228 ANALES DE HISTORIA NATURAL. Las musas Piérides, hijas de Pierius, rey de Macedonia, revolotean todavía entre las flores de las cruciferas ele n u e s tros jardines, y las metamorfosis, supuestas de entonces, son reales ahora, por los daños que causan sus larvas en las p l a n tas de esta familia. Las especies que voy á enumerar, aunque en reducido número, han sido cazadas por mí en el país, de suerte que no puede quedar duda de su existencia en Galicia. Las observaciones que acerca de las mismas hago, así como de todo lo consignado en este pequeño trabajo, son fruto de algunos años. En cada especie expreso las observaciones que sobre la misma he podido hacer; en algunas quedan reducidas á la determinación de la misma, sitio y mes en que la he cazado. Prescindo de los micro-lepidópteros, para cuyo estudio, no bastaría la vida de un hombre, si ha de ser resultado, de observación propia; siendo necesario además un caudal para e m plearlo en revistas y memorias de que, por desgracia, carecen nuestras bibliotecas. Se necesita en España mucha fe y una abnegación á toda prueba para dedicarse á este género de estudios; en un país en que las personas menos ilustradas, y las que, aunque parezcan ilustradas, no suelen serlo, consideran al naturalista, á lo más, como u n a persona curiosa, y-lo comparan, tal vez, con el coleccionista de sellos de franqueo ó de láminas de cajas de fósforos...! Al entrar en el gabinete de un naturalista y ver sus m i n e rales y rocas clasificados y colocados con cierto orden, los insectos prendidos con alfileres y las plantas' secas en u n herbario, no alcanzan á ver en el estudio de los seres n a t u r a les, el origen de la agricultura, de la mayoría de las industrias y hasta de la filosofía. Siendo la naturaleza la parte visible de la divinidad, su estudio no puede conducir sino á un fin moral. En las condiciones de la vida humana, las pasiones suelen ser, por desgracia, el timón que empuja nuestra pasajera existencia en el torbellino social. En la atmósfera limitada de artesonados salones no han nacido nunca las sublimes inspiraciones del genio; allí las miserias humanas oprimen el corazón y abaten el espíritu;