NAOMI KLEIN: PERIODISTA, ESCRITORA, ACTIVISTA Guillermo S. Edelberg DBA Profesor Emérito guillermo.edelberg@incae.edu www.guillermoedelberg.com.ar La aparición de nuevos protagonistas que discuten temas actuales de la vieja polémica sobre los beneficios o daños derivados del accionar de las grandes corporaciones1 ha sido una constante. El fin de la historia, en este caso, no parece asomarse en el horizonte. Entren éstos, del lado antiglobalización, antiempresa, izquierdista, progresista o como quiera llamársele, sobresale Naomi Klein2. Joven periodista, escritora y activista nacida en 1970 en Montreal, Canadá, se ha convertido en una especie de sacerdotisa del movimiento en contra de lo que se señala como excesos de las grandes empresas. Me recuerda, guardando las distancias, a John Reed (1887-1920), el autor de Ten Days that Shook the World (Diez Días que Estremecieron el Mundo), publicado en 1919, sobre cuya vida Warren Beatty hizo la película Reds (1981) y donde se menciona su habilidad como periodista para estar en el lugar adecuado en el momento adecuado (estuvo con Pancho Villa y conoció a Venustiano Carranza durante la Revolución Mexicana y fue testigo y cronista de los acontecimientos de octubre de 1917 en Rusia). Ésta parece ser una característica de N. Klein. Quienes lean estas líneas quizás recuerden las grandes protestas del movimiento antiglobalización en 1999 en Seattle con motivo de la reunión de la Organización Mundial de Comercio. Pocos meses después de estos acontecimientos, en 2000, publicó No Logo: Taking Aim at the Brand Bullies (No Logo. El Poder de las Marcas). El timing del libro contribuyó a que se convirtiera en un bestseller. Los ejemplares vendidos en todo el mundo sumaron un millón y su autora se convirtió en una figura destacada del movimiento antiglobalización. El libro es una especie de Biblia para los manifestantes del movimiento antiglobalización... [...] La Sra. Klein dice que las empresas exitosas de hoy día “producen principalmente marcas en lugar de productos”. En el mundo nuevo el consumidor es el rey, el shopping mall, el centro del universo y la creación de marcas (branding), la actividad a llevar a cabo. [...] Estas tendencias, señala, están teniendo un impacto adverso en el empleo. Empresas como Nike y Levi Strauss han cambiado sus prioridades para enfocarse en la marca de sus productos y se han resistido a invertir en empleados y fábricas. Han contratado estas actividades con empresas de bajo costo en países en desarrollo donde los salarios son bajos y en “zonas libres” donde los derechos laborales son escasos, como en China, Vietnam, Mexico y las 1 2 Ver artículo # 57 Las grandes corporaciones: ¿beneficiosas o dañinas? en www.guillermoedelberg.com.ar Ver artículo # 75 La identidad de las empresas (sitio web mencionado) 2 Filipinas. (A swipe at the brand bullies. [...] Several seasonal titles offer refreshing insights into the world of work. Financial Times. Londres: 22 de diciembre de 2000) En 2002 N. Klein publicó Fences and Windows: Dispatches from the Front Lines of the Globalization Debate (Cercos y Ventanas: Despachos desde el Frente del Debate sobre la Globalización), donde incluyó artículos que escribiera durante 1999-2002 sobre temas tales como sweatshops3, alimentos modificados genéticamente y tácticas policiales para el control de multitudes. “Los cercos se refieren a las jaulas metálicas que les impiden a los manifestantes interferir con las reuniones en la cumbre. También constituyen una metáfora, tal como el ‘cerco’ de la pobreza, que impide que los pobres reciban educación o servicios de salud adecuados. La autora argumenta que la globalización ha beneficiado a los ricos y que su énfasis en la privatización ha erosionado la disponibilidad de servicios públicos en el mundo”. (Publishers Weekly. Nueva York: 26 de agosto de 2002). N. Klein y su esposo viajaron a la Argentina un tiempo después de la grave crisis económica de 2001, atraídos por lo que acontecía en empresas manufactureras quebradas y abandonadas por sus propietarios. El viaje dio como resultado la filmación del documental The Take (La Toma) estrenado en 2004. Los trabajadores argentinos respondieron al desempleo y la fuga de capitales tomando las empresas quebradas y reabriéndolas mediante una gerencia democrática ejercida por ellos. Tomaron una idea vieja y la adaptaron a una dura época nueva. Los principios son muy simples y muy justos. Parecen más obvios que extremos cuando los explica un trabajador. ”Organizamos una cooperativa con salarios igualitarios y con decisiones tomadas en asambleas; estamos en contra de separar el trabajo manual del intelectual. Queremos rotación de posiciones y, sobre todo, la posibilidad de remover a líderes electos.” [...] La carencia de ideología por parte de este movimiento puede ser una debilidad trágica o una fortaleza refrescante; pero las empresas recuperadas desafían el ideal más querido del capitalismo: la santidad de la propiedad privada. (N. Klein, A. Lewis. New Statesman. Londres: 3 de septiembre de 2007). The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism (La Doctrina del Shock. El auge del capitalismo de Desastre) fue publicado en 2007. “Este libro es el resultados de sus viajes a Irak en 2003, donde observó la reconstrucción a cargo de multinacionales occidentales; a Nueva Orleans en 2005, donde empresas privadas se hicieron cargo de las escuelas públicas; y a Sri Lanka después del tsunami donde las aldeas de pescadores fueron tomadas por empresas dedicadas a desarrollar lugares de turismo. Encontró que el desastre le había abierto la puerta a las corporaciones para desarrollar nuevas zonas privatizadas dejando de lado a los gobiernos locales”. (Ch. Abbott. Publishers Weekly. Nueva York: 30 de julio de 2007) Los comentarios acerca de los distintos escritos de N. Klein, como es dable esperar, varían desde el rechazo total a la aceptación parcial o total. No obstante, distintas opiniones señalan que sus libros están bien escritos e “investigados”, carecen de exageraciones y son interesantes. Para terminar: se cuenta que en los comienzos de su carrera política Perón recibió en su despacho a una delegación de trabajadores. ¿Muchachos, qué les pasa? les preguntó. Mi coronel, le contestó uno de ellos, mucho laburo, poca guita. La historia agrega que a Perón le encantó la respuesta. Seguramente que a Naomi Klein también, si se la contaron (y la entendió) durante su estadía en la Argentina. 3 Ver artículo # 104 Sweatshops: el incendio de la Triangle Shirtwaist Company (sitio web mencionado)