PENTECOSTÉS Ciclo A La Christifideles laici a la luz de Evangelii gaudium (Textos extraídos de los materiales editados por la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar) VER: Se conmemoran ahora los 25 años de la exhortación de san Juan Pablo II sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo: Christifideles laici, que puede definirse como un «documento marco magisterial» sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo. Y podemos hacer una relectura a la luz de la reciente exhortación Evangelii gaudium, del Papa Francisco. Son dos documentos del magisterio pontificio que, de distintas maneras, nos exhortan a mantener viva la conciencia de la misión evangelizadora de quienes, por el bautismo y la confirmación, estamos llamados a ser apóstoles. Y de ambos textos podemos deducir lo siguiente. JUZGAR: El reto de nuestra Iglesia es hacer audible y visible hoy en el mundo el Evangelio de Cristo. Y eso sólo es posible con una comunidad unida, coherente en el amor y guiada por el Espíritu Santo. La Iglesia necesita un laicado asociado, consciente de su vocación y misión en el mundo. Es necesaria la articulación de un laicado maduro, formado, corresponsable, en actitud misionera y con capacidad evangelizadora que posibilite una adecuada penetración del Evangelio en la sociedad actual. Un laicado que tenga capacidad de encarnarse en la multitud de situaciones en las que hoy en día es necesario y posible anunciar a Jesucristo y su mensaje, comprometido con las personas que están más necesitadas, estando especialmente cercanos a ellas, en estos tiempos de crisis. Como pide el Papa Francisco, para una Iglesia “en salida” es condición necesaria que todos los cristianos hayamos adquirido una formación cristiana que nos permita un adecuado testimonio y anuncio del Evangelio en los contextos actuales en los que nos encontramos. La formación no es un “plus”, un “extra” a la vida cristiana. Los cristianos no estaremos en forma para la acción apostólica y evangelizadora mientras no acometamos de manera seria y decidida la tarea formativa a la que hemos sido llamados de forma reiterada por el magisterio de la Iglesia. El proceso de fuerte secularización que se ha venido experimentando hace que los cristianos debamos vivir nuestra condición de seguidores de Jesucristo a contracorriente. Esta vivencia “a pesar de todo” de la fe solo podrá sostenerse mediante una rica experiencia de encuentro con Jesucristo a través de un cuidado personal y comunitario de la espiritualidad cristiana, con una rica vida comunitaria y con una sólida e ineludible formación cristiana. Y el envío a la misión evangelizadora, no lo podemos vivir “por libre”. Es Cristo quien nos llama y envía, pero lo hace a través de la comunidad eclesial. Vivimos la comunión para la misión. Esta comunión eclesial encuentra una manifestación específica en el actuar asociado de los fieles laicos. Hoy se celebra por ello el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, y la Acción Católica General, como Asociación de Laicos, ofrece a toda la Iglesia su proyecto “A vino nuevo, odres nuevos”, un instrumento que, por medio de la espiritualidad, misión, formación y organización constituye una propuesta de apostolado asociado para que la acción evangelizadora de los laicos sea más eficaz y se realice en un clima de comunión y celo apostólico. Una propuesta para todos los niños-jóvenes-adultos cristianos de nuestras comunidades parroquiales, para los laicos habituales de nuestras parroquias y diócesis. ACTUAR: La festividad de Pentecostés nos debe servir para crecer en la conciencia de la eficacia de la acción del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros. El mejor don que nos ha hecho Jesús es su Espíritu. El Espíritu cambió aquella comunidad primera, pasaron del miedo al coraje y la fuerza, al testimonio. Todos necesitamos una especie de sacudida interior que nos despierte y nos quite el miedo a perder nuestras falsas seguridades, al cambio, el miedo a salir a evangelizar. Celebrar el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar es una llamada a que hagamos una relectura de Christifideles laici, desde la perspectiva que ofrece Evangelii gaudium para que nos demos cuenta de la urgencia de que surja el laicado que la Iglesia necesita, el laicado que la Acción Católica General ayuda a formar, porque engloba a niños, jóvenes y adultos en corresponsabilidad, formándolos y enviándolos a ser apóstoles en el corazón del mundo de hoy. Pedimos al Espíritu Santo, en la Solemnidad de Pentecostés, que nos dé fortaleza, sabiduría, creatividad y audacia para adentrarnos en esta nueva etapa evangelizadora, que nos lleve a encontrar caminos para anunciar el Evangelio al hombre y a la mujer de hoy.