2. MARCO TEÓRICO 2.1 ANTECEDENTES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y EDUCACIÓN PARVULARIA 2.1.1 ORIENTACIÓN EDUCATIVA Desde el surgimiento de la orientación una gran cantidad de autores han encontrado diversas dificultades para definir este término en función de sus objetivos y campos de acción. Son muchos los conceptos surgidos enfocados a la gama de perspectivas en donde no siempre se ha relacionado el término con educación, ni consecuentemente con la función del y la docente. Dada la complejidad de este término y con el fin de establecer una conceptualización más precisa de la Orientación Educativa, la comprensión del mismo exige recurrir a una diversidad de fuentes y perspectivas que ayuden a aproximarse a su definición. De acuerdo con Martínez de Codés (1998: 3), el concepto de orientación ha sido tratado desde diversos enfoques y lo ve como un proceso que ayuda a la persona a tomar decisiones, es como una forma de asesorar al individuo para la resolución de problemas personales y sociales, como sistema o modelo de intervención que brinda asistencia al sujeto y, más recientemente, como eje transversal del currículo presente en los actos que emprende el y la docente en el contexto escolar y extraescolar. Desde el punto de vista de Bisquerra & Álvarez (1998:20) sugieren que el concepto sea analizado desde los siguientes niveles: - Histórico (asumir su evolución). - Teórico (comprender el presente y entender el futuro). - Conceptual (necesidad de establecer acuerdo en los términos utilizados). - Prescriptivo (formular propuestas y recomendaciones para el diseño de programas basados en resultados de investigaciones). - Descriptivo (describir lo que está haciendo. Contempla las experiencias de orientación en los centros educativos o una comunidad, es decir lo hechos y fenómenos, tal como suceden). - Normativo (instrumentos legales que sirven de patrón o referencia para el proceso orientador) y; - Crítico (discrepancias entre lo normativo -deber ser- y la práctica - ser-). En este orden de ideas, Jacobson & Reavis, citado por Vital (1976) consideran la orientación “como un servicio dirigido a ayudar a los alumnos para que seleccionen inteligentemente, entre varias alternativas, la que corresponda con sus habilidades, potencialidades y limitaciones.” Desde el punto de vista sistémico, según Santacruz (1990:15) una definición completa del concepto de orientación debe contener los siguientes elementos: la naturaleza de la orientación ¿Qué es?, justificación ¿por qué?, el propósito ¿para qué se orienta?, el método ¿cómo?, el momento del proceso responde a la pregunta ¿cuándo se orienta? Desde el punto de vista científico, Repetto et al. (1994:87) expresa: “la orientación es la ciencia de la acción que estudia desde la perspectiva educativa y por tanto diagnóstica, preventiva, evolutiva y ecológica, la fundamentación científica del diseño, la aplicación y la evaluación de los intercambios dirigidos al desarrollo y al cambio optimizado del cliente y de su contexto.” Según Tyler (1978. 87), la orientación intenta “descubrir el potencial de cada sujeto y ver que cada uno tenga su oportunidad para desarrollar ese potencial al máximo en lo que mejor pueda ofrecer así mismo y al mundo”. Con una visión de la orientación dirigida al ámbito educativo, Curcho (1984: 26) define la orientación como “un proceso destinado a atender a todos los alumnos en los aspectos de su personalidad, a lo largo de todos los niveles educativos”. En el contexto de la relación para el autodescubrimiento, Maher & Forman (1987:8) expresan que la orientación “es una aportación directa de información cara a cara, de asesoramiento o guía por parte del orientador a un grupo estudiantil o a un alumno individual” Para Bisquerra (1998: 9), la orientación es “un proceso de ayuda continua a todas las personas en todos sus aspectos, con el objeto de potenciar el desarrollo humano a lo largo de toda la vida”. La orientación es definida por Nerici (1990:21) como “un proceso educativo a través del cual se asiste al educando con el fin de que éste pueda obtener pleno rendimiento en sus actividades escolares, formular y realizar planes según su aptitudes e intereses para que alcance armónicamente los fines últimos de una educación integral”. La orientación escolar implica, según Ayala (1998), “un proceso de asesoramiento continuo donde el docente promueve actividades de tipo preventivo dirigidas a la formación de hábitos de estudio, atención, concentración en clases, aprovechamiento del tiempo y desarrollo de habilidades cognitivas”. Desde el punto de vista de la relación enseñanza-aprendizaje, Molina (2001) considera la orientación escolar “como un proceso dirigido al desarrollo de habilidades y destrezas para aprender a aprender y formar hábitos, actitudes, valores y comportamientos positivos hacia el medio escolar en relación a las actividades mismas de aprendizaje”. Es así como el concepto de orientación ha evolucionado desde una actividad básicamente diagnóstica y de carácter puntual a un enfoque más amplio, rico y comprensivo, procesal y diferencial, tomando en consideración las distintas etapas de desarrollo del individuo. A partir del análisis detenido sobre el significado de la orientación y como síntesis del recorrido conceptual, la Orientación Educativa se considera como: “Un proceso complejo, preventivo que debe ir evolucionado continuamente en torno a la formación de la personalidad del educando, la cual puede llegar a ser integral si parte del autoconocimiento y concientización del medio que le rodea, para lo cual el y la docente requiere de las herramientas necesarias para formular y realizar planes estratégicos y permanentes que le permitan aplicar métodos y técnicas adecuadas conforme a las diferencias individuales y del medio bio-psico-social que es parte del educando. Esto con el objetivo de generar nuevas alternativas de ayuda al individuo para que éste sea capaz de auto dirigirse y comprenderse conforme a la potencialización de su personalidad y madurez intelectual-social y así alcanzar una máxima evolución que le permita resolver y afrontar los problemas de modo que pueda tener una vida más feliz.” Es por ello que este proceso interdisciplinario y transdisciplinario sustentado en los principios de intervención preventiva, desarrollo y atención a la diversidad del y la estudiante, debe asumir la función de facilitar y promover su desarrollo integral para que se constituyan en seres transformados en sí mismos y transformadores de su entorno. 2.1.1.1 ANTECEDENTES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA Los inicios de la orientación se han caracterizado por un grado preocupante de indefinición teórica, de la delimitación del concepto como tal y la confusión que aún existe para algunos. Es por ello que analizar el proceso histórico y las causas que motivaron su aparición es determinante para comprender las funciones que hoy en día le son asignadas. En la génesis de la orientación se ponen de manifiesto todo aquello que subyace en los distintos movimientos y tendencias, revisando así a través de un recorrido histórico las más significativas manifestaciones. La orientación, entendida como actividad profesional institucionalizada dirigida a ayudar a las personas para enfrentar sus problemas, surge, en los países industrializados, a comienzos del siglo XX como consecuencia de los movimientos para la reforma social. La orientación entendida como una ayuda a los problemas que el ser humano atraviesa a lo largo de la vida, es tan antigua como la humanidad misma; pues el hombre siempre ha buscado ser ayudado y se ha esforzado en ayudar; desde las formas mágicas establecidas y utilizadas en la edad primitiva, hasta las técnicas y programas más sofisticados que se utilizan en aquellos países llamados desarrollados, el ser humano se ha esforzado por enfocar su ayuda en la creación de alternativas que ayuden a otros a enfrentar problemas, liberar tensiones y tomar decisiones; en cada etapa surgieron circunstancias históricas que determinaron las distintas formas de llevar a cabo dicha ayuda. (Martínez González, 1998, 3-4) Los antecedentes más remotos a lo que hoy se llama orientación se caracterizaban por ser mítico-religiosos, relacionados con la astrología en donde el orientador era un tipo mago o sacerdote que cumplía la función de predecir conductas, clasificar personas, dictar pautas de comportamiento y decidir el futuro de los sujetos. En la época clásica de Grecia y Roma, el estado asumió el papel orientador, ya que facilitó las condiciones necesarias y se encargó de formar a sus ciudadanos para que pudieran trabajar de acuerdo a sus capacidades (determinada casi siempre por la clase social). En la edad media europea, la figura de Carlo Magno fue vista como de orientador, por el empeño que puso en que las clases inferiores se instruyeran y redimieran en su trabajo servil, de manera que ya instruidos se convirtieran en asesores del poder o enseñantes de la aristocracia. Durante el renacimiento Paracelso y Juan Huarte de San Juan son fundamentales en el concepto, ya que estudiaron los factores de la personalidad y la edad relacionado al trabajo en las minas; pues el fin de estos consistió en diagnosticar las capacidades de los sujetos y el de orientar a dichos sujetos hacia los trabajos para los cuales estuvieran más capacitados. Durante la etapa del racionalismo Locke y Leibnitz proponen la orientación como un recurso para la resolución de problemas del hombre, pues es visto como un proceso psicométrico de los procesos psicológicos. Desde esta perspectiva, el proceso educativo orientador tiene como objetivo el desarrollo de las capacidades de los sujetos con el fin de responder a las exigencias y alcanzar los objetivos de las clases sociales burguesas e industriales. Por otra parte, Rousseau en su obra, Emilio o la Educación, propone la necesidad de estudiar las facultades de los y las estudiantes, su forma de ver, pensar y sentir con el fin de adaptar la instrucción a las diferencias individuales. A partir de este argumento, se puede decir que la orientación surgió y se desarrolló desligada del proceso educativo. Es entonces que se le atribuye a Jesse Buttrick Davis (1913) el mérito de haber sido el pionero de la integración de la orientación de los y las estudiantes en los programas escolares con el fin de atender a la problemática vocacional y social que presentaban. De su obra publicada en 1914 “Vocational and moral guidance”, se pueden retomar algunas ideas enfocadas a la Orientación Educativa, que en este caso es hacia donde está enfocada la presente investigación. - La orientación de los escolares está íntimamente relacionada con todo el proceso educativo. - Se distingue por su carácter procesual y por estar ordenada al desarrollo integral del y la estudiante. Ahora bien, el primero en aplicar la palabra “educativa” a la orientación fue Eileen Kelly (1914) y lo hizo en sus tesis titulada “Educational Guidance” (1914). Para Kelly la orientación “es un proceso de ayuda escolar, íntimamente unido al proceso educativo.” La consideración de la orientación como elemento esencial del proceso educativo ha tenido mayor aceptación en Europa y América como una doble vertiente: - Distribución y ajustes de los y las estudiantes al sistema escolar. - Elemento indisolublemente unido al proceso educativo y al desarrollo humano. (Brewer “Educational as guidance”). La institucionalización de la orientación se ha dado en diferentes países, por ejemplo en Estados Unidos, toda Europa y España, en donde ésta responde a un lento y trabajoso proceso resultante de la necesidad de dar respuesta eficaz al nuevo orden social, económico, productivo, político y educativo que se inicia en las primeras décadas del siglo XX. Los planteamientos que sobre la Orientación Educativa se han conformado proceden de campos diversos y tienen como destinatarios principales a los jóvenes, así por ejemplo: Según Álvarez Rojo (1994) este proceso se caracteriza por ser heterogéneo (los destinatarios fueron en principio los trabajadores y los jóvenes que necesitaban ayuda para acomodarse sin demasiadas dificultades a las nuevas formas de vida), concluyente (la intervención orientadora tiene en la institución educativa el lugar más adecuado ya que ella conviven y trabajan las personas (niños, adolescentes y jóvenes), sujetos preferentes de la orientación), interdependiente (la evolución en los distintos países han confluido causas bastantes comunes a todos ellos, han surgido de las mismas necesidades y han adoptado formulaciones teóricas y desarrollos prácticos) y asimétrico (explica los elementos específicos, la idiosincrasia de países y de los propios desarrollos históricos). Según el mismo autor, en el proceso de institucionalización, se suscitaron algunos acontecimientos que marcaron los momentos o etapas de desarrollo, entre otros los siguientes: A comienzos del siglo XX entre los años 1900 y 1920 puede considerarse como la primera fase la “etapa funcional del movimiento de orientación vocacional norteamericana”, la cual consistió en ayudar a los jóvenes a adaptarse a las exigencias profesionales de la nueva economía. Durante esta etapa se destacó la importancia de conocer las características de los sujetos, sus capacidades e intereses y las expectativas de la sociedad con el fin de optimizarlas en el trabajo y orientarles hacia el empleo. La concreción más significativa de esta etapa es la creación de la Nacional Vocational Guidance Association (NVGA) en 1913, que comenzó a funcionar como una asociación de orientadores. La segunda etapa abarca los años comprendidos entre 1920 y 1960 a la cual se le denominó Couseling como movimiento de orientación proyectado hacia la escuela cuyo objetivo era la creación de servicios de orientación para primaria y secundaria dirigidos por profesionales para ayudar a las personas a desarrollar sus propias potencialidades, a enfrentar los problemas en los contextos sociales en los que se desenvuelve su existencia. Entre 1920 y 1930 aparecen los primeros servicios para el desarrollo de la orientación en las escuelas. A partir de los años 60, en USA y en Europa se promulgan leyes, se crean servicios, se especializan profesionales, se consolidan instituciones y se abren nuevas perspectivas de afianzamiento y fortalecimiento de la orientación como un derecho. En El Salvador la Orientación también se enmarca en la década de los años 50’s, cuando el 27 de agosto de 1951 a través del decreto 190, se legaliza la existencia dentro del Plan Básico de Educación del programa oficial de orientación, que con el apoyo de la UNESCO puso en práctica en ciertos lugares del país, por ejemplo en la ciudad de Quezaltepeque, del departamento de La Libertad. Fue hasta 1954 que se organiza en el MINED la sección de orientación educativa, impulsando así el establecimiento del programa de orientación vocacional en algunos departamentos. Para 1962 y 1969 los programas de orientación se exponen a una gran variedad de cambios en donde se refleja la inestabilidad en la aplicación de los mismos. Entre 1976 y 1980 se trabajó un programa de orientación que pudiera ser incluido en los programas escolares, motivado por ello, en 1981 se crea un proyecto para capacitar ejecute personal que dichos programas, los cuales siguieron desarrollándose junto con otras propuestas y planes que fueron creados con la intención de apoyar esta idea, acción que se desarrolló hasta 1995. Después de un largo proceso, en el cual se establecieron objetivos, metas, y se elaboraron propuestas basadas en planes estratégicos, en 1996, la actual Ley General de Educación sólo dedica el artículo 50 propiamente a la Orientación Educativa, en dicho artículo se lee: “La Orientación tendrá carácter formativo y preventivo. Contribuirá al desarrollo de la personalidad del educando, a la toma de decisiones acertadas, en relación con las perspectivas de estudio y ocupación, para facilitar su adecuada preparación y ubicación en la sociedad”. A partir de entonces, las acciones en el campo de la Orientación Educativa se han tratado bajo la óptica de “Educación para la vida”, al menos esa ha sido la labor del Ministerio de Educación en los últimos 10 años, con un programa limitado en el área de orientación vocacional para estudiantes del tercer ciclo de Educación Básica, se puede decir que la Orientación Educativa ha evolucionado junto con la historia humana, de esta manera experimentó una serie de cambios que en algún momento lograron arraigarse y solventar algunas de las necesidades de las personas, pero en otras latitudes, incluyendo nuestro país, solamente se quedó en palabras o dictámenes puramente declarativos, muy poco se ha avanzado en ésta línea. 2.1.1.2 CORRIENTES FILOSÓFICAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA Tomando como referencia el concepto formulado en torno a la Orientación Educativa, se puede proceder a la exposición de las corrientes filosóficas que a lo largo del tiempo la han influenciado, llegando incluso a determinar su enfoque. La forma de llevar a cabo este proceso ha variado desde que se empezó a ofrecer la orientación como un servicio organizado. Es importante mencionar que para definir la filosofía de la orientación, no se han hecho muchos esfuerzos, lo que no significa que carezca de fundamentos. Es por eso que si se estudia el desarrollo de la orientación desde el siglo XIX hasta hoy en día, encontramos que ésta ha pasado por una serie de etapas en las que se determinan ciertas premisas que la fundamentan. Tales etapas se describen a continuación: - Etapa amorfa. A la que no se le asigna una teoría sistemática, pues su premisa fundamental es que el hombre no siempre puede ver sus problemas con claridad. Necesita por lo tanto quien lo ayude. - Etapa en que se prescribe. Este periodo se inicia con Sigmund Freund, pues algunas premisas postuladas por él hicieron su impacto en la orientación. Freund rechazaba todo aquello que implicara libertad de selección por parte del sujeto. La vida estaba determinada por factores que no se podían alterar, pues el rol orientador consistía en que por medio de la catarsis se le indicara al sujeto, qué hacer o llevarlo a que vea lo que puede hacer para aliviar su situación o para vivir mejor con sus problemas. En esta misma época se tiene una gran estima por los escritos de los orientadores directivos o clínicos, pues la intención de la orientación, entonces era de ayudar a la gente a vivir más plenamente y ayudarlos a reestructurar sus urgencias, necesidades y deseos. - Etapa no directiva. Es aquella a la que se le denomina centrada en el cliente, pues produjo cambios significativos en los procedimientos de los orientadores. Es por eso que esta etapa se considera como una fuerza potente en la evolución de la filosofía de la orientación. Su mayor exponente Carl R. Rogers considera que el ser humano posee las potencialidades para resolver sus propios problemas, es decir, no necesita la prescripción de un orientador para la solución de sus dificultades. Entre las premisas en las que se enfoca el trabajo de los orientadores no-directivos se enuncia: - Que para cada hombre existe una realidad en el mundo que le rodea. - Cada hombre puede conocer su mundo fenomenal (total de las fuerzas vitales que se persiguen). - Se cree que existen relaciones de causa y efecto en el mundo físico objetivo, pues cuando el orientado no logra ver estas relaciones, pierde el equilibrio, según Rogers. - El orientador deberá esforzarse por ayudar a su orientado a entender las relaciones de causa y efecto. - Etapa fenomenológica. Es la que más ha afectado actualmente a la filosofía de la orientación, pues ésta proveyó un terreno común para las escuelas que habían estado divididas hasta la fecha: la directiva y la no-directiva. Las premisas de este movimiento son consideradas como medio para entender cómo ésta afecta a las dos escuelas prevalecientes, entre ellas se encuentran: - La falsedad del proceso de selección por parte del orientado. Sus exponentes dicen que la selección es un pseudoconcepto, ya que esto no ocurre. Pues las selecciones de la persona están dirigidas a mantener su yo fenomenal, en otras palabras si éstas percibieran su yo en formas distintas, sus selecciones serían distintas. - Este tipo de escuela no ve al hombre como un organismo indefenso, víctima de sus circunstancias, sino en parte controlado por su destino. - Para que el hombre determine la forma de su yo, dependerá de lo que se llama el campo fenomenal, (aquella parte de la realidad existente que percibe el orientado). Para esto el orientador debe llegar a conocer el campo fenomenal del individuo, y lo puede hacer ya que los campos fenomenales de los distintos individuos están, en parte entrelazados, de modo que establece una comunicación entre ellos, que al mismo tiempo servirá para que el orientador entienda el significado que tienen las experiencias vividas para el individuo. Habiendo sucedido esto el orientador podrá reconstruir, por medio de la inferencia, el campo fenomenal del sujeto. Esto como parte del primer paso. El segundo paso conlleva cambios en el campo fenomenal, donde es posible que el campo de un individuo sea talvez mayor o menor que el campo que está potencialmente disponible en su ambiente físico inmediato. Este campo producto de una selección la hace el individuo como medio para satisfacer sus necesidades y en conformidad con la organización existente en su mundo fenomenal. Todo este proceso puede desarrollarse a través del uso de los procedimientos clínicos, y especialmente por medio de la empatía. Con el avance de las etapas antes mencionadas, principalmente a través de las etapas no-directiva y de la fenomenológica, la filosofía de la orientación se ha caracterizado por el realismo, ya que fundamenta su trabajo en el conocimiento del individuo y en el del mundo que le rodea, así como en el determinismo, ya que se señalan límites al desarrollo de la personalidad individual. - Etapa existencial Basada en un movimiento conocido en Europa como análisis existencial o existencialismo, la cual es una escuela interesada en el individuo y en sus esfuerzos por retener su identidad, hacer sus propias selecciones y auto dirigirse. Los existencialistas rechazan el determinismo que caracteriza la fenomenología y las otras escuelas de pensamiento, y ven al hombre con responsabilidad por su existencia, conducta y trascendiendo a realzar sus potencialidades a pesar de los obstáculos y limitaciones. El existencialismo se centra en la persona y le da prioridad al hombre como existencia, en lugar de la verdad, las leyes o los principios. El hombre es la existencia; la verdad, las leyes y los principios vienen a ser la esencia de ese hombre. En ésta etapa el hombre es quien tiene poder de decisión y selección, de libertad de ver y explorar, de modo que es el hombre quien puede llegar a ser lo que desea, evaluando y determinando su propio destino. El existencialismo va más allá del uso de la empatía, ya que requiere la reconstrucción y el “vivir con” el cliente; pues el orientador en este proceso deberá acentuar los puntos fuertes de la persona en lugar de tratar de eliminar deficiencias. Resumiendo se podría decir que la contribución del existencialismo a la orientación señala que lo esencial es el gran valor que esta escuela da al hombre y a su existencia y al celo con que defiende la libertad de éste. Púes es el orientador quien debe hacer un esfuerzo sincero por conocer el significado que para el hombre tiene sus experiencias y el compromiso de hacer todo lo que está a su alcance para liberar al orientado de modo que actúe de acuerdo con sus más preciadas convicciones. 2.1.2 ANTECEDENTES PARVULARIA HISTÓRICOS DE LA EDUCACIÓN La educación, desde un punto general consiste en enseñar de manera integral a los educandos, siendo una tarea especializada del y la docente, en donde la atención que debe de tenerse hacia los y las estudiantes debe enfocarse también a las áreas afectiva, física e intelectual supervisando permanentemente el desempeño escolar de los niños y las niñas En la Ley General de Educación, artículo uno se plantea que la “Educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural, social que se fundamenta en un concepto integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes” es por eso que es importante educar a los niños y niñas de una manera integral, trastocando todas sus dimensiones. En la estructura educativa salvadoreña, la educación en el siglo XX sufrió cambios significativos para los años 1924, 1945, 1960, 1965,1968, 1979, y de igual modo los está experimentando a partir del año 2005 con la implementación del Plan Nacional de Educación 2021 y sus programas “Juega Leyendo” y “Comprendo”, éste último dando la pauta para que todo el enfoque curricular se redireccione al basado en competencias. Pero en las década de los ochentas y principios de los noventas no hubo muchos cambios significativos en la educación ya que el gobierno en funciones estaba enfocado en resolver el conflicto armado y los problemas socio-políticos que de éste se derivan. Es por ello que hasta en 1992 con la firma de los Acuerdos de Paz se pudo reimpulsar el proceso de la Reforma Educativa para que abarcara las expectativas y las demandas del sistema económico, social y cultural del ámbito nacional como el internacional. Al referirse al origen de la Educación Parvularia, en el país, se encuentra que fue en 1886 durante la administración del General Francisco Menéndez donde se da inicio con el “Kindergarten” o “Jardín de niños”, siendo establecido el primero de ellos por la educadora francesa Agustina Charvin y la salvadoreña Victoria Aguilar de Bedoya. Luego en 1923 y hasta 1927, se fundaron cuatro nuevas escuelas parvularias en la ciudad capital. Los nombres de las encargadas de dichos centros fueron las maestras: Margot Tula de Morán, Luisa Durán Castro, Cruz María Montalvo y Regina Zimmerman. En 1939 se preparaba la reforma educativa y la educación parvularia se puso a cargo de la profesora María Bedoya Aguilar. Para 1957 se creó el puesto de Supervisora de Parvularia asumiéndolo la profesora Marta Carbonel de Quiteño, después en 1961 se sumaron a esta labor las maestras Etelvina Trejo de Palencia, Inés Cierra de Pineda González y Yolanda Ramírez de Díaz. Para esta época todas las bondades de los recientes descubrimientos en el área de la psicopedagogía se vieron reflejadas gracias a los aportes de Fröbel, Montessori y Drecoly, en su honor se construyeron tres kindergarten que llevaron sus nombres. Entre 1968 y 1970 se sumaron 88 kindergarten oficiales, 7 semioficiales, 4 municipales y 42 particulares. Durante los años de 1968 hasta 1970, se pudo finalizar con la elaboración de los programas para el nivel de educación parvularia logrando así un mejor apoyo para los y las docentes de dicho nivel. Al ver la necesidad y la ausencia de formación docente especializada para el nivel de educación parvularia en el año de 1981, la Universidad Francisco Gavidia creó las carreras de Profesorado y Licenciatura en Educación Parvularia, acción que fue replicada por la Universidad Pedagógica de El Salvador, que en el año siguiente, también abrió el profesorado en la misma especialidad, tiempo después lo haría con la licenciatura en educación inicial. Para 1983, cuando se redacta la Constitución de la República de El Salvador, se reconoce oficialmente el Nivel de Educación Parvularia en el artículo 56, presentándola como un derecho de la población y un deber para el estado. Durante 1989 y 1990 las escuelas de educación parvularia de la sub-región central aceptaron trabajar con la metodología de juego-trabajo presentada por la coordinación de la Unidad de Educación Parvularia del Ministerio de Educación. En 1991 el Ministerio de Educación, inició el proceso de la revisión curricular; en donde se pretendía la actualización de las concepciones, finalidades y metodologías del nivel de educación parvularia. Luego desde 1992 hasta 1995, con el objeto de ampliar la cobertura y la calidad educativa en el país se creó el programa EDUCO, que también atendió a niños y niñas desde los 4 años hasta los 6 años. Con el Plan Decenal de la Reforma Educativa en Marcha, se enfrentaron los desafíos educativos de los años 90 ampliando la cobertura y calidad para mejorar la educación; profundizando en la formación de valores y propiciando la modernización del sector educativo, no obstante pese a los significativos esfuerzos, aún quedaron aspectos para ser desarrollados plenamente en el futuro. Es por ello que, en el año 2004, se inicia el diseño del Plan Nacional de Educación 2021 diseño que fue presentado a la sociedad salvadoreña el 29 de marzo de 2005 y que bajo la responsabilidad del Ministerio de Educación, tiene la finalidad de articular los esfuerzos por mejorar el sistema educativo nacional. Este plan se sintetiza en cuatro objetivos: - Formación integral de la personas - Once grados de escolaridad para toda la población - Formación técnica y tecnológica del más alto nivel - Desarrollo de la ciencia y la tecnología para el bienestar de la sociedad Actualmente, con el advenimiento de un mundo globalizado, el acceso veloz a la información y la tecnología, el aprendizaje por competencias adquiere relevancia mundial, y, por consiguiente, el concepto se convierte en el centro de discusión en revistas, libros, instituciones de educación, foros, conferencias y muchos otros eventos donde también El Salvador ha tomado parte y ha brindado sus aportes en el documento: El Currículo al servicio de los aprendizajes. Como puede evidenciarse, a lo largo de la historia de la Educación Parvularia en El Salvador, la irrupción de la Orientación Educativa ha sido más que extraña, ajena. Esto implica, que muy pocas acciones se han desarrollado en dicho nivel desde el referente de la Orientación Educativa que cuenta con una sistematicidad y con el adecuado soporte técnico-científico; lo anterior, se convierte en un reto para los actuales y futuros profesionales de la Educación. 2.2 MARCO CONCEPTUAL 2.2.1 CONCEPCIÓN DE LA EDUCACIÓN PARVULARIA La Educación tiene un papel fundamental en el desarrollo social y cultural de toda persona, es por ello que es necesario que en nuestra cultura se vayan cambiando esos paradigmas que ven los primeros niveles de educación como no necesarios, pues es ahí donde hay que comenzar a actuar para que los índices de analfabetismo sean superados en la población salvadoreña, para que el y la estudiante adquiera el gusto por el estudio y desarrolle aquellas competencias que le resultarán indispensables para transitar con éxito en el resto de niveles del sistema educativo, por lo tanto, todos los niveles del sistema educativo son importantes para el ser humano desde los primeros años de vida, pero la educación parvularia lo es muy en especial. En el Sistema Educativo de El Salvador la Educación Parvularia es el primer nivel de la educación formal en donde sus principales beneficiarios y beneficiarias son los niños y las niñas entre las edades de cuatro a seis años de edad, siendo este nivel de educación de carácter gratuito cuando lo implementa el Estado. Dentro del primer y segundo año de esta formación sus contenidos se enfocan en desarrollar las áreas Socioafectiva, Biopsicomotora y Cognoscitiva, así como en la promoción de la creatividad, incentivar la curiosidad propia de la naturaleza en el niño y la niña; en cambio el tercer año se centra en el aprestamiento para la lectoescritura y la matemáticas, en crear espacios para la expresión, la creatividad y la imaginación y de esta manera lograr una óptima promoción del y la estudiante que permita un tránsito exitoso hacia el ingreso de la Educación Básica. La finalidad de la Educación Parvularia es promover en la niñez el desarrollo armónico de su personalidad, apoyar su incorporación a los espacios donde se desempeña y a prepararlos para los diferentes niveles educativos y para la vida misma. En esta etapa los niños y las niñas son capaces de superar varios aspectos como la de integrarse a grupos sociales, convivir con otros niños y niñas de su misma o distinta edad, desarrollar su propia identidad, entre otros. 2.2.2 RELACIÓN ORIENTACIÓN EDUCATIVA Y EDUCACIÓN PARVULARIA La educación infantil es una etapa a la que ya se le conoce su carácter educativo, pues es en ésta en dónde se establece como finalidad la contribución al desarrollo físico y personal del niño y de la niña, para lo cual se cuenta con medios y recursos administrativos y pedagógicos que lo favorecen. De manera general, a la orientación educativa, se le atribuye una cierta significación relevante en el currículo, ya que no se limita a ser concebida nada más como un plan de estudios; sino como un matiz socializador, ya que según la etapa en que se encuentra un niño y una niña en edad escolar temprana se desarrolla de manera personal y relacional , de modo que conviene propiciar en este periodo ciertas experiencias que estimulen en los niños y las niñas este desarrollo de manera más completa, para así continuar hacia otros tramos o etapas educativas. Es así como se puede visualizar este momento del crecimiento del niño y de la niña, como una etapa en la que se puede y debe colaborar de manera eficaz para compensar todo tipo de desigualdad, entre algunas carencias que pueda presentar relacionadas a los aspectos sociocultural, económico y psicológico. Es por ello que es conveniente regular esta etapa en la que el niño y la niña transcienden hacia una nueva, la cual iniciará con ciertas situaciones complejas que serán el resultado de las interacciones que ha establecido con anterioridad, ya sea de manera biológica, física o social. En este sentido se espera que la Orientación Educativa deba jugar un papel fundamental y capital en todo el procedimiento educativo, en la que ha de arbitrar medidas y planificaciones activas que contribuyan al crecimiento ordenado, armónico y equilibrado del niño y de la niña. 2.2.3 ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN LA EDUCACIÓN PARVULARIA CON RELACIÓN A LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA La diversidad es una característica de la conducta que se manifiesta en el comportamiento y modo de vida de las personas, así como en su manera de pensar, estas son situaciones que se dan en todos los niveles evolutivos de la vida y, ésta tiene amplia repercusión en los salones de clases, porque en ese escenario educativo se dan de forma continua y permanente manifestaciones de la diversidad de los y las estudiantes que las conforman. La diversidad que se manifiesta en el área educativa tiene su origen en factores distintos, como por ejemplo: sociales, económicos, culturales, geográficos, étnicos y religiosos. Por lo cual es importante realizar adecuaciones curriculares acorde a las diferencias individuales de manera que favorezcan el crecimiento personal y colectivo de las personas. Las instituciones educativas y la misma sociedad deben ser conscientes de que el proceso de construcción personal depende de las características individuales (de su diversidad). Sostenemos que la misma diversidad debe formar parte de ese contexto enriquecedor y generador de ayuda. Obviar la diversidad sería tanto como soslayar la singularidad humana y despreciar su riqueza. En este sentido, orientar en la diversidad supone, en definitiva, pensar en una escuela para todos, en unas posibilidades sociales no excluyentes para nadie y en dar a cada uno, el “menú” más conveniente para que consiga avanzar en su crecimiento lo más posible a partir de lo que es y desde donde se encuentre. También supone resolver progresivamente, y en la práctica, dilemas como uniformidad, diversidad y homogeneidad, heterogeneidad. El aula es el espacio privilegiado donde se concreta el proceso de aprendizaje en las dimensiones cognitivas, procedimentales y actitudinales, y donde se desarrollan las potencialidades intelectuales, afectivas y socializadoras mediante el trabajo directo del profesorado con los niños y las niñas y en la relación con sus compañeros y compañeras, en este ambiente ellos y ellas necesitan, entre otros casos: - Vivir en un medio rico en estímulos para poder aprender desde su realidad. - Mirar, tocar, explorar, imitar, inventar. - Ser tenidos en cuenta, escuchados, valorados. Sentirse seguros y seguras, confiados y confiadas en un ambiente estable y predecible, disponiendo de espacios propios con condiciones físicas y materiales adecuadas - Que la relación familia-escuela sea coherente. Todo ello servirá, en el ámbito de la Orientación Educativa para: - Asumir de forma activa el proceso de conocimiento que tenemos los seres humanos: Aprender a conocer - Ayudarle a construir su propia identidad, su proyecto de vida, su desarrollo como persona: Aprender a ser. - Contribuir a su socialización reconociendo los saberes fundamentales que el ser humano ha ido construyendo colectivamente a lo largo de la Historia: Aprender a convivir. Entre los aspectos que requieren mayor atención al momento de relacionar la educación y la Orientación Educativa en el marco de la diversidad se encuentran: - Los procesos de socialización. - Los problemas de convivencia. - El trabajo coordinado de todo el profesorado del grupo-aula. - Un currículo comprensivo y globalizador. - La formación en valores. - Sistemas de detección y tratamiento de las particularidades de cada estudiante. - Los diferentes ritmos de aprendizaje. (Sistemas de atención individualizada) - La integración del y la estudiante con necesidades educativas especiales. - Una organización flexible de tiempos y horarios. - Sistemas de revisión y refuerzo educativo para prevenir el fracaso escolar. - Diversas metodologías para una atención más eficaz de la diversidad. - Diversidad de materiales y recursos curriculares - Medios humanos y recursos para la prevención de posibles deficiencias. - La formación permanente del profesorado para su trabajo en el aula. - La relación del y la docente con la familia. Es por ello, que el proceso de Orientación Educativa debe establecerse de manera continua, sistemática y preventiva. De modo que, responda a todas las necesidades e intereses que el y la estudiante demande. 2.2.4 PRINCIPIOS GENERALES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA PARA EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA (Adaptación de la propuesta de Imídeo Nérici) Los trabajos de Orientación en el aula deben ser guiados por principios que aseguren la secuencia de los objetivos que tiene la Orientación Educativa. Para el nivel de educación parvularia los principios más significativos de la Orientación Educativa son los siguientes: - Ver al niño y niña en su realidad bio-psico-social, con todo respeto y consideración con el fin de que a partir de esa realidad, se pueda conseguir una ajustada personalidad, segura de sí y comprensiva. - Realizar un trabajo de orientación, sin crear dependencia, pero orientar para la auto-confianza, independencia, autonomía y cooperación. - Sensibilizar hacia la realidad de respetar a sus semejantes. - Servir a todos los niños y niñas, no solo a los que tienen problemas. - Dar énfasis a los aspectos preventivos de la conducta humana, dado que es mucho más fácil evitar un “accidente” que “recuperarse” del mismo. - Tratar de interesar a todas las personas relacionadas con el proceso de educación del niño y la niña, como director, padres y madres de familia, docentes de aula y docentes especiales (música, educación física). - La Orientación Educativa debe actuar también como organismo de estudio y de investigación de medidas que lleven a la superación de las dificultades de diferente naturaleza. - La Orientación Educativa se debe llevar a efecto como proceso continuado y no como acción esporádica, en los momentos en que surgieran mayores dificultades. 2.2.5 OBJETIVOS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA PARA EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA (Adaptación de la propuesta de Imídeo Nérici) La Orientación Educativa sugiere diversidad de conceptos, que si bien es cierto, no todos están enfocados directamente a la educación, hay algunos que aunque parezcan ser una ardua tarea en sí mismos, ponen de manifiesto sus objetivos y pretensiones, los cuales en última instancia concuerdan con la educación, ya que se formulan con el propósito de ser ejecutados con mayor seguridad y plenitud desde ese nicho. Estos son: - Orientar al niño y la niña en sus estudios, con el fin de que los mismos sean más provechosos. - Orientar para una mejor adaptación en la escuela, en el hogar y en la vida social en general. - Discriminar aptitudes y aspiraciones del educando, con el fin de orientarlo mejor hacia su plena realización. - Asistir al niño y la niña en cuanto a su autoconocimiento, a su vida intelectual y a su vida emocional. - Trabajar para instaurar en la escuela un ambiente de alegría, satisfacción y confianza, establecer un ambiente tranquilo que haga posible la pérdida de temores, frustraciones y humillaciones. - Interesar a la familia para que coopere de la manera más activa, eficiente y positiva en la vida del niño y la niña. - Promover la participación activa de todo el cuerpo docente en el proceso continuo de la Orientación Educativa. - Orientar a todos los niños y las niñas, sin excepción, para obtener una madurez equilibrada e integral de acuerdo a sus necesidades. - Facilitar la integración de los y las estudiantes en su grupo de clase fomentando el desarrollo de actitudes de cooperación y respeto de las diferencias. - Contribuir a la personalización de los procesos de enseñanza-aprendizaje. - Efectuar un seguimiento global de los procesos educativos de los y las estudiantes para detectar las dificultades y las necesidades especiales, articular las respuestas adecuadas y recabar los oportunos asesoramientos y apoyos. - Fomentar en el grupo de los y las estudiantes el desarrollo de actitudes participativas en entorno sociocultural y natural. - Adecuar las programaciones a las características específicas de los y las estudiantes - Contribuir a desarrollar líneas comunes de acción con los demás maestros y maestras en el marco del Proyecto Curricular del Centro. - Implicar a los padres y madres de familia en actividades de apoyo al aprendizaje y orientación de sus hijos e hijas. Informales de todos aquellos asuntos que les afecten en su educación. 2.2.6 LIMITACIONES Y PERSPECTIVAS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA EN EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA Los efectos más inmediatos en el proceso de Orientación Educativa serán consecuentemente corresponsabilidad de los agentes intervinientes en el proceso educativo, los cuales han de tomar de forma comprometida el rol y función que desempeñen en dicha labor. Por esta razón es de vital importancia clarificar aquellas limitantes que han interferido en este proceso y establecer al mismo tiempo los alcances hacia los cuales está dirigida la orientación. Dentro de las limitantes que pueden observarse en la Educación Parvularia Salvadoreña están: - No existe una persona especializada en el área de la Orientación Educativa que la ejerza dentro del ámbito escolar. - El y la docente con el día a día en las instituciones educativas asumen el rol de orientador y orientadora aunque no sea su área de trabajo. - Docentes no capacitados específicamente en Orientación Educativa. - Grupos numerosos de estudiantes en cada nivel, lo que imposibilita en ocasiones una atención más individualizada. - En las instituciones públicas salvadoreñas existen aulas integradas, lo que complica mucho más la labor docente al tener que diversificar la atención. - Poca colaboración de padres y madres de familia. - Poco trabajo en equipo y unificación para la continuidad del proceso de Orientación Educativa, entre el claustro de docentes que conforma la institución. Las perspectivas; entre otras podrían ser los siguientes: - El y la docente concibe de manera integral al y la estudiante favoreciendo un desarrollo personal, cognitivo y social, a partir de la adquisición de la identidad, autonomía y convivencia, donde éste será capaz de tomar decisiones y resolver problemas por sí mismo y por sí misma. - El y la docente por medio de diferentes técnicas promoverá el interés en sus estudiantes por adquirir nuevos conocimientos, desarrollar nuevas habilidades y mejorar sus hábitos de estudio. - El y la docente planificará y realizará adecuaciones curriculares que sean necesarias para atender las diversas dificultades que manifiestan los y las estudiantes. - El y la docente acompañará al y la estudiante en el proceso de Orientación Educativa para una óptima promoción hacia el nivel de educación básica; desde una perspectiva preventiva y no remedial. 2.2.7 FUNCIONES Y ROLES DEL DOCENTE-ORIENTADOR EN EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA En el sistema Educativo Público Nacional, lastimosamente no se cuenta con un profesional de Orientación Educativa dedicado de manera exclusiva a esa tarea, por eso, es importante que el y la docente esté preparado académicamente dentro de su formación superior, sobre algunas pautas de Orientación Educativa para que pueda asumir con responsabilidad y continuidad la formación integral de sus estudiantes. Son muchas las responsabilidades del y la docente dentro del aula. Pero, las funciones de éstos como orientadores deben partir de las necesidades de los y las estudiantes a quienes sirve, entre ellos priorizamos los siguientes: - Orientación personal El niño y la niña deben ver al y la docente como una persona a quien puede acudir para pedir ayuda. Donde él y ella, como orientadores, pueden favorecer a sus estudiantes a entender, aceptar y expresar sus ideas, sentimientos, valores y necesidades. Al mismo tiempo, contribuir a que niños y niñas tengan suficiente información que les ayude a tomar decisiones y resolver problemas según el contexto y las posibilidades que tenga. - Recopilar, organizar y utilizar la información sobre el niño y la niña Es necesario que el y la docente tenga la capacidad de realizar investigaciones sencillas, ante una situación determinada, recopilar la información y organizarla para dar seguimiento, analizarla y dar respuesta diversificada a cada uno de sus estudiantes. El y la docente debe dominar la aplicación correcta de algunas técnicas como: entrevistas, registros anecdóticos, etc. que ofrezcan información suficiente de todo el estudiantado, para cuando se presente una situación determinada, debe disponer de la historia familiar y académica de sus estudiantes por ejemplo. - Contacto permanente con la familia Los tres actores que dan sentido a la educación son el y la docente, el y la estudiante, los padres y madres de familia. Por eso es importante obtener información verídica, confiable y contar con el apoyo de los padres y madres de familia o encargados de los y las estudiantes. Es decir, mantenerlos al tanto del rendimiento académico, las relaciones interpersonales, desarrollo de la autoestima de sus hijos e hijas. - Planificar y desarrollar el programa de Orientación Es necesario que el programa de orientación se construya participativamente, en donde toda la comunidad educativa se involucre. El orientador será un agente clave para detectar las necesidades de sus estudiantes, en la que deba definir los objetivos claros y precisos, formulando así un plan de acción que dé respuesta a las necesidades, de forma que este proceso orientador se evalué continuamente. 2.2.8 ACTITUDES DEL DOCENTE-ORIENTADOR PARA EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA Toda persona que es docente, orientador u orientadora debe poseer actitudes positivas, tanto consigo mismo como para con los demás, ya que se desempeña profesionalmente en un ambiente donde trata con seres humanos llenos de sueños, miedos, metas, conflictos, necesidades, etc. Por eso se enuncian algunas cualidades del o la docente que asuma las funciones de realizar y desarrollar la Orientación Educativa de sus estudiantes, entre otros señalamos los siguientes: - Habilidad para tratar a las personas. - Capacidad de iniciativa y liderazgo. - Capacidad de empatía. - Capacidad de adaptación a nuevas situaciones. - Comprensión y tolerancia. - Simplicidad y modestia. - Habilidad de conquistar y mantener la confianza de los y las estudiantes y demás personas comprometidas en el proceso educativo. - Actitud de discreción con relación a todos y todas con quienes trata, principalmente con relación a sus estudiantes. - Sensibilidad para saber cómo y cuándo actuar, sin angustia y amedrentar a las personas con quien se trata. - Equilibrio emocional, para no perderse en “explosiones” o no comprometerse afectivamente con los casos en tratamiento (Inteligencia emocional). - Asumir una actitud no directiva, evitando dar consejos. 2.2.9 INTEGRACIÓN, ORIENTACIÓN Y CURRÍCULO DE EDUCACIÓN PARVULARIA Es fundamental, reconocer que toda actividad de Orientación Educativa no puede ser sometida a la improvisación, pues hay que tener presente que por mínimas que éstas sean, se deberá realizar una sistematización de las mismas, la cual será determinada por las necesidades reales de cada grupo de estudiantes. Esta sistematización en la etapa infantil ha de contemplar objetivos debidamente estructurados que sean considerados como parte fundamental del Proyecto Curricular del Centro o PCC. Toda actividad orientadora de ninguna manera puede desvincularse de las actividades educativas, ya que estas mismas poseen ciertos fines, metas, objetivos específicos, que han de formar parte del currículo del centro, de manera que se estimulen las capacidades y habilidades que contribuyan a la armonía de su desarrollo. Es por tal razón que independientemente de las necesidades de cada estudiante, las acciones de orientación educativa deberán estar dirigidas a todos los que conforman el grupo de clase. Esta acción orientadora ha de integrarse al currículo en diferentes áreas o ámbitos; en este sentido se propone lo siguiente: - En su identidad, en cuanto a sus objetivos, se deberá aplicar con el propósito de que haya un desarrollo armónico del niño y de la niña. - La función docente con la tarea del tutor, en la cual se establece una relación afectiva, estrecha, que creará las condiciones óptimas para orientar el desarrollo de los y las estudiantes. - Las actividades de enseñanza-aprendizaje, que están en relación con los ámbitos de la experiencia directa. - En la adopción de estrategias de individualización, a través de las medidas como la de mejorar la organización de los recursos personales, genera un grado de excelencia y de plenitud de las facultades de los sujetos. Cabe agregar la colaboración que deberá existir entre los profesionales a cargo del niño y la niña y del conjunto de personas que conforman todo su entorno socio-familiar. - Las diferencias individuales, de forma que se adopten propuestas curriculares comunes que fomenten un clima de cooperación, independientemente al tipo de estudiantes al que vaya dirigido, tratando en la medida de lo posible, atender esas particularidades que conforman su diversidad. Es importante retomar en todas las áreas curriculares, contenidos de orientación que vayan relacionados a la prevención, solución y desarrollo de los sujetos, de modo que las unidades didácticas sean un plano perfecto para la integración curricular. Sobre esto último hay que tomar en cuenta los aspectos siguientes: - Conciencia por parte de todo el cuerpo docente de la importancia que pueda tener todo aquello enfocado o relacionado con actividades orientadoras, programas, planes, etc. - Disponibilidad del cuerpo docente para el desarrollo y aplicación de todas estas actividades y propuestas. Las cuales deberán planificar y coordinar conforme a las actividades específicas en tiempos concretos. - Coordinación entre todos y todas para la integración de la orientación al currículo. - Inducción del cuerpo docente hacia las nuevas perspectivas orientadoras. Es así como la integración de la orientación deberá ser considerada en el currículo, ya que se debe de tener presente que toda actividad orientadora, al querer ser aplicada al contexto escolar, deberá enfocarse a una serie de modificaciones curriculares, en las que vayan inmersas todos aquellos tópicos que la determinan, como el desarrollo personal y social, el proceso de enseñanza- aprendizaje, de modo que haya una adecuación lo más coherente posible. 2.2.10 RELACIÓN PROGRAMAS DE LOS OBJETIVOS DE LOS DE ESTUDIO DEL NIVEL DE NUEVOS EDUCACIÓN PARVULARIA (2007-2012) VIGENTES EN EL SALVADOR CON LOS OBJETIVOS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA Entre los distintos objetivos de la Educación Parvularia y los de la Orientación Educativa hay varios que tienen relación y concuerdan adecuadamente, entre ellos se citan los siguientes: - El educando es el centro del quehacer educativo y deberá recibir la asistencia necesaria a fin de propiciar un mejor desarrollo de su persona. - La unificación del hogar, la escuela y la sociedad, favorece al y la estudiante, en la mejora de sus relaciones intrapersonales e interpersonales y lograr desarrollar un equilibrio y adaptación en el entorno donde se desenvuelven. - Proporcionar las condiciones esenciales y desarrollar las competencias necesarias para iniciar óptimamente el proceso de escolarización del nivel de Educación Básica implementando un proceso de Orientación Educativa continuo y preventivo. 2.2.11 PRÁCTICA PEDAGÓGICA La práctica pedagógica o educativa es el producto de la cultura, de la sociedad, de la formación inicial y continua del y la docente, y ha de entenderse como “La actividad cotidiana que realiza el maestro y maestra, orientada por el currículo, en un contexto escolar y social determinado, dirigida a la construcción de personas integrales, para el dominio de saberes, el conocimiento personal y la convivencia social” (Andrade, Contreras y Díaz, 1998). 2.2.11.1 FACTORES QUE INCIDEN EN LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA 2.2.11.1.1 Formación continua y desarrollo profesional Durante el inicio de la Reforma Educativa de la década pasada, una de las grandes apuestas fue la calidad educativa que se relaciona con el trabajo en el aula, las prácticas educativas y las actitudes pedagógicas de los y las docentes. Todo esto se ligó con la formación y el desarrollo profesional. Lo anterior promovió entre los y las docentes la necesidad de la lectura, la autoformación, la participación en cursos de actualización para responder, de manera asertiva a las necesidades, no solo académicas de sus estudiantes, sino también a los de tipo afectivas y personales. Uno de los riesgos que se corre en cualquier práctica pedagógica es el hecho que el o la docente, pase muchos años ofreciendo el mismo grado o impartiendo la misma asignatura, repitiendo actividades y metodología, en estas circunstancias muchos docentes se acomodan, se olvidan del compromiso que tienen con sus estudiantes y son apáticos y apáticas a los nuevos conocimientos, por tanto en ellos y ellas el desarrollo profesional es casi inexistente. Todo lo anterior implica un reto que, dada la cantidad, dispersión y heterogeneidad del cuerpo docente en todo el país dentro del sector público, no es posible abordar en su totalidad , de manera equitativa y constante, las capacitaciones y por ende el desarrollo profesional de los y las docentes a nivel nacional. Otro aspecto importante, es que no todos los y docentes tienen las mismas inquietudes, expectativas y necesidades, por lo tanto las capacitaciones masivas difícilmente pueden tomar en cuenta esa diversidad de variantes. A no ser que se inviertan recursos económicos y humanos, así como el tiempo necesario para formar docentes desde la realidad personal e institucional de cada uno, las prácticas pedagógicas serán siendo un poco más de lo mismo. Siempre se ha acentuado que la educación es la principal inversión de la sociedad, es por eso, que el y la docente deben responder al reto del cambio, es decir, hay que fijar la mirada en el y la docente que necesitamos para el futuro, apostarle a que rompa esquemas, se autoforme, reflexione sobre su labor, que no se detenga en la escuela anticuada y tradicional, temerosos a innovar. Por eso es necesario establecer que el desarrollo profesional del y la docente, está estrechamente ligado al desarrollo personal, esto significa; crecimiento, cambio, mejora y adecuación en relación al propio conocimiento y con las habilidades y actitudes que han de emplear en su trabajo en el aula. Lo anterior demuestra que el desarrollo personal de los y las docentes influye y determina la eficiencia de su labor, que exige además el desarrollo profesional de cada uno de ellos. En este sentido, el y la docente puede dominar el proceso de planificación, las técnicas de enseñanza, los conocimientos técnicos, entre otros; pero si es una persona inmadura, conflictiva, incapaz de trabajar en equipo y de comunicarse efectivamente con sus estudiantes y colegas, su crecimiento profesional se verá afectado constantemente por el fracaso y la frustración. Por lo tanto, ¿Cómo podrá enseñar el y la docente a sus estudiantes a ser autónomos y críticos; si él y ella es incapaz de tomar decisiones y exige repetir en coro a sus estudiantes lo que dicen los libros?, ¿Qué éxito se espera de un y una docente que se lamenta constantemente de su salario y del rol que juega ante la sociedad? Y finalmente ¿Cómo quiere el y la docente que sus estudiantes se autorresponsabilicen por su propio aprendizaje, si él y ella no asume con responsabilidad la tarea de actualizarse y aprender cada día para ser mejores profesionales? La formación de nuevas personas, exige la presencia de nuevos docentes. 2.2.11.1.2 Educación y sociedad No hay duda que los cambios sociales, las nuevas tecnologías, estudiantes diferentes (diversidad), la globalización, entre otros, influyen e impactan en la educación, hoy en día es más difícil ser docente, cumplir con las propias responsabilidades y atender satisfactoriamente con las necesidades de cada estudiante, así como responder oportunamente a las exigencias de la sociedad sobre el tipo de ser humano que requiere. El estudiantado de hoy, no es el mismo que el de hace diez años, han cambiado sus acciones, actitudes, intereses y motivaciones, en este nuevo contexto, el y la docente deben conocer y comprender estas nuevas formas de vivir y ser de sus estudiantes. A lo anterior se suma que, la vida social y familiar ha sufrido significativos cambios que también afectan a los y las estudiantes. Cerrar los ojos ante esta sociedad tan convulsionada es orquestar un fracaso en la labor docente. Ahora los y las estudiantes no son ni mejores ni peores, son diferentes y requieren de un trato personal y académico también diferente, donde la Orientación Educativa se convierte en un elemento facilitador de la acción docente. Se agrega además que, muchas veces la práctica educativa ubica al y la docente como el centro de la enseñanza, actualmente se sigue observando en las aulas la gran cantidad de actividades memorísticas y repetitivas que promueven muy poco el análisis, la reflexión, la crítica, la aplicación, es decir: el desarrollo de otras competencias que plantea el currículo nacional y que demanda el sector social, político y productivo del país. Pero nada de lo anterior compara con el grave error de homogenizar las actividades de aprendizaje, olvidando las inteligencias múltiples, los diferentes intereses y el peso afectivo que cada estudiante carga en su proceso académico. Todo esto demuestra que la función docente no puede reducirse únicamente al campo de la educación. El involucramiento del y la docente así como de sus estudiantes en procesos de Orientación Educativa podrá facilitar el abordaje y desarrollo de estos elementos. 2.2.11.1.3 La investigación en el aula La investigación es una actividad compleja y sistemática que contribuye a promover nuevos conocimientos. La investigación es un proceso estricto y mediato que tiene como objetivo ampliar y mejorar el conocimiento y la práctica del ámbito humano, físico, social y educativo. En la educación, el proceso de investigación favorece el reforzar el conocimiento y la práctica, la reflexión (un proceso imprescindible y muchas veces olvidado) del ser y saber hacer del y la docente dentro del aula. Especial atención merece la investigación-acción pues pretende unir la práctica docente y el saber fundamentado, entendida como: “Una forma de indagación autorreflexiva emprendida por los participantes en situaciones sociales (educativas) para mejorar la racionalidad y la justicia de sus propias prácticas educativas, su comprensión de la práctica y las situaciones educativas en el centro en las que tales prácticas se llevan a cabo”. Carr Kemmis (1988) Finalmente, en el campo educativo el objetivo de la investigación-acción es la práctica educativa y los problemas que la misma plantea a los y las docentes. Los investigadores mencionan cuestiones tales como: selección y organización del contenido curricular, los problemas metodológicos, de rendimiento, las dificultades en general; ¿Cómo mejorar el desarrollo del currículo y las cuestiones de intereses y actitudes? , entre otros. 2.2.11.2 APLICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN A LA FORMACIÓN DE DOCENTES DE EDUCACIÓN PARVULARIA RELACIONADA A LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA La investigación-acción guarda una estrecha vinculación con la Educación Parvularia y la Orientación Educativa, pues se trata de un proceso dirigido a la descripción, explicación y valoración de lo que sucede en el aula. La investigación-acción puede ayudar al y la docente de parvularia en su rol de orientador a: - Descubrir espacios educativos donde pueda fomentar el desarrollo personal, grupal y profesional del equipo docente. - Desarrollar estrategias y métodos para actuar en la práctica educativa de un modo más adecuado y eficaz. - Facilitar dinámicas de trabajo grupal, entre los y las docentes de escuelas infantiles, para reflexionar sobre las propias actuaciones a fin de diagnosticar problemas y proponer las acciones necesarias para el cambio. - Propiciar técnicas e instrumentos de Orientación Educativa que ayudan a recoger y analizar la realidad infantil: situaciones, problemas, datos en general del y la estudiante, sus intereses, necesidades y problemas. - Iluminar toda la práctica educativa desde la óptica de la investigación cualitativa, vinculando a un mismo tiempo la investigación con la acción y la formación personal. - Contribuir a la reflexión sistemática sobre la práctica educativa. A extraer de la práctica diaria propuestas de cambio y de mejora de la misma práctica docente.