Emmi Pikler: Una propuesta para la crianza como práctica respetuosa Por Daniela Concha La Dra. Emmi Pikler realizó su trabajo por más de 40 años, primero como pediatra de familias y luego en el instituto Pikler-Lòczy de Budapest-Hungría en donde creó una original práctica de trabajo con bebés abandonados. Sus rigurosas observaciones a los bebés, le permitieron descubrir la importancia que tiene el movimiento libre y auto-inducido desde el nacimiento y durante los primeros años de vida. La teoría de la motricidad libre1, surge desde un estudio longitudinal en donde observó a 720 bebés en situaciones de juego libre y en momentos de cuidados cotidianos como: la muda, vestimenta, alimentación, momento del baño, momento de la siesta- sueño, y en definitiva todas las situaciones que organizan el día a día de un ser humano pequeño. Pikler descubrió que los bebés pueden realizar los “grandes movimientos” del desarrollo motor como: sostener la cabeza, lograr la postura de cuadrupedia, sedente y bípeda de manera autónoma, es decir, que no requieren que les pongan apoyos externos como cojines especiales o sillas especiales, para poder construir desde la propia iniciativa la trama del desarrollo motor; asimismo, pudo observar que entre un gran movimiento y otro hay posturas intermedias que sólo son posibles de observar si un bebé ha tenido la oportunidad de moverse libremente desde la propia iniciativa. De esta manera, la pedagogía Pikler-Lòczy propone dos focos de intervención favorables para un sano y armónico desarrollo durante los primeros años de vida: Cuidados cotidianos respetuosos, como base para la construcción de vínculos de apego seguros: Pikler les enseño a las cuidadoras del Instituto Lòczy, una particular manera de realizar los cuidados cotidianos, ya que ella consideraba que durante estos momentos, la figura adulta le debe prestar la mayor atención posible al bebé, permitirle que colabore y participe activamente de estos momentos y a su vez realizarlos con mucho cuidado y suavidad, ya que a través del contacto corporal, el bebé y la figura adulta van construyendo un sistema de comunicación que se basa principalmente en gestos y movimientos que constituyen la base de un diálogo tónico emocional, puesto que si una cuidadora realiza un cuidado cotidiano de manera brusca y mecánica, el bebé reconoce esos movimientos como una señal desagradable y muchas veces se niega a participar de ese momento, perdiendo interés en la relación con el otro. Por lo tanto, Pikler consideraba que esos momentos eran fundantes en la construcción de vínculos de apego seguro, ya que la figura adulta que se encuentra presente con la mirada y la atención que el bebé requiere para estructurar su ritmo diario, le brinda además la seguridad afectiva que el pequeño necesita para poder desarrollarse de manera armónica, abrirse a la relación con los otros y por lo tanto a conocer el mundo. 1 Pikler. E. (2009) Moverse en Libertad: Desarrollo de la Motricidad Global. Madrid: Narcea Movimientos libres y actividades autónomas: La Dra. Pikler comprobó que los bebés construyen las diferentes posturas sin la intervención directa de la figura adulta, es decir, no requieren que los adultos les enseñen a realizar lo que pueden lograr por ellos mismo, y que dicha actividad es constitutiva de la formación de la estructuración psíquica, por lo tanto, el hecho de que los bebés tengan la posibilidad de construir la trama del desarrollo motor desde la propia iniciativa, les hace sentirse “sujetos eficaces” en la relación con ellos mismos y a su vez con el entorno, puesto que no están expuestos a realizar posturas que no pueden hacer por sí mismos. De esta manera la figura adulta actúa como observador/a, acompaña en los momentos de juego y le brinda espacios seguros y objetos pertinentes para explorar, asimismo le brinda la seguridad afectiva que el bebé requiere para desplegar toda su creatividad a partir de las propias posibilidades, respetando sus ritmos de maduración neurofisiológica. DESARROLLO MOTOR Y POSTURAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS Indicadores Meses en observa Gira de costado sin ayuda 3 – 7 meses Gira boca abajo 4 – 8 meses Repta 7- 13 meses Gatea 8 – 16 meses Se coloca sentado semi- 8 – 14 meses Se sienta por sí solo 9 – 16 meses Se pone de pie aferrándose con las manos 9 – 16 meses Se pone de pie libremente y da pasos 12 – 21 meses Camina 13 – 23 meses 2 que se 1. Cuadro Secuencia desarrollo autónomo. 2 Pikler. E. (2009) Moverse en Libertad: Desarrollo de la Motricidad Global. Madrid: Narcea