Realizado por: Diego Almazán de Pablo LA PSICOLOGÍA Y PSICOTERAPIA EN JUNG Año: 2007-06-14 Asignatura: Psicología Publicado en http://www.soriaymas.com 1 ÍNDICE Introducción ……………………………………………………….. 3 1. Jung ………………………………………………………………. 4 2. La Dinámica de la Psique …………………………………….. 4 2.1. La Libido 2.2. Introversión y Extraversión 3. La Psique ……………………………………………………….. 5 3.1. La totalidad psíquica 3.2. El Consciente o Conciencia 3.3. El Inconsciente 3.3.1 El Inconsciente Personal 3.3.2. El Inconsciente Colectivo 4. La Psicoterapia Junguiana ……………………………………. 7 4.1. Las Funciones Psíquicas y la Proyección 4.2. El Proceso de Individuación 4.3. Técnicas psicoterapéuticas junguianas 4.3.1. Transferencia y Contratransferencia 4.3.2. La interpretación junguiana de los sueños 4.3.3. La Imaginación Activa 5. Conclusiones ……………………………………………………. 10 6. Bibliografía ………………………………………………………. 11 2 Introducción A través de este trabajo he querido mostrar algunos de los aspectos más esenciales de la Psicología Analítica fundada por C.G. Jung y de su práctica psicoterapéutica. Generalmente se suele decir que Jung fue un discípulo de Freud y poco más, pero a medida que he ido investigando he descubierto que hay entre ambos muchas diferencias, algunas de las cuales intento mostrar en este trabajo. En realidad Jung fundó una escuela psicoanalítica bastante diferente a la de Freud aunque utilizaran, en muchos casos, palabras idénticas ya que, a la hora de la verdad, los conceptos o significados de tales palabras eran distintas o, cuando menos, no del todo idénticas. En primer término doy a conocer algunos datos biográficos de Jung y su relación y separación de Freud. Seguidamente explico dos conceptos fundamentales junguianos relativos al dinamismo de la psique, inexistentes en Freud. Después intento resumir lo que la psique significaba para Jung, conformada por un consciente o conciencia y una zona indefinida –sin límites conocidos, decía él- que es el inconsciente con su doble estratificación personal y colectiva. Por último hablo de la psicoterapia de Jung, de cómo la concebía y de algunas de sus técnicas más efectivas. Finalmente expongo algunas reflexiones personales. 3 1. Jung Carl Gustav Jung (1875-1961), es el creador de la denominada Psicología Analítica o Psicología de los Complejos que comparte algunos conceptos con el Psicoanálisis de Freud, al que conoció en 1907 y de cuyas enseñanzas psicoanalíticas se distanció definitivamente en 1913. Dicha separación con Freud y su Escuela de Viena estuvo motivada principalmente por las diferentes concepciones que ambos tenían sobre la libido. Así mismo otro de los conceptos psicológicos que distinguen el Junguismo del Freudismo psicoanalaítico es el del insconciente colectivo con sus arquetipos que tienen cabida en el psicoanalisis de Freud. Igualmente son conceptos psicológicos junguianos los de introversión y extraversión, además él fue el creador del test de asociaciones para desvelar los complejos psíquicos. 2. La Dinámica de la Psique 2.1. La Libido Jung concibe la totalidad del sistema psíquico como algo que constantemente se encuentra en un dinamismo energético. Esta energía psíquica, es llamada también con un nombre dado a conocer popularmente por Freud, si bien Jung no le confiere el carácter únicamente sexual otorgado por el creador del Psicoanálisis. En Jung, libido es sinónimo de energía psíquica: “Todos los fenómenos psicológicos pueden ser considerados manifestaciones de la energía, al igual que todos los fenómenos físicos han sido entendidos como manifestaciones energéticas desde que Robert Mayer descubriera la ley de conservación de la energía. Subjetiva y psicológicamente, esta energía es concebido como deseo, Yo la llamo libido, usando la palabra en su sentido original, que de ninguna manera es sólo sexual” 1 . Las leyes de la energía física pueden ser aplicadas, salvadas las diferencias, a la energía psíquica. En este sentido la ley o principio de equivalencia y el principio de constancia pueden observarse en la observación energética de la libido. El principio de constancia o de conservación de la energía afirma que la cantidad de energía siempre permanece igual, siempre es la misma: dado que la psique es un sistema relativamente cerrado este principio no puede observarse totalmente en cuanto a la energía psíquica. Pero lo que sí se puede observar es el principio de equivalencia que dice que “para cada energía que se aplica y se consume en la producción de un estado, aparece en otra parte un quantum igual de la misma o de otra forma de energía” 2 . Este principio, aplicado en el campo de la energética psíquica nos explica muchos fenómenos fácilmente observables. Suele suceder, por ejemplo, que un valor consciente disminuye e incluso desaparece gracias a la sustitución en la conciencia o equivalente. Si el equivalente sustitutivo se encuentra en el inconsciente surgirán manifestaciones de este valor en los sueños, intuiciones, imaginaciones y símbolos surgidos por la imaginación creativa de la psique. Pese a 1 2 Sharp, D.: Lexicon Jungiano, pag. 124 Jung, C.G.: Energética Psíquica y esencia del sueño, pag 30 4 todo, se podrá reconocer cual es el valor sustituido ya que tendrá ciertos rasgos comunes con los contenidos conscientes que han perdido su energía psíquica. 2.2. Introversión y Extraversión Para Jung, la psique se autorregula, pero para alcanzar ese equilibro es preciso que existan dos puntos contrarios, es decir, una estructura polar fundamental, que es la consciencia y el inconsciente, y que en lo que respecta a dinamismo de la psique se evidencia a través de dos movimientos energéticos, que son, la introversión y la extraversión. He aquí unas definiciones al respecto: “La extraversión se caracteriza por interés en el objeto externo, comprensión y pronta aceptación de hechos externos, deseo de influir en eventos y ser influido por ellos, necesidad de participar y ponerse a tono, capacidad para aguantar todo tipo de bullicio y ruidos y disfrutarlos verdaderamente, atención constante al mundo circundante, cultivo de amistades y relaciones, elegidas sin mucho cuidado, y finalmente por la gran importancia atribuida a la figura que se representa” 3 . “Cualquier persona cuya actitud sea introvertida, piensa, siente y actúa de un modo que demuestra claramente que el sujeto es el principal factor motivador y que el objeto tiene una importancia secundaria” 4 . Dicho de otra forma: “El introvertido se interesa en la exploración y el análisis de su mundo interior: es introspectivo, privado, y se preocupa mucho por sus propios asuntos internos. Puede parecer a los demás solitario, poco social y reservado. El extravertido, en cambio, se preocupa de sus relaciones con las personas y las cosas. Parece ser más activo externamente y más diligente, y tener más interés en las cosas que le rodean” 5 . En todas las personas se dan estos comportamientos con distinta graduación y surge la patología cuando uno de ellos es asumido de forma muy predominante o absoluta en la vida consciente del individuo. Al existir la autorregulación psíquica, aquel comportamiento que queda reprimido en exceso actúa en el inconsciente del sujeto. 3. La Psique 3.1. La totalidad psíquica La totalidad de los fenómenos psíquicos, tanto conscientes como inconsciente constituyen el psiquismo humano, en la psicología de Jung: 3 Sharp, D.: Lexicon Jungiano, pag. 69 Sharp, D.: Lexicon Jungiano, pag. 119 5 Hall y Nordby.: Fundamentos de la Psicología de Jung, pag. 105 4 5 “La psique es el punto de partida de toda experiencia humana, y todo el conocimiento que hemos adquirido, a la larga nos lleva de vuelta a ella. La psique es principio y fin de toda cognición” 6 . 3.2. El Consciente o Conciencia La estructura bipolar de la psique está formada por el consciente y el inconsciente. El elemento o núcleo energético-psíquico central del consciente es el YO, que aglutina entorno suyo todas las actividades conscientes: “¿Qué es la conciencia? Ser consciente es percibir y reconocer el mundo exterior (…) Cuando un objeto no es susceptible de ser asociado con el Yo, el objeto es inconsciente; es decir, que para aquél es como si no existiera. Por tanto, se puede definir la conciencia como una relación psíquica con un hecho central llamado el Yo ¿Qué es el Yo? El Yo es una magnitud infinitamente compleja, algo como una condensación y amontonamiento de datos y sensaciones; en él figura, en primer lugar, la percepción de la posición que ocupa el cuerpo en el espacio; las de frío, calor, hambre, etc; y luego la percepción de estados afectivos; el yo implica, además un masa enorme de recuerdos: si mañana despertara sin recuerdos no sabría quien soy. Necesito disponer de un tesoro, de un fondo de recuerdos, que son como relaciones o notas que informan sobre lo que fue. No podría haber conciencia sin todo esto. Sin embargo, el elemento esencial parece ser el estado afectivo: cuando estamos dominados por un afecto es cuando tomamos conciencia de nosotros mismos con mayor agudeza, cuando nos percibimos a nosotros mismos con mayor intensidad” 7 . 3.3. El Inconsciente La otra polaridad de la estructura psíquica es el inconsciente, que Jung define así: “A mi juicio el inconsciente es un concepto límite psicológico en el que se incluyen todos aquellos contenidos o procesos psíquicos que no son conscientes, es decir, que no están de modo perceptible referidos al yo” Dentro del inconsciente del sujeto hay dos niveles: el personal y el colectivo 3.3.1 El Inconsciente Personal Los contenidos del inconsciente personal son contenidos en mayor o menos medida asequibles por la consciencia, es decir que contiene todos aquellos contenidos psíquicos que han sido olvidados en el transcurso de la vida pero que pueden ser recordados. Muchos de estos contenidos pasan a formar los complejos afectivos que salen a relucir, por ejemplo en el test de asociaciones, y también en reacciones incontrolables. Estos complejos emocionalmente cargados son, en la psicología junguiana, núcleos o nódulos de energía psíquica reprimida por el yo-ego. 6 7 Sharp, D.: Lexicon Jungiano, pag. 162 Jung, C.G.: Los Complejos y el Inconsciente, pag. 26 y 27 6 3.3.2. El Inconsciente Colectivo Así como biológicamente nacemos con pautas innatas de conducta, lo mismo acontece a nivel psíquico debido a que todos lo humanos, según Jung, compartimos un mismo inconsciente colecrico constituido por los arquetipos, que son nódulos de una gran carga energética-psíquica y que han sido generados como síntesis de todos los pensamientos, sentimientos, percepciones e intuiciones de la humanidad en toda su existencia. Los arquetipos principales identificados por Jung son: La Sombra El Ánima y el Ánimus El Viejo Sabio y la Gran Madre El Sí-mismo Los arquetipos solo se hacen conscientes a través del análisis por parte del psicólogo o psiquiatra, o bien mediante el autoanálisis concienzudo siguiendo, lógicamente, las enseñanzas junguianas. 4. La Psicoterapia Junguiana 4.1. Las Funciones Psíquicas y la Proyección La energía psíquica del individuo se canaliza a través de cuatro funciones, que se complementan dos a dos: pensar-sentir, percibir-intuir. Habitualmente en el consciente predomina una o dos de estas funciones psicológicas y las restantes están en el inconsciente de forma más o menos reprimida activando complejos que se proyectan en otros individuos y en los objetos hasta el punto de ser incapaz el sujeto de diferenciar totalmente lo que es suyo, subjetivo, de lo que es objetivo o de otra persona. La proyección se define como un “proceso automático e inconsciente mediante el cual los contenidos de nuestro inconsciente se perciben en otras personas y cosas” 8 . 4.2. El Proceso de Individuación El proceso de individuación es la búsqueda del equilibrio entre los múltiples pares de opuestos psíquicos existentes en el consciente y en el inconsciente, y es espontáneo y consustancial al ser humano, pero para su logro efectivo hay que erradicar la represión y lograr la conjunción de todos los opuestos para que sean complementarios los unos respecto a los otros, y ello se realiza a través de las distintas técnicas psicoterapéuticas junguianas. He aquí una definición de este proceso natural psicológico: “Individuación significa hacerse individuo y, si por individualidad entendemos nuestra mas intima particularidad o singularidad última e incomparable, significa devenir en el Sí-mismo” 9 . ¿Y qué es el Sí-mismo? Jung lo define, por una parte, como la totalidad de la psique, y por otro lado, como el centro regulador de la propia psique. Entonces de lo que se trata es de que el yo o ego, de una forma voluntaria, se integre en ese centro de la totalidad 8 9 Sharp, D.: Lexicon Jungiano, pag. 155 Jung, C.G.: El Yo y el Inconsciente, pag. 129 7 psíquica, en el Sí-mismo, para lo cual tiene que retirar las proyecciones, y eso sólo se consigue mediante el autoconocimiento, no solo del consciente sino también del inconsciente en la medida en que éste último pueda ser conocido. 4.3. Técnicas psicoterapéuticas junguianas “La única posibilidad práctica de entrar en relación con la actividad y las propiedades del inconsciente consiste en procurar dar a la conciencia un enfoque que permita la inconsciente cooperar en lugar de oponerse”, advierte Jung en sus escritos 10 . Y este predisponer al yo-ego para que escudriñe los ámbitos de lo inconsciente lo aplicará en todas sus técnicas psicoterapéuticas cuyas finalidades pueden reducirse a dos funtamentales: “El método terapeútico de la Psicología de los Complejos consiste en dos codas. Por una parte, la concienciación, lo más completa posible, del contenido inconsciente; por otra parte, una síntesis de este contenido con el de la consciencia mediante el acto de conocimiento o concienciación” 11 . 4.3.1. Transferencia y Contratransferencia A diferencia de Freud, que consideraba la transferencia como fundamental en la psicoterapia y estimaba que era provocada de manera artificial por el terapéuta, Jung afirmó que era una modalidad de la proyección y, por tanto, inconsciente, independiente, autónoma y natural, además consideró que su importancia no era tan importante sino relativa ya que “su aparición significa en una parte de los casos el inicio de una evolución curativa; en otros casos, es un obstáculo o una molestia; en un tercer grupo, es relativamente indiferente al tratamiento; sin embargo, en la mayoría de casos es un fenómeno crítico que presenta vivas tonalidades y su presencia se hace tan patente como su ausencia” 12 . En la transferencia y contratransferencia el inconsciente de ambos - paciente y médicoproyecta, respectivamente, ideas y sentimientos del uno en el otro que provienen de complejos afectivos del estrato personal del inconsciente pero también de los arquetipos del inconsciente colectivo. Estas proyecciones pueden ser negativas si hay rechazo, malestar y hasta odio, o positivas en el caso contrario, pero en ambos casos el trabajo del terapeuta radica en hacer conscientes tales proyecciones y, en lo que a él respecta, no luchar vanamente para no padecer la contratransferencia como se defiende en el psicoanálisis freudiano pues, al igual que la transferencia, es independiente de su voluntad consciente, sino que debe implicarse plenamente en su resolución. Estas diferencias con Freud se evidencian también incluso en la forma de relacionarse las dos partes implicadas. Así, mientras que en la psicoterapia freudiana el paciente está tendido y el psicoanalista se sienta detrás suyo, en la psicoterapia junguiana ambos están sentados frente a frente. 10 Hochheimer, W.: La psicoterapia de C.G. Jung, pág. 64. Hochheimer, W.: La psicoterapia de C.G. Jung, pág. 122. 12 Hochheimer, W.: La psicoterapia de C.G. Jung, pág. 127. 11 8 4.3.2. La interpretación junguiana de los sueños Para Jung el sueño es un producto natural de la psique que, analizado y bien interpretado, proporciona indicaciones y referencias sobre las tendencias fundamentales de los procesos del inconsciente del soñante, siendo, por tanto, clave su correcta interpretación. En la psicología junguiana el sueño no es únicamente un producto inconsciente provocado por deseos reprimidos del consciente, como afirmaba Freud, sino muchas más cosas y más importantes: “En los sueños puede haber muchas otras cosas: verdades inquebrantables, máximas filosóficas, ilusiones, extrañas fantasías, recuerdos, proyectos, anticipaciones, visiones telepáticas, vivencias irracionales y sabe Dios cuántas cosas más” 13 . Para interpretar los sueños primero hay que ir analizando cada elemento que aparece en él y que el soñante intente relacionarlos con su inconsciente personal, es decir, con complejos afectivos, con situaciones vividas y escondidas o replegadas en el inconsciente personal. Seguidamente, si en los sueños aparecen imágenes que le conmocionan mucho, hay que utilizar el método de la amplificación de imágenes buscando analogías con leyendas, mitos, relatos religiosos, diccionarios de símbolos, tratados filosóficos.., etc., para buscar los arquetipos del inconsciente colectivos inherentes en tales imágenes puesto que estaríamos ante un “sueño grande” y no un mero “sueño pequeño” que concierne tan solo al inconsciente personal. Y siempre hay que indagar respecto a qué actitud o actitudes conscientes quedan compensadas por el sueño (recordemos que para Jung, consciente e inconsciente se complementan o compensan debido al proceso de individuación). A este respecto dice: “Toda forma de comprensión de la parque psíquica desgajada es terapéuticamente eficaz. También tiene efecto terapéutico el descubrijiento de las causas, acertado o meramente supuesto” 14 . 4.3.2. La Imaginación Activa El propio Jung fue el primero en aplicar en sí mismo este método consistente básicamente en desarrollar de forma creativa los complejos afectivos y los elementos arquetípicos que afloran desde el inconsciente personal y colectivo en cualquier circunstancia, tanto en la persona sana psicológicamente como en la que padece algún tipo de enfermedad mental. Dibujar, pintar, esculpir la piedra, tallar la madera, escribir de forma inspirada… eran manifestaciones de la psique que Jung alentaba llevar a cabo en sus pacientes para que participasen activamente en el proceso de individuación y autorregulación de la psique. “Con este método –si es que puede usarse este término- se consigue convertir al paciente en un creador independiente. Ya no depende de sus sueños ni del médico, sino que es él mismo quien da forma a sus creaciones. Lo que dibujas son fantasías activas… en un sentido nuevo que le era desconocido hasta entonces, un sentido en el que el yoego aparece como objeto de lo que el él actua, el Sí-Mismo” 15 . 13 Hocheimer, W.: La psicoterapia de C.G. Jung, pág. 139. Hochheimer, W.: La psicoterapia de C.G. Jung, pág 155. 15 Hochheimer, W.: La psicoterapia de C.G. Jung, pág 115. 14 9 Así, por ejemplo, a partir de unas imágenes y situaciones omníricas, el paciente comienza a darle forma al tema desarrollándolo de forma consciente. Lo que surge de esta Imaginación Activa no solo sirve para diagnosticar sino que tiene, en sí mismo, una auténtica función terapéutica 16 . 5. Conclusiones He de confesar que tras esta visión rápida sobre Jung, que he ma exigido mirar diversas partes específicas de varios libros, me parece mucho más interesante la Psicología Analítica junguiana que el Psicoanálisis Freudiano puesto que Freud parece que concebía todo bajo el prisma de la represión sexual y, al final de su vida, también por el temor a la muerte (Eros y Tánatos, los llamaba). Jung, en cambio, tenía una gran fe en ese gran Yo interior o Sí.Mismo que dirige, según dice, el psiquismo humano en su totalidad, o sea, en el consciente y en el inconsciente. La psique se autorregula por sí misma, complementándose la conciencia y el inconsciente, en un proceso de individuación que busca el mayor grado posible de salud mental o psicológica. En Jung hay incluso espiritualidad, mientras que en Freud veo materialismo científico. La forma que tiene Jung de interpretar los sueños, por ejemplo, es muy sugestiva y es todo un reto puesto que busca los arquetipos del inconsciente colectivo y, para ello, el analista tiene que conocer bastante la Filosofía, las Religiones Comparadas, el Simbolismo en general, y otras manifestaciones del espíritu humano. Con Jung la vida parece fluir constantemente, mientras que con Freud parece que se retiene y hasta retrocede. Jung anima a buscar el sentido de la existencia de cada paciente, mientras que Freud parece que únicamente intenta que no aumente su neurosis (para Freud, prácticamente todo el munto estaba neurótico en mayor o menor grado, he creído deducir de lo que he leído sobre él). En fin, la teoría de los arquetipos y del inconsciente colectivo me resulta fascinante porque, por ejemplo, sirve para interpretar los grandes temas de muchas obras artísticas, cine incluido, donde subyacen esos grandes símbolos colectivos de la Sombra, AnimaAnimus, Viejo Sabio, Gran Madre, y el Sí Mísmo. 16 Hochheimer, W.: La psicoterapia de C.G. Jung, pág 117. 10 6. Bibliografía LIBROS: Jung, C.G. (1960) Energética psíquica y esencia del sueño, Buenos Aires Editorial Paidós. Jung, C.G. (1980) Los complejos y el inconsciente, Madrid Editorial Alianza. Hall y Nordby. (1968) Fundamentos de la Psicología de Jung, Buenos Aires Editorial Psique. Hocheimer, W.: (1969) La psicoterapia de C.G. Jung, Barcelona Editorial Herder Sharp, D.: (1994) Lexicon Jungiano, Santiago de Chile Cuatro Vientos Editorial 11