095429 - "Prevención Asesoramiento y Defensa del Consumidor -PADEC- y otro c/ BANK BOSTON N.A. y Otra S/ Ordinario" Buenos Aires, 31 de mayo de 2011.Y VISTOS: Estos autos caratulados "PADEC PREVENCION ASESORAMIENTO Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR SIN FINES DE LUCRO Y OTRO C/ BANKBOSTON NATIONAL ASSOCIATION S.A. Y OTRO; S/ ORDINARIO" expte. N° 095.429 del registro de la Secretaría N° 27, venidos para dictar sentencia en forma simultánea en virtud de la acumulación dispuesta a fs. 945 con fecha 19 de febrero de 2007 en los autos caratulados "PADEC PREVENCIÓN ASESORAMIENTO Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR Y OTRO C/ BANKBOSTON N.A.; S/ ORDINARIO", expte. N° 095.723 del registro de la Secretaría N° 27; venidos para dictar Sentencia. DEL QUE RESULTA: Autos "PADEC Y OTRO C/ BANKBOSTON NATIONAL ASSOCIATION Y OTRO; S/ ORDINARIO", expte. N° 095.429. 1. Se presentan a fs. 129/161, por apoderada, Padec y por derecho propio Carlos Enrique Vidal promoviendo demanda contra Bank Boston N.A. y Visa Argentina S.A., solicitando la declaración de nulidad de los actos jurídicos derivados del contrato masivo irregular, respecto de las tasas de interés y cargos abusivos cuyo reintegro se reclama como condena solidaria de reparación del daño patrimonial directo causado al titular de la tarjeta de crédito Visa nro. 19899075 del Sr.Carlos Enrique Vidal por la suma de $ 1.789,28 a Octubre de 2003. Asimismo solicita se condene a la reparación de las sumas indebidamente percibidas mediante la aplicación de tasas de interés abusivas y cargos improcedentes respecto de todos los usuarios titulares de la tarjeta de crédito Visa emitidas por el Bank Boston y que hayan financiado sus saldos durante el período septiembre 2000 a octubre del 2003. Solicitan también se condene a comunicar mensualmente al público -usuario de esa tarjeta de crédito- la suma de dinero previsionada por la eventual incobrabilidad del grupo de usuarios, el monto de incobrabilidad verificado en cada mes inmediato anterior al que se emite la liquidación y la información suficiente y veraz sobre el destino asignado a las sumas resultantes de la previsión y la verificación del impago. A incluir claramente en las ofertas y anuncios comerciales de cualquier tipo la tasa de interés que se pretende aplicar a la financiación de saldo de tarjeta. A acreditar en el expediente el reintegro de las sumas de la condena y para aquellos que se hubieren desvinculado a la fecha de la sentencia se disponga el depósito de lo adeudado en el Banco de Depósitos Judiciales. Luego explayarse sobre su legitimación activa y el fundamento de las acciones colectivas pasan a relatar que el aludido Vidal entabló una relación contractual con el banco demandado entre los años 1994 O 1995 refiere desconocer la fecha exacta por no contar con el contrato tipo- y que a raíz de haber incurrido en una simple demora del pago mínimo fue aplicado un interés punitorio de $ 0,36 sin la previa y necesaria información suficiente y veraz impidiendo de tal modo al usuario controlar el cálculo de los intereses aplicados. Así fue omitido básicamente indicar fecha de mora, fecha de pago y cantidad de días transcurridos entre ambas fechas. Refieren así que ello implicó la desnaturalización de las obligaciones que restringen los derechos del usuario de tarjetas de crédito. Esto es un abuso en los términos que refieren. A continuación señalan que la demandada realizó una interpretación literal y aislada del art. 16 de la ley 25.065 pretendiendo derivar de ello el otorgamiento de un privilegio al sector bancario consistente en una ganancia extraordinaria. Derivan de ello el análisis comparativo de los componentes de las tasas activas que son: el costo de dinero prestable, el costo operativo, la estimación del riesgo de incobrabilidad y la estimación de las ganancias para el caso de los préstamos personales y la financiación de las tarjetas de crédito para concluir que la accionada incurrió en una especulación abusiva ejercitada en base del desequilibrio de las contraprestaciones recíprocas de las partes. Luego efectúan una serie de consideraciones jurídicas respecto del contrato predispuesto y su ejecución; la interpretación contra estipulatorem y la institución social del mismo sintetizando que el servicio de financiación de pagos mínimo de tarjeta de crédito es un servicio prestado por el mercado bancario sin la información veraz y eficiente para el consumidor que le permita tomar una decisión adecuada, requisito exigido por el art.42 de la Constitución Nacional incurriendo de tal modo en claro anatocismo. Además sostienen que no fue cumplida la obligación de exhibir al público la tasa de financiación en claro desmedro a lo estatuído por el art.16 cit. trayendo en apoyo de su postura citas jurisprudenciales que consideran de aplicación en el caso. Indican que existe una evidente desventaja patrimonial desproporcionada, solicitando se declare la nulidad parcial de la cláusula que autoriza la aplicación en forma unilateral de las tasas de intereses abusivos que tanto en pesos como en dólares han aplicado Visa y Bank Boston. Refiere luego cuales han sido los derechos constitucionales vulnerados. Ofrece prueba. 2. A fs. 164/165 se imprimen a las presentes actuaciones el trámite de juicio ordinario. 3. Se presenta a fs. 215/239 Visa Argentina S.A. oponiendo como excepción de previo y especial pronunciamiento la de falta de legitimación activa y como defensa de fondo falta de legitimación pasiva. Luego contesta demanda en forma subsidiaria negando en forma pormenorizada los hechos expuestos en la demanda, desconociendo asimismo la autenticidad de la documentación acompañada con la misma. Señala que la demanda está mal planteada, que resulta oscura, y tampoco es acertado el enfoque jurídico encarado por la parte actora, en tanto la sanción de nulidad parcial pretendida implica lisa y llanamente requerir una aplicación genérica e indeterminada de una norma de manera retroactiva en total desmedro del principio de seguridad jurídica. Básicamente sostiene por los argumentos que trae, a los cuales cabe remitirse por razones de brevedad que, no resulta procedente la demanda a su respecto en tanto no celebró el contrato, ni aplicó los intereses cuestionados, ni los cargos supuestamente improcedentes, ni tampoco tiene facultades para decidir y realizar los hipotéticos movimientos, cálculos o previsiones mencionados por los actores. Ofrece prueba. 4. A fs. 243/248 y fs. 621/623 los actores contestan las excepciones opuestas. 5. Se presenta a fs. 580/602 Bankboston National Association (en adelante BKB) contestando demanda. Luego de una negativa pormenorizada de los hechos expuestos en la demanda plantea la falta de legitimación activa de Padec, opone excepción de prescripción con relación a todas aquellas operaciones que excedan los tres años a contar de la fecha de presentación de la demanda invocando el art.50 de la ley 24.240 y el art.47 de la ley 25.065. Luego señala la falta de impugnación de los resúmenes de conformidad con la normativa que cita. A continuación argumenta que es probable que la tasa aplicada por BKB a la operatoria de TC sea superior a la tasa de interés de descuento de operaciones a 30 días del Banco de la Nación Argentina pero que ello obedece a distintas razones. La primera y principal es que la tasa del BNA que la actora refiere es una tasa adelantada a diferencia de la correspondiente a la operatoria de TC que es una tasa vencida; en segundo lugar que es el propio BNA quien no aplica a los saldos deudores de TC que financia la tasa en cuestión sino otra distinta y especifica para TC que, por supuesto, es mayor que la de descuento de documentos a 30 días; y en tercer lugar que la tasa de descuento que el actor pretende se aplique a los tenedores de TC podrá ser válida para otras operatorias y bajo otras circunstancias, pero no para este caso que tiene su propio sistema establecido en el art. 16 de la ley especifica que no ha sido tachada de inconstitucional. Destaca luego que resulta falso que los titulares de TC no puedan reclamar individualmente la revisión judicial de intereses; y que también lo es que se omita información o se impida el pago bajo protesto. Formulando al respecto variadas precisiones sobre tales cuestiones a los que cabe remitirse también por razones de brevedad. Ofrece prueba. Las demandantes contestan a fs. 606/610 y fs. 634/639 el traslado de las excepciones opuestas solicitando el rechazo de las mismas. 6. A fs. 649/656 se decide hacer lugar parcialmente a la excepción de falta de legitimación activa con el alcance allí indicado y se difiere la consideración de la excepción de prescripción para esta oportunidad. Dicho decisorio fue revocado parcialmente por la Excma. Cámara en los términos que surgen de fs. 794/95. 7. Abierta la causa a prueba a fs. 840/843 se produce la que da cuenta el certificado obrante a fs. 1077/1078; 1091 y fs. 1096. 8. A fs. 1096 in fine se pusieron los autos para alegar, derecho ejercido por la parte actora a fs. 1111/1123; y por la demandada Bankboston que lo hizo a fs. 1125/1133, y por la co-demandada VISA que hizo lo propio a fs. 1135/1137. 9. El Agente Fiscal se expidió a fs. 1141. 10. Finalmente a fs. 1308 se llamaron las presentes actuaciones para dictar Sentencia, providencia que se encuentra firme y consentida por las partes. Y CONSIDERANDO: I.- Opone la codemandada Visa Argentina SA a fs. 227 la excepción de falta de legitimación pasiva con sustento en que el objeto de autos esto es el cobro de intereses y cargos derivados del uso de la tarjeta de crédito contratada con el BankBoston y emitida por dicha entidad, escapa por completo a su incumbencia, trayendo al respecto precedentes resueltos por la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor que considera avala su posición. La parte actora de su lado sostiene a fs. 244 vta.y ss. - al contestar el traslado que le fue conferido - que el acuerdo acerca de la interpretación literal y autónoma del art. 16 Ley 25.065 debería buscarse en la integración de Visa Argentina S.A. con el Bank Boston y otros bancos que informa el estatuto agregado por la codemandada en los autos que señala. Concluyendo así que deberá ser valorado en esta oportunidad si corresponde la aplicación del art. 40 de la ley 24.240. De la prueba informativa rendida tanto a fs. 929/930; como a fs. 941/945;fs. 1000/1001; y fs. 1039/1047 surge que la Subsecretaria de Defensa del Consumidor efectivamente y tal como sostiene la excepcionante, fue decidido que Visa Argentina S.A. no tiene legitimación pasiva en los términos del art. 2 de la ley 25.065 con relación al reclamo formulado ante dicho organismo. Y si bien dichos informes merecieron la impugnación de la actora con el alcance y contenido que surge de fs. 937 que conforme surge de fs. 938 se tuvo presente para esta oportunidad, lo cierto es que se comparte dicho fundamento. Ello por lo siguiente: Visa Argentina S.A asumió en cada uno de los contratos el carácter de empresa de franquicia, que según definición de la doctrina es la titular del nombre de determinadas tarjetas de crédito que autoriza a distintos emisores a ponerlas en circulación (conf. Arrillaga, José de, “La tarjeta de crédito”, Revista de Derecho Privado, Madrid 1981, pág. 795). Consecuentemente, dado que la tarjeta no fue emitida por la empresa de franquicia, los créditos y pagos concernientes a su uso y por ende sus consecuencias -al menos en el caso- deben quedar limitados a la relación entre emisor y usuario, sin que pueda modificarse tal situación por la intervención de la empresa de franquicia en la operatoria interna o en el procesamiento de todas las operaciones efectuadas por el uso de dichas tarjetas. Por ello se hará lugar a la defensa opuesta, debiéndose ser rechazada la acción respecto de Visa Argentina S.A.. Con costas por su orden atento que la parte accionante pudo creerse con derecho a demandar como lo hizo. II.- Cabe resolver ahora la excepción de prescripción opuesta por la demandada con relación a todas aquellas operaciones que excedan los tres años a contar de la fecha de presentación de la demanda invocando el art. 50 de la ley 24.240 y el art. 47 de la ley 25.065. Sostiene la demandada que la pretensión de la actora de que se aplique en el caso el plazo decenal al que alude el art. 4023 Cód. Civil no encuentra sustento legal en el sub judice. Ello en tanto conforme lo dispuesto por el art. 50 de la ley 24.240 acciones como la aquí intentada prescriben a los tres años. La parte accionante al contestar el traslado que le fue conferido señala que la norma aludida por la demandada -art.50 cit.- está incorporada al Cap. XII de la ley titulado "Procedimientos y Sanciones" razón por la cual atento el objeto de la acción entablada la misma no resulta de aplicación en el caso. Y que con relación al art. 47 cit. puntualiza que la demanda no tiene basamento en ninguna de las dos acciones que menciona la ley de tarjetas de crédito, sino que persigue la nulidad absoluta de los actos sistemáticos ajenos a derecho que en virtud del contrato de tarjeta de crédito el banco demandado considera que puede ejercer impunemente, razón por la cual resulta de aplicación la prescripción contractual ordinaria decenal. Así las cosas, cabe destacar que la dilucidación de la cuestión sometida a decisión no resulta tarea sencilla, razón por la cual debería previamente categorizarse la relación de que se trata, para emplazarla o no dentro de una legislación especialmente tuitiva. Considerando asimismo si se trata de un contrato de consumo o en cambio de una relación de consumo, la que a diferencia del primero, amplía enormemente el ámbito de los sujetos titulares de la protección que brinda la ley 24.240 (conf. "El plazo de prescripción en las relaciones de consumo: cara o ceca de una temática sin definición", Francisco Junyent Bas y Fernando Flores, diario El Derecho,p.1/4 del 07.02.07). Al respecto se comparte, en principio, aquella tesis que parte de remarcar que el estatuto del consumidor promueve la tutela de sus derechos razón por la cual si la legislación común ofrece un tratamiento inferior al que la ley 24.240 dispensa serán las disposiciones de ésta última la que se aplique; mientras que de suceder lo contrario por el juego de los principios informativos del bloque consumerista ha de estarse al mayor beneficio que se conceda al consumidor desde el derecho común (conf. art. supra citado y sus citas). Ello en tanto dicha interpretación es la que se compadece con los altos objetivos y razones que motivaron la aparición de dicho ordenamiento, con tutela supra legal (CN: 43) y especificamente en la ley 24240 (conf.Farina, Juan M. "Defensa del consumidor y del usuario" págs.395 y ss.Ed.Astrea, Bs.As.1995). Ya que debe respetarse la debida correspondencia con la amplitud de los instrumentos jurídicos diagramados por el legislador para tutelar los intereses económicos de los consumidores, que constituye un imperativo constitucional. Y es en ese sentido, que deben considerarse emergentes de la ley 24.240 todas las acciones que el consumidor pueda esgrimir en virtud de la relación de consumo, sea que nos situemos en el campo de la responsabilidad contractual o extracontractual. Corrobora la conclusión antes alcanzada lo dispuesto por la ley 26.361 que ha venido a clarificar la cuestión, ya que el nuevo texto del art.50 se refiere tanto a las acciones administrativas como a las judiciales y Aún a las sanciones; resolviendo en el segundo párrafo ante la coexistencia de varios regímenes particulares en el sentido que debe estarse a favor del plazo prescriptivo mas favorable para el consumidor. Por ello, se rechaza la excepción opuesta. Las costas también se imponen en el orden causado atento que la parte demandada pudo creerse con derecho a oponer la defensa desestimada. III.--Corresponde entonces ingresar al fondo de la cuestión. No sin antes señalar en forma preliminar que resulta aplicable en el sub lite la Ley de Defensa del Consumidor (art. 36) a las operaciones de tarjetas de crédito involucradas en el reclamo realizado. Y que conforme dicha norma, deben consignarse en las operaciones de crédito, de modo de permitir su previo análisis, el "total de los intereses a pagar, la tasa de interés efectiva anual, la forma de amortización de los intereses, otros gastos si los hubiere, cantidad de pagos a realizar y su periodicidad, gastos extras o adicionales si los hubiera". Así las cosas, el eje del debate gira justamente sobre las cuestiones dirigidas a dilucidar si procede decretar la nulidad de los actos jurídicos relativos a la determinación y aplicación de intereses y cargos abusivos en tanto los mismos fueron cobrados por la demandada sin un pacto expreso con el cliente (conf. CNCom, Sala C, 04.10.05 in re "Unión de Usuarios y Consumidores c. Banco de la Provincia de Buenos Aires"; íd. 13.10.06 in re "Proconsumer c.Banco de la Ciudad de Buenos Aires", entre otros). Nótese además al respecto que no se trata aquí de objetar que el usuario deba cargar con el costo de un servicio que el banco suministre, sino que en tal situación se cumpla el equilibrio de las contraprestaciones recíprocas y el deber de buena fe del proveedor del mismo en los terminos de la ley 24.240. Es en ello entonces donde se centra la controversia; debiendo adoptarse en el caso una posición que integre las normas en forma sistemática (cfr. Kemelmajer de Carlucci - Tavano de Aredes, "La protección del consumidor en el derecho privado", Derecho del consumidor 1991, n° 1 p. 11, citado por Farina, "Defensa del consumidor y del usuario", p. 13); a fin de restablecer el equilibrio entre las partes en una relación que por su naturaleza muestra al consumidor como su parte débil; máxime, considerando que esta relación habitualmente se concreta por vía de formas de contratación masiva, instrumentadas mediante cláusulas predispuestas en donde el consumidor solo puede limitarse a aceptarlas o, en su defecto, rechazar el convite (conf.CNCom. Sala D en autos: Bieniauskas, Carlos c.Banco de la Ciudad de Buenos Aires s.ordinario" del 15/05/2008, entre muchos otros). Debiéndose evaluar entonces, si se presenta una situación que deben los tribunales mitigar (cfr. Mosset Iturraspe, Jorge, "Justicia Contractual", ed. Ediar, Bs. As., 1978, P. 90; Stiglitz, Gabriel - Stiglitz, Rubén, "Control judicial en las cláusulas abusivas en los contratos por adhesión", LL 1990-D-226); considerando asimismo que aún cuando los rubros de marras integren un contrato de dichas características ello no implica de suyo que debe ser declarado inválido sin mas. Ya que tal calificación alude a una característica y no a un defecto, en tanto el mismo no podría desarrollarse fuera del marco de una contratación masiva. Luego, debe entonces básicamente indagarse si ha quedado acreditado en el sub judice, a través de la prueba producida, si ha mediado el consentimiento reflexivo que requiere toda modalidad de contrato al que el legislador justamente apunta y cuyo análisis para el consumidor resulta previo a obligarse. Y además si el cobro en cuestión a generado una excesiva e indebida prerrogativa para la parte predisponente, descargando sobre el usuario todas las responsabilidades. IV.- En ese contexto cobra relevencia la prueba rendida, en especial la pericial contable de fs. 991 y la pericial actuaria de fs. 990 en donde los expertos indican lo siguiente: que requirió al banco demandado la documentación que detalla, especialmente aquella referida a la forma en que fueron calculados las tasas de interés aplicadas, sin haber obtenido respuesta positiva a dicha solicitud. De otro lado la prueba pericial en administración de empresas (ver fs. 1011/1035) que motivó la impugnación de la actora de fs. 1049/1051 que fue contestada por el experto a fs. 1059/1060. Frente a ello obra el pedido de la actora de fs. 1064 en punto a que mantenía todas y cada una de las impugnaciones realizadas. Así las cosas, se advierte que asiste razón a la parte actora en tanto en dicha pericia fue tomado por el perito, como referencia, el balance correspondiente al año 2005 cuando aquí se trata del período comprendido entre el año 2000 al 2003. Resultando por lo tanto dicha elección arbitraria a la luz de los puntos de pericia ofrecidos. Además, tampoco fue brindada explicación válida alguna por el perito en punto a las razones por las cuales incluyó en su dictamen gastos totales relacionados con rubros ajenos al ámbito delimitado en la prueba en cuestión (vgr.gastos de administración; egresos por servicios etc.), cuando lo esencial era determinar los costos operativos derivados de la financiación en tarjetas de crédito y/o las comisiones cobradas a los usuarios de las mismas. Todo ello resta entonces la fuerza convictiva requerida a las pruebas producidas debiendo estarse además a lo dispuesto por los arts. 44 y 63 Cód.Com. y art. 53 ley 24.240 Con relación a la prueba pericial en economía el perito se remite a fs. 1085 a la producida a fs. 1110 del expediente acumulado. De la misma surge probada la distorsión del mercado de tarjeta de crédito a causa de la aplicación de tasas de interés excesivas. Allí el experto claramente indica, graficando incluso sus conclusiones, cual es la relación de la capacidad de pago del tomador del crédito cuando la tasa de interés es significativamente superior al índice de crecimiento de la economía local, promedio global o la máxima mundial. Asimismo ante el pedido de la actora, el perito aclara a fs. 1128 que hace extensiva la respuesta al punto número 1 al usuario de tarjeta de crédito el cual en la mayoría de los casos desconoce el verdadero cargo financiero que le significa su utilización. Asimismo en la prueba informativa rendida por el BCRA a fs. 899/902 que impugnó la actora a fs. 909, impugnación que se tuvo presente para esta oportunidad y fue reiterada la contestación a fs. 931/34; por el Banco Galicia a fs. 922/923; por HSBC a fs. 905/907 y fs. 958/961; por el Banco Ciudad fs. 881/883; y por el Banco Nación a fs. 952/954 surgen cuales eran las tasas de interés aplicadas por el período en cuestión. Más frente a ello lo relevante es recordar que -tal como supra se vió- el eje del debate gira justamente sobre la cuestión dirigida a dilucidar si procede decretar la nulidad de los actos jurídicos relativos a la determinación y aplicación de intereses y cargos abusivos en tanto los mismos fueron cobrados por la demandada sin un pacto expreso con el cliente. Luego resultan de aplicación los fundamentos antes expuestos, recordando además que la Constitución Nacional –art.42 -, consagra dentro de sus normas, que los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, a condiciones de trato equitativo y digno; y que las autoridades proveerán a la protección de esos derechos. Y que dicho vocablo "autoridades" que utiliza el texto de la Ley Fundamental debe ser entendido en un sentido amplio, abarcando a todas ellas –ya sean judiciales o administrativas- puesto que ninguna queda exenta de su obligación de cumplir con el mandato constitucional, tal cual ha sido entendido en forma explícita para este caso por la jurisprudencia (Horacio L. Bersten "Derecho Procesal del Consumidor", La Ley, pag.17, cita al fallo de la CNFed. Contenciosoadministrativo, Sala I, 10/15/99, "Angel Estrada y Cía. SA. c/Secretaría de Energía y Puertos" , La Ley, 2000-E, 527). Sentado ello es del caso recalcar que la determinación y aplicación de intereses y cargos en forma unilateral, sin la debida información previa necesaria, y sin que haya sido probado por la demandada la pertinencia, modo y cálculo de los mismos, otorga sustento suficiente a lo requerido en a demanda. Ya que la pretendida "notificación" -por medio de los resúmenes de cuenta de la tasa unilateralmente decidida por la entidad bancaria-, es inidónea para avalar el cambio sobreviniente en las condiciones originales de contratación, por infringir el deber de respetar los términos y condiciones conforme las cuales fue convenido el servicio. de modo, que debe receptarse el planteo demandado por la actora, en defensa de los intereses de los representados y el del actor Carlos Enrique Vidal. Adviértase que mediante la comunicación cursada en el resumen de cuenta no se ha obtenido el consentimiento reflexivo que requiere toda modalidad de contrato al que el legislador apunta, al no cumplimentarse las exigencias del art. 36 de la ley 24.240. Ya que dicho artículo exige de modo expreso que se explicite cuál es el costo de la financiación y cómo se integra; en tanto los datos deben consignarse en la operación de crédito, lo cual significa que necesariamente habrán de integrase al texto del contrato en la oferta de crédito, o en la solicitud que firme el adquirente. Resultando relevante al efecto el permitir al deudor su análisis con carácter previo a obligarse. Además, los arts. 4º y 19º de la ley 24.420, imponen a la entidad crediticia que brinde al usuario información adecuada, veraz, detallada, eficaz y suficiente, lo que no podría predicarse cumplido con la leyenda supra transcripta –3- en tanto es continente de una mezquindad conceptual inaceptable; a la vez que implica una modificación a las condiciones del acuerdo de voluntades originario, puesto que la delimitación de los conceptos a percibir se erige en una obligación principal, sin que resulte dable una modificación posterior carente de conformidad expresa por parte del usuario, seguida de una autorización del órgano rector de la economía Argentina. Entiéndase que el proceder inconsulto de la entidad bancaria no puede sustentarse en una mera comunicación de la decisión unilateral adoptada, so riesgo de conmover el acuerdo arribado ab initio violentando el derecho de defensa de raigambre constitucional. De allí entonces que frente a ello deviene innecesario el pronunciamiento del interesado repudiando el concepto en el plazo estatuído para observar el resumen, habida cuenta que el legislador solo impone el deber de hacerlo respecto de aquellos supuestos en los cuales existe una obligación legal de hacerlo (arg. art.919 C.Civil). Por ello se aprecia que la demandada desatendió su deber de respetar las condiciones y modalidades convenidas, tal como dispone el art. 19 de la Ley 24.240. Y en este orden de ideas se aprecia lesivo a los intereses tutelados por la Constitución Nacional -art.42-, el pretender hacer valer la modificación contractual repudiada so pretexto del ejercicio de la facultad cancelatoria que asistiría a los beneficiarios, sin reparar que el servicio requiere un ejercicio regular de los derechos. Hubo entonces un cambio sobreviniente en las condiciones originales de contratación, que infringe el deber de respetar los terminos y condiciones conforme las cuales fue convenido el servicio (ley 24240: 19 cit.; conf.CNCom, Sala E in re " DIRECCION GRAL. DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR GCBA C/ BANCANAZIONALE DEL LAVORO S/ SUMARISIMO (LL 24.6.05 F. 109062 JA15.6.05 2005-II) del 10.05.05, entre muchos otros). Bajo tal concepción cabe observar que el usuario a mas de resultar la parte más débil en el acuerdo de voluntades que nos ocupa, -al encontrarse comprometido a sus cláusulas predispuestas-, no es sancionado con un cargo adicional por incumplimiento alguno, sino por ejercitar sus prerrogativas obrando con la previsión que hasta podría llegar a mensurarse propia de "un buen hombre de negocios", pues en última instancia sólo difirió en el tiempo el pago de ciertas obligaciones tal como lo habría acordado con una importante institución crediticia. Como consecuencia lógica de lo expuesto, cabe calificar de incausada el rubro denominado "cargo por diferir pago", por involucrar desplazamientos patrimoniales contrariando las finalidades previstas por la ley. V.-Frente a ello la alegada imposibilidad de cumplimiento de la sentencia, expuesta oportunamente por la demandada con sustento, por un lado en que el universo de supuestos “damnificados” es una masa indeterminada de personas, titulares de tarjetas emitidas por distintas sucursales de la entidad, con el agravante de que al momento de que eventualmente adquiera firmeza la sentencia, muchas de ellas habrán dejado de ser clientes o se encontrarán en mora,; y por otro lado en las dificultades de orden práctico que ocasionará el cumplimiento de la sentencia no se advierte configurada, no encuentra válido sustento fáctico legal en el caso. Ello desde que la entidad bancaria puede utilizar el mismo canal del que se ha servido para percibir los cargos, esto es, las cuentas de sus clientes y para la eventualidad de que algunos clientes hayan dejado de serlo o tengan bloqueadas sus cuentas por mora, ello constituye una vicisitud propia de la etapa de ejecución de sentencia que la entidad bancaria deberá resolver (conf. CNCom, Sala E fallo supra citado del 10.05.05). VI.-En consecuencia habiéndose acreditado la improcedencia de los cargos que impuso el Bank Boston NA a los usuarios y titulares de tarjetas de esta ciudad emitidas por la misma, procede la declaración de nulidad solicitada y en consecuencia, condenásela a fin de que proceda a restituirles las sumas de dinero que le fueran cobradas a partir de las liquidaciones que enuncian los respectivos resúmenes bajo tal concepto, con más los intereses a la tasa que aplicó la entidad bancaria accionada durante la vigencia del cargo referido hasta su efectiva restitución. A fin de hacer efectiva la condena, deberá adjuntar la accionada una nómina de todos los usuarios de tarjeta afectados por tal cargo durante su vigencia, discriminando el monto comprometido con más los intereses indicados precedentemente, en el término de diez días de quedar firme la presente.Para el grupo de ususarios que se hubieran desvinculado a la fecha de la presente sentencia deberá ser depositado en el mismo término en el Banco de Depósitos Judiciales a la orden de este Juzgado las sumas correspondientes a los mismos. En punto a lo demás solicitado, en los puntos 3 y 4 de la demanda no corresponde su admisión por tratarse de cuestiones inherentes a la esfera propia de actuación del banco demandado, lo cual resulta ajeno al ámbito propio de la presente acción. VII.- Las costas del proceso se imponen a la demandada en su calidad de vencida (arts. 68 CPCC.) . VIII.- Por los fundamentos expuestos en los apartados anteriores, FALLO: a.- Haciendo lugar a la excepción de falta de legitimación pasiva interpuesta por Visa Argentina S.A. Con costas en el orden causado; b.- Desestimando la excepción de prescripción opuesta con costas por su orden; c.- Haciendo lugar a la demanda incoada por PADEC Prevención, Asesoramiento y Defensa del Consumidor y Carlos Enrique Vidal contra Bankboston N.A. a quien condeno a pagar las sumas de dinero liquidadas en los respectivos resúmenes de cuenta en concepto de cargo por "diferir pago" o similares de igual naturaleza a los usuarios damnificados y al co-actor, con más los intereses indicados ut supra. Con costas. d.- Difiérase la regulación de honorarios de los profesionales intervinientes para la oportunidad en que haya base patrimonial firme. e.- Regístrese, notifíquese a las partes por Secretaría, debiendo la parte actora notificar al mediador interviniente en autos, y oportunamente archívense las presentes actuaciones. Autos. "PADEC y otro c/ Bankboston N.A.; s/ ordinario", expte. N° 095.723, del Registro de la Secretaría N° 27. DEL QUE RESULTA: 1. A fs. 193/228, por apoderada, la Asociación de Consumidores PADEC Asociación civil sin fines lucro Prevención y Asesoramiento y Defensa del Consumidor- y María del Carmen Otero inicia demanda contra Bank Boston N.A. y Visa Argentina S.A. en términos similares a los que surgen de las actuaciones acumuladas. 2. A fs. 230/231 se imprimen a las presentes actuaciones el trámite de juicio ordinario. 3. Se presenta a fs. 619/646 Visa Argentina S.A. oponiendo excepción de falta de legitimación activa como de previo y especial pronunciamiento; excepción de litispendencia; excepción de falta de legitimación pasiva como defensa de fondo; solicitando asimismo la acumulación de procesos. También en términos idénticos a la presentación que efectuó en los autos acumulados. 4. De su lado Bankboston National Association (en adelante BKB) a fs. 845/872 contesta demanda con iguales argumentos a los esgrimidos en los autos acumulados, plantea excepción de litispendencia y de prescripción. 5. La parte actora contesta a fs. 882/890 y 895/903 las defensas opuestas. 6. A fs. 945/947 se dispone la acumulación de procesos; se rechaza la excepción de falta de legitimación activa y se difiere el tratamiento de la excepción de prescripción para esta oportunidad. 7. Abierta la causa a prueba a fs. 959/961 se produce la que da cuenta el certificado obrante a fs. 1149/1150; 1153; 1164. 8. A fs. 1164 in fine se pusieron los autos para alegar, derecho ejercido por la parte actora a fs. 1111/1123, de las actuaciones acumuladas; por la demandada Bankboston N.A. que lo hizo a fs. 1125/1133, de las actuaciones acumuladas, y por la co-demandada VISA que hizo lo propio a fs. 1135/1137, de las actuaciones acumuladas. 9. El Agente Fiscal se expidió a fs. 1141 de las actuaciones acumuladas. Y CONSIDERANDO: I.- En punto a la excepción de falta de legitimación pasiva opuesta por la codemandada Visa Argentina S.A. con sustento en que el objeto de autos esto es el cobro de intereses y cargos derivados del uso de la tarjeta de crédito contratada con el BankBoston y emitida por dicha entidad, escapa por completo a su incumbencia, trayendo al respecto precedentes resueltos por la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor que considera avala su posición, resultan de aplicación en su totalidad los fundamentos supra expuestos en los autos acumulados. Por ello, se hará lugar a la defensa opuesta, debiéndose ser rechazada la acción respecto de Visa Argentina S.A.. Con costas por su orden atento que la parte accionante pudo creerse con derecho a demandar como lo hizo. II.-Respecto de la excepción de prescripción opuesta por la demandada con relación a todas aquellas operaciones que excedan los tres años a contar de la fecha de presentación de la demanda, también resultan de aplicación los fundamentos supra expuestos en los autos acumulados a los que cabe remitirse por razones de brevedad. En consecuencia, se rechaza la excepción opuesta. Las costas también se imponen en el orden causado atento que la parte demandada pudo creerse con derecho a oponer la defensa desestimada. III.- En punto al fondo de la cuestión resultan asimismo también de aplicación todos los fundamentos expuestos en las actuaciones acumuladas. Sólo cabe agregar que cabe retornar a aquel presupuesto básico supra aludido referido a la debida información enviada a los clientes, esto es, si hubo infracción a dicho deber, generándose de tal modo una situación de desventaja para el consumidor o usuario. Recordando aquí que la información a suministrar debe ser cierta y objetiva, veraz, detallada, eficaz y suficiente sobre las características esenciales de los mismos (ley 24.240: 4), respecto del costo efectivo y final de lo que se le ha de pagar; toda vez que este derecho subjetivo del cliente a la información, debe interpretarse con criterio amplio y hacerse efectivo en toda relación de consumo, desde su origen, durante su vigencia y hasta su extinción, encontrándose tutelado por la CN: 42 (conf.CNCom, Sala in re "Podesta,Pedro Miguel c.Banco del Buen Ayre SA s.ordinario" del 30.08.00). Cabe agregar a ello que el deber de información ha sido caracterizado como la obligación que tiene el proveedor de bienes y servicios de suministrar todo dato que permita una elección racional y un uso correcto y seguro de los bienes y servicios contratados. La norma de la ley 24.240: 4, a la par de constituir un verdadero principio general en materia de consumo, consagra un derecho subjetivo del consumidor o usuario. A partir de dicha conceptualizacion cabe sostener que el deber de información tiene una doble finalidad: protección del consentimiento del consumidor y que este logre una satisfactoria utilización del producto o servicio (conf.CNCom, Sala C in re "Unión de Usuarios y Consumidores c.Osde Binario s.amparo" y sus citas del 27.10.06). A tenor de todo ello no puede válidamente ser invocado por el banco demandado que dicho deber aparece cumplimentado por la información que envió pues la misma es inidónea con el alcance que se explícita.En consecuencia, la demanda ha de prosperar. Ello así, pues si bien, en principio, no existe impedimento legal para que la entidad bancaria cobre por los servicios que presta, sin embargo no aparece cumplido en el sub judice lo dispuesto por el art. 4 de la Ley del Consumidor, básicamente con el deber de información. Siendo de remarcar al respecto que la demandada se encuentra obligada a proporcionar a sus clientes información veraz e idónea que les posibilite el adecuado control de sus cuentas. Es que la facultad de percibir una retribución por dicha tarea, en su caso, no otorga a la entidad bancaria potestad unilateral y discrecional de fijarla a su arbitrio, ni considerar que existió conformidad tácita para el cobro de comisiones y alícuotas susceptibles de cuestionamiento. En suma, se reitera que resulta indudable que las entidades bancarias estan obligadas por lo dispuesto en el art. 4° cit. en cuanto prescribe que quienes comercialicen cosas o servicios, deben suministrar a los consumidores o usuarios, en forma cierta y objetiva, información veraz, detallada, eficaz y suficiente sobre las características esenciales de aquellos (cf. Ghersi, C. y otros, "Responsabilidad de las entidades bancarias", Buenos Aires, 2003, p. 39; Villegas, C., "Contratos mercantiles y bancarios", Buenos Aires, 2005, t. II, p. 118). IV.-En consecuencia habiéndose acreditado la improcedencia de los cargos que impuso el Bank Boston NA a los usuarios y titulares de tarjetas de esta ciudad emitidas por la misma, procede la declaración de nulidad solicitada y en consecuencia, condenásela a fin de que proceda a restituirles las sumas de dinero que le fueran cobradas a partir de las liquidaciones que enuncian los respectivos resúmenes bajo tal concepto, con más los intereses a la tasa que aplicó la entidad bancaria accionada durante la vigencia del cargo referido hasta su efectiva restitución. A fin de hacer efectiva la condena, deberá adjuntar la accionada una nómina de todos los usuarios de tarjeta afectados por tal cargo durante su vigencia, discriminando el monto comprometido con más los intereses indicados precedentemente, en el término de diez días de quedar firme la presente.Para el grupo de ususarios que se hubieran desvinculado a la fecha de la presente sentencia deberá ser depositado en el mismo término en el Banco de Depósitos Judiciales a la orden de este Juzgado las sumas correspondientes a los mismos. En punto a lo demás solicitado, en los puntos 3 y 4 de la demanda no corresponde su admisión por tratarse de cuestiones inherentes a la esfera propia de actuación del banco demandado, lo cual resulta ajeno al ámbito propio de la presente acción. V.- VIII.- Por los fundamentos expuestos en los apartados anteriores, FALLO: a.- Haciendo lugar a la excepción de falta de legitimación pasiva interpuesta por Visa Argentina S.A.. Con costas en el orden causado; b.- Desestimando la excepción de prescripción opuesta con costas por su orden; c.- Haciendo lugar a la demanda incoada por PADEC PREVENCION ASESORAMIENTO Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR y por MARIA DEL CARMEN OTERO contra BANKBOSTON N.A. a quien condeno a pagar las sumas de dinero liquidadas en los respectivos resúmenes de cuenta en concepto de cargo por "diferir pago" o similares de igual naturaleza a los usuarios damnificados y a la co-actora, con más los intereses indicados ut supra. Con costas. d.- Difiérase la regulación de honorarios de los profesionales intervinientes para la oportunidad en que haya base patrimonial firme. e.- Regístrese, notifíquese a las partes por Secretaría, debiendo la parte actora notificar al mediador interviniente en autos, y oportunamente archívense las presentes actuaciones. f.- Colóquese copia certificada de la presente Sentencia en las actuaciones caratuladas "Padec y otro c/ Bankboston NA; s/ ordinario", expte. N° 95723. SUSANA M.I. POLOTTO JUEZ