REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA Vol. 17. No. 3.2000 PAUTAS DE INTERACCIÓN Y APOYO SOCIAL EN LA POBREZA DE UNA COMUNIDAD AUTÓNOMA ESPAÑOLA Dra. Marta Gil-Lacruz1, Dr. Enrique Berjano Peirats2 1 Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza 2 Departamento de Metodología, Psicobiología y Psicología Social, Universidad de Valencia RESUMEN En España, la exclusión es una realidad multidimensional que implica el estudio de procesos sociales que han ido aumentando y sobre todo, que han reforzado la intensidad del debate sobre cuál ha de ser el papel de las políticas de protección social. En este sentido, el modelo de intervención ha de abordar tanto factores macro (sociodemográficos), como micro (la evolución de la estructura familiar). Especialmente importante sería el análisis de las pautas de interacción y apoyo social que definen a dichos colectivos, por la carga de marginación y soledad que comporta la pobreza. La necesidad de integrar el desarrollo económico y el desarrollo social, la importancia de una participación activa de las personas implicadas y su responsabilización de la aplicación de las acciones de integración, el interés de las estrategias de intervención diseñadas para territorios o colectivos concretos, constituyen posibles alternativas psicosociales de actuación. ABSTRACT In Spain, the exclusion is a multidimensional reality including increasing phenomena and the debate about how the social protection policy must be oriented. In this sense, a global intervention model has to approach macro factors (for example, sociodemographic changes) as well as micro variables (for example, family structure changes) at the same time. The analysis of interaction and social support behaviors will be specially important because of the poverty is very close to the loneliness and margination. The need to integrate economical and social development, the importance of active participation of implied people and the responsability on applying integrating strategies designed for specific regions and colectives, could be pshico social alternatives to this actuation. INTRODUCCIÓN Estudiar los procesos de exclusión social supone profundizar en las dinámicas de integración que se dan en una comunidad de referencia. Una persona es pobre y se define como tal, no sólo en función de sus gastos, ingresos y pertenencias, sino también en estrecha relación con los grupos en los que se inserta o con aquellos otros a los que le gustaría pertenecer (Towsend, 1979, 1985). El siguiente artículo versa sobre dos aspectos fundamentales para la comprensión de esta intersección: las pautas de interacción social y el apoyo social. La importancia de su estudio en poblaciones marginales, se sostiene en la certeza de que constituyen verdaderos puntales de integración, intervención y cambio social. Y esto, a pesar de que el concepto de integración es tan problemático en su definición y medida, como el de exclusión y precarización social (Gil-Lacruz y Berjano, 1995). Sin embargo, los procesos comunicativos que se establecen entre las personas y su entorno social, arrojan nuevas luces y alternativas de actuación ante problemas como la falta de solidaridad y el individualismo. La solidaridad, el apoyo comunitario, las relaciones personales son además de otros factores de corte económico, político, cultural, etc. elementos que el interventor psicosocia! no puede obviar en su actuación dentro de los servicios sociales. Dentro de esta filosofía y previo a la implantación del programa de rentas mínimas (salario social), el gobierno aragonés impulsó una serie de medidas en 1993, encaminadas a la investigación de estos fenómenos en la población precarizada de la región. A tal fin, se entrevistó a 3.700 unidades familiares susceptibles de dicha prestación, que son representativas de la pobreza regional. Los datos que se presentan a continuación, son fruto y resumen de la explotación estadística de dicha encuesta. (Hendrikson S.A., 1994) APOYO SOCIAL: Marco de análisis La investigación del apoyo social, es un campo especialmente útil en el desarrollo de la integración social, ya que parte de un concepto positivo del individuo (agente activo en la interacción social) y al mismo tiempo, proporciona a la persona o al colectivo marginado, recursos importantes de inserción en su comunidad (Gil-Lacruz, 1994). Lin y Ensel (1989), recogen estas premisas en su definición del término: "apoyo social es el proceso (percepción y/o recepción) por el cual los recursos 243 en la estructura social (comunidad, redes sociales y relaciones íntimas) permiten satisfacer necesidades instrumentales y expresivas de las personas y grupos en situaciones cotidianas y de crisis". Ante la capacidad heurística de este constructo y los elementos que aglutina, se hace necesaria una revisión teórica y la elección de un modelo globalizador que operativice las distintas dimensiones y sus correspondientes relaciones. Seleccionamos el modelo multidimensional de Gracia, Musitu y García, (1989), porque propone una serie de ejes que facilitan la consecución de nuestros objetivos: fuentes, funciones y niveles de análisis del apoyo social. 1. Estructura de red social Es el entramado formado por las relaciones que se dan en tomo a un individuo o grupo. Se definen en función de sus características estructurales (densidad, tamaño, homogeneidad, reciprocidad, etc.) que tiene una influencia decisiva en la provisión de apoyo del sujeto. 2. Contenido relacional Sería la naturaleza funcional o cualitativa de las relaciones sociales. Aglutina las consecuencias y fines que las interacciones tienen para las personas. - Desde un enfoque funcional: se estudiaría en qué medida las relaciones sociales ejercen finalidades particulares; instrumentales o informativas, (ej. préstamo de dinero) y expresivas o emocionales, (ej. desahogarse de los problemas). Son dimensiones fundamentalmente de carácter subjetivo y se basan en el percepción que tiene el sujeto del apoyo recibido. - Desde una perspectiva estructural, se haría referencia a las relaciones y contactos que constituyen la red social en la que está inmerso el individuo. Son relevantes aspectos como: la frecuencia de contactos sociales, la participación en actividades sociales, la pertenencia y uso de organizaciones formales e informales. En este artículo nos vamos a centrar en el último enfoque, porque los subsistemas sociales constituyen la armazón y sostén del entorno inmediato de la persona, y además, su conocimiento puede ser de gran utilidad, en la planificación individualizada de intervenciones psicosociales. En este sentido, también sería interesante recoger las distintas fuentes de apoyo, que incluyen los distintos estratos de relaciones y se reflejan posteriormente en las preguntas de nuestro estudio: Redes de relaciones sociales a. Relaciones íntimas y de confianza. b.Contactos y relaciones con vecinos, miembros del barrio y otros grupos. p.35. ¿Tiene usted posibilidad de recurrir, en caso de necesidad urgente a alguien de confianza...? p.36. ¿A quién recurriría? Ej.: familiares, amigos, vecinos, otros.... p.37. ¿Se relaciona usted o su familia habitualmente con personas fuera del círculo familiar? Ej.: compañeros de trabajo, amigos, vecinos, otros.... La red de relaciones sociales, por su importancia definitoria en el apoyo social, constituye el grueso de la interpretación de este bloque temático, y supone el marco de referencia clave, para entender la interacción de nuestros encuestados con su comunidad. Tanto las perspectivas de análisis, como sus fuentes pueden sistematizarse, según Gracia, Herrero y García, (1995) en tres niveles de análisis: 3. Integración y participación social Se refiere a la existencia y cantidad de relaciones sociales en general, o de un tipo en particular y la frecuencia de dichos contactos. Estos contactos proporcionan al sujeto un sentido de pertenencia e integración en la estructura social y en su comunidad, evitando situaciones y sentimientos de aislamiento. Pese a la complejidad de factores intervinientes y al grado de dificultad asociado a la definición y medida de dichos aspectos, el modelo multidimensional de estos autores, presenta la ventaja de ser eminentemente práctico. Fruto de esta inquietud investigadora, Gracia, y cois. Diseñaron el Cuestionario de Apoyo Social Comunitario (A.C.-91), instrumento de consulta obligada, si se quiere profundizar en estas cuestiones y en las características de la población de alto riesgo. Como este equipo de trabajo plantea el estudio del apoyo social, es interesante desde distintos puntos de vista: En la etiología del problema de la unidad familiar. Como podemos suponer en los procesos de pobreza y marginación, es fundamental conocer la vivencia de situaciones que llevan generalmente a la estigmatización social (por tanto al aislamiento) y los posibles "enganches" próximos a la persona que le ayuden o "apoyen" a solventar ciertas dificultades. Por el papel que puede jugar en programas de tratamiento, rehabilitación, e inserción de dicha unidad familiar: Intervención sobre determinadas características del ambiente: organizativas, legales, económicas, empresariales, laborales, políticas, etc., para crear entornos potencialmente proveedores de apoyo. Prevención primaria. Impulso y creación de grupos de apoyo, asociaciones, voluntariado, empresas de servicios, talleres ocupacionales, etc., recursos comunitarios, que ayuden a los sujetos a superar cambios o situaciones comprometidas. RESULTADOS: A. Interacciones sociales Como mencionamos anteriormente, la cantidad, la frecuencia y la calidad de las interacciones sociales son indicadores claves en la valoración del apoyo 244 precarizados, (independientemente de con los miembros de su familia) las principales fuentes de interacción. social. Si una persona no se relaciona, difícilmente puede ser apoyada. Esta afirmación tiene consecuencias observables en los resultados de la encuesta. Tabla 1. Interacción y Apoyo Social. Interacción Social No Sí Existencia Relaciones Compañeros Trabajo Amigos Vecinos Otros 85,4 % 14,6 % No Apoyo Social Sí Disponibilidad 27,5 % FUENTE 91,0% 9,0 % Familiares FUENTE 52,1 % 28,9 % 52,7 % 48,7 % 98,2 % Amigos Vecinos Otros 72,0 % 71,4% 79,4 % 47,3 % 51,3% 1,8% 46,9 % Aveces 25,6 % 9,0 % 9,6 % 1,6% En cambio, con los compañeros de trabajo, la interacción es prácticamente inexistente (9,0 %), en muchos casos debido a que el nivel de precarización laboral e incluso la inexistencia de un empleo, no lo permiten. De estos porcentajes deducimos que el nivel de relaciones de los precarizados aragoneses, es bajo, y esto se debería interpretar más, como una ausencia de oportunidades para ello (si no trabajan no tienen compañeros, cambios frecuentes de lugar de residencia, rechazo social, etc.), que como la existencia de rasgos psicosociales intrínsecos en estos individuos que les hacen rehuir el contacto social. Sin embargo, la existencia de interacciones, por sí sola, no es sinónimo de apoyo. Así lo comprobamos en un 20,41 % de la muestra, que contestan que tienen contactos frecuentes con otras personas, pero a nadie a quien recurrir en caso de necesidad urgente. La percepción subjetiva, la definición de "necesidad urgente", la finalidad de la interacción, la disponibilidad y accesibilidad de las fuentes de apoyo y en definitiva, los factores relativos a la calidad de la comunicación, mediatizan el que de estas relaciones puedan surgir comportamientos de ayuda efectiva. La gran mayoría de las personas entrevistadas (85.4 %), manifiestan no relacionarse habitualmente con personas fuera de su círculo familiar. Es evidente, que esta cifra traduce cómo se van a desarrollar ciertas situaciones de aislamiento. La soledad es en muchos casos, y sobre todo cuando no es voluntaria, una importante fuente de tensión y un grave indicador de exclusión social. Como ejemplo de consecuencias nocivas de estas situaciones, encontramos evidencia empírica de cómo el mero hecho de estar casado (con respecto a otros estados civiles), influye en una menor incidencia de trastornos psicológicos (menores tasas de depresión, menor riesgo de recaída en problemas de salud mental, mejor afrontamiento en situaciones de crisis) y mejores índices de salud. (House y cois. 1985, Díaz-Vega, 1987, Barón y cois. 1988). Algo similar, podríamos decir de la existencia y cantidad de contactos con amigos y familiares. Al estudiar las relaciones de una persona, no podemos obviar el nivel de significación que estas representan para el individuo. La proximidad afectiva, la confianza, la reciprocidad, etc., son rasgos propios de las relaciones personales e íntimas. Cuanto más significativa sea una relación más importancia tendrá en la provisión potencial de apoyo. En este orden de cosas, los amigos (47,3 %) y los vecinos (51.3 %), serían para los aragoneses RESULTADOS: B. Apoyo social Desde un 6,86 % de los encuestados que se encuentran en una situación de aislamiento extremo (ni se relacionan con otras personas, ni tienen la posibilidad de ser apoyados en caso de necesidad), hasta un 46,9 % que sería raro que no fueran ayudados, nos encontramos con un 25,6 % de la muestra, que oscila entre la ocasionalidad y la incertidumbre en este tema. 245 Como ya comentamos el epígrafe anterior, la lugar, con respecto a los valores de la sociedad en familia es "el pilar básico" de este apoyo. El más general. Así, en numerosas ocasiones, cuando se significativo tanto por su influencia en el individuo relaciona con el núcleo que le rodea, este vecindario como por su papel "amortiguador" en situaciones parroquial mantiene un elevado grado de difíciles. La familia es además en nuestro país, uno aislamiento. de los recursos más habituales y tradicionales, que Un vecindario parroquial, con frecuencia contiene permiten a los individuos afrontar las crisis elementos aglutinadores, que actúan sobre una personales económicas y laborales. Si no fuera por base para la formación de la identidad grupal. Estos esta red primaria de solidaridad, muchas de las elementos (de naturaleza racial, ocupacional o personas entrevistadas se encontrarían en un generacional) que permiten mantener a esta estado de total desprotección. Por eso, no es de comunidad un carácter distintivo, pueden constituir extrañar que sea la fuente de apoyo más importante "verdaderas señas de identidad". (En Gracia y cois., (52,1 % para el total de la muestra) y de qué pensar 1991). Ahora bien, pese a la cantidad de rasgos en la posibilidad de que si este porcentaje no ha sido compartidos, la capacidad de apoyo "efectivo" de más elevado, se debe a que un buen número de estas comunidades, también habría que relativizarla estos precarizados viven solos o presentan familias en función del tipo de apoyo que se requiere, y por desestructuradas por otro tipo de problemas (ej. el hecho de que quizás en bastante de nuestros salud, consumo de drogas, cárcel, etc.). encuestados, los rasgos que se comparten, son los Así, consideramos que la tendencia de la pobreza que marginan (falta de empleo y formación, aragonesa, es bastante coherente con la escala de precarización en la vivenda, etc.), no los que valores de la sociedad española, que coloca a la integran en su estandard de sociedad normalizada, familia en un puesto de honor (De Miguel, 1992). (si es que podemos hablar en estos términos). Los amigos y los vecinos constituirían el siguiente En cualquier caso, con estas observaciones no se punto de referencia, en cuanto a los casos de pretende tanto, generalizar el tipo de comunidad en necesidad. Y curiosamente con una frecuencia de la que residen los encuestados, como hacer respuesta bastante similar entre sí, tanto como hincapié en la importancia del contexto como fuente de apoyo (9,0 % y 9,6 % respectivamente) facilitador de dichas interacciones. Variables tan como con respecto al contacto habitual (amigos: básicas como la edad y el sexo, también parecen 47,3 %, vecinos: 51,3 %) ¿Podemos deducir que los estar jugando un importante papel. vecinos y los amigos tienen la misma importancia, En general, las mujeres tienen un nivel de relación en la provisión de apoyo entre los encuestados? mayor que los hombres )16,27 % de la muestra Los datos así parecen mostrarlo, de manera femenina tiene interacciones sociales frente a un coherente con el hecho de que la frecuencia de 11,60 % de los varones encuestados) y estas interacción influye en el comportamiento de apoyo. diferencias se dan en todas las edades. No obstante, sería aconsejable profundizar en otras Independientemente del sexo, el intervalo variables, como por ejemplo el territorio y la etnia (ej. comprendido entre los 30 y los 59 años, es el grupo los gitanos en nuestra comunidad). Es práctica de mayor riesgo para padecer situaciones de habitual de nuestra sociedad, reservar a las aislamiento. Los porcentajes de relación entre los personas sin recursos, el espacio comprendido en más jóvenes y los mayores es prácticamente similar. las barriadas periféricas, el casco antiguo o en Las obligaciones familiares, el trabajo, la pareja, etc., general aquellas zonas donde el precio y la calidad parecen influir en un nivel de interacción social de la vivienda y el abastecimiento de recursos, deje especialmente bajo, en las personas que tienen de bastante que desear. En estas condiciones, la 30 a 59 años. segregación social de la que son partícipes, permite clasificar a estas áreas con unas características Tabla 2.Existencia de Interacciones Sociales, por Edad determinadas y compartidas por su población. y Sexo. De la tipología de vecindarios establecida Mujeres Hombres por Warren (1972) el modelo parroquial Edad Sí No Sí No podría acercarse a estos rasgos relación relación diferenciales: "En este tipo de vecindario (0-29) 79,97 % 12,50% 87,50 % 20,02 % existe con frecuencia un elevado sentido 86,70 % 9,57 % 90,42 % 13,29% (30-59) de identidad étnica, así como un 80,50 % 88,22 % 19,49% 11,58% (60 ó+) sentimiento de homogeneidad de valores y cultura (el término 'parroquial' se utiliza en sentido Cuando analizamos la fuente de relación, no religioso, connotando un núcleo que se contiene encontramos algunas diferencias en esta tendencia. a sí mismo). Este vecindario tiene valores que a Especialmente con los compañeros de trabajo, en menudo entran en colisión con los de la comunidad las mujeres mayores observamos un porcentaje más amplia. Sus valores no proceden del exterior, bajísimo de interacción (0,20 %), que se recupera en puesto que no se trata tanto de un consumidor de la más jóvenes (2,44 %). La incorporación tardía de valores, como un productor de ellos". Como tal, a la mujer precarizada aragonesa al mercado laboral, veces puede aparecer como desviado o fuera de es un hecho que se observa en estas cifras. 246 Con respecto a los amigos: un 52,25 % de interacción femenina frente a un 39,13 % masculino, y especialmente en las edades de 30 a 59 años, hacen que en este bloque las diferencias de sexo, sean relevantes. Sin embargo, en los dos grupos y pese a que no disponemos de datos de contraste, consideramos que la media de relación (47,73 %) es más bien baja, porque dejaría entrever que, sólo la mitad de los encuestados tiene amigos disponibles con relativa facilidad. Los vecinos, es la clase de relación más habitual entre ambos grupos. Un 56,96 % de las mujeres y un 40,93 % de los hombres se comunican con sus vecinos. Sólo el grupo de los jóvenes varones presentan una puntuación diferencial: el 27,06 % de relación frente al 72,93 % de ausencia de la misma. Podríamos recurrir a su relativa mayor movilidad geográfica, los cambios de trabajo, de residencia, que impiden que estas personas se asienten en una zona el tiempo necesario para facilitar estos intercambios. Para complementar estos datos, también se preguntó al encuestado si tenía otras fuentes de relación, pero los resultados, vuelven a ser congruentes con las cifras iniciales, 20,30 % de relación frente a un 79,32 % de su ausencia. En el siguiente nivel de análisis se compara el tipo de relación, la fuente de apoyo en función de variables estructurales como la edad y el sexo (ver Tabla 3). Con mucho, la familia es la principal fuente de apoyo de los hogares precarizados aragoneses, en una proporción de 6.5 personas que podrían acudir en caso de necesidad, frente a 3.5 individuos que carecerían de esta ayuda. El perfil de estos sujetos desprotegidos serían en general, masculino, especialmente de 30 a 59 años, (un 54.38 % no recurriría), ya que para todos los demás grupos de edad la presencia de este apoyo es percibida como real. Con respecto a los amigos y los vecinos, su importancia es bastante similar y las tendencias son parecidas con los resultados obtenidos en las fuentes de interacción. Las mujeres parecen recurrir a sus amigos y a sus vecinos con mayor facilidad que los hombres. En ambos grupos, como era de suponer, la posibilidad de apoyo es bastante más restringida que la probabilidad de relación. Los vecinos (con escaso margen) podrían ayudar en más ocasiones que los amigos en caso de necesidad, quizás debido a una mayor proximidad física y por tanto accesibilidad. Obsérvese que la formulación de la pregunta: "necesidad urgente", podría estar mediatizando los resultados. Si se definiera el apoyo en sus variantes funcionales (ej. préstamo de dinero, necesidad de comunicación y confianza, información y asesoramiento sobre un tema, etc.) y no sólo, en razón de su "emergencia", se ampliaría considerablemente el campo de posibilidades. Dada la importancia del apoyo social sobre en la construcción y desarrollo de la identidad del individuo, también sería interesante profundizar en cómo perciben las familias encuestadas su situación Tabla 3.Fuente de Apoyo Social por Edad y Sexo económica y la posibilidad de recurrir a alguien Familia Mu eres Hombres en caso de necesidad. Sí No Sí No Edad Conforme el encuestado se define como 6.87 % 12.34% (0-29) 20.57 % 13.09% más pobre, mayor es la posibilidad de que no 35.98% 14.84 % 25.70 % 30.63 % tenga apoyos. Así el 33.15 % de las familias (30-59) 16.19% 11.74% 4.91 % 6.43 % que se clasifican como muy pobres no tiene a (60 ó+) 26.62 % 50.53 % 72.74 % Total 49.40 % nadie a quien recurrir, frente al 5.56 % de las familias que se describen como ricas. Por el Amigos Mu eres Hombres contrario, la seguridad en la ayuda no se da Sí No Sí No Edad entre los "ricos" sino entre los "acomodados" y 25.03 % 1.72% 2.42 % 23.72 % (0-29) desciende su proporción en función de que la 6.17% 50.17% 6.94 % 43.90 % (30-59) categoría perceptual, sea más desfavorecida. 15.97% 2.21 % 2.59 % 18.51 % (60 ó+) Ej. confían en sus fuentes de apoyo: el 11.11 11.95% 87.43 % 10.10% 89.86 % Total % de los ricos, el 64.79 % de los acomodados, el 52.36 % de los modestos, el 44.96 % de los Vecinos Mu eres Hombres pobres y el 39.37 % de los muy pobres. Por Sí No Sí No Edad otro lado, los mayores niveles de 1.77% (0-29) 25.68 % 1.53% 23.91 % ¡ncertidumbre y ocasionalidad, se dan entre los 49.49 % 6.07 % 44.76 % 6.85 % (30-59) que se consideran ricos (77.78 %) y muy 15.49% 16.55 % 2.69 % 4.55 % (60 ó+) pobres (16.94%). Total 12.40% 86.99 % 11.07 88.89 % 247 Tabla 4.Posibilidad de Apoyo y Percepción de la Situación Económica. No a nadie Sí pero rara vez Si pero a veces no Sí casi siempre | 5.56 % 5.56% 77.78% 11.11% [ 21.83% 1.41% 11.97% 64.79% Sin lugar a dudas, de estos cruces no podemos inferir datos concluyentes, pero parecen reflejar una situación de clara desventaja de los sujetos que se consideran en una escala económica inferior. Si esta relación fuera significativa a nivel estadístico, la conexión entre una situación económica desfavorecida y la falta de apoyos sociales, agravarían de un modo considerable tanto el estado "objetivo" en el que se encuentra la persona, como su autopercepción de carencia. CONCLUSIONES Y ALTERNATIVAS DE ACTUACIÓN Y en este sentido, ya entraríamos en las líneas de investigación que desde el sentimiento de precarización y las formas sociales de exclusión, intentan intengrar como un todo, tanto la pobreza económica, como la vivencia de la misma por el individuo (Towsend, 1986; CE, 1989). Las implicaciones metodológicas y las posibles pautas de intervención con estos colectivos, deberían recoger entre sus consignas, la utilización de estos constructos psicosociales. No podemos olvidar, que el apoyo social como tema de investigación, presenta una evolución histórica que arranca de los estudios sobre salud mental (en los años sesenta) y que influye en el cambio de un tradicional sistema asistencial, a un nuevo modelo, que potencia la utilización de recursos comunitarios próximos al ciudadano, que se encuentra en situaciones desfavorecidas. Desde esta perspectiva, nos quedaría reflexionar en el importante papel que el apoyo social, puede desempeñar como marco de referencia de los servicios sociales. | 21.18% 10.25% 16.21% 52.36% | 31.96% 7.24% 15.84% 44.96% | 33.15% 10.54% 16.94% 39.37% Solamente señalar con Whittaker, (1983) y Garbarino, (1983), posibles sugerencias a considerar en la intervención de los mediadores sociales: - Los programas sociales planteados por las entidades competentes, deberían intentar apoyar, no "suplantar" las iniciativas informales de ayuda. - Se hace necesaria una revisión detenida de los perfiles profesionales, funciones, tareas, y de los servicios sociales como lugar de encuentro, donde convergen intereses y necesidades diferenciales. Descubrir lo que ya existe, en especial la red social natural y combinarlo con los recursos técnicos disponibles, no tendría por qué suponer una amenaza corporativista, ni política. Las corrientes del "capital humano" sobre la pobreza son una buena muestra de lo que supondría la optimización de los rescursos existentes. (Aliena, 1993) - Como acabamos de ver, gran parte de los individuos que se encuentran aislados socialmente, son los que más apoyo necesitarían y a la vez, los que más dificultades tienen, para acceder a ellos. En algunos casos, en especial cuando las situaciones de pobreza se heredan y cronifican, esta soledad se relaciona con dificultades en habilidades sociales que forman parte, de un círculo vicioso en el cual el sujeto aislado se va encontrando cada vez, más incompetente y solo. El entrenamiento en estas destrezas y el apoyo social son herramientas útiles para la integración. - Existen límites para el papel del sector público en la provisión de ayuda. Un servicio social comunitario requiere la participación de los clientes y un protagonismo especial para las asociaciones de voluntariado y apoyo informal. REFERENCIAS ALIENA, R. 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