Los Libros Editorial Nascimento, 'Santiago, I La artlsta chilena Inés Bordes se determind a presentar sus memorias y en este quehacer se ha mostrado como una avezada y COrrecta escritora, que sabe sacar provecho del suspenso y del diálogo. Todo el contenido de este volumen manifiesia' que em /a autorq existe una mujer ambivalente: la artista y la persona que no tiene reparo zlguno en contar escenas de su agitad@vide en la vasta escena del mundo. YY mire usted si hay e,d sodios interesantes y de calibre en e/ '%urrículum" de esta nerradoral Comienza por trasportarnos a fines de . la época del 30 cuando ella se lanza a la ciudad de Buenos Aires en un neto afán de conquistarse el mundo porteño $on su voz y su figura; por allá entabla amatad, sin indicar cdmo, con quien debía figurar en primera plana en elgran tinglado de la fama: Eva Perón. El poco tiempo que el azar las "{untaestá bien rememorado en estas páginas, siendo tal encuentro eí cuadro más sobrbsaliente escrito por In& Bordes en su conjunto de remembranzas. En parte se refiere asía su' amiga . argentin&: "'fir0 mientras yo permanecfa en el espiritualisrno romántico, ella acusaba ya sus rasgos dominantes: su frialdad de cálculo, su metódica absorcidn de las personas que pudieran favorecerla o ay& dalla. ,Ay, Evita! Cuánto se ha escrito eri el mundo sobre ti". Tal como lo indica el prologuista . -Julio barrenechea, Premio Nacional en Letras- no se detiene a deta- , tlar su vida artística como cantante de ópera y otras piezas líricas: sólo soslaya su atcncidn en el campo operático; y realmente lo la.mentamos, porque era la persona m8s scofiafada para darnos e conocer tresfon- -. dos y aristas de valor en es,ta parceta ' del arte drama. tico. Se detiene con más cuidado. en indicarnos sus amores con un muchacho ihileno con quien v.¡ve en duenos Aires y a quien quíra la vida un accidente automovilístico; y con un escritor de Italia durante su per: manencia en .la penfnsura como agregado cultural Be nuestra embajada. En e/ conjunto se VB expedición, agilidad y un dejo de picardía, que sazofia con gracejo el sutil relato ae re-. cuerdos. Alberto Amaño, S.J.