ecocardiografía experta por personal altamente cualificado11. Respecto al tratamiento, es evidente que la mayoría de pacientes con IC aguda suelen tener sobrecarga de volumen, por lo que el tratamiento diurético es una de las medidas terapéuticas fundamentales para intentar estabilizar a estos pacientes12. A pesar de su amplio uso hay pocas evidencias que provengan de ensayos clínicos aleatorizados sobre el tratamiento diurético en la IC, lo que provoca la extensa revisión de Trullàs et al12. Los diuréticos de asa son los más utilizados, en especial furosemida por vía intravenosa, pero todavía se investiga sobre cuál es la dosis adecuada y la mejor forma de administración13. En algunas ocasiones, los diuréticos tiacídicos o los inhibidores de la aldosterona también pueden ser útiles utilizados de forma sinérgica con los diuréticos de asa. Durante el tratamiento diurético, además de monitorizar los signos y síntomas de congestión, es básico realizar controles de la función renal y la concentración sérica y urinaria del Na y K12. El frecuente desarrollo de resistencia a diuréticos de asa, asociado a empeoramiento de la función renal durante el tratamiento de la IC aguda, ha promovido la búsqueda de alternativas eficaces y seguras al tratamiento diurético convencional14. Sin embargo, como nos reportan en su revisión Morales et al14, actualmente ninguna de ellas satisface plenamente los objetivos de seguridad y eficacia a un coste razonable. Estamos a la espera de futuros ensayos clínicos que nos aclaren estas controversias o protocolos de uso en situaciones específicas, como el tolvaptán en pacientes en que además hay hiponatremia15. En ocasiones, en los pacientes con IC aguda será necesario el uso de fármacos vasoactivos e inotrópicos, que pueden proporcionar un efecto beneficioso sintomático y hemodinámico a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo su uso puede aumentar la mortalidad, por lo que debe estar restringido a las indicaciones expuestas en las guías de práctica clínica16. Además de las medidas farmacológicas es esencial garantizar un aporte adecuado de oxígeno, que se podrá aplicar en determinados casos graves en forma de ventilación mecánica. La ventilación mecánica no invasiva surge en los últimos años como un método que trata de mejorar la Documento descargado de http://www.elsevier.es el 21/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 2 F. Formiga et al / Med Clin (Barc). 2014;142(Supl 1):1-2 oxigenación evitando la intubación y consiguiendo con ello, teóricamente, mejores resultados en la morbimortalidad de estos pacientes17. El pronóstico de la IC aguda empeora considerablemente ante la presencia de algunas comorbilidades, entre las más destacadas la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la anemia18. Los pacientes diabéticos tienen mayor probabilidad de desarrollar clínica de IC, y tanto el tratamiento de la diabetes como el de la IC aguda se ven alterados ante la coexistencia de ambas entidades19. La interrelación entre EPOC e IC aguda dificulta la fase diagnóstica al compartir síntomas, signos y estudios complementarios20. Su tratamiento también se ve modulado por la presencia de la EPOC. Por otra parte, la anemia a menudo es la causa directa de la descompensación de la IC, siendo la ferropenia la etiología más frecuente21. Las terapias de reposición de hierro, concretamente la disposición de preparados de administración intravenosa, han contribuido a mejorar el pronóstico de la IC aguda22. Es en este panorama donde los resultados positivos conseguidos en los estudios con serelaxina23 han creado fundadas expectativas de un claro avance en el tratamiento sintomático y en el pronóstico de los pacientes con IC aguda. En esta revisión, Chivite et al24 analizan algunos de los mecanismos de acción de la serelaxina, como el efecto de mejoría de la sobrecarga cardíaca mediante la vasodilatación renal y mesentérica, y así la reducción de la resistencia vascular sistémica disminuye la poscarga y mejora la congestión venosa, reduciendo la precarga y favoreciendo la perfusión renal y el filtrado glomerular. Además, la serelaxina consigue la preservación celular y la reducción del remodelado patológico del miocardio. Estos mecanismos pueden justificar los impactantes resultados del estudio RELAX, en que con una intervención durante 48 h se consigue mantener evidencia de su efectividad 6 meses después23. El efecto organoprotector, la excelente tolerabilidad y los resultados de morbimortalidad hacen que, como se comenta en el título de este editorial, estemos por fin frente a una oportunidad de mejorar el pronóstico de la IC aguda. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía 1. Formiga F, Chivite D, Solé A, Manito N, Ramon JM, Pujol R. Functional outcomes of elderly patients after the first hospital admission for decompensated heart failure (HF). A prospective study. Arch Gerontol Geriatr. 2006;43:175-85. 2. Montes Santiago J, Arévalo Lorido JC, Cerqueiro González JM. Epidemiología de la insuficiencia cardíaca aguda. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:3-8. 3. Formiga F, Chivite D, Manito N, Casas S, Llopis F, Pujol R. Hospitalization due to acute heart failure. Role of the precipitating factors. Int J Cardiol. 2007;120:237-41. 4. Aramburu Bodas O, Alicia Conde A, Salamanca Bautista P. Insuficiencia cardíca aguda: factores desencadenantes y prevención. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:9-13. 5. Pérez-Calvo JI, Montero-Pérez-Barquero M, Camafort-Babkowski M, ContheGutiérrez P, Formiga F, Aramburu-Bodas O, et al; RICA Investigators. Influence of admission blood pressure on mortality in patients with acute decompensated heart failure. QJM. 2011;104:325-33. 6. Sánchez Marteles M, Urrutia A. Formas de presentación de insuficiencia cardíaca aguda: edema agudo de pulmón y shock cardiogénico. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:14-9. 7. Ahmad T, Fiuzat M, Felker GM, O’Connor C. Novel biomarkers in chronic heart failure. Nat Rev Cardiol. 2012;9:347-59. 8. Ruiz Ortega RA, Manzano L, Montero-Pérez-Barquero M. Diagnóstico de la insuficiencia cardiaca aguda y relevancia de los biomarcadores en pacientes de edad avanzada. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:20-5. 9. Casado Cerrada J, Pérez Calvo JI. Daño orgánico y síndrome cardiorrenal en la insuficiencia cardíaca aguda. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:26-31. 10. Ronco C, Haapio M, House AA, Anavekar N, Bellomo R. Cardiorenal syndrome. J Am Coll Cardiol. 2008;52:1527-37. 11. Conthe P, Cepeda JM. Posibilidades de la ecocardiografía clínica ante el paciente con insuficiencia cardíaca: algunos ejemplos extraídos de la práctica clínica. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:32-5. 12. Trullàs JC, Morales-Rull JL, Formiga F. Tratamiento con diuréticos en la insuficiencia cardíaca aguda. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:36-41. 13. Felker GM, Lee KL, Bull DA, Redfield MM, Stevenson LW, Goldsmith SR, et al. Diuretic strategies in patients with acute decompensated heart failure. N Engl J Med. 2011;364:797-805. 14. Morales-Rull JL, Trullàs JC, Formiga F. Alternativas al tratamiento diurético convencional en insuficiencia cardíaca. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:42-8. 15. Hauptman PJ, Burnett J, Gheorghiade M, Grinfeld L, Konstam MA, Kostic D, et al; Everest Investigators. Clinical course of patients with hyponatremia and decompensated systolic heart failure and the effect of vasopressin receptor antagonism with tolvaptan. J Card Fail. 2013;19:390-7. 16. Ruiz-Laiglesia FJ, Camafort-Babkowski M. Fármacos vasoactivos e inotrópicos en la insuficiencia cardíaca aguda. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:49-54. 17. Megido JA, González Franco A. Ventilación mecánica no invasiva en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca aguda. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:55-8. 18. Carrasco Sánchez FJ, Recio Iglesias J, Grau Amorós J. Tratamiento complementario de la insuficiencia cardíaca aguda en el paciente con diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o anemia. Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:59-65. 19. Dungan KM, Binkley P, Nagaraja HN, Schuster D, Osei K. The effect of glycaemic control and glycaemic variability on mortality in patients hospitalized with congestive heart failure. Diabetes Metab Res Rev. 2011;27:85-93. 20. Recio-Iglesias J, Grau-Amorós J, Formiga F, Camafort-Babkowski M, Trullàs-Vila JC, Rodríguez A; en nombre de los investigadores del Grupo para el Estudio y Significado de la Anemia en la Insuficiencia Cardíaca (GESAIC). Chronic obstructive pulmonary disease on inpatients with heart failure. GESAIC study results. Med Clin (Barc). 2010;134:427-32. 21. Formiga F, Chivite D, Castaner O, Manito N, Ramon JM, Pujol R. Anemia in newonset congestive heart failure inpatients admitted for acute decompensation. Eur J Intern Med. 2006;17:179-84. 22. Grau-Amorós J, Formiga F, Aramburu O, Recio-Iglesias J, Trullàs JC, Urrutia A. Anemia in heart failure: its usefulness as prognosis or comorbidity marker: GESAIC-2 study. Med Clin (Barc). 2012;138:656-9. 23. Teerlink JR, Cotter G, Davison BA, Felker GM, Filippatos G, Greenberg BH, et al; RELAXin in Acute Heart Failure (RELAX-AHF) Investigators. Serelaxin, recombinant human relaxin-2, for treatment of acute heart failure (RELAX-AHF): a randomised, placebo-controlled trial. Lancet. 2013;381:29-39. 24. Chivite D, Formiga F, Corbella X. Tratamiento organoprotector. ¿Un nuevo tratamiento a incorporar en la insuficiencia cardíaca aguda? Med Clin (Barc). 2014;142 Supl 1:66-71.