Salvatore Licitra OBITUARIO (1968-2011) In memoriam Por Gamaliel Ruiz E The Debut The Man Who Cried l pasado 5 de septiembre el mundo de la ópera contemporánea perdió a uno de sus intérpretes predilectos: el tenor suizo Salvatore Licitra, poseedor de una de las voces más hermosas y fascinantes que se han escuchado en el olimpo de la lírica. Licitra murió en el hospital Garibaldi de Catania, Italia, luego de varios días en coma debido a un terrible accidente acontecido una semana antes mientras el cantante manejaba su motocicleta Scooter en la ciudad de Módica, cercana a Ragusa, Sicilia. El doctor Sergio Pintaudi indicó que Salvatore tuvo un derrame cerebral que le hizo perder el control del vehículo. La caída provocó severos golpes en su cabeza y pecho. A pesar de la cuidadosa atención médica, el tenor sucumbió a la edad de 43 años, en el momento en que su carrera continuaba fructífera, dejando detrás numerosos compromisos en los más importantes escenarios. Salvatore Licitra Salvatore fue un artista muy querido por el público y sus colegas, quienes continuamente elogiábamos no sólo su depurada técnica y musicalidad sino también su carisma y afectuoso compañerismo. Realizó sus estudios en Parma donde debutó en 1998 en el célebre Teatro Regio interpretando el rol de Riccardo en Un ballo in maschera. Ese mismo año inauguró la temporada de la Arena de Verona. Su debut en La Scala de Milán fue al año siguiente con el maestro Riccardo Muti en La forza del destino. En 2002 sustituyó a Luciano Pavarotti en el Met de Nueva York en Tosca, con resultados muy favorables. Duetto Su voz siempre estuvo orientada hacia los roles de tenor spinto y dramático como Canio, Calaf, Pollione y Ernani, entre otros. Durante su carrera cantó en la mayoría de las compañías más importantes del orbe. Yo tuve la suerte de escucharle en uno de sus múltiples roles emblemáticos: Radamès en Aida. Fue en una fría noche invernal de 2004 en la Opera Lírica de Chicago; el joven tenor estuvo acompañado por Indra Thomas en el rol titular y Carlo Guelfi fue Amosnasro, bajo la dirección de Sir Andrew Davis. La voz de Licitra llenó de hermoso sonido el gran teatro, desde una ‘Celeste Aida’ coronada por un sublime agudo filado hasta el prodigioso dúo final que cerró la triunfal velada. Charlé con él y con la mayor humildad me compartió su admiración por las óperas del Verdi maduro. De su valiosa discografía destaca, en mi opinión, Il trovatore que dirigió el maestro Riccardo Muti en vivo en La Scala (Sony Classical, 2000), el album Duetto en que Licitra y Marcelo Álvarez comparten arias y canciones, su disco compacto The Debut y la banda sonora de la película The Man Who Cried (en la cual el tenor interpreta sutilmente tres versiones del aria de Nadir de Les pêcheurs de perles), arias y canciones italianas y un tema en yiddish. El sello BelAir Classiques ya ha comenzado a distribuir en DVD Blu-Ray la producción de Turandot acontecida en el escenario de la Arena de Verona el año pasado y en la que Licitra es acompañado por la soprano Maria Guleghina y el director Giuliano Carella. La impresionante voz de Salvatore Licitra permanecerá siempre en la memoria de sus admiradores, familiares y amigos. Un espléndido cantante y ser humano. Inolvidable Salvatore. o noviembre-diciembre 2011 pro ópera