ATT. D. JUAN ROSELL, PRESIDENTE DE LA PATRONAL CEOE Madrid, 23 de diciembre de 2010 Señor Rosell: Ante sus lamentables declaraciones como nuevo presidente de la CEOE referidas al sector público y los trabajadores del mismo, creemos que no es usted la persona más indicada para realizar comentarios al respecto, comentarios que no son rigurosos y que contribuyen a confundir a la opinión pública, desviando una vez más la atención del verdadero origen del problema económico en nuestro país. Efectivamente, desde diversos foros venimos denunciando el engrosamiento indebido de algunos sectores de las Administraciones Públicas, del cual, hay que decirlo, los funcionarios somos los primeros perjudicados. Dicho engrosamiento es particularmente obvio en el caso de las Comunidades Autónomas, que concentran más del cincuenta por ciento del actual empleo público. Tal hipertrofia (en los casos en que existe) se debe a la entrada en las Administraciones Públicas de personas que han ingresado en ellas indebidamente, sin pasar por el procedimiento que tenemos que superar los que somos funcionarios de carrera. Para su información, en las Administraciones Públicas existen en la actualidad diversas formas de ingreso, y algunas de ellas son análogas a los sistemas de contratación de la empresa privada. Y aquí reside el problema: el ingreso de personas que no han tenido que atravesar un procedimiento regido por las premisas de igualdad, mérito y capacidad, como indica la legislación vigente, pero que sí hemos debido superar los que hoy somos funcionarios de carrera. De manera que, si de alguna manera hubiera que descargar de peso a las Administraciones Públicas, sería precisamente de quienes han ingresado en ellas “a dedo”. Suponemos que cuando menciona las grasas de la Administración se refiere a estos puestos, ya que los demás, aparte de haber entrado cumpliendo la más estricta legalidad, desempeñamos nuestras obligaciones laborales con total diligencia, tal y como, imaginamos, usted y los empresarios que usted preside desempeñan las suyas. En lo tocante a sus injustas críticas contra la labor del Ministerio de Cultura, como funcionarios del mismo le recordamos que España es uno de los países con mayor patrimonio histórico del mundo -cuya gestión y conservación se realiza desde diversas Administraciones, y entre ellas, este ministerio-, lo cual ha propiciado un voluminoso sector turístico que poco a poco va desligándose del “sol y playa” hacia una progresiva vertiente cultural; y que esta industria alimenta diversos ámbitos de la empresa privada (hoteles, transportes, restaurantes, etc.), razón por la cual debería ser usted unos de los primeros interesados, como jefe de la patronal, en velar por la adecuada gestión de dicho patrimonio, ya que en este punto sus intereses coinciden con los del Estado y las demás Administraciones que protegen y promocionan nuestra riqueza cultural. Dado que usted se permite hablar con ligereza de las Administraciones Públicas, nosotros nos permitiremos sugerirle algunas ideas que seguramente contribuirían a paliar esta penosa crisis: ¿Por qué no propugna usted el desvelamiento de las cuentas bancarias ocultas en los paraísos fiscales, que son un pozo sin fondo de fraude fiscal? ¿Por qué no hace usted hincapié en la necesidad de evitar la existencia de ‘cajas B’ en las empresas? ¿Por qué no apoya la transparencia y el control de las entidades bancarias, en buena parte responsables de esta crisis y a las que, lejos de pedir cuentas, se ha debido reflotar con dinero público? ¿Por qué no reclama la ética y la responsabilidad de los promotores inmobiliarios que tanto se han beneficiado en tiempos de bonanza? ¿Por qué no cuestiona las subvenciones públicas concedidas, entre otros, a partidos políticos o sindicatos que suponen una fuerte carga para todos? ¿Por qué no denuncia los sueldos vitalicios con que se premia a muchos de nuestros políticos una vez abandonan sus cargos? Señor Rosell, en este país, efectivamente, sobran ‘grasas’, pero probablemente las de las Administraciones Públicas no sean las más voluminosas. Téngalo en cuenta y, por favor, respete a los trabajadores públicos, si es que quiere usted merecer el mismo respeto. Asociación Profesional del Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos RNA nº 591468 asociación.conservadores.museos@gmail.com