Principales enfermedades en los pavos, patos y ocas

Anuncio
APENDlCE
PRINCIPALES ENFERMEDADES DE LOS PAVOS, LOS PA
TOS Y LAS OCAS
Como seres VIVIentes, así los pavos, como los
patos y las ocas, están sujetos a enfermedades infecciosas, contagiosas, parasitarias o debidas a
causas físicas o químicas, pero, pasada su infancia, por su rusticidad y su vida en plena libertad
las contraen menos fácilmente que las gallinas.
La Patología animal moderna descubre constantemente nuevos males, y cuando no los descubre, por ser ya conocidos, cuando menos adelanta
en el conocimiento de su origen y de su curación.
Cuando no la hay, por lo menos nos ilustra, indicando las medidas profilácticas o preventivas para
evitar su aparición o para menguar sus efectos.
En las tres especies de aves a que se ha dedicado este folleto, aparecen como enfermedades más
frecuentes y conocidas las siguientes:
-
154-
EN LOS PAVOS
eoriza o catarro nasal.-Como en las gallinas,
determina esta enfermedad un bacilo, aun no bien
conocido, que les producen mucosidades pestilentes en las fosas nasales, con pérdida de apetito, estornudos y tristeza. Las mucosidades, liquidas al
principio, se hacen luego más espesas, y corriéndose hacia las órbitas invaden los ojos, produciéndoles oftalmía y a veces la pérdida del ojo.
Si el mal se trata en sus comienzos no ofrece
gravedad, pero si no se aplican prontos remedios,
sí la tiene.
Desde luego, es cosa muy contagiosa y procede
el secuestro de todo pavo que presente los primeros síntomas.
El tratamiento es principalmente local. Se exprimen bien las fosas nasales con trapitos o bolas de algodón y se inyecta en ellas, por medio de
una perita de goma, agua oxigenada o avinagrada,
haciéndolo varias veces hasta que el líquido sale
limpio. Luego, siempre con una perita o una jeringuilla, se les introducen en las fosas nasales
algunas gotas de petróleo puro, que obra como secante y como desinfectante a la vez. Repetida la
operación dos veces cada veinticuatro horas, en
cinco o seis días las aves sanan.
Cuando el mal se corre a los ojos, lávense con
agua boricada y pónganse en ellos dos o tres gotas del siguiente colirio: agua de rosas, 100 gramas; sulfato de zinc, 5; láudano de Sidenham,
5 centigramos.
-
155-
En la bebida, póngase tres gramos de salicilato
de sosa en un litro de agua, y como alimento dese
principalmente grano (rnaiz o avena).
Enteritis hepática.-Esta es enfermedad poco
vista o poco común en los países meridionales,
como España, pero muy frecuente en Norteamérica, Inglaterra, Alemania y otros países norteños.
La produce un bacilo que se localiza en el hígado y en los intestinos, especialmente en los ciegos, determinando en los pavipollos una mortalidad que se eleva muchas veces al 90 por roo, No
existe remedio para este mal, pero, afortunadamente, ya dijimos que no se conoce en España.
La viruela y la difteria.-Enfermedades debidas
al mismo bacilo, pero que se presentan bajo dos
formas: una, por la producción de exudados y
placas en la mucosa bucal (difteria), y otra, por
la aparición de pústulas en la cabeza, cara y cuello (viruela). Muchas veces, viruela y difteria van
juntas, lo cual agrava el mal, por desgracia muy
frecuente en los pavos, sobre todo la viruela.
Para la difteria se recomienda el levantamiento de las placas con bolitas de algodón sujetas con
unas pinzas y procurando no hacer sangre, y el
lavado de la boca y garganta (si hay placas en
ella) con zumo de limón. Si a los dos o tres días
siguen formándose las placas, en vez del zumo de
limón empléese la resorcina, y en último caso, en
la base de las placas dense toques de tintura de
yodo.
-
156-
Para las pústulas, lávense los granos con agua
destilada y sulfato de zinc (al ro por 100), y cuando van sedll1dose reviéntcnsc los granitos con una
punta de alfiler y cautcricense con tintura de yodo
o con nitrato de plata.
Dese como bebida agua de laurel o agua sulfatada (JO gramos de suliato de hierro por litro
de agua) y como alimento auméntese la ración
de grano y dese cocimiento de tubérculos con harina de carne (en un ro Ó 12 por 100).
Es mal muy contagioso y de larga incubación,
pues una vez contagiado un pavo, a veces el mal
tarda quince o veinte días en manifestarse. Se
impone el aislamiento de los enfermos y la inmediata desin f ección de los locales.
Así como existen vacunas para las gallinas, cabe
también prepararlas para los pavos.
El uermcs rojo.-Se trata del Singamus irachealis, gusanillo largo y rojo que, recogido en el
terreno, logra introducirse en la tráquea de los
pavos, como en la de las gallinas, y con singular
preferencia en la de los faisanes, y en ella vive y
se reproduce. Los pavipollos son muy propensos
a ingerir huésped tan dañino.
El animal respira con la boca abierta y siempre
parece que bosteza; las mucosidades de la tráquea inflamada por la presencia del vermes rojo dan lugar a que el ave deje salir como un estertor o ronquido.
Se recomienda el poner ajos picados en los
amasijos (un ajo por seis pavipollos). El assa fe-
-
157-
tida y la qcnciana, dadas en polvo y en partes
iguales. a razón de cinco gramos en el amasijo
preparado para seis cabezas, da también huen
resultado. Puede también recurrirse al tratamiento bucal, introduciendo por la glotis una larga
pluma del ala del animal impregnada de infuso
de tabaco, o hien en una solución de salicilato de
sosa al 5 por 100. Una vez introducida la pluma,
se le imprime un movimiento rotatorio, pero muy
rápido, porque si uno se distrae el ave puede
quedar asfixiada. Este procedimiento tiene por
base hacer llegar el medicamento directamente sobre el vermes rojo, que muchas veces es expelido
por la tos provocada en el animal y otras sale
pegado a la pluma, o muere en la tráquea por
efecto del medicamento.
Cuando este caso se presenta no hay que volver a llevar a los pavipollos a los mismos lugares,
porque volverían a contraer el verrnes. El vermes
rojo se halla generalmente en los terrenos húmedos y, sobre todo, en las marismas.
Diarrea y coostipación.-La diarrea la produce
la alimentación a base de harinas o de granos
averiados, o bien de amasijos agriados, pero no
ofrece gravedad. Basta someter al ave a un avuno de granos y amasijos, dándoles sólo pan yagua
durante unos días y, desde luego, un purg-ante,
Que puede consistir en media cucharadita de las
de café de aceite de ricino.
La constipación es mal opuesto a la diarrea,
pues se manifiesta por la falta de defecaciones,
Puede producirla tina irritación estomacal o bien
el suministro de materias astringentes, como, por
ejemplo, el orujo y las pepitas de uva. Un cambio
de alimentación, una dieta a pan yagua y unas
lavativas de aceite de almendras dulces suelen
corregir fácilmente la constipación.
La crisis del rojo.-No se trata de una enfermedad, sino de la dificultad con que, al llegar a
los dos meses, el pavipollo saca el rojo de que
se llenan sus carúnculas. Esa dificultad tiene por
base la natural debilidad del ave o una deficiente
alimentación. Los pavipollos que se llevan al pasto suelen sacar el rojo normalmente; pero los que
se crían en clausura tiene en ello dificultad y son
muchos los que mueren en esa crisis de la primera edad.
Es cosa universalmente sabida que para que
los pavipollos pasen bien tal crisis han de haber
comido ortigas casi desde que nacieron, y al aproximarse la salida del rojo han de dársele sin
falta. El suministro de cebolla es también bueno,
pero nada tan seguro como las ortigas. Al verse
al animal triste, inactivo e inapetente en tal momento, debe ser tenido en interior y en local caliente, y hay que darle alimentos tonificantes, como las harinas de carne y de pescado y verduras
picaditas.
EWlJenenamientos.-Las intoxicaciones son frecuentes en los pavos que van al pasto, porque en
ciertos terrenos abundan plantas más o menos
-
159 --
venenosas, tales como la belladona, el acónito, la
r!ig-ital, la bellebora y otras. Los pavos dan muestras de dolores en las vías dig-estivas y a veces
hay diarrea. Se dan como antídotos la leche, la
clara de huevo y el ag-ua de linaza; pero para
casos especiales. fáciles de apreciar por la presencia de las plantas en los terrenos recorridos
por la pavada, se indican los sig-uientes:
Para la intoxicación de acónito y de digital, la
tintura de yodo en solución de medio por ciento,
y para la belladona, una solución de yoduro potásico en iguales proporciones.
A veces, las intoxicaciones son producidas por
las sales de cobre que se forman en los calderos
en que se cuecen los alimentos, y que no se limpian a fondo diariamente. En este caso, el antídoto es la leche azucarada.
Chancro o úlcera amaril!a.-Es afección que
se manifiesta en la mucosa bucal, determinando la
formación de una materia mantecosa que se acumula g-eneralmente debajo de la leng-ua, materia
fácilmente con fundible a primera vista con las
placas diftéricas, pero que no tiene nada que ver
con esta enfermedad.
Esa materia a veces se extiende hacia la glotis.
pudiendo obturarla y producir asfixia; pero, aunque el mal es muy contagioso, se cura fácilmente.
Basta un tratamiento local lavando la boca con
vinag-re de manzanas y sacando con un alg-odón,
sujeto con unas pinzas, la materia mantecosa, y
cauterizando el lugar donde se hallaba con tin-
-
160-
tura de yodo. La opcracron tiene que repetirse
durante tres o cuatro días, pero el tratamiento es
de cfcctos seguros. a menos que, por no haberse
acudido en los primeros momentos, el mal esté ya
muy avanzado.
l::¡ vulgo suele llamar a eso la pepita, y como
al ver la boca del ave se da cuenta de que tiene
en la punta de la lengua como un cartílago blanquecino, suele arrancarlo, con lo cual dice que
ha quitado la pepita. y se queda tranquilo; pero
además de que no había para qué hacer sufrir
así al animal, y como con quitarle la tal pepita
no hace nada, el mal sigue su curso.
Este mallo padecen todas las aves doméstícas,
así los pavos como las gallinas, los patos y los
gansos. Con la limpieza de la boca y la cauterización con la tintura de yodo y los lavados de la
boca con agua avinagrada o, mejor aún, con vinagre de manzanas, se curan en cuestión de tres
o cuatro días. Cuando no cede con el vinagre,
háganse los lavados con una solución de agua destilada (100 gramos) y sulfato de zinc (10 centigramos), o bien, de agua destilada (ICX) gramos)
y acetato de plata cristalizado (1 centigramo), jórmulas, ambas, recomendadas por P. Pelletan,
Cólera. peste 3: septicemias.-Aun cuando el cólera aviar ataca a los pavos, se presenta en ellos
muy raramente, y como es enfermedad que suele
presentarse en forma fulminante o tan aguda que
uno se da cuenta de ello cuando las aves van ya
muriendo, no hay para qué decir que la cosa no
-
161 -
tiene remedio curativo, pero sí preventivo, mediante la limpieza de los corrales y, sobre torio
teniendo alejados los pavos de las gallinas, en
las que el cólera es más frecuente.
La peste aviar no ataca a los pavos, y, por lo
tanto, no debe temerse; pero sí ciertos estados septicémicos y tifoideos, que, aunque menos frecuentes que en las gallinas, se presentan a veces
en los pavos, pudiendo creerse a primera vista
que se trata de cólera sin serlo. Caso de presentarse, no hay curación posible, imponiéndose la
destrucción por el fuego de las aves muertas y
la desinfección a fondo de los locales en que se
recluyan los pavos.
EN LOS PATOS Y EN LAS OCAS
Los palmípedos son aves tan rústicas y tan robustas que casi nunca están enfermas, y si lo
. están, es de mal tan grave que, cuando uno se
da cuenta, ya la cosa no tiene remedio. A pesar
de ello véanse algunas de las enfermedades más
frecuentes, tanto en los patos como en las ocas.
El chancro o úlcera amarilla.-Cuanto se
de este mal en los pavos cabe decirlo en los
mípedas, pues tanto los síntomas como los
cedimientos curativos son los mismos y no
para qué repetir lo dicho.
dijo
palprohay
Diarrea, constipación y disenteria.-La diarrea
11
-
162-
la produce generalmente un exceso de verduras
demasiado acuosas o de hierba o forrajes mojados, así como los granos u otros alimentos averiados o agriados; pero otras veces la motiva la
existencia de vermes o lombrices en los intestinos.
Procede la purga con el aceite de ricino, la dieta a pan yagua y, desde luego, un cambio de
alimentos.
La diarrea se presenta a veces en forma disentérica, es decir, en excrementos sanguincientos,
por inflamación de los intestinos. En este caso se
recomienda, desde luego, la dieta a pan yagua,
pero no el purgante, y el mezclar en los amasijos
<le salvado y cocimientos, polvo de carbón de
leña en dosis prudencial.
La constipación, resultante, por lo general, del
exceso de granos dados sin moler)' de haber comido orujo o pepitas de uva, así como por la retención de ciertas substancias no digestibles, como
el salvado de avena, puede combatirse con lavativas de aceite de almendras dulces. Caso de tratarse de una obstrucción por efecto de bolas de
excremento endurecido y retenido en la última
. sección del recto, introduciendo el dedo por la
cloaca se procura destruirlas o fragmentarlas para facilitar su expulsión. Cabe también dar el purgante de aceite de ricino o el sulfato de sosa (dos
o tres gramos en una cuchara grande de agua).
V értigos.-Así los patos como las ocas son propensos a tener vértigos, producidos unas veces por
-
163-
efectos cerebrales (apoplejía, meningitis, etc.), y
otras por la tenencia de parásitos. Sea cual fuere
la causa, es mal grave, y como no tiene cura, lo
mejor es sacrificar el ave, que es perfectamente
consumible. En los casos de vértigos cabe la práctica de una sangría, dándola en una vena que
aparece muy visible en la parte interna del ala,
sacándole unas cuantas gotas de sangre, o bien
infiriéndole un pequeño corte en la piel que une
las falanges o los dedos del pie. Esto alivia al
animal, pero no le cura, porque la causa queda.
Afecciones parasitarias.-Como los pavos y las
gallinas, los patos y los gansos, en sus correrías
por los campos, injieren organismos que luego
viven y se reproducen en su cuerpo, determinándoles afecciones muchas veces graves y causantes ele su muerte.
Unas veces son coccidios, que se alojan en el
tubo digestivo, especialmente en los intestinos, y
que, si a las aves adultas poco daño les hacen,
a los pavipollos, los patipollos y los gansarones
los matan, como a los polluelos de gallina.
En las palmípedas se presenta a veces la coccidiosis renal, debida al paso de los coccidios a
través de las paredes intestinales, y su llegada a
los riñones por vía sanguínea, pasando luego a
los uretres o tubos urinarios.
Las aves adelgazan rápidamente, andan desordenadamente y con dificultad y a veces no pueden anelar y están siempre echadas, descansando
-
164-
sobre el vientre. Otras veces no pueden tenerse
y caen panza arriba. El mal no tiene remedio.
Las palmípedas son muy propensas a la teniasis, determinada por las tenias o vermes solitarios, que, si bien habitan en los intestinos, en
sus fases embrionales llegan a infectar la sangre
de ciertos insectos que, al ser injeridos por las
aves, o al picarles, llevan a su sangre el parásito,
actuando así de vehículos portadores del mismo.
Otros parásitos de las aves de corral son las.
espirochetas, de las cuales cada especie tiene la suya propia. La de las palmípedas es la espírocheta
auserina, distinta de la E. gallinarum, en cuyo estudio Erlich descubrió el famoso 606 de la sífilis.
Las espiroquetas son parásitos de la sangre, a
la que llegan por la picadura de insectos que son
portadores de aquéllas. El piojo rojo, tan abundante en los corrales sucios y abandonados, es '
uno de los vehículos de la cspirochetosis más frecuentes. Se trata de ese piojo chupador de la
sangre de las aves conocido bajo el nombre de
Arqas persicus, y que tanto abunda en los gallineros, en los palomares y, en general, en los corrales de los países meridionales, fáciles de evítar con sólo extremar la limpíeza o con la destrucción de sus guarídas nocturnas por el petróleo o el ácido fénico.
Calambres-s-Se trata de una manifestación artrítico infecciosa, muy frecuente en los patipollos
y en los gansarones. Las articulaciones se les hin-
-
165-
chan, los animales no pueden andar y suelen presentar diarrea. Las aves ya adultas suelen ser
refractarias. Es mal que a veces dura mucho. llegando a revestir forma crónica. Cuando se presenta no hay nada que hacer, pues casi todos los
atacados mueren en piel y huesos.
Indigestión irngluvial.-La determina un parásito Trichosoma, que se implanta en la mucosa
y en la submucosa del esófago, paralizando su
función y provocando una retención de los alimentos.
No debe confundirse esto con la esofaguitis
o embuchadura, motivada por la acumulación de
alimentos en la dilatación de aquel órgano que
hace las veces del buche en las gallinas y en los
pavos. Cuando se trata de esto, el mal tiene remedio, dando al ave aceite de almendras dulces
o bien operando para vaciar el esófago; pero
cuando es efecto de la existencia de Trichosomos,
no se conoce remedio a este mal.
Degeneración grasosa. - Afección determinada
por un exceso de grasas, debido a la degeneración de los músculos en grasas. Puede deberse a
una tendencia natural del individuo, pero generalmente 10 motiva el cebamiento a que se someten los patos y las ocas. N o es mal que los mate,
en tanto no tome mayor incremento del que buenamente pueda soportar el ave; pero si no se
sacrifica en el debido momento, sí 10 mataría el
exceso de grasas.
-
166-
En los patos ponedores, la degeneración g-rasosa, aunque no llegue a ser tal que pueda matarlos, les quita la postura, y, por tanto, los hace inútiles para el producto que de 'os mismos se quiere sacar.
El remedio está en la supresión de los granos
en los que las grasas abundan y de las patatas
cocidas, dando abundancia de verduras, especialmente leguminosas, y harinas de carne y de pescado, en las que predominan las proteínas sobre
las grasas y los extractos no azoados.
Anomalías y accidentes en los órganos genítales.-Estos son los mismos que suelen registrarse
en las gallinas, tales como la postura laboriosa,
el prolapso ° salida del oviducto, la hernia de
este órgano, que da lugar a la postura intraabdonial, o sea a la caída del huevo en el abdomen;
la postura de huevos anormales, etc., etc.
CONCLUSION
Sin pretensiones de haber consignado en este
folleto cuanto de pavos, patos y gansos puede escribirse, creemos haber dado a conocer 10 más
culminante de su crianza y de su explotación, con
miras a la obtención de sus productos directos
y de los subproductos que esas aves nos dan, algunos completamente desconocidos, o, por 10 menos, despreciados en España.
Sirvan estas notas de estimulo para impulsar
la crianza de estos animales tan útiles y productivos, cuyos rendimientos tanto podrían representar en la riqueza avícola nacional.
FIN
Descargar