Historia La Guerra de Sucesión (1700 - 1713) Portocarrero Felipe V Archiduque Carlos Carlos II era hijo de Felipe IV y de su segunda esposa Ana María de Austria. Nació el 6 de noviembre de 1661, siempre fue un niño débil y enfermizo que sobrevivió a duras penas a una infancia de continuas dolencias. Moría el 21 de noviembre de 1700. Rey de España desde el 17 de septiembre de 1665. En agosto de 1679 se casó con María Luisa de Orleáns, sobrina de Luis XIV. María Luisa de Orleáns moría en 1869. La enfermedad de Carlos II, ante la falta de descendencia, se convertía en un problema acuciante tanto en España como en las cortes europeas. Diez días después de la muerte de María Luisa, el Consejo de Estado instó a Carlos II a volver a casarse con carácter de urgencia. En marzo de 1689, se acordó el matrimonio del rey con la princesa María Ana de Neoburgo, de la casa de Austria. La llegada de María Ana de Neoburgo ocupó un lugar central en los acontecimientos políticos, se conseguía un acercamiento al imperio austríaco y un nuevo deterioro con las relaciones francesas. Ante la improbabilidad de que naciera un hijo de Carlos II, en septiembre de 1698 aprovechando una enfermedad de los reyes, el cardenal Portocarrero consiguió que Carlos II designara como heredero a José Fernando de Baviera, bisnieto de Felipe IV, al tiempo que el rey conseguía de él que, en caso de morir, se formara una regencia bipartita integrada por Portocarrero y Oropesa. María Ana de Neoburgo, enterada de estos planes, rompió el testamento y consiguió su anulación. José Fernando de Baviera murió en febrero de 1698, produciendo un enfrentamiento entre los partidarios del Archiduque Carlos de Austria y de Felipe de Anjou. Los austríacos contaban con el apoyo de la reina María Ana de Neoburgo y de Oropesa. Los franceses contaban con la ayuda del cardenal Portocarrero, presidente del Consejo de Estado. Cuando Oropesa fue apartado del poder en mayo de 1699, a raíz de los graves motines que la carestía de alimentos produjo en Madrid, el cardenal Portocarrero pudo actuar a su antojo. Paralelamente a estos acontecimientos, en Europa se debatía arduamente acerca de la sucesión del trono español. En 1698 franceses y holandeses firmaron un acuerdo por el que José Fernando de Baviera, heredero designado por Carlos II, recibiría España, las Colonias Americanas, los Países Bajos y Cerdeña. El archiduque Carlos de Austria recibiría el Ducado de Milán y el Delfín de Francia el resto de los territorios italianos y Guipúzcoa. El 11 de octubre de 1700 Carlos II, con la salud ya muy quebrantada y a instancias del cardenal Portocarrero, nombró sucesor al pretendiente francés. Mientras que Felipe de Anjou se hacia cargo de la monarquía, el Cardenal Portocarrero se ocupaba de la regencia. Felipe de Anjou era hijo de Luis, Delfín de Francia y heredero al trono francés, y de María Victoria de Baviera. Abuelos paternos eran Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria (hermana de Carlos II de España), por lo Felipe de Anjou era bisnieto de Felipe IV de España. La alianza familiar permitió a Felipe ser nombrado Duque de Anjou y heredero a la corona española. Felipe de Anjou aceptó el trono el 16 de noviembre de 1700, renunciando a sus derechos al trono de Francia, cláusula impuesta por el rey español Felipe IV para poder acceder al trono español. Felipe de Anjou llega a Madrid el 18 de febrero de 1701, después de pasar un tiempo en Irún esperando que la esposa del difunto Carlos II, la reina Mariana de Baviera Neoburgo (1667- 1740) abandonase la Corte. Cuando Felipe V fue proclamado Rey de España, las declaraciones de Luis XIV manifestando que su nieto conservaba sus derechos a la corona de Francia y el incumplimiento del Tratado de Partición por parte de Francia, provocaron el resurgir de la Gran Alianza de la Haya, rubricada el 7 de septiembre de 1701, integrada por Austria, Inglaterra y Holanda. Posteriormente, Portugal y Saboya se unieron a la Alianza de la Haya. El 15 de agosto de 1702, la escuadra anglo-holandesa tras saquear los puertos gaditanos de Rota y Santa María, obliga a la flota de Indias a refugiarse en el puerto de Vigo. Las potencias aliadas, el 12 de septiembre de 1703, reconocían al Archiduque Carlos de Austria como Rey de España. Animado por las victorias aliadas, el Archiduque Carlos de Austria, hijo del Emperador Leopoldo I de Alemania, después de proclamarse rey de España en Viena, llegó a la Península Ibérica. En mayo de 1704, desembarcó en Lisboa, siendo recibido por Pedro II de Portugal como legítimo rey de España, con el nombre de Carlos III. El Archiduque Carlos, con el apoyo de la reina Mariana de Baviera Neoburgo (esposa de Carlos II), así como de parte de la nobleza castellana, ofreció una amnistía a aquellos que abandonen la causa borbónica cuando él entrase en territorio español. El avance de la flota anglo-holandesa hacia el Estrecho de Gibraltar originó la pérdida del Peñón. Una escuadra francesa integrada por algunas galeras españolas, bajo las órdenes del Conde de Toulouse, se enfrentó sin éxito a la escuadra anglo-holandesa del almirante Rocke. El 3 de agosto de 1704, el Estrecho de Gibraltar era tomado en nombre del Archiduque Carlos. Las tropas aliadas del Habsburgo, al mando del conde de Peterborough, y la sublevación popular, obligan al virrey de Cataluña a capitular el 9 de octubre de 1705. El Archiduque Carlos, es proclamado Rey de España, en Barcelona el 7 de noviembre de 1705, jurando las leyes del Principado en las Cortes de Cataluña Con la llegada a Madrid de las fuerzas anglo-portuguesas al mando del Conde de Galloway y del Marqués de las Minas, el Archiduque Carlos también es proclamado Rey de España en Madrid. Felipe V abandonó Madrid el 20 de junio de 1706, teniéndose que instalar en Fuencarral. La proclamación del Archiduque Carlos, en el balcón de la Casa de la Panadería, tuvo lugar el 26 de junio de 1706. Los madrileños recibieron con poco entusiasmo este nombramiento, el 4 de agosto de 1706 partidarios de Felipe V entraron en Madrid, rechazando en la Plaza Mayor al Archiduque Carlos. El 25 de abril de 1707, las tropas de Felipe V, al mando del Duque de Berwick y del Conde de Pinto, consiguieron vencer en Almansa a las tropas del Archiduque Carlos mandadas por Lord Galloway. La victoria de Almansa decidió el desarrollo de la confrontación, las tropas borbónicas accedieron a los reinos de Aragón y Valencia, donde Felipe V decretó abolidos los 'Fueros de Aragón'. El 29 de junio de 1707 se implantaron los primeros 'Decretos de Nueva Planta'. Las tropas anglo-holandesas, al mando del general Stanhope, reaccionaron con el desembarco en Menorca, obteniendo su capitulación el 30 de mayo de 1708. Tras la retirada de parte de las tropas francesas, Felipe V tuvo que reorganizar el ejército. El ejército borbónico quedó bajo el mando del Marqués de Villadarias y del propio Felipe V. La nueva situación es aprovechada por el ejército aliado del Archiduque Carlos, que ataca desde Cataluña. El 13 de junio de 1710 el ejército borbónico es derrotado en Almenara, teniendo que retroceder hasta Zaragoza. Los aliados, con el camino sin obstáculos, y ante la ausencia de Felipe V que había trasladado la Corte a Valladolid, consiguen que el 28 de septiembre de 1710 el Archiduque Carlos entrase en Madrid. A partir de octubre de 1710, Felipe V desde la Corte de Valladolid, reorganiza el ejército con hombres de las dos Castillas, Andalucía y Extremadura, con la intención de impedir que las tropas aliadas del Archiduque se pusieran en contacto con las tropas aliadas de Portugal. Después de las decisivas victorias borbónicas de Brihuega y Villaviciosa de Tajuña, Felipe V se encontraba en disposición de preparar la campaña de Cataluña (único foco de resistencia). Las tropas borbónicas, con la colaboración del ejército del Duque de Noailles que había entrado en el Principado, consiguieron poner sitio a la ciudad de Gerona, que capitula el 25 de enero de 1711. Por otra parte, el Archiduque Carlos, tras la muerte de su hermano el Emperador José I, tuvo que abandonar Barcelona en noviembre de 1711 para hacerse cargo del trono imperial alemán. Desde este momento, a pesar de que la esposa del Archiduque, Isabel Cristina de Brunswick, había quedado como regente, Felipe V no encontró demasiados obstáculos para afianzarse como Rey de España. En un principio, Cataluña se resistió a reconocer a Felipe V como nuevo Rey. Finalmente, el 13 de julio de 1713 tuvo lugar la firma del Tratado de Utrecht que puso definitivamente fin a la Guerra de Sucesión. En el Tratado de Utrecht, rompiendo la integridad territorial, se establecieron los siguientes acuerdos: a> Los territorios europeos de la monarquía española pasan a Austria, mientras que Inglaterra obtiene Gibraltar y Menorca. b> Felipe V es reconocido rey de España y de las colonias americanas, a condición de que las coronas española y francesa nunca puedan unirse La flota hispano-francesa estaba formada por la Flota de Nueva España, al mando del Manuel de Velasco, compuesta de 19 galeones (3 galeones de guerra) y una Escuadra francesa de 23 navíos del vicealmirante Château-Renault. En Vigo, el 22 de octubre de 1702, la flota hispano-francesa fue aniquilada por la escuadra anglo-holandesa, al mando de Rooke, con el ejército de Ormond que había sido rechazado en Cádiz. Estampa calcográfica, coloreada a la acuarela (1992), grabada por Iohann August Corvius (1683-1738), compuesta por Jeremías Wolf (1663-1724), de originales de Paulus Decker. (Propiedad del Museo Naval de Madrid). Ataque de la escuadra anglo-holandesa en Gibraltar el 4 de agosto de 1704. Estampa calcográfica coloreada a la acuarela en 1992, grabada por Iohann August Corvius (1683-1738), compuesta por Jeremías Wolf (1663-1724), de originales de Paulus Decker. (Propiedad del Museo Naval de Madrid). http://www.loseskakeados.com