Dedo en resorte. Es una de las causas más frecuentes de dolor e incapacidad. La afección ocasiona un atrapamiento o salto doloroso del tendón flexor comprometido cuando el paciente extiende y flexiona el dedo. Es más frecuente en mujeres de mediana edad. Podemos distinguir dos tipos de dedo en resorte: - Dedo en resorte primario En el dedo en resorte primario, el que se afecta con mayor frecuencia es el pulgar seguido del dedo anular, medio y meñique. Imagen 2º dedo en resorte - Dedo en resorte secundario Son más frecuentes en diabéticos, pacientes con gota y artritis reumatoide Dr. Homid Fahandezh-Saddi Díaz www.madridtrauma.com Clínica: El paciente acude a la consulta refiriendo dolor a nivel de la palma de la mano sobre el pliegue palmar distal. Se puede palpar un nódulo en dicha localización con o sin bloqueo asociado. En las fases iniciales únicamente el paciente refiere dolor, posteriormente aparece un nódulo en Polea A1 con bloqueo a la movilización pasiva y después con la activa. El último estadio es cuando aparece una actitud en flexión por colocación de la cascada digital en una posición antiálgica. Polea A1 Patofisiología: Normal Dr. Homid Fahandezh-Saddi Díaz Patológico www.madridtrauma.com Clasificación: Grado I (Preengatillamiento): dolor, antecedente de atrapamiento no evidente en el momento de la exploración con dolor a la palpación de la polea A1. Grado II (Activo): atropamiento demostrable Grado III (Pasivo) atrapamiento demostrable que requiere la extensión pasiva o incapacidad para flexionar activamente. Grado IV: Contractura fija en flexión de articulación IFP El diagnostico es básicamente clínico. Es adecuado hacer una radiografía para descartar una lesión ósea. El tratamiento inicial es conservador, mediante ejercicios, AINEs, férulas y cambios de actividad. Cuando no mejoran, se puede infiltrar obteniendo un alivio de síntomas en un 70% en dedos largos y un 90% en primer dedo. Cuando fracasan las infiltraciones, se puede realizar una intervención quirúrgica. Infiltración tercer dedo resorte Dr. Homid Fahandezh-Saddi Díaz www.madridtrauma.com Intervención quirúrgica: Esta puede ser mediante cirugía abierta o percutánea. a) La cirugía abierta, se basa en la apertura de la polea A1 en dedos largos y de polea T1 en pulgar. Hay que identificar los paquetes neurovasculares primero y posteriormente abrir la polea A1 si se trata de dedos largos o T1 se trata del pulgar, teniendo cuidado de no abrir la polea A2 para evitar cuerdas de arco de los tendones flexores. Los resultados habitualmente son satisfactorios. Las complicaciones que pueden surgir son el dolor en la cicatriz, la infección (más frecuente en diabéticos) y la lesión neurovascular. Cirugía abierta: apertura polea A1 b) Una alternativa es la cirugía percutánea. Se realiza con la ayuda de una Aguja IM y anestesia local. Se basa cociendo una serie de referencias anatómicas previas, en identificar la zona de seguridad y abrir con un Dr. Homid Fahandezh-Saddi Díaz www.madridtrauma.com mínimo gesto la polea afectada. Es importante realizar esta técnica en cadáver antes de practicarla en pacientes, puesto que no esta exenta de riesgos, especialmente de lesiones neurovasculares. Dr. Homid Fahandezh-Saddi Díaz www.madridtrauma.com