6 LA VANGUARDIA I N T E R N A C I O N A L La policía evita otro atentado suicida checheno XAVIER BATALLA Negocio electoral La violencia del atentado del viernes contra un tren de cercanías en el Cáucaso norte fue de tal magnitud que, por el momento, las autoridades rusas son incapaces de identificar a una docena de cadáveres. El Departamento de Situaciones de Emergencia de la región de Stavropol elevó ayer el número de víctimas mortales a 42, después de que confirmara la muerte de dos heridos graves que habían ingresado en el hospital. En total 155 personas permanecían ayer en los centros sanitarios, 21 de ellas en estado muy grave, lo que podría hacer aumentar el número de muertos en las próximas horas. Según los últimos recuentos, el número de heridos superó los 220. El atentado se produjo a las 7.42 MIKHAIL METZEL / AP horas del viernes cuando el tren de cercanías que cubría la ruta Kislo- Un herido del atentado del viernes sale del hospital junto a su hijo y su mujer vodsk-Mineralnie Vodi se encontraba cerca de la ciudad de Esentuki. La potentísima exploAyer también se supo que la policía de la República de sión partió por la mitad el segundo vagón del convoy. La Ingushetia, vecina de Chechenia, evitó el mismo viernes mayoría de las víctimas eran trabajadores que se desplaza- que se produjera otro atentado en la zona. Los agentes se ban a primera hora de la mañana a sus puestos de trabajo y incautaron de un vehículo de la marca Volga en el pueblo estudiantes que acudían a la universidad o al colegio. Los de Karabulak. Tras interrogar a la dueña del coche comproservicios secretos rusos indicaron que el atentado fue come- baron que guardaba una gran cantidad de explosivos en su tido por cuatro terroristas, tres mujeres y un hombre, aun- casa. Las autoridades rusas creen que la mujer estaba recique dos de las mujeres al parecer lograron apearse del tren biendo entrenamiento de los terroristas chechenos para poco antes de la explosión. convertirse en una kamikaze suicida. – G. ARAGONÉS La excesiva burocracia heredada de la URSS sigue lastrando Rusia El número de burócratas no sólo no baja, sino que ha subido desde 1994 Viene de la página 4 vos. Las cifras indican que el número de burócratas rusos no sólo no ha descendido, sino que ha aumentado desde 1994. La estadística oficial (Goskomstat) indica que el número de funcionarios en el sistema judicial ese año era de 102.600, mientras que en el 2000 alcanzaba los 115.200. En la Administración política había 894.400 en toda Rusia en 1994, que pasaron a 1.029.500 hace tres años. Junto a estos cambios, Rusia tendrá que adaptar su sistema bancario a las necesidades de un rápido crecimiento. Actualmente, el sistema bancario ruso es una mera colección de instituciones bancarias, “inútiles cuando se enfrentan a los retos de la macroeconomía rusa”, dice el informe de Renaissance Capital. Algunos observadores señalan que sería de gran importancia que los dos partidos liberales, la Unión de Fuerzas de Derechas y Yabloko, logran hoy una fuerte representación en la Duma. “Son los que mejor comprenden la política y pueden impulsar las leyes en los comités del DOMINGO, 7 DICIEMBRE 2003 Parlamento”, asegura Chris Granville, analista político del banco de inversiones de Moscú UFG. Los sectores empresariales están especialmente satisfechos de los avances logrados en las reformas sobre impuestos y sobre la justicia. “Ahora, muchos empresarios acuden a los juzgados para resolver sus problemas. Antes eso era im- Los empresarios acuden cada vez más a los juzgados para resolver sus problemas pensable y se solucionaban de forma personal.” Los empresarios pequeños y medios tienen ahora varias alternativas para elegir cómo pagar sus impuestos, si dependiendo de sus ingresos, de los resultados finales, o incluso acogerse al régimen general. La aprobación el año pasado de la ley sobre Tribunales de Arbitraje, los cambios en el Código Penal o la creación de un Código de Conducta empresarial son varios de los cambios significativos en el sistema judicial ruso dirigidos a la empresa. Pero estos cambios no se aplican completamente, y ese es uno de los retos para el Gobierno de Putin. Ha de vencer la resistencia del propio “lobby” judicial. Esta situación sólo permitirá que las reformas se vayan aplicando poco a poco a lo largo de la siguiente década. Donde el Kremlin puede encontrar una china en el zapato demasiado grande es en la reforma del sector eléctrico. Este debería liberalizarse poco a poco, y abandonar la férrea regulación sobre la producción y la distribución. De momento el Estado mantiene el control para evitar los abusos del monopolio actual. Este es uno de los principales obstáculos para que Rusia entre en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya que liberalizar los precios podría suponer un aumento de la factura de la luz, actualmente subvencionada, algo que la mayoría de la población rusa no podría soportar.c V asili Kliuchevski, historiador ruso de antes de la revolución, explicó de la siguiente manera cómo se fabricó el primer zar que trató de arrastrar a los rusos hacia Occidente: “Pedro (el Grande) tomó de la vieja Rusia el poder absoluto, las leyes y la estructura de clases; y de Occidente se quedó con el conocimiento tecnológico para reorganizar el Ejército, el Gobierno y la economía”. De Vladimir Putin, mitad autócrata ruso y mitad occidental por razones económicas, se puede decir algo parecido. Rusia perteneció a la familia europea cuando las tropas del zar formaban parte de las grandes coaliciones como la Santa Alianza, en 1814. Y cien años después, cuando los europeos intervenían fuera del continente, como en la guerra de los bóxers en China, los rusos también formaron parte del concierto europeo. El día que los rusos fueron vencidos por los japoneses, toda Europa se sintió humillada por la derrota del hombre blanco. Las cosas cambiaron con la revolución de octubre, que abrió una fosa entre el Este y el Oeste. La revolución comunista partió a Europa y al mundo en dos, pero los manuales de historia soviéticos continuaron glorificando a Juana de Arco, al filósofo italiano Campanella o a Diderot. Después, Europa redescubrió el carácter asiático de Rusia. Y el campeón en esta disciplina fue Hitler, que presentó su lucha contra el bolchevismo como un combate entre la civilización y Asia. En el verano de 1941, los cámaras de Goebbels seleccionaban a los prisioneros rusos con facciones mongolas para filmar lo que, en su opinión, era la auténtica cara de Rusia. La Unión Soviética se convirLOS OLIGARCAS tió en la anti-Europa. Con Mijail Gorbay ejecutivos pueden chev la situación volvió a cambiar. El últicontrolar hasta el mo heredero de Lenin se distanció de la 60% de los escaños diplomacia basada en la rivalidad Estedel Parlamento ruso Oeste y puso el acento en la cooperación internacional. De esta manera pretendió pasar del mundo bipolar a la casa común. Pero a Gorbachev, que quiso ser Papa y Lutero al mismo tiempo, lo devoró la revolución que él mismo había puesto en marcha. A Boris Eltsin, sucesor de Gorbachev, ni le pasó por la cabeza ser Papa, como demostró con su operación contra el credo soviético. Pero tampoco fue Lutero, por mucho que hablara de reformas. Y Vladimir Putin, sucesor de Eltsin, parece haber encontrado un atajo para acercarse al mundo occidental. Hoy se celebrarán elecciones parlamentarias en Rusia, primer paso antes de los comicios presidenciales del próximo marzo, en los que Putin se juega la reelección. Están en juego 450 escaños, y los candidatos se reparten entre 23 partidos, uno de los cuales, Rusia Unida, es el que sostiene el presidente. ¿Unas elecciones, pues, al estilo occidental? Más de lo que uno se puede imaginar: como mínimo, una cuarta parte de los candidatos, según “The Moscow Times”, representa a los grandes negocios. Yukos, la primera compañía petrolera rusa, financia a las fuerzas liberales y, por si acaso, a los comunistas. Y los amigos de Putin, que han metido en la cárcel al anterior presidente de Yukos, el magnate Mijail Jodorkovsky, también tienen sus propios oligarcas. Dimitri Orlov, subdirector del Center for Political Technologies, con sede en Moscú, ha declarado a “The New York Times” que, según sus cálculos, el 60 por ciento de los escaños irá a parar a oligarcas y ejecutivos más o menos camuflados. No está nada mal. Lo que aún no está claro es si, por este atajo, Vladimir Putin dejará pequeño a Pedro el Grande.c