PREGUNTAS FRECUENTES RELACIONADAS CON EL TDAH ¿Qué es el TDAH? El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno biológico en el que intervienen tanto factores genéticos como ambientales que se diagnostica en la infancia (aunque puede persistir en la vida adulta) y que se caracteriza por presentar síntomas de hiperactividad (movimiento continuo y superior a lo esperado para la edad y desarrollo del niño), dificultades de atención e impulsividad (actúan sin pensar). El TDAH se asocia con frecuencia a otros trastornos. A su vez, no está asociado a ninguna malformación cerebral, ni hay ninguna prueba o técnica médica que lo diagnostique. Se diagnostica exclusivamente por sus síntomas. Debemos señalar que según la clasificación norteamericana de enfermedades psiquiátricas DSM-IV, no todas las personas que sufren este trastorno presentan los mismos síntomas, por lo que existen subtipos de TDAH. El tratamiento con psicofármacos suele ser efectivo y es una de las pruebas de su origen biológico cerebral Qué es un niño hiperactivo? Se considera niño hiperactivo a un niño que tiene diagnosticado TDAH, debido a que anteriormente se denominaban así (año 1.960) y se ha conservado el término. En teoría, debería aplicarse solo al subtipo de TDAH que presentan síntomas de hiperactividad, aunque en la práctica se asocie a todos los subtipos. Existen muchos niños hiperactivos? Se considera niño hiperactivo a un niño que tiene diagnosticado TDAH, debido a que anteriormente se denominaban así (año 1.960) y se ha conservado el término. En teoría, debería aplicarse solo al subtipo de TDAH que presentan síntomas de hiperactividad, aunque en la práctica se asocie a todos los subtipos. Porqué el niño hiperactivo presenta dificultades de aprendizaje? Las dificultades en la atención debidas al trastorno hacen que su rendimiento en clase y en las tareas sea menor de lo esperado por su capacidad intelectual y dificultan su concentración. Además, la hiperactividad no permite persistir mucho tiempo en una misma tarea, y la impulsividad lleva a que se aburran fácilmente y abandonen las actividades sin completarlas correctamente. No podemos olvidar los problemas para organizarse y la poca memoria de trabajo que tienen, así como las dificultades para expresarse (que suelen incrementar la sensación de dificultad en el aprendizaje) debido sobre todo a las dificultades que tienen para organizar sus ideas antes de trasmitir un mensaje. El TDAH se pasa con el tiempo? El TDAH es un trastorno del desarrollo neuropsicológico cuyas manifestaciones varían con la edad de quien lo padece. La hiperactividad, por ejemplo, tiende a disminuir con la edad y al llegar a la adolescencia es raro verla. La inatención, por el contrario, suele persistir y podemos encontrarla en la vida adulta. La impulsividad, cuando persiste, es responsable de una parte importante de los problemas de relación de pareja, de problemas con las drogas o de problemas laborales, por poner unos ejemplos. Entre un 30% y un 70% de los niños diagnosticados de TDAH mantienen el diagnóstico al llegar a los 18 años. Porqué los castigos parecen no afectar al niño hiperactivo? Las dificultades propias del hiperactivo para retener y generalizar aprendizajes van más allá de lo académico, e incluyen también aprendizajes relacionados con lo que se puede o no se puede hacer. Por ello, al no retener las normas de comportamiento, los castigos parecen ineficaces. Por otra parte, su propia inquietud es muchas veces confundida con un mal comportamiento, lo que lleva a castigarle en exceso sin motivos reales y a crear un acostumbramiento al castigo que lo convierte en ineficaz. Finalmente, las conductas positivas muchas veces pasan desapercibidas y no se alaban, dando al niño una sensación de que sólo se le atiende cuando se porta mal (de ahí que en ocasiones sus conductas se perciban como "llamadas de atención"). ¿Cómo se trata el TDAH? El tratamiento del TDAH exige, en la mayor parte de los casos, una intervención desde diferentes ámbitos, que incluya tratamiento farmacológico, psicoeducación y entrenamiento de los padres, así como otras intervenciones psicológicas conductuales o cognitivo-conductuales e intervenciones escolares y psicopedagógicas. Todo este conjunto está destinado a mejorar los diferentes aspectos del trastorno mejorando no sólo en el colegio, sino en las relaciones con la familia y facilitando las relaciones sociales. Para qué sirve el tratamiento? Un tratamiento precoz y bien organizado debe, ante todo, normalizar los síntomas del TDAH. Cuando se consigue este objetivo, se suele comprobar que también mejoran las interacciones sociales, su rendimiento escolar y el trato con la familia. El tratamiento precoz disminuye el riesgo de que aparezcan otros trastornos asociados. Una vez desarrollados estos otros trastornos, el tratamiento farmacológico puede disminuir la intensidad de los síntomas hasta un punto en que el tratamiento psicoterapéutico resulte útil. Que puede hacerse en el colegio por un niño hiperactivo? En primer lugar, el entorno escolar debe estar informado y conocer bien los síntomas del TDAH, tanto para asesorar a los padres en la derivación del niño a un especialista en este trastorno, como para comprender las necesidades pedagógicas específicas del niño con TDAH. La colaboración entre colegio y familia es fundamental para lograr el éxito en la intervención de estos niños. En casi todos los casos, el niño necesitará una valoración pedagógica para conocer sus fortalezas y dificultades de aprendizaje, y así diseñar un plan de intervención escolar que garantice al máximo su éxito académico. Por otra parte, siempre es muy conveniente que la valoración e intervención conductual no se limite al entorno familiar, sino que incluya también al colegio, de forma coordinada. ¿Qué puede hacerse en casa por un niño hiperactivo? Mucho. De hecho una parte muy importante del tratamiento del TDAH es responsabilidad de los padres. Que funcione bien el tratamiento del TDAH depende de varios factores. En primer lugar de cómo se encuentren los padres; si se encuentran cansados, desesperanzados o deprimidos no podrán llevar a cabo las tareas que se les encomiende, y el resultado frente al TDAH será menos satisfactorio. En segundo lugar, deben entender qué es y qué no es el TDAH, tanto para aceptar y comprender a su hijo como para poder mejorar su relación con él y aplicar las recomendaciones que reciban de los especialistas. Y en tercer lugar deben haber aprendido y estar aplicando nuevas estrategias de manejo de su hijo (es absurdo pensar que repitiendo siempre el mismo sistema se obtendrán resultados distintos). El plan terapéutico diseñado para un paciente con TDAH siempre debe incluir el asesoramiento y entrenamiento de los padres. Este proceso puede realizarlo directamente el psiquiatra de niños y adolescentes o bien un psicólogo clínico conocedor del trastorno. Pero en casa, además, muchas madres y padres se implican personalmente en el proceso de aprendizaje escolar, y ayudan a diario a sus hijos en las tareas escolares. Un número elevado de padres describen estos momentos como desesperantes y fuente de conflictos. Cuando es así, o cuando aún yendo bien no progresa satisfactoriamente, es aconsejable buscar una persona conocedora del TDAH que asesore tanto a los padres como a los pacientes en técnicas y/o estrategias para mejorar el rendimiento escolar y facilitar el estudio. ¿Se hereda el TDAH? La hiperactividad tiene un componente genético importante, que determina hasta el 70% del trastorno. Así pues, el 30% o más, depende de factores ambientales que determinarán muchos aspectos de la clínica. Se dice que cuando se diagnostica de TDAH a un niño, sus hermanos o sus padres tienen un 50% de posibilidades de padecerlo también. En cualquier caso, no todos los niños hiperactivos tienen antecedentes familiares, y no se trata de una herencia como la del color de los ojos o del pelo. Oscar Marino Gil Vásquez