Formación del léxico castellano EL hecho clave para la historia y evolución cultural de la península ibérica fue su romanización, es decir, la adopción de la lengua latina, junto con la civilización, las leyes y las costumbres romanas. Las palabras anteriores a la romanización conservadas en nuestra lengua son bastante escasas y reciben el nombre genérico de voces prerromanas: barro, balsa, vega... 1.1. Palabras procedentes del latín Nuestra lengua procede del latín, pero ello es cierto de dos maneras muy distintas: del latín como lengua cotidiana hablada (el latín vulgar) y, por otra parte, del latín como lengua de cultura y de culto religioso. Por eso, en lo que se refiere al Léxico, conviene establecer una diferenciación básica entre las palabras de origen latino: a) Las palabras populares (o tradicionales o patrimoniales) son palabras que siempre han estado en la lengua, en su evolución del latín al castellano, y por tanto han experimentado cambios fonéticos. Son de uso general por parte de los hablantes y constituyen el fondo léxico más característico de la lengua e indicativo de sus leyes generales de evolución fonética. muliere(m) > mujer; filiu(m) > hijo; saltu(m) > soto; ringere > reñir; aurícula(m) > oreja. b) Las palabras cultas o cultismos son palabras incorporadas al castellano tardíamente. Al principio, su uso estaba restringido a la jerga técnica, al registro culto o al ámbito eclesiástico o religioso. Su significante no ha evolucionado en el tiempo, sino que La palabra Latina se ha adaptado a la norma fónica y gráfica del español: por ejemplo, la terminación -um propia del latín se convierte en la terminación -o castellana; templum > templo. Esto no es cambio fonético, sino mera adaptación. Ejemplos: radio, espíritu, capítulo, indemne, auscultar. Cuando de un mismo étimo proceden una forma popular y otra culta se habla de dobletes léxicos, muy frecuentes en español. Las palabras populares suelen designar realidades concretas; Los cultismos suelen ser vocablos técnicos o tener significado más abstracto. • EL adjetivo integru(m) da lugar a entero y el cultismo íntegro ('moralmente intachable'). • De radiu(m) proceden rayo y radio (de una circunferencia, de una rueda...). • De auscultare surgen La popular escuchar y el tecnicismo médico auscultar. También se consideran cultismos las voces tomadas del griego, a menudo a través del Latín. Reciben el nombre específico de helenismos. Los cultismos son abundantísimos en los registros culto y técnico del lenguaje, a veces como palabras simples, pero sobre todo en forma de compuestos y derivados cultos. De origen griego son polígono, acróbata, metabolismo, afasia, erotismo, agorafobia... • necrópolis: del griego, 'cementerio grande' (literalmente 'ciudad de los muertos'). • plenilunio: del latín, 'luna llena'. • pluviómetro: del Latín pluvia, 'lluvia', y el griego metron, 'medida'. • acrofobia: del griego acro-, 'altura, cima', y fobia, 'miedo' ('miedo a Las alturas'). 1.2. Formación de palabras nuevas Nuestra lengua, como todas Las demás, ha tenido necesidad de incorporar palabras nuevas. Al núcleo básico de las palabras procedentes del latín (o tomadas del griego) se han ido sumando muchas otras. Se llaman neologismos las palabras de reciente incorporación a una lengua, mientras se siguen sintiendo como nuevas o recientes. Las distintas formas de obtener palabras nuevas se pueden sintetizar en dos procedimientos generales: mediante los recursos propios de la lengua (composición, derivación...) o mediante préstamos obtenidos de otras Lenguas, que reciben distintos nombres según cuál sea La lengua de origen. 1.3. Los préstamos He aquí un esquema con los préstamos más habituales en español, siguiendo el hilo histórico. Nombre de los préstamos Germanismos Lengua de origen y ejemplos De lenguas germánicas antiguas (guerra, yelmo) o del alemán moderno (aspirina, vals). Arabismos Del árabe, en general (aceite, aldea). Galicismos Del francés (billete, boutique). Italianismos Del italiano (escopeta, soneto). Americanismos De las lenguas indígenas americanas: náhuatl, (o indigenismos quechua, guaraní... (patata, tomate, canoa). americanos) Anglicismos Del inglés (sándwich, software). Lusismos o lusitanismos Del portugués (almeja, caramelo). Catalanismos, De las otras lenguas españolas (del catalán: clavel, galleguismos, mercería, del gallego: morriña, choza; del vasco: Vasquismos boina, izquierda). Tabla de préstamos más frecuentes en español. Es frecuente que el préstamo léxico se incorpore a su lengua de destino mediante una adaptación fónica y gráfica, de tal manera que la palabra acaba sintiéndose como propia: una palabra tan castiza como jamón es un antiguo galicismo. Se llaman xenismos o extranjerismos puros los préstamos no adaptados, que respetan la ortografía y, en la medida de lo posible, la pronunciación original de la palabra. Son calcos o calcos semánticos las traducciones, mediante palabras propias, de vocablos o expresiones foráneas. El anglicismo fútbol ejemplifica bien las distintas fases: antiguamente se podía leer football (xenismo); también se ha utilizado mucho balompié y sus derivados (calco). La solución triunfante ha sido el préstamo adaptado fútbol.