Abarco1 Escaso Tesoro Nacional Especies

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Abarco1
Escaso Tesoro Nacional
Especies
Una de las especies nativas más promisorias de Colombia, dada su excelente
dureza y una similitud sorprendente en apariencia con algunas valiosas especies
africanas. Pese a que en el país no existen hectáreas representativas de bosque
natural, ni plantaciones con fines de explotación comercial, este es uno de
nuestros grandes tesoros forestales.
El Abarco, árbol perteneciente a la familia de las Lecythidaceae, del género
botánico Cariniana y propia de la especie Pyriformis Miers, es una de las especies
más promisorias, interesantes y poco investigadas del país. Se distribuye en las
regiones septentrionales de América del Sur en Panamá, Colombia, Venezuela,
Guayanas, el norte del Brasil y algunas zonas de Costa Rica (1), aunque
versiones más recientes sostienen que su distribución
natural es Panamá, Norte del Chocó, el medio
Magdalena y la zona de Tibú o norte de la cordillera
oriental.
Climáticamente nace en las regiones permanentemente
húmedas o de periodicidad moderada (bosque húmedo
tropical), con temperatura superior a 24 °C y
precipitación de 2.000 a 5.000 mm. De igual manera, se
encuentra entre los 50 y 800 metros sobre el nivel del
mar y no se ha reportado su existencia por debajo de
los cinco o seis grados de latitud norte.
De reconocida belleza, la especie recibe distintos
nombres alrededor del mundo: Jequitiva, que es su
designación comercial; albarco en Alemania; cerú,
chorao, choro, chupa en Brasil; bacú y jequitibá en
Venezuela, Colombian mahogany en Estados Unidos;
jequitiva red en Inglaterra y cubano en Italia-
1
Tomado de:

Revista M&M El Mueble y la Madera

Crecimiento del Abarco (Cariniana Pyriformis Miers) bajo diferentes sistemas ... Revisión de literatura sobre el
Abarco Cariniana Pyriformis Miers. ...
www.revista-mm.com/rev43/art2.htm - 22k - En caché - Páginas similares
En Colombia las designaciones varían de acuerdo a la zona de ubicación: coco
abraco en Córdoba, chibugá en el Chocó y Abarco de río en el Medio Magdalena,
zona de la que -según los comerciantes y depósitos de madera, se obtiene
madera con mejores propiedades físico mecánicas que la obtenida de los árboles
de Chocó.
Otros nombres con los que se designa la especie en varios lugares del país son:
coco huayco, albarco, caobazo, chibuya, caoba falsa o cubano, pero
definitivamente Abarco es el más común y tradicional; de hecho, este lo recibe
desde la época colonial cuando los campesinos sacaban de la corteza el material
para sus abarcas o rústicas alpargatas.
El Árbol y su Hábitat
De gran tamaño, este árbol que puede alcanzar más de dos metros de diámetro y
hasta 40 metros de altura, se destaca por tener base recta con aletones
pobremente desarrollados, equiláteros y extendidos. Su fuste fisurado y de color
café presenta forma circular, corteza liza y ofrece grandes tiras que se
desprenden fácilmente.
La especie tiene hojas pequeñas, alternas y pecioladas de aproximadamente siete
centímetros de largo y tres de ancho. Su espiga, androcea (2) con numerosos
estambres fértiles, tiene penínsulas menudas y extendidas que portan numerosas
flores blancas pequeñas y hermafroditas. Posee un ovario inferior con tres lóbulos
que contiene varios óvulos.
Los frutos, que son de color amarillento, de textura leñosa y forma de cono
truncado, tienen tres caras internas en las que se aprecian de tres a ocho
cicatrices, por cara, dispuestas en dos filas. Estas cicatrices alojan a las semillas y
su tamaño difiere de acuerdo a las zonas de crecimiento.
Las semillas, que son de color café cuando están secas y negras cuando están
saturadas de agua, tienen alas, son dicotiledóneas (3) y pueden llegar a 15 o 19
por fruto. La especie produce alrededor de 6.300 a 6.600 semillas por kilogramo.
Para extraer las semillas de los frutos maduros, basta con exponerlos de 3 a 4
horas al sol y luego, mediante golpes suaves de una contra otra, se logra el
desprendimiento de la placenta. La floración y fructificación se efectúa de
noviembre a marzo de cada año.
En condiciones naturales los frutos sufren la dehiscencia (4) en el árbol y sus
semillas son soltadas al aire alcanzando radios de dispersión hasta de 40 metros,
gracias a sus alas, dependiendo de la topografía y los vientos.
Al caer, las semillas tienen como enemigos naturales a los ratones y los insectos,
estos últimos que perforan los conos que se desprenden -sin abrir- dando paso a
hormigas que devoran las semillas. Las semillas son también muy apetecidas por
los micos y ardillas que abren el fruto en el árbol, extrayéndolas y afectando la
cosecha de la misma.
El Abarco es una especie semiheliófita del secundario tardío, por lo cual no hay
presencia de clases diamétricas inferiores. Crece generalmente aislado,
dominando el bosque y su regeneración es muy pobre en la sombra y regular en
las zonas de claros.
Para su establecimiento requiere de suelos
moderadamente profundos a profundos, de
texturas arcillosas o areno arcillosas, con
ph ácido (entre 4 y 5) y con la necesidad de
un buen drenaje tanto interno como
externo. Bajo paisajes de terraza y colinas
con suelos fértiles presenta mejores
desarrollos.
De hecho, en las colinas chocoanas el Abarco crece aislado y aunque no forma
masas homogéneas, si domina el bosque en área basal y en volumen. Varios
estudios han determinado que en esta zona crece formando pequeñas manchas,
así como sucede en la zona de San Pedro de Urabá y la Serranía de San Lucas
donde se contabilizaban hasta 20 árboles adultos por hectárea.
De la misma forma en el Carare – Opón, también se encontraron pequeñas
manchas de Abarco ceñidas a los cursos de agua donde los suelos están bien
drenados y son profundos; y esta característica de soportar masas medianamente
homogéneas es la que favorece su manejo artificial en plantaciones puras.
La Madera
Sin olor ni sabor característico, esta madera presenta duramen color marrónrosáceo claro con bandas oscuras opacas que provocan un acentuado veteado y
su albura de tono marrón claro grisáceo, no se diferencia con facilidad del
duramen.
El grano es generalmente recto aunque -en algunas ocasiones- puede
presentarse también ondulado. Su textura es mediana a fina, de lustre mediano y
buen acabado.
La madera de Abarco se distingue por su alta durabilidad -elevada resistencia
natural en agua y en tierra-, y extrema resistencia al ataque de hongos e insectos
tan voraces como el Teredo navales, producto de su alta concentración de sílice
(0.1 – 0.6%). De hecho, resiste aproximadamente de 15 a 25 años de vida en
contacto con el suelo y algunos expertos afirman incluso que puede reemplazar al
Chene.
Ya, a la hora de preservarla el proceso es muy fácil. La albura se trata
sencillamente con cresota, evitando al máximo las sales a célula llena y el
duramen, que demanda incluso menos trabajo, se trata también con cresota o con
sales, por lo que su preservación sólo le protege superficialmente.
En el campo de la trabajabilidad, y específicamente frente a las tareas de lijado y
cepillado, la respuesta es óptima. Tiene desenrollado excelente y no ofrece
ninguna dificultad a la hora de encolar o lacar y de igual forma, es fácil de cortar
pero con la desventaja que genera un desgaste rápido y acentuado en las
herramientas utilizadas para su procesamiento. Esto se debe a que contiene
abundantes cristales de oxalato de calcio (5) en las celulosas del parénquima (6),
que causan el desafilado.
Por esta misma causa pueden presentarse algunas dificultades en las labores de
aserrado por lo que se recomienda hacerlo siempre empleando herramientas con
dientes endurecidos (Stellite) y velocidades de corte inferiores de 30m/seg. De
igual manera, en el caso del taladrado se recomienda sobre las herramientas de
cromo, las de acero y tungsteno.
Usos
Ya a nivel de usos, la madera es muy apreciada en el campo de la ebanistería
empleándose en un sinfín de construcciones interiores y exteriores. Muebles,
pisos de vagones y piso en general, empaques, cajas para cigarrillos, chapas
decorativas rebanadas y desenrolladas, triplex, lápices, piezas trabajadas en torno
y hasta esculturas dado que la madera conserva su forma en las piezas
elaboradas.
Se emplea también en la fabricación de botes, barcas, traviesas, postes para
líneas aéreas, carrocerías, implementos agrícolas y -de forma casi exclusiva y con
excelentes resultados- en la construcción de pistas para velódromos. También es
muy empleada para la construcción de cerchas y como madera estructural.
Tesoro Colombiano
En Colombia, la especie tiene una amplia distribución encontrándose en el bajo
Putumayo, en la Amazonía colombiana (7), en el norte del Chocó y el valle del
Magdalena, Atrato y Sinú, más específicamente en las estribaciones de serranías
tales como las Abibe, San Jerónimo y Ayapel ubicadas en la cordillera occidental,
la Serranía de San Lucas en la Cordillera Central, la Sierra de los Motilones en la
Cordillera Oriental y la Serranía de Baudó. Para el país, el Abarco constituye una
de sus especie más importantes aunque las cifras en cuanto a la existencia de
hectáreas no reflejen esta condición.
Según Guillermo Ulloa, Secretario Técnico de Cadenas Forestales de la
Corporación Nacional de Investigación y Fomento Forestal -CONIF, el país
prácticamente carece de plantaciones de Abarco y el número de hectáreas no es
representativo ya que no se le han definido aún muchas de sus generalidades.
Al respecto, algunos interesados en el tema han adelantado investigaciones
propias obteniendo resultados valiosos e interesantes. Este es el caso del
Profesor de Silvicultura y Fitomejoramiento de la Universidad Distrital Francisco
José de Caldas, Luis Jairo Silva Herrera quien incluso, por sus experiencias e
información recogida, afirma que actualmente se puede hablar de un paquete
tecnológico para el Abarco.
Por ejemplo, a través de las pruebas se determinó, primero, que la especie por ser
semiheliófita crece mejor plantándola en líneas de enriquecimiento pues de esta
manera se disminuye su característica bifurcación. Sin embargo, al hacerle podas
continuas cada año, cuando se planta a plena exposición, se logra un buen fuste.
Igualmente y como segundo punto, se encontró que el Abarco se desarrolla
también en suelos de pendiente franco arcillosos no muy ricos en nutrientes.
Silva afirma que en el proyecto Carare – Opón se ha plantado en líneas de
enriquecimiento con excelentes resultados en cuanto a la mejora de la forma,
aunque se pierde incremento de crecimiento, y que la especie es muy promisoria
para plantaciones en el Magdalena Medio, en suelos no muy agotados de las
colinas.
“Con buen manejo y con semilla de árboles seleccionados es factible obtener
rendimientos cercanos a los 20 metros cúbicos por hectárea por año, como puede
verse en ensayos realizados en terrenos de la Reforestadora „Bosques del Futuro
S. A‟, en suelos del piedemonte de la cordillera Oriental. Actualmente la demanda
de semilla es grande y se vende a $800.000 el kilo”.
Pese a estos datos, existe la idea que el Abarco no es una especie doméstica y
por lo tanto es muy difícil de producir pues necesita, además de las condiciones
propias de su naturaleza, de otras especies para desarrollarse; esta es la razón
por la cual su uso se ha visto limitado a cerca viva, empleo que dan los
campesinos en las pocas áreas que siembran.
Frente a esto, Silva afirma que el Abarco, además de considerarse como especie
domesticada, hoy ya se conoce bien su reproducción tanto sexual como asexual,
en la medida que existen más de 1.000 hectáreas plantadas en el Medio
Magdalena medio y en pequeños bosquetes, como en la zona de Norcacia, en la
parte baja de la represa de la Miel. De dicha experiencia se desprende como
resultado, un crecimiento muy significativo -similar al registrado en San José del
Guaviare- cercano a los 18 metros cúbico por hectárea.
Independientemente, otros estudios que sobre la especie se han adelantado, dan
cuenta de las excelentes posibilidades de introducción que tiene en el mercado
mundial -especialmente en Europa-, a causa de su similitud en apariencia y
cualidades con maderas africanas que, muy apetecidas, escasean por la intensa
explotación de la que son objeto.
Es muy poco el trabajo que en materia de investigación y plantaciones se ha
adelantado en Colombia sobre ella; el estigma que existe -así como ocurre con
todas las especies nativas nacionales-, la ha hecho “poco confiable” para merecer
un estudio más serio y dedicado, argumentando lento crecimiento, poca
rentabilidad y alta demanda de dinero para ensayos.
De hecho, en el momento únicamente se registra, en el país, una plantación
ubicada en región del Carare - Opón que tiene más de 20 años, que estableció el
antiguo INDERENA y que alcanzó las 1300 hectáreas en 1.970 a 1.985; hoy bajo
la administración del Ministerio de Medio Ambiente tiene sólo 800. Otros
proyectos, interesantes, como el adelantado por CONIF en la zona de Urabá y el
medio Atrato, que consistía en varios ensayos silviculturales desaparecieron por la
falta de mantenimiento en los cultivos.
Valdría la pena recordar que para 1983 se adelantaban con gran interés otros
estudios: Bosques de Antioquia había plantado 70 hectáreas en la región del El
Bagre en terrenos mineros de Antioquia, La Empresa Maderera del Atrato plantó
en la región de Tocaimito unas 100 fajas de enriquecimiento abonadas y el
INDERENA había establecido también una parcela de experimentación en la
Sabana de Torres, otra en Ayapel y ocho nacientes hectáreas en la Estación de la
Teresita en bosques cercanos al río Truandó-.
Estas iniciativas al parecer han mermado y muchos estudios y compilados
bibliográficos que datan de 10 y 20 años atrás, hoy sólo reseñan del interés que
suscitaba el Abarco, reconociendo entonces sus cualidades y la viabilidad de su
producción. Por eso, la exploración de esta valiosa especie nativa merece más
que ser el objeto de concienzudas tesis de grado, el país tiene un elemento que
puede ser además de representativo muy rentable económicamente, pero la
puerta para ese reconocimiento está en retomar los estudios adelantados y
emprender otros nuevos.
Citas:
(1) Técnica y económica para Abarco, Roble y Teca. Delgado Rivera Félix
Abraham, Rodríguez Triviño Luis Alberto. (2) Androceo: Conjunto de estambres y
órganos masculinos de la flor. (3) Provista de lóbulos que desarrollan un par de
hojas opuestas en el primer nudo (4) Dehiscencia: Apertura espontánea de un
órgano cerrado, como la antena o la vaina. (5) Oxalato: sal o éster del ácido
oxálico. (6) Parénquima: sustancia orgánica. Tejido vegetal de las células vivas,
limitadas por tabiques celulósicos delgados, que pueden ejercer varias funciones:
de nutrición, de relleno, de reserva, etc.
(7) En varias fuentes bibliográficas el Amazonas es una de las áreas de país en la
que puede hallase abarco, sin embargo, otras fuentes de investigaciones señalan
que la especie existente en esta área, como Abarco, no lo es.
Fuentes:
- Luis Jairo Silva. Ingeniero Forestal. Msc. Profesor de Silvicultura y
Fitomejaramiento, Universidad Francisco José de Caldas.
- Crecimiento del Abarco (Cariniana Pyriformis Miers) bajo diferentes sistemas
silviculturales en las zonas tropicales húmedas de Colombia. Jaime Aramburo
Penagos. Seminario de Ingeniería forestal. Universidad Nacional de Colombia,
Seccional Medellín. Facultad de Agronomía. 1983.
- Factibilidad técnica y económica para Abarco, Roble y Teca. Delgado Rivera
Félix Abraham, Rodríguez Triviño Luis Alberto. Corporación Nacional de
Investigación y Fomento Forestal, CONIF. Bogotá. 1985.
- Revisión de literatura sobre el Abarco Cariniana Pyriformis Miers. José Anatolio
Lastra y Jorge Yoria Rubio. Instituto de Desarrollo de los Recursos Naturales
Renovables, INDERENA. Nota técnica N° 16.
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