www.derecho.unam.mx HONOR10 111 Y LA PROHIBICION DE LOS ESTUDIOS JURIDICOS Por Walter U L L M A N N , Profesor de la Uniwersity of Lecds. Traducción del Dr. Javier MALAGON BARCELO. El famoso decreto del Papa Honorio 111 por el que se prohibía al clero estudiar o enseñar Derecho civil romano, señala el fin de la evolución de la política papa1 y eclesiástica iniciada casi un siglo antes de que Honorio 111 expidiera el decreto "Super Speculam". Las decisiones del Concilio de Rheims, de 1131, contenían una provisión en virtud de la cual los monjes debían ser excluidos, en el futuro, del estudio del Derecho romano (y de la medicina).' Este decreto, aunque iba dirigido en primer lugar sólo contra los monjes, respiraba el espíritu de San Bernardo : él fui. el primero que levantó la voz contra el predominio de las leyes de Justiniano en el palacio de los Papas, donde no esas, sino las leyes del Señor debían reinar soberanas. La prohibición de estudiar leyes civiles se repitió en el segundo Concilio de Letrán (1139),2 un poco más tarde en el Concilio celebrado en Tours (1180) y sobre todo por el Papa Alejandro IJI. 1x1 decreto de este Último se incorporó en la Compi- XXI. 1. Véase MANSI,.Tocron<m Conciliorum.. . Noe,a ct Amplirsi»~o Collectin. t. col. 459. IOC. ~ i tCOI. , 528. A juzgar por cii Concordanfiii Discordontium Cono2 MANSI, nuwi (el Decretun~),el propio GRACIANO, que era monje cnrnaldulense, estaba miiy versado en Derecho romano. Véase el profundo análisis de A. VETULANI "Une suite d'6tudes pour servir i I'histoire du Decret de Gratien en la Re-&e historigue de droit fralicais et étranger, 1936, pp. 343-58; 1937, pp. 61-79, 674-92. y 1947, pp. 11-48. 3 MANSI,COI. 1179. 284 WALTER ULLMANN latio Prima, de Bernardo Papiensis, y de ahí pasó a la colección gregoriana (1234). Mientras que todos estos decretos afectaban solamente a los monjes, Honorio 111 en 22 de noviembre de 1219, extendió la prohibición a todo el clero secular; además, la Escuela de Derecho civil de la Universidad de Pariss fué clausurada -situación que duró hasta 1679, en que se autorizó a la Universidad para que reanudara la enseñanza sistemática del Derecho civil. El decreto de Honorio 111 constaba de tres partes. Aunque Potthast lo registra como despachado "a los arzobispos, obispos, prelados y cabildos de Suecia", una copia manuscrita del decreto conservada en la Laurenziana de Florencia, que el profesor S. Kuttner descubrió hace años, encabeza el decreto: "Honorius 111 universis prelatis". E n este manuscrito la primera parte, que empieza "Sane licet sancta ecclesia", lo aparece bajo el encabezamiento De constitionibus, la segunda parte, "Sane Iicet Fallax", 1' lleva el titulo N e clerici ve1 monachi se negotiis se immisceanf, mientras que la tercera parte, "Volumus et mandamus", va encabezada con el título De Magistria. l2 El decreto fué incorporado en esta forma tripartita en la Compilatio Quinta (1225). '8 Pero este manuscrito es digno de - 4 Lib. 11, tit. Ne clerici ve1 monachi, c 2. 5 Liber Exfrn, III. 1. 3. 6 Véase SAVIGNY, Ge~chichfedes Romischen Rechfs im Miffelalfer, vol. iii, p. 373. 7 POT~HAST, Regesfa Pontificum Romanorum, Núm. 6165. 8 hlanliscrito S. CROCE,PIut. V sin. 4, guarda. Quiero expresar mis gracias al bibliotecaria de la Laurenziana por h a b e m permitido obtener una copia fotoctátira de este manuscrito. 9 S. KUTTNEX, "Bernardus Compostellanus Antiquuus" en Troditio, vol. 1, 1944 p. 337, nota 43. K u n N ~ ntambién descubrió otro ejemplar en la Biblioteca Nacional, Lisboa (Alcob. 381), pero no pudo conseguir una copia fotostática de esta biblioteca. 10 Ertra. Véase xxxiii. 28. 11 Extra, III, 1. 10. 12 Ertra, Véase v. S. 13 Comp. V , v. xii. 3, 111 xxvii. 1 ; v. ii. 1. La Compilatio Quinta publicada en 1225 era la segunda colección oficial de decretales. la primera fué la Compilatio Tertia, de 1210. Para la fecha exacta de su composición véase I<uTTNEn. en .Uircellanea Mcrcali, 1946, vol. 1, p. 621, La Comp. V . no goza de la misma popularidad que las colecciones anteriores: los manuscritos son m u y raros y la compilación no fué objeto de intensivas investigaciones científicas. Un Apparotus de la colección, escrito por HONORIO I I I : PROHIBICION DE LOS ESTUDIOS JURIDICOS 285 notarse desde otro punto de vista, pues contiene un Apparatus de glosas escritas por Gnillielmus Vasco ( o Gztasrus), canonista gascón, completado con glosas debidas a la pluma de Johannes Teotonicus. Conocemos bien las actividades como canonista de este último, pero no sabemos prácticamente nada acerca del primero, excepto que se graduó de maestro en Derecho canónico en la Universidad de Padua en 1226 y que glosó la Compilatio P n m a y Quarta14 S u A p p a r a f u s sobre este decreto de Honorio debió haber sido escrito poco después de su promulgación, puesto que no habría tenido ninguna finalidad práctica glosar u n decreto iudividualmente una vez incluido en la quinta colección de decretales. Según lo que hemos podido comprobar ni l a s glosas de Guillermo ni las de Johannes fueron citadas por canonistas posteriores. Las tres primeras glosas de este Apparatus en la Laurenziana llevan la sigla "Guil', mientras que todos los demás tienen simplen~ente una "P.L a s actividades de Guillermo el Gascón como decretalista y como maestro, parece que empezaron en la última décade del siglo XII, pues en una Szrmnia Quaestionum compuesta hacia fines del siglo por el Archidiácono de Richmond en Yorkshire, H o n o r i u s , l ~ n c o n t r a m o s numerosas referencias y discusiones con un "Magister G", y no hay que descartar la posibilidad de que el Gascón hubiese enseñado Derecho canónico en alguna de las escuelas de Derecho canónico de Inglaterra; sin embargo, es una mera suposición basada en las igualmente numerosas referencias del Archidiácono Honorius a u n "Magister jo" que puede haber sido contemporáneo de Guillermo e idéntico al "Magister jo" con frecuencia citado en las Quaestiones Londinenses, que son en verdad producto de una escuela canonista inglesa. le JACOBUS DE ALBENM, se encuentra en el Museo Británico, Manuscrito Real, 11 C fols. 246r-271". Posteriormente enumerado por KUT~NER, Repertoriuni, PP. 383-5. 14 K U ~ N E ort. R , cit., loc. cit., a notas 38 y 42. 15 Acerca de su lucha por el arcedianato de Richmond y los éxitos que obtuvo en los alegatos con Inocencia 111, véase ROGER DE HOYEDEN, Chronica, R. S., vol. iii, p. 298, vol. iv, pp. 52, 158, 159, 177, 181; A. FTAMILTON THOMSON, "The Registers of the Archdeaconry of Richmond", en Yorkshire Archealogical Journel, vol. xxv. 1920, pp. 131-5. y también Early Yorkshire Charfers ( e d . C. T . Clay), vol. iv, 1935, "11, PP. XXV-XXVI. 16 El manuscrito de esta Sumnta Quaesfionum se encuentra en el Monasterio Cisterciense de Zwettl, Austria, manuscrito núm. 162, fols. 178r-213ra, aunque creo que esta Summa en este manuscrito es incompleta. En este códice hay también las Generalia de otro canonista inglés, RICHARDDE LACY,fols. 73-82. así como su Ordo 286 WALTER ULLMANN Pero volvamos al decreto. Este decreto despertó gran interés y fué muy discutido en los primeros tiempos l7 por la prohibición de los estudios legales en París. El decreto tiene también un carácter político definido que se manifiesta claramente desde su primera parte, y a la cual se ha dedicado escasa atención. En esta primera parte el Papa señala las causas -mejor dicho, los pretextos- que motivan la prohibición recurriendo a razones puramente clericales, eclesiásticas o morales. Lisa y llanamente establece que, de un lado, los seglares en Francia y otras provincias no usan ni aplican las leyes de los emperadores romanos y, por otro, que raramente se encuentran causas eclesiásticas que no puedan ser decididas mediante el Derecho canónico existente. E n otras palabras, la opinión de Honorius expresada claramente era la de que las leyes civiles estaban ya anticuadas, por lo menos en lo que a Francia se refería: no eran necesarias, primero porque el pueblo francés y otros no vivían de acuerdo con ellas, y en segundo lugar porque el Derecho canónico proveía a todas las exigencias eclesiásticas. Esta Última disposición, sin embargo, merece un comentario. Hay que tener presente que al tiempo de la promulgación de este decreto (1219) había solamente una colección oficial de decretales, la Compilatio T e r t i a , que contenía las decretales promulgadas por Inocencia 111 durante los primeros doce años de su pontificado; esta colección fué p;blicada en 1210. Ninguna de las otras colecciones llevan pie de imprenta oficial. La Compilatio P r i m a fué el trabajo privado de Bernardus Papiensis (publicada en 1192) ; la Compilatio Secunda fué la obra de Johannes Galensis, de Gales, que la compiló basándose en dos colecciones privadas anteriores (la de Alanus y la de Gilbertus), mientras que la Compilatio Quarta, formada por Johannes Teutonicus contenía las decisiones del Cuarto Concilio de Letrán (1125) y cierto número de Decretales de Inocencio; sc publicó a principios del verano de 1216, la pero no obtuvo la aprobación papal. 20 A Judicinrius, fols, 83-94, y sus Distincfiones, fols. 105 122vb. Las Quaestiones Londinenses, están en el BM., manuscrito real 9 E. VII, fols. 191-198v, y fueran escritas entre 11% y 1198. en Mélanges Fitting, vol. 1, 1907, pp. 198-201, y 17 Cf. también ESMEIN, FOURNIERen Nouvelle R m e Hisforique de Droit fran~aiset étranger, 1890, pp. 80 f f . 18 Extra. Véase v. 5. 19 Véase KUITNERen Miscellanea Mercati, pp. 626-7. 20 JOHANNEC TEU~NICUS que presentó su trabajo a Inocencio, abandonó la curia "ira sucensus". Véase la transcripción del informe en el manuscrito Vat. Bargh. 45, fol. 23r. núm. 13, de KUTTNER, IOC. cit., pp. 626-633. HONORIO I I I : PROHIBICION DE LOS ESTUDIOS JURIDICOS 287 estas colecciones sólo se les otorgó, por decirlo así, un reconocimiento académico a través de las escuelas de Derecho; incluso las denominaciones Prima, Secunda, etc., fueron nombres que los profesores de Derecho canónico dieron a las compilaciones. Junto a estas colecciones reconocidas académicamente habia muchas otras privadas que, sin embargo, no gozaron de tal favor. Hasta 1234 Gregorio IX no publicó oficialmente la mayor parte de las decretales contenidas en las cinco compilaciones anteriores: 1.a Gregoriana fué por consiguiente el primer texto canónico legal oficial. Dada esta situación jurídica de las cosas es un eufemismo por parte de Honorio 111 hablar del Derecho canónico existente, ya que según palabras de la bula de publicación de Gregorio I X ( 5 de septiembre de 1234) las constituciones, decretales y cartas de los Papas estaban dispersas por distintas partes; y la razón de la publicación de la Gregoriana fué precisan~ente poner fin a esta confusión intolerable. Las consccucncias del decreto de Honorio dentro de la esfera politica no son dificiles de ver. Precisamente en esa época las aspiraciones políticas del Papa habían alcanzado su zenit. E l pontificado de Inocencia 111 habia dejado huella en casi todos los paises europeos, y la autoridad papal, hábilmente estimulada y apoyada por la doctrina canónica, jamás se sintió tan fuerte, en ninguna unidad política, como en el Imperio. A ello contribuyeron las peculiares circunstancias creadas después de la muerte de Enrique VI que ayudaron enormemente a promover en forma activa el objetivo de toda la ~olíticapapal en la Edad Media: la sumisión del Emperador al Papa. E l Rcgistrum de negotio Romani imperii 21 contiene elocuentes testimonios de los audaces propósitos de la Curia Romana. En la época en que Honorio fué elegido Papa, el joven Federico 11 era todavía un obediente hijo de la Iglesia; no existía rl más remoto indicio de que se convertiría en el niás mortal enemigo de todo lo que se relacionase con el Papado. Mas no era, naturalmente, la persona del Emperador la que se oponía al papado, sino las ideas políticas que se guardaban como reliquias en las leges, es decir, en el Derecho romano que convertía al Emperador no sólo en el dontinus mundi, sino que hacía también universalmente aplicables sus leyes. E l conflicto entre el Imperio y el Papado fué el de predominio de un cuerpo legal sobre otro: concernía a la supremacía del Derecho romano o del canónico. Más que ningún otro factor especial, era el derecho 21 Impreso en Migne, Patr. Lat., vol ccxvi, y ahora editada nuevamente por \V. HOLTZMANN, D a Register des E'apstes Innozens I I I , vol. i, Bonn 1917-8, cobre las bases del facsímil del manuscrito del Vaticano. 288 WALTER ULLMANN del Emperador que, de acuerdo con los designios curiales, tenía que dar paso al derecho del Papa. Las leges procedentes de la Roma antigua constituían la médula de las pretensiones imperialistas, y se mostraban como la barrera ideológica más infranqueable a los propósitos del Papa. De ahí que era una cuestión secundaria el que existiese o no un gobernante personal del imperio. Según los planes papales, el punto de ataque no era tanto el Emperador como sus leyes, que exigían universalidad de aplicación y que estaban apoyadas por el mito de la veneración que irradia de una institución antigua y especialmente romana. Pero cuando se pudo demostrar que estas leyes ya no se obedecían por que se habían vuelto anticuadas, y sobre todo en un país vital como Francia, las pretensiones imperiales perdieron gran parte de su fuerza inherente. No debemos olvidar el hecho de que cuando Honorio 111 publicó el decreto "Super Speculam", Federico 11 era, todavía, simplemente rey de los romanos, ya que aún no había sido coronado Emperador por el Papa Honorio 111. La coronación no tuvo lugar hasta el año siguiente. En este decreto, pues, podemos ver claramente cobijada una peligrosa manifestación de los perennes designios papales de privar al Derecho romano de su carácter universal. El decreto constituía un importante eslabón en el despliegue de los argumentos papales que iban a debilitar la causa del Imperio y a fortalecer la suya. Tal vez el primer Papa polí~ticode la Edad Media, Inocencio IV, también reconoció en el estudio de las leges una continua amenaza al avance de los objetivos papales. No es de extrañar, por tanto, que este Papa en 1253, extendiese la prohibición de Honorio 111 a Inglaterra, Escocia, Hungría, España, y a toda la Francia medioeval. 22 - 22 Véase BULAEUS,Historia Universitatis Parisiensis, tomo iii, pp. 265 f , SAVIGNY,O ) . cit., "01. iii. pp. 369-70, DENIFLE,Chartulanium Universitatis Parisiensis, vol. i. núm. 235, y M A ~ H E W PARIS,Chrotlica Majova, vol. vi (Additamenta), PP. 293-5; esta bula de Inocencia la imprimió también Fournier, loc, cit., PP. 118-9. DENIFLE, IOC.cit., duda de la autenticidad de esta bula "Dolentes" (que está dirigida a "omnibus praelatis in regno Franciae, Angliae, Scotiae, Walliae, Hispaniae et Huiungariae conititutis), pero FOURNIER, con buenos razonamientos, disipa estas dudas pp. 98 f f . En esta contextura habría que tener en cuenta que Inocencio IV que fundó la Universidad de la Corte Romana (1241245) y quien tanto prorrumpió en invectiva~contra el estudio del Derecho romano (que "affliguntur liberi, et servi obtinent principatum"), a pesar de ello alentó de manera especial el estudio del gran jurista para desconocer el valor del Derecho romano para el desarrollo de la mentalidad jurídica y reconoció plenamente que el Derecho canónico sin el romano no era H O N O R I O I I I : PROHIBICION DE LOS E S T U D I O S JURIDICOS 289 Las consecuencias políticas del decreto de Honorio fueron mal intcrpretadas por el canonista Gascón en sus glosas. E n primer lugar, según dice Guillermo refiriéndose a Justiniano, las leyes civiles no se consideran secuela indigna del Derecho canónico 23 y aquéllas que no sigan esa línea pueden ser impunemente incumplidas, 24 con la consecuencia de que no existe realmente raison d'Etre para las leyes civiles, especialmente cuando no se utilizan. Y esto lleva al glosador al segundo punto. Elogia a Honorio por emplear el término Icges, ya que de ese modo el I'apa no excluía las leyes lombardas, que, según sostiene Guillermo, estaban todavía en uso2" y que, junto con el Derecho consuetudinario tenían fuerza de ley. 2"stas leyes, pues, son inofensivas porque nunca serán otra cosa que leyes territorialmente limitadas: carecen precisamente de los rasgos ofensivos que las leyes imperiales manifiestan de manera flagrante. Además, como dice Johannes Teutonicus, bajo el término "raro", los casos raros que no pueden decidirse por el Derecho canónico, sin duda no justificarían un posterior reconocimiento de las leyes civiles, precisamente porque seria vano deducir una norma de acontecin~ientosmuy raros, tales conio la resurrección de Lázaro o el nacimiento de un niño monstruo y otros parecidos. De ahí que fundándonos también en esta consideración, la raison d'etre de las leyes civiles está en suspenso, y por tanto la deducción es absolutamente simple : las leyes romanas civiles se habían vuelto anticuadas. Sin embargo el ataque, en una forma más o menos velada, al Derecho civil romano fué solaniente una de las razones que motivaron la publicación de la bula "Super Speculam" de Honorio 111. La otra razón igualmente importante, es no menos política, a saber, dar el apoyo papal a la monarquía francesa, a fin de asegurarse como un eficaz aliado en la contienda contra el Imperio a una nación que se encumbraba vigorosamente, y en esta segunda razón podemos encontrar, muy bien, un anticipo de la politica seguida un siglo más tarde durante los pontificados de Clemente V y más que una cáscara vacía. Pero el estudia del Derecho romano tuvo que ser llevado a cabo dentro de las murallas protegidas de la Universidad Romana. 23 Aufhenticum, coilatio vi, xii, 1; véase también v. 9. 24 "Dic.. . secundum eas posse judicari, si concordant cum ranone.. . sed si contradicant, non.. ." 25 s. v. "leges": "Bene dicit ad differentiam lombardae, qua utuntur". 26 "Utuntur etiam jure consuetudinario sive generali sive speciali, quod pro lege accipitur." 290 WALTER ULLMANN Juan XXII. El extinto Hastings Rashdallz7 ya aludió a esta génesis del "Super Speculam" cuando dijo que el Papa "fué secundado en su obra por la sospecha del rey francés de que existia un sistema legal que perjudicaba la supremacía del derecho consuetudinario de su pais en los tribunales de su capital". Y Sir Maurice Powicke llama la atención sobre una ordenanza de Felipe IV que demuestra que Felipe Augusto cooperó en la consecución del decreto, para hacer hincapié en la validez e independencia del Derecho consuetudinario francés. E n la discusión acerca de la extensión y alcance del término usado en la bula, "parisiis, civitatibus seu aliis locis vicinis", en que se prohibia el estudio y enseñanza del Derecho civil, el canonista gascón afirmó que por esta prohibición "crescit regis" (scil. potestas). La interpretación de Guillermo no se debilita por su explicación del término "vicina" que, dice él, significa una distancia a cubrir en dos dias. "Sed quae loca dicis esse vicina? Forte usque ad duas dietas". Aqui, Guillermo simplemente adopta la terminologia de un "lugar no demasiado remoto" que fué dada por Inocencia IIT en el IV Concilio de Letrán unos años antes (1215). a V e r o no fue algún lugar remoto lo que interesaba, sino la capital de Francia donde Felipe Augusto era vulnerable. A él no le perjudicaba el hecho de que se fundara una escuela de derecho a tres o cuatro dias de distancia de Paris. Sin embargo, el gascón cuidó muy bien de decir que esta prohibición se restringia territorialmente y que seria absurdo sostener - por más que se concibiera que los términos de Honorio eran aplicables al mundo entero: es preciso dar esta definición de vecindad, dice Guillermo, "alias sequeretur, quod una civitate ve1 loco interdicto totus mundus esset interdictus, quod esset absurdum". El contenido posterior de su Apparatus tiene poco interés actualmente y no toca los aspectos políticas del decreto. Los dos glosadores señalan que los que desobedecen esta prohibición están a la altura de los asesinos de clérigos y monjes; que se debe tener especial cuidado en lo que concierne a la enseñanza secreta del Derecho civil, de manera que "omnis 27 The Universities of Europc in the Middle Ages, ed. F. M . POWICKE y A. B. EMDEN, vol. i, p. 323. 28 Ed. cit., loc. cit., p. 322, note 2, y FOURNIER, IDC. cit., P. 106. 29 s. v. "parisiis". 30 c. 37, y Comp. IV, 1. De Rescriptis, c. Nonnulli 31 Con una referencia al Decretum, CXVII, q. iv., c. 29, y C. XXIV, 2. vii, c. 30. HONOR10 111: PROHIBICION DE LOS ESTUDIOS JURIDICOS 291 fraus evitetur" ; que no se permite a ningún obispo la concesión de dispensa de esta prohibición 3z cuya violación entraña automáticamente la excomunión, etc. Sin embargo, a pesar de que ambos canonistas apoyaban el decreto de Honorio que prohibía a todos los clérigos el estudio del Derecho romano, su Apparatus no es un ejemplo digno de imitación para sus hermanos canonistas; sus glosas tienen tantas citas del Derecho romano como del canónico. No podemos dejar de recordar la recepción bastante desfavorable que la primera generación de canonistas tributó al decreto de Alejandro 111. Aunque Alejandro únicamente prohibía a los monjes frecuentar las universidades para estudiar Derecho civil y medicina -y esto por razones completamente diferentes a las que movieron a Honorio-, algunos canonistas, si podemos creer al inglts Alanus, interpretaron la prohibición de Alejandro de modo que los monjes que iban a la universidad con la intención de estudiar Derecho ( o medicina), para ser útiles después a sus monasterios, no la violaban "Hanc prohibitionem non intelligunt (scil. quidam) in casu, ubi in tali intentione audire volunt." 34 Al igual que eii muchos otros aspectos el pontificado de Inocencio 111 contribuyó considerablemente a aumentar la rigidez de actitud de los canonistas, incluso hacía decretos de espíritu tan cerrado y antiliberal como el "Super Speculam". 32 "Dico episcapum non posse dispensare quantum ad leges et physicam, secus circa alias facultates non prohibitas . . . G." 33 Extra, III, 1.3. 34 Esta glosa de ALANUSse incorporó en el Appamtus de TANCREDO en la Colnpilntio Prima, III Ne clerici, c. Ejon magnopere (c. 2 ) s. v. "leges", fol. 38cb, del manuscrito C. 111 4, Durhaln Cathedral Chapter Library. ALANUSintrodujo este ... pasaje: "Quidam tamcn dicunt, quad pro necessitate monasterii liceat eis physican et legec seacularec audire". Es digno de mencionar que este informe de A L A N U ~ no se repitió por parte de los canonistas posteriores que consultamos.