UNIVERSIDAD TECNOLOGICA ECOTEC INGENIERIA EN ADMINISTRACION MARKETING Y COMUNICACION ALTA ETIQUETA Ensayo del Libro La Elegancia, El perfume del espíritu DENISE GUTIERREZ HEUPEL PROFESOR: Ing. José Hidalgo León 2012 La Elegancia, El perfume del espíritu La elegancia es una cualidad humana, está presente en la manera de ser de cada individuo, representa la integridad, la naturalidad, la sencillez. La elegancia es más que nada una filosofía de vida, de acitudes más que comportamientos. La elegancia se manifiesta de manera externa e interiormente al momento de relacionarnos. Pensamiento Elegante La elegancia se ha convertido en un concepto confuso en nuestros días. Actualmente por la gran influencia de los medios, la idea de elegancia se ha vuelto un poco frívola, se la entiende como el buen gusto en la elección de la indumentaria para cada momento, con perfecta armonía y que se encuentre a la moda, y no sólo en este sentido sino también en otros aspectos como los objetos en una decoración de interiores. La verdadera elegancia se encuentra en la personalidad de un sujeto sea hombre o mujer, por lo general una persona elegante debido a su buen gusto por la estética, la moda y la tendencia cultural tiene otro tipo de pensamientos a los que se los denomina pensamientos elegantes, depende mucho de su cualidad al momento de elegir debido a su inteligencia y del conocimiento que posee una persona culta, educada y que siempre está atenta a nuevos conceptos es considerada una persona muy interesante de la cual se puede disfrutar de su compañía. El Gusto Estético El Gusto Estético es una cualidad creada y añadida por el hombre hacia un objeto, por lo que no es propio del mismo y no se determina por sus características físicas o naturales sino por la percepción. Por lo tanto el valor estético existe en una relación que se da solo entre el hombre y el objeto, dependiendo de la sensibilidad de la persona para percibir lo intangible, dirigido en su mayoría hacia lo artístico, creándole un disfrute, un placer al realizarlo. La sensibilidad es puesta a prueba para comprobar el gusto estético de una persona, es revelada a través de los sentidos y puede educarse, es probable que alguien que no tenga buen gusto desde su niñez con el paso de los años llegue a tenerlo, educándose asistiendo a eventos culturales. Interiorización Se determina Interiorización al proceso mediante el cual los elementos del mundo externo son integrados en el funcionamiento mental del sujeto en forma de representaciones, contribuyendo a reorganizar las estructuras afectivas o cognitivas superiores, se refiere a la valoración interna de lo que percibimos como tal, no sólo es lo que vemos, lo que oímos sino la influencia o la resonancia que tiene en nuestro espíritu, esto a través de las vivencias y las experiencias que se tienen con el pasar del tiempo. Las distracciones cotidianas, las actividades rutinarias no dan tiempos de silencio, de perfecta armonía que nos ayuden a reflexionar y a interiorizar para el desarrollo de pensamientos elegantes, sino mas bien la tecnología, el televisor, el celular, la radio se convierten en un escape cuando debería ser un momento para la paz interior. Espíritu Crítico Es la opinión acerca del buen gusto artístico o del gusto estético,es la sensibilidad en contextos artísticos o estéticos; que se compara al sentido del gusto en vez de a los sentidos implicados en la contemplación de las bellas artes (la vista en las artes visuales o el oído en la música). Cabe recalcal que a pesar de que el gusto es algo variable, y no universal sino propio de cada sujeto, y es algo subjetivo siempre se ha mantenido una valoración al criterio de los distintos "gustos", generando los conceptos opuestos de buen gusto y mal gusto que se aplican desde una perspectiva elitista. No se trata únicamente de criticar sino de darle una ponderación al buen o mal gusto de una persona que puede notarse en una vestimenta discordante o vulgar que altera la armonía de los sentidos. Convencimientos Personales El universo interior es lo más importante de la persona; por encima de su auto o de su armario, y ese universo abarca desde nuestras opiniones, nuestros criterios, hasta nuestros gustos, preferencias. Mientras unos tienen pensamientos vulgares, chabacanos, prosaicos, groseros, a otros sus pensamientos les llevan por ámbitos culturales y artísticos, presididos por la delicadeza y la finura de espíritu. Pensamos en función de lo que somos (elegantes o vulgares), porque la elegancia siempre va unida a la sencillez, que no a la simpleza. Hemos llegado a través de la belleza a la dimensión moral de la elegancia, algo que constituye el fondo y sustrato de la otra dimensión, corporal y externa: quien no vive en armonía con sus sentimientos y sus tendencias, quien no sabe lo que quiere y no obra como debe, quien vive en discordia consigo mismo y con los demás, quien no conoce la serenidad y la mesura en sus deseos y acciones, quien es desconsiderado con la realidad que le rodea, quien no reproduce dentro de sí, en su voluntad, afectos e inteligencia, ése no puede ser elegante porque no es bueno, ni dueño de sí mismo. Un Aroma Interior La belleza interior, es esencial recordar que la belleza significa en primer lugar armonía y proporción de las partes dentro del todo, sean las partes del cuerpo, de los vestidos, del lenguaje o de la conducta pero además, como dice Aristóteles, "A las obras bien hechas no se les puede quitar ni añadir, porque tanto el exceso como el defecto destruyen la perfección"; Esto quiere decir que un sólo defecto estropea el conjunto, pues para que la belleza se haga presente en el aspecto exterior de la persona todo en él debe ser íntegro, acabado y bien proporcionado. No hay elegancia verdadera si no es con la naturalidad que proviene a partes iguales de la espontaneidad y de la autenticidad; es decir, mostrarse uno tal cual es, de modo que lo que ven de nosotros responda a nuestro ser verdadero. La moderación y la mesura también forman parte de la naturalidad. Como todo en esta vida, los excesos no son elegantes, porque hacen que las cosas y los gestos no sean sinceros. La verdadera elegancia es siempre, por tanto, portadora de naturalidad. Actuar espontáneamente, con gusto y estilo personales muestra una elegancia que viene desde el fondo de la persona. Tensión La tensión lleva no sólo a "reconocer como bella tal o cual cosa que es efectivamente bella, sino también a tener puesta la mirada en un todo con el que debe concordar cuanto sea bello". Se trata por tanto de una capacidad que permite afirmar las realidades "gustadas" como "bonitas" o "feas". Pero decir "esto es bonito" o "esto es feo" sólo puede hacerse si "esto", particular y concreto (un vestido, un peinado o un jardín) se refiere a un todo frente al cual el objeto juzgado queda "iluminado" y descubierto como "adecuado" o "inadecuado". El buen gusto es pues "un modo de conocer", un cierto sentido de la belleza o fealdad de las cosas. No se aplica sólo a la naturaleza o al arte, sino a todo el ámbito de las costumbres, conveniencias, conductas y obras humanas, e incluso a las personas mismas. Y desde luego no es algo innato, sino que depende del cultivo espiritual de la educación y la sensibilidad que cada uno haya adquirido. Las cosas de "mal gusto" no pueden ser de ninguna manera elegantes, sino más bien torpes. Afectos Interiores Quien vive en armonía consigo mismo, quien se auto domina, quien emprende esa búsqueda del bien más alto y arduo, ese bien que constituye un ideal de vida, de esa persona se dice no sólo que es buena, sino que tiene kalokagathía, una bondad bella, o una belleza buena, una conducta íntegramente poseída desde sí: ésta es la verdadera elegancia, la que radica en el alma y la embellece porque pone en ella el amor, la virtud y el saber verdaderos. La Delicadeza La delicadeza ha de ser universal y extremada, pero sin empalagos ni exageraciones, sin blandura excesiva. Es molesto que una persona que no es de la familia nos diga, por ejemplo, “Reina”. La delicadeza es mesura y templanza, es equilibrio; es atención sin servilismo. La delicadeza no siempre es actuar; a veces es pasiva, por ejemplo, cuando uno procura no darse por enterado ante una situación embarazosa que puede producir confusión: por ejemplo, que alguien se moleste públicamente porque se manifieste una opinión, o que se “meta la pata” en la urbanidad en la mesa, etc. La delicadeza se refleja en detalles: en saber escuchar con atención, saber dar las gracias, el modo de tratar las cosas, los muebles, las puertas; el caminar sin estrépito; el no elevar des templadamente la voz; la corrección en el aseo, la pulcritud, la sonrisa. No tenemos la culpa de la cara que tenemos sino de la que ponemos. Todo esto lleva frutos de unidad, de paz y de alegría de vivir en familia. Por la misma estructura psicológica, el temperamento colérico y el temperamento extrovertido, en dosis dominante presentan una lucha reñida para que el comportamiento grosero no sea el estilo personal de convivir. (El mbareté-pokaré tan arraigado en nuestro “sistema operativo” es una conducta contraria a la virtud de la delicadeza) Sello Personal Es la coherencia entre tu interior y exterior. El estilo tiene que ver con un gran permiso corporal, Las personas que se sienten bien seguras con su cuerpo, que lo aceptan tal cual es, se animan a trabajar, a experimentar con el estilo. Se lo percibe en la manera de moverse, de hablar y por supuesto de vestirse y el premio es lograr la máxima eficiencia con el menor esfuerzo. Esto quiere decir que como saben de memoria que les queda bien, no pierden horas dudando delante de un espejo, resuelven su presencia rápidamente porque tienen muy claro que les queda bien y como llevarlo. No es adicta al espejo, casi no lo necesita. Le encanta ser única. Para la persona con estilo no existe copiar, le gusta ser original, tiene muy claro que no hay otra persona igual a ella. Tiene la cabeza ocupada en temas que le dan placer, lo irradia a través de cada poro, tiene una química especial, está vibrante. Además habita su cuerpo, acepta sus posibles defectos y los muestra sin miedo. Es más, en general, lo muestran como un trofeo. Inquietudes Intelectuales y Sociales Cómo nos sentimos internamente, la presencia indica un sentirnos seguros en cuanto a nuestro intelecto, de quienes somos, de lo que hacemos y expresamos. En definitiva es cuando nos dejamos de preocupar si le caemos bien al otro o no. Es cuando se nos percibe totalmente en lo nuestro, cuando nos aceptamos plenamente, cuando ya no queremos ser otro u otra. Simplemente nos sentimos felices de quienes somos. La clasificación de los valores es juzgar mentalmente. Nosotros nos imponemos esas barreras, esos límites mentales y decidimos que hay “otros” que son mejores o más o menos que nosotros mismos. Saber Escoger La elegancia como cualidad y forma de vida de un sujeto le dan apertura hacia un buen criterio de selección, basándose en algún canon de estética ya establecido, podemos decir que aquella persona que tiene un nivel cultural más amplio y que ha desarrollado la captación de las percepciones a través de los sentidos está orientada para la elaboración de un mejor criterio de selección, no está bien solo quien escoge algún objeto costoso o de diseñador sino que esté acorde con el entorno y se encuentre en armonía, la sencillez y el buen gusto son parte muy importante para saber escoger, el poder desarrollar un criterio con bases a diferencia de quien no lo posee que sería casi imposible que pueda distinguir la elegancia sin que tenga un criterio formado basado en la estetica y la belleza. El Glamour El Glamour se define como el encanto que posee una persona, que encanta, que impresiona, que deja huella. No solo es la belleza física, es sofisticación, elegancia, se ve reflejado en todo aspecto de una persona, en su manera de vestir, de caminar, de sentarse, de hablar, de sonreír, de mirar, en su pulcritud, y no solamente está asociado al lujo y al refinamiento, sino a su manera de actuar en todo aspecto. El glamour se diferencia de la belleza más simple y cotidiana, por que una persona puede ser bella, pero si carece de elegancia pasará inadvertida. Debemos comportarnos con nuestros semejantes, como queremos que ellos se comporten con nosotros. La Discreción El ser discreto, es cultivar la tabla de los valores éticos y morales, es ser sensato para formar juicio y fundado tacto para hablar, actuar y emitir opiniones sobre los otros seres. En este mundo globalizado, es donde se aprecia más la discreción certera. La mala, errónea, equivocada, o malintencionada comunicación, por cualquiera de los veloces medios de propagación, es falta de discreción. Es prioritario ser dueño de la verdadera verdad, para hacerla circular alrededor de la Tierra. La falsedad de la información, en todos los ámbitos, es maldad, es la destrucción del gran valor que es la discreción. La Sencillez Las personas que viven con sencillez, generalmente disfrutan de una relación cercana con la naturaleza. Su ética proviene de las tradiciones perennes que funcionan en armonía con las leyes de la naturaleza. Se levantan al amanecer y se retiran al anochecer. Conocen la hora del día por la posición del sol y determinan las fechas de los días sagrados por la posición de la luna. Las hierbas se convierten en sus remedios naturales. La luna y las estrellas son las lámparas que los alumbran. El mundo natural es el aula en la que estudian. La Virtud Es la acción más apropiada a la naturaleza de cada ser; el acto más conforme con su esencia. Esta acción propia de cada ser que es la virtud, es también el bien propio de cada ser. En el hombre, por tanto, la virtud es la excelencia de su parte esencial que es el alma. La virtud ética es una disposición adquirida de la voluntad, consistente en un justo medio relativo a nosotros, el cual está determinado por la regulación recta y tal como lo determinaría el hombre prudente. Por tanto, la virtud es un hábito, no un don de la naturaleza. Capacidad de Acogida Dentro de las cualidades de una persona elegante está el poder aceptar a una persona por lo que es y no por lo que posee, las personas que tienden a marcar diferencias por el apellido, raza o por condición social, no se consideran elegantes, no hay nada más humano que poder comprender y tolerar a una persona por como es y lo que es, a este tipo de diferenciaciones se las podría categorizar como un complejo de superioridad, la persona elegante sabe hacer sentir bien a los demás, darles una buena acogida por lo que son, si esa persona está necesitando de nuestra ayuda es correcto ofrecerla, una persona elegante siempre se rige por la ética de sus actos, que lo marcarán como mejor ser humano y serán una referencia de él. Criterios Eticos Una persona elegante puede manifestarse como tal, exteriorizando su verdadero ser, este debe regirse bajo las normas de la ética y la moral, todo comportamiento elegante, bello debe ser bueno, no existe asociación entre lo malo o los pensamientos malos y la elegancia. Toda perosna está constituida por valores que la caracterizan y el ser elegante aún más, la elegancia está íntimamente ligada con el bien, es difícil pensarlo por la manera frívola con la que se la considera, pero la persona está constituida por el cuerpo y el ama; y el alma de un ser elegante debe ser bella, no solo sirve el exterior, el hecho de manetener una buena presencia sino de basar se modo de vida pr valores, por la moral inculcada y la ética social. Censura Interior En toda conversación es necesaria una censura interior que con inteligencia y elegancia discierna que temas deben ser excluidos de las conversaciones que normalmente tenemos con los que nos relacionamos, ya sea en una ambiente informal de alguna reunión o de caracter laboral. Toda persona elegante sabe lo que es pertinente conversar y el tono en el que se debe conversar, según el momento y el interlocutor que tenemos en ese momento, es importante anotar que los temas de caracter personal es preferible no tocarlos en una reunión, o no hacer bromas de mal gusto delante de los asistentes, no es elegante avergonzar a los demás delante de otras personas, por lo que siempre es bueno apelar a nuestro buen juicio y ser muy prudentes ya que no queremos molestar a nuestros interlocutores. Los Intereses Todas las personas tenemos intereses que varían o perduran según el pasar de los años y del medio en el que nos desarrollamos, debemos considerar que a medida que nuestra personalidad crece y cambia se adapta a nuestros nuevos intereses tambien, por otro lado si el deseo es ser una persona elegante lo mas inteligente es adquirir conocimientos ya sabemos que de índole artísticos o culturales que refinaran nuestro buen gusto y amor por la estética, como principio de la elegancia no es correcto fijarnos solo en el exterior y querer aparentar ser elegantes comprando un abrigo caro o unos pendientes de diamantes, eso nada tiene que ver con la elegancia, el interior es el que importa, los sentimientos bondadosos y tener una fuente de conocimientos que nos diferencien de los demas es lo que nos daran elegancia. Una Filosofía Elegante Una manera de ser elegante también es el modo en que vemos las cosas, como percibimos la vida entera, no es correcto o elegante fijarse solo en las cosas desagradables o encerrarse en un problema ante cualquier situación, la elegancia siempre va muy unida a la sencillez por lo que una filosofía elegante se refiere a la sencillez con que se afrontan las situaciones en la vida. Aquella persona que vive lamentandose de su destino se llena de conflictos internos que no le permiten ser elegantes. Aquella persona que tiene su vida en orden, calmada y organizada puede connsiderarse elegante, volvemos al tema de que la elegancia radica en el espíritu y por lo tanto debe ser un alma en calma, limpia y pulcra en orden y con claridad. Definiciones La elegancia como parte del espíritu también está refeljada en el caracter, se refiere a las definiciones que tenemos y que deben perdurar con el pasar de los años para que las personas lo noten como parte de nuestro ser. No es ser elegante solo el hecho de como nos comportamos sino también de nuestro caracter que debe ser fiel con el pasar del tiempo dmeostrando elegancia en cada paso. No son solo las acciones que cometemos, no definirse y situarse en el terreno de nadie expuestos a dejarnos llevar por opiniones ajenas que pueden ser acertadas o no. Unicamente los años transcurridos en fidelidades continuadas van afirmando nuestra personalidad y sacando de nosotros mismos lo mejor que es la elegancia. La Serenidad Tener serenidad puede requerir un arduo trabajo personal, pero resulta fundamental para enfrentar las pérdidas y la adversidad. Y aunque no existe una fórmula para aprender aquellas respuestas serenas que le sirvan, es preciso tener en cuenta la importancia de vivir aquí, ahora y con lo que existe... y cambiar, si de usted depende. Por último: la serenidad no es indiferencia, complacencia ni ignorancia. Es una virtud saludable que nos abre la posibilidad de mejorar nuestra calidad de vida. En épocas difíciles es importante valorar lo que se hace con el tiempo propio. Las personas que se mantienen calmas acostumbran “tomarse su tiempo”; es decir, se adueñan del mismo y lo usan en forma provechosa para su cuerpo, su mente. Esta actitud facilita el pensamiento, una herramienta mucho más saludable que la ira. Con el pensamiento y la voluntad acude el discernimiento. La Buena Educación La buena educación es un quehacer que mejora extraordinariamente el curso de la vida. No hace falta ser obsequioso ni demasiado cortés, sólo tener en cuenta los diferentes estados del otro, puesto que portarse con educación significa marcar los vínculos entre personas sin olvidar, desdeñar o ignorar al prójimo. La buena educación enseña a dar las gracias y a acusar recibo, vale para reconocer, en suma, que la otra parte nos importa en la comunicación y no descuidamos el valor de sus sentimientos, su presencia, su necesidad, en fin, de ser tenido en cuenta. El ser se hace visible y pervive en el trato educado que sin buscar, en principio, beneficio alguno otorga ocasión de ser, de influir o determinar recíprocamente. El Vocabulario Es muy importante que al expresarnos le demos un uso adecuado a las palabras, ya que de no hacerlo le pudiéramos a dar un significado distinto de lo que realmente queremos manifestar. A través de la oratoria podemos expresar ante un público nuestro pensamiento, lo que sabemos respecto a un tema, etc. Para que nuestro auditorio escuche con atención lo que decimos, es muy importante que seamos capaces de expresarnos bien oralmente. Seguramente, se habrá escuchado a los políticos pronunciando un discurso, a un animador de televisión e incluso a los profesores cuando tomas alguna clase. El Vestido Sencillez y naturalidad: está es la síntesis de la elegancia. Y ahora, como apostilla, la última recomendación. No de a entender, ni por el aire de su persona, ni por su gesto ni por su actitud, ni por sus maneras, que sabe que va bien vestido y es elegante. Si lleva sencilla y buena ropa y si tiene ese don indefinible, ese no sé qué, ese como efluvio misterioso que emana de toda persona y que no se puede concretar y definir; si se halla en estas condiciones, repito, será elegante. El Aseo Personal Aunque tengamos prisa, no debemos olvidar, limpiar el calzado que no luce acorde con el resto del atuendo, más bien con tiempo, revisar el estado del bolso, zapatos u otros accesorios como chaquetas o cinturones. Estos son algunos tips importantes y muy básicos en cuanto al aseo personal, para los que quieren verse y sentirse bien, respetando “normas de comportamiento y etiqueta” de manera muy general. En cuanto al vestuario, puede ser elegante o informal, pero siempre debe estar limpio. Además no debemos llevar ninguna prenda rota, ni arrugada. El cambio de la ropa debe hacerse diariamente. Los pijamas y ropa interior con mayor razón deben estar impecables. Las Relaciones Sociales El ser humano vive la permanente contradicción entre lo que el discurso social dice y lo que sucede en la práctica. Así es. Las diferencias cada vez mayores entre los países desarrollados y los otros es una muestra. La distribución de la riqueza en los países pobres evidencia también con claridad el alejamiento entre el discurso y la realidad objetiva. La Ética tiene que ver con el análisis y la práctica de comportamientos adecuados y beneficiosos para los otros y para nosotros. No puede haber beneficio personal o grupal que se lo alcance en detrimento de los niveles de vida de los otros. Si es que nos quedamos en la comprensión excluyente del grupo, generamos una visión relativa. La Sonrisa La sonrisa, es la luz de nuestro rostro, la que nos abre muchas puertas, la que genera aptitudes positivas y la que nos alisa el camino para llegar a los demás. Incluso, la sonrisa puede mermar el efecto de algún error o equivocación que tengamos. Las sonrisas lo cambian todo. De esto, como sujetos “pasivos” que las aceptamos de buen grado y que nos ayudan, tenemos experiencia sobrada. También de lo contrario, de aquellas ocasiones en las que somos “agentes” contagiosos de “buen ambiente” para con otros. Uno de los factores más deliciosos de la personalidad de una persona es la sonrisa. Una sonrisa expresa: “Me gusta usted. Me causa felicidad. Me alegro tanto de verlo”. La Cortesía La cortesía es una de las maneras más sencillas de demostrar nuestro amor y por eso, para aprender la cortesía, el hogar se convierte en la escuela por excelencia. Un pequeño detalle -por ejemplo, dar una servilleta al hermano en la mesa- dice más que mil palabras, aunque éstas también son necesarias. Sin embargo, el silencio -saber callar en el momento oportuno- también llega a ser muestra de cortesía. La cortesía logra doblegar el orgullo hasta de las personas más altaneras y suaviza hasta a las personas más duras y severas. Pocos pueden permanecer indiferentes ante un trato cálido y afectuoso, ante un saludo cortés y sincero. La Gratitud La persona agradecida busca tener otras atenciones con las personas, no pensando en "pagar" por el beneficio recibido, sino en devolver la muestra de afecto o cuidado que tuvo. ¿Has notado como los niños agradecen los obsequios de sus padres? Lo hacen con una sonrisa, un abrazo y un beso. ¿De qué otra manera podría agradecer y corresponder unos niños? Y con eso, a los padres les basta. Las muestras de afecto son una forma visible de agradecimiento; la gratitud nace por la actitud que tuvo la persona, más que por el bien (o beneficio) recibido. La Decoración Puede ser peligroso ceñirse indiscriminadamente a las modas, corriendo el riesgo de un incierto futuro para nuestra decoración tan influenciada por modas pasajeras. Del mismo modo, ajustar nuestro estilo a un determinado nivel de estatus social, tampoco es una buena idea. El estilo debe reflejar nuestra personalidad y nuestro gusto, no nuestro nivel de ingresos. Es una falta de tacto enseñar una casa con el precio de los muebles y objetos decorativos todo el día en la boca. El gusto y el estilo hablan por sí, no se explica. También hay que tener cuidado con los amables consejos con intereses, muchas veces comerciales. La Colonia, el Perfume y la Esencia Los momentos especiales de la vida también quedan registrados en la memoria olfativa. La elección acertada de un perfume puede marcar la diferencia en una reunión de negocios o en una cita, no solo por la reacción de los otros, sino porque aumenta la confianza y mejora el estado de ánimo.