VALOR: JUSTICIA FICHA 9 Mateo 25,35-40 Porque tuve hambre, y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis, estaba desnudo y me vistieron, estuve enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí. “Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Y cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? “Y el Rey les responderá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí”. La Experiencia de la caridad en Vicente de Paúl Para conocer el significado y el contenido de la caridad en Vicente de Paúl, es preciso «entrar en los sentimientos más íntimos de nuestro Señor», «honrar su gran caridad» y «hacer los asuntos de Dios» que son los pobres. Cuando se está arraigado de ese modo en Dios y en Cristo, se cobra conciencia de que el amor de ese Dios y de ese Cristo a los pobres implica y se da en el amor de los hombres a los pobres: «Para nuestro Señor es un honor que entremos en sus sentimientos, hagamos lo que él hizo y realicemos lo que él ha ordenado. Pues bien, sus sentimientos más íntimos han sido preocuparse de los pobres para curarlos, consolarlos, socorrerlos y recomendarlos. En ellos es en quienes ponía todo su afecto. Y él mismo quiso nacer pobre, recibir en su compañía a los pobres, servir a los pobres, ponerse en lugar de los pobres, hasta decir que el mal y el bien que les hacemos a los pobres los considera como hechos a su divina persona. ¿Podría acaso mostrar un amor más tierno a los pobres? Y ¿qué amor podemos nosotros tenerle a él, si no amamos lo que él amó? No hay ninguna diferencia entre amarle a él y amar a los pobres de ese modo. Servirles bien a los pobres es servirle a él; es honrarle como es debido e imitarle en nuestra conducta» S.V. XIII, 811-812; ES X, 954-955. La realización de este amor requiere hoy el compromiso con la justicia en favor de los desventurados del mundo, a fin de hacer coincidir en su favor la justicia de Dios con la justicia de los hombres. Sin embargo, y es necesario decirlo con claridad, lo específicamente vicenciano no es el compromiso con la justicia en favor de los pobres —que es irrenunciable para toda persona— sino hacer en ese compromiso la experiencia de Dios. Lo cual implica experimentar y tomarse en serio, como lo hizo Vicente de Paúl, la presencia cristológica de Dios en los pobres del capítulo 25 de San Mateo. «A mí me lo hicisteis». Autor: José María Ibáñez, C. M. Año de publicación original: 1993. Fuente: XX Semana de Estudios Vicencianos. http://somos.vicencianos.org/blog/2012/12/26/caridad-en-san-vicente-de-paul/ Para la reflexión del Equipo de trabajo: Partimos de una realidad, en la época de San Vicente, la Caridad se entiende como Justicia. ¿Cómo podemos hacer que coincida la justicia de Dios con la justicia de las personas? ¿Qué rasgos tiene la justicia hoy según San Vicente?