St Paul 06/10/2015 – Maplewood 06/25 La paz se logra cuando aceptamos al que ya ganó la guerra 1 Reyes 4:20-25 Introducción: Apogeo de Salomón En el capítulo 4 vimos que Salomón llevó el reino a su apogeo. Las características de su reino fueron la paz y la prosperidad. Ahora, ¿no es la paz es lo que nos gustaría tener a nosotros? Quizá podríamos llamar a Salomón, un príncipe de paz, mientras que David era un hombre de guerra. I. Paz lograda por una guerras anteriores: 1 Samuel 16:18 Pero la paz que disfrutaron Salomón y sus súbditos en el reino, había sido posible por medio de David, un hombre de guerra. Ahora, esto tiene una aplicación espiritual para nosotros. Nos gustaría pensar que Dios simplemente perdona el pecado como un acto meramente sentimental. Pero, estimado oyente, Dios no perdona el pecado en un nivel tan bajo como ese. Se tuvo que librar una batalla y fue necesario realizar un gran sacrificio. Sangre ha sido derramada a fin de que podamos tener el perdón de nuestros pecados. El Señor Jesucristo ha hecho la paz, mediante la sangre derramada en la cruz. Es solo por Su sangre, que podemos entrar a disfrutar de una verdadera paz. Isaías 53:5 // Hechos 17:11 El Príncipe de la vida y el príncipe de las tinieblas estaban en conflicto. El Príncipe de la vida prevaleció, pero a un costo infinito. Su triunfo es nuestra salvación... ¿No tuvo nuestro Salvador algo que vencer? ¿No libró la batalla con el príncipe de las tinieblas hasta que fue vencedor en cada punto? Entonces dejó la obra directamente en las manos de sus seguidores. Tenemos algo que hacer. ¿Acaso no tenemos la porción del vencedor, para trabajar en pos de la victoria y obtenerla? ¿No hemos de proseguir paso a paso en conocer al Señor, hasta que veamos que como el alba está dispuesta su salida?—Manuscrito 1, 1889. (El Cristo triunfante, p. 289) II. Apoyo de la familia En los primeros seis versículos de este capítulo 4, tenemos una lista de los jefes de Salomón. Al parecer, algunos eran hijos de los hijos de David, lo cual quiere decir que eran sobrinos de Salomón. Veamos ahora el versículo 7, Con el apoyo de todos vivieron en abundancia Esta fue una era de gran prosperidad y paz. Las guerras habían terminado. Había gran abundancia para todos. Y esto, estimado oyente, es simplemente un pequeño vislumbre del reino que vendrá sobre esta tierra cuando el Señor Jesucristo regrese. Y el versículo 25 nos dice: "Judá e Israel vivieron seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón." Unidad, amor y paz—Hagan los padres y las madres una promesa solemne al Dios a quien profesan amar y obedecer, de que por su gracia no disputarán entre sí, sino que en su vida y genio manifestarán el espíritu que desean ver manifestado por sus hijos.4 HC 157.2 Los padres deben tener cuidado de no tolerar que penetre en el hogar el espíritu de disensión; porque constituye uno de los agentes de Satanás para dejar su impresión en el carácter. Si los padres están dispuestos a luchar por la unidad en el hogar mediante la inculcación de los principios que rigieron la vida de Cristo, la disensión será desterrada y reinarán la unidad y el amor. Los padres y los hijos participarán del don del Espíritu Santo.5 HC 157.3 III. Sabiduría de salomón: Leamos ahora los versículos 29 y 30, en los que nuestra atención se enfoca en La gran sabiduría de Salomón y su fama "Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y tan dilatado corazón como la arena que está a la orilla del mar. Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales y que toda la sabiduría de los egipcios." Recordemos que el oriente es también el lugar de donde vinieron los magos o sabios que visitaron a Jesús en Belén. Y el versículo 31 dice: "Fue más sabio que todos los demás hombres, más que Etán, el ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol. Y fue conocido entre todas las naciones de los alrededores." En este versículo se mencionan cuatro sabios sobresalientes. Y ya que en este programa la sabiduría del rey Salomón ha ocupado un lugar prominente, recordamos uno de los proverbios que escribió este rey. Se encuentra en Proverbios en el capítulo 1:7, y dice allí: El principio de la sabiduría es el temor del Señor. Nadie puede obtener el conocimiento de los asuntos espirituales comenzando por el lugar equivocado, negándose a reconocer el carácter de Dios. Por supuesto, no se trata de despreciar la sabiduría humana que, después de todo, proviene de Dios. San Pablo, en su carta a los Romanos 1:22 habló de los seres humanos que se enorgullecieron en sus razonamientos y su necio corazón se quedó a oscuras. Pretendiendo ser sabios, se convirtieron en seres ignorantes de la gran realidad de Dios, del universo que Él creó y de la condición lastimosa de la humanidad. IV. Llamado Al conocer a Dios y establecer una relación con Él, al conocer Su amor revelado al enviar a Jesucristo al mundo para morir en una cruz y redimirnos, recibimos la vida eterna y aprendemos a disfrutar de la vida en esta tierra con una existencia que agrada a Dios, y que constituye la manera más sabia de vivir, una manera de vivir en paz con Dios, con uno mismo y con los demás.