2. MARCO TEÓRICO 2.1 ANTECEDENTES DE LA ORIENTACIÓN

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2. MARCO TEÓRICO
2.1
ANTECEDENTES
DE
LA
ORIENTACIÓN
EDUCATIVA
Y
EDUCACIÓN PARVULARIA
2.1.1 ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Desde el surgimiento de la orientación una gran cantidad de autores han encontrado
diversas dificultades para definir este término en función de sus objetivos y campos
de acción. Son muchos los conceptos surgidos enfocados a la gama de perspectivas
en donde no siempre se ha relacionado el término con educación, ni
consecuentemente con la función del y la docente.
Dada la complejidad
de este término y con el fin de establecer una
conceptualización más precisa de la Orientación Educativa, la comprensión del
mismo exige recurrir a una diversidad de fuentes y perspectivas que ayuden a
aproximarse a su definición.
De acuerdo con Martínez de Codés (1998: 3), el concepto de orientación ha sido
tratado desde diversos enfoques y lo ve como un proceso que ayuda a la persona a
tomar decisiones, es como una forma de asesorar al individuo para la resolución de
problemas personales y sociales, como sistema o modelo de intervención que brinda
asistencia al sujeto y, más recientemente, como eje transversal del currículo presente
en los actos que emprende el y la docente en el contexto escolar y extraescolar.
Desde el punto de vista de Bisquerra & Álvarez (1998:20) sugieren que el concepto
sea analizado desde los siguientes niveles:
-
Histórico (asumir su evolución).
-
Teórico (comprender el presente y entender el futuro).
-
Conceptual (necesidad de establecer acuerdo en los términos utilizados).
-
Prescriptivo (formular propuestas y recomendaciones para el diseño de
programas basados en resultados de investigaciones).
-
Descriptivo (describir lo que está haciendo. Contempla las experiencias de
orientación en los centros educativos o una comunidad, es decir lo hechos
y fenómenos, tal como suceden).
-
Normativo (instrumentos legales que sirven de patrón o referencia para el
proceso orientador) y;
-
Crítico (discrepancias entre lo normativo -deber ser- y la práctica - ser-).
En este orden de ideas, Jacobson & Reavis, citado por Vital (1976) consideran la
orientación “como un servicio dirigido a ayudar a los alumnos para que seleccionen
inteligentemente, entre varias alternativas, la que corresponda con sus habilidades,
potencialidades y limitaciones.”
Desde el punto de vista sistémico, según Santacruz (1990:15) una definición
completa del concepto de orientación debe contener los siguientes elementos: la
naturaleza de la orientación ¿Qué es?, justificación ¿por qué?, el propósito ¿para
qué se orienta?, el método ¿cómo?, el momento del proceso responde a la pregunta
¿cuándo se orienta?
Desde el punto de vista científico, Repetto et al. (1994:87) expresa: “la orientación es
la ciencia de la acción que estudia desde la perspectiva educativa y por tanto
diagnóstica, preventiva, evolutiva
y ecológica, la fundamentación científica del
diseño, la aplicación y la evaluación de los intercambios dirigidos al desarrollo y al
cambio optimizado del cliente y de su contexto.”
Según Tyler (1978. 87), la orientación intenta “descubrir el potencial de cada sujeto y
ver que cada uno tenga su oportunidad para desarrollar ese potencial al máximo en
lo que mejor pueda ofrecer así mismo y al mundo”.
Con una visión de la orientación dirigida al ámbito educativo, Curcho (1984: 26)
define la orientación como “un proceso destinado a atender a todos los alumnos en
los aspectos de su personalidad, a lo largo de todos los niveles educativos”.
En el contexto de la relación para el autodescubrimiento, Maher & Forman (1987:8)
expresan que la orientación “es una aportación directa de información cara a cara, de
asesoramiento o guía por parte del orientador a un grupo estudiantil o a un alumno
individual”
Para Bisquerra (1998: 9), la orientación es “un proceso de ayuda continua a todas
las personas en todos sus aspectos, con el objeto de potenciar el desarrollo humano
a lo largo de toda la vida”.
La orientación es definida por Nerici (1990:21) como “un proceso educativo a través
del cual se asiste al educando con el fin de que éste pueda obtener pleno
rendimiento en sus actividades
escolares, formular y realizar planes según
su
aptitudes e intereses para que alcance armónicamente los fines últimos de una
educación integral”.
La orientación escolar implica, según Ayala (1998), “un proceso de asesoramiento
continuo donde el docente promueve actividades de tipo preventivo dirigidas a la
formación
de
hábitos
de
estudio,
atención,
concentración
en
clases,
aprovechamiento del tiempo y desarrollo de habilidades cognitivas”.
Desde el punto de vista de la relación enseñanza-aprendizaje, Molina (2001)
considera la orientación escolar “como un proceso dirigido
al desarrollo de
habilidades y destrezas para aprender a aprender y formar hábitos, actitudes, valores
y comportamientos positivos hacia el medio escolar en relación a las actividades
mismas de aprendizaje”.
Es así como el concepto de orientación ha evolucionado
desde una actividad
básicamente diagnóstica y de carácter puntual a un enfoque más amplio, rico y
comprensivo, procesal y diferencial, tomando en consideración las distintas etapas
de desarrollo del individuo.
A partir del análisis detenido sobre el significado de la orientación y como síntesis
del recorrido conceptual, la Orientación Educativa se considera como:
“Un proceso complejo, preventivo que debe ir evolucionado continuamente en torno a
la formación de la personalidad del educando, la cual puede llegar a ser integral si
parte del autoconocimiento y concientización del medio que le rodea, para lo cual el y
la docente requiere de las herramientas necesarias para formular y realizar planes
estratégicos y permanentes que le permitan aplicar métodos y técnicas adecuadas
conforme a las diferencias individuales y del medio bio-psico-social que es parte del
educando. Esto con el objetivo de generar nuevas alternativas de ayuda al individuo
para que éste sea capaz de auto dirigirse
y comprenderse
conforme a la
potencialización de su personalidad y madurez intelectual-social y así alcanzar una
máxima evolución que le permita resolver y afrontar los problemas de modo que
pueda tener una vida más feliz.”
Es por ello que este proceso interdisciplinario y transdisciplinario sustentado en los
principios de intervención preventiva, desarrollo y atención a la diversidad del y la
estudiante, debe asumir la función de facilitar y promover su desarrollo integral para
que se constituyan en seres transformados en sí mismos y transformadores de su
entorno.
2.1.1.1 ANTECEDENTES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Los inicios de la orientación se han caracterizado por un grado preocupante de
indefinición teórica, de la delimitación del concepto como tal y la confusión que aún
existe para algunos. Es por ello que analizar el proceso histórico y las causas que
motivaron su aparición es determinante para comprender las funciones que hoy en
día le son asignadas.
En la génesis de la orientación se ponen de manifiesto todo aquello que subyace en
los distintos movimientos y tendencias, revisando así a través de un recorrido
histórico las más significativas manifestaciones.
La orientación, entendida como actividad profesional institucionalizada dirigida a
ayudar a las personas para enfrentar sus problemas, surge, en los países
industrializados, a comienzos del siglo XX como consecuencia de los movimientos
para la reforma social.
La orientación entendida como una ayuda a los problemas que el ser humano
atraviesa a lo largo de la vida, es tan antigua como la humanidad misma; pues el
hombre siempre ha buscado ser ayudado y se ha esforzado en ayudar; desde las
formas mágicas establecidas y utilizadas en la edad primitiva, hasta las técnicas y
programas más sofisticados
que se utilizan en aquellos países llamados
desarrollados, el ser humano se ha esforzado por enfocar su ayuda en la creación de
alternativas que ayuden a otros a enfrentar problemas, liberar tensiones y tomar
decisiones; en cada etapa surgieron circunstancias históricas que determinaron las
distintas formas de llevar a cabo dicha ayuda. (Martínez González, 1998, 3-4)
Los antecedentes más remotos a lo que hoy se llama orientación se caracterizaban
por ser mítico-religiosos, relacionados con la astrología en donde el orientador era un
tipo mago o sacerdote que
cumplía la función de predecir conductas, clasificar
personas, dictar pautas de comportamiento y decidir el futuro de los sujetos.
En la época clásica de Grecia y Roma, el estado asumió el papel orientador, ya que
facilitó las condiciones necesarias y se encargó de formar a sus ciudadanos para que
pudieran trabajar de acuerdo a sus capacidades (determinada casi siempre por la
clase social).
En la edad media europea, la figura de Carlo Magno fue vista como de orientador,
por el empeño que puso en que las clases inferiores se instruyeran y redimieran en
su trabajo servil, de manera que ya instruidos se convirtieran en asesores del poder o
enseñantes de la aristocracia.
Durante el renacimiento Paracelso y Juan Huarte de San Juan son fundamentales en
el concepto, ya que estudiaron los factores de la personalidad y la edad relacionado
al trabajo en las minas; pues el fin de estos consistió en diagnosticar las capacidades
de los sujetos y el de orientar a dichos sujetos hacia los trabajos para los cuales
estuvieran más capacitados.
Durante la etapa del racionalismo Locke y Leibnitz proponen la orientación como un
recurso para la resolución de problemas del hombre, pues es visto como un proceso
psicométrico
de los procesos psicológicos. Desde esta perspectiva, el proceso
educativo orientador tiene como objetivo el desarrollo de las capacidades de los
sujetos con el fin de responder a las exigencias y alcanzar los objetivos de las clases
sociales burguesas e industriales.
Por otra parte, Rousseau en su obra, Emilio o la Educación, propone la necesidad de
estudiar las facultades de los y las estudiantes, su forma de ver, pensar y sentir con
el fin de adaptar la instrucción a las diferencias individuales.
A partir de este argumento, se puede decir que la orientación surgió y se desarrolló
desligada del proceso educativo. Es entonces que se le atribuye a Jesse Buttrick
Davis (1913) el mérito de haber sido el pionero de la integración de la orientación de
los y las estudiantes en los programas escolares con el fin de atender a la
problemática vocacional y social que presentaban. De su obra publicada en 1914
“Vocational and moral guidance”, se pueden retomar algunas ideas enfocadas a la
Orientación Educativa, que en este caso es hacia donde está enfocada la presente
investigación.
-
La orientación de los escolares está íntimamente relacionada con todo el
proceso educativo.
-
Se distingue por su carácter procesual y por estar ordenada al desarrollo
integral del y la estudiante.
Ahora bien, el primero en aplicar la palabra “educativa” a la orientación fue Eileen
Kelly (1914) y lo hizo en sus tesis titulada “Educational Guidance” (1914). Para Kelly
la orientación “es un proceso de ayuda escolar, íntimamente unido al proceso
educativo.”
La consideración de la orientación como elemento esencial del proceso educativo ha
tenido mayor aceptación en Europa y América como una doble vertiente:
-
Distribución y ajustes de los y las estudiantes al sistema escolar.
-
Elemento indisolublemente unido al proceso educativo y al desarrollo
humano. (Brewer “Educational as guidance”).
La institucionalización de la orientación se ha dado en diferentes países, por ejemplo
en Estados Unidos, toda Europa y España, en donde ésta responde a un lento y
trabajoso proceso resultante de la necesidad de dar respuesta eficaz al nuevo orden
social, económico, productivo, político y educativo que se inicia en las primeras
décadas del siglo XX.
Los planteamientos que
sobre la Orientación
Educativa se han conformado
proceden de campos diversos y tienen como destinatarios principales a los jóvenes,
así por ejemplo:
Según Álvarez Rojo (1994) este proceso se caracteriza por ser heterogéneo (los
destinatarios fueron en principio los trabajadores y los jóvenes que necesitaban
ayuda para acomodarse sin demasiadas dificultades a las nuevas formas de vida),
concluyente (la intervención orientadora tiene en la institución educativa el lugar
más adecuado ya que ella conviven y trabajan las personas (niños, adolescentes y
jóvenes), sujetos preferentes de la orientación), interdependiente (la evolución en
los distintos países han confluido causas bastantes comunes a todos ellos, han
surgido de las mismas necesidades y han adoptado formulaciones teóricas y
desarrollos prácticos) y asimétrico (explica los elementos específicos, la
idiosincrasia de países y de los propios desarrollos históricos).
Según el mismo autor, en el proceso de institucionalización, se suscitaron algunos
acontecimientos que marcaron los momentos o etapas de desarrollo, entre otros los
siguientes:
A comienzos del siglo XX entre los años 1900 y 1920 puede considerarse como la
primera fase la “etapa funcional del movimiento de orientación vocacional
norteamericana”, la cual consistió en ayudar a los jóvenes a adaptarse a las
exigencias profesionales de la nueva economía. Durante esta etapa se destacó la
importancia de conocer las características de los sujetos, sus capacidades e
intereses y las expectativas de la sociedad con el fin de optimizarlas en el trabajo y
orientarles hacia el empleo. La concreción más significativa de esta etapa es la
creación de la Nacional Vocational Guidance Association (NVGA) en 1913, que
comenzó a funcionar como una asociación de orientadores.
La segunda etapa abarca los años comprendidos entre 1920 y 1960 a la cual se le
denominó Couseling como movimiento de orientación proyectado hacia la escuela
cuyo objetivo era la creación de servicios de orientación para primaria y secundaria
dirigidos por profesionales para ayudar a las personas a desarrollar sus propias
potencialidades, a enfrentar los problemas en los contextos sociales en los que se
desenvuelve su existencia. Entre 1920 y 1930 aparecen los primeros servicios para
el desarrollo de la orientación en las escuelas.
A partir de los años 60, en USA y en Europa se promulgan leyes, se crean servicios,
se especializan profesionales, se consolidan instituciones y se abren nuevas
perspectivas de afianzamiento y fortalecimiento de la orientación como un derecho.
En El Salvador la Orientación también se enmarca en la década de los años 50’s,
cuando el 27 de agosto de 1951 a través del decreto 190, se legaliza la existencia
dentro del Plan Básico de Educación del programa oficial de orientación, que con
el apoyo de la UNESCO puso en práctica en ciertos lugares del país, por ejemplo
en la ciudad de Quezaltepeque, del departamento de La Libertad.
Fue hasta 1954 que se organiza en el MINED la sección de orientación educativa,
impulsando así el
establecimiento del programa
de orientación vocacional en
algunos departamentos.
Para 1962 y 1969 los programas de orientación se exponen a una gran variedad de
cambios en donde se refleja la inestabilidad en la aplicación de los mismos.
Entre 1976 y 1980 se trabajó un programa de orientación que pudiera ser incluido en
los programas escolares,
motivado por ello, en 1981 se crea un proyecto para
capacitar
ejecute
personal
que
dichos
programas,
los
cuales
siguieron
desarrollándose junto con otras propuestas y planes que fueron creados con la
intención de apoyar esta idea, acción que se desarrolló hasta 1995.
Después de un largo proceso, en el cual se establecieron objetivos, metas, y se
elaboraron
propuestas basadas en planes estratégicos, en 1996, la actual Ley
General de Educación sólo dedica el artículo 50 propiamente a la Orientación
Educativa, en dicho artículo se lee: “La Orientación tendrá carácter formativo y
preventivo. Contribuirá al desarrollo de la personalidad del educando, a la toma de
decisiones acertadas, en relación con las perspectivas de estudio y ocupación, para
facilitar su adecuada preparación y ubicación en la sociedad”.
A partir de entonces, las acciones en el campo de la Orientación Educativa se han
tratado bajo la óptica de “Educación para la vida”, al menos esa ha sido la labor del
Ministerio de Educación en los últimos 10 años, con un programa limitado en el área
de orientación vocacional para estudiantes del tercer ciclo de Educación Básica, se
puede decir que la Orientación Educativa ha evolucionado junto con la historia
humana, de esta manera experimentó una serie de cambios que en algún momento
lograron arraigarse y solventar algunas de las necesidades de las personas, pero en
otras latitudes, incluyendo nuestro país, solamente se quedó en palabras o
dictámenes puramente declarativos, muy poco se ha avanzado en ésta línea.
2.1.1.2
CORRIENTES
FILOSÓFICAS
DE
LA
ORIENTACIÓN
EDUCATIVA
Tomando como referencia
el concepto formulado en torno a la Orientación
Educativa, se puede proceder a la exposición de las corrientes filosóficas que a lo
largo del tiempo la han influenciado, llegando incluso a determinar su enfoque.
La forma de llevar a cabo este proceso ha variado desde que se empezó a ofrecer la
orientación como un servicio organizado. Es importante mencionar que para definir la
filosofía de la orientación, no se han hecho muchos esfuerzos, lo que no significa que
carezca de fundamentos. Es por eso que si se estudia el desarrollo de la orientación
desde el siglo XIX hasta hoy en día, encontramos que ésta ha pasado por una serie
de etapas en las que se determinan ciertas premisas que la fundamentan. Tales
etapas se describen a continuación:
-
Etapa amorfa. A la que no se le asigna una teoría sistemática, pues su
premisa fundamental es que el hombre no siempre puede ver sus
problemas con claridad. Necesita por lo tanto quien lo ayude.
-
Etapa en que se prescribe. Este periodo se inicia con Sigmund Freund,
pues algunas premisas postuladas por él hicieron su impacto en la
orientación.
Freund rechazaba todo aquello que implicara libertad de selección por parte del
sujeto. La vida estaba determinada por factores que no se podían alterar, pues el rol
orientador consistía en que por medio de la catarsis se le indicara al sujeto, qué
hacer o llevarlo a que vea lo que puede hacer para aliviar su situación o para vivir
mejor con sus problemas.
En esta misma época se tiene una gran estima por los escritos de los orientadores
directivos o clínicos, pues la intención de la orientación, entonces era de ayudar a la
gente a vivir más plenamente y
ayudarlos a reestructurar sus urgencias,
necesidades y deseos.
-
Etapa no directiva. Es aquella a la que se le denomina centrada en el
cliente, pues produjo cambios significativos en los procedimientos de los
orientadores. Es por eso que esta etapa se considera como una fuerza
potente en la evolución de la filosofía
de la orientación. Su mayor
exponente Carl R. Rogers considera que el ser humano posee las
potencialidades
para resolver sus propios problemas, es decir,
no
necesita la prescripción de un orientador para la solución de sus
dificultades.
Entre las premisas en las que se enfoca el trabajo de los orientadores no-directivos
se enuncia:
-
Que para cada hombre existe una realidad en el mundo que le rodea.
-
Cada hombre puede conocer su mundo fenomenal (total de las fuerzas
vitales que se persiguen).
-
Se cree que existen relaciones de causa y efecto en el mundo físico
objetivo, pues cuando el orientado no logra ver estas relaciones, pierde el
equilibrio, según Rogers.
-
El orientador deberá esforzarse por ayudar a su orientado a entender las
relaciones de causa y efecto.
-
Etapa fenomenológica. Es la que más ha afectado actualmente a la
filosofía de la orientación, pues ésta proveyó un terreno común para
las escuelas que habían estado divididas hasta la fecha: la directiva
y la no-directiva.
Las premisas de este movimiento son consideradas como medio para entender cómo
ésta afecta a las dos escuelas prevalecientes, entre ellas se encuentran:
- La falsedad del proceso de selección por parte del orientado. Sus exponentes
dicen que la selección es un pseudoconcepto, ya que esto no ocurre. Pues las
selecciones de la persona están dirigidas a mantener su yo fenomenal, en otras
palabras si éstas percibieran su yo en formas distintas, sus selecciones serían
distintas.
- Este tipo de escuela no ve al hombre como un organismo indefenso, víctima de
sus circunstancias, sino en parte controlado por su destino.
- Para que el hombre determine la forma de su yo, dependerá de lo que se llama
el campo fenomenal, (aquella parte de la realidad existente
que percibe el
orientado).
Para esto el orientador debe llegar a conocer el campo fenomenal del individuo, y lo
puede hacer ya que los campos fenomenales de los distintos individuos están, en
parte entrelazados, de modo que establece una comunicación entre ellos, que al
mismo tiempo servirá para que el orientador entienda el significado que tienen las
experiencias vividas para el individuo. Habiendo sucedido esto el orientador podrá
reconstruir, por medio de la inferencia, el campo fenomenal del sujeto. Esto como
parte del primer paso.
El segundo paso conlleva cambios en el campo fenomenal, donde es posible que
el campo de un individuo
sea talvez mayor o menor que el campo que está
potencialmente disponible en su ambiente físico inmediato. Este campo producto de
una selección la hace el individuo como medio para satisfacer sus necesidades y en
conformidad con la organización existente en su mundo fenomenal.
Todo este proceso puede desarrollarse a través del uso
de los procedimientos
clínicos, y especialmente por medio de la empatía.
Con el avance de las etapas antes mencionadas, principalmente a través de las
etapas no-directiva y
de la fenomenológica, la filosofía de la orientación se ha
caracterizado por el realismo, ya que fundamenta su trabajo en el conocimiento del
individuo y en el del mundo que le rodea, así como en el determinismo, ya que se
señalan límites al desarrollo de la personalidad individual.
- Etapa existencial Basada en un movimiento conocido en Europa como análisis
existencial o existencialismo, la cual es una escuela interesada en el individuo y
en sus esfuerzos por retener su identidad, hacer sus propias selecciones y auto
dirigirse. Los existencialistas rechazan
el determinismo que caracteriza la
fenomenología y las otras escuelas de pensamiento, y ven al hombre con
responsabilidad por su existencia, conducta y trascendiendo a realzar sus
potencialidades a pesar de los obstáculos y limitaciones.
El existencialismo se centra en la persona y le da prioridad al hombre como
existencia, en lugar de la verdad, las leyes o los principios. El hombre es la
existencia; la verdad, las leyes y los principios vienen a ser la esencia de ese
hombre.
En ésta etapa el hombre es quien tiene poder de decisión y selección, de libertad de
ver y explorar, de modo que es el hombre quien puede llegar a ser lo que desea,
evaluando y determinando su propio destino.
El existencialismo va más allá
del uso de la empatía, ya que requiere la
reconstrucción y el “vivir con” el cliente; pues el orientador en este proceso deberá
acentuar los puntos fuertes de la persona en lugar de tratar de eliminar deficiencias.
Resumiendo se podría decir que la contribución del existencialismo a la orientación
señala que lo esencial es el gran valor que esta escuela da al hombre y a su
existencia y al celo con que defiende la libertad de éste. Púes es el orientador quien
debe hacer un esfuerzo sincero por conocer el significado que para el hombre tiene
sus experiencias y el compromiso de hacer todo lo que está a su alcance para
liberar al orientado de modo que actúe de acuerdo
con sus más preciadas
convicciones.
2.1.2 ANTECEDENTES
PARVULARIA
HISTÓRICOS
DE
LA
EDUCACIÓN
La educación, desde un punto general consiste en enseñar de manera integral a los
educandos, siendo una tarea especializada del y la docente, en donde la atención
que debe de tenerse hacia los y las estudiantes debe enfocarse también a las áreas
afectiva, física e intelectual supervisando permanentemente el desempeño escolar
de los niños y las niñas
En la Ley General de Educación, artículo uno se plantea que la “Educación es un
proceso de formación permanente, personal, cultural, social que se fundamenta en
un concepto integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de
sus deberes” es por eso que es importante educar a los niños y niñas de una manera
integral, trastocando todas sus dimensiones.
En la estructura educativa salvadoreña, la educación en el siglo XX sufrió cambios
significativos para los años 1924, 1945, 1960, 1965,1968, 1979, y de igual modo los
está experimentando a partir del año 2005 con la implementación del Plan Nacional
de Educación 2021 y sus programas “Juega Leyendo” y “Comprendo”, éste último
dando la pauta para que todo el enfoque curricular se redireccione al basado en
competencias.
Pero en las década de los ochentas y principios de los noventas no hubo muchos
cambios significativos en la educación
ya que el gobierno en funciones estaba
enfocado en resolver el conflicto armado y los problemas socio-políticos que de éste
se derivan. Es por ello que hasta en 1992 con la firma de los Acuerdos de Paz se
pudo
reimpulsar el proceso de la Reforma Educativa para que abarcara las
expectativas y las demandas del sistema económico, social y cultural del ámbito
nacional como el internacional.
Al referirse al origen de la Educación Parvularia, en el país, se encuentra que fue en
1886 durante la administración del General Francisco Menéndez donde se da inicio
con el “Kindergarten” o “Jardín de niños”, siendo establecido el primero de ellos por
la educadora francesa Agustina Charvin y la salvadoreña Victoria Aguilar de Bedoya.
Luego en 1923 y hasta 1927, se fundaron cuatro nuevas escuelas parvularias en la
ciudad capital. Los nombres de las encargadas
de dichos centros fueron las
maestras: Margot Tula de Morán, Luisa Durán Castro, Cruz María Montalvo y Regina
Zimmerman. En 1939 se preparaba la reforma educativa y la educación parvularia
se puso a cargo de la profesora María Bedoya Aguilar.
Para 1957 se creó el puesto de Supervisora de Parvularia asumiéndolo la profesora
Marta Carbonel de Quiteño, después en 1961 se sumaron a esta labor las maestras
Etelvina Trejo de Palencia, Inés Cierra de Pineda González y Yolanda Ramírez de
Díaz. Para esta época todas las bondades de los recientes descubrimientos en el
área de la psicopedagogía se vieron reflejadas gracias a los aportes de Fröbel,
Montessori y Drecoly, en su honor se construyeron tres kindergarten que llevaron sus
nombres. Entre 1968 y 1970 se sumaron 88 kindergarten oficiales, 7 semioficiales, 4
municipales y 42 particulares. Durante los años de 1968 hasta 1970, se pudo finalizar
con la elaboración de los programas para el nivel de educación parvularia logrando
así un mejor apoyo para los y las docentes de dicho nivel.
Al ver la necesidad y la ausencia de formación docente especializada para el nivel
de educación parvularia en el año de 1981, la Universidad Francisco Gavidia creó
las carreras de Profesorado y Licenciatura en Educación Parvularia, acción que fue
replicada por la Universidad Pedagógica de El Salvador, que en el año siguiente,
también abrió el profesorado en la misma especialidad, tiempo después lo haría con
la licenciatura en educación inicial.
Para 1983, cuando se redacta la Constitución de la República de El Salvador, se
reconoce oficialmente el Nivel de Educación Parvularia en el artículo 56,
presentándola como un derecho de la población y un deber para el estado.
Durante 1989 y 1990 las escuelas de educación parvularia de la sub-región central
aceptaron trabajar con la metodología de juego-trabajo presentada por
la
coordinación de la Unidad de Educación Parvularia del Ministerio de Educación.
En 1991 el Ministerio de Educación, inició el proceso de la revisión curricular; en
donde se pretendía la actualización de las concepciones, finalidades y metodologías
del nivel de educación parvularia. Luego desde 1992 hasta 1995, con el objeto de
ampliar la cobertura y la calidad educativa en el país se creó el programa EDUCO,
que también atendió a niños y niñas desde los 4 años hasta los 6 años.
Con el Plan Decenal de la Reforma Educativa en Marcha, se enfrentaron los desafíos
educativos de los años 90 ampliando la cobertura y calidad para mejorar la
educación; profundizando en la formación de valores y propiciando la modernización
del sector educativo, no obstante pese a los significativos esfuerzos, aún quedaron
aspectos para ser desarrollados plenamente en el futuro.
Es por ello que, en el año 2004, se inicia el diseño del Plan Nacional de Educación
2021 diseño que fue presentado a la sociedad salvadoreña el 29 de marzo de 2005 y
que bajo la responsabilidad del Ministerio de Educación, tiene la finalidad de articular
los esfuerzos por mejorar el sistema educativo nacional.
Este plan se sintetiza en cuatro objetivos:
-
Formación integral de la personas
-
Once grados de escolaridad para toda la población
-
Formación técnica y tecnológica del más alto nivel
-
Desarrollo de la ciencia y la tecnología para el bienestar de la sociedad
Actualmente, con el advenimiento de un mundo globalizado, el acceso veloz a la
información y la tecnología, el aprendizaje por competencias adquiere relevancia
mundial, y, por consiguiente, el concepto se convierte en el centro de discusión en
revistas, libros, instituciones de educación, foros, conferencias y muchos otros
eventos donde también El Salvador ha tomado parte y ha brindado sus aportes en el
documento: El Currículo al servicio de los aprendizajes.
Como puede evidenciarse, a lo largo de la historia de la Educación Parvularia en El
Salvador, la irrupción de la Orientación Educativa ha sido más que extraña, ajena.
Esto implica, que muy pocas acciones se han desarrollado en dicho nivel desde el
referente de la Orientación Educativa que cuenta con una sistematicidad y con el
adecuado soporte técnico-científico; lo anterior, se convierte en un reto para los
actuales y futuros profesionales de la Educación.
2.2 MARCO CONCEPTUAL
2.2.1 CONCEPCIÓN DE LA EDUCACIÓN PARVULARIA
La Educación tiene un papel fundamental en el desarrollo social y cultural de toda
persona, es por ello que es necesario que en nuestra cultura se vayan cambiando
esos paradigmas que ven los primeros niveles de educación como no necesarios,
pues es ahí donde hay que
comenzar a actuar para que los índices de
analfabetismo sean superados
en la población salvadoreña, para que el y la
estudiante adquiera el gusto por el estudio y desarrolle aquellas competencias que le
resultarán indispensables para transitar con éxito en el resto de niveles del sistema
educativo, por lo tanto, todos los niveles del sistema educativo son importantes para
el ser humano desde los primeros años de vida, pero la educación parvularia lo es
muy en especial.
En el Sistema Educativo de El Salvador la Educación Parvularia es el primer nivel de
la educación formal en donde sus principales beneficiarios y beneficiarias son los
niños y las niñas entre las edades de cuatro a seis años de edad, siendo este nivel
de educación de carácter gratuito cuando lo implementa el Estado. Dentro del primer
y segundo año de esta formación sus contenidos se enfocan en desarrollar las áreas
Socioafectiva, Biopsicomotora y Cognoscitiva, así como en la promoción de la
creatividad, incentivar la curiosidad propia de la naturaleza en el niño y la niña; en
cambio
el tercer año se centra
en el aprestamiento para la lectoescritura y la
matemáticas, en crear espacios para la expresión, la creatividad y la imaginación y
de esta manera lograr una óptima promoción del y la estudiante que permita un
tránsito exitoso hacia el ingreso de la Educación Básica.
La finalidad de la Educación Parvularia es promover en la niñez el desarrollo
armónico de su personalidad, apoyar su incorporación
a los espacios donde se
desempeña y a prepararlos para los diferentes niveles educativos y para la vida
misma. En esta etapa los niños y las niñas son capaces de superar varios aspectos
como la de integrarse a grupos sociales, convivir con otros niños y niñas de su
misma o distinta edad, desarrollar su propia identidad, entre otros.
2.2.2
RELACIÓN ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y EDUCACIÓN
PARVULARIA
La educación infantil es una etapa a la que ya se le conoce su carácter educativo,
pues es en ésta en dónde se establece como finalidad la contribución al desarrollo
físico y personal del niño y de la niña, para lo cual se cuenta con medios y recursos
administrativos y pedagógicos que lo favorecen.
De manera general, a la orientación educativa, se le atribuye una cierta significación
relevante en el currículo, ya que no se limita a ser concebida nada más como un plan
de estudios; sino como un matiz socializador, ya que según la etapa en que se
encuentra un niño y una niña en edad escolar temprana se desarrolla de manera
personal y relacional , de modo que conviene propiciar en este periodo ciertas
experiencias que estimulen en los niños y las niñas este desarrollo de manera más
completa, para así continuar hacia otros tramos o etapas educativas.
Es así como se puede visualizar este momento del crecimiento del niño y de la niña,
como una etapa en la que se puede y debe colaborar de manera eficaz
para
compensar todo tipo de desigualdad, entre algunas carencias que pueda presentar
relacionadas a los aspectos sociocultural, económico y psicológico. Es por ello que
es conveniente regular esta etapa en la que el niño y la niña transcienden hacia una
nueva, la cual iniciará con ciertas situaciones complejas que serán el resultado de
las interacciones que ha establecido con anterioridad, ya sea de manera biológica,
física o social. En este sentido se espera que la Orientación Educativa deba jugar un
papel fundamental y capital en todo el procedimiento educativo, en la que ha de
arbitrar medidas y planificaciones activas que contribuyan al crecimiento ordenado,
armónico y equilibrado del niño y de la niña.
2.2.3
ATENCIÓN
A
LA
DIVERSIDAD
EN
LA
EDUCACIÓN
PARVULARIA CON RELACIÓN A LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
La diversidad es una característica de la conducta que se manifiesta en el
comportamiento y modo de vida de las personas, así como en su manera de pensar,
estas son situaciones que se dan en todos los niveles evolutivos de la vida y, ésta
tiene amplia repercusión en los salones de clases, porque
en ese escenario
educativo se dan de forma continua y permanente manifestaciones de la diversidad
de los y las estudiantes que las conforman.
La diversidad que se manifiesta en el área educativa tiene su origen en factores
distintos, como por ejemplo: sociales, económicos, culturales, geográficos, étnicos y
religiosos. Por lo cual es importante realizar adecuaciones curriculares acorde a las
diferencias individuales de manera que favorezcan el crecimiento personal y
colectivo de las personas.
Las instituciones educativas y la misma sociedad deben ser conscientes de que el
proceso de construcción personal depende de las características individuales (de su
diversidad). Sostenemos que la misma diversidad debe formar parte de ese
contexto enriquecedor y generador de ayuda. Obviar la diversidad sería tanto como
soslayar la singularidad humana y despreciar su riqueza. En este sentido, orientar
en la diversidad supone, en definitiva, pensar en una escuela para todos, en unas
posibilidades sociales no excluyentes para nadie y en dar a cada uno, el “menú”
más conveniente para que consiga avanzar en su crecimiento lo más posible a
partir de lo que es y desde donde se encuentre. También supone resolver
progresivamente, y en la práctica, dilemas como uniformidad, diversidad y
homogeneidad, heterogeneidad.
El aula es el espacio privilegiado donde se concreta el proceso de aprendizaje en las
dimensiones cognitivas, procedimentales y actitudinales, y donde se desarrollan las
potencialidades intelectuales, afectivas y socializadoras mediante el trabajo directo
del profesorado con los niños y las niñas y en la relación con sus compañeros y
compañeras, en este ambiente ellos y ellas necesitan, entre otros casos:
- Vivir en un medio rico en estímulos para poder aprender desde su realidad.
- Mirar, tocar, explorar, imitar, inventar.
- Ser tenidos en cuenta, escuchados, valorados. Sentirse seguros y seguras,
confiados y
confiadas en un ambiente estable y predecible, disponiendo de
espacios propios con condiciones físicas y materiales adecuadas
- Que la relación familia-escuela sea coherente.
Todo ello servirá, en el ámbito de la Orientación Educativa para:
- Asumir de forma activa el proceso de conocimiento que tenemos los seres
humanos: Aprender a conocer
- Ayudarle a construir su propia identidad, su proyecto de vida, su desarrollo como
persona: Aprender a ser.
- Contribuir a su socialización reconociendo los saberes fundamentales que el ser
humano ha ido construyendo colectivamente a lo largo de la Historia: Aprender a
convivir.
Entre los aspectos que requieren mayor atención al momento de relacionar la
educación y la Orientación Educativa en el marco de la diversidad se encuentran:
-
Los procesos de socialización.
-
Los problemas de convivencia.
-
El trabajo coordinado de todo el profesorado del grupo-aula.
-
Un currículo comprensivo y globalizador.
-
La formación en valores.
-
Sistemas de detección y tratamiento de las particularidades de cada
estudiante.
-
Los diferentes ritmos de aprendizaje. (Sistemas de atención individualizada)
-
La integración del y la estudiante con necesidades educativas especiales.
-
Una organización flexible de tiempos y horarios.
-
Sistemas de revisión y refuerzo educativo para prevenir el fracaso escolar.
-
Diversas metodologías para una atención más eficaz de la diversidad.
-
Diversidad de materiales y recursos curriculares
-
Medios humanos y recursos para la prevención de posibles deficiencias.
-
La formación permanente del profesorado para su trabajo en el aula.
-
La relación del y la docente con la familia.
Es por ello, que el proceso de Orientación Educativa debe establecerse de manera
continua, sistemática y preventiva. De modo que, responda a todas las necesidades
e intereses que el y la estudiante demande.
2.2.4 PRINCIPIOS GENERALES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
PARA EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA (Adaptación de la
propuesta de Imídeo Nérici)
Los trabajos de Orientación en el aula deben ser guiados por principios que aseguren
la secuencia de los objetivos que tiene la Orientación Educativa. Para el nivel de
educación parvularia los principios más significativos de la Orientación Educativa son
los siguientes:
-
Ver al niño y niña en su realidad bio-psico-social, con todo respeto y
consideración con el fin de que a partir de esa realidad, se pueda conseguir
una ajustada personalidad, segura de sí y comprensiva.
-
Realizar un trabajo de orientación, sin crear dependencia, pero orientar para la
auto-confianza, independencia, autonomía y cooperación.
-
Sensibilizar hacia la realidad de respetar a sus semejantes.
-
Servir a todos los niños y niñas, no solo a los que tienen problemas.
-
Dar énfasis a los aspectos preventivos de la conducta humana, dado que es
mucho más fácil evitar un “accidente” que “recuperarse” del mismo.
-
Tratar de interesar a todas las personas relacionadas con el proceso de
educación del niño y la niña, como director, padres y madres de familia,
docentes de aula y docentes especiales (música, educación física).
-
La Orientación Educativa debe actuar también como organismo de estudio y
de investigación de medidas que lleven a la superación de las dificultades de
diferente naturaleza.
-
La Orientación Educativa se debe llevar a efecto como proceso continuado y
no como acción esporádica, en los momentos en que surgieran mayores
dificultades.
2.2.5 OBJETIVOS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA PARA EL
NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA (Adaptación de la propuesta
de Imídeo Nérici)
La Orientación Educativa sugiere diversidad de conceptos, que si bien es cierto, no
todos están enfocados
directamente a la educación, hay algunos que aunque
parezcan ser una ardua tarea en sí mismos, ponen de manifiesto sus objetivos y
pretensiones, los cuales en última instancia concuerdan con la educación, ya que se
formulan con el propósito de ser ejecutados con mayor seguridad y plenitud desde
ese nicho. Estos son:
- Orientar al niño y
la niña en sus estudios, con el fin de que los mismos sean
más provechosos.
- Orientar para una mejor adaptación en la escuela, en el hogar y en la vida social
en general.
- Discriminar aptitudes y aspiraciones del educando, con el fin de orientarlo mejor
hacia su plena realización.
- Asistir al niño y la niña en cuanto a su autoconocimiento, a su vida intelectual y
a su vida emocional.
- Trabajar para instaurar en la escuela un ambiente de alegría, satisfacción y
confianza, establecer un ambiente tranquilo que haga posible la pérdida
de
temores, frustraciones y humillaciones.
- Interesar a la familia para que coopere de la manera más activa, eficiente y
positiva en la vida del niño y la niña.
- Promover la participación activa de todo el cuerpo docente en el proceso
continuo de la Orientación Educativa.
- Orientar a todos los niños y las niñas, sin excepción, para obtener una madurez
equilibrada e integral de acuerdo a sus necesidades.
- Facilitar la integración de los y las estudiantes en su grupo de clase fomentando
el desarrollo de actitudes de cooperación y respeto de las diferencias.
- Contribuir a la personalización de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
- Efectuar un seguimiento global de los procesos educativos de los y las
estudiantes para detectar las dificultades y las necesidades especiales, articular
las respuestas adecuadas y recabar los oportunos asesoramientos y apoyos.
- Fomentar en el grupo de los y las estudiantes
el desarrollo de actitudes
participativas en entorno sociocultural y natural.
- Adecuar las programaciones a las características específicas de los y las
estudiantes
- Contribuir a desarrollar líneas comunes de acción con los demás maestros y
maestras en el marco del Proyecto Curricular del Centro.
- Implicar a los padres y madres de familia en actividades de apoyo al aprendizaje
y orientación de sus hijos e hijas. Informales de todos aquellos asuntos que les
afecten en su educación.
2.2.6 LIMITACIONES Y PERSPECTIVAS DE LA ORIENTACIÓN
EDUCATIVA EN EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA
Los efectos más inmediatos en el proceso de Orientación Educativa serán
consecuentemente corresponsabilidad de los agentes intervinientes en el proceso
educativo, los cuales han de tomar de forma comprometida el rol y función que
desempeñen en dicha labor. Por esta razón es de vital importancia clarificar aquellas
limitantes que han interferido en este proceso y establecer al mismo tiempo los
alcances hacia los cuales está dirigida la orientación.
Dentro de las limitantes que pueden observarse en la Educación Parvularia
Salvadoreña están:
-
No existe una persona especializada en el área de la Orientación Educativa
que la ejerza dentro del ámbito escolar.
-
El y la docente con el día a día en las instituciones educativas asumen el rol
de orientador y orientadora aunque no sea su área de trabajo.
-
Docentes no capacitados específicamente en Orientación Educativa.
-
Grupos numerosos
de estudiantes en cada nivel, lo que imposibilita en
ocasiones una atención más individualizada.
-
En las instituciones públicas salvadoreñas existen aulas integradas, lo que
complica mucho más la labor docente al tener que diversificar la atención.
-
Poca colaboración de padres y madres de familia.
-
Poco trabajo en equipo y unificación para la continuidad del proceso de
Orientación Educativa, entre el claustro de docentes que conforma la
institución.
Las perspectivas; entre otras podrían ser los siguientes:
-
El y la docente concibe de manera integral al y la estudiante favoreciendo un
desarrollo personal, cognitivo y social, a partir de
la adquisición de la
identidad, autonomía y convivencia, donde éste será
capaz de tomar
decisiones y resolver problemas por sí mismo y por sí misma.
-
El y la docente por medio de diferentes técnicas promoverá el interés en sus
estudiantes por adquirir
nuevos conocimientos, desarrollar
nuevas
habilidades y mejorar sus hábitos de estudio.
-
El y la docente planificará y realizará adecuaciones curriculares que sean
necesarias para atender las diversas dificultades que manifiestan los y las
estudiantes.
-
El y la docente acompañará al y la estudiante en el proceso de Orientación
Educativa para una óptima promoción hacia el nivel de educación básica;
desde una perspectiva preventiva y no remedial.
2.2.7 FUNCIONES Y ROLES DEL DOCENTE-ORIENTADOR EN EL
NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA
En el sistema Educativo Público Nacional, lastimosamente no se cuenta con un
profesional de Orientación Educativa dedicado de manera exclusiva a esa tarea, por
eso, es importante que el y la docente esté preparado académicamente dentro de su
formación superior, sobre algunas pautas de Orientación Educativa para que pueda
asumir con responsabilidad y continuidad la formación integral de sus estudiantes.
Son muchas las responsabilidades del y la docente dentro del aula. Pero, las
funciones de éstos como orientadores deben partir de las necesidades de los y las
estudiantes a quienes sirve, entre ellos priorizamos los siguientes:
- Orientación personal
El niño y la niña deben ver al y la docente como una persona a quien puede acudir
para pedir ayuda. Donde él y ella, como orientadores, pueden favorecer a sus
estudiantes a entender, aceptar y expresar sus ideas, sentimientos, valores y
necesidades.
Al mismo tiempo, contribuir a que niños y niñas tengan suficiente información que les
ayude a tomar decisiones y resolver problemas según el contexto y las posibilidades
que tenga.
- Recopilar, organizar y utilizar la información sobre el niño y la niña
Es necesario que el y la docente tenga la capacidad de realizar investigaciones
sencillas, ante una situación determinada, recopilar la información y organizarla para
dar seguimiento, analizarla y dar respuesta diversificada a cada uno de sus
estudiantes.
El y la docente debe dominar la aplicación correcta de algunas técnicas como:
entrevistas, registros anecdóticos, etc. que ofrezcan información suficiente de todo el
estudiantado, para cuando se presente una situación determinada, debe disponer de
la historia familiar y académica de sus estudiantes por ejemplo.
- Contacto permanente con la familia
Los tres actores que dan sentido a la educación son el y la docente, el y la
estudiante, los padres y madres de familia. Por eso es importante obtener
información verídica, confiable y contar con el apoyo de los
padres y madres de
familia o encargados de los y las estudiantes. Es decir, mantenerlos al tanto del
rendimiento académico, las relaciones interpersonales, desarrollo de la autoestima
de sus hijos e hijas.
- Planificar y desarrollar el programa de Orientación
Es necesario que el programa de orientación se construya participativamente, en
donde toda la comunidad educativa se involucre. El orientador será un agente clave
para detectar las necesidades de sus estudiantes, en la que deba
definir los
objetivos claros y precisos, formulando así un plan de acción que dé respuesta a las
necesidades, de forma que este proceso orientador se evalué continuamente.
2.2.8 ACTITUDES DEL DOCENTE-ORIENTADOR PARA EL NIVEL DE
EDUCACIÓN PARVULARIA
Toda persona que es docente, orientador u orientadora debe poseer actitudes
positivas, tanto consigo mismo como para con los demás, ya que se desempeña
profesionalmente en un ambiente donde trata con seres humanos llenos de sueños,
miedos, metas, conflictos, necesidades, etc.
Por eso se enuncian algunas cualidades del o la docente que asuma las funciones
de realizar y desarrollar la Orientación Educativa de sus estudiantes, entre otros
señalamos los siguientes:
-
Habilidad para tratar a las personas.
-
Capacidad de iniciativa y liderazgo.
-
Capacidad de empatía.
-
Capacidad de adaptación a nuevas situaciones.
-
Comprensión y tolerancia.
-
Simplicidad y modestia.
-
Habilidad de conquistar y mantener la confianza de los y las estudiantes y
demás personas comprometidas en el proceso educativo.
-
Actitud de discreción con relación a todos y todas con quienes trata,
principalmente con relación a sus estudiantes.
-
Sensibilidad para saber cómo y cuándo actuar, sin angustia y amedrentar a
las personas con quien se trata.
-
Equilibrio emocional, para no perderse en “explosiones” o no comprometerse
afectivamente con los casos en tratamiento (Inteligencia emocional).
-
Asumir una actitud no directiva, evitando dar consejos.
2.2.9 INTEGRACIÓN, ORIENTACIÓN Y CURRÍCULO DE EDUCACIÓN
PARVULARIA
Es fundamental, reconocer que toda actividad de Orientación Educativa no puede ser
sometida a la improvisación, pues hay que tener presente que por mínimas que éstas
sean, se deberá realizar una sistematización de las mismas, la cual será determinada
por las necesidades reales de cada grupo de estudiantes. Esta sistematización en la
etapa infantil ha de contemplar objetivos debidamente estructurados que sean
considerados como parte fundamental del Proyecto Curricular del Centro o PCC.
Toda actividad orientadora de ninguna manera puede desvincularse de las
actividades educativas, ya que estas mismas poseen ciertos fines, metas, objetivos
específicos, que han de formar parte del currículo del centro, de manera que se
estimulen las capacidades y habilidades que contribuyan a la armonía de su
desarrollo. Es por tal razón que independientemente de las necesidades de cada
estudiante, las acciones de orientación educativa deberán estar dirigidas a todos
los que conforman el grupo de clase.
Esta acción orientadora ha de integrarse al currículo en diferentes áreas o ámbitos;
en este sentido se propone lo siguiente:
-
En su identidad, en cuanto a sus objetivos, se deberá aplicar con el propósito
de que haya un desarrollo armónico del niño y de la niña.
-
La función docente con la tarea del tutor, en la cual se establece una relación
afectiva, estrecha, que creará las condiciones óptimas para orientar el
desarrollo de los y las estudiantes.
-
Las actividades de enseñanza-aprendizaje, que están en relación con los
ámbitos de la experiencia directa.
-
En la adopción de estrategias de individualización, a través de las medidas
como la de mejorar la organización de los recursos personales, genera un
grado de excelencia y de plenitud de las facultades de los sujetos. Cabe
agregar la colaboración que deberá existir entre los profesionales a cargo del
niño y la niña y del conjunto de personas que conforman todo su entorno
socio-familiar.
-
Las diferencias individuales, de forma que se adopten propuestas curriculares
comunes que fomenten un clima de cooperación, independientemente al tipo
de estudiantes al que vaya dirigido, tratando en la medida de lo posible,
atender esas particularidades que conforman su diversidad.
Es importante retomar en todas las áreas curriculares, contenidos de orientación que
vayan relacionados a la prevención, solución y desarrollo de los sujetos, de modo
que las unidades didácticas sean un plano perfecto para la integración curricular.
Sobre esto último hay que tomar en cuenta los aspectos siguientes:
-
Conciencia por parte de todo el cuerpo docente de la importancia que pueda
tener todo aquello enfocado o relacionado con
actividades orientadoras,
programas, planes, etc.
-
Disponibilidad del cuerpo docente para el desarrollo y aplicación de todas
estas actividades y propuestas. Las cuales deberán planificar y coordinar
conforme a las actividades específicas en tiempos concretos.
-
Coordinación entre todos y todas para la integración de la orientación al
currículo.
-
Inducción del cuerpo docente hacia las nuevas perspectivas orientadoras.
Es así como la integración de la orientación deberá ser considerada en el currículo,
ya que se debe de tener presente que toda actividad orientadora, al querer ser
aplicada al contexto escolar, deberá enfocarse a
una serie de
modificaciones
curriculares, en las que vayan inmersas todos aquellos tópicos que la determinan,
como el desarrollo personal y social, el proceso de enseñanza- aprendizaje, de modo
que haya una adecuación lo más coherente posible.
2.2.10
RELACIÓN
PROGRAMAS
DE
LOS
OBJETIVOS
DE
LOS
DE ESTUDIO DEL NIVEL DE
NUEVOS
EDUCACIÓN
PARVULARIA (2007-2012) VIGENTES EN EL SALVADOR CON LOS
OBJETIVOS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Entre los distintos objetivos de la Educación Parvularia y los de la Orientación
Educativa hay varios que tienen relación y concuerdan adecuadamente, entre ellos
se citan los siguientes:
-
El educando es el centro del quehacer educativo y deberá recibir la asistencia
necesaria a fin de propiciar un mejor desarrollo de su persona.
-
La unificación del hogar, la escuela y la sociedad, favorece al y la estudiante,
en la mejora de sus relaciones intrapersonales e interpersonales y lograr
desarrollar un equilibrio y adaptación en el entorno donde se desenvuelven.
-
Proporcionar las condiciones esenciales y desarrollar las competencias
necesarias para iniciar óptimamente el proceso de escolarización del nivel de
Educación Básica implementando un proceso de Orientación Educativa
continuo y preventivo.
2.2.11 PRÁCTICA PEDAGÓGICA
La práctica pedagógica o educativa es el producto de la cultura, de la sociedad, de la
formación inicial y continua del y la docente, y ha de entenderse como “La actividad
cotidiana que realiza el maestro y maestra, orientada por el currículo, en un contexto
escolar y social determinado, dirigida a la construcción de personas integrales, para
el dominio de saberes, el conocimiento personal y la convivencia social” (Andrade,
Contreras y Díaz, 1998).
2.2.11.1 FACTORES QUE INCIDEN EN LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA
2.2.11.1.1 Formación continua y desarrollo profesional
Durante el inicio de la Reforma Educativa de la década pasada, una de las grandes
apuestas fue la calidad educativa que se relaciona con el trabajo en el aula, las
prácticas educativas y las actitudes pedagógicas de los y las docentes. Todo esto se
ligó con la formación y el desarrollo profesional. Lo anterior promovió entre los y las
docentes la necesidad de la lectura, la autoformación, la participación en cursos de
actualización para responder, de manera asertiva a las necesidades, no solo
académicas de sus estudiantes, sino también a los de tipo afectivas y personales.
Uno de los riesgos que se corre en cualquier práctica pedagógica es el hecho que el
o la docente, pase muchos años ofreciendo el mismo grado o impartiendo la misma
asignatura, repitiendo actividades y metodología, en estas circunstancias muchos
docentes se acomodan, se olvidan del compromiso que tienen con sus estudiantes y
son apáticos y apáticas a los nuevos conocimientos, por tanto en ellos y ellas el
desarrollo profesional es casi inexistente.
Todo lo anterior implica un reto que, dada la cantidad, dispersión y heterogeneidad
del cuerpo docente en todo el país dentro del sector público, no es posible abordar
en su totalidad , de manera equitativa y constante, las capacitaciones y por ende el
desarrollo profesional de los y las docentes a nivel nacional. Otro aspecto importante,
es que no todos los y docentes tienen las mismas inquietudes, expectativas y
necesidades, por lo tanto las capacitaciones masivas difícilmente pueden tomar en
cuenta esa diversidad de variantes. A no ser que se inviertan recursos económicos y
humanos, así como el tiempo necesario para formar docentes desde la realidad
personal e institucional de cada uno, las prácticas pedagógicas serán siendo un
poco más de lo mismo.
Siempre se ha acentuado que la educación es la principal inversión de la sociedad,
es por eso, que el y la docente deben responder al reto del cambio, es decir, hay que
fijar la mirada en el y la docente que necesitamos para el futuro, apostarle a que
rompa esquemas, se autoforme, reflexione sobre su labor, que no se detenga en la
escuela anticuada y tradicional, temerosos a innovar. Por eso es necesario
establecer que el desarrollo profesional del y la docente, está estrechamente ligado
al desarrollo personal, esto significa; crecimiento, cambio, mejora y adecuación en
relación al propio conocimiento y con las habilidades y actitudes que han de emplear
en su trabajo en el aula.
Lo anterior demuestra que el desarrollo personal de los y las docentes influye y
determina la eficiencia de su labor, que exige además el desarrollo profesional de
cada uno de ellos. En este sentido, el y la docente puede dominar el proceso de
planificación, las técnicas de enseñanza, los conocimientos técnicos, entre otros;
pero si es una persona inmadura, conflictiva, incapaz de trabajar en equipo y de
comunicarse efectivamente con sus estudiantes y colegas, su crecimiento profesional
se verá afectado constantemente por el fracaso y la frustración.
Por lo tanto, ¿Cómo podrá enseñar el y la docente a sus estudiantes a ser
autónomos y críticos; si él y ella es incapaz de tomar decisiones y exige repetir en
coro a sus estudiantes lo que dicen los libros?, ¿Qué éxito se espera de un y una
docente que se lamenta constantemente de su salario y del rol que juega ante la
sociedad? Y finalmente ¿Cómo quiere el y la
docente que sus estudiantes se
autorresponsabilicen por su propio aprendizaje, si él y ella no asume con
responsabilidad la tarea de actualizarse y aprender cada día para ser mejores
profesionales?
La formación de nuevas personas, exige la presencia de nuevos docentes.
2.2.11.1.2 Educación y sociedad
No hay duda que los cambios sociales, las nuevas tecnologías, estudiantes
diferentes (diversidad), la globalización, entre otros, influyen e impactan en la
educación, hoy en día es más difícil ser docente, cumplir con las propias
responsabilidades y atender satisfactoriamente con las necesidades de cada
estudiante, así como responder oportunamente a las exigencias de la sociedad sobre
el tipo de ser humano que requiere. El estudiantado de hoy, no es el mismo que el de
hace diez años, han cambiado sus acciones, actitudes, intereses y motivaciones, en
este nuevo contexto, el y la docente deben conocer y comprender estas nuevas
formas de vivir y ser de sus estudiantes.
A lo anterior se suma que, la vida social y familiar ha sufrido significativos cambios
que también afectan a los y las estudiantes. Cerrar los ojos ante esta sociedad tan
convulsionada es orquestar un fracaso en la labor docente.
Ahora los y las estudiantes no son ni mejores ni peores, son diferentes y requieren
de un trato personal y académico también diferente, donde la Orientación Educativa
se convierte en un elemento facilitador de la acción docente.
Se agrega además que, muchas veces la práctica educativa ubica al y la docente
como el centro de la enseñanza, actualmente se sigue observando en las aulas la
gran cantidad de actividades memorísticas y repetitivas que promueven muy poco el
análisis, la reflexión, la crítica, la aplicación, es decir: el desarrollo de otras
competencias que plantea el currículo nacional y que demanda el sector social,
político y productivo del país.
Pero nada de lo anterior compara con el grave error de homogenizar las actividades
de aprendizaje, olvidando las inteligencias múltiples, los diferentes intereses y el
peso afectivo que cada estudiante carga en su proceso académico. Todo esto
demuestra que la función docente no puede reducirse únicamente al campo de la
educación.
El involucramiento del y la docente así como de sus estudiantes en procesos de
Orientación Educativa podrá facilitar el abordaje y desarrollo de estos elementos.
2.2.11.1.3 La investigación en el aula
La investigación es una actividad compleja y sistemática que contribuye a promover
nuevos conocimientos. La investigación es un proceso estricto y mediato que tiene
como objetivo ampliar y mejorar el conocimiento y la práctica del ámbito humano,
físico, social y educativo. En la educación, el proceso de investigación favorece el
reforzar el conocimiento y la práctica, la reflexión (un proceso imprescindible y
muchas veces olvidado) del ser y saber hacer del y la docente dentro del aula.
Especial atención merece la investigación-acción pues pretende unir la práctica
docente y el saber fundamentado, entendida como: “Una forma de indagación
autorreflexiva emprendida por los participantes en situaciones sociales (educativas)
para mejorar la racionalidad y la justicia de sus propias prácticas educativas, su
comprensión de la práctica y las situaciones educativas en el centro en las que tales
prácticas se llevan a cabo”. Carr Kemmis (1988)
Finalmente, en el campo educativo el objetivo de la investigación-acción es la
práctica educativa y los problemas que la misma plantea a los y las docentes. Los
investigadores mencionan cuestiones tales como: selección y organización del
contenido curricular, los problemas metodológicos, de rendimiento, las dificultades en
general; ¿Cómo mejorar el desarrollo del currículo y las cuestiones de intereses y
actitudes? , entre otros.
2.2.11.2 APLICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN A LA
FORMACIÓN
DE
DOCENTES
DE
EDUCACIÓN
PARVULARIA
RELACIONADA A LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
La investigación-acción guarda una estrecha vinculación con la Educación Parvularia
y la Orientación Educativa, pues se trata de un proceso dirigido a la descripción,
explicación y valoración de lo que sucede en el aula.
La investigación-acción puede ayudar al y la docente de parvularia en su rol de
orientador a:
-
Descubrir espacios educativos donde pueda fomentar el desarrollo personal,
grupal y profesional del equipo docente.
-
Desarrollar estrategias y métodos para actuar en la práctica educativa de un
modo más adecuado y eficaz.
-
Facilitar dinámicas de trabajo grupal, entre los y las docentes de escuelas
infantiles, para reflexionar sobre las propias actuaciones a fin de diagnosticar
problemas y proponer las acciones necesarias para el cambio.
-
Propiciar técnicas e instrumentos de Orientación Educativa que ayudan a
recoger y analizar la realidad infantil: situaciones, problemas, datos en general
del y la estudiante, sus intereses, necesidades y problemas.
-
Iluminar toda la práctica educativa desde la óptica de la investigación
cualitativa, vinculando a un mismo tiempo la investigación con la acción y la
formación personal.
-
Contribuir a la reflexión sistemática sobre la práctica educativa. A extraer de la
práctica diaria propuestas de cambio y de mejora de la misma práctica
docente.
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