22A01. VENTILOTERAPIA: ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS EN FORMA DE AEROSOL La administración de medicamentos directamente al sistema respiratorio se denomina vía inhalatoria. Aunque se utilizó al principio, sólo para el tratamiento de afecciones respiratorias, actualmente se usa como vía alternativa para otro tipo de afecciones, por ejemplo aplicación de fentanilo en el dolor post-operatorio... Para que un medicamento que se aplica por esta vía ejerza su acción es necesario: – Aprender la técnica y el manejo del aparato que se utiliza. La dificultad de uso de los dispositivos puede ocasionar pérdidas muy importantes de medicamento. – Que llegue la dosis adecuada al lugar de acción, y ello depende del tamaño de partícula producido: se considera que el tamaño óptimo de partículas para ejercer la acción es entre 0,5 y 5 micras. Las partículas de mayor diámetro se detienen en las paredes de la orofaringe y grandes vías y las de menos de 0,2 micras se exhalan como gases no sedimentando por efecto de la gravedad. – Que la anatomía de las vías respiratorias sea más o menos normal, sin obstrucciones. Cuando existe broncoconstricción disminuye la eficacia puesto que es menor la cantidad de medicamento que accede a la mucosa Pero las ventajas que ofrece esta vía son evidentes: – El medicamento llega al pulmón directamente y en 10 minutos ejerce su acción broncodilatadora. – Se puede ajustar la dosis, disminuyendo los efectos secundarios. – La posible absorción sistémica del medicamento a través de los alvéolos pulmonares, no es muy importante debido a las dosis utilizadas. En la terapia inhalatoria, los fármacos se administran en forma de aerosol mediante distintos tipos de dispositivos: aerosoles, presurizados, nebulizadores Desde el punto de vista galénico los aerosoles son suspensiones de partículas sólidas o líqui das en medio gaseoso y sus partículas se caracterizan por el llamado DAMM: Diámetro Aerodinámico Medio de Masa, que se define como el diámetro de una esfera de una unidad de densidad (1g/cc) que tiene la misma velocidad de sedimentación que la partícula del aerosol considerado, sin tener en cuenta su forma ni su densidad. Cuando se utiliza la vía inhalatoria es necesario que la dosis terapéutica llegue a los pulmones, luego la eficacia de un aerosol es función de la dosis depositada en el lugar pulmonar adecuado. La deposición del aerosol depende de: – – – – La cantidad de aerosol producida. Las características de las partículas El dispositivo utilizado. Anatomía y geometría de las vías respiratorias. Debido a estos factores y a que los fabricantes estandarizan la posología para algunos dispositivos inhaladores de agentes, como broncodilatadores y corticoides, puede ocurrir que dichas dosis no produzcan el efecto máximo en todos los pacientes y deban incrementarse los regímenes posológicos, dosis y/o frecuencia. Otro término importante es el RENDIMIENTO DEL AEROSOL: que significa la eficiencia global obtenida en depositar el producto en el lugar seleccionado de las vías respiratorias. Si se conoce este parámetro se podrá intercambiar un nebulizador u otro dispositivo empleado por otro. Para estimar este parámetro debe conocerse el porcentaje de partículas del aerosol generadas con un DAMM igual o inferior a 5 micras (fracción respirable) y el porcentaje de dosis eficazmente aerosolizada que abandona la boquilla del nebulizador (Eficacia = Volumen disponible/Volumen inicial %.) Por tanto al comparar una serie de nebulizadores deben conocerse los siguientes datos: – – – Volumen muerto Volumen nebulizado y tiempo necesario para ello. Volumen disponible por las distintas partes del árbol respiratorio. 1 La cantidad de líquido depositada en la cámara de medicación del nebulizador afecta al funcionamiento del mis mo, pero no al tamaño de partícula producido. Si el volumen de llenado inicial es demasiado bajo el funcionamiento del nebulizador se hace intermitente y poco fiable. El volumen muerto contiene fármaco prescrito que no ha sido administrado al paciente y que debe valorarse a la hora de dosificar ya que en ocasiones la pérdida puede llegar al 50% de la dosis prescrita. El tiempo de funcionamiento del nebulizador afecta a su rendimiento. Durante la nebulización se produce una evaporación que hace que la concentración del fármaco administrado disminuya, a menos que se reponga la solución. La velocidad de inhalación determina la cantidad de fármaco que logra alcanzar el pulmón: si esta velocidad es muy alta aumenta el rozamiento de las partículas contra las paredes dificultando que llegue al lugar de su acción. El ritmo y la frecuencia respiratoria son factores muy importantes, por ello es necesario recordar la pausa inspiratoria que hay que realizar al final de la inspiración. Los dispositivos para administración de fármacos vía inhalatoria son los siguientes: AEROSOL PRESURIZADO Fue el primero en comerc ializarse. Su empleo correcto exige la máxima coordinación entre la inhalación y la activación del cartucho. Están compuestos por la sustancia farmacológica y un gas impulsor-propelente (fluoroclorocarbonado) que será el encargado de transportarla a través de la vía aérea. Se alcanza una dosis en pulmón de un 10-20% de la dosis administrada, el 80% del fármaco restante, se quedará en orofaringe y boca, siendo posteriormente deglutido. El principal inconveniente de este dispositivo, es la necesidad de coordinación entre la activación del cartucho y el comienzo de la inspiración, por este motivo se desarrollaron las cámaras de inhalación. CAMARA DE INHALACIÓN Las cámaras espaciadoras son dispositivos que se colocan entre el cartucho con el medicamento y la boca del paciente. Han de ser de un volumen aproximado de 750 cc. para que la dispersión de partículas sea la adecuada. Presentan al menos una válvula unidireccional que deberá ser de alta sensibilidad para conseguir su apertura con bajos flujos inspiratorios. Este sistema aporta ventajas frente al anterior ya que no obliga a la coordinación “pulsación-inspiración” para que la sustancia administrada alcance el árbol bronquial periférico, permitiendo hacer la inspiración lentamente y favorecer el depósito pulmonar del fármaco. Al aumentar la distancia entre el cartucho presurizado y la boca del paciente producen un enlentecimiento del flujo de salida del aerosol y el choque de las partículas de mayor tamaño en las paredes de la cámara favoreciendo así la penetración del fármaco en el pulmón. Disminuyen los efectos locales atribuidos a los corticoides inhalados. Existe una gran variedad de cámaras espaciadoras, tanto respecto a su volumen (de 80 a 1000 ml) como su longitud de10 a 25 cm y a su forma: cilíndricas, cónicas, plegables. Reducen la posible candidiasis oral, que ocasionalmente puede producir la inhalación de corticosteroides. INHALADOR DE POLVO S ECO Estos sistemas están alcanzando gran importancia ya que no utilizan propelentes de tipo fluoroclorocarbonados que reducen la capa de ozono. Presentan la gran ventaja de no precisar la coordinación entre manipulación e inspiración, para su correcta administración, lo que es de mucha utilidad en niños. 2