Roj: STSJ CV 3030/2009 Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Social Sede: Valencia Sección: 1 Nº de Recurso: 520/2009 Nº de Resolución: 1447/2009 Fecha de Resolución: 05/05/2009 Procedimiento: SOCIAL Ponente: GEMA PALOMAR CHALVER Tipo de Resolución: Sentencia Encabezamiento 2 Rec.c/sent.nº 520/2009 Recurso contra Sentencia núm. 520/2009 Ilma. Sra. Dª Teresa Pilar Blanco Pertegaz Presidente Ilma. Sra. Dª Gema Palomar Chalver Ilmo. Sr. D. Ramón Gallo Llanos En Valencia, a cinco de mayo de dos mil nueve La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, compuesta por los Ilmos. Sres. Magistrados citados al margen, ha dictado la siguiente, SENTENCIA Nº 1447/2009 En el Recurso de Suplicación núm. 520/2009, interpuesto contra la sentencia de fecha cinco de noviembre de dos mil ocho, dictada por el Juzgado de lo Social núm. Ocho de Valencia, en los autos núm. 880/2008, seguidos sobre Despido, a instancia de Doña Angelica , asistido del Letrado Don José Manuel García Layunta, contra Conselleria de Bienestar Social, y en los que es recurrente la parte demandada, habiendo actuado como Ponente la Ilma. Sra. Dª Gema Palomar Chalver Antecedentes PRIMERO.- Lasentencia recurrida de fecha cinco de noviembre de dos mil ocho, dice en su parte dispositiva: "FALLO: "Que estimando la demanda interpuesta por doña Angelica contra la CONSELLERÍA DE BIENESTAR SOCIAL, debo declarar y declaro NULO el despido de fecha 30-06-08 condenando a la demandada a la inmediata readmisión de la trabajadora con abono de los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la readmisión tenga lugar a razón de 67,18 euros al día.". SEGUNDO.- Que en la citada sentencia y como HECHOS PROBADOS se declaran los siguientes: "PRIMERO.- La demandante doña Angelica , con D.N.I. número NUM000 , ha venido prestando servicios por cuenta y dependencia de la CONSELLERÍA DE BIENESTAR SOCIAL - GENERALITAT VALENCIANA, desde el día 1 de julio de 2.005, con la categoría profesional de trabajadora social, ocupando un puesto de trabajo del Grupo B, nivel 16, complemento específico E013, en el Centro de Valoración y Orientación de Discapacitados, dependiente de la Dirección Territorial de la Consellería de Bienestar Social, percibiendo un salario, con prorrata de pagas extras, de 2.015,25 euros. SEGUNDO.- La relación entre las partes se articuló en virtud de la suscripción de diversos y sucesivos contratos de trabajo temporales conforme al siguiente detalle: Contratos de trabajo de duración determinada en la modalidad de eventual por circunstancias de la producción para "atender acumulación de tareas" y cuyo objeto declarado era la realización de las funciones del puesto de trabajo de trabajadora social en el centro de trabajo durantes los siguientes periodos: del uno de julio al treinta y uno de diciembre de 2.005; del dos de enero al treinta de abril de 2.006, del uno de mayo al treinta de junio de 2.006, del uno de julio al treinta y uno de agosto, del seis de noviembre al treinta y uno de diciembre de 2.006 y del ocho de enero al veintiocho de febrero de 2.007. Contrato de trabajo de duración determinada en la modalidad de "obra o servicio determinado" suscrito el uno de marzo de 2.007 para prestar servicios como trabajadora social estableciéndose como objeto del mismo la realización de la obra consistente en "estudio sobre la incidencia de los diferentes tipos de minusvalía en cada sector de población, evaluación, obtención de datos y posteriores análisis y resultados" con una duración hasta el 31 de agosto de 2.007. Contrato de trabajo de duración determinada en la modalidad de "obra o servicio determinado" suscrito el uno de septiembre de 2.007 cuyo objeto era la realización de las funciones del puesto de trabajo de trabajadora social estableciéndose en las cláusulas adicionales que "el objeto del contrato será efectuar un análisis sobre las necesidades de coordinación entre la valoración del grado de dependencia y la del grado de minusvalía" con una duración hasta el treinta y uno de diciembre de 2.007. Contrato de trabajo de duración determinada eventual por circunstancias de la producción para "atender acumulación de tareas" suscrito el uno de enero de 2.008 cuyo objeto era la realización de las funciones de trabajadora social en el citado centro de trabajo con una duración hasta el 31 de marzo de 2.008. Contrato de trabajo temporal, eventual por circunstancias de la producción suscrito el siete de abril de 2.008 para realizar las funciones inherentes al puesto de trabajo de trabajadora social con una duración hasta el 30 de junio de 2.008. TERCERO.- El día 30 de junio de 2.008 se produjo el cese de la actora formalmente producido por finalización de su contrato. CUARTO. Disconforme con el cese interpuso la actora reclamación previa en fecha nueve de julio de 2.008 alegando, en síntesis, que con independencia del objeto descrito en cada uno de los contratos, ha venido desempeñando idénticos cometidos a lo largo de los distintos periodos, formando parte de los equipos de valoración de minusvalías del Centro de Valoración y Orientación de Discapacitados de Valencia formando parte en el procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía y que dicha actividad es la normal y permanente del Centro por lo que los contratos temporales fueron suscritos en fraude de ley y el cese ha de conceptuarse como despido. La Reclamación le fue desestimada por Resolución de la Consellería de fecha 25 de julio de 2.008. QUINTO.- La demandante ha venido realizando durante la vigencia de los sucesivos contratos temporales las mismas funciones propias de su puesto de trabajo formando parte del personal del Centro de Valoración y Orientación de Discapacitados de Valencia, participando como trabajadora social en los procesos inherentes al procedimiento de reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía. La señora Angelica no realizó el "estudio sobre la incidencia de los diferentes tipos de minusvalía en cada sector de población, evaluación, obtención de datos y posteriores análisis y resultados" al que hace referencia el contrato suscrito el uno de marzo de 2.007, con una duración hasta el 31 de agosto de 2.007, ni un "análisis sobre las incidencias entre la valoración del grado de dependencia y grado de minusvalía" del contrato suscrito el uno de septiembre de 2.007 y con duración hasta el 31 de diciembre de 2.008. SEXTO.- La Consellería tras el cese de la actora, ha contratado nuevos trabajadores con la categoría de trabajadora social que realizan las mismas funciones que la actora desarrollaba. SÉPTIMO.- La Jefa del Servicio de Evaluación y Orientación de Discapacitados certificó en fecha 14 de octubre de 2.004 que el volumen de solicitudes pendientes de valoración a fecha 30 de junio de 2.008 era el siguiente: Solicitudes iniciales de valoración: 19.201. Solicitudes de revisión: 11.677. Solicitudes de reclamación previa a la vía judicial: 569. Total de solicitudes: 31.447. OCTAVO.- La demandante no ostenta, ni ha ostentado en el año anterior al despido, la condición de Delegado de Personal, miembro del Comité de Empresa o Delegado Sindical. NOVENO.- La demandante tiene reconocida una reducción de jornada por cuidado de hijo menor de doce años. DÉCIMO.- Agotada la vía previa se interpuso demanda ante elJuzgado de lo Social el 11 de agosto de 2.007en solicitud de declaración de despido nulo o subsidiariamente improcedente.". TERCERO.- Que contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por la parte demandada, habiendo sido impugnado en debida forma por la parte demandante. Recibidos los autos en esta Sala, se acordó la formación del rollo correspondiente y su pase al Ponente. Fundamentos PRIMERO.- Tres son los motivos que formula el Abogado de la Generalitat Valenciana en el recurso de suplicación interpuesto contra la sentencia del Juzgado de lo Social núm. Ocho de los de Valencia que estima la demanda y declara nulo el cese por fin de contrato de trabajo de la demandante, condenando a la Administración autonómica demandada a las consecuencias legales derivadas de dicha declaración. El primero de los motivos se introduce por elapartado b del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral (LPL), mientras que los siguientes motivos se formulan al amparo del apartado c del indicado precepto, habiendo sido impugnado el recurso de contrario, conforme se expuso en los antecedentes de hecho. Por elementales razones de seguridad jurídica e igualdad en la aplicación de la ley, seguiremos en esta sentencia y por lo que atañe a los aspectos coincidentes, la tesis recogida en la sentencia de esta Sala recaída en el recurso nº 521-09. SEGUNDO.- Propone el recurrente la adición al hecho probado séptimo del siguiente tenor: "Asimismo, también queda acreditado que la plantilla del Centro de Evaluación y Orientación de Discapacitados de Valencia no ha sufrido variación alguna desde el año 2006 y: 1º -Que se han producido 24 procesos de incapacidad temporal en el período que abarca desde el 1 de enero hasta el 16 de octubre de 2008. 2º -23 trabajadores tienen reconocida reducción de jornada. 3º -3 médicos, 1 psicólogo y 1 asistente social han pasado a desempeñar puestos de trabajo en otras unidades de la Consellería. 4º -5 trabajadores tienen la condición de delegados sindicales con un crédito horario de 5 horas semanales. Las modificaciones propuestas tienen como objeto combatir el carácter fraudulento de los contratos de trabajo apreciado en la sentencia de instancia y se apoyan en los siguientes documentos: La inexistencia de incremento de plantilla en los folios 151 a 157 que recogen parcialmente las relaciones de puestos de trabajo de la Administración al servicio del Consell de la Generalitat Valenciana. Las situaciones de incapacidad temporal se apoyan en el folio 160 que es un informe cuya autoría no consta. Los trabajadores que tienen reconocida la reducción de jornada se apoya en los folios 161 y 163 que son una relación de trabajadores respecto de los que se indican determinadas circunstancias y cuya autoría también se desconoce. El pase de determinados trabajadores a otros órganos se apoya en el folio 162 que recoge también una relación de dichos trabajadores y cuya autoría tampoco consta. Por último la reducción de jornadas por crédito sindical se apoya en los folios 164 y 165. No pueden ser acogidas las modificaciones propuestas por las siguientes razones: -La que se apoya en los folios 151 a 157 porque la referencia genérica de documentos en apoyo de revisión fáctica se compadece mal con la naturaleza extraordinaria del recurso de suplicación (véanse por ejemplo lassentencias del Tribunal Supremo de 26 de julio y 26 de septiembre de 1995), siendo también de destacar como recordaron lassentencias del Tribunal Supremo de 3 de mayo de 2001 y 19 de febrero de 2002, con cita de otras muchas, en doctrina perfectamente extrapolable al recurso de suplicación, dada su naturaleza extraordinaria, subrayada incluso por elTribunal Constitucional (véase su sentencia 71/02, de 8 de abril), que la revisión de hechos "... requiere no sólo que se designen de forma concreta los documentos que demuestren la equivocación del juzgador, sino también que se señale de manera precisa la evidencia del error en cada uno de los documentos, "sin referencias genéricas". -Las que se apoyan en los folios 160, 161 y 163, porque se sustentan en documentos cuya autoría no consta y por lo tanto carecen de eficacia a efectos revisorios, sin perjuicio de que los mismos puedan haberse sido valorados por la Magistrada de instancia. -La que se apoya en los folios 164 y 165 porque resulta a todas luces irrelevante para modificar el sentido del fallo, pues, es evidente que el crédito sindical del que gozan los delegados sindicales en modo alguno puede justificar la contratación eventual, ya que en principio la reducción de jornada laboral por motivos sindicales no tiene carácter temporal más que respecto a los concretos delegados sindicales. TERCERO.- En el primero de los motivos destinados al examen del derecho aplicado en la sentencia de instancia se imputa a ésta la infracción delartículo 15 de la LeydelEstatuto de los Trabajadores, apartados 1 A) y B), en relación con su apartado tercero. Argumenta el Abogado de la Generalitat Valenciana que los sucesivos contratos de trabajo de carácter temporal suscritos entre las partes no se han realizado en fraude de ley ya que los contratos de obra o servicio determinado no fueron impugnados en su momento por la trabajadora, la cual tampoco accionó por despido al ser cesada tras la finalización de aquellos, además de que el fraude de ley debe existir un elemento intencional defraudatorio por parte del empresario que en el presente caso no existe por cuanto que la contratación de la demandante respondió a la necesidad de realizar los estudios a los que se alude como objeto de dichos contratos, lo que no descarta que la trabajadora tuviera que realizar o colaborar en tareas de revisión de minusvalías, ya que precisamente los trabajadores que realizan dichos estudios son los que deben tener experiencia en la valoración de minusvalías y los datos obtenidos de dichos estudios han de ser manejados y valorados por el órgano competente de la Consellería en materia de dependencia que en ningún caso es el Centro de Valoración y Orientación de Valencia. Por su parte los contratos de acumulación de tareas tampoco pueden considerarse fraudulentos porque el fraude de ley no se presume y debe demostrarse de una manera clara y aun admitiendo que la contratación eventual de la demandante obedeciese a la atención de una necesidad estructural, la misma estaría justificada al ser la empleadora una Administración pública debido a las especiales características de la provisión de plazas en este ámbito. En definitiva se defiende la corrección de la contratación eventual de la demandante aunque no exista un incremento de la actividad desarrollada por los trabajadores sociales del Centro de Evaluación y Orientación de Discapacitados de la Consellería de Bienestar Social, al tener la misma como objeto paliar el desajuste entre la actividad a desarrollar por la demandada en el indicado Centro y la plantilla con que cuenta en el mismo, debido a las bajas por enfermedad de diversos trabajadores, al pase de otros trabajadores a otras unidades de la Consellería, a la reducción de jornada de la que disfrutan determinados trabajadores y a la reducción de jornada de los delegados sindicales. En primer lugar analizaremos la contratación eventual de la demandante habida cuenta que los primeros contratos de trabajo suscritos entre las partes se ampararon en dicha modalidad contractual. Elartículo 15.1 b) del Estatuto de los Trabajadoresadmite la posibilidad de concertar contratos de trabajo temporal bajo la modalidad eventual «Cuando las circunstancias del mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos así lo exigieran, aun tratándose de la actividad normal de la empresa». Su regulación a nivel reglamentario se halla actualmente contenida en el RD 2720/1998, de 18 de diciembre y no en el que denuncia como infringido la defensa del recurrente. En el terreno jurisprudencial lasentencia de casación para unificación de doctrina de fecha 4-2-1999 (RJ 1999594) expone respecto de esta modalidad contractual que «Es éste un contrato en el que la temporalidad ha de justificarse en atención a una causa vinculada objetivamente a la presencia de circunstancias provisionales que crean una necesidad extraordinaria de trabajo en la empresa que no puede ser atendida por la plantilla normal de la misma. Estas circunstancias (acumulación de tareas por alguna anormalidad del proceso productivo, exceso de pedidos sobre lo que es normal en la demanda de la empresa o cualquier otra circunstancia del mercado, que altere la línea normal de producción) no son permanentes o al menos no aparecen como tales en el marco de las previsiones de organización de la producción en la empresa». El empresario puede, por tanto, acogerse a la modalidad de contrato eventual por circunstancias de la producción cuando la contratación del trabajador tenga por objeto atender un incremento inusual y transitorio de la actividad de la empresa que no puede ser cubierto con la plantilla ordinaria de la misma, pues tiene como única finalidad, como se ha dicho, la de atender puntuales y episódicos incrementos de la actividad productiva, es decir, situaciones en las que el ritmo de producción se ve inopinadamente incrementado, de forma transitoria y coincidente con el período de contratación del trabajador, para luego descender a sus niveles ordinarios y habituales. La existencia de pedidos excepcionales, el aumento inhabitual de las ventas, o la concurrencia de cualquier otra causa que requiera la utilización de personal adicional durante un período de tiempo coincidente con el de duración del contrato, justificarían su aplicación. En el presente caso, en modo alguno resulta del relato histórico de la sentencia del Juzgado que el nivel de actividad desarrollado por los trabajadores sociales del Centro de Valoración y Orientación de Incapacidades de la Consellería de Bienestar Social haya aumentado o disminuido en relación con el período de tiempo en que la trabajadora demandante prestó servicios para la Administración demandada, pero es que además tampoco consta que durante dicho periodo de tiempo haya habido una necesidad de trabajo que aun siendo el habitual no se pudiera atender debido a la insuficiencia temporal de la plantilla existente en el Centro en cuestión, por lo que se ha de entender injustificado el recurso a la contratación temporal de la actora y por consiguiente la relación laboral existente entre las partes se ha de calificar como indefinida. Una vez calificado como indefinido el vínculo laboral que une a las partes resulta ya innecesario entrar a examinar los contratos de trabajo por obra o servicio determinado suscritos entre las partes ya que una vez adquirida la condición de trabajador indefinido, la misma es irrenunciable y por lo tanto no se ve afectada por los sucesivos contratos de trabajo de duración determinada que suscribieron las partes aunque los mismos se ajustasen a la obra o servicio por el que se concertaron, pero es que además del relato fáctico de la sentencia de instancia, no cabe sino concluir que la prestación de servicios de la demandante, con independencia del contrato en que se amparaba en cada momento, siempre fue el desarrollo de las funciones propias de su puesto de trabajo, que era el de trabajadora social, formando parte del personal del Centro de Valoración y Orientación de Discapacitados de Valencia, participando como trabajadora social en los procesos inherentes al procedimiento de reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía, no habiendo realizado la demandante el "estudio sobre la incidencia de los diferentes tipos de minusvalía en cada sector de población, evaluación, obtención de datos y posteriores análisis y resultados" al que hace referencia el primero de los contratos de obra o servicio determinado, suscrito el 1-3-07, ni un "análisis sobre las incidencias entre la valoración del grado de dependencia y grado de minusvalía", al que hace referencia el segundo de los contrato de obra o servicio determinado suscrito el 1-9-2007, por lo que también se ha de considerar que la Administración autonómica recurrió indebidamente a la suscripción de dichos contratos de duración determinada, al no ajustarse la prestación de servicios de la demandante al objeto de aquellos contratos. Afirmado el carácter indefinido de la relación laboral existente entre las partes por la sentencia de instancia y siendo también esta la conclusión alcanzada por esta Sala por las razones expuestas, no cabe sino desestimar la denuncia de las infracciones jurídicas denunciadas por el Abogado de la Generalitat. CUARTO.- En el tercer motivo de recurso la Conselleria denuncia la infracción delartículo 55.5.B del ETal calificar la sentencia el despido automática y objetivamente como nulo. Se dice que la propia norma establece una relación directa e inmediata entre la calificación de nulidad del despido -consecuencia- con el móvil discriminatorio -causa- . pero no puede existir una declaración objetiva de nulidad del despido por el hecho de que se esté disfrutando de una reducción de jornada por cuidado de familiar cuando en un supuesto como el presente, la declaración de despido y su calificación es refleja a un planteamiento totalmente ajeno al móvil discriminatorio, ajustándose el cese a una causa expresamente prevista. Pues bien, la censura jurídica formulada no merece prosperar a la vista del tenor literal delart. 55.5 del Estatuto de los Trabajadoressegún el cual: "Será nulo el despido que tenga por móvil alguna de las causas de discriminación prohibidas en la Constitución o en la Ley, o bien se produzca con violación de derechos fundamentales y libertades públicas del trabajador. Será también nulo el despido en los siguientes supuestos: a.-El de los trabajadores durante el período de suspensión del contrato de trabajo por maternidad, riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia natural, enfermedades causadas por embarazo, parto o lactancia natural, adopción o acogimiento o paternidad al que se refiere laletra d del apartado 1 del artículo 45, o el notificado en una fecha tal que el plazo de preaviso concedido finalice dentro de dicho período. b.-El de las trabajadoras embarazadas, desde la fecha de inicio del embarazo hasta el comienzo del período de suspensión a que se refiere la letra a, y el de los trabajadores que hayan solicitado uno de los permisos a los que se refieren losapartados 4, 4 bis y 5 del artículo 37, o estén disfrutando de ellos, o hayan solicitado o estén disfrutando la excedencia prevista en elapartado 3 del artículo 46; y el de las trabajadoras víctimas de violencia de género por el ejercicio de los derechos de reducción o reordenación de su tiempo de trabajo, de movilidad geográfica, de cambio de centro de trabajo o de suspensión de la relación laboral, en los términos y condiciones reconocidos en esta Ley". Por su parte elart. 37.5del mismo texto legal dispone: "Quien por razones de guarda legal tenga a su cuidado directo algún menor de ocho años o una persona con discapacidad física, psíquica o sensorial, que no desempeñe una actividad retribuida, tendrá derecho a una reducción de la jornada de trabajo, con la disminución proporcional del salario entre, al menos, un octavo y un máximo de la mitad de la duración de aquélla. Tendrá el mismo derecho quien precise encargarse del cuidado directo de un familiar, hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, que por razones de edad, accidente o enfermedad no pueda valerse por si mismo, y que no desempeñe actividad retribuida. La reducción de jornada contemplada en el presente apartado constituye un derecho individual de los trabajadores, hombres o mujeres. No obstante, si dos o más trabajadores de la misma empresa generasen este derecho por el mismo sujeto causante, el empresario podrá limitar su ejercicio simultáneo por razones justificadas de funcionamiento de la empresa". Del tenor literal de ambos artículos y de una interpretación conjunta se desprende que no se exige ánimo discriminatorio en la decisión de extinguir el contrato para que el despido se repute nulo, adquiriendo tal calificación de modo automático por encontrarse en el supuesto de hecho que recoge la norma, lo cual no ha sido discutido al constar en el hecho probado 9º que "La demandante tiene reconocida una reducción de jornada por cuidado de hijo menor de doce años". Al respecto conviene recordar que lasentencia del TS de 16-1-.2009 (que sigue a la de 17-10-08) rectifica la doctrina de la Sala con relación a la cuestión de si es necesario o no para que el despido pueda y deba ser calificado como nulo, el conocimiento del hecho de la gestación por parte del empresario y con sustento en la reciente TCo 92/2008, a la que se remite y reproduce parcialmente, concluye afirmando que el despido de las mujeres embarazadas, salvo que resulte procedente, es nulo y, por lo tanto, al margen de que el empleador conozca o no el estado de gravidez de la trabajadora. En definitiva, se trata de una nulidad objetiva, distinta de la nulidad por causa de discriminación contemplada en el párrafo primero y que actúa en toda situación de embarazo, al margen de que existan o no indicios de tratamiento discriminatorio o, incluso, de que concurra o no un móvil de discriminación. Ello es extrapolable al caso de reconocimiento de una reducción de jornada, como es el supueto de la actora, pues en definitiva, en la referida sentencia se establece que elart. 55.5 del ETfija unas causas de nulidad del despido que no exigen acreditar los requisitos generales del despido discriminatorio, sino que operan de forma directa y automática. Por eso, si el despido se produce mientras la trabajadora está embarazada, o tiene reconocida una reducción de jornada, será nulo si no es declarado procedente por otras razones. QUINTO.- En el mismo motivo del recurso y para el supuesto de que se considerase que el cese de 30-6-2008 fue constitutivo de despido, la recurrente trata el tema de la fijación de la antigüedad a efectos del cálculo de la indemnización a percibir por el trabajador cuando existen distintos contratos temporales sucesivos. Aduce el Abogado de la Generalitat que la indemnización por despido devengada por la demandante debe calcularse tomando como antigüedad en la prestación de servicios, la fecha de inicio del último de los contratos de trabajo suscritos entre las partes al no ser cierto que no exista solución de continuidad entre los sucesivos contratos de trabajo de duración determinada ya que entre el final del contrato eventual iniciado el 1-7-06 y finalizado el 31-8-06 y el inicio del siguiente, iniciado el 6-11-de 2006 hay una interrupción significativa suficiente que impide apreciar la unidad esencial del vínculo laboral. Para resolver la cuestión controvertida, conviene recordar la doctrina de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo (TS) con respecto a la antigüedad a computar a efectos de la indemnización por despido, en supuestos - como el aquí se enjuicia- de cadena de contratos temporales, con declaración final de contrato indefinido y como señala lasentencia de dicho Tribunal de 08 de Marzo del 2007( ROJ:STS 3871/2007), Recurso: 175/2004: "En una primerasentencia de fecha 12 de noviembre de 1993 (rec. 2812/1992), la Salarazonaba ya que : "En el ámbito del Derecho del Trabajo es regla y principio general, admitido por la doctrina tanto científica como jurisprudencial, que si en un contrato temporal concluye el plazo de vigencia que le es propio o se produce la causa extintiva del mismo, y a continuación, sin interrupción temporal alguna, es seguido por un contrato indefinido entre las mismas partes, bien por que el trabajador continúe, sin más explicaciones, la prestación de sus servicios, bien concertándose en forma escrita el nuevo contrato, se entiende que la antigüedad del empleado en la empresa se remonta al momento en que se inició el trabajo en virtud del primer contrato temporal. Esto es así toda vez que la relación laboral es la misma, pues en estos casos esa diversidad de contratos no provoca la existencia de relaciones laborales diferentes", mas adelante señalaba que :"...la antigüedad de un trabajador en una empresa determinada no es otra cosa que el tiempo que el mismo viene prestando servicios a esa empresa sin solución de continuidad, aunque tal prestación de actividad laboral se haya llevado a cabo bajo el amparo de diferentes contratos de clases distintas, temporales e indefinidos. Y así elart. 25-2 del Estatuto de los Trabajadorestoma en consideración los años trabajados sin hacer distingo ni diferenciación alguna, sin exigir que la actividad desarrollada fuese originada por un sólo contrato de trabajo ni que sólo pudieran computarse a tales efectos los contratos indefinidos, y sin tampoco excluir el tiempo correspondiente a contratos temporales", para establecer, en el concreto caso, que la existencia de un espacio temporal de breves días, entre la finalización del primer contrato y la firma del segundo, en que no se realizó ninguna actividad no tenía trascendencia alguna, ya que la exigüidad de la interrupción y su imposición por la empresa impide deducir de ella efectos extintivos de la relación de trabajo que existía con anterioridad. Con estos argumentos, que hace suyos, la posteriorsentencia de la Sala de 10 de abril de 1995 (rec. 546/1994), llegaba a la conclusión de que, con independencia de que haya existido o no fraude, un intervalo temporal de siete a treinta días entre contratos no es significativo en orden a romper la continuidad de la relación,sentencia que a su vez es citada por la de fecha 17 de enero de 1996(rec. 1848/1995), insistiendo en "la necesidad de atender a un criterio realista sobre la subsistencia del vínculo y no sólo a la manifestación de la voluntad extintiva de las partes; voluntad que para el trabajador puede estar seriamente condicionada por la posibilidad de pérdida de empleo, si no acepta la extinción de la primera relación." Aunque en algunas resoluciones posteriores-Sentencia de 29 de mayo de 1997 (rec. 2983/1996), con cita de las de 20 de febrero, 21 de febrero, 5 de mayoy 29 de mayo, todas de 1997, respectivamente recursos 2580/96, 1400/96, 4063/96 y 4149/96)-, al requisito de la unidad esencial del vínculo laboral se anuda la actuación fraudulenta de la empresa, para el cómputo de la antigüedad a los efectos de la indemnización por despido, en resoluciones posteriores-Sentencias 30 de marzo de 1999 (rec. 2594/1998) y 16 de abril de 1999 (rec. 2779/1998)- se volvió a insistir en que : "El tiempo de servicio al que se refiere elart. 56.1.a. del Estatuto de los Trabajadoressobre la indemnización de despido improcedente debe computar todo el transcurso de la relación contractual de trabajo, siempre que no haya habido una solución de continuidad significativa en el desenvolvimiento de la misma". Esta doctrina, que establece, en definitiva, que en supuestos de sucesión de contratos temporales, si existe unidad esencial del vínculo laboral, se computa la totalidad de la contratación para el cálculo de la indemnización por despido improcedente, ha sido seguida por lasSentencias ya más recientes de 29 de septiembre de 1999 (rec. 4936/1998); 15 de febrero de 2000 (rec. 2554/1999); 15 de noviembre de 2000 (rec. 663/2000); 18 de septiembre de 2001 (rec. 4007/2000); 27 de julio de 2002 (rec. 2087/2001) 19 de abril de 2005 (rec. 805/2004) y 4 de julio de 2006 (rec. 1077/2005), y si bien en varias de estas resoluciones la Sala ha tenido en cuenta como plazo interruptivo máximo el de los veinte días previstos como plazo de caducidad para la acción de despido, también ha señalado que cabe el examen judicial de toda la serie contractual, sin atender con precisión aritmética a la duración de las interrupciones entre contratos sucesivos. Así, por ejemplo, se ha computado la totalidad de la contratación, a pesar de la existencia de una interrupción superior a 20 días, en los supuestos resueltos por lassentencias de 10 de abril de 1995 (rec. 546/1994) y 10 de diciembre de 1999 (rec. 1496/1999), con interrupción de 30 días, y de coincidencia con el período vacacional en elauto de 10 de abril de 2002 (rec. 3265/2001). Por otra parte, como se establece en algunas de estas sentencias -y conviene recordar aunque en el supuesto aquí enjuiciado no consta- que es igualmente doctrina de la Sala la de que tampoco se rompe la continuidad de la relación de trabajo, a efectos del cómputo del tiempo de trabajo, por la suscripción de recibos de finiquito entre los distintos actos contractuales de una serie ininterrumpida de contratos de trabajo sucesivos." La doctrina que tiene en cuenta la "unidad esencial del vínculo laboral" resulta de aplicación al presente caso, al estar acreditado en la narración fáctica de la sentencia de instancia que la demandante ha venido prestando servicios como trabajadora social, habiéndose articulado la relación laboral en virtud de sucesivos contratos de trabajo temporales conforme al siguiente detalle: 1) Contratos de trabajo de duración determinada en la modalidad de eventual por circunstancias de la producción, para atender acumulación de tareas y cuyo objeto declarado era la realización de las funciones del puesto de trabajo de trabajadora social en el centro de trabajo durante los siguientes periodos de tiempo: del 1-7-2005 al 31-12-2005, del 2-1-2006 al 30-4-2006, del 1-5-2006 al 30-6-2006, del 1-7-2006 al 31-8-2006, del 6-11-2006 al 31-12-2006 y del 8-1-2007 al 28-2-2008. 2) Contrato de trabajo de duración determinada en la modalidad de obra o servicio determinado suscrito el 1-3-2007 para prestar servicios como trabajadora social, estableciéndose como objeto del mismo la realización de la obra consistente en "estudio sobre la incidencia de los diferentes tipos de minusvalía en cada sector de población, evaluación, obtención de datos y posteriores análisis y resultados" con una duración hasta el 31-8-2007. 3) Contrato de trabajo de duración determinada en la modalidad de obra o servicio determinado suscrito el 1-9-2007 cuyo objeto era la realizaron de las funciones del puesto de trabajo de trabajadora social, estableciéndose en las cláusulas adicionales que "el objeto del contrato será efectuar una análisis sobre las necesidades de coordinación entre la valoración del grado de dependencia y la del grado de minusvalía" con una duración hasta el 31-12-2007. 4) Contrato de trabajo de duración determinada eventual por circunstancias de la producción para atender acumulación de tareas suscrito el 1-1-2008 cuyo objeto era la realización de las funciones de trabajadora social en el citado centro de trabajo con una duración hasta el 31-3-2008. 4) Contrato de trabajo temporal, eventual por circunstancias de la producción suscrito el 7-4-2008 para realizar las funciones inherentes al puesto de trabajo de trabajadora social con una duración hasta el 30-6-2008, fecha en que se produjo el cese de la actora formalmente acaecido por finalización de contrato. La prestación de servicios de la demandante, con independencia del contrato en que se amparaba en cada momento, siempre fue el desarrollo de las funciones propias de su puesto de trabajo, que era el de trabajadora social, formando parte del personal del Centro de Valoración y Orientación de Discapacitados de Valencia, participando como trabajadora social en los procesos inherentes al procedimiento de reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía, no habiendo realizado la demandante el "estudio sobre la incidencia de los diferentes tipos de minusvalía en cada sector de población, evaluación, obtención de datos y posteriores análisis y resultados" al que hace referencia el primero de los contratos de obra o servicio determinado, suscrito el 1-3-07, ni un "análisis sobre las incidencias entre la valoración del grado de dependencia y grado de minusvalía", al que hace referencia el segundo de los contrato de obra o servicio determinado suscrito el 1-9-2007. Si a ello añadimos, que las interrupciones existentes entre contratos, en algunos casos superiores a veinte días, no son suficientemente significativas: en la mayoría no hay solución de continuidad entre uno y otro contrato y hay dos interrupciones que son inferiores a diez días y una interrupción mayor -poco más de dos meses- pero, parte de dicha interrupción en época estival coincidente con las vacaciones, por lo que con independencia de la irregularidad de dicha contratación, lo que es palmario, es la existencia de unidad esencial del vínculo laboral. De ahí, que la antigüedad que se ha de tener en cuenta para el cálculo de la indemnización devengada por el despido improcedente de la actora sea la de inicio del primer contrato de trabajo suscrito entre las partes y al haberlo apreciado así la sentencia de instancia, la misma se ha de confirmar al haberse ajustado a la doctrina correcta, con el consiguiente rechazo del recurso ahora examinado. SEXTO.- En aplicación de lo dispuesto en elartículo 202 LPL, se acuerda la pérdida de las consignaciones o, en su caso, el mantenimiento de los aseguramientos prestados hasta que se cumpla la sentencia o se resuelva la realización de los mismos, así como la pérdida de la cantidad objeto del depósito constituido para recurrir. Asimismo y de acuerdo con lo ordenado en elartículo 233.1 LPL, procede la imposición de costas a la parte vencida en el recurso. Fallo Desestimamos el recurso de suplicación interpuesto en nombre de la Generalitat Valenciana (Consellería de Bienestar Social), contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social nº Ocho de los de Valencia y su provincia, de fecha 5 de noviembre de 2008, en virtud de demanda presentada a instancia de Dª Angelica contra la recurrente; y, en consecuencia, confirmamos la sentencia recurrida. Se condena a la parte recurrente a que abone al Letrado impugnante la cantidad de 300 euros. La presente Sentencia, que se notificará a las partes y al Ministerio Fiscal, no es firme; póngase certificación literal de la misma en el rollo que se archivará en este Tribunal y también en los autos, que se devolverán al Juzgado de procedencia tan pronto adquiera firmeza para su ejecución. Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.- La anterior Sentencia ha sido leída en audiencia pública por la Ilma. Sra. Magistrada Ponente que en ella consta en el día de su fecha, de lo que yo, el Secretario, doy fe.