Mariano Melgar LAS AVES DOMESTICAS Muy soberbios los pavos miraban con desprecio a otras aves de cría. con gran sorna cada uno decía: "palomitas, gallitos... no hay más" Cuando alguna gallina encontraban, ni mirarla: con gran reverencia la infeliz en su augusta presencia se postraba, queriendo agradar. Su tertulia los gallos tenían; a la paz y a la unión convidaban, aun algunos pichones entraban, ¿pero pavos? Ninguno, jamás. Ya los otros sufrir no podían, renegaban mirando el ultraje; pero el amo templó su coraje con traerles un buen pavo real. De palomas y gallos bien presto se hizo amigo; pretende que luego haya en casa quietud y sosiego, y a los pavos intenta ablandar. "Buena maula. ¡Quién viene con esto!" le contestan hinchados los pavos. "¡Qué avecita!, valdrá dos ochavos; a las otras en cuerpo es igual." No por eso el tal jefe desiste, se arma pronto y un cielo aparece: cuanto bello la luz nos ofrece se reúne y le viene a adornar. Mas la turba, soberbia, resiste: tan bien se arma, se vuelve, pasea con tal cara de orgullo, aunque fea, que los hizo, por fin, reventar. A patadas y a pico deshacen su plumaje los gallos airados; ellos se arman así destrozados; mas ya son un atroz matorral. Si a unos hombres la pompa quitasen los que mandan, en ley de justicia, dí: "En los gallos yo no hallo malicia". ¿Y en los pavos?... No es malo callar. La presente obra ha sido digitalizada por el voluntario Eduardo Ponce García 2010 - Reservados todos los derechos Permitido el uso sin fines comerciales _____________________________________ Súmese como voluntario o donante , para promover el crecimiento y la difusión de la Biblioteca Virtual Universal. www.biblioteca.org.ar Si se advierte algún tipo de error, o desea realizar alguna sugerencia le solicitamos visite el siguiente enlace. www.biblioteca.org.ar/comentario