Nota de Prensa Valencia, 8 de febrero de 2013 Javier Rey: “La sostenibilidad y eficiencia es el Caballo de Troya de la sanidad pública” El futuro de la sanidad en España fue el tema debatido ayer en la Fundación ÉTNOR en la 5ª sesión del Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial. Javier Rey, con una importante trayectoria en el ámbito de la sanidad en España, fue el encargado de conducir la sesión, quien al inició destacó no intervenir como Secretario de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida del Ministerio de Sanidad, cargo que ostenta en la actualidad, “sino como profesionalidad de la sanidad durante muchos años”, con la libertad que esto le confería para poder emitir su valoración sobre el tema. Rey inició su intervención reflexionando sobre el surgimiento de los servicios públicos de salud en los años posteriores a la segunda guerra mundial, con unas condiciones muy particulares y “promovidos, a excepción de en Alemania, por partidos socialdemócratas de izquierdas”. Así –repasaba el ponente- se desarrollaron en los distintos países bajo dos modelos básicos inicialmente muy separados: los Servicios Nacionales de Salud, caracterizados por la cobertura universal vinculada a la condición de ciudadanía, financiados por impuestos y con centros en propiedad para prestar la atención. Y el modelo de Seguridad Social, que por el contrario se caracterizaba por cubrir sólo a los trabajadores asalariados, al menos inicialmente, financiarse por cotizaciones sociales y no disponer de instalaciones propias. “El de España –reconocía el ponente- era un caso peculiar, porque desde el sistema de seguridad social se financió la construcción de los hospitales más importantes e innovadores del país”. La cuestión determinante es que en la actualidad, destacaba Rey, estos dos modelos “han derivado en una cierta convergencia en un sentido que a mí me parece negativa, pareciéndose más a los sistemas de seguridad social”. Y añadía, “sin necesidad de un pacto explícito se ha producido una deriva hacia la derecha de los servicios, con lo que cualquier demanda en el sentido del reforzamiento de los servicios públicos de salud es hoy en día muy complicada. “Un pacto de Estado hoy no serviría para mucho” concluía. Para Rey, “los servicios sanitarios hoy se encuentran en la encrucijada de dos grupos de interés: la industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias, el sector de la economía productiva que más beneficios sobre capital invertido proporciona en el momento actual; y las empresas de seguros sanitarios, que han adquirido un poder enormemente dominante”. Y añadía: “la atención sanitaria tiene hoy tal complejidad y tal volumen económico que es imposible que se pueda sostener sobre bases del ejercicio individual, y la crisis económica ha añadido un factor facilitador de penetración de las aseguradoras privadas en la gestión de los sistemas públicos por razones puramente financieras”. En este sentido Rey se refería concretamente a la rentabilidad del sistema sanitario. “Pese a todas las crisis que puedan tener todos los sistemas sanitarios lo que cualquier sociedad civilizada demanda hoy en día es tener la atención sanitaria garantizada, por lo que es evidente que gestionar servicios sanitarios es una inversión segura y con rentabilidad asegurada. Creo que ésta es una de las razones que en este momento actual constituye la amenaza más importante para los sistemas públicos de salud en todas partes y está determinando su evolución”. Porque además de rentable, ante dificultades económicas “no les van a dejar caer”, añadía Rey refiriéndose claramente al caso valenciano del Hospital de la Ribera. En cuanto al planteamiento actual de la sostenibilidad del sistema sanitario y la supuesta eficiencia por la introducción de la competencia en el mismo, Rey lo caracterizaba como “el Caballo de Troya” de los servicios sanitarios. “Es curioso constatar como todos los países sometidos a rescate financiero son países que tienen Sistemas Nacionales de Salud. A todos se les está presionando para que realicen importantes recortes en este sector, y en España, dónde quizá esta presión sea un poco menor que en otros países como Italia o Portugal, estamos sufriendo un asedio de las aseguradoras privadas bajo el lobby del Instituto de Innovación Sanitaria, IDIS, compuesto por todas las aseguradoras privadas y todas las cadena de hospitales privados”. Según Rey, “los intereses económicos dominantes de estos dos sectores están afectando a los servicios de salud de todos los países. La idea de la eficiencia y de pensar que la competencia llevaría a la eficiencia ha sido un gran error. Y la ausencia de propuestas sanitarias diferenciadas de los partidos socialdemócratas es una condición que facilita la introducción de las medidas privatizadoras”. El ponente fue contundente al asegurar que “España no tiene un problema de gasto sanitario, sino un déficit en ciertas comunidades autónomas, pero no porque les falte dinero, sino porque se gestionan mal”. Y precisamente de nuevo tuvo que recurrir al ejemplo de la Comunidad Valenciana o el de Cataluña, comunidades que más han avanzado en la privatización y que están entre las más endeudadas en este ámbito. En cuanto a qué hacer, Rey reconoce que “es necesario cambiar las coordinadas del sistema desde una perspectiva global, ofrecer una alternativa global a la organización del sistema sanitario. Sin eso el SNS va a la ruptura y a crear 17 sistemas sanitarios distintos”. ¿Y qué ocurre cuando un sector privado se hace cargo de parte de la sanidad pública? como es el caso de la reproducción asistida que en España es prácticamente privada, que “se convierte más que en una cuestión de atención sanitaria en un negocio, un puro negocio”.