Con Rubén siempre en el recuerdo

Anuncio
RUBÉN
Con Rubén
siempre en el recuerdo
Un derrame cerebral se lo llevó el 7 de octubre. Su madre
quiso brindarle un homenaje vistiéndolo con la equipación
blanquiazul en ese ‘último viaje’
Era deportivista hasta la médula y, a pesar de haber nacido en Huesca y de tener su vida allí, Rubén Lasierra
Trincado no se perdía ni un sólo detalle de la actualidad
del club coruñés. Su madre, Sonia Trincado, es coruñesa,
pero por motivos laborales tuvo que abandonar la ciudad
y trasladarse a Graus, en Huesca. Su familia continúa
viviendo en la ciudad herculina y, cada verano, Rubén
aprovechaba para visitar a sus abuelos y tíos en A Coruña y, de paso, tener un poco más cerca al Depor. Su tío
y padrino, Roberto Trincado, es miembro de los Riazor
Blues y fue quien más le inculcó la pasión por el cuadro
blanquiazul desde su nacimiento.
El pequeño de diez años tenía todo un camino por delante, pero a veces la vida da golpes que cuesta mucho entender. En la mañana del pasado 5 de octubre, sufrió un
derrame cerebral y falleció a los dos días. Fue repentino.
Un mazazo durísimo para su familia. Rubén nunca antes
había tenido molestias. “Un domingo por la mañana,
estaba con el ordenador en casa y se empezó a encontrar
mal, a dolerle la cabeza, empezó a gritar y a decir que no
veía”, explica Roberto Trincado.
Sobreponerse a un golpe como ese es prácticamente imposible y, en medio de la desesperación que le provocó la
pérdida de su hijo, su madre, Sonia Trincado, quiso brindar a su pequeño la mejor despedida. Decidió que Rubén
emprendiese su ‘último viaje’ vestido con una equipación
del Deportivo que llevaba estampadas las firmas de todos
los jugadores y con la bufanda blanquiazul en el cuello.
Además, en el ataúd incluyó también su libreta repleta
de los autógrafos de los deportivistas. Fue el emotivo homenaje de una madre, que quiso dar un último regalo a
su hijo.
Tras el fallecimiento de Rubén, sus padres decidieron donar sus órganos porque ese era el deseo de su pequeño.
A pesar de que tan sólo tenía diez años, ya había tomado
esa decisión. “Después de haber visto en televisión historias sobre las donaciones, él siempre decía: ‘si un día
me muero, quiero donar mis órganos porque quiero salvar
vidas”, explica su padrino.
El consuelo que le queda a la familia de Rubén es que su
muerte logró ayudar a seis personas. “Menos el corazón,
que lo tenía dañado por el paro cardíaco, consiguieron
donar el resto de los órganos y es el consuelo que queda.
Sabes que ayudó a otros niños a salir adelante”, comenta
Marta Trincado.
AFICIONADO HASTA LA MÉDULA
La afición que tenía era tal, que llegó a
‘convertir’ al deportivismo a varios amigos
suyos
ROBERTO TRINCADO
Su padrino es miembro de los Riazor Blues
y fue quien le inculcó a Rubén el amor por
el Deportivo
ORGULLOSO DE SALIR CON COLOCCINI. En una de los partidos a los
que asistió en el estadio de Riazor, Rubén Lasierra aprovechó para vestirse
con el uniforme deportivista de pies a cabeza y hacerse la foto con el once
inicial. “Le encantaba esa fotografía porque Coloccini ponía el brazo sobre
él”, explica su tía Marta Trincado.
Descargar