Sobre la cali(jad de los escritos médicos M. Puli'do Miembro del American Medical Writers Association y del Council of Biology Editors Aquellos para los cuales la escritura forma parte de su El examen de los escritos que se publican en la literatura médica. considerados como clase o categoría. sustento (novelistas, historiadores, periodistas, etc.) pone de manifiesto la baja calidad literaria de los misnecesariamente tienen que aprender a redactar con mos. Independientemente del contexto científico. corrección si aspiran al éxito profesional, pero este orientación particular de la revista, idioma y lugar de mero requisito no parece aplicarse para quienes asipublicación. un sinfín de críticas han resaltado. entre duamente se erigen en firmantes de textos cientíotros, algunos de los defectos que los caracterizan: la ficos. En parte, la extraordinaria prolijidad de las revistas monotonía, ampulosidad, jerga, expresión tosca y falta ale claridad l. Como corolario, un 25 % de las médicas ha determinado que su apetito colectivo sea objeciones de los revisores son debidas a la incominsaciable y que en la práctica, cualquier artículo méprensión, o lo que es lo mismo, a la incapacidad de dico halle un lugar de publicación. Para el profano, los autores para comunicar adecuadamente por escrilas revistas de alto estándar pueden resultar un tanto to las 'características y resultados de un determinado fastidiosas por su insistencia en la combinación de estudio científico. Con frecuencia los conceptos cenuna información científicamente válida y una calidad trales y las ideas sobresalientes son ininteligibles, literaria razonablemente aceptable. Algunas revistas porque no se supieron elegir las palabras adecuadas, de gran prestigio y amplia circulación vienen dedicanconstruir frases lógicas o agruparlas en párrafos cohe- -.sJo, desde hace años, editoriales y artículos especiales rente~ para crear un escrito lúcido y brillante. al respect02-6. Bajo otra perspectiva, las normas --de El eje del problema radica en que muchos médicos no Vancouver han establecido un criterio uniforme en la saben que deben escribir mejor. manera de presentar los originales. En un orden jerárLa destreza para escribir es un arte menospreciado en quico descendente, aquellas revistas menos distinel am'biente altamente tecnificado donde trabajan los guidas que tienen una demanda de artículos igualo médicos de hoy y en el cual sólo parece trascendente superior a la oferta, muestran un grado nulo de exicomulnicar información sofisticada y compleja. Tamgencia de artículos bien escritos. Así, pues, ¿por qué bién" la novedad y el encanto de los útiles electróniel médico debe esforzarse en mejorar su composición, cos ~ontribuyen a ensombrecer la validez de una cuando sin este particular empeño logra fácilmente que se publique su artículo? buena escritura como modelo primario de comunicaEs evidente que pocos afortunados están dotados de ción biomédica. genio literario, pero para la inmensa mayoría la conseLos médicos-escritores sostienen, además, que «el cución de un nivel de sintaxis adecuado se fundamentema. puede divorciarse sin perjuicio de «la forma.. ta en el aprendizaje. Para muchos médicos, una vez de manera que existiendo un asunto sustancial, el más, el logro de ese objetivo relativamente sencillo, modG como éste se transcriba tiene poca importancia. Sé perfila como un obstáculo casi insuperable. Mucmos facultativos. a 1" Si.:':";r:,ac;-:;:..¡riar1la clarida: Nuestra educación preuniversitaria, polarizada hacia (a ve~es sinónimo de objetividad) como único requeri. las ciencias exactas y naturales. ofrece pocas oportumier]tc formal para un escrito literariamente oportunidades para operar con ideas o jugar-con palabras, y no. A todas luces es fácil discrepar de esta opinión y menos aún, para ensayos humanísticos. En la faculun fiel aristotélico, por ejemplo. postularía enérgicatad de medicina los exámenes son del tipo de resmente la inseparabilidad del fondo y de la forma. La puestas múltjples, y pocas veces existe la posibilidad clari!:jad no puede representar. pues, una virtud aislade desarrollar un tema por escrito. Durante los años da. sino que se entremezcla con varios otros aspectos de formación clínica, las historias se garabatean apricualitativos. inherentes a un supuesto buen escrito. sa, adornándose con copiosas abreviaturas, expresioCorrespondencia Dra. Marta Pulido. VíaAugusta. 137.08021 Barcelona nes clisé y característica jerigonza por abuso del lenguaje técnico. Más tarde, durante el ejercicio de la Manuscrito recibido el 15-4-1985. profesión, la falta de tiempo obliga a escribir apresuMeá C/ln (Ba,,) 1985; 85: 276-278 276 M. PULIOO.- SOBRE LA CALIDAD DE LOS ESCRITOSMEDICOS posee el posible lector? ¿De qué manera se le puede "adamente, sin espacio para releer, volver a 'Considemotivar para que lea todo cuanto se intenta escribir? 3r o corregir (estos últimos, procE~soSindispensables ¿De cuánto tiempo dispone? ¿Cómo se pueden extra,:¡ara una perfecta gr~fía). A mayor abundamiento, los polar los resultados para interesar de forma indivimodelos asiduos de lectura del médico en general, son libros y artículos científicos dE! la especialidad. El dual? interesado en aprender a escribir está obligado a seCriterio 4. Seleccionar y emplear las palabras leccionar literatura de calidad (ensayos, de ficción, poesía...) y en~nces, su lectura perseverante actúa cuidadosamente como un proceso de psmosis, por el cual, imperceptiLa simplificación es la clave para lograr una comuniblemente, las técnic~s de sintaxis de! escritor experto cación rápida y efectiva; en este sentido, los estudios llegan a formar parte intrínseca de la pericia gramatisobre la calidad legible de los textos científicos, decal del lector. Sin elmbargo, el médico, ¿dónde enmuestran que los escritos consiguen el nivel óptimo cuentra horas para ; ste adiestramiento, si con frede comunicación cuando se hallan justo debajo del cuencia sólo tiene ti mpo para leer los resúmenes de grado de comprensión del lectorll. los artículos que ver aderamente le interesan? Concretamente, la sencillez se logra usando palabras Como contraposiciónl a esta problemática, la necesa-naaifUSión--dna~r9pia corrientes en lugar de extravagantes. cortas en lugar experiencia, la competitivide largas, y no técnicas en lugar de técnicas. Para dad del ambiente hi Pitalario y-la consideración del estas consultas el diccionario es una pieza insustinúmero de pubJicaci nes (en vez de la calidad) en la puntuación del curn ulum, son algunos factores insoslayables que oblilgan al médico a tener que esr ., ir. ¿'t:ri qué se diferencila un buen escrito de uno malo? Es probable qu~ ninguna respuesta pueda satisfacer plenamente, ya que fa bondad es siempre una cualidad subjetiva. Aunq~e parte de la excelencia proviene de la ausencia de erlrores y del respeto de las reglas gramatica1es, esta qorrección no es, por sí misma, una garantía. El pr ~ ÓSito básico del texto científico es comunicar infor ación y no exhibir innovaciones literarias. Algunos at ibutos del éxito consisten en escribir de forma con isa, directa y precisa7-1O. Los cinco criterios que iguen a continuación son útiles para alcanzar este ptopósito y mejorar la calidad del escrito médico, sien~o, asimismo, aplicables a documentos diversos tale$ como: informes, cartas, proyectos, memorias, resúmenos o manuscritos para publicación en libros y reyistas. yCriterio para quién 1. Conocer se l escr be ' propósito, por qué t 'punto esencial y de sentido común. pasa desap~ibido con much frecuencia y como resultado la no llega clara y directafinalidad real de un~ i asunto mente al lector. Es onveniente que uno escriba en una frase simple el mensaje que desea transmitir. cerciorándose poste iormente de que está allí, danóo cuc.~-.- S...~'..". ~-~ I--t"" C Criterio 2. Organiza~las ideas El lector atento disclierne con sorprendente facilidad si la línea de pensarrl.iento del escrito es ilógica o está incompleta. Para asfgurar la coherencia es recomendable escribir un estpozo, asegurándose que contiene las partes esenciale$ que luego hay que desarrollar. Criterio 3. Ponerse en la posición del lector Esto quiere decir h~berse contestado de antemano ciertas cuestiones. ¿Qué cantidad de información ya 291 tuible. Criterio 5. Corregir el escrito El primer intento nunca suele ser completamente válido; todos los buenos escritores revisan su trabajo varias veces, mejorando párrafos oscuros, construcciones defectuosas, buscando sinónimos más apropiados, cambiando el orden de los párrafos o inserta;')do frases superiores. Cuando uno mismo no es lo suficientemente crítico con sus propios escritos, disponer de la opinión honesta de alguien, cuyo juicio se respe:- ta, es altamente provechoso. La necesidad de mejorar la calidad de los escritos científicos reside en la progresiva rigidez y exigenciadel médico-lector. Diariamente cientos de artículos compiten en las páginas de las revistas médicas. pe"o sólo una pequeña fracción de los mismos conseguirán ser leídos en su totalidad, y de'este modo, haber logrado la transmisión efectiva de su mensaje. Durante un período de 10 años. las listas del Medline incluían 16.000 referencias sobre hepatitis víricaj el estudio de la bibliografía consultada en 40 artículos de revisión, preparados por expertos en este área, y también citados en Medline, evidenciaba que sólo contenían 575 citas de las 16.000 disponibles12. ¿Qué había ocurrido con las 15.425 restantes? Obviamente la revista donde aparecieron publicados los 575 artículos privilegiados, fue un factor decisivo en su difusión13. La presentación de textos bien escritos se vislumbra. una vez más, como reclamo impe:-ioso a ia hora de aspirar a revistas mayores. Estas, por su parte, compensan el esfuerzo del médico-escritor manteniendo ininterrumpidamente un alto estándar, lo que afianza y aumenta el volumen de médicos-lectores, asegurando en esta cadena la máxima difusión del contenido científico de los artículos. Existe un editorial clásico del JAMA1~ acerca de los consejos que Polonius. un profesor de medicina, le da a su querido discípulo Laertes cuando éste parte para especializarse en otro centro; el texto (en verso, de una obra de Shakespeare) menciona, uno a uno, los atributos de una buena escritura. Entre nosotros, el 277 Dr. Gregorio Marañón reproduce la figura de Polonius, con SL/máxima: -de entre todos los talentos secundarios. la habilidad para escribir es el más útil y provechosoen Medicina». BIBLIOGRAFIA -r:~ng LS, Roland CG. Scientific writlng Chicago: American Medical Associatlon, 1968; 1.5. 2 Better medical writlng (editorial) Sr Med J 1975; 2: 56. 3. Better medical writlng (editorial). Br Med J 1975: 2: 194. 4. 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