El cultivo del pijibay o pejibaye. La palma de la vida. Revista No. 86 El pejibay para los indígenas de las selvas lluviosas era la palma de la vida, desde la costa Atlántica o Caribe de Nicaragua hasta el Brasil el pejibay era su principal alimento. Durante la cosecha comían la fruta hervida o asada. El pejibay hervido lo machacaban en un mortero para moler su harina y así la guardaban en tinajas donde se conservaba intacta hasta por dos años, con esta harina sobrevivían en los tiempos de escasez. El cogollo tierno lo comían como palmito, y las flores las comían en sopa, con el corazón tierno de la palma hacían la chicha. En las palmeras de pejibay colgaban sus hamacas, con las espinas hacían agujas y anzuelos, con el corazón del tronco hacían lanzas, cañas para pescar, palancas para impulsar las canoas. El nombre científico del pejibay, es Guillielma gasipaes o Bactris gasipaes, en Panamá se le conoce como chontaduro, en Colombia como cachipay, chonta en el Perú, pirijao en Venezuela, tembo en Bolivia, y pupunha en el Brasil. Cuenta la historia que en 1514 el español Rodrigo de Contreras que era gobernador en Nicaragua persiguió a su rival el español Hernán Sánchez de Badajoz, por el río Sixaola que queda al Sur de Costa Rica. Rodrigo buscándolo cortó más de mil palmeras de pejibay para someter por hambre a los indígenas rebeldes que vivían en aquellos lugares, acabando así con la comida y la vivienda de esa gente. Por escritos antiguos se sabe que durante los meses de septiembre a diciembre los indios se engordaban y se ponían lucios porque comían pejibay. En Bolivia los indios Yucares consideran al pejibay como su madre, porque durante los meses de febrero a marzo en el pijibay tenían la vida. Las palmeras de pej|ibay crecen hasta 30 metros de alto y tienen espinas en todo su tronco, se ha puesto a pensar usted ¿Cómo se corta el racimo de pejibay?. Cada palmera produce de cinco a seis racimos, cada racimo da más de 100 pejibayes y da dos cosechas al año durante 20 o 25 años. El pejibay es un gran alimento es comparable con el del huevo de gallina, tiene más proteínas que el aguacate, dos veces más que el banano, también contiene carbohidratos, grasas que son las que permiten al cuerpo tener energía y reponerse del cansancio, y gran cantidad de vitamina A y vitamina C, que protegen al cuerpo de enfermedades, el pejibay es la fruta tropical más completa. En algunos lugares se cree que el pejibay le da más potencia a los varones y vuelve fértiles a mujeres y se dice que con sólo sentir el olor del pejibay cocido se quita el hambre. Una palmera de antaño Su nombre popular es caprichoso. En dependencia de la región donde es conocido, así lo escriben. Hay quienes juran y perjuran que la palabra pejivaye es parte de un dialecto de los nativos o indios de Haití, una isla en el mar Caribe. También han averiguado que es una especie de palmera originaria de Centro América, aunque solamente en Costa Rica y Nicaragua es cultivada intensivamente. En Río San Juan, instancias como la asociación de Pueblos en Acción Comunitaria, financiado por Auxilio Mundial y la AID, están promoviendo el pijibay a través de un crédito, con capacitación y la asistencia de un técnico. Busca, como propósito, que cada familia tenga otros cultivos, aparte de los granos, para que se asegure la alimentación y tenga otros productos para mercadear. La ingeniera María Antonia Espinales da algunos pormenores de la palmera del pejivaye: “Las áreas que recomendamos son menores de media manzana. Solamente en el Centro de Recursos tenemos plantadas cuatro manzanas y media, que nos sirve como un banco de semillas. Al inicio pensábamos producir sólo palmitos, llamado así al corazón del palo, pero resultó que, como no hay costumbre de consumirlo de esta forma en la zona, fue un fracaso. Ni en encurtido, que es tan rico, lo querían. Gracias a Dios que la fruta es muy apetecida por los sanjuaneños, eso salvó la inversión hecha. Ahora las comunidades como Melchorita, Las Maravillas, Las Azucenas, La Venada y Palo de Arco, están abasteciendo al mercado de San Carlos. Al ver el éxito, otros organismos como el IPADE, están también impulsando el pijibay en La Quesada y La Libertad del municipio de Sábalos. El año pasado le garantizamos como unas dos mil quinientas plantitas. Esta palmera es típica de aquellas zonas donde el invierno dura unos seis meses cada año. La gente de la Costa Atlántica lo siembran a la orilla de los ríos, asociado con maíz, arroz, yuca y malanga. También se encuentra en las zonas húmedas de Chontales, Matagalpa y Jinotega mateado con café, bananos y otros frutales. La semilla de siembra Hay dos maneras de sembrar pijibaye: Por medio de la semilla y por los hijos que nacen en la base del tallo. Estos hijos conservan las mismas características de la palmera madre, pero casi nadie los aprovecha debido al montón de espinas que tienen, lo pesado de cada hijo y el cuidado que exige para pegar. Cada hijo debe medir un metro y se deben de podar las hojas para que no sufra tanto, además hay que protegerlo del sol poniéndole una sombra. Por medio de semilla Cuando es por semilla, es más cómodo y menos dificultoso pero los hijos salen diferente a la palmera madre. A las semillas hay que hacerles un tratamiento especial porque se les dificulta puyonear y hay que hacer un almácigo para vivero. A cada fruta se le quita la pulpa o carne cuando ya han madurado por completo. Para limpiarlas, usamos aserrín, restregándoselo, a cada coquito. Después curamos con un funguicida para prevenir cualquier enfermedad. Ahora dejamos las semillas ocho días en agua para ayudarlas a germinar. Las ponemos en el almácigo cubiertas con una capita de tierra y protegidas del sol por una enramada. Entre los uno y tres meses empiezan a nacer las palmeritas. Cuando ya han alcanzado entre ocho y diez centímetros y tienen dos hojitas, es el momento de pasar a las bolsas. La bolsas son de las de seis por ocho centímetros, que se llenan con una mezcla tierra para vivero. El trasplante a la parcela se hace cuando alcanzan unos 35 centímetros, pues, ya tiene unos seis meses de edad. El establecimiento en la parcela Aquí no se acostumbra arar el terreno por eso, solamente se desmontar para estaquillar y hacer el hoyado. Para la producción de fruta la distancia de siembra más usadas van desde seis metros hasta doce metros en cuadro. La fertilización y el control de plagas Ocho días antes de la siembra echamos a cada hoyo, de 45 centímetros de profundidad por seis centímetros de ancho, cuatro onzas de cal revuelta con tierra. Al momento de la siembra abonamos con una libra de tierra de estiércol. Durante los dos primeros años fertilizamos con una libra de abono cada tres meses. El mejor es el hecho de la lombricultura. A los tres años se abona cada seis meses. Para refrescar al suelo y controlar al monte, sembramos en el centro de las calles, hileras de frijol Canavalia a medio metro distancia entre golpes. Con estos cuidados, a los cuatro años empiezan a florecer en racimos, pero se establece la producción a partir de los cinco y seis años. Cada palmera da entre tres y cinco racimos regados en el año. Aunque la mayor parte de la cosecha es entre septiembre y enero. El único dolor de cabeza en la producción es la plagas de ratones, que para controlarlas hay que cebar toda la parcela. El costo de producción para establecer un cuarto de manzana en cuatro años anda por los 850 córdobas. Después sólo se gastan unos 250 córdobas en mantenimiento por año..”. Un enlace con este organismoEs la licenciada Luisa Amanda Montoya. Telefax 02830077.