PÚBLICO Servicio de Noticias: 085/00 ÍNDICE AI: AFR 51/06/00/s EMBARGADO HASTA LAS 13:00 HRS GMT DEL 10 DE MAYO DEL 2000 Sierra Leona: Una amenaza real e inmediata a los derechos humanos fundamentales de la población civil El grave deterioro de la situación de seguridad en Sierra Leona plantea una amenaza real e inmediata a los derechos humanos fundamentales de millares de civiles, tanto en Freetown, la capital, como en las provincias, en la mayor crisis que ha sufrido hasta ahora el proceso de paz en este país, ha señalado hoy Amnistía Internacional. Los abusos cometidos por las fuerzas rebeldes durante el conflicto armado que se libra en Sierra Leona han alcanzado el mayor grado de gravedad conocido: homicidio, amputación de brazos y piernas, secuestro, violación sexual y otras formas de agresión sexual. Amnistía Internacional ha venido documentado estos abusos, que persisten pese a la firma del acuerdo de paz en julio de 1999. «La seguridad de la población civil debe ser la principal preocupación de la comunidad internacional —manifestó Amnistía Internacional—. Las Naciones Unidas (ONU) tienen la obligación de asegurar que se protege a los civiles de las atrocidades que han venido sufriendo a lo largo de los años de conflicto armado.» Las Naciones Unidas La semana pasada, la Misión de las Naciones Unidas en Sierra Leona (UNAMSIL) sufrió un grave revés cuando aproximadamente 500 de sus soldados fueron capturados por las fuerzas rebeldes del Frente Revolucionario Unido. Las tropas de mantenimiento de la paz de la ONU, que actualmente cuentan con unos 8.700 soldados, han conseguido desplegarse en zonas del norte y este del país que todavía están bajo el control efectivo de los rebeldes. Su despliegue gradual tuvo consecuencias positivas en materia de reducción del índice de abusos contra civiles. Las tropas de la ONU tienen el mandato de proteger, dentro de sus posibilidades y en sus zonas de actuación, a los civiles que corren peligro inminente de sufrir ataques contra su integridad física. «Condenamos cualquier acción que impida que las tropas de mantenimiento de la paz de la ONU cumplan con su mandato de proteger a la población civil», ha declarado Amnistía Internacional. En estos momentos la ONU, algunos gobiernos de África occidental y la comunidad internacional en su conjunto están desarrollando intensas actividades diplomáticas al más alto nivel con el fin de resolver la crisis precipitada por la captura de las tropas de mantenimiento de la paz de la ONU. Las medidas urgentes que se están adoptando para reforzar el contingente de la UNAMSIL deben tener en cuenta la necesidad de asegurar que todas las tropas desplegadas cuentan con la capacitación y el apoyo logístico necesarios para impedir que la población civil sufra más abusos contra sus derechos humanos. La impunidad El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha manifestado que el dirigente del Frente Revolucionario Unido, Foday Sankoh —que ha ocupado un importante puesto de gobierno en aplicación del acuerdo de paz de 1999—, es responsable de esta última crisis y debe rendir cuentas de sus acciones. «La viabilidad del acuerdo de paz se vio socavada desde el principio porque, al decretar una amnistía indiscriminada, omitió abordar la cuestión de los graves abusos contra los derechos humanos, incluidos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, cometidos durante el conflicto —ha señalado Amnistía Internacional—. El acuerdo de paz firmado en Lomé no fue apuntalado ni por la justicia ni por la rendición de cuentas.» Es evidente que el Frente Revolucionario Unido no ha observado las más importantes disposiciones del acuerdo de paz. En consecuencia, los miembros del Frente, incluido su dirigente Foday Sankoh, no deben seguir disfrutando de la amnestía otorgada en el acuerdo. De cualquier manera, esta amnistía no abarca los abusos cometidos desde julio de 1999, y se debe hacer comparecer ante la justicia a los responsables de que hayan continuado los homicidios, las mutilaciones, las violaciones sexuales y los secuestros. «La persistente crisis política y de derechos humanos que afecta a Sierra Leona no se resolverá mientras los perpetradores de abusos contra los derechos humanos sigan disfrutando de impunidad», ha manifestado Amnistía Internacional. Los refugiados Varios centenares de civiles sierraleoneses están tratando de abandonar el país. Algunos han cruzado la frontera con la República de Guinea desde el distrito de Kambia, en la Provincia del Norte, pero los que han conseguido entrar en Guinea han afirmado que los combatientes del Frente Revolucionario Unido están impidiendo que otras personas se desplacen fuera de Sierra Leona. «No debe impedirse que la población civil abandone las zonas del país donden corre peligro su vida y su seguridad», ha señalado Amnistía Internacional. Los países de la región —especialmente la República de Guinea, donde varios cientos de miles de sierraleoneses han buscado refugio huyendo de los abusos, tanto durante el conflicto como desde la firma del acuerdo de paz— deben asegurar que no se impida la entrada en ellos de las personas en peligro. La comunidad internacional también debe asegurar que se garantiza la seguridad de los refugiados. Más de un millón de civiles que se han convertido en desplazados internos a causa del conflicto corren ahora un riesgo creciente de sufrir abusos. La ayuda militar a las fuerzas rebeldes Continúa en vigor una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se prohíbe la venta y el suministro de armas, munición y otro material militar a las fuerzas rebeldes de Sierra Leona. Dada la espantosa magnitud de la violencia infligida por las fuerzas rebeldes a la población civil, puede suponerse que cualquier ayuda militar —armas, munición y combatientes— que se preste a las fuerzas rebeldes contribuirá a que continúen las violaciones de la legislación internacional sobre derechos humanos y del derecho internacional humanitario. «El Consejo de Seguridad de la ONU, junto con los gobiernos de Liberia, la República de Guinea y otros países de la región, debe adoptar todas las medidas que estén a su alcance para impedir que la ayuda militar llegue a manos de las fuerzas rebeldes», ha declarado Amnistía Internacional. ****************************************************************************** Si desean más información, pónganse en contacto con la oficina de prensa de Amnistía Internacional en Londres, Reino Unido, en el número + 44 20 7413 5810 o en el teléfono móvil internacional + 44 778 472 119, o visiten nuestro sitio web en http://www.amnesty.org.