HIROSHIMA, MON AMOUR

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a.a, por la mayoraí de los críticos
nés a quien ella está, quizas, destinada a rechazar
en la nada del olvido, en caso que borrara también
memoria su primer amor.
OMENCEMOS por repasar el argumento, tal deLasuaventura
fue tan atroz que quisiera
como lo sintetiza Henri Agel (Eludes, Sept. apagar todo ecovivida
de ella. Después de pasar un día
1959):
entero junto al cadáver de aquel a quién amaba, ha
rasurada y paseada por las calles de la ciu"El film empieza por la imagen de dos seres en- sido
como todas aquellas que habían deshonrado la
lazados y vamos a asistir al desgarramiento, a la di- dad,
patria. Vuelta medio-loca permaneció encerrada en
sociación progresiva de esos dos seres, una Fran- el
de sus padres hasta la noche en que recocesa y un Japonés... AI mismo tiempo en que esos brósótano
suficientemente su razón para huir a París en
dos seres "se incendian mutuamente" (como se dice bicicleta.
en cierto lugar del texto), la ceniza de ese fuego, la
ceniza del olvido los cubre ya". Ella, es una actriz
—que ya no es ni joven ni bella— venida a Hiroshi- ¿Por qué ligar el destino de esta mujer a la hisma a rodar una película sobre el bombardeo atómi- toria de Hiroshima? Margueritc Duras nos lo exco. El mero hecho de que se sienta la necesidad de plica: ella quiso narrar "la historia de una mujer
conmemorar ese atroz día es revelador de los pro- cuyo destino es idéntico al de Hiroshima. Como la
gresos del olvido: sólo cuando se borra el sentimien-ciudad, ella ha sido destruida y se la ve resurgir de
to de una realidad vivida, se siente uno llevado a sus cenizas... Ambas han sido víctimas del mismo
conservarla en un sistema de signos. El, es un ar- crimen perpetrado por la guerra contra el amor".
quitecto japones cuya familia entera pereció en la
catástrofe. El film empieza al terminarse la noche
que han pasado juntos y que transforma en una
ALAIN RESNAIS
pasión el capricho de un anochecer. Para ella es
realmente "el amor-loco". Pero ocurre que ese amor El director de "Hiroshima, mon amour", es el dova a recordarle aquel otro —igualmente delirante, cumentalista
francés Alain Resnais, nacido en 1922,
igualmente imposible— que ha vivido hace quince
obra "Van Gogh" (1948) marca una fecha iniaños en Nevers con un joven soldado alemán. La cuya
mujer sueña despierta y en esta semi-divagación cial en la historia de los films de arte.
entremezcla esta odisea de ayer, a la vez tenaz y Su tendencia documentalista está marcada con
acechada por el olvido, y el arrebato de amor de razgos característicos en "Hiroshima, mon amour"
hoy. A ratos identifica al Alemán que, en una ma- su primera película dramática, donde la objetividad
ñana, encontró agonizando en el suelo con el Japo- del documento humano y la narración en voz "off"
ARGUMENTO
C
CINE
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alma humana, sin que el espectador se sienta necesariamente identificado con el personaje que sufre. Hay, por lo tanto, una objetividad intelectual
El comentario pertenece a Marguerite Duras, quien
predominante en la obra del experimentado creador
no hace sino explicar, con acierto literario, la poede documentales.
sía qut; emana de la imagen cinematográfica.
Al mismo tiempo (es uno de los aspectos más
nuevos) junto al documento, hay un poema. La poesía de Alain Resnais está en la imagen, en la cámara, en el montaje, en la poliritmia de los más comUN FILM NUEVO plejos
movimientos, siempre ordenados por una
intención clara y tenaz y acompañados por la "múde los instrumentos, de los
Como creación, estefilmmerece el título de obra sica" de lasdepalabras,
Marguerite Duras, en los labios de la
maestra y, sin discusión, marca un rumbo nuevo en leit-motivs
y del hombre. Palabra e imagen en contrala historia del cinc. Los recursos técnicos no sor mujer
punto contrastado. Poema basado en las oposiciones
diversos a los usados hasta hoy, pero están mane- que
emanan fundamentalmente de la contradicción.
jados con maestría y cálculo preciso. Cada plano, Asentado
cada movimiento de cámara, cada efecto sonoro, moral. esto último, no es difícil pasar al campo
denotan no sólo el dominio del creador, sino su claridad y seguridad para decirnos lo que él desea.
No son palabras nuevas, sino expresiones, significados originales conseguidos con aquellas palabras.
MORALIDAD
Lo original de este film será materia para infinitos estudios, como lo han sido todas las obras maes- La moralidad de "Hiroshima, mon amour" es, por
tras. Hay novedad en el tema terriblemente huma- la misma naturaleza de la obra, tan compleja, que
no, trágicamente espiritual del olvido. Olvidar, no se hace imposible encajar la película en una catepoder olvidar.
goría "a priori".
Es audaz lanzarse a la búsqueda de un tema tan Por una parte, el tema del dolor en el olvido está
abstracto y complejo. Parece increíble el haberlo lo- sustentado
por una aventura pasional realizada por
grado.
dos casados que viven en paz y en orden con sus
cónyuges. Y esa aventura, que podría haber
Los más grandes creadores del cine han debido propios
algo fugaz en aquellos seres, se constituye cosiempre limitar la profundidad de sus expresiones sido
en el centro de lo absurdo y de lo imposible.
artísticas, ante la amenaza de! fracaso económico. mo
N
o
olvidemos que el film es una acumulación de
Para llegar a decir cualquier cosa en la pantalla, deben movilizar capitales exorbitantes. De aquí provie- las contradicciones del mundo.
ne la tentación de preferir cosas simples, al alcance Cualquiera, pur lo tamo, tendría derecho a temer
de la masa espectadora.
(no ¡a defensa del amor libre, ni la justificación de
infidelidad; pues no exisle rehabilitación alguna
"Hiroshima, mon ainour" es un film nuevo por la
de
desórdenes) sino temer que el film lleve a
la vitalidad espiritual con que se presentan y ana- unatales
desesperación
a la aceptación de la
lizan los problemas. Alain Resnais nos martillea los imposibilidad de serfatalista,
mejor.
oídos y nos fustiga con imágenes, para obligarnos
al análisis. Fragmenta, despedaza las cosas, los
Por otra parte, para personas de madurez inteacontecimientos, los personajes y los recuerdos. lectual
acción pasional está presentada con soMientras el pasado y el presente, el hoy y el ayer, briedad lasiempre
y bajo un lente que aujuegan un ir y venir, sin razones de orden crono- menta el análisis objetiva
mental. No hay un instante cedido
lógico sino exclusivamente de orden analítico, la en favor del halago
palabra, el pensamiento, sigue su marcha clara e lículas eróticas. sensorial, tan común en las peinexorable, robando el máximo de atención intelectual que se haya logrado en la pantalla.
El problema, tal como lo viven los dos protagoexiste en millares de seres humanos de la
Por esto, "Hiroshima, mon amour" es un film nistas,
época
actual.
nuevo: El espectador común está acostumbrado a
no reflexionar, pues la pantalla le da todo hecho, El film no demuestra ni prueba nada, es sólo una
consumado. Alain Resnais no pretende emocionar meditación amarguísima.
al espectador, sino hacerlo reflexionar, meditar,
quiera que no quiera. (Es posible que gran parte del La falta de soluciones positivas, claro está, hace
público habituado al espectáculo común, salga de- que los resultados morales de la obra estén en procepcionado frente a lo que llamará "falta de cla- porción casi directa con la capacidad receptiva del
ridad" en el argumento). Aunque no es una película
propiamente emocionante para el espectador, es vi- espectador.
tal por su estudio realizado sobre las pasiones y
Rafael C. SANCUEZ, S. J.
emociones de los personajes. Resulta extraordinario un contacto tan profundo con las vibraciones de!
Director del Instituto fllmico U. C.
(voz fuera de cuadro), constituyen un verdadero estilo.
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