Dr. Rigoberto Cuellar Alvarenga* En ninguna época de la vida más que en la neonatal, la relación entre crisis convulsivas y enfermedad subyacente es tan estrecha, y por otro lado la gran variedad de formas "clínicas en que aparece el síndrome hacen que este capítulo se encuentre aparte de las crisis convulsivas en general. De el diagnostico y tratamiento tempranos dependerá en muchas ocasiones la muerte y la secuela por un lado y la recuperación por el otro. INCIDENCIA: La mayoría de los autores están de acuerdo en que varía entre 0,5 y 1.4, o/o, aunque la real incidencia no se conozca con exactitud, dada la gran sutileza de algunas variedades clínicas de convulsión que pueden fácilmente pasar desapercibidas. FISIOPATOLOGIA: Fisiopatológicamente podemos decir que algunos de los motivos para la despolarización neuronal y por ende para su descarga excesiva son los siguientes: 1. Alteraciones en la producción de energía (hipoxemia, isquemia, hipoglicemia). 2. Alteración en la membrana celular (hipocalcemia) 3 Exceso de neurotrasmísor excitatorio en relación al inhibitorio (Falta o dependencia a la piridoxina). El S.N.C, el Recién Nacido, funciona primariamente a nivel del tallo cerebral, y de la médula espinal, existiendo poca evidencia fisiológica de función cortical alta. Aunque son muy pocos los trabajos llevados a cabo sobre la fisiopatología de las crisis convulsivas en la etapa neonatal, Caveness y Purpura han trabajado en monos y gatos, llegando a la conclusión que en el ser humano el sistema inhibitorio es el que predomina en los primeros días de la vida, mientras que el excitatorio predomina más tardíamente, lo cual explica la poca propagación de un foco epileptógeno a tejido * Neurólogo Infantil Bloque Materno Infantil Hospital Escuela cerebral adyacente, y por ende la poca incidencia de convulsiones generalizadas a esta edad. Por otro lado las estructuras subcorticales maduran tempranamente y son capaces de excitar tejido adyacente, por lo que es explicable la alta frecuencia de crisis subcorticales como son los movimientos oculares y masticatorios. MANIFESTACIONES CLÍNICAS El reconocimiento de muchas variedades clínicas de crisis convulsivas en el neonato es relativamente reciente, cuando Dreyfus Brisac y Monod en 1964 hicieron un estudio de convulsiones neonatales empleando cinematografía y electroencefalografía, y correlacionaron movimientos del paciente de diferente tipo (abertura de los ojos, rigidez paroxística, nistagmus, llanto anormal, movimientos de pedaleo, crisis de cianosis, etc.) con alteraciones paroxísticas en el electroencefalograma. Dentro de la gran variedad de crisis neonatales, vale la pena mencionar las siguientes, que son las más frecuentemente encontradas: 1. Convulsiones generalizadas con movimientos tóni cos y/o clónicos 2. Posturas tónicas o episodios de rigidez 3. Apnea intermitente, llanto o episodios de rigidez 4. Convulsiones motoras focales 5. Trastornos autonómicos: Palidez, rubor, cianosis. 6. Movimientos llamados bizarros: Pedaleo, mastica ción, succión, muecas faciales. 7. Convulsiones mioclónicas. ETIOLOGÍA: Cuando se reconoce una crisis convulsiva, lo que debe hacerse a continuación es un conjunto de procedimientos para Negar a la causa etiológica al mismo tiempo en que se trata de contener la crisis, ya que algunas de estas etiologías son tratables. Es evidente que la causa más frecuente es la hipoxia neonatal con o sin hemorragia cerebral, recordando que anteriormente se hacía hincapié en que eran las causas metabólicas las mas predominantes. Actualmente se ha demos- 993 trado que la hipocalcemia y la hipoglicemia pueden ser el resultado de una enfermedad o alteración intracraneana, sobre todo cuando estos fenómenos metabólicos ocurren en los primeros días de la vida. Su contribución al daño cerebral está controvertido, sin embargo, la mayoría están de acuerdo en que estos defectos metabólicos empeoran el daño cerebral. La hipoglicemia sintomática no tratada puede llevar a secuelas neurológicas en un 20 a 50 o/o de los casos (Beard, 1971; Griffiths y Bryant, 1971). HIPOCALCEMIA Es el trastorno metabólico más común asociado a crisis convulsivas neonatales, y puede encontrarse en un tercio a la mitad de los pacientes que padecen este síndrome (Brown, Cockburn y Forfar, 1972. Según la etapa de la vida en que aparecen las convulsiones, podemos nosotros pensar en las siguientes etiologías de acuerdo a la tabla siguiente: CUADRO No. 1 CRISIS NEONATALES Y TIEMPO DE COMIENZO 3 días Trauma cerebral Hipocalcemia comp. Hipocalcemia Benigna Hipoglicemia Infección Malformaciones cereb. Errores metabolismo Hematoma subdural Dependencia a piridoxina 4-7 días Después 0de 10 días * * * * * * * * * Podemos decir que hay dos formas de hipocalcemia, la llamada complicada que aparece en los primeros 3 a 4 días de la vida, y que está en relación a trauma durante el parto con hipoxia y/o hemorragia, y la hipocalcemia benigna que aparece después del cuarto día de vida hasta el séptimo, y que generalmente está asociada a alteraciones dietéticas como es administrar leche de vaca que contiene exceso de fosfatos. El papel que juega el calcio en la hipocalcemia maligna como desencadenante de las crisis es aún materia de-: disputa y se cree que es más bien un acompañante del daño cerebral ya que generalmente va ligado a otros trastornos metabólícos como ser hipoglicemia e hipomagnesemia. Se dice que hay hipocalcemia cuando los niveles de calcio sérico descienden hasta 7 mgo/o, sin embargo la sintomatología depende del calcio ionizable el cual es directamente proporcional a la cantidad de calcio total e inversamente proporcional a la concentración de iones Hidrogeno y Proteínas séricas. * TRAUMA CEREBRAL: El mecanismo mediante el cual se produce hipocalcemia de causa central no está bien comprendido aun, sin embargo según algunos autores como Gittleman y Graig lo han relacionado a una reacción de Stress fetal con aumento en la producción de esteroides con supresión de la actividad paratiroidea e hipocalcemia consecuente. Cuando se detecta negatividad de parto traumático, y ausencia de ingestión de leche de vaca, debe medirse niveles de calcio y fósforo materno ante la posibilidad de hiperparatiroidismo materno sin. dejar de recordar que también existe el hipoparatiroidismo fetal. Cuando la administración de calcio a un paciente hipocalcémico no detiene las crisis convulsivas, debe recordarse la posibilidad de hipomagnesemia concomitante. Es la causa más común de crisis convulsivas neonatales acompañado o no de hipoxia y hemorragia, sobre todo en los primeros 4 días de la vida, y puede estar asociado o ser la causa de hipocalcemia, hipomagnesemia y en algunas ocasiones de hipoglicemia. Las hemorragias cerebrales pueden ser subdurales, subaracnoideas primarias, o intraventrículares por lesión del área periventricular (venas subependimarias de la matriz germinativa). Debe recordarse que la hemorragia subdural se ve más frecuentemente en las contusiones cerebrales, mientras que la intraventricular es más típica de neonatos prematuros y está muy relacionado a hipoxia. Las hemorragias subaracnoideas son tres a cuatro veces más frecuente en prematuros que en Recién Nacidos de término. HIPOMAGNESEMIA La frecuencia no está bien definida, sin embargo en la actualidad se piensa que es mucho más común de lo que se pensaba antes. Se ha encontrado asociada a hipocalcemia a hipoglicemia, y su papel en la producción de daño cerebral aún está poco claro. Debe sospecharse cuando existe hipocalcemia sin hiperfosfatemia o cuando no hay respuesta a la infusión de calcio en un paciente francamente hipocalcémico, FACTORES METABÓLICOS: HIPOGLICEMIA: Puede deberse a una serie de causas incontables, siendo las más importantes la producción insuficiente de glucosa en el hígado por un déficit de depósito de glucógeno hepático, deficiente gluconeogénesis, hiperinsulinismo en los hijos de madres diabéticas, tumores de cé- en los islotes del pancras , eritroblastosis fetal etc. OTROS TRASTORNOS METABOLICOS Aparte de los relacionados con glucosa, calcio, magnesio y fósforo, son raras las convulsiones por otros problemas 994 siendo las que más se encuentran la micropoligiria, la paquígiria y la lisencefalia. metabólicos; sin embargo merecen mención algunos como son la deficiencia y la dependencia a la piridoxina, esta última siendo capaz de provocar crisis convulsivas ¡n útero. La historia de un hermano previo con el mismo problema •debe hacernos orientar a esta patología así como la rebeldía al tratamiento anticonvulsivo. IDIOPATICAS Constituyen a esta edad únicamente el 25 o/o de las crisis convulsivas neonatales y debe llegarse a este diagnóstico por exclusión de todas las ya referidas anteriormente. La deficiencia a la piridoxina prácticamente ha pasado a la historia y se debe a un aporte inadecuado de esta vitamina, y Que surgió al mercado como problema en los EE.UU. cuando surgió al mercado una leche con esta deficiencia, hace ya algunos años. DIAGNOSTICO; El diagnóstico debe ser encaminado a descubrir la etiología para corregir la misma en caso de ser posible, evitando de esta manera secuelas o muerte neonatal. La marcha diagnóstica deberá ser la siguiente: La hiponatremia puede provocar c r i s i s convulsivas por lo general después de la primera semana de vida, y puede estar en relación a inapropiada secreción de Hormona Antidiurética en los casos de meningitis, a los errores en la administración de líquidos parenterales así como a la pérdida excesiva del ion por un cuadro enteral. *■« I.— Anamnesis II.— Exploración física general y neurológica III.— Estudios de laboratorio (glucosa sanguínea, química sanguínea, calcio, fósforo y magnesio séricos, otros electrolitos, estudio del L.C.R., biometria hemática, examen general de orina). IV.— Test Especiales (Aminoácidos en sangre y orina, etc.) V.— Estudios radiológicos (Cráneo, Tórax, pneumoencefalograma, etc.). VI.— Electroencefalograma VII.— Tomografía Axial por Computadora La hipernatremia puede verse en aquellos casos en los "cuales se comete el error de administrar sal en lugar de azúcar a la leche del recién nacido, así como por exceso de sodio en las soluciones parenterales o a exceso de bicarbonato sódico para corregir una acidosis metabólica. En este caso las crisis pueden deberse a hemorragias cerebrales petequiales, con trombosis venosas, o bien la fase de rehidratación al pasar soluciones hipotónicas con edema intracelular. Otros problemas metabólicos serían la hiperbilirrubinemia, con kernicterus, las aminoacidurias como la enfermedad de jarabe de arce y otras que son bastante raras. PRONOSTICO; El pronóstico dependerá de la etiología y a pesar de que se ha logrado mejorar la supervivencia por los adelantos en la atención del embarazo y parto así como en el cuidado del recién nacido agudamente enfermo, no se ha logrado mejorar la frecuencia de secuelas neurológicas (Retardo mental, etc.). NEUROINFECCIONES NEONATALES Y SEPSIS De una tercera parte a la mitad de los recién nacidos con meningitis o septicemia cursan con crisis convulsivas, recordando que el 25 o/o de los pacientes con septicemia neonata! desarrollan meningitis. De acuerdo a la patología subyacente, tenemos que los pacientes con hipocalcemia complicada tienen un 50 o/o de posibilidades de un desarrollo psicomotor normal, los que desarrollaron una infección del S.IM.C. la tendrán de un 20 a un 50 o/o mientras los que padecen de una malformación, las posibilidades de normalidad son prácticamente nulas. Dependiendo de las series que se revisen, las neuroinfecciones ocupan 10 a 12 o/o como causa de crisis convulsivas en el neonato (Hoplins 1972, Volp 1976). De las infecciones bacterianas son el estreptococo beta del grupo B y E. coli los más frecuentemente aislados, y el Herpes simple con el virus de l a ru bé ola y cinto me gal ovi rus as í com o Coxsackie B los virus aislados en especial este último en las últimas estadísticas. En términos generales se dice que solamente un 50 o/o de los pacientes que tuvieron crisis convulsivas en la etapa neonatal llevarán una vida normal psíquica y motriz. El Toxoplasma gondii sigue siendo una causa parasitaria que debe tenerse en mente también como etiología de un cuadro convulsivo. TRATAMIENTO: La mayoría de los autores están de acuerdo en que las crisis neonatales provocan daño cerebral aunque existe uno que otro artículo en la literatura que menciona lo contrario (The practice of pediatric neurology). Primeramente hay que administrar oxígeno al paciente ya que durante las crisis existe una hipoxia tisular cerebral; en segundo lugar, dar MALFORMACIONES CEREBRALES: Las convulsiones debidas a malformaciones cerebrales pueden presentarse en cualquier etapa de la vida neonatal. '"-' 995 un aporte adecuado de glucosa, ya que se ha demostrado experímentalmente que a pesar de existir una glicemia normal, hay déficit energético a nivel tisular cerebral. 2.- Brown, J.K.: Convulsions in the newborn períod. Develop Med Child Neurol. 15:823, 1973. 3,— Freeman J.M.: Neonatal seizures. 1. Pediatrics 77:701, 1970. Finalmente pasaríamos al tratamiento medicamentoso en donde cada escuela tiene su manera especial de tratar, sin embargo la mayoría están de acuerdo en que deben administrarse primeramente aquellos elementos que tiendan a eliminar los factores metabólicos y posteriormente el tratamiento anticonvulsivante per se. 4.- Jabbour, J.t, Dueñas D.A., Gilmartin R.C., Gottlieb M.I.: Pediatría Neuro Logy Handbook. Memphis, El manual moderno, S.A., 1976. 5.— Keen, J.H,: Sequelae of neonatal convulsions. Arch Dis Child 48:542, 1973. El siguiente esquema me pareció bastante práctico; ó . — Menkes, J.H.: Textbook of child neurology. Philadelphia, Lea & Febiger, 1974. I,— Infusión I.V. de 1—2 ml./Kg de glucosa al 50 o/o II.— Infusión I.V. de 2—6 mi (hasta 10 mi) de glucona-to de calcio al 10 o/o III.— Infusión I.V. de 20—50 mg. de hidrocloruro de piridoxina IV.— Infusión I.V. de 2—6 ce de sulfato de magnesio V.— Anticonvulsivantes: a) Fenobarbital 5 mg/Kg lento, repetir igual dosis si es necesario, b) Difenilhidantoina 10 mg/Kg lento, repetir igual dosis si es necesario, c) Diaze-pán 0.2— 0.4 mg/Kg en pacientes no ictéricos. 7o— Rose, A.L., Lombroso, C.T.: A study of clinical pathological and electroencephalographic features in 137 full term babies with a long term follow up. Pediatrics 45:404-424, 1970. 8,— Swaiman, K.F., Wright, F.S,: The practice of pediatric neurology. Saint Louis, the C.V. Mosby company, 1975. 9.— Volpe, J,: Neonatal seizures. New Engl. K. Med.: 289:413, 1973. BIBLIOGRAFÍA 10.- Weiner, H.L. Bresnan, M.J., Levitt, L.P.: Pediatric Neurology for the house officer. Baltimore Md, the William & Wilkis Company, 1977. I , — Brown, J.K., Cockburn, F.: Clinícal and chemical correlates in convulsions of the newborn. Lancet, 1;135, 172. 996