NINOTS MIRONIANS Joan Miró había colaborado con Joan Baixas y el Teatre de la Claca en la realización de los Ninots de la obra “Mori el Merma” que se estrenó en Barcelona en el Teatre Liceu el junio de 1978. Con motivo del “Centenario Miró” (1993) propusimos a Joan Baixas reproducir algunos de estos Ninots. Al igual que los de “Mori el Merma”, éstos también parten de aquel mundo de Ubú (de Alfred Jarry), que tanto quería Miró. Ubú es la imagen de un dictador odioso e histérico, pasado por el filtro de Miró, quien quería que aquel conjunto tuviera un aire divertido y festivo. Finalmente y partiendo de la serie de Miró “L’enfance d’Ubú”, se hicieron seis Ninots con la colaboración de los expertos artesanos Alfred Casas y Martí Doy (julio de 1993). Hay dos grandes (el Gegant y la Geganta) y cuatro pequeños: el Gall, l’Òliba, el Titolot, el Mosquit, la Formiga y la Carabassa; éste último es el único que se repite exactamente respecto a los de “Mori el Merma”. El Gegant es el gallo; va vestido de tierra y representa el día. La Geganta es la lechuza, que va vestida de azul y simboliza la noche. Los cuatro cabezudos tanto pueden ser mozos traviesos, como insectos malignos, seres vegetales o criaturas del sueño. En la decoración de los Ninots participaron niños y niñas de Mont-roig, los cuales con su actitud espontánea pintaron las formas con la tierra roja que da nombre al pueblo. La idea original de Miró de que los Ninots fueran los elementos de un pasacalle, se ha hecho realidad en Mont-roig. A menudo salen en las principales fiestas del pueblo y también hacen alguna salida a otros pueblos o ciudades. Cuando descansan, lo hacen en el Centre Miró, como vigilando el espíritu mágico que se engendra de la conjunción Miró / Mont-roig. LOS “NINOTS MIRONIANS” SERAN DESTRUIDOS Un camión del Ayuntamiento con una orden de trabajo firmada por el alcalde, Fran Morancho, se los llevó el jueves 28 de abril. Se nos comunicó que era una petición de la familia Miró. Anteriormente, junio de 2008, ya hicieron un intento pidiendo su destrucción. Entonces, Miquel Anguera i Brú, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento (y alcalde cuando fue posible la creación del Centre Miró, el 2004), pudo parar aquella petición con el argumento que los “Ninots mironians” se habían creado formando parte del “Centenario Miró” (1993), que habían recibido el permiso de la hija del pintor, M. Dolors Miró y que constaban en el libre de actos del Centenario elaborado por el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya. Eren el resultado de un trabajo de Joan Baixas, Alfred Casas i Martí Doy, más los niños y niñas de Mont-roig que los pintaron en el patio de la escuela en julio de 1993 en una acción que, sin ninguna duda, hubiera entusiasmado a Miró, y que, ahora, ya forman parte del patrimonio y la cultura popular de Mont-roig. ¿Todo esto se quiere destruir?”