Estrategia del PRI para reconquistar espacios de poder Francisco José Paoli Bolio Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM. Preámbulo La estrategia es un plan para realizar acciones que conduzcan a la consecución de un fin determinado. Originalmente es un término bélico que se usó en Grecia para establecer la forma en que un ejército debía conducirse para ganar una batalla. La estrategia lleva a cabo un conjunto de acciones tácticas que abonan cada una de ellas al logro de un propósito como es ganar la batalla final. El término fue transmitido en la actualidad a muchas actividades, como las comerciales o de negocios, la organización urbana, de salud, de educación y, desde luego, de la política. Uso el término en este trabajo para establecer el conjunto de medidas que los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), urdieron y llevaron a cabo a partir de que pierden en el año 2000 la presidencia de la república, muy especialmente a partir de 2007, después de haber perdido por segunda vez las elecciones presidenciales de 2006. Esa última fue una pérdida ignominiosa por haber caído el candidato del PRI al tercer lugar, lo que era la confirmación de lo mal que llegó a estar el partido que llegó a ser todopoderoso1. No estoy seguro de que en el caso de la recuperación de la presidencia de la república por el PRI se pueda hablar de estrategia, como algo que fue sistemáticamente planeado, por una persona o un equipo de personas, aunque estoy cierto de que muchas de ellas si fueron planeadas y bien ejecutadas. Y si creo que, visto el regreso del PRI a los Pinos “a toro pasado”, ahora que esa victoria política se ha consumado, se puede detectar y calibrar el conjunto de factores que la hicieron posible. Presento en este trabajo una serie de elementos con los cuales se puede 1 ) Véase Cuadro, Infra, sobre la votación por diputados en 2006 construir una explicación multifactorial, sobre el regreso del PRI a la presidencia de la república, después de 12 años de haberla perdido. En estas líneas reporto algunas de las reflexiones y hallazgos de un seminario en el que participamos diversos investigadores de la UNAM y la UAM, analizando las diversas acciones y decisiones tomadas por los dirigentes priistas en distintos ámbitos político, económico, jurídico, social y cultural. Se trata de una presentación general de algunos elementos que permiten alguna explicación de ese acontecimiento y su significado político. En el seminario nos fue quedando en cada reunión con mayor claridad, que ningún factor por sí solo puede ser visto como causa de esta recuperación, y que mucho menos podía serlo un solo momento o encontrarse la mejor explicación en lo ocurrido durante el período electoral de 2012, sino que el proceso de recuperación de la presidencia, fue largo y se ejecutaron las distintas acciones claramente a partir de 2007, año el en que Enrique Peña Nieto ocupó la gubernatura del Estado de México y empezó a propiciar la reconstrucción del PRI con la colaboración de un buen número de gobernadores que ese partido mantenía. Se habló entonces de un nuevo PRI, que se reorganizaría con nuevos rostros jóvenes, democráticos, y que iría recuperando espacios de poder perdido, hasta alcanzar de nuevo la presidencia de la república. Esto implica que hay varios factores que generan impulsos para que el PRI logre esa meta, y que, considerándolos todos o buena parte de ellos, se puede intentar una explicación más aceptable y fundamentada. También analizamos en el seminario algunas interrogantes que surgen una vez que el PRI ha logrado reconquistar la presidencia de la república, como la cuestión de si se restaurará un régimen presidencialista autoritario como el que tuvimos por seis décadas. La explicación que obtuvimos en el seminario aludido, es que cada factor que estudiaron los distintos investigadores aporta luz a este logro del PRI y sólo el conjunto de ellos puede arrojar una explicación cabal. Y también surgieron en el curso del seminario aludido nuevos cuestionamientos que difícilmente pudieron ser resueltos satisfactoriamente en una primera etapa que concluimos a principios de 2014. Pero lo que parece cierto es que a los participantes en el seminario se nos abrieron las posibilidades de nuevas pesquisas. Por lo anterior algunos trabajos presentan situaciones y acontecimientos que se da en el primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y aún barruntos de posibles desenlaces políticos en el futuro inmediato. Se trata pues, de un trabajo en el que trató de construirse una explicación multifactorial, que tiene elementos, sociales, culturales, económicos, administrativos, de información y comunicación, legales y políticos. 1. Elementos teórico metodológicos Expongo ahora algunos elementos teóricos de mi trabajo, advirtiendo que hay otros trabajos en este libro, que aportan datos, argumentos e interpretaciones con las que se puede armar una explicación amplia. Y agrego que mi trabajo utilizo una metodología derivada de la teoría, como lo señala Dieter Nohlen en su libro Teoría Política Comparada. Y también asumo que la teoría guía el proceso de investigación y facilita los conceptos e instrumentos para describir el área del objeto de estudio, además de mostrar los objetos por investigar y el planteamiento de preguntas relevantes que se buscará responder. Finalmente la teoría permite sistematizar el trabajo de investigación2. Y ahora, en función de la teoría y de la metodología, repito que la explicación mejor sobre el regreso del PRI a la presidencia de México, es la que puede generarse revisando todos los trabajos en su conjunto. En realidad se trata de analizar el tema en su contexto, que es una propuesta teóricometodológica de Dieter Nohlen3, cuando nos habla de la multidimensionalidad de los factores que debemos considerar al analizar los fenómenos políticos. “El contexto –según Nohlen- es un concepto extremadamente amplio y difuso. Puede referirse a un sinnúmero de factores, a cualquier cosa que se encuentra en el entorno de algo que se sitúa en el centro de atención (…) el contexto puede aludir a factores de dimensiones históricas, culturales, económicas, sociales y políticas.”4 En la investigación que realizamos un grupo de académicos de las ) Cfr. Op Cit., pág. 25 ) Me refiero a los siguientes trabajos de Nohlen: Derecho y Política en su Contexto, Suprema Corte de Justicia e Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México 2008 y Ciencia Política Comparada, el enfoque histórico-empírico BUAP-Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico, Puebla, México, 2013. 4 ) Ciencia Política comparada… pág. 72 2 3 universidades Nacional Autónoma de México y de la Universidad Autónoma Metropolitana, analizamos una serie de factores que nos dan un contexto relativamente amplio. Están los algunos elementos culturales que se refieren a los medios masivos de información (trabajos de Javier Esteinou y Sergio Esteban Rodríguez; políticos (trabajos de Enrique Cuna, Víctor Alarcón, Alberto Escamilla, Saúl Jerónimo y el mío), jurídicos (Gonzalo Farrera Bravo), económicos (Enrique Cuna, sobre los presupuestos de las entidades y la deuda pública que contrajeron los gobernadores). En realidad todos los trabajos tienen un enfoque histórico. También debo señalar que los investigadores utilizan diversas disciplinas: ciencia política, sociología, derecho y ciencias de la comunicación. Con lo anterior tenemos una buena aproximación al contexto en el que se da el regreso del PRI a la presidencia de la República. A este enfoque lo llama Dieter Nohlen histórico-empírico. 2. Coaliciones. Para empezar a plantear algunos de los factores que explican el regreso del PRI a la presidencia de la república, es conveniente tener presente el panorama de las coaliciones de los partidos, porque en alguna forma nos dejan ver la debilidad y la fuerza relativas relativa de todos ellos, así como algunas de las realidades más patentes del sistema mexicano de partidos en las dos últimas décadas (1994- 2014). Trataré de presentar la situación en la que el PRI regresa a la presidencia, para plantear en primer término, que no lo hace con la fuerza que tuvo durante más de seis décadas en las que mantuvo esa posición y tuvo una fuerza incontrastable. Espero que sirva esta descripción de las coaliciones en nuestro país, para empezar a plantear el contexto en el que se produce el regreso del PRI a la presidencia. En los tres últimos lustros (1988-2014) se ha venido consolidando una tendencia en los partidos políticos, nacionales y locales, a formar coaliciones de diverso tipo. Estas experiencias en las que dos o más partidos llegan al acuerdo sobre algún proyecto y también se coaligan para lanzar juntos candidaturas a diversos puestos de elección popular, puede ubicarse muy claramente a partir de las elecciones federales de 1988, cuando cuatro partidos (PARM, PPS, PFCRN 5 y PMS) apoyaron la candidatura presidencial del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. En términos teóricos podemos hablar de tres tipos de coaliciones: las electorales, las parlamentarias y las de gobierno. En los sistemas bipartidistas no se dan casi las coaliciones electorales, ni de gobierno, sino que sólo se registran coaliciones parlamentarias. Las coaliciones no sólo ayudan para analizar la competencia entre los partidos y fuerzas políticas, sino también para resolver conflictos y destrabar decisiones importantes para un país en el orden social, económico, cultural y aún religioso. Son útiles para articular las demandas políticas y contribuir a la construcción de la gobernabilidad democrática. Las coaliciones de partidos no son nuevas en México. Tenemos referencias de tiempos ya lejanos cuando el partido “casi único” fuera aliado al PPS y el PARM. Pero entonces no teníamos un verdadero sistema de partidos compitiendo e interactuando como ocurre en la última etapa que se analiza en este estudio. Es decir el tiempo en el que se ubica mi análisis es a partir de que se forma el sistema tripartita, que podemos calificar como de “pluralismo moderado”, en términos de Giovanni Sartori6. Esto ocurre a partir de 1989, en el que parecen tres partidos fuertes y competitivos, PRI, PAN y PRD, acompañados por otros de menor tamaño o que han conquistado menos posiciones en elecciones populares. Veamos ahora qué fuerza relativa han tenido los partidos en las últimas 9 elecciones federales, de 1988 a 2012, representadas en los porcentajes de diputados y curules obtenidas por los tres partido mayores del sistema. Las presento en un Cuadro que contiene los porcentajes de votación y las curules obtenidas por los partidos políticos mayores en las elecciones federales que tienen lugar ya con el nuevo sistema de partidos (SdP) que se forma en nuestro país desde hace un cuarto de siglo. Se trata de un sistema que se articula en función de tres fuerzas políticas fundamentales (PRI,PAN y PRD) y otros cuatro ) Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, ya desaparecido. Los tres primeros partidos mencionados, registraron la candidatura de Cárdenas y apareció en la boletas electorales. El Partido Mexicano Socialista, lanzó originalmente la candidatura de Heberto Castillo, quien faltando un mes para la elección declinó a favor de la del ingeniero Cárdenas. 6 ) Cfr. Partidos y Sistemas de Partidos, Segunda Edición, Alianza Editorial, Madrid, 1992. 5 partidos (PT,PVEM, Movimiento Ciudadano y PANAL) que se van aliando con los tres mayores. A este sistema se agregará un nuevo partido, MORENA que previsiblemente lo transformará. Cuadro en que se reporta la votación por diputados y curules asignadas por partido, en las últimas 8 elecciones federales. Año Partido % de votación curules ___________________________________________________________ 1988* PRI 51.22 263 PAN 16.96 101 FDN 30.89 114 1991 PRI 61.40 320 PAN 17.7 89 PRD 8.3 41 1994* PRI 50.55 300 PAN 26.91 119 PRD 17.22 71 1997 PRI 39.97 239 PAN 27.20 122 PRD 26.29 125 2000* PRI 36.89 209 PAN 38.24 223 PRD-Coalición 18.68 68** 2003 PRI 32.78 224 PAN 24.71 150 PRD 18.77 97 2006* PRI 22.72 106 PAN 36.69 206 PRD 36.11 124 2009 PRI 47.40 237 PAN 28.60 143 PRD 14.20 71 2012 * PRI 41.40 207 PAN 23.00 114 PRD 20.00 101 * Elección presidencial **Se suman las curules de los partidos PT, PSN y PAS, que fueron electos por una coalición. El cuadro deja ver la consolidación de un sistema de partidos, con tres formaciones fundamentales: PRI, PAN y PRD. Entre estos partidos ocupan el mayor porcentaje de bancas en las cámaras legislativas 7) 7 se acerca El Cuadro I se refiere a la Cámara de Diputados, pero en la de senadores hay proporciones semejantes de los partidos. frecuentemente e incluso rebasa el noventa por ciento. También puede advertirse el peso de cada uno de ellos y cómo el partido que gana la presidencia logra el mayor número de diputados: el PRI en las elecciones de 1988, 1994 y 2012 y el PAN en 2000 y 2006. Esta es una realidad completamente nueva en el panorama político, si se la compara con los resultados electorales de décadas anteriores, y es la que previsiblemente estaremos viviendo en los tiempos que vienen. También podemos ver que el partido político nacional con mayor fuerza relativa y mayor implantación en los distritos del país (300) es el PRI, con la única excepción de la elección (presidencial) de 2006, en la que el PRI llegó en tercer lugar y su número de diputados apenas rebasó los cien diputados con el 22% de las curules, mientras en todas las elecciones tuvo arriba del 30% y entre 200 y 300 diputados. Éste último es el número máximo de diputados que puede tener un partido político según la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos8. El PRD ha tenido un porcentaje de votos y de curules que gira entre el 14% y el 20%. Las elecciones en las que el PRD llega a contar con mayores porcentajes de diputados, son la primera con la coalición de 1988 en la que Cuauhtémoc Cárdenas es el competidor más dinámico del PRI y la de 2006, en la que la candidatura de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) alcanza cerca del 35% de los votos. Esta coalición en 2012 logra 101 diputados. Lo anterior es indicativo de la menor implantación del partido amarillo en los distritos del país. También hay que indicar que uno de los partidos menores del sistema el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se alió en la elección presidencial de 2000, al PAN y sostuvo la candidatura presidencial de Vicente Fox; pero a partir de 2001 se ha venido coaligando sistemáticamente con el PRI. En 2012 las coaliciones del PRI con el Partido Verde, hacen crecer notablemente a esta última organización política que logra un número de 33 diputados. En la Coalición Progresista de Izquierda de 2012, el Partido del Trabajo (PT) alcanza 19 diputados y el Movimiento Ciudadano (MC), 16. El PT fue un partido muy apoyado por el líder de la izquierda en diversas elecciones locales. 8 ) Artículo 54, fracción IV. De hecho el coordinador de la campaña de AMLO, Ricardo Monreal, se pasa del PRD al PT y promueve ampliamente a ese partido9. Las coaliciones entre los tres partidos de izquierda, PRD,PT y MC, ha sido la que ha funcionado en la mayor parte de las elecciones nacionales y locales del año 2000 al 2012. En las elecciones presidenciales de 2006 y 2012 el PAN ha ido solo sin coalición, pero en las locales y municipales de 2010 y 2011 y anteriores, se alió con diversos partidos en coaliciones que fueron exitosas, con el PRD, PT, PANAL y Convergencia. Los casos más notables fueron la alianza del PAN con los partidos mencionados en 2010 en Oaxaca y Sinaloa. En las elecciones del estado de Puebla, el PAN fue unido en coalición con el PANAL, lo mismo que en 2011 lo fue en Michoacán con ese partido magisterial. Se destaca pues, que sólo tres de los siete partidos nacionales registrados son competitivos 10 , atendiendo a que tienen una implantación nacional amplia, cuentan con gobernadores 11 y grupos parlamentarios en ambas cámaras federales y en un número muy amplio de congresos locales. La implantación nacional mayor la tiene el PRI, no sólo por contar con 2112 gobernadores sino por tener amplia organización territorial y corporativa en las 32 entidades de la Federación. En la mayor parte de ellas hay un sistema local bipartidista: dos partidos que verdaderamente compiten, uno de los cuales siempre es el PRI13, ) en las elecciones de 2012, Monreal se pasa al MC, vinculándose en un plazo de pocos años 4 partidos: PRI, PRD, PT y MC. 10 ) El indicador de la capacidad para competir, es fundamental para entender y clasificar un sistema de partidos. La condición de competitivo la alcanza un partido considerando el número y proporción de los votos y de escaños que obtiene. Tomo como un indicio de capacidad competitiva el recibir en procesos electorales consecutivos, más del 10% de los votos en el país. 11 ) 20 el PRI, 6 el PAN (Aguascalientes, Baja California, Jalisco, Morelos y Tlaxcala); y 6 el PRD ( Baja California Sur, Chiapas, Distrito Federal, Guerrero, Michoacán y Zacatecas). 12 ) 21 si se considera al que logró en Chiapas 2012, la coalición PVEM-PRI, aunque el candidato no es priista sino verde. 13 ) Sartori dice que un camino para analizar un sistema de partidos políticos es su capacidad de competencia. Sin duda el PRI tiene la mayor estructura, inserción en la sociedad, dirigencia y recursos de diverso tipo para la competencia electoral. Compite realmente solo con el PAN en: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Durango, Puebla, Sinaloa, Sonora, Veracruz, Yucatán; con el PRD compite en Chiapas, Guerrero, Michoacán, Tabasco y Zacatecas. En los estados donde el PRI compite con el PAN, el PRD tiene una debilidad notoria; en los que compite con el PRD, el PAN recibe una proporción muy reducida de la votación, lo que acentúa el fenómeno del bipartidismo en las entidades, aunque no sea el mismo en todas. El Distrito Federal es un caso de los pocos en los que hay cierta competencia tripartita, 9 con lo cual aparece con una presencia generalizada y la mayor capacidad para ofrecer prebendas a los electores. Su experiencia en la conquista del voto mediante la entrega de beneficios a los votantes, es sin duda la más desarrollada. Los partidos mayores se han convertido en instrumentos de reparto populista, compra y coacción del voto, allí donde han ganado posiciones importantes, fundamentalmente en las entidades que han ganado gobiernos. En los regímenes presidenciales o presidencialistas14, sobre todo en los que no se requiere obtener mayoría absoluta en la Cámara de Diputados para gobernar, tampoco se pactan formalmente coaliciones de gobierno. Este último es el caso de nuestro país15. Las segundas, pueden realizarse antes de operar la Legislatura, como lo han hecho el PRI y el PVEM, antes de que se instalara la LXI (sexagésima primera) Legislatura). Estas coaliciones pueden ser generales, para diverso tipo de asuntos, o sólo hacerse en función de ciertas propuestas programáticas o iniciativas de ley. Ya instituida la LXI Legislatura, los partidos de izquierda, PRD (71 diputados), del PT (13 diputados) y Convergencia (6 diputados), han anunciado la formación de una alianza parlamentaria, sin precisar si será para todos los temas o sólo para algunos. La legislación mexicana no prescribe el registro de esas coaliciones y menos el contenido de sus pactos, sino solamente establece la necesidad de registrar los aunque el PRI está muy debilitado. Hay otros estados en los que ha crecido el tripartismo como Michoacán y Sinaloa. 14 ) Daniel Cosío Villegas describe el enorme poder del presidenteb, constitucional sino de otras fuentes o extralegal (El Sistema Político Mexicano (Joaquín Mortiz, México, 1974); Jorge Carpizo dice que el presidente tiene poderes metalegales (El Presidencialismo Mexicano Siglo XXI Editores, México, 1978); Enrique Krauze lo llama Presidencia Imperial (Tusquets, Mexico 1997). En el trabajo de Escamilla en este mismo libro se analiza con mayor amplitud el tema del presidencialismo. 15 ) Hay un buen número de países con regímenes presidenciales en los que si se requiere mayoría absoluta para formar gobierno; cuando ningún partido alcanza esa mayoría, se abre una segunda vuelta a la que sólo pueden concurrir los candidatos de los partidos que alcanzaron los dos primeros lugares. Esto induce la formación de coaliciones electorales de los partidos que no alcanzaron los dos primeros lugares con alguno de los dos delanteros. Estas coaliciones electorales, implican compromisos para que el candidato triunfante entregue posiciones de gobierno a los partidos con los que se coaligan. En el caso de México no se ha establecido legalmente el proceso de segunda vuelta. Después de los apretados resultados de la elección de 2006, debiera pensarse seriamente en establecer ese procedimiento, que conduciría naturalmente a realizar un proceso que legitimaría mucho más ampliamente al gobernante. grupos parlamentarios, sus integrantes y su coordinador. Además de coaliciones que son pactos permanentes y que pueden durar una Legislatura completa (tres años), se dan en la práctica acuerdos entre los grupos parlamentarios para sacar adelante iniciativas concretas. Y esos acuerdos se hacen sobre la marcha, aunque por las experiencias del Congreso, tenidas a partir de la LVII Legislatura (1997-2000), cuando ningún partido alcanzó la mayoría absoluta, se pueden tener una serie de acuerdos interpartidarios, como los que se vienen haciendo anualmente en estos cinco lustros para aprobar leyes y presupuestos. Lo primero que destaco es que la mayor cantidad de acuerdos y los más relevantes, se han referido al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), que anualmente desde 1997, han venido siendo aprobados por una amplia mayoría, frecuentemente cercana a la unanimidad, lo que nos habla de una capacidad de negociación de los partidos y específicamente de sus grupos parlamentarios. La aprobación del PEF durante 11 años (1997-2008), se ha hecho a través de un acuerdo sustancial entre el PRI y el PAN, que han representado juntos, el 80% o más de los diputados. El PRD, que ha sido, en términos promedio, la tercera fuerza, sabiendo que el PEF va a ser aprobado con el acuerdo del PRI y el PAN, entran al mismo planteando una serie de propuestas que, si son aceptadas, comprometen a sus diputados a aprobar el PEF en lo general. En estos acuerdos, normalmente todos los partidos, se reservan artículos, rubros o partidas para hacer propuestas en lo particular. Esto último da una gran flexibilidad para los acuerdos, ya que cada grupo parlamentario puede dejar patentizadas ante su electorado sus planteamientos programáticos. Es indispensable subrayar que los acuerdos congresionales, tienen estímulos negativos y positivos. El primer estímulo y probablemente el más fuerte, es negativo: las consecuencias de no aprobarse en tiempo y forma el PEF del año siguiente es la amenaza para todos de caer en un profundo pozo negro que traería problemas económicos para todos los mexicanos y, por ende, para todos los partidos. Los estímulos positivos, los tienen los diputados, alcanzando cambios importantes en los montos de las partidas que propone el Ejecutivo y modifican los legisladores para atender, de distinta manera, sectores sociales; muy particularmente para lograr que el gasto que pueden hacer los entidades de la Federación y los programas sociales se amplíen. Estos estímulos económicos han permitido el mantenimiento de una cierta estabilidad y aun subsistencia aunque sea precaria del sistema presidencialista. Y eso ha sido en gran medida posible en virtud de los ingresos petroleros, que otorgaban a los negociadores presupuestales del gobierno y los legisladores, un margen significativo para negociar. Pero ante la reducción sustantiva de los ingresos petroleros, este margen de negociación se hace más pequeño y el sistema presidencialista tiene una base menor de soporte. Lo que se pone de manifiesto en segundo término, después de los acuerdos presupuestales, es que en materia económica, las coaliciones parlamentarias que logran los partidos en materia económica en términos generales, tanto para leyes como para presupuestos, se dieron en una primera etapa entre el PRI y el PAN. En una segunda etapa, han venido incrementándose los acuerdos en esta materia, entre el PRI y el PRD. Un rubro especialmente indicativo de estas relaciones, que ha mostrado coincidencias entre el PRI y el PRD, ha sido el de la regulación energética, particularmente, la petrolera. No se han aceptado las propuestas del presidente en los dos últimos períodos presidenciales, ni de su partido el PAN, han sido aceptadas. Lo que ha ocurrido es que los otros partidos las han transformado, reducido o modificado significativamente. Puede decirse que el PAN ha ido a remolque en esta materia, como el PRD lo ha hecho en materia presupuestal. En los sexenios presididos por Carlos Salinas (1988-1994) y Ernesto Zedillo (1994-2000), PRI y PAN participaban de la misma política económica. En una segunda etapa, (Gobiernos de Fox, 2000-2006 y Calderón (2006-2012), el PRI empezó a plantear ligeramente su separación de lo que se ha llamado el esquema “neoliberal” y a acercarse a algunas posiciones más cercanas al PRD. En materia electoral, los acuerdos entre los tres partidos mayores, han sido bastante amplios. Uno muy notable ha sido el que lograron para la reforma constitucional (2007) y legal (2008), en este ámbito. Aunque habría que destacar que antes de esa última gran reforma electoral, el PRD había tenido un desentendimiento mayor con los otros dos partidos, porque en la integración del Consejo General del IFE de 2003, no fue tomado en cuenta, como si lo fue en la integración del Consejo anterior, presidido por José Woldemberg (1996- 2003). Este desacuerdo repercutió fuertemente en el procesamiento de la elección presidencial de 2006 y en la que se vio como necesaria modificación de los integrantes del Consejo General del IFE, empezando por el Consejero Presidente16. Es conveniente reparar en que todas las elecciones presidenciales mexicanas de 1988, 1994, 2000, 2006 y 2012 hubo coaliciones. La izquierda en el nuevo sistema mexicano de partidos, es la más coalicionista. De hecho apoyaron la candidatura de Cárdenas en 1988 cuatro partidos; y en todas las elecciones presidenciales subsiguientes la izquierda fue en coalición, articulada en torno del PRD y sus candidatos presidenciales17. Pero no sólo la izquierda ha usado las coaliciones sino que en la de 2000, el PAN y el PVEM fueron unidos en apoyo a la candidatura de Vicente Fox. Y que el PRI fue aliado en buen número de elecciones locales celebradas entre el año 2006 y 2012 con el PVEM. Para las elecciones de 2012 se registraron 2 coaliciones18, encabezadas por el PRD y por el PRI a nivel nacional, mientras el PAN fue el partido de los tres mayores que fue solo. Las coaliciones se han venido consolidando como modo normal de los partidos en los niveles estatal y municipal. Recordemos que en 2010 hubo siete candidatos a gobernador que fueron coaligados y tuvieron éxito en tres entidades ganando la gubernatura: Oaxaca, Puebla y Sinaloa; y en tres las coaliciones opositoras al PRI que fueron muy competitivas, y se registraron en Durango, Hidalgo y Veracruz. En varias de ellas fueron aliados el PAN y el PRD que se supone son partidos ubicados ideológicamente en las antípodas 19 . A este tipo de coalición se opuso de manera muy marcada el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, en las dos últimas elecciones presidenciales y, a pesar de ese ) La salida del consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, y de otros consejeros un tiempo después, dio la pauta para que el grupo parlamentario del PRD volviera a tener ingerencia en la determinación de los nuevos integrantes del Consejo General. 17) Recordemos que no solo Cárdenas, sino también López Obrador también fue en coalición las dos veces que ha sido candidato presidencial. 18) La del PRI, que se registró el 17 de diciembre de 2011 con tres partidos (PRI-PVEMPANAL) y que en enero de 2012 canceló la alianza con el tercer partido; y la de la izquierda PRD-PT-Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), que se sostiene. 19) Esto dio lugar a que se hablara que eran coaliciones antinaturales, que buscaban unir el agua y el aceite. 16 rechazo del caudillo, se dieron algunas de las más exitosas coaliciones. También habría que decir que la coalición de Oaxaca no fue meramente electoral, como la mayor parte de las que se han dado, sino que el oaxaqueño puede verse como un gobierno de coalición, y el de Puebla también, aunque en menor grado. Puede decirse que en la mayoría de las elecciones locales que se desarrollaron durante los años de 2010 y 2011, hubo coaliciones. En ellas no sólo fueron aliados distintos partidos con registro nacional, sino también en un buen número de partidos locales, que existen en la mayoría de los estados de la República. Hay que decir que las coaliciones que se registraron en los estados se han conformado para las elecciones que se desarrollaron en 2012. En estas últimas hubo dos formaciones coaligadas 1.- PRI PVEM20, que fue la que se hizo más en esas 22 elecciones en las entidades de 2010 y 2011; 2.- PRD-PT-Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) que llegó intacta a 2012. En el nivel municipal la experiencia coalicionista ha sido muy amplia y muy variada. Hay casos como la más reciente elección de Chiapas en el que se formaron con combinaciones partidarias de lo más variado. En la que hubo para gobernador de ese estado sureño, también advertimos una innovación: el Partido Verde puso al candidato a gobernador y él sacó la más amplia votación que se hubiera dado en entidad alguna en 2012. En términos materiales, no formales, se están dando coaliciones al interior de los partidos: sus distintas corrientes pactaron para tener una cierta unidad en los procesos electorales. Un ejemplo claro en la campaña presidencial de 2012, fue la reconciliación y apoyo mutuo entre el cardenismo y los seguidores de López Obrador, que estaban distanciados: cada uno obtuvo posiciones importantes. Terminado el proceso de 2012, AMLO renunció al PRD y se propuso formar su propia organización política, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Uno de los indicadores de que el PRI ya no es lo que fue, es su necesidad de alianza que, a partir de 2001, se ha venido haciendo sistemáticamente con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). En la mayor parte de las ) Originalmente para la elección de 2012 se había registrado en esta coalición un tercer partido, el PANAL. Pero la coalición con él fue cancelada por el PRI, debido a una desavenencia por el número de coaliciones en que se llevaban candidatos de ese partido. 20 elecciones locales de 2010 y 2011 el PRI estuvo aliado con el PVEM y en la presidencial y las locales de 2012, también lo estuvo. El partido Verde ha aportado al PRI la fuerza que le falta para tener mayoría en algunos congresos locales y en el federal. En los últimos tiempos el PRI se alía también con el PANAL, con el que ha venido reconstruyendo una alianza que entre otras cosas le ha permitido sacar adelante algunas de las llamadas reformas estructurales (hacendaria, energética, de telecomunicaciones y otras. La poca relevancia de las diferencias ideológicas y programáticas es algo cada vez más común en las experiencias de los partidos políticos en el mundo. No es que haya perdido totalmente su importancia la ideología, la diferencia ideológica se ha ido haciendo menos notable. El pragmatismo se ha impuesto. El más pragmático de los partidos ahora no es el PRI, sino el PANAL, que tuvo una alianza virtual como la que vimos en 2006, donde los votos de los maestros del PANAL no fueron para su candidato presidencial, Roberto Campa, sino para los de los dos candidatos de las fuerzas mayores que compitieron: la de Felipe Calderón y la de Andrés Manuel López Obrador. El PANAL fue defenestrado en 2012 de la alianza con el PRI a nivel nacional, pero desde 2011 tuvo alianzas en los estados, en algunas de las 15 elecciones locales y cerca de 800 municipales. Y también las tuvo en las elecciones locales del 2012. Las alianzas del PRI con el PRD no han sido de carácter electoral sino en el Congreso, para frenar o rebajar reformas cruciales que los presidentes panistas propusieron, como la fiscal de Fox o la energética de Felipe Calderón. No permitir que el Estado tuviera más recursos, era fomentar la ineficacia y consecuente desprestigio de las administraciones panistas. 3. ¿Perdió todo el PRI al perder la presidencia? Es necesario aclarar que el PRI nunca perdió totalmente el poder, ni la recuperación de la que ahora hablamos es el de la del poder que llegó a tener en tiempos autoritarios21. Esos, como las golondrinas de Becquer, no volverán. ) A mi juicio los tiempos de los presidentes más autoritarios tienen su zenith durante el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), aunque los presidentes siguientes, hasta Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), tuvieron una gran fuerza para imponer sus decisiones. En el período del presidente Zedillo se incrementa notablemente la pluralidad, los 21 En los doce años que presidentes panistas ocuparon la silla presidencial, el PRI cogobernó, en distintos grados y de diversas maneras. El partido tricolor -y la referencia cromática se queda corta, porque es un partido de muchos más que tres colores-, mantuvo la mayoría de los gobiernos de los estados de la Unión, cuyos gobernadores urdieron una serie de acciones para recuperar espacios de poder y mantener vivo y actuante al partido. Este es un factor básico en el proceso de recuperación que analizamos un grupo de investigadores de las universidades Nacional Autónoma de México y de la Autónoma Metropolitana. Entre ellos hay politólogos, sociólogos, un historiador, un comunicólogo y un jurista, con lo cual hacemos no sólo un análisis multidisciplinario. El PRI también preservó muchas de sus bases sociales como sindicatos o burocracias sindicales, así como agrupaciones campesinas, de artesanos y profesionales. Y lo hizo siguiendo su estilo corporativo de control y clientelar populista, que hace derramas de bienes de distinto tipo entre la población que quiere conquistar. Debo decir que este estilo, aunque en México es originalmente desarrollado por el PRI, ha sido tomado como patrón fundamental para conducir sus campañas electorales por los demás partidos políticos: todos usan recursos públicos como condicionantes para lograr triunfos electorales. El cogobierno con el PAN, se enunció desde el principio del gobierno de Vicente Fox y se realizó básicamente en el plano federal, pero también en el de buen número de estados de la Unión. Dan seña de ello la ocupación de la Secretaría de Hacienda con el priista Francisco Gil Díaz a la cabeza y todas sus direcciones generales detentadas por priistas. Hay una idea central detrás de esta ocupación de la Secretaría de Hacienda: la política se maneja con recursos económicos y esa Secretaría decide sobre muchos. Además, el nombramiento de Gil Díaz contó con apoyo de los poderes internacionales (FMI, Banco Mundial) y grupos empresariales nacionales como el Consejo Mexicano de Hombres de negocios que le recomiendan al presidente electo, Vicente Fox, a Gil Díaz y el cogobierno con el PRI. Además de Hacienda ocuparon los priistas otras posiciones y mantuvieron influencia en áreas gobiernos compartidos y se desvanece en buena medida la fuerza presidencial. Los gobiernos del PAN (2000-2012) ejercen poderes presidenciales con muchas limitaciones. importantes del gobierno y de la administración pública, como son las de educación (SEP), seguridad social (IMSS e ISSSTE) y energía eléctrica (CFE). La mayor parte de los delegados de las secretarías del gobierno federal en los gobiernos de las entidades las detentaron priistas, por más disgustos que eso hubiera provocado esto en las filas del panismo. El panorama político después de la alternancia no sólo fue de una mayor pluralidad en la medida que los principales partidos consiguieron posiciones importantes de gobierno, sino en la dispersión del poder. El artículo de Luis F. Aguilar Villanueva, titulado “El podercito” lo describe cabalmente: “El poder concentrado presidencialmente se fragmentó en un rompecabezas de diversas y pequeñas piezas de poder, sin que nadie haya podido hasta la fecha integrarlas en una configuración coherente de política nacional. El poder político se ha partido en pedacitos de tres, cuatro, cinco, seis pequeños lideres o grupos internos.”22 En efecto, veníamos de un largo proceso de concentración de poder que se dispersó y, por tanto, se hizo mucho más débil. Un poder tan democrático como ineficaz para cumplir con las tareas que el Estado tenía asignadas por la Constitución Política, ni promover las condiciones de desarrollo social, económico y cultural que el país requería. El PRI que es el partido más fuerte, ha concitado coaliciones que buscan derrotarlo, con la aceptación más o menos calculable de que ninguno solo puede derrotarlo. Dirigentes del PRI han alegado que varias de esas coaliciones son “contra natura”, lo que resulta un tanto ridículo cuando esta expresión viene de un partido ampliamente pragmático. Sus coaliciones electorales que en algún tiempo fueron fundamentalmente con el PVEM, se han venido ampliando y las realiza con el partido de los maestros, el que se llama de la Nueva Alianza (PANAL). Presento a continuación una serie de elementos que explican o dan cuenta del regreso del PRI a la presidencia de la república. Lo haré sintéticamente, en virtud del tiempo limitado que tenemos en estos paneles, pero también sabiendo que mis compañeros de mesa harán aportaciones sobre diversas variables. 22 ) Aparecido en el periódico Reforma el 26 de noviembre de 2003. 4.- Superación priista de las divisiones internas Tras perder la presidencia, que detentaba la jefatura real del PRI y nombraba al presidente de ese partido23, los priistas se ven en la necesidad de elegir un jefe. Se apuntan para competir por la presidencia y secretaría general, dos parejas: Beatriz Paredes y Guerrero y Roberto Madrazo con Elba Esther Gordillo. Esta última sale triunfadora y el premio de consolación de Beatriz Paredes es la presidencia de la cámara de diputados. Las disputas de ese primer tiempo de orfandad entre los priistas son de varios tipos: entre madracistas y labastidistas que compitieron por la candidatura a la presidencia; entre los que compitieron por la jefatura del partido; entre los militantes que se identificaban con el ex presidente Zedillo24 y los que lo atacaban por diversas razones. Durante los primeros seis años hay disputas internas en el tricolor. El presidente del partido, Roberto Madrazo, busca primero una alianza con Elba Esther Gordillo (EEG) dirigente del SNTE y la invita a competir a su lado por la secretaría general. Una vez ganadas las principales posiciones por esta pareja, empiezan sus pleitos. Elba Esther, consigue la Coordinación de los diputados del PRI, con una votación interna; compitió con ella, Manlio Fabio Beltrones y fue derrotado. Entre los diputados priistas había quien respondía a directrices de Madrazo y otros a los de la maestra. En la Cámara misma podía advertirse la división de los priistas, entre otras cosas, porque Elba Esther mantenía buenas relaciones con el presidente Fox y pactaba con él diversas decisiones, particularmente para sacar adelante la reforma fiscal. Los madracistas, acabaron sacando a la maestra de la Coordinación parlamentaria y ella inició el camino para formar un nuevo partido de los maestros. Después, ante la ) Don Daniel Cossío Villegas, en su libro El Sistema Político Mexicano, llama al dirigente oficial del PRI “presidente aparente”, señalando que el auténtico jefe era el presidente de la república. 24 ) Durante su gobierno, el presidente Ernesto Zedillo, señaló que guardaría una “sana distancia” del partido, implicando que la institución presidencial debería manejarse independientemente del partido. Por otra parte, Zedillo apoyó la candidatura de Francisco Labastida y se opuso a la de Roberto Madrazo. Finalmente, decidió salir muy temprano la noche misma de las elecciones a reconocer el triunfo de Vicente Fox, con lo cual frenaba las manifestaciones de los priistas que no lo aceptaban. El ex presidente Zedillo, decidió abandonar el país y dedicarse a diversos trabajos en el extranjero. 23 amenaza de expulsarla del PRI, ella renunció al partido. Se trataba de una división mayor de los priistas, porque los maestros conformaban una estructura electoral básica para el partido. Además, EEG mantuvo muy buenas relaciones con gobernadores priistas, entre los que se encontraba Humberto Moreira, que años después sería presidente el PRI. La superación de las divisiones priistas se logró con la reagrupación de los gobernadores que proponen y logran el establecimiento de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), a las que se suman los del PAN y los del PRD. Esta reagrupación fue posible, porque los gobernadores priistas siguieron un principio muy claro: recuperar la fuerza del partido a partir del principal poder que les había quedado, que no era poco. Con ellos unidos y encabezando al PRI en sus entidades a la vieja usanza, apoyando a los candidatos a gobernadores en los estados donde había elecciones, con recursos materiales y activistas, con propaganda y buenas transacciones con medios masivos de información, empezaron a lograr la reunificación, que no se lograría plenamente hasta después de la elección de 2006 en la que Madrazo fue candidato presidencial, con la oposición abierta de EEG y con el apoyo de varios gobernadores que respondían a las directrices de la maestra a la candidatura de Felipe Calderón. Madrazo no sólo perdió en la lisa electoral, sino que cayó al tercer lugar. A partir de 2007 se pudo notar claramente que los gobernadores priistas tradicionales, los elbistas y los otros que dejaron de mostrarse como madracistas después de la pavorosa derrota, decidieron unirse. Esta unión estuvo encabezada por el gobernador Enrique Peña Nieto de la entidad más grande y rica del país: el Estado de México. Hubo otros importantes contribuyentes a la unificación priista: Manlio Fabio Beltrones, que sustituyó primero a la maestra en la coordinación de los diputados priistas y luego, al empezar el nuevo sexenio, la de los senadores de ese partido. Manlio Fabio planteó frecuentemente los temas de la agenda política del país, y negoció hábilmente con el gobierno de Calderón, manteniendo una posición independiente del gobierno. Como legislador, encabezó iniciativas de reforma como la regulación de la relación entre los medios informativos y los procesos electorales. Otra persona que contribuyó notablemente a la reunificación de los priistas fue Beatriz Paredes, quien provenía del grupo priista que apoyó la candidatura de Francisco Labastida a presidencia de la república, como presidenta de la Cámara de Diputados, tuvo posiciones conciliadoras que también impulsaron la superación de las divisiones priistas. 5. Las relaciones del PRI con los medios masivos. La política en algunos de los países más importantes del planeta, se había venido haciendo por los medios masivos de información (mass media). Esta era una realidad patente en nuestro vecino del norte, los Estados Unidos. En México, los medios masivos, no sólo participaban con la difusión de propaganda electoral, más o menos abierta, sino que impulsaban candidaturas, otorgaban descuentos o tarifas bajas, a los candidatos de su preferencia en los diversos partidos y lograban acuerdos para que los legisladores de éstos, favorecieran sus intereses como quedó claro con la llamada “Ley Televisa”25. El duopolio televisivo y las cadenas de radio que detentan, se fue inclinando cada vez más claramente por los candidatos priistas a los gobiernos de los Estados. El más destacado de ellos, Enrique Peña Nieto, no sólo fue apoyado para ganar el gobierno del Estado de México, sino preparado para ser el candidato presidencial del tricolor. Puede decirse que ese apoyo es una de las acciones políticas más exitosas, particularmente de Televisa, que logró difundir una imagen jovial, inteligente y de buen gobernante, por diversos medios. El éxito de la candidatura presidencial de EPN, se da por haber sostenido la mayor simpatía en las encuestas de opinión, de 2007 a 2012. Este factor está tratado con amplitud en el trabajo de Javier Esteinou Madrid, en este mismo libro, por lo que yo me reduzco a mencionarlo brevemente, porque hoy en día la política se hace con imágenes y logrando influir en la percepción de los ciudadanos: las grandes televisoras lograron difundir una imagen muy positiva de Enrique Peña Nieto y también fueron las principales orientadoras de la percepción de los ciudadanos. 6. Relaciones con las burocracias de poderosos sindicatos. Los sindicatos más importantes y poderosos, de trabajadores de entidades estatales o paraestatales como los maestros, los petroleros, y los electricistas, apoyaron sustantivamente al PRI en los procesos electorales, ) Esta fue una modificación a dos leyes federales: la de Radio y Televisión y la de telecomunicaciones. En el ensayo de Javier Esteinou se detalla esta maniobra. 25 aunque en el de los maestros (SNTE) se dio una cierta pluralidad: había maestros pertenecientes a diversos partidos, en pequeñas proporciones. La mayor disidencia dentro del gremio magisterial era la que representaba la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE), con vinculación a organizaciones de izquierda. La división de los maestros se ha venido ampliando por la pugna entre Roberto Madrazo y EEG y con la salida de esta del PRI y la formación del Partido Nueva Alianza (PANAL) que se formó en 2003. Otra excepción de estos grandes sindicatos fue el de trabajadores del Seguro Social, cuyas dirigencias hicieron pactos con el PRD y con el PAN, para nominar algunos candidatos a diputados. Pero en general el PRI mantuvo la lealtad de la mayor parte de los sindicatos afiliados a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), de la Confederación Regional de Trabajadores de México (CROM) y de otros gremios poderosos como el minero. Sostener sustancialmente el apoyo de estas bases sociales es uno de los factores que permiten al PRI lograr una nueva integración del poder, sin dejar de señalar que también en el ámbito sindical se organizaron “podercitos” confrontados, como el del gremio de los electricistas26 (SME) que venía de muy atrás, o el de telefonistas que se había hecho independiente en épocas más recientes. 7. El debilitamiento del PAN El Partido Acción no sólo se debilitó por hacer malos gobiernos, sino por el ejercicio mismo del poder que siempre desgasta. Este debilitamiento fue mayor en el segundo periodo gubernamental (2006-2012), porque el gobierno se tuvieron condiciones adversas de diverso tipo: crisis económica de Estado Unidos que estalla en 2008, sequías, inundaciones, epidemias como la gripe aviar y de flujo, pero sobre todo por la avasalladora presencia del crimen organizado, fundamentalmente de los carteles del narcotráfico, que mostraron su poder, retaron al Estado y libraron muchos encuentros con el ejército y las fuerzas armadas del país. Otra parte del debilitamiento del PAN, fue porque fue abandonando sus ) Los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, que fue liquidada por el gobierno federal durante el gobierno de Felipe Calderón, tenían un sindicato con vieja tradición de lucha (1913). 26 tradicionales procesos democráticos internos y propiciando que las principales decisiones las tomara la cúpula del partido representada por su Comité Ejecutivo Nacional (CEN), controlado por el presidente Calderón. La fuerte derrota experimentada por ese partido en las elecciones de 2009. Al final del gobierno de Calderón, en plena campaña presidencial, el ex presidente Fox se pronunció a favor de la candidatura de Peña Nieto y pidió a los ciudadanos y especialmente a los panistas, que votaran por el candidato del PRI. Los panistas fueron tan débiles que ni siquiera se atrevieron a promover la expulsión de su primer ex presidente; él sólo se fue del partido porque decidió no reafiliarse27. Mientras el PRI llegó a la elección presidencial unificado y con un candidato con muy buena aceptación del electorado, una imagen impecable y triunfadora, construida por años en conjunción con los medios más poderosos de información masiva, el PAN llegó debilitado habiendo perdido elecciones en varios estados y ciudades que gobernaba y severamente dividido: el presidente Calderón apoyó una candidatura (la de su secretario de Hacienda, Ernesto Cordero) distinta a la que sostuvo la mayoría de panistas (Josefina Vázquez Mota) quien se quejó amargamente de que la habían dejado sin recursos. 8. El futuro inmediato: significado de MORENA. ¿Será un nuevo partido? Al concluir el proceso de la elección presidencial de 2012, el candidato de las Izquierdas, AMLO, decidió romper con los tres partidos que lo postularon como candidato presidencial. Este personaje ha decidido formar un nuevo partido político que no cargue con el desprestigio de los partidos de izquierda que por dos ocasiones lo hicieron su candidato al puesto mayor de elección popular en nuestro país. Es cierto que los beneficios mayores de las dos últimas campañas presidenciales, en términos de las ganancias de posiciones (gobernadores, diputados federales y locales, senadores o gobiernos municipales) han sido ) La reafiliación es un proceso que sigue el PAN desde hace tres lustros, en el que los miembros y adherentes asisten a centros de reafiliación. El PAN tenía un padrón antes de las elecciones de más de un millón ochocientos mil miembros; después de las elecciones de 2012, de la reafiliación que se hizo, le quedaron menos de cuatrocientos mil. 27 para alguno de los tres partidos que han ido coaligados, fundamentalmente para el PRD, que es el único que ganó gobiernos de las entidades federativas, lo que incluye al Distrito Federal, que es la mayor de dichas entidades, sin dejar de poner atención en Guerrero, Tabasco y Morelos, estados en los que el PRD logró ganar las gubernaturas. AMLO, apoyado por un equipo importante de dirigentes y seguidores, ha desarrollado los movimientos electorales 28 mayores en las dos últimas elecciones sexenales. Se ha dicho que lo que ha impulsado López Obrador es un movimiento social. Los movimientos sociales a diferencia de los partidos son ayuntamientos efímeros de personas que buscan algún fin común y en cuando lo logran se desvanecen o se reducen muy ampliamente, mientras los partidos son instituciones de más larga duración. Contó para sostener esos movimientos electorales con muchos recursos que provenían de los gobiernos y posiciones parlamentarias de los partidos que en 2013 abandonó. Ha decidido formar su propio partido, que tiene como base las organizaciones que logró en los movimientos electorales mencionados. Estos contingentes que se han unido a MORENA, son mucho menores que los que el propio movimiento de AMLO había incluso credencializado. Los movimientos sociales son muy volátiles y las clientelas que logran son efímeras, por lo cual muchos seguidores de López Obrador no se mantuvieron fieles a él y no se afiliaron a su organización política. Hay que recordar que durante el largo y difícil periodo de realización de asambleas estatales para el registro de MORENA como partido político, hubo varios estados en los que no logró en una primera intentona, hacer las asambleas con los miembros que requiere el Cofipe, para tenerlas como válidas para los efectos del registro. Es previsible que, cuando se registre el Movimiento que hoy es el de Regeneración Nacional (MORENA) como partido político (con el nombre que sea), buen número de perredistas, petistas e integrantes del Partido Movimiento Ciudadano, se pasen al nuevo partido obradorista. Si el registro de un nuevo partido promovido por los obradoristas supérstites de MORENA se logra, cambiará radicalmente el SdP que ha ) No se trata de un movimiento social ni de un partido político, sino algo híbrido que podemos llamar movimiento político en cuanto que persigue fundamentalmente posiciones políticas. 28 existido durante el último cuarto de siglo: se establecerá una nueva correlación de fuerzas en el Congreso y en los gobiernos federal y locales. Uno de los impactos mayores que tendrá el registro de MORENA es la división formal de la izquierda y específicamente el debilitamiento del PRD. Está planteada la duda de cual de los dos partidos es el mayor, si el PRD o MORENA; y esa duda sólo empezará a despejarse después de las elecciones de diputados de 2015. El PRD que tiene ya cuatro gobiernos de las entidades (Distrito Federal, Guerrero, Morelos, Tabasco) y participa en otros dos que fueron ganados por coaliciones (Oaxaca y Sinaloa), es previsible que conserve una fuerza importante. También parece previsible que si se forma un nuevo partido obradorista, desaparezcan el PT y MC, después de las elecciones de 2015, por no lograr suficientes votos para mantener el registro. 11. Reflexiones finales Ni la corrupción, ni el corporativismo, ni el clientelismo, se redujeron durante las dos administraciones panistas. Y lograr la derrota de esos vicios era el compromiso fundamental de Acción Nacional con la sociedad mexicana desde su fundación y por más de seis décadas. La ciudadanía se lo cobró al PAN en las urnas y ese partido vive una grave crisis; su caída fue levemente atenuada en algunas elecciones locales de este año 2013 y por la firma del “Pacto por México”. Pero sus divisiones internas de frente a la sucesión de la dirigencia. Las alianzas del PAN y el PRD, que se han dado desde hace más de cinco lustros29, han debilitado al PRI quitándole gubernaturas y municipios y, a partir de la recuperación de la presidencia de la república, buscan debilitar al presidente ahora emanado del PRI, aunque esto se ha visto atenuado también por la firma del Pacto por México. 29 ) Véase mi trabajo sobre “El tiempo de coaliciones” Bibliografía - Cosío Villegas, Daniel, El Sistema Político Mexicano, Joaquín Mortiz, México,1974. - Duverger, Maurice, Los Partidos Políticos, FCE, México, 1965. - Gunther, R, Montero J.R. & Linz Juan, Political Parties, Oxford University Press, 2002. - Hofstadter, Richard, La Idea de un Sistema de Partidos, Ediciones Gernika, México, 1986. - Katz, R. & Crotty,W., Handbook of Party Politics, Sage Publications, London, 2005. - Mella Márquez, Manuel, (Ed.),Curso de partidos políticos, Ediciones Akal, S.A., Madrid, 2003, pág. 198. - Ostrogorski, Moisei, La democracia y los partidos políticos, Editorial Trotta, Madrid, 2008. - Nohlen, Dieter, Derecho y Política en su contexto, IIJ-UNAM, México, 2008. - Nohlen, Dieter, Sistemas electorales en su contexto, IIJ-UNAM, México, 2008. - Nohlen, Dieter, Teoría Politica Comparada, Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico, BUAP, Puebla, México, 2013. 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