Economistes nº 309. 1.ª Quincena mayo 2006 Luis Trigo Sierra, director del Área de Derecho Tributario en Broseta Abogados “Con la reforma tributaria, la fiscalidad va a perder protagonismo en la toma de decisiones” En una conferencia organizada por la Comisión de Fiscal del COEV, Luis Trigo Sierra, director del Área de Derecho Tributario en Broseta Abogados, explicó el pasado 2 de mayo el impacto que tendrá en la tributación del ahorro y la inversión la aplicación de la reforma fiscal impulsada por el Gobierno. Durante su intervención, Trigo advirtió que, aunque en general la reforma estaba bien planteada técnicamente, podría provocar una disminución en la recaudación de las arcas públicas. Durante cerca de hora y media analizó las consecuencias del proyecto de Ley, que igualará todos los tipos de ahorro al 18%, con lo que dejará un menor margen de maniobra financiero y fiscal. El acto, presentado por Federico Varona, presidente de la Comisión de Fiscal del Colegio, llevaba por título La tributación del ahorro tras la reforma fiscal. El pasado 20 de enero, el Ministerio de Economía y Hacienda presentó la propuesta en el Consejo de Ministros, y la documentación fue remitida a las Comunidades Autónomas, las organizaciones sindicales y empresariales. En marzo, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley, que si Las Cortes secundan entrará en vigor en 2007. Los objetivos que persigue el Gobierno con la reforma fiscal son aumentar la equidad, simplificar los impuestos, no incrementar la presión fiscal a lo largo del ciclo económico, asegurar la suficiencia financiera de todas las Administraciones Públicas, impulsar el crecimiento económico y estimular la productividad, mejorar el tratamiento del ahorro en las rentas medias y bajas, favorecer la actividad empresarial y la creación de empresas e introducir mayor eficiencia en la utilización de los recursos medioambientales. La lectura que desde una perspectiva macroeconómica ha hecho el Gobierno de su reforma es que ésta producirá una bajada de la tributación para todos los niveles de renta, pero lo cierto es, según matizó Trigo, que de esta reducción no se van a beneficiar los contribuyentes con rentas medias-altas, produciéndose además un paradójico efecto de penalización a estos contribuyentes cuando tienen hijos. Disminución de la recaudación Para el ponente, el probable mal de esta reforma es “el bien que ocasiona. Lo que resulta positivo a nivel individual puede no resultarlo a nivel colectivo: se produce una rebaja de impuestos en los niveles más bajos de renta. Gran parte de esta liberación de rentas es previsible que vaya dirigido al pago de las hipotecas (en un entorno de elevación de tipos de interés) y a compensar el efecto de la inflación. Por lo tanto, va a disminuir la recaudación de las arcas públicas, ya que la bajada de impuestos no es previsible que genere un mayor consumo y una mayor recaudación por los impuestos indirectos. Del proyecto de ley, aprobado en febrero, el responsable del Área de Derecho Tributario en Broseta Abogados reconoció que “el planteamiento técnico está bien urdido, y además ha de conectarse con el conjunto de la reforma fiscal, de la que también son piezas importantes la Ley de Medidas para la Prevención del Fraude Fiscal y los desarrollos reglamentarios de la Ley General Tributaria, percibiéndose que la Administración contempla un reforzamiento importante de los medios para el ejercicio eficaz de sus potestades en relación con la obtención y gestión de los recursos públicos tributarios y con una serie de medidas específicas para la persecución del fraude fiscal”. La reforma fiscal afecta al IRPF, el Impuesto sobre Sociedades, el Impuesto sobre Patrimonio y el Impuesto de Renta de los no residentes. Va acompañada de otro proyecto de ley de Medidas para la Prevención del Fraude Fiscal, con el que “se pretende que la lucha contra el fraude sea también un instrumento para la recaudación”. A estas novedades normativas habría que añadir otras: las reformas en el ámbito de los procedimientos tributarios. “Hay un proyecto de reglamento de la gestión tributaria y de inspección, tremendamente desarrollado y pormenorizado, que tiene la ventaja de aunar bajo un texto único muchos de los procedimientos que están dispersos, pero también es una norma excesivamente reglamentista que en algunos puntos puede estar excediendo los limites definidos en la Ley”. Principales novedades © 2005 Colegio de Economistas de Valencia Economistes nº 309. 1.ª Quincena mayo 2006 La reforma fiscal acentúa el carácter dual del impuesto, lo que constituye una merma en la justicia tributaria que se pretende perseguir, pero también simplifica el impuesto e incorpora la certidumbre y neutralidad en la toma de decisiones de inversión y de ahorro. Además, va a suponer una reducción de gravamen para la mayoría de los productos del ahorro y para la mayoría de los contribuyentes. Además de unificarse el tratamiento de los rendimientos del ahorro, también se unifica conjuntamente las ganancias del patrimonio. Así, se produce un incremento del 20% en el tipo impositivo de las ganancias patrimoniales, que pasan del 15% al 18%. Para simplificar el procedimiento, se reducen los tramos de la tarifa a cuatro y el 60% de los contribuyentes sólo aplicará un tipo único del 24% al exceso de su renta sobre el mínimo vital. Con el nuevo texto legal, se reducen paulatinamente los tipos impositivos y las deducciones en el ámbito del Impuesto sobre Sociedades. Además, se va a derogar el régimen de Sociedades Patrimoniales, medida que aplaudió el ponente. Sin embargo, respecto al Impuesto sobre Patrimonio, Trigo subrayó que “se da un paso atrás en el polémico y debatido asunto del límite conjunto de las cuotas de renta y de patrimonio y se establece de nuevo que sirva como límite el 60% de la base imponible del IRPF en lugar del 60% de la base regular. Técnicamente tiene cierta justificación, pero la solución adoptada beneficia a la Hacienda Pública. En la mayoría de países de nuestro entorno no existe este impuesto; se ha convertido más en un instrumento de recaudación que de control. El retorno de este mecanismo va a castigar a muchos patrimonios”. Efectos de la reforma Tras repasar las principales novedades que incorpora la reforma, Luis Trigo comentó los efectos en la tributación del ahorro. Así, explicó que con el actual régimen, la fiscalidad puede modificarse en función del tipo de vehículo al que se recurre: inversión directa por persona física, instrumento de sociedad patrimonial o sociedad con actividad empresarial. Tras la reforma del Gobierno, “la fiscalidad va a perder protagonismo en la toma de decisiones. Al tributar todas las rentas del ahorro al 18% se produce una unificación, el tipo impositivo ya no es un elemento diferencial”. Se va a producir, por tanto, una homogeneización en los diferentes productos de ahorro. Las rentas patrimoniales derivadas de transmisiones van a tributar también al 18%, y con la derogación del régimen de sociedades patrimoniales, “desaparece uno de los instrumentos que permite jugar con los distintos tipos y tributaciones que se pueden producir”. El proyecto de Ley plantea, como filosofía general, el punto final de la generación de plusvalías exentas, medida muy positiva, según el ponente, “porque desaparece un mecanismo muy injusto que da lugar a distorsiones”. Con la nueva reforma, tanto los productos de pasivo bancario y activos financieros como los dividendos y las plusvalías por transmisión de acciones y participaciones tributan al 18%. La tributación conjunta del IRPF y el Impuesto sobre Sociedades sería del 46,7%, considerando un tipo impositivo del 34%, y de un 42,6% considerando un tipo impositivo del 30%. Ante el cambio de las reglas del juego fiscal, el Gobierno ha previsto la creación de un mecanismo de compensación para aquellos contribuyentes que puedan verse perjudicados por la entrada en vigor del nuevo régimen. “Resultará complejo, todavía no sabemos cómo se va a desarrollar, pero el legislador ha sido muy meticuloso y ha querido cubrir las formas”, comentó el ponente de Broseta Abogados, quien, sin embargo, apostilló que debería incluir también las sociedades patrimoniales: “no es de recibo que se cree este mecanismo de compensación con carácter general y no se aplique a las sociedades patrimoniales, cuando mucha gente ha invertido en ellas como una continuidad de las transparentes y como un régimen amparado y bendecido por la ley. No puede ser que se cree un mecanismo de compensación para inversiones que se han hecho a través de otros instrumentos y no se haga a través de las sociedades patrimoniales, cuando tan buenas eran éstas como las otras. Espero que en el trámite parlamentario se corrija, porque si no, se habría creado una trampa en la que se ha metido mucha gente”. Recomendaciones ante la reforma En la última parte de la conferencia, Trigo ofreció algunas recomendaciones ante la reforma fiscal del Gobierno. Respecto a aquellos productos de pasivo bancario y activos financieros diseñados a más de dos años, que pierden su atractivo porque van a tributar todos al 18%, aconsejó, “en primer lugar, evitar anticipar el vencimiento. Lo mejor es quedarse quieto ante este tipo de producto. Las entidades financieras deben abandonar la estrategia de diseñar productos de depósito a más de dos años, porque habrá libertad absoluta y las inmovilizaciones ya han perdido la ventaja fiscal. Están condenados a su extinción porque su motivación era la deducción fiscal”. En este sentido, subrayó que “las entidades financieras y aseguradoras tendrán que replantearse su política comercial”. Los dividendos, por tanto, pasan a tributar al 18%, “lo que pone de manifiesto que está tremendamente castigado frente a otro tipo de rentas”, insistió Trigo. La solución lógica pasaría por sustituir la financiación con fondos propios por la financiación por préstamos, pero la reforma establece que los © 2005 Colegio de Economistas de Valencia Economistes nº 309. 1.ª Quincena mayo 2006 rendimientos del capital de entidades vinculadas a las sociedades van a tributar como rentas regulares y no como rentas del ahorro. Es decir, los rendimientos derivados de préstamos a las sociedades, en lugar de tributar al 18%, van a hacerlo al 43%. “Esto quiebra el principio de neutralidad de la reforma. Hasta ahora los dividendos estaban maltratados, pero con la reforma supondrá que la diferencia de una fuente de financiación a otra será del 18% frente al 47%. Se crea un desincentivo a la autofinanciación de las sociedades”. Ante este panorama, Trigo recomendó no repartir dividendos este año y esperar a 2007. Analizada la reforma, el ponente propuso “replantearse la estructura de financiación y sacar partido a la reforma”. Como ejemplo, puso las inversiones en bolsa, “donde es conveniente, según la reforma, vender antes de que se produzca el reparto del dividendo y recomprar después”. © 2005 Colegio de Economistas de Valencia