QUIERO SABER / ESPÍRITU DE PROFECÍA – Diciembre 2012 Acerca de los 144.000 ¿Se ha pronunciado Elena G. de White acerca de la identidad de los 144.000? ¿Qué ha escrito sobre ellos? Responde DANIEL O. PLENC director del Centro de Investigaciones White en la Argentina. Existe un documento en el Patrimonio White titulado “Consejos tocantes al asunto de los 144.000”, que presentamos parcialmente aquí para beneficio de los lectores de la Revista adventista. Lo primero que Elena de White dice es que se trata de una cuestión no esencial, sobre la cual no vale la pena polemizar. “No es su voluntad que entren en controversias por cuestiones que no los ayudarán espiritualmente, tales como: ¿Quiénes han de componer los 144.000?” (Mensajes selectos, tomo 1, p. 205). Seguidamente, invita a esforzarse por estar entre ellos. “Esforcémonos con todo el poder que Dios nos ha dado para estar entre los 144.000. Y hagamos lo que podemos para ayudar a otros a alcanzar el cielo” (Review and Herald, 9 de marzo de 1905). Se le prometió a la Sra. White que ella podría visitar otros mundos con los 144,000. “El ángel me dijo entonces: ‘Debes volver, y si eres fiel, tendrás, con los 144,000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios’” (Primeros escritos, p. 41). Algo similar expresó acerca de una Sra. Hastings que acababa de morir: “Vi que ella estaba sellada, que se levantaría y se pondría en pie sobre la tierra, y estaría con los ciento cuarenta y cuatro mil” (Carta 10, 1850. Publicada en Mensajes Selectos, tomo 2, p. 301). El pastor E. C. Andross, presidente de la Unión del Pacífico, escribió a la Sra. White en 1914 para preguntarle si los 144.00 sería todos de los Estados Unidos. Le contestó el principal secretario de la Sra. White, C. C. Crisler con estas palabras: “La Sra. White me instruye para que le informe que ella no tiene luz adicional... Ella sugiere construir sólo sobre las Sagradas Escrituras, el único fundamento legítimo, más bien que sobre una suposición personal”. El pastor D. E. Robinson estaba presente cuando se leyó la carta y escuchó cuando ella dijo: “yo no tengo luz sobre este tema”. Agregó además: “Por favor dígales a mis hermanos que no me ha sido presentado nada respecto a la pregunta específica de su carta; yo solo puedo ofrecerles lo que me ha sido presentado. Hay quienes se esfuerzan en tratar las incertidumbres como certezas; y cuando ellos toman esta posición, se colocan donde el enemigo puede usarlos”. Terminaba C. C. Crisler su carta diciendo: “Yo no tengo nada que añadir a lo que escribí en la tarde. Si, hay un comentario que la Hna. White hizo cuando yo le leía a ella esta carta. Ella expresó placer por el hecho de que yo había incluido en mi carta a Ud. las siguientes palabras: ‘Respecto al significado exacto de los 144.000, la Hna. White repetidamente nos ha instruido que en este tema el silencio es elocuencia’. “Ella también comentó favorablemente al escuchar las palabras con las cuales yo terminé: ‘Hasta donde yo sé, nadie conoce la verdad completa de este tema ni la conoceremos hasta que estemos en el otro lado del Jordán’”. Las palabras del Comentario bíblico adventista parecen oportunas sobre este tema: “Hay diferencias de opinión en cuanto a quiénes de la última generación de los santos constituirán precisamente los 144.000. La falta de una información más definida, como la que se necesita para llegar a conclusiones dogmáticas sobre ciertos puntos, ha llevado a muchos a destacar, no quiénes son los 144.000 sino qué son, es decir, la clase de carácter que Dios espera que posean y la importancia de prepararse para pertenecer a esa multitud intachable” (Comentario bíblico adventista del séptimo día, tomo 7, p. 799).