Mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el paisaje, el pan… Porque estamos llamados a ser luz Realizando la labor de Cristo De la mano de María Porque creemos que para alcanzar el don de la Paz y la Justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del AMOR En esta tierra de gracia Día a día vivimos nuestra Vocación